tag:blogger.com,1999:blog-24188160348820673352024-03-13T23:07:40.964-07:00ALCOHOLICOS ANONIMOSGrupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.comBlogger26125tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-61988853948449676172009-02-13T08:34:00.000-08:002009-02-13T08:49:27.925-08:00EL APADRINAMIENTO . PASO VITAL HACIA EL SERVICIO Y LA RECUPERACION.El Apadrinamiento – Un paso vital hacia el servicio y la recuperación<br />Material de servicio de la Oficina de Servicios Generales<br />Los 91 delegados a la Conferencia de Servicios Generales escucharon la pregunta: ¿Cuántos de ustedes llegaron al servicio de A.A. con la ayuda de un padrino? Todos los 91 delegados levantaron la mano.<br />Al H., antiguo custodio de Saskatoon, Saskatchewan, Canadá, tiene vivos recuerdos de ese momento en 1978: “Apadrinamos como hemos sido apadrinados,” dice. “Me llevaron a mi primera reunión de servicios apenas tres meses después de lograr mi sobriedad y he participado activamente desde entonces en el servicio.”<br />Como otros muchos miembros de A.A, ya en el comienzo de su experiencia de A.A., Al asimiló el milagro del trabajo de Paso Doce: el compartir el mensaje de A.A. nos ayuda a mantenernos sobrios. Gracias al apadrinamiento atento, Al descubrió las diversas formas en que esta ayuda individual y personal se podría ampliar en la Comunidad para abarcar una variedad cada vez más grande de trabajos de Paso Doce: desde participar activamente en el grupo base hasta servir en el intergrupo local u oficina central, en comités de instituciones y, finalmente en el “servicio general”. Este término comprende las múltiples actividades que hacen los RSG, los comités de área, los delegados, los custodios y los miembros del personal de la OSG dentro de la estructura de la Conferencia. Afectan a A.A. en su totalidad y son de una importancia crucial para nuestra unidad y supervivencia.<br />Al hace notar que “muchos miembros de A.A.—y no solamente los principiantes—no están suficientemente informados sobre A.A. y cómo funciona.” Cree que “Dios nos sonrió cuando nos condujo a la Comunidad. La mano de A.A. estaba allí para nosotros y, según lo veo yo, si queremos que esté allí para nuestros hijos, tenemos que participar activamente en el servicio y ayudar al principiante a hacer lo mismo. Francamente, no sabría cómo apadrinar a una persona que no participa en el servicio. Admiro mucho al Dr. Bob que dijo que si no adquirimos el espíritu de servicio, perderemos el más preciado regalo que A.A. nos puede ofrecer: la posibilidad de dar nuestra sobriedad a otros y así mantenerla.”<br />Al, que viaja centenares de millas para asistir a reuniones de servicio, se acuerda de visitar un nuevo grupo hace unos pocos años, acompañado de su ahijado. Se había encargado a una recién llegada de 18 años de edad la tarea de cortar los pepinillos en rodajas; al ver a Al, la joven compañera le pidió que le ayudara; el ahijado la llevó aparte y le dijo que estaba hablando con un custodio. Ella replicó impertérrita, “hay que cortar los pepinillos.” Al los cortó.<br />Rita J., delegada de Missouri, dice que no tarda en amadrinar a los principiantes en el servicio. “les doy una introducción a las Tradiciones y los llevo a reuniones de los RSG y de la asamblea del área. Algunos acaban participando en el servicio.” No siempre es fácil,” dice Rita, “pero sigo sin rendirme. No obstante, cuando pedí hace poco que se efectuara una reunión de conciencia de grupo, se presentaron muy pocos de mis ahijados. Yo no podría sobrevivir si no tuviera sentido del humor.” David A., antiguo custodio, de Dallas, Texas, dice que “todos a los que yo he apadrinado han acabado participando en servicio. No es obligatorio, le digo al recién llegado, pero es más que una mera sugerencia. Les digo también que los Doce Pasos son solamente la tercera parte de nuestro legado; también tenemos las Doce Tradiciones y los Doce Conceptos para el Servicio Mundial. Es un programa de 36 puntos.” Además les sugiere que lean el Libro Grande (“te vas a encontrar a ti mismo”) y A.A. llega su mayoría de edad (vas a tener tanto amor para con A.A. que no te irás nunca, querrás quedarte y desarrollarte.”)<br />“Me inició en el servicio un antiguo delegado que quería asistir a la Cena de Bill W. en 1967,” David nos cuenta. “El mismo Bill firmó mi ejemplar de Como lo ve Bill. Conocí a gente que participaba en el servicio y seguía volviendo a hacerlo una y otra vez. Serví como RSG, MCD, delegado, coordinador de área, RGv de área, y de lo que fuera. Y en cada uno de estos puestos serví también como suplente, antes de ser custodio general de los EE.UU. Y ahora participo aun más activamente que al principio. Asisto a las conferencias estatales, organizo reuniones sobre las Tradiciones y los Conceptos y, por supuesto, me esfuerzo por interesar a los recién llegados en el servicio en cada oportunidad que se me presente.<br />Ruth H., antigua custodio, de Hollis, New York, dice: “Cuando asumí la responsabilidad de RSG, mi madrina me dijo: ‘No te conviene hacer esto. Es muy político.’ No obstante, participaba activamente en el Comité de la Conferencia de Nueva York. Los demás oficiales me acogieron calurosamente y me inculcaron el aprecio por el servicio. Hoy hago lo mismo con mus ahijados: me esfuerzo por conseguir que se formen una idea de la totalidad de A.A. Cuando veo a miembros trabajando en los Pasos y las Tradiciones, hago todo lo que puedo para interesarles en el servicio. El servicio es una parte integrante de mi recuperación; sin el servicio, dudo que me pudiera haber mantenido sobria los pasados 28 años.<br />George D., antiguo custodio, de Tiburón, California, comenta: “Cuando llegué a A.A. tuve muchas recaídas. Finalmente, después de lograr dejar de beber, mi padrino y otros veteranos me dijeron que yo era el tipo de borracho que tendría que ser activo para poder mantenerse sobrio. Hice caso de lo que me dijeron y he seguido haciéndolo los últimos 26 años. El servicio forma parte de mí.”<br />Durante los 11 primeros años, dice George, “participaba activamente en todos los aspectos del servicio, con excepción de los servicios generales, porque me parecía que yo no encajaría entre los servidores de ese tipo. Mi amigo más íntimo de A.A. participaba activamente en los servicios generales, pero yo creía que esto no era sino una excentricidad—en todo lo demás era un hombre simpático y cosmopolita. Finalmente, me arrastró con él a algunos eventos y acabé sirviendo como delegado en 1975. Una vez, cuando estaba hablando con Bob H., que en aquel entonces estaba a punto de jubilarse del puesto de gerente de la OSG, puse en duda mis propios motivos para hacer el trabajo de servicio: ¿lo hacía por amor a A.A. o porque quería recibir el reconocimiento y la aprobación? Bob, como respuesta, me citó unas palabras de Bernard Smith, antiguo custodio no alcohólico y presidente de la Junta de Servicios Generales que dijo refiriéndose a Bill W. ‘Nunca en la historia ha hecho tantas grandes cosas un hombre con motivos tan dudosos.’ Con la ayuda de Bob, me di cuenta de que si esperara a ser ‘puro’ antes de hacer nada, tendría que esperar toda la vida.”<br />George es de la opinión de que el trabajo de servicio general puede que no sea para todos. “En vez de presionarles para hacerlo,” sugiere, “creo que debemos guiarlos con nuestro ejemplo. Tenemos que tratarnos, unos a otros, en el servicio con la misma sensibilidad que aportamos a la recuperación.”<br />Dick D., antiguo custodio, de Springfield, Massachusetts, dice: “Mi padrino, ahora fallecido, me interesó en los trabajos de servicio de intergrupo y de área muy poco después de llegar a la Comunidad. Hizo lo mismo con otra persona de Springfield, Margaret C., que también es una antigua custodio. Luego yo apadriné a otros compañeros que más tarde sirvieron como delegados, y ellos a su vez han apadrinado a otros con la misma energía. Tenemos aquí en este área una cadena viva de servicio.” Dick anima a sus ahijados a participar en los trabajos de servicio, pero dice que “gran parte depende del individuo, de los problemas de familia que pueda tener y de otros factores.” Es importante mencionar, dice Dick, que al comienzo “no los envío a las reuniones de servicio; los llevo allí.”<br />Dick cree que los jóvenes que se unen hoy en día a la Comunidad tienen mucha motivación para participar en el trabajo de servicio. “Muchos se han integrado en el programa antes de tocar un fondo muy bajo. Están muy dedicados y lo suficientemente agradecidos como para transmitirlo a otros.”<br /><br />Rev. 7-20-06Grupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-44635793675982072032009-02-13T08:18:00.000-08:002009-02-13T08:29:15.120-08:00EXPERIENCIAS. AL FIN LIBRE. PENSE QUEDARME TRES MESES Y RETIRARME Y AQUI ESTOY .<div align="center">Al fin libre<br />Antes de llegar a AA tenía la fuente de donde provenía mi incontrolable manera de beber, la cual me llevó a deteriorar por completo mi vida. Pero, aún por encima del alcohol que ingería en grandes cantidades, sobresalía un sufrimiento que estuve arrastrando desde que tenía tres o cuatro años de edad. En mi derrotero sólo me vi acompañado del resultado de mi rebeldía a causa de la vida ingobernable que llevaba. Fueron fantasmas que me atormentaron, hundiéndome en una serie de sentimientos que me ahogaban el espíritu, sintiéndome el ser más despreciable y ruin sobre la faz de la tierra. Muchas veces pregunté a ese Dios que proclaman algunos: “¿Señor, por qué tengo que ser así?”. Quiero cambiar y ser diferente, ya no quiero dañar ni tener estos sentimientos que me atormentan. ¡Quiero vivir! ¡Líbrame de estas cadenas!”.<br />Quiero compartir algunas de estas cosas que me atormentaban: el miedo, la angustia, el remordimiento de conciencia, la soledad, frustraciones, envidia (una envidia que corroía como ácido mi alma) y un egoísmo que ya no soportaba. Aún así, me sentía complacido con algunos defectos, difíciles de eliminar. Sobre este laberinto, giró gran parte de mi vida hasta que empecé a beber. Al principio, esto alivió un poco mis viejas heridas, pero en el transcurso de dos años, este tormento se sumó a las consecuencias de mi alcoholismo y el oscuro laberinto se hizo más y más profundo, llevándome al intento de suicidio, acompañado de amargos sentimientos de venganza. Esto que relato, inició cuando tenía dieciséis años, de los cuales sólo quedaron amargos recuerdos y sentimientos que me hicieron morir espiritualmente, pensando que mi destino era morir de borracho, sin otro consuelo, pues me había cerrado las puertas y la confianza de los que me rodeaban.<br />A fines de agosto de 1985, si mal no recuerdo, un día antes de llegar a la querida Agrupación de AA, me ocurrió un hecho que cambiaría el curso de mi vida. Me encontraba tomando en una lonchería, desde las primeras horas del día, pero ya avanzada la noche, estaba haciendo un trato con una de las mujeres que ahí trabajaban para pasar la noche con ella. Al percatarme que no traía dinero, muy ebrio me dirigí a mi domicilio con el fin de tomar un dinero que tenía guardado en mi pequeño ropero. Al abrir la puerta del ropero y tomar el rollito de billetes, estos, como un carbón incandescente, me quemaron la mano. Una ráfaga de luz entró en mi memoria y con un temor tremendo los lancé lejos de mí. Me senté en mi cama y comencé a llorar, preguntándome: “¿Qué voy a hacer Dios mío?”. Entonces, todo se oscureció y perdí la noción del tiempo.<br />No sé cuánto tiempo transcurrió y esa misma noche llegaron tres personas que se decían Alcohólicos Anónimos. A lo lejos mi mamá gritaba: “¡Leonardo no pelees, ellos te van a ayudar a dejar de beber!”. Y no opuse resistencia. Allí estaba mi salvación. No sé que ocurrió, pero bajé la guardia y decidí recibir la ayuda que unos meses atrás había rechazado y me dejé guiar por aquellas personas; parecía que ese Dios que proclamaban algunos me los había enviado en un momento de debilidad.<br />Al otro día desperté dispuesto a entregarme a ese Programa que me ofrecían. Desde entonces dejé de sentir lástima por mí y por los demás; algo había arrancado de mi alma una serie de sentimientos que me atormentaban. Ya no me sentí solo, el miedo había aminorado de gran forma. Entonces, vinieron a mi mente aquellos Doce Pasos que había leído unos meses atrás y que de alguna forma influyeron antes de mi llegada a AA. Así, con más disposición me agarré de ellos y comencé a practicarlos como si fueran mi único puerto. Los entendí, comprendí y por consecuencia, los empecé a sentir hasta la médula de mis huesos. Aunque algunas de estas cosas ya las había escuchado y sabido por cuenta propia, en Alcohólicos Anónimos las escucho y las veo de una forma completamente diferente. Al practicar los Doce Pasos y las Doce Tradiciones descubrí que mi conciencia, siempre estuvo opacada por mi vida ingobernable; hacía cosas malas a juicio de mi conciencia, que me causaban sentimientos de culpa, si se prefiere, remordimientos de conciencia. Según mi entendimiento, el espíritu se alimenta y crece con actos buenos, si no, el espíritu muere.<br />Para alguien que no tiene humildad esto es casi imposible y yo no la tenía; la adquirí a través del sufrimiento que me propinó el alcohol y la vida ingobernable. Esto ocurrió en mi primer año de sobriedad, alcanzando una paz mental y espiritual que fortaleció mi sobriedad.<br />Derrotarme ante la vida ingobernable me permitió alejarme por completo de las cosas y personas que no eran buenas para mí, y así estuve menos tentado por la obsesión hacia el alcohol, recobrando un poco mi autoestima y sustituyendo todo aquello por las reuniones de AA.<br />Obtener sano juicio no me fue tan difícil, porque lo más difícil estaba ya hecho: ¡dejar de beber! Nunca supe conducir mi vida, por eso tomé la dirección de todos aquellos compañeros que tienen muchos años dentro de AA. Trabajando el Paso Dos dejé de acarrearme problemas que podrían poner en peligro mi sobriedad y estabilidad emocional; adquiriendo un nuevo estado de conciencia que me llevó a experimentar emociones y sensaciones que nunca había tenido. Conduciéndome a lo que llaman fe, comencé a tener confianza en Dios, depositando en Él mi vida y todo tipo de tribulaciones que arrastraba.<br />Comprendí que es mejor depender de Dios y del Programa de AA, porque ellos no me fallan, ni me traicionan y sí me comprenden y ayudan. La acción en el Programa me ayudó a conseguir sobriedad, progreso y habilidad para enfrentarme a la vida. Desde entonces, no me he visto envuelto en problemas de ninguna clase.<br />El Quinto Paso me dio la liberación y la paz mental que tanto añoraba años atrás y como resultado, hoy me encuentro libre de esas cadenas que me ataban fuertemente al pasado. Me resultó más fácil practicar lo restante, pues, de alguna manera, quité las piedras que no me permitían avanzar. Estos son sucesos que ocurrieron en los primeros doce meses en AA. Hoy, es muy difícil que llegue a enojarme; los celos son un lujo que no tengo, pido por los demás porque es mejor que envidiar. Siempre antepongo a Dios y los Principios de AA antes que a cualquiera de mis deseos personales; de mí depende que el orgullo no se vuelva a inflar.<br />Desde entonces he tenido un sin número de experiencias de tipo espiritual que son el resultado del apadrinamiento y la práctica de los Doce Pasos. Actualmente, tengo quince años en AA y mi confianza sigue creciendo día con día, junto con la verdadera fe que ahora necesito para poder ser útil y servirle a los demás.<br />Leonardo.<br /><br /><br /><br /> Pensaba durar tres meses y retirarme<br />Llegué a un Grupo de Alcohólicos Anónimos el 31 de agosto de 1979 y en la información de lo que es un alcohólico, empecé a escuchar las experiencias de algunos de mis compañeros.<br />Los días pasaban y no quería darme cuenta que en verdad era un enfermo; pensaba durar tres meses y retirarme, pero creo viví mi primera experiencia espiritual, al menos así lo siento, pues mis compañeros me decían: “No asistas a los lugares donde bebías”. El primer día pasé a la tienda donde acostumbraba beber y pedí una famosa pollita, me la bebí de un jalón, pagué y me salí.<br />El segundo día pasó lo mismo, pero al tercer día pedí una botella de tequila, la cual al tomarla del mostrador la sentí caliente, un calor que no soporté en la mano y la pasé a otro amigo de actividad. Me salí para ya no regresar jamás a ese lugar, y me alejé de mis cuates sin tener la convicción de ser un enfermo.<br />Seguí asistiendo al Grupo y alimentando la idea de estar nada más tres meses y retirarme.<br />A los dos meses abordé la tribuna pensando que les iba a dar una cátedra, no pude más que imitar a los demás y declararme enfermo de alcoholismo, pero sin olvidar lo de la botella caliente.<br />En una reunión de trabajo, escuché que no había quien cubriera el Servicio en instituciones, y levanté la mano pidiendo el Servicio. El lunes siguiente, día de la primera información en la Clínica 4 del Centro de Salud, me presenté esperando encontrar al padrino que me iba a guiar en ese Servicio, y no llegó.<br />La señorita de trabajo social me llamó, puesto que me había presentado al llegar, y me dijo si ya pasábamos a la sala. Le contesté que sí, sin saber cómo iba a transmitir el mensaje, pero recordé la información que me habían dado, que con el enunciado sacara parte de la información y así lo hice. La presentación de la trabajadora social me ayudó a iniciar mi explicación y así pude vivir mi primera experiencia en el Servicio, la que me borró de la mente esos tres meses que pensaba estar en AA.<br />Al ver los ojos enrojecidos y con lágrimas de las personas que me escuchaban, me estremecí de emoción, pues me di cuenta que borracho no servía para nada, y sin beber, podía regalar algo por medio del sufrimiento de aquellas borracheras que me llevaron a convertirme en un alcohólico.<br /><br />Rogelio.<br /><br /><br /><br /> </div>Grupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-58675180775282568382009-02-12T12:20:00.000-08:002009-02-12T12:40:22.050-08:00BREVE GUIA ALCOHOLICOS ANONIMOS<a name="ra"></a>La reunión abierta<br />Por Henzo Lafuente.<br />Hace muy poco tiempo atrás tuve una experiencia hermosa y terrible: conocer a personas enfermas debido al alcohol. Fui invitado a una "reunión abierta", como las llaman, en donde se invita a gente no-alcohólica a que conozcan algo de ese mundo.<br />Esta invitación hizo que yo reafirmara mi calidad de abstemio, de la cual me siento orgulloso. Además, al compartir con personas, padres de familias, madres, jóvenes, su horrible experiencia, su valentía y voluntad al luchar día a día para no tomar ni una gota de alcohol, me di cuenta de la gran diferencia que representa para mí no tomar alcohol porque no me gusta, y para ellos, porque les hace mal.<br />"No hay que tenerle miedo ni a la cuarta copa, ni a la quinta, ni a la sexta: es a la primera copa a la que hay que temerle", es una de las frases que se me quedaron grabadas después de esta experiencia.<br />Por primera vez en mi vida conocí, frente a frente, a un homicida. Una persona que le había quitado la vida a otra bajo la influencia del alcohol. Sentí miedo. Pero la manera en que esta persona se liberó de esta carga, contándonos a todos, esta parte de su vida, fue como una catarsis. Ahí me percaté del poder del alcohol. Puede ser agradable, pero es una arma de doble filo. Y un arma de verdad. Puede liberar lo peor de nosotros, lo más oscuro, lo más abominable, lo que nunca en nuestra vida quisimos ser: "Yo nunca me quise convencer de que también yo estaba afectada. Si lo esperaba despierta a que llegara y lo increpaba, se enojaba; si no le decía nada, también se enojaba porque decía que no me preocupaba por él". "Mi hijo se quedaba esperándome hasta las cuatro de la madrugada, o cinco. Mientras yo, su madre, andaba por las calles con mis ' amiguitas ', pisando el acelerador a fondo sin preocuparnos de las luces rojas". "-Pero fue desde aquella ocasión en que recaí en la bebida, después de haber entrado a Alcohólicos Anónimos, que supe que quería estar afuera y lo hice", "-Tuviste suerte, a mí me ha tocado enterrar a muchos compañeros que recayeron. Si recaes pensando que será una manera de ver nuevamente el infierno desde adentro de manera de tener más fuerzas para mantenerte alejado de él, te arriesgas a morir, literalmente".<br />Tan fuerte fue la enseñanza que estas valientes personas tuvieron la amabilidad de compartir conmigo, y yo, por mi parte, el honor de escuchar semejantes batallas y voluntades que los hacían superarse a sí mismos - no superiores a los demás, no especiales, sino simplemente con la fuerza para mantenerse sobrias las próximas venticuatro horas - fue que me comprometí a aportar en algo a esta meritoria iniciativa, que da resultados si se siguen las reglas. Este es el motivo del siguiente artículo transcrito.<br /><a href="http://www.apocatastasis.com/alcoholicos-anonimos.php#top#top">Top</a><br /><a name="i"></a>Breve guía hacia Alcohólicos Anónimos: Introducción<br />« El alcoholismo es reconocido como un problema mayor de la salud. En los Estados Unidos es la tercera causa de mortalidad, después de las enfermedades de corazón y el cáncer, y no sólo afecta a alcohólicos, exclusivamente. Otros, son afectados por sus consecuencias, por ejemplo, en la casa, el trabajo, en la carretera, etc. El alcoholismo le cuesta a la comunidad millones de pesos cada año. Por lo tanto, si usted llega a ser alcohólico o no, el alcoholismo aún puede tener alguna incidencia en su vida.<br />Hemos aprendido mucho sobre cómo identificar y detener el alcoholismo, pero hasta ahora nadie ha descubierto una forma de prevenirlo. No se sabe exactamente por qué algunos bebedores se vuelven alcohólicos. Médicos y científicos en este campo no están de acuerdo en la causas o en las causas del alcoholismo. Por esta razón A.A.(Alcohólicos Anónimos) se limita a ayudar a quienes tienen problemas con la bebida, de manera que puedan dejar de beber y aprendan a vivir una vida normal y útil sin alcohol.<br /><a href="http://www.apocatastasis.com/alcoholicos-anonimos.php#top#top">Top</a><br /><a name="que_es_alcoholismo"></a>¿Qué es alcoholismo?<br />Como lo ve A.A., el alcoholismo es una enfermedad. Los alcohólicos no pueden controlar su manera de beber porque están enfermos en sus cuerpos y en sus mentes (o emociones), así piensa A.A. Si no dejan de beber, su alcoholismo siempre empeorará.<br />La Sociedad Americana de Medicina y la Asociación Médica Británica, organizaciones que agrupan a los médicos en esos países, también han conceptuado que el alcoholismo es una enfermedad.<br /><a href="http://www.apocatastasis.com/alcoholicos-anonimos.php#top#top">Top</a><br /><a name="sintomas"></a>Síntomas<br />No todos los alcohólicos tienen los mismo síntomas pero, en diferentes etapas de su enfermedad, muchos muestran los siguentes:<br />· Encuentran que sólo el alcohol puede hacerlos sentir confiados y serenos frente a otra gente.<br />· A menudo, desean "uno más" al final de una fiesta.<br />· Buscan las ocasiones para beber y piensan en ellas frecuentemente.<br />· Se emborrachan cuando no planean hacerlo.<br />· Tratan de controlar su forma de beber cambiando el tipo de licor, huyendo de sitios o haciendo promesas<br />· Esconder licor, mentir sobre su forma de beber, beber en el trabajo (o en el colegio)<br />· Beber solo<br />· Tener lagunas, esto es, no recordar el día siguiente lo que dijo o hizo la noche anterior.<br />· Beber en las mañanas para aliviar los severos malestares, sentimientos de culpa o de miedo, dejar de comer o desnutrirse, tener cirroris del hígado, temblarviolentamente o tener convulsiones cuando se deja de beber.<br /><a href="http://www.apocatastasis.com/alcoholicos-anonimos.php#top#top">Top</a><br />¿Qué es A.A.?<br />Alcohólicos Anónimos es una Comunidad mundial de hombres y mujeres que se ayudan unos a otros a permanecer sobrios. Ofrecen la misma ayuda a cualquiera que tenga problemas de bebida y quiera hacer algo al respecto. Como todos son alcohólicos, tienen una especial comprensión entre ellos. Saben cómo se siente estar enfermo y han aprendido en A.A: cómo recuperarse de la enfermedad.<br />Los miembros de A.A. dicen que ellos SON alcohólicos hoy, aún cuando no hayan tomado un trago por muchos años.No dicen "estar sanados". Una vez que la persona ha perdido la habilidad para controlar la bebida, nunca más podrá volver a beber normalmente o, en otras palabras, ellos nunca serán ex-alcohólicos. Pero en A.A. se convierten en alcohólicos sobrios o alcohólicos RECUPERADOS.<br /><a href="http://www.apocatastasis.com/alcoholicos-anonimos.php#top#top">Top</a><br /><a name="como-ayuda"></a>¿Cómo ayuda A.A: al alcohólico?<br />A través del ejemplo y la comprensión de los alcohólicos recuperados en A.A., los nuevos miembros son estimulados a permanecer alejados del licor "un día a la vez" [por 24 horas], tal como lo hacen los miembros de A.A. en vez de jurar "nunca más" o preocuparse si estará sobrio mañana. Los miembros de Alcohólicos Anónimos se circuscriben a no tomar en este instante, hoy.<br />Manteniendo el alcohol alejado de sus organismos, los recién llegados contrarrestan una parte de su enfermedad y sus cuerpos tienen una oportunidad de mejorar. Pero recuerde que hay otra parte. Si quieren permanecer sobrios, necesitan mentes y emociones sanas. Entonces comienzan a aclarar sus confusos pensamientos y tristes sentimientos, siguiendo los "Doce Pasos" de A.A. para la recuperación. Estos pasos sugieren ideas y actitudes que garantizan a los alcohólicos unas felices y útiles vidas.<br />Para estar en contacto con otros miembros y para aprender sobre el programa de recuperación, los nuevos miembros asisten con más regularidad a las reuniones de A.A.<br /><a href="http://www.apocatastasis.com/alcoholicos-anonimos.php#top#top">Top</a><br /><a name="reuniones"></a>¿Qué son las reuniones de A.A.?<br />Alcohólicos Anónimos está formado universalmente por unos 110.000 grupos locales, en más de 160 países. Los miembros de cada grupo se reúnen, usualmente, dos o tres veces por semana, y celebran reunionen de A.A. de dos tipos principales.<br />1) Reuniones Abiertas: En donde los oradores comparten sus experiencias sobre cómo bebieron, cómo encontraron a A.A. y de qué manera el programa les ha ayudado en su vida. Los miembros pueden invitar a sus parientes y amigos; cualquier persona interesada en A.A. es también bienvenida.<br />2) Reuniones Cerradas: Éstas son para alcohólicos únicamente. Allí se debaten y estudian temas sobre A.A. y cualquier miembro que quiera, puede participar, hacer preguntas o bien compartir sus opiniones con sus compañeros. En este tipo de reuniones, el miembro de A.A. puede obtener ayuda para sus problemas personales, para permanecer sobrio en su vida cotidiana. Algunos miembros de A.A. pueden compartir su experiencia. Puesto que han manejado los mismos problemas, a menudo, utilizando los "Doce Pasos".<br /><a href="http://www.apocatastasis.com/alcoholicos-anonimos.php#top#top">Top</a><br /><a name="pertenece"></a>¿Quién pertenece a A.A.?<br />Al igual que cualquier enfermedad, el alcoholismo ataca a todo tipo de personas. por lo tanto, los hombres y mujeres en A.A. son de todas las razas y nacionalidades; todas las religiones y sin religión. Son ricos, pobres y también de término medio. Trabajan en todas las actividades como : abogados, amas de casa, profesores, choferes, camareras, miembros del clero, ejecutivos de empresas, obreros, etc.<br />A.A.no lleva registros de sus miembros, pero los Grupos informan cuántas personas asisten regularmente a sus reuniones. De estos informes se estima en más de un millón la totalidad de los miembros de A.A.<br /><a href="http://www.apocatastasis.com/alcoholicos-anonimos.php#top#top">Top</a><br /><a name="fondo"></a>¿Tiene que "llegar al fondo" el alcohólico antes de que A.A. pueda ayudarlo?<br />A.A.fue iniciado en 1935 por un corredor de Bolsa y un cirujano de Ohio, quienes habían sido borrachos "desahuciados". Al comienzo, la mayoría de los miembros de A.A. eran personas que también habían estado seriamente afectados, su forma de beber los había enviado a hospitales, sanatorios o cárceles. Cuando más y más gente empenzó a oír sobre A.A, muchos alcohólicos encontraron que no tenían que esperar a llegar a estados avanzados. Se podían recuperar en A.A. antes de que su salud estuviera seriamente deteriorada; y cuando todavía conservaban sus empleos y familias.<br /><a href="http://www.apocatastasis.com/alcoholicos-anonimos.php#top#top">Top</a><br /><a name="joven"></a>¿Hay gente joven en A.A.?<br />La experiencia recopilada hasta hoy nos muestra cómo algunos adolescentes alcohólicos encontraron a A.A. y el gran cambio que les significó para ellos al recuperar la felicidad al estar sobrios y también al tomar parte en las actividades de A.A. Una gran parte de ellos aprecian mucho haber evitado transitar toda la llamada "carrera alcohólica".<br /><a name="maneja"></a><a href="http://www.apocatastasis.com/alcoholicos-anonimos.php#top#top">Top</a><br /><a name="cuesta"></a>¿Cuánto cuesta pertenecer a A.A.?<br />Los recién llegados no pagan cuota de admisión por hacerse miembros de un grupo. Los miembros, además, no pagan honorarios de ningún tipo.<br />Pero el dinero es necesario para algunos de los propósitos de A.A. como puede ser: alquiler del local de reuniones, compra de café y refrescos, compra de libros, folletos, el Boletín y la revista de A.A. Por lo tanto, los miembros contribuyen voluntariamente si lo desean. Los grupos también contribuyen con dinero para mantener las Oficinas Centrales, la Oficina de Servicio General y todas las actividades de A.A.<br />A.A.no cobra por la ayuda que sus miembros prestan a otros alcohólicos, ni ellos reciben nunca pago alguno.Su retribución es algo mucho mayor que lo que representa el valor del dinero, es su propia recuperación. Pues los miembros de A.A. han descubierto que, ayudar a otros alcohólicos es la mejor forma de asegurar su propia sobriedad.<br /><a href="http://www.apocatastasis.com/alcoholicos-anonimos.php#top#top">Top</a><br /><a name="familias"></a>¿ Qué pueden hacer las familias de los alcohólicos?<br />A.A. está dirigido solamente a alcohólicos, pero otras comunidades pueden ayudar a sus allegados. Una es, los Gruupos de Familia Al-Anon y la otra Alateen, para adolescentes que tienen familiares alcohólicos.<br /><a href="http://www.apocatastasis.com/alcoholicos-anonimos.php#top#top">Top</a><br /><a name="no"></a>¿Qué NO hace o NO es A.A.?<br />1. No hace campañas para convencer a los alcohólicos que se unan a A.A. Esta entidad esta dirigida únicamente para aquellos alcohólicos que quieren dejar de beber.<br />2. No vigila a sus miembros para ver si han bebido. Ayuda a los alcohólicos a ayudarse a ellos mismos.<br />3. No es una organización religiosa. Todos los miembros son libres para decidir sobre sus propias ideas acerca del significado de la vida y la religión.<br />4. No es una organización médica. No proporciona medicinas ni consultas psiquiátricas.<br />5. No maneja ningún hospital, pabellón u otra organización. Alcohólicos Anónimos coopera con organizaciones que trabajan en el campo del alcoholismo. Algunos miembros trabajan en esas organizaciones, pero a título personal, no como representantes de A.A.<br />6. No acepta dinero de fuentes externas de A.A. ni privadas ni gubernamentales.<br />7. No ofrece ningún servicio social. No provee vivienda, alimento, vestido, trabajo o dinero. Ayuda a los alcohólicos a permanecer sobrios de manera que ellos mismos puedan cubrir sus propias necesidades.<br />8. Alcohólicos Anónimos practica el principio de "Anónimos" que aparece en su nombre. No desea dar a conocer los nombres de sus miembros en televisión, cine, radio, periódicos o cualquier medio de comunicación. Los miembros de A.A no divulgan los nombres de otros miembros a personas no alcohólicas. Los miembros no se avergüenzan de pertenecer a A.A., sólo les anima el deseo de lograr que más alcohólicos lleguen a A.A. en busca de ayuda. No desean ser héroes o heroínas; simplemente lo hacen para conservar su propia sobriedad.<br /><a name="mas"></a>Grupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-56890337826411909882009-02-12T11:23:00.000-08:002009-02-12T11:27:26.397-08:00EXPERIENCIAS MILAGROSA COINCIDENCIA , ALCOHOLICO YO ?Una milagrosa coincidencia.<br />Era el año 1983, tenía escasos seis meses sin beber en AA y la vida no parecía ofrecer nada de lo que mis compañeros de Grupo me auguraban. Los problemas económicos y familiares no se solucionaban. No encontraba empleo y esto me deprimía. El escuchar las experiencias en tribuna por parte de mis compañeros, el reflejo que encontraba en ellas sobre mi propia vida desordenada, provocaban que me sintiera nervioso en la silla, para regocijo de los padrinos: ¿Te está llegando?, me preguntaban entre risas, y yo asentía. Me dolía reconocer que la idea que tenía sobre mí no se acercaba a la cruda realidad. Siempre pensé que mi único problema era la bebida. Jamás sospeché que mi enfermedad radicaba en mi alma y en mis emociones. Y por todo esto sufría y sufría.<br />En realidad, me dolía mi precaria situación y no encontraba alivio en la tribuna ni en el apadrinamiento constante. No sabía qué hacer ni hacia dónde voltear en solicitud de ayuda porque nunca me imaginé, que ésta debía llegar de alguien superior a mí. Aún no entendía de métodos de sustitución, mucho menos de entregar mi vida y mi voluntad a un Ser Superior. Mi Poder Superior era, si es que dentro de mí lo aceptaba con humildad, lo que es dudoso ya que no la conocía, entonces tenía que serlo, mi Grupo. El Poder Superior estaba lejos, muy lejos de mí (así lo consideré por muchos años). En esta situación, no comprendía nada de nada. Ya había dejado de beber y las cosas seguían igual o peor que cuando aún bebía y no había ni para cuando.<br />Creo que todo lo anterior lo observaban los compañeros y mi padrino, porque así sucede comúnmente, pero ¿qué sentía y qué pensaba en mi interior? La rebeldía total, producto del orgullo mal encausado o el diablillo del alcohol, si así se quiere ver, me decían que no valía la pena haber dejado de beber. ¿En realidad, era ésta la vida feliz que se me prometió por dejar la botella? Esto ni era vida y yo no era en lo absoluto, feliz. Así que la idea se fue agrandando, de tal manera, que un lunes, san lunes para muchos como yo, me dirigí a buscar un diario para conseguir algún probable empleo y me encontré a dos antiguos amigos de parranda. Ellos se dirigían a curársela y me invitaron a que los acompañara, y algo se encendió dentro de mí. Acepté con mucho nerviosismo y me subí a su vehículo.<br />Ellos comentaban los incidentes del día anterior y se prometían sólo tomar dos o tres copas para la cura, Tenían qué hacer, yo sólo escuchaba y envidiaba. Ellos seguían siendo bebedores y tenían empleo y negocios, yo había dejado de beber y no tenía ni lo uno ni lo otro, me conmiseraba y no dejaba de pensar con nerviosismo y ansiedad, ¿vale la pena dejar de beber?<br /> Entre charlas y bromas entre ellos mismos, llegamos a la cantina donde pensaban curársela. Entramos y ocupamos una mesa cercana a la puerta de entrada. Yo me sentía muy mal, temblaba y las manos me sudaban, aún no decidía qué hacer. En eso se acerca el mesero a tomar la orden de consumo y para mi triste sorpresa piden dos, sólo dos vasos de bebida. Digo triste sorpresa porque inexplicablemente para mí, ya no bebía, sentí la terrible desazón que siente todo bebedor cuando se siente marginado y humillado por no ser considerado en el reparto. Somos tres, se me ocurrió decir, pero ellos no me escucharon, ya sabían que yo militaba en un Grupo de AA y por lo tanto, no bebía.<br />Seguí al mesero insistentemente con la mirada para pedirle mi copa, éste no me miraba y yo quería hacerlo voltear con la fuerza de la mirada y hacer la señal de tres, tres copas para tres bebedores. Ante mí se paró un individuo sucio de muchos días, barba crecida y grasosa como su pelo, totalmente ebrio, hecho un despojo humano. Era Santiago, un alcohólico que militaba en mi Grupo y al que todos llamaban recaído, al verlo me asusté aún más y salí corriendo de la cantina, corrí hasta mi Grupo y comenté enseguida lo sucedido. “Dios te lo puso ahí” (me dijeron), saca provecho de la experiencia si en algo valoras tu vida.<br />Hoy sé que Dios se manifestó esa mañana, que siempre está y estará conmigo, que su presencia realizó esta milagrosa coincidencia que me permitió no beber.<br />Santos.<br /><br /><br /> ¿Alcohólico yo?<br /><br />A los veintidós años de edad me hospitalizan, me quedo dos meses y medio, y logro ocho sin beber. El decir soy alcohólico era de dientes para afuera, no hubo derrota, no hubo aceptación. Tengo a mi madre, soy hijo de familia, me daban todo en un inicio, pero todo se acaba, me decían: “Deja de beber”. Me llevaron a jurar como quince veces; nunca cumplí, y en el último juramento roto caí a la cárcel.<br />Ofendía a mi madre, a mis hermanos y cuñados, pensando que me tenían miedo; era lástima y mi recaída fue dolorosa, tres meses de alcoholismo, de delirios de persecución, auditivos y visuales, llegar con el escuadrón de la muerte, tomar alcohol de 96º, tres o más borracheras al día, motivo, según yo, una mujer, el amor de mi vida, puros pretextos, por eso bebía más.<br />Lo cierto es que no me quería a mí mismo; mi madre lloraba y sentía tristeza de verme así. Después hubo resentimientos, “mejor muérete hijo”, me decía mi madre, me escondían la comida y me cuidaban las manos. Sabían que si faltaba algo, me culpaban a mi, beber y beber eso quería yo, total, muerto el perro se acaba la rabia. Pedía dinero para beber una y otra vez, estar tirado en la calle, en las pulquerías; que más quisiera yo, irme de fugas geográficas con familiares, amigos y desconocidos. El muerto y el arrimado a los tres días apestan... ¿y el alcohólico?<br />Sufrí por intentos de suicidio, pero cobarde como siempre. El miércoles 19 de abril de 1983, día de tianguis en la colonia, llevando una bolsa con mandado, mi madre llegaba de trabajar, yo con mi botella de alcohol levanto la cabeza al cielo y digo una frase: “Señor, ayúdame, ayúdeme Señor”. Enseguida grité ¡no vuelvo a beber en mi vida! Desde esa fecha me convencí que Dios me arrancó la obsesión de beber.<br />Vuelvo a llegar a un Grupo de AA dispuesto a todo, aquí asimilé, de alma y corazón, que era un alcohólico.<br />Fue en el Grupo donde me di cuenta que enterré todo el pasado; fue desplazado por las experiencias de algunos compañeros y métodos de Alcohólicos Anónimos: hazlo por ti mismo, no por tu madre o por tus hermanos o por Dios mismo, muérase quien se muera, nazca quien nazca, se vaya la esposa o se quede, suceda lo que suceda, no tienes, no puedes, no debes beber. Gradualmente empecé a vivir lo que ya había escuchado: estás preparado para todo. A esto se referían mis compañeros.<br />Mi meta era casarme y se cumplió, también tuve dos hijos y el segundo murió. Me divorcie y empecé a tener dinero un poquito más que otros, negocios. La separación fue por presuntuoso, vanidoso e infiel. Muere mi hermano de alcoholismo, él me llevó al Grupo de AA; entre amargas experiencias hay algo de agradable, a los ocho años me caso nuevamente.<br />Después de aliviarse mi segunda esposa, a los seis meses muere mi pequeña niña, muere mi hermana de alcoholismo, pierdo todos los bienes que había acumulado; lo del agua al agua.<br />Tuve cinco accidentes: dos ingresos al hospital por perezoso, mal comido, mal dormido, anemia, mucho café, cigarro. Animado por los compañeros, pasé el mensaje en diferentes lugares a alcohólicos. En el último accidente concebí la presencia de Dios, porque entre heridos, muertos y gritos, pude darme cuenta que yo estaba hincado diciendo: “Gracias, Señor, por darme la oportunidad de conocerte”. Arrepentido y dolido físicamente, encontré el resultado de mi familia, mi esposa y mis hijos lloramos de agradecimiento a Dios.<br />JuanGrupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-1464914691651790782009-02-12T11:13:00.000-08:002009-02-12T11:19:30.992-08:00EXPERIENCIA DE MUERTO A LA VIDADe muerto a la vida<br />Cuando me pasaron el mensaje dije: que no era “alcohólico”. Transcurrieron cuatro años bebiendo incontrolablemente, hasta que caí en lo más bajo. Empecé a tener todo tipo de problemas económicos, familiares, con la sociedad, morales, físicos y mentales, ¿cómo obtuve mi despertar espiritual?<br />Recuerdo mi última borrachera con el escuadrón de la muerte. Ese día estaba Rolando, un muchacho de 19 años de edad. Tomamos desde temprano toda clase de bebidas y marcas; más tarde nos invitó a su casa, almorzamos caldo de pato de la laguna, pues su padre iba de cacería al lago de Texcoco. Eso nos cayó bien para la cruda. Durante el día seguí bebiendo hasta perderme, y no supe cómo llegué a casa. A la mañana siguiente no podía despertar: escuchaba voces de la familia y todo el movimiento de la casa. Me quedé como paralizado, no podía hablar ni moverme y me entró una terrible desesperación. En ese momento pensé: “Estoy muerto y ni cuenta se han dado ”. Quería que mi esposa se diera cuenta que estaba muerto.<br />El sol entró por mi ventana, las moscas pasaban zumbando, se paraban en mi cuerpo y pensé: me estoy apestando y ni cuenta, se han dado, no supe cuanto tiempo estuve así. Cuando desperté, tomé mi bicicleta y me dirigí a comprar mi mercancía para trabajar en mi pequeño negocio. Tenía que pasar por donde se encontraba el escuadrón de la muerte y los ignore.<br />De regreso, me detuvieron y me informaron que Rolando había muerto, y dije: ¡No es posible, si el día de ayer estuvimos tomando en su casa! Sí, pero allí lo llevan ¡mira! Había fallecido a un lado donde estaba el escuadrón de la muerte sin que nadie se diera cuenta, cuando el doctor llegó, era demasiado tarde.<br />Algunos de nosotros, asistimos con su familia para ayudarles a colocar la lona y las vigas para el velorio. Los cuates me ofrecían aguardiente, pero no quise ni un trago, aunque estaba nervioso, desesperado e inquieto.<br />En el velorio estaba reflexionando: si este muchacho tenía 19 años de edad, estaba joven y murió de alcoholismo, qué me esperaba yo, si bebía a diario por meses. De inmediato me acordé de Alcohólicos Anónimos y también que habían transcurrido cuatro años desde que dejé de asistir. Los que me recibieron en ese tiempo, ¿todavía estarían en Alcohólicos Anónimos?<br />Pregunté la hora, pasaban de las 20:00 horas, de inmediato me salí del velorio y nuevamente asistí al Grupo donde me habían dado información por primera vez. <br />Me recibieron con los brazos abiertos y me ofrecieron cambiar mi botella por una vida útil y feliz, si yo quería.<br />Desde ese día no he vuelto a beber, por la gracia de Dios, y tengo nueve años sin beber. Para mí ese fue el despertar espiritual: un cambio de vida sin alcohol.<br />Me doy cuenta que antes de entrar a Alcohólicos Anónimos estaba muerto espiritualmente.<br />Hoy trato de comprender la espiritualidad, que para mí, es regresar la dádiva que me dieron desinteresadamente, informando, directa o indirectamente, al público en general.<br /><br />Anónimo.Grupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-46554725638489332372009-02-12T11:00:00.000-08:002009-02-12T11:11:57.071-08:00REGRESO A LO BASICO AAREGRESO A LO BASICO<br /><br /><br />LAS JUNTAS DE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS PARA PRINCIPIANTES<br /><br />------------------------------------------<br /><br /><br />“Aquí esta los Pasos que nosotros dimos...”<br />en Cuatro Sesiones de una hora<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />Por Wally P.<br /><br />Faith With Works Publishing Company<br />Tucson, Arizona, E.U.A.<br />1998Derechos Reservados 1997, 1998 por Wally P.<br /><br /><br /><br /><br />Primera edición, 1997<br />Primra impresión, abril de 1998<br />Cuarta impresión, octubre de 2000<br /><br /><br /><br /><br /><br />Faith With Works Publishing Company<br />P.O. Box 91648<br />Tucson, Arizona AZ 85752-1648<br /><a href="http://www.faithworks.com/">www.faithworks.com</a><br /><a href="http://www.aabacktobasics.com/">www.aabacktobasics.com</a><br />Tel: (520) 297-9348<br />Fax: (520) 297-7230<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />Agradecemos profundamente el permiso otorgado por Servicios Mundiales de Alcohólicos Anónimos. A.C., de citar publicaciones Aprobadas por la Conferencia. La publicación de este volúmen no implica afiliación, aprobación ni endorsamiento de Servicios Mundiales de Alcohólicos Anónimos. A.C<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />ISBN: 0-9657720-1-2<br /><br /><br /><br />Impreso en los Estados Unidos de América<br />DEDICACION<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />Este libro es dedicado al Dr. Bob S., Co-fundador de Alcohólicos Anónimos. A mediados de 1940, él autorizó la publicación del folleto titulado Una Guía para los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos el cual se uso en una “serie de clases de instrucción conducidas por los veteranos de A.A.” en Akron, Ohio. Después, él endorsó El Pequeño Libro Rojo el cual evolucionó a “Las Juntas de Estudio de los Doce Pasos” conducidas por el Grupo Nicollet de Minneapolis, Minnesota.<br /><br /><br /><br />Éste libro es dedicado también a los numerosos A.A. pioneros que condujeron Las Juntas para Principiantes a través de los años de la Comunidad. En los años de 1940 y 1950, miles de hombres y mujeres se recuperaron de la aflicción del alcoholismo al tomar Los Doce Pasos en las Cuatro Sesiones de una hora. Durante el proceso, ellos descubrieron al Dios de su entendimiento y una nueva forma de vida basada en la ayuda a otros.<br /><br /><br /><br />Adicionalmente, los autores quieren agradecer a los muchos alcohólicos que han recientemente reiniciado con las Juntas para Principiantes y Grupos basados en la filosofia del Dr. Bob “Mantenlo Simple”. Ustedes han demostrado que las Juntas para principiantes de Regreso a lo Básico de hoy son tan exitosas como lo fueron hace cincuenta años atrás.<br />AGRADECIMIENTOS<br /><br /><br /><br /><br />Después de cuatro años exaustivos de investigación y escritura acerca de las iniciales Juntas para principiantes y un año de reactivar las Cuatro sesiones de una hora, Yo pensé que éste libro estaba listo para su publicación. Luego en diciembre de 1996, my archivicta consejero me llamó. Él me retó a que sacara lo más que fuera posible “mi personalidad” del libro. Él dijo, “la última cosa que ésta Comunidad necesita es otro libro con la expansión personal sobre como se deben tomar los Doce Pasos. Mucha gente ya ha “alborotado el agua” añadiendo sus propias ideas y perspectivas a nuestro Programa de los Doce Pasos.”<br /><br />Con la guía de Dios, me puse a trabajar en edición dejando afuera lo más posible el “mi”de éstas páginas. Después de presentar las Juntas para principiantes de Regreso a lo Básico en Burbank, CA; phoenix, AZ; East Dorest, VT; y Central City, MN; y habiendo revisado el formato después de cada presentación, se public´la primera edición del libro en agosto de 1997.<br /><br />La respuesta fue muy positiva. Los libros Regreso a lo Básico se expandió por todo el país, muchos A.A.´s empezaron sus propios Grupos y Juntas para principiantes. Los miembros de Al-Anon, Cocainos Anónimos, Co- dependientes Anónimos y Jugadores Anónimos pidieron permiso para adoptar el regreso a lo Básico a sus programas de 12 pasos.<br /><br /><br />Este libro describe en detalle Paso por Paso las “Juntas originales de A.A. para Principiantes que produjeron un estimado indice de recuperación del 75% durante los años de 1940. Estas juntas eran tan exitosas que uno de los cofundadores de A.A. solia decir:<br /><br />“La Sobriedad (libertad del alcohol), a través de la enseñanza y practica de los Doce Pasos es el único propósito de un Grupo de A.A. Los Grupos han intentado repetidamente otras actividades, y siempre han fallado...Si no nos apegamos a estos principios, nosotros seguramente nos colapsaremos. Y si nos colapsamos, no podremos ayudar a nadie.”<br /><br />Bill W., The AA Grapevine, Inc. Febrero de 1958<br />(Aceptado como un principio de guía de A.A. por la Conferencia de Servicios Generales de EUA en 1969, 1970 y 1972.)<br /><br /><br /><br /><br /><br />En los años de 1990, las Juntas para Principiantes llegaron a ser una pieza olvidada de la historia de A.A. En agosto de 1997, después de dos años de investigación, y otros dos años de conducir Juntas para Principiantes basado en un formato de 1946, Wally P. publicó Regreso a lo Básico. La respuesta ha sido arrolladoramente positiva. Cientos de Juntas para Principiantes y de Grupos han sido re-establecidos. Decenas de miles han tomado los Doce Pasos en estas juntas.<br /><br /><br />En este libro aprenderas como seguir las sencillas direcciones proveidas por los autores del “Libro Grande” y de los pioneros de A.A. Desarrollarás una comunicación de dos sentidos con el “Dios de tu entendimiento”, usa la meditación y la oración para aprender el plan de Dios para tu vida y experimentarás el Despertar Espiritual de cambio de vida que ocurre como resultado de completar los Doce Paos en Cuatro Sesiones de una hora.<br /><br />Capitulo 1<br /><br />La evolución de las juntas para principiantes<br /><br /> Cuando el libro Alcohólicos Anónimos fue por primera vez publicado en abril de 1939, los autores reportaban 100 casos de recuperación del alcoholismo durante los primeros cuatro años de existencia de la organización. Este bajo índice de crecimiento era debido particularmente a la falta de instrucciones escritas acerca del proceso de recuperación.<br /><br />5 recuperados a finales de 1935<br />15 recuperados a finales de 1936<br />40 recuperados a finales de 1937<br />100 recuperados a finales de 1938<br /> <br /> Inmediatamente después de la publicación del libro Alcohólicos Anónimos, la comunidad, quien su nombre lo ha tomado del libro, recibió una considerable cantidad de publicidad. Esto resultó en un incremento en las ventas del libro y un incremento substancial de la membresía.<br /><br /> <br />400 recuperados a finales de 1939<br /> 2,000 recuperados a finales de 1940<br />8,000 recuperados a finales de 1941<br /><br /> La mayor parte del crecimiento durante 1939 y 1940, tomó lugar en Cleveland, Ohio, como resultado de unas series de artículos publicados en los periódicos en el Cleveland Plain Dealer comenzando el 21 de octubre de 1939. La comunidad ganó prominencia nacional con la publicación del artículo acerca de A.A. de Jack Alexander el 1 de marzo de 1941, emisión del Saturday Evening Post. Por los años de 1950, la sociedad se había expandido a 100,000. Desde entonces, la sociedad se doblaba en tamaño cada 10 años hasta los inicios de los 90´s.<br /><br /> Con el rápido crecimiento inicial en Cleveland, vino la necesidad de juntas donde los miembros de A.A. nuevos pudieran ser llevados rápido a través del programa de los 12 Pasos.<br /><br /> “Fue rápidamente evidente que un esquema de apadrinamiento personal debía de ser concebido para la gente nueva. A cada prospecto le fue asignado un A.A. más viejo, quien lo visitaba a su casa, o en el hospital, lo instruía acerca de los principios de A.A., y lo llevaba a su primera reunión. Pero debido a los muchos cientos de pedidas de auxilio, el abastecimiento de viejos no era posible satisfacer dicha demanda. A.A.´s recientemente nuevos, sobrios solamente un mes o en casos de una semana, tuvieron que apadrinar alcohólicos en los hospitales.” 1<br /><br /> Debido a las circunstancias, los nuevos tenían que captar los principios básicos del programa de A.A. en un periodo muy corto de tiempo. Ellos eran entonces presionados al servicio ayudando a otros con los Pasos. Este método era muy exitoso tal como es evidenciado por los índices pasados de recuperación en Cleveland.<br /><br /> “Sí, los resultados de Cleveland eran los mejores. Sus resultados eran de hecho tan buenos, y la membresía de A.A. era tan pequeña en otros lugares, que muchos pensaban que A.A. había se había iniciado en Cleveland.”2<br /> <br /> “Los datos de Cleveland reportan que el 93% que asistía con ellos no volvía a beber”.3<br /> <br /> Durante el invierno de 1941, el grupo Crawford, el cual había sido fundado en febrero de aquel año, organizó un grupo separado para ayudar a los nuevos a tomar los pasos. Para la primera emisión del Boletín Central de Cleveland en Octubre de 1942, las juntas para principiantes del grupo Crawford fueron mencionadas como un evento separado:<br /><br />“Entrenamiento Crawford, Avenida Euclid # 8920. Domingos a las 8:30 pm”4<br /><br /> La segunda emisión del Boletín Central, en noviembre de 1942, contenía un artículo llamado “Entrenamiento Crawford para hombres” el cual posiblemente fue el primer articulo en las juntas para principiantes.<br /><br />ENTRENAMIENTO CRAWFORD PARA HOMBRES<br /><br /> “El Sistema de entrenamiento Crawford para hombres ha sido fuertemente aclamado por muchos. A los viejos A.A.’s se les ha solicitado que asistan a estas reuniones...en donde los nuevos prospectos serán dotados con atención individual tal como si estuvieran en un hospital. Al visitar a un pospecto en su casa ha sido siempre imposibilitado con interrupciones; ya sea que el prospecto no comparta libremente sus sentimientos debido a ser escuchado por sus parientes. La hospitalización sin lugar a duda es la mejor ocasión en donde el mensaje será más efectivo.<br /> “Este grupo tenia visitantes regulares de Pittsburgh y de los pueblos circundantes”5<br /><br /> La emisión de febrero de 1943 del Boletín Central contenía una carta del grupo Washington D.C. preguntando acerca de las juntas de Entrenamiento Crawford para hombres. Esta carta estableció un eslabón de unión entre las juntas para principiantes de Cleveland, Ohio y Washington. El grupo de Washington inició prontamente este tipo de juntas.<br /><br /> “Yo disfruté mucho sus Boletines. Estaría muy agradecido si me dijeran que es “El Sistema de entrenamiento Crawford para hombres” y como es que opera”<br /> “Nosotros aquí necesitamos un buen plan para los miembros nuevos y prospectos,...y esto podría ser de gran ayuda para nosotros”6<br /><br /> El editor del Boletin Central respondió con una carta describiendo las juntas para principiantes del Grupo Crawford.<br /><br /> “La Junta de Entrenamiento Crawford se esta llevando a cabo en los salones del club del grupo Crawford de hombres en la avenida Euclid 8920. Los miembros de éste grupo han tenido a algunos miembros que no pueden ser hospitalizados, ya sea por que ya estan sobrios, o por que no pueden pagar. Así que como substituto de hospitallización, una junta es llevada a cabo los domingos por la tarde. Los miembros viejos del grupo asisten, y hablan con los prospectos...Si hay suficientes prospectos, se forma un circulo y los miembros hablan en turnos a los nuevos prospectos. Si sólo uno o dos prospectos se presentan, los miembros toman turnos para hablar con el.”7<br /><br /> Las juntas para principiantes continuaron en las salas de la avenida Euclid durante junio de 1943. En ese tiempo el Boletin Central anunció la formación de una segunda sesión:<br /><br />JUNTAS DE ENTRENAMIENTO MILES<br /><br /> “Los Grupos Miles reportan que han disfrutado de un extraordinario éxito con sus juntas de entrenamiento. Al nuevo no le es permitido asistir a las juntas ordinarias hasta que se le haya dado un detallado conocimiento del trabajo de A.A. De 15 a 20 participantes en cada junta de entrenamiento más los nuevos miembros son cuidadosamente “indoctrinados” Estas juntas se estan llevando en la tienda floral en la calle 116 4141 E.”8<br /><br /> En junio de 1944, el Grupo Crawford de hombres cambió su nombre a Grupo Doan de hombres y cambiaron sus juntas para principiantes a la calle 105 2028 E. En marzo de 1944 el Boletin Central centenía una actualización de las sesiones.<br /><br /> “Las sesiones de entrenamiento de los domingos continuan siendo populares, atrayendo de 30 a 40 miembros, quienes traen de 5 a 10 nuevos en cada semana.”9<br /><br /> Las juntas para principiantes del Grupo Doan fueron mencionadas otra vez en el Boletin Central de mayo de 1944. Durante estos tiempos las sesiones habian llegado a ser tan exitosas, que los miembros del Grupo Doan motivaron a todos los grupos de Cleveland a que les enviaran a sus miembros nuevos para que asistieran a sus reuniones.<br /><br />“La junta de entrenamiento dominical ha sido adelantada a las 3:00 pm, y estamos invitando nuevamente a todos los grupos a que traigan a sus prospectos a esta junta antes de que sean realmente incorporados a su grupo. Las instalaciones son especiales para tener entrevistas privadas, así como la oportunidad de escuchar a un lideer explicar los principios básicos.”10<br /><br /> Este anuncio confirmó que, durante los inicios de la primavera de 1944, las juntas para principiantes eran un pre-requisito para incorporarse a un grupo de A.A. de Cleveland. Los A.A.´s de Cleveland sentian que era esencial que los nuevos esten familiarizados con los “Principios Básicos” antes de atender regularmente a las juntas de Alchólicos Anónimos.<br /><br /> Mientras A.A. crecía y se expandía a través del pais, las juntas para principiantes llegó a ser parte del proceso de recuperación en muchas partes fuera de Cleveland. En junio de 1943, el grupo North-West de Detroit, Michigan, estandarizó las juntas en cuatro sesiones.<br /><br />“En junio de 1943, un grupo de miembros propuso la idea de una junta separada de discusión para presentar más detalladamente el Programa de los Docce Pasos de Recuperación a los nuevos candidatos, y una decisión fue tomada con éste propósito, de llevar una junta cerrada sólo para alcohólicos. La primera junta del Grupo North-West se realizó en la calle Plymouth No. 10216 en la noche del lunes 14 de junio de 1943, y fue llevada después a cabo cada lunes por la noche sin excepción (hasta 1948). Un plan de presentación de los Doce Pasos en cuatro categorias para un estudio más facil, las divisiones fueron: (1) Admisión (2) Espiritual (3) Restitución e inventario (4) Trabajando y Mensaje. Cada división llegó a ser discutida existosamente en cada lunes por la noche en forma rotativa, y este metodo fue tan existoso que fue adoptado, primero por otros grupos de Detroit y después por todo el pais, finalmente fue publicado en su totalidad por los Grupos de Washington, D.C. en un folleto denominado: “Una interpretación de los Doce Pasos”.11<br /><br /> El sr. Wilfred W., el A.A. número tres en Windsor, Ontario, Canada, recordó durante una entrevista videograbada el 14 de febrero de 1988, que la primer junta de A.A. en aquella ciudad fue llevada a cabo el 22 de octubre de 1943. Aparte de Wilfred y algunos otros lugareños, estaban presentes tres A.A.´s de Detroit.<br /><br />Como resultado, Windsor, Ontario, adquirió la estructura de A.A. de Detroit. El grupo realizaba tres juntas cada semana, una junta abierta, una junta cerrada y una junta para principiantes. La junta para principiantes consistía de cuatro sesiones en el cual “los bebes” eran llevados a trvés de los Doce Pasos. Los Pasos fueron divididos escencialmente en las mismas clasificaciones que Detroit. Wilfred descdibió las clasificaciones como “Admisión”, “Espiritual”, “Inventario” y “Transmitiendo el Mensaje.”12<br /><br /> El folleto del Grupo de Washington, D.C., llamado Alcohólicos Anónimos – Una Interpretación de los Doce Pasos, fue primeramente publicado en septiembre de 1944. Este contenía veinte paginas de instrucciones específicas para llevar a cabo las Juntas para Principiantes. El folleto fue editado por el “Tío Dick” (Richard J.) y fue publicado por la prensa Paragon.<br /><br />El folleto contenia la siguiente introducción:<br /><br />“Estas juntas se llevan a cabo con el propósito de familiarizar a ambos miembros, viejos y nuevos con los Doce Pasos sobre el cual nuestro programa esta basado.”<br /><br />“Asi que todos los Doce Pasos puedan ser abarcados en un mínimo de tiempo, los cuales son divididos en cuatro clasificaciones. Una tarde cada semana será asignada a cada una de las cuatro subdivisiones. Así, en un mes, un miembro nuevo podrá adquirir las bases de nuestros Doce Pasos sugeridos.<br /><br />Discusión # 1- La Admisión, Paso 1<br />Discusión # 2- La fase Espiritual, Pasos 2, 3, 5, 6, 7, y 11<br />Discusión # 3- El inventario y restitución, Pasos 4, 8, 9, y 10<br />Discusión # 4- El trabajo activo, Paso 12”13<br /><br /> En el otoño de 1944, una copia del folleto de Washington, D.C. llegó a manos de Barry C., uno de los A.A. pioneros en Minneapolis, Minnesota. El escribió una carta a la central de Nueva York pidiendo permiso para distribuir el folleto. Bobbie Berger, la secretaria de Bill W. Y de la fundación Alchólica, le contestó:<br /><br />“...El folleto de Washington al igual que el nuevo de Cleveland y otros más son todos proyectos locales... Nosotros realmente no aprobamos o desaprobamos estas piezas locales, con esto quiero decir que la Fundación siente que cada Grupo esta en su derecho de escribir su propio “abre latas” y acreditarse sus propios méritos. Todos ellos tienen buenos puntos y muy poco de ellos han causado alguna controversia. Pero asi como en todas las cuestiones de tipo local, nosotros nos mantenemos al margen, ya sea a que estemos a favor o en contra... Francamente sólo he tenido poco tiempo de hecharle una mirada al libreto de Washington, pero he escuchado algunos comentarios favorables acerca de el. Creo que al menos debe haber 25 folletos locales que se estan usando y no he visto ninguno que no tenga algunos puntos buenos. Creo que depende de cada grupo si quiere usar y comprar estos folletos al grupo que los esta ofreciendo.”14<br /><br /><br /> En 1945, el Grapevine de A.A. publicó tres articulos sobre las Juntas para Principiantes. El primero, publicado en la edición de junio describió como las juntas eran conducidas en St. Louis, Missoouri.<br /><br />“El club Wilson, uno de los cuatro grupos de A.A. de St. Louis, esta ahora usando un método muy satisfactorio de “educando” miembros nuevos y prospectos. Esto ha reducido mucho el número de recaidas entre los miembros nuevos. En breve, su funcionamiento es el siguiente: a cada miembro nuevo se le pide que asista a cuatro sucesivas juntas por las tardes de los jueves, cada una de las cuales esta destinada a ayudar al nuevo a aprender algo acerca de A.A., su fundación, y la forma en que funciona. Al nuevo se le menciona algo sobre el libro, y la manera en que éste grupo en particular funciona.”.....<br /><br />“Los miembros del club Wilson son considerados miembros activos hasta que hayan atendido a estas cuatro juntas educacionales.”15<br /><br /> En la edición de 1945 del Grapevine de A.A., el grupo Genesee de Rochester, Nueva York explicó su formato para llevar a los recien llegados a través de los Pasos:<br /><br /> “... Esta ha sido nuestra observación, que traer personas al grupo indescriminadamente, y sin la adecuada entrenamiento preliminar e información, puede ser la fuente de considerable fracasos y la causa de gran daño al estado de ánimo de grupo en general. Nosotros creemos que a para que una persona sea considerada como miembro de A.A., debería tomar un curso de instrucción y una presentación inteligente de la vida de A.A., y que haya aceptado esto sin ninguna reserva. Cuando sus padrinos sientan que el nuevo tiene un buen conocimiento del funcionamiento de los objetivos de A.A. y haya captado sus fundamentos, él es entónces llevado a su primer junta grupal.”<br /><br />“... Alla él escuchará cuatro charlas sucesivas basadas en los Doce Pasos y en los Cuatro Absolutos. Hay charlas de 20 minutos dadas por los miembros más viejos. Los Pasos, por conveniencia y simplicidad, son divididos en cuatro secciones. Los tres primeros Pasos constituyen el tema de la primera charla. Los siguientes cuatro Pasos, la segunda charla. Los siguientes cuatro Pasos, la tercera charla. Y el último Paso es considerado para ser tratado en una sesión completa.”16<br /><br /> En la edición de diciembre de 1945 del Grapevine de A.A., el grupo St. Paul Minnesota, publicó una pagina describiendo sus Juntas para Principiantes.<br /><br />“El presente plan de discusiones para miembros nuevos del Grupo St. Paul... ha estado en opreración durante 7 meses... y esta...basado en el material presentado en el folleto de Washington, D.C., y también de otras fuentes.”<br /><br />“Cuatro sesiones que cubran el Programa de A.A. fueron delineadas. Dos miembros para cada uns de éstas sesiones, se preparan y presentan sus discuciones antes del resto del Grupo. Una atención critica a estas “pruebas” ayuda a cada individuo para reorganizar o re-escribir su discución, para que esta contenga lo que el Grupo como un Todo considera una adecuada presentación del tema, con la base de su colectiva experiencia y lo que ellos saben por experiencia de otros lugares.”<br /><br />“En general, el plan es cubrir el Programa de A.A. tan claro, conciso y completo como sea posible en cuatro sesiones de 45 minutos, con tiempo para preguntas al final de cada una. El arreglo de los salones permite que todas las cuatro sesiones sean presentadas al mismo tiempo, cada una en salón separado, cada miercoles por la tarde. A todos los miembros nuevos se le pide que atiendan a todas la sesiones en el orden apropiado...”<br /><br />“En cada junta, los tres objetivos de A.A. son presentados ante el Grupo:<br />1. Adquirir y mantener el HECHO DE LA SOBRIEDAD.<br />2. RECUPERARNOS de aquellas cosas que nos causaban beber.<br />3. AYUDAR A OTROS que quieran tener lo que nosotros tenemos.”17<br /><br /> En alguna fecha antes de 1946, el Grupon de Akron Ohio, empezó a publicar una serie de cuatro folletos acerca del programa de A.A. Estos fueron escitos por Evan W. Con la dirección del Dr. Bob, uno de los co-fundadores de Alchólicos Anónimos.<br /><br /> El Dr. Bob quería algunos folletos “más sencillos” para la comunidad por que él sentía que “El Libro Grande” era muy complicado para muchos miembros nuevos. Entonces le pidió a Evans que presentara “El Programa de Recuperación” en sus terminos más básicos.<br /><br /> La introducción del folleto se titulaba Guía de los Doce Pasos y contenía una referencia de las Juntas para Principiantes del Grupo Akron, Ohio:<br /><br />“UNA GUIA de los Doce Pasos de Alchólicos Anónimos es propuesta de una manera simple, corta y de interpretación concisa de las normas para una vida sobria, la cual fue compilada por los miembros más viejos de la Organización. Los escritores y editores son miembros del Grupo Akron, Ohio-donde Alchólicos Anónimos fue fundado en 1935...La mayoría de las ideas y explicaciones fueron obtenidas enn unas series de clases de instrucción conducidas por los miembros veteranos del Grupo.”<br /><br />“Los Doce Pasos son el proceso lógico por el cual un alcohólico encuentra y mantiene la sobriedad y llega a estar rehabilitado. Esta ha sido la historia de A.A., que cualquier alcohólico que ha seguido este programa sin desviación se ha mantenido sobrio. Aquellos que han buscado caminos más cortos, o saltearse los pasos, se han encontrado eventualmente en problemas. Esta sido la regla en lugar que la exepción.”<br /><br />“En una ocasión le preguntaron a uno de los miembros veteranos que cual era el paso más importante de los Doce Pasos, el repondió con otra pregunta: cuál es el radio más importante de una rueda? Si la rueda tiene doce radios y uno es removido, la rueda probablemente continuará soportando el vehiculo, pero, ésta habrá perdido fortaleza. Si se remueve a otro radio la debilidad se incrementará, y eventualmente la rueda se colapsará. Lo mismo es con A.A. La removilización de uno de los pasos resultará eventualmente en un colapso.”<br /><br />“Es importante que el nuevo sea introducido con los Doce Paasos cuanto antes posible. Sobre estas normas descansa su completa sobriedad.”19<br /><br /><br /> En 1946, Barry C. Escribió, y conjuntamente con Edward W. Publicó la primera edición de Una Interpretación de los Doce Pasos del Programa de Alcohólicos Anónimos, el cual fue renombrado después a El Pequeño Libro Rojo. Por ese tiempo Ed y Barry habian estado conduciendo las Juntas para Principiantes durante casi dos años en el Grupo Nicollet de Minneapolis, Minnesota.<br /><br />La escritura del autor dice:<br /><br />“La Interpretación de los Doce Pasos del Programa de Alcohólicos Anónimos fue preparado de una serie de apuntes originalmente usado en Juntas de discusión del Paso Doce para miembros nuevos. Esto probó ser muy efectivo y de gran ayuda. Muchos grupos lo adoptaron usando copias mimeografiadas. La demanda de La Interpretación en forma de libro, tanto por miembros y grupos hizo posible su impresión.”20<br /><br /> El Sr. Barry C. Y Ed W. Continuaron publicando El Pequeño Libro Rojo durante los próximos veinte años. (Hazelden ha estado publicando una versión significativamente revisada del libro desde 1957.) Algunas de las últimas impresiones Coll-Webb incluía una casaca polvorienta con la siguiente inscripción:<br />“Pocos libros tienen un record más grande por su humilde servicio que El Pequeño Libro Rojo gracias al cual muchos miembros se han iniciado en A.A.”<br /><br />“Este libro evolucionó de una serie de notas preparadas sobre charlas del Paso 12 para los A.A. principiantes. Un manuscrito obtenido de estas notas fue enviado al Dr. Bob como una propuesta de los miembros de Estados Unidos y Canada. El aprobó el manuscrito y el libro fue pulicado en 1946...”<br /><br />“Miles de A.A.´s por todo el mundo usa El Pequeño Libro Rojo como una guía fiable para la mecánica de los 12 Pasos. Basado sobre una exposición ortodoxa en cuestión del libro, Alcohólicos Anónimos, este presenta una firme, pero trabajable evolución de cada paso tal como los dieron nuestros fundadores.”<br /><br />“El Dr. Bob, cofundador, cito el libro como el de más yuda.”21<br /><br /> Entonces, el Dr. Bob no sólo autorizó la publicación del folleto de Akron Una guía para los Doce Pasos de Alchólicos Anónimos, el también endorsó El Pequeño Libro Rojo. Ambas publicaciones fueron producto de las Juntas de A.A. para Principiantes.<br /><br /> En septiembre de 1947, el comité de la Convención de A.A. del sureste publicó los resultados de 145 cuestionarios que se habian enviado a 185 Grupos, los cuales abarcaron 11 estados cubriendo un área desde Lousiana hasta Virginia. Sesenta Grupos contestaron el cuestionario el cual cubría los temas de “Apadrinamiento y Trabajo del Paso Doce”, “Educación”, “El lado Espiritual de A.A.”, y “El Inventario Moral y Limpieza de Casa” entre otros. Las respuestas proveen una visión informativa y reveladora de los trabajos de la comunidad de A.A. durante este periodo de tiempo.<br /><br />Apadrinamiento<br /><br /> “La persona que trae al miembro nuevo es su padrino natural. Si el prospecto no conoce a nadie en el Grupo, usualmente se le asigna un padrino hasta que el nuevo se aclimate y tenga su propia voz para escoger su propio padrino. Las funciones del padrino, aunque expresado de diferentes maneras, son generalmente uniformes, familiarizar al mimbro nuevo con el modo de vida de A.A...Practicamente todos los grupos opinan que las mujeres amadrinen a las mujeres, y los hombres a los hombres.”<br /><br />Trabajo de Paso Doce<br /><br /> “Practicamente todos los grupos motivan a los miembros nuevos al igual que a los viejos a trabajar con el Paso Doce, pero la mayoría sugiere que si es posible siempre vaya un miembro antiguo. La persona que ha estado seco sólo por pocos dias esta algunas veces más cerca de la bebida en espiritu que aquella que ha estado seco durante varios años.”<br /><br /> “Muchos grupos hacen el Paso Doce en asilos, hospitales, carceles, penitensiarias, y otras instituciones. Mucho del trabajo es hecho conjuntamente con la Salvation Army y varias Misiones de Iglesias.”<br /><br /><br />Educación<br /><br /><br /> “Cerca de la mitad de los Grupos tienen un programa educacioneal planeado para los miembros nuevos. Muchos tienen juntas para principiantes o juntas educacionales. Los materiales empleados son principalmente el Libro de AA y los Doce Pasos.”<br /><br />El lado Espiritual de A.A.<br /><br /><br /> “Del 50% de los Grupos que respondieron, este tema (De espiritualidad) se les hace más incapie a los nuevos. 37% de los 60 Grupos que respondieron, discutieron el tema (De espiritualidad) en sus programas educacionales.”<br /><br />Inventario Moral y Limpieza de Casa<br /><br /><br />“Sólo dos Grupos exigen que sus historiales sean escritos. En todos los Grupos excepto en cuatro, el hacer el Cuarto Paso depende enteramente del individuo, así como también la selección del del otro ser humano en quien descargará su historial.”22<br /><br /> El Folleto del Grupo de A.A., originallmente denominado: El folleto para la Secretaria, fue publicado primeramente por la Fundación Alcohólica en 1950. Una de las secciones contenía las Guías para conducir las Juntas del Grupo de A.A. En ese tiempo sólo había tres tipos de juntas: Juntas Abiertas con expositor, Juntas Cerradas de Discusión y las Juntas para Principiantes. La descripción de las Juntas para Principiantes decia:<br /><br />III. Juntas para Principiantes.<br /><br />“En las áreas metropolitanas grandes un tipo especial de junta para nuevos ha probado ser extremadamente exitosa. Usualmente programada para media hora antes de la Junta Abierta, en la Junta para Princiantes se presenta una interpretación de A.A., usualmente por un miembro viejo y expuesta en términos designados para hacer el Programa claro para el miembro nuevo. Después de la presentación del expositor, la junta se declara abierta para preguntas. Ocasionalmente la historia de A.A. es presentada por más de un expositor. El enfasis se mantiene exclusivamente en el recien llegado y sus problemas.”23<br /><br /><br /> Durante una entrevista grabada en marzo de 1997, Ennis P. De Miami, Florida, recuerda como fueron conducidas las Juntas para Principiantes en aquella área. El fue llevado a A.A. en 1951, y en julio de aquel año, él participó en las Clases para Novatos las cuales se llevaron en el Club Anonano.<br /><br /> Ennis manifestó que las Juntas para Principiantes fueron establecidas por Fred C., el Gerente de la Oficina Intergrupal. Fred creía que era reponsabilidad de la Oficina Intergrupal de Introducir a los novatos con A.A.<br /><br /> Las iniciales series de juntas fueron conducidas por Dona H., quien más tarde llegó a ser la Delegada a la Conferencia de Servicios Generales del Sur de California.Ennis mencionó que Ruth R. Era también una de las primeras instructoras.<br /><br />En Miami, los doce Pasos fueron divididos en tres clasificaciones:<br /> Admisión Pasos 1-3<br /> Limpieza Pasos 4-9<br /> Vivirlo Pasos 10-12<br /><br />Las sesiones fueron enseñadas en tres sucesivas tardes de los lunes a las 7:00 pm.”24<br /><br /> Adicionalmente a las ciudades ya mencionadas, las Juntas para Principiantes fueron también llevadas a cabo en la Cds. de Oklahoma,Phoenix, arizona y otras muchas ciudades de Estados Unidos y Canada. Las Juntas para Principiantes eran una parte integral del Programa de Recuperación A.A. durante sus años iniciales de mayor crecimiento. Ahora, varios veteranos aun hablan cariñosamente acerca de tomar los Pasos y luego inducir a otros a través de los Pasos como parte de su servicio a la Comunidad.<br /><br /> Entonces, si las Juntas para Principiantes eran tan importantes que pasó con ellas? La mayoría de los A.A.´s que se han unido a la Comunidad en los últimos 25 años nunca han experimentado el milagro de recuperación que ocurrió durante las cuatro sesiones de una hora.<br /><br /> Ruth R., una veterana de Miami, Florida que coordinaba dichas sesiones en los años 50´s, nos compartió algunos comentarios de la causa del fallecimiento de las Juntas para principiantes. Ella llegó a A.A. en 1953. En aquel tiempo, los dos libros que se usaban para conducir las Juntas eran: Alcohólicos Anónimos y el Pequeño Libro Rojo.<br /><br /> Ruth mencionó que las Juntas para Principiantes fueron descontinuadas a fines de 1950 como resultado de la publicación del libro Doce Pasos y Doce Tradiciones por Alcoholics Anonymous Publishing Inc. En el área de Miami, “El Doce y Doce” reemplazó a ambos libros, “El Libro Grande” y “El Pequeño Libro Rojo”. “El estudio de los Pasos” reeamplazó a las Juntas para Principiantes.<br /><br /> Durante el proceso de adoptar “El estudio de los Pasos”, los grupos extendieron el periodo de tiempo para tomar los Pasos de cuatro semanas a 12 o hasta 16 semanas. El Inventario del Paso 4 fue modificado y llegó a ser un proceso mucho más laborioso y detallado. Lo que originalmente se había concebido como un programa muy simple, que tomaba unas pocas horas para completarlo, se transformó en una complicada y, para muchos nuevos, una aplastante carga.<br /><br /> “Estudiar los Pasos” no es la misma que “Tomar (dar) los Pasos”. El Libro Grande dice: “He aquí los pasos que nosotros dimos”, y no “He aquí los Pasos que nosotros leimos y discutimos”. Los A.A.´s pioneros nos demostraron que acción, no conocimiento, produce el Despertar Espiritual que resulta en la Recuperación del alcoholismo.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />En la página 88, los autores del Libro Grande escribieron:<br /><br />“Esto Funciona-realmente funciona.”<br />“Nosotros los alcohólicos somos indisciplinados. Permitámosle a Dios que nos dicipline en la simple forma que nosotros hemos marcado.”<br />“Pero esto no es todo. Hay acción y más acción.” “La Fe sin trabajo es fe muerta.”<br /><br />SESIÓN . 1 - REPASO Y PASO 1<br /><br />Hubo un periodo en la historia de Alcohólicos Anónimos que el Programa produjo un índice estimado de recuperados de alcoholismo del 75%. Entonces, cómo podremos reconectarnos con esta milagrosa pieza de nuestro glorioso pasado. Necesitamos viajar al pasado. Así como en los años 1.940´s el locutor del programa de radio Lone Ranger solía decir “Ahora regresemos a esos emocionantes días del ayer”. Correcto, vamos ahí.<br /><br />Es el otoño de 1.946. Tienes un problema con la bebida y hablas a Alcohólicos Anónimos pidiendo ayuda. A.A. te contesta, mandándote a dos personas para que te visiten.<br /> <br />Estos ex-bebedores problema hablan acerca de sus experiencias personales con el alcohol y como encontraron la salida. Te dicen eso, como parte de tu recuperación, ellos tratan de servir a otros.<br /><br />Después de escuchar sus historias, tú estas de acuerdo en que se te hospitalice. Ellos te llevaran al sanatorio local donde se te desintoxica del alcohol. El proceso toma tres días. Durante este periodo de tiempo, tu eres visitado por varios miembros de A.A. del grupo local.<br /><br />Hasta que puedas decidir por ti mismo, se te asigna un “Padrino”, cuya responsabilidad es, acompañarte a las Reuniones para Principiantes de Alcohólicos Anónimos. Tu das todos los Doce Pasos en un mes. Tu vida cambia - no vuelves a beber.<br /><br />Suena increíblemente simple, ¿verdad?. Bien, ¡fue simple y funciono!. El notable porcentaje de recuperación en A.A. durante los años 1.940´s, se debió, en gran parte, a esas cuatro sesiones de una hora. Para muchos millares de alcohólicos, las Reuniones para Principiantes les dio las bases para vivir sobre rutas espirituales, lo cual es esencial para un largo periodo de sobriedad continua.<br /><br />Entonces, imaginemos que son las ocho de la noche de un día entre semana en una ciudad del medio oeste. Tú estas sentado en una mesa del salón de reuniones de la iglesia local. Tienes una copia del Libro titulado Alcohólicos Anónimos, junto con un cuaderno y un bolígrafo. La primera de las cuatro sesiones de una hora esta a punto de comenzar.<br />Esta reunión de A.A. es llevada a cabo por uno de los grupos locales. Este es el “Grupo Base” de las personas que liderarán la sesión, los cuales han dado los pasos y han “Apadrinado” a otros alcohólicos a través de los mismos. Es ahora su turno de conducir la Reunión para Principiantes.<br /><br />El único cambio que hemos hecho a esta reunión de A.A. de 1.946, es que hemos usado el número de las páginas de la última edición del libro Alcohólicos Anónimos, en lugar de el número de las paginas de la primera edición la cual se usaba en este tiempo.<br /><br /><br />BIENVENIDOS a la primera de las cuatro reuniones de una hora de A.A. ¡que cambiaran su vida !. Durante las siguientes semanas, ustedes aprenderán como recuperarse de la aflicción del alcoholismo por medio de los Doce Pasos tal como están delineados en el libro Alcohólicos Anónimos.<br /><br />Alcohólicos Anónimos a encontrado una respuesta a esta insidiosa enfermedad. Como miembros de A.A., estamos aquí esta noche para compartir nuestra solución con usted - basado en un plan espiritual de acción que removerá su compulsión por beber y les dará una nueva manera de vivir sin el alcohol.<br /><br />Nuestros nombres son _________________ y ________________ y somos miembros de Alcohólicos Anónimos. Nosotros lideramos esta reunión para asegurar nuestra sobriedad. No recibimos ninguna paga por este servicio. Nuestra recompensa es ver a otra gente recuperarse y verlos ayudar a otros.<br /><br />Daremos inicio a esta sesión leyendo un extracto del libro Alcohólicos Anónimos.<br /><br /> “Nosotros no somos una organización en el sentido convencional de la palabra. No hay honorarios ni cuotas de ninguna clase. El único requisito para ser miembro es un deseo sincero por dejar la bebida. No estamos aliados con ninguna religión en particular, secta o denominación, ni nos oponemos a ninguna. Simplemente deseamos ser serviciales para aquellos que sufren esta enfermedad.<br />(Pág. X, prfo.6, líneas 1-3, Pág. XI, líneas 1-4)<br /><br />El libro que estamos leyendo, es el libro de texto para la recuperación. Estaremos usando este libro extensivamente durante estas sesiones.<br /><br />Lo que acabamos de leer, describe muy bien a la Comunidad. No somos una religión y no nos involucramos en política, psicología o medicina.<br /><br />Como él titulo del libro describe, somos una sociedad anónima. Pueden estar seguros de que protegeremos su anonimato en esta y en otras reuniones de Alcohólicos Anónimos. Les pedimos que hagan lo mismo para con nosotros y para con cualquier otro que este aquí esta noche.<br /><br />El “Gran Libro” fue publicado por primera vez en Abril de 1.939, estuvo escrito por varias de las primeras cien personas que se recuperaron del alcoholismo. Desde entonces, ha sido usado por alcohólicos alrededor de todo el mundo, como programa de recuperación.<br /><br />El titulo original del libro fue 100 Hombres, porque en el tiempo en el que se estaba escribiendo no habían mujeres en el programa. Entonces Flórense R., empezó a asistir a reuniones en la ciudad de New York. Ella permaneció sobria el tiempo necesario para convencer a los hombres que cambiaran el nombre del libro - lo cual hicieron. Pero, que debido a que la publicación del libro estaba muy cerca, los autores no tuvieron tiempo de cambiar el contenido del mismo.<br /><br />Por favor mantengan esto en mente, mientras vayan leyendo el libro. Fue escrito por hombres, para hombres. En la actualidad por supuesto, hay muchas mujeres en el programa de A.A., pero no era el caso, cuando el libro se escribió.<br /><br />Para que podamos completar cada sesión en una hora y que nos sobre considerable tiempo para preguntas, les pedimos que escriban cualquier cosa que no entiendan o que necesiten aclararla, y esperen al final de la sesión. Les contestaremos todas sus preguntas a esa hora.<br /><br />El “libro Grande” es el único libro del cual discutiremos durante estás reuniones, excepto en alguna referencia ocasional a cartas o artículos de A.A., o de algunas fuentes de referencia usadas para escribir el “Libro Grande”. Si usted no encuentra algo que digamos en el “Libro Grande” considérenlo como una opinión y no como un dato.<br /><br />Nosotros trataremos de mantener nuestras opiniones personales fuera de las discusiones. Estamos para pasar el programa de A.A. como fue escrito y practicado por los primeros miembros. No estamos aquí para presentar nuestra interpretación del programa.<br /><br />Las Reuniones para Principiantes se iniciaron en los primeros años de los 40´s, cuando A.A. creció rápidamente y resulto imposible para los miembros veteranos llevar individualmente a los nuevos prospectos a través de los Pasos. Las sesiones fueron formalizadas en el folleto de Septiembre de 1.944 llamado “Alcohólicos Anónimos - Una interpretación a Nuestros Doce Pasos” Publicado por el Grupo Washington, D.C. Desde 1.944 este folleto ha sido reimpreso por todo el país. El prefacio del folleto dice el siguiente :<br />“Estas reuniones son llevadas a cabo con el propósito de que tanto los miembros nuevos como los veteranos estén familiarizados con los Doce Pasos, en los cuales esta basado nuestro programa”.<br /><br />“Para que todos los Doce Pasos sean cubiertos en un mínimo tiempo, se han dividido en cuatro clasificaciones, y una noche de cada semana se dedicara a cada una de las cuatro subdivisiones”.<br /><br />En 1.945, la revista de A.A. Grapevine, publica las cartas de la Comunidad desde la Oficina Central en la ciudad de New York, dedico tres artículos a las Reuniones para Principiantes. Estos artículos describían las sesiones en St. Louis, Rochester, New York ; y St. Paul, Minnesota.<br /><br />Cada Grupo creo sus propias guías para conducir las Reuniones para Principiantes. Sin embargo, todos esos grupos tenían algo en común. Crearon un medio ambiente seguro en el cual los recién llegados aprendían los principios de A.A., daban los Pasos y tenían experiencias espirituales.<br /><br />Para que podamos empezar a trabajar, los recién llegados deberán juntarse con aquellos miembros de A.A. que estén dispuestos a “Apadrinarlos” a través de las cuatro sesiones de una hora. Además, el principiante y el “Padrino” se deberán comprometer a asistir a todas las reuniones juntos.<br /><br />Para que los recién llegados y los “Padrinos” tengan una visión más clara de lo que esperamos de ellos, explicaremos algunas de las guías para estas sesiones :<br /><br />Para los recién llegados :<br /><br />1. Su principal compromiso es estar aquí cada semana. Si no tienen transporte, su “Padrino” los ayudara a hacer los arreglos necesarios.<br /><br />2. Entendemos que de momento algunos de ustedes no están en condiciones para leer el “libro Grande”. Por lo tanto, nosotros les leeremos las partes apropiadas del “Libro Grande”.<br /><br />Para aquellos que hayan traído sus “libros Grandes” y estén en condiciones de seguirnos, por favor háganlo. Iremos informando cada pasaje por el número de pagina y el párrafo antes de que lo leamos.<br />Si alguno de ustedes no esta en condiciones de leer el libro, por favor, participe escuchando. Mantenga en mente de que si hacen lo que les decimos que hagan, que es dar los pasos como los describe el “Libro Grande”, se recuperarán del alcoholismo.<br /><br />3. Aun cuando un inventario escrito es parte del Cuarto Paso no <br /> quiere decir que ustedes tengan que escribirlo. La persona que este “Apadrinándolos” en estas sesiones, puede , ayudarlos a escribir sus inventarios el o ella, lo escribirá por ustedes.<br /><br />A LOS PADRINOS:<br /><br />1. Su tiempo de compromiso para el recién llegado es de cuatro a cinco semanas. Después de esto, se espera que ambos, el recién llegado y usted, “Apadrinen” a otra gente a través de estas sesiones.<br /><br />2. Durante el siguiente mes, hable o visite a su ahijado o ahijada frecuentemente, para ver como esta y darle animo y soporte moral.<br /><br />3. Asegúrese de que usted y su ahijado(a) atiendan todas las sesiones juntos.<br /><br />4. Ofrezca ayuda al recién llegado con su Cuarto Paso (a el o a ella). Si es necesario, escriba el inventario basado en lo que el recién llegado le diga. Recuerde, el recién llegado esta muy enfermo y tal vez no este en condiciones de terminar su inventario sin su ayuda.<br /><br />5. Comparta su experiencia con el recién llegado.<br /><br />6. Conteste cualquier pregunta que el recién llegado tenga acerca del programa de A.A. o de la forma de vivir de A.A.<br /><br />Vamos a iniciar. Primero les pediremos a los recién llegados que se pongan de pie. Estas son las personas que están aquí para dar los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos durante estas Cuatro Sesiones de una hora.<br /><br />Ahora, aquellos de ustedes que no tengan “Padrino”, por favor permanezcan de pie. Si su “Padrino” no se encuentra aquí, necesitamos asignarle a alguien para que los asista en esta sesión y a las subsiguientes.<br /><br />(Preguntar por voluntarios para “Apadrinar” a aquellos que están de pie). Gracias, ahora ya todos tienen “Padrinos”, y podemos proceder. Favor de sentarse.<br /><br />Iniciaremos la sesión leyendo el prologo del “Libro Grande” el cual esta en la pagina X (Número Romano), al principio de la pagina dice :<br /><br />“Nosotros, los Alcohólicos Anónimos, somos mas de un centenar de hombres y mujeres que nos hemos recuperado de un estado de mente y cuerpo aparentemente incurable. El propósito principal de este libro es mostrarle a otros alcohólicos precisamente cómo nos hemos recuperado”.<br />(Pág. X, pfo.1 líneas 1-4, pfo.2, líneas 1 y 2).<br /><br />Bien, los autores del “Libro Grande” nos dicen de entrada que el propósito de este libro es mostrarnos como recuperarnos del alcoholismo. Esta es una declaración revolucionaria, porque hasta que este libro fue escrito, no había esperanza para los alcohólicos. En la actualidad, cualquiera que tenga la voluntad de seguir las direcciones que nos dejaron, se puede recuperar. <br /><br />Este mensaje de esperanza esta nuevamente expresando en la pagina 16 :<br /><br />“El hecho tremendo para cada uno de nosotros es que hemos descubierto una solución común. Tenemos una salida en la que podemos estar completamente de acuerdo, y a base de la cual podemos incorporarnos a la acción fraternal y armoniosa. Esta es la gran noticia, la buena nueva que este libro lleva a los que padecen de alcoholismo”.<br />(Pág. 16, pfo.3, líneas 1-6)<br /><br />El la pagina 24 los autores nos explican que no hay ninguna solución a medias. O morimos de alcoholismo o encontramos una solución espiritual.<br /><br />“Si tu estado alcohólico es tan grave como era el nuestro. Creemos que no existe ninguna solución a medias. Nosotros estabamos en una situación en que la vida se estaba volviendo imposible, y si pasábamos a la región de la que no se regresa por medio de ayuda humana, teníamos solo dos alternativas : Una era la de llegar hasta el amargo fin, borrando la conciencia de nuestra intolerable situación lo mejor que pudiésemos ; y la otra, aceptar ayuda espiritual”<br />(Pág. 24, pfo.1, líneas 1-8)<br /><br />En el primer párrafo de la pagina 41, nos describen al alcohólico, y entonces nos dicen que se necesita para recuperarse. Empezando en la línea 4, escribieron :<br /><br />“Si cuando deseándolo honestamente te das cuenta de que no puedes dejarlo del todo, o si cuando bebes tienes poco control de la cantidad que tomas, probablemente eres alcohólico. Si este es el caso, tu puedes estar sufriendo una enfermedad que solo puede ser vencida por una experiencia espiritual”.<br />(Pág. 41, pfo.1, líneas 4-9)<br /><br />Para asegurarnos que todos entendieron lo que acabamos de leer, volveremos a leer la ultima línea otra vez :<br /><br />“...Si este es el caso, tu puedes estar sufriendo una enfermedad que solo pueden ser vencida por una experiencia espiritual”.<br /><br />Ahora ya sabemos que tenemos que hacer para recuperarnos del alcoholismo. Debemos someternos para un cambio de vida, una transformación espiritual.<br /><br />Entendemos que muchos de ustedes no esperaban encontrar esta respuesta de Alcohólicos Anónimos. Pero, por favor mantengan en mente de que el alcoholismo es una enfermedad fatal. Antes de A.A., la mayoría de los alcohólicos, o bien morían borrachos, o eran encerrados en prisiones u hospitales mentales.<br /><br />A la mitad de la pagina 41, los autores nos repiten otra vez nuestras opciones :<br /><br />“A aquel que se considere ateo o agnóstico, tal experiencia le parece imposible, pero seguir siendo como es significa el desastre, especialmente si es un alcohólico de la variedad que no tiene remedio. Estar condenado a una muerte por alcoholismo o vivir sobre una base espiritual no son siempre alternativas fáciles de encarar”. (Pág. 41, pfo.2, líneas 1-6)<br /><br />La experiencia espiritual es no solo una posibilidad, es una garantía, si mantienen la mente abierta y se dan los pasos como se indica en el “Libro Grande”.<br /><br />En el siguiente párrafo de la pagina 41, nos dice que independientemente de cual sea nuestra creencia actual, hay una esperanza para nosotros.<br /><br />“Pero no es tan difícil. Casi la mitad de los miembros de nuestra agrupación original eran exactamente de ese tipo. Al principio, algunos de nosotros tratamos de eludir el tema, esperando contra toda esperanza que no fuéramos realmente alcohólicos. Pero después de algún tiempo tuvimos que enfrentarnos al hecho de que teníamos que encontrar una base espiritual para nuestra vida, o de otro modo, atenernos a lo que sucediera. Tal vez este sea tu caso. Pero alégrate, casi la mitad de nosotros nos considerábamos ateos o agnósticos. Nuestra experiencia demuestra que no debes sentirte desconsolado”.<br />(Pág. 41, pfo.3, líneas 1-11)<br /><br />Nos parece maravilloso que el recién llegado pueda empezar el programa de A.A. sin ninguna creencia especifica, o lo que es mas, sin ninguna creencia. Todo lo que la persona necesita es una mente abierta y la disposición de creer que nosotros creemos que el programa trabaja.<br /><br />Y les aseguramos que nosotros creemos. Los Doce Pasos han cambiado nuestras vidas y las de miles de otros alcohólicos. Este programa cambiara su vida también, si ustedes desean honestamente recuperarse de esta mortal aflicción.<br /><br />Veamos que podemos aprender acerca de esta solución espiritual. En el primer párrafo de la pagina 42 los autores nos dicen :<br /><br />“Falta de poder ;ese era nuestro dilema. Teníamos que encontrar un poder por el cual pudiéramos vivir, y tenia que ser un Poder superior a nosotros mismos. Obviamente. Pero ¿donde y como íbamos a encontrar ese poder ? Pues bien, eso es exactamente de lo que trata este libro. Su objetivo principal es habilitarte para que encuentres un Poder Superior a ti mismo, que resuelva tu problema. Eso quiere decir que hemos escrito un libro que creemos es espiritual así como también moral. Y quiere decir, desde luego que vamos a hablar acerca de Dios”.<br />(Pág. 42, pfo.1, líneas 1 - 4 , Pfo.2 líneas 1 - 4)<br /><br />En el tercer párrafo de la pagina 43 los autores nos proponen que desarrollemos nuestro propio concepto de Dios. En otras palabras, ellos quieren que encontremos a Dios como nosotros lo concibamos.<br /><br /> “Para gran consuelo nuestro, descubrimos que no necesitábamos tomar en cuenta el concepto que cualquier otro tuviera de Dios. Nuestro propio concepto, por muy inadecuado que fuese, era suficiente para acercarnos y efectuar un contacto con Él. Tan pronto como admitimos la posible existencia de una inteligencia creadora, de un Espíritu del Universo como razón fundamental de todas las cosas, empezamos a estar poseídos de un nuevo sentido de poder y dirección, con tal de que diéramos otros pasos sencillos. Encontramos que Dios no impone condiciones muy difíciles a quienes le buscan. Para nosotros, el Reino del Espíritu es amplio, espacioso, siempre inclusivo nunca exclusivo o prohibitivo para aquellos que lo buscan con sinceridad. Nosotros creemos que esta abierto a todos los seres humanos...”<br />(Pág. 43, Pfo.3, líneas 1-14)<br /><br />Nos informan que vamos a tomar algunas acciones que nos conducirán hacia Nuestro Creador, quien nos dirigirá hacia el Reino del Espíritu. Nuestras personalidades cambiaran y en lugar de estar concentrados en nosotros mismos, nos concentraremos en Dios ; nuestras vidas cambiaran de lo Material a lo Espiritual.<br /><br />Como dijimos anteriormente, Alcohólicos Anónimos no es un programa religioso. Somos libres de llamar a este poder como queramos, siempre y cuando lo consideremos un poder superior a nosotros mismos. Los autores del “Libro Grande” nombran de distinta manera a este poder, incluyendo : Inteligencia Creativa, Mente Universal, Creador y Gran Realidad entre nosotros. Pocas veces le llaman a este poder, Dios, pero usan la palabra Dios, meramente por conveniencia y no por un propósito religioso, por favor, refiéranse a este Poder con cualquier nombre en el cual ustedes crean o se sientan confortables.<br /><br />Entonces para poder recuperarnos del alcoholismo, tenemos que encontrar un Poder Superior a nosotros mismos. Pero ¿Donde vamos a encontrar a este poder ? Los autores nos dan la respuesta a esta pregunta en el tercero y cuarto párrafo de la pagina 51.<br /><br />“En realidad, nos estábamos engañando a nosotros mismos, porque en lo más profundo de cada hombre, mujer y niño, está la idea fundamental de Dios. Puede ser oscurecida por la calamidad, la pompa o la adoración de otras cosas ; pero de una u otra forma, allí está. Porque la fe en un Poder Superior al nuestro y las demostraciones milagrosas de ese poder en las vidas humanas. Son hechos tan antiguos como el mismo hombre.<br /><br />Nos dimos cuenta, por fin, de que la fe en alguna clase de Dios era de ser, como puede serlo el sentimiento que tenemos para con algún amigo. Algunas veces tuvimos que buscar sin temor, pero allí estaba Él. Él era un hecho tan real como lo éramos nosotros. Encontramos la Gran Realidad en lo mas profundo de nosotros mismos. En última instancia, solamente allí es donde Él puede ser encontrado. Así sucedió con nosotros.<br />(Pág. 51, Pfo.3, líneas 1-8, Pfo.4, líneas 1-8)<br /><br />Estos son unos conceptos dramáticos, y para algunos de nosotros, revolucionarios. Permitamos resumir esto para ustedes. Primero los autores del “Libro Grande” nos dicen que han encontrado un camino para liberarnos de las ataduras del alcoholismo. Después nos describen una solución por medio de un Poder Superior a nosotros mismos. Finalmente nos dicen donde encontrar este Poder - Justamente, dentro de nosotros.<br />Ahora ya sabemos donde encontrar este Poder. Gran parte del resto del “Libro Grande” esta dedicado a la pregunta de como encontrar este Poder.<br />Básicamente, encontramos al Espíritu del Universo a través de los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos. Estos Pasos los encontramos en la pagina 55 y 56. Por favor, síganos atentamente mientras les leemos los Pasos. Además, les daremos el número de la pagina donde cada paso esta localizado.<br /><br />Paso 1. Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que<br /> nuestras vidas se habían vuelto ingobernables.<br /> Este paso se describe en la pagina 19 - 25 ( XIX - XXV<br /> Numeración Romana) y en las paginas 1 - 40.<br /> (Las direcciones para dar el Paso Uno están en la <br /> pagina 28, Pfo.2, líneas 1-3). <br /> <br />Paso 2. Llegamos a creer que un Poder Superior a nosotros<br /> mismos podría devolvernos el sano juicio.<br /> Este Paso se describe en las paginas 41 - 56<br /> (Las direcciones para dar el Paso Dos están en la <br /> pagina 44, Pfo.2, líneas 1 - 2).<br /><br />Paso 3. Decidimos poner nuestras voluntades y nuestras vidas<br /> al cuidado de Dios, como nosotros lo concebimos.<br /> Este Paso se describe en las paginas 56 - 59.<br /> (Las direcciones para dar el Paso Tres están en la<br /> pagina 59, Pfo.2, líneas 1 - 9).<br /><br />Paso 4. Sin temor, hicimos un minucioso inventario moral de<br /> nosotros mismos.<br /> Este Paso se describe en las paginas 59 - 66<br /> (Las direcciones para dar el Paso Cuatro están el la <br /> pagina 60, Pfo.1, líneas 1 – 9 pfo. 2, líneas 1-6)<br /><br />Paso 5. Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos, y ante otro<br /> ser humano, la naturaleza exacta de nuestros defectos<br /> Este Paso se describe en las paginas 67 - 70.<br /> (Las direcciones para dar el Paso Cinco están en las <br /> paginas 69 - 70. Pág. 69,Pfo.3, líneas 1-4. Pág. 70, <br /> líneas 1. Pág. 70, Pfo.1, líneas 1 - 3).<br /><br />Paso 6. Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos<br /> liberase de todos estos defectos de carácter.<br /> Este Paso se describe en las paginas 70 - 71<br /> (Las direcciones para dar el Paso Seis están en las <br /> paginas 70 - 71. Pág. 70, Pfo.3, líneas 3 - 6. Pág. 71.<br /> Líneas 1 - 2).<br /><br />Paso 7. Humildemente le pedimos que nos liberase de nuestros<br /> defectos.<br /> Este Paso se describe en la pagina 71.<br /> (Las direcciones para dar el Paso Siete están en la<br /> pagina 71, Pfo.1, líneas 1 - 7).<br /><br />Paso 8. Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes<br /> habíamos ofendido y estuvimos dispuestos a<br /> reparar el daño que les causamos.<br /> Este Paso se describe en la pagina 71.<br /> (Las direcciones para dar el Paso Ocho están en la<br /> paginas 71, Pfo.2, líneas 3 - 6).<br /><br />Paso 9. Reparamos directamente a cuantos nos fue posible, el<br /> daño causado, excepto cuando el hacerlo implicaba<br /> perjuicio para ellos o para otros.<br /> Este Paso se describe en la pagina 71 - 78.<br /> (Las direcciones para dar el Paso Nueve están en la<br /> pagina 71, Pfo.3, líneas 6 - 12).<br /><br />Paso 10. Continuamos haciendo nuestro inventario personal y<br /> cuando nos equivocábamos lo admitíamos<br /> inmediatamente.<br /> Este Paso se describe en las paginas 78 - 80.<br /> (Las direcciones para dar el Paso Diez están en las <br /> paginas 78 - 80. Pág. 78 Pfo.3, líneas 1 - 7. Pág. 79,<br /> líneas 1 - 9. Pág. 80 Pfo.3, líneas 1 - 13)<br /><br />Paso 11. Buscamos, a través de la oración y la meditación,<br /> mejorar nuestro contacto consciente con Dios, como<br /> nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos<br /> dejase conocer su voluntad para con nosotros y nos diese la<br /> fortaleza para cumplirla.<br /> Este Paso se describe en las paginas 80 - 82.<br /> (Las direcciones para dar el Paso Once están en las<br /> paginas 80 - 81. Pág. 80, Pfo.4, líneas 1 - 5. Pág. 81,<br /> Pfo.1, líneas 1 - 7).<br /><br /> Paso 12. Habiendo obtenido un despertar espiritual como<br /> resultado de estos pasos, tratamos de llevar este<br /> mensaje a otros alcohólicos y de practicar estos principios en to-<br /> dos nuestros asuntos.<br /> Este Paso se describe en las paginas 83 - 96.<br /> (Las direcciones para dar el Paso Doce están en las<br /> paginas 83, Pfo.1, líneas 1 - 8).<br /> (Instrucciones de como llevar a otros nuestro mensaje<br /> de recuperación están en las paginas 89 - 96).<br /><br />Paso 1. Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que<br /> nuestras vidas se habían vuelto ingobernables.<br /><br />Derrotarse, es esencial, para poder recuperarse del alcoholismo. Los autores del “Libro Grande” dedican 51 paginas del libro a la primera parte del proceso de derrotarse el cual es admitir que tenemos un problema.<br /><br />Los autores dan inicio, describiendo los síntomas físicos y mentales del alcoholismo. Después nos preguntan si aceptamos ser alcohólicos. Pero antes que podamos hacer esto, necesitamos saber que es un alcohólico.<br /><br />Gran parte de “La Opinión del Medico” esta basada en dos cartas escritas por el Dr. William D. Silkworth, medico del Towns Hospital en la ciudad de New York. A finales de los años 30´s, muy pocos tenían conocimiento del alcoholismo, pero muchos de los que el Dr. Silkworth escribió, sigue siendo relevante en la actualidad.<br /><br />En la pagina XIX (romanos), el Dr. Silkworth describe como Bill W., uno de los co-fundadores de Alcohólicos Anónimos, se recupero del alcoholismo. Bill, había sido un respetado analista de Wall Street, pero había perdido todo debido a la bebida.<br /><br />“A fines del año 1.934 atendí a un paciente que, a pesar de haber sido un competente hombre de negocios, con mucha aptitud para ganar dinero, era un alcohólico de un tipo que yo había llegado a considerar como irremediable.<br /><br />En el transcurso de su tercer tratamiento adquirió ciertas ideas de un posible método de recuperación. Como parte de su rehabilitación, empezó a dar a conocer sus conceptos a otros alcohólicos, inculcándoles la necesidad de que ellos a su vez hicieran lo mismo con otros. Esto a llegado a ser la base de una agrupación de estos hombres y familiares, la cual esta creciendo rápidamente. Parece que este individuo y más de otros cien se han recuperado.<br />Personalmente conozco decenas de casos del tipo con el cual han fallado por completo otros métodos.<br />(Pág. XIX, Pfo.3, líneas 1-4, Pfo.4, líneas 1-8, Pfo.5, líneas 1-2)<br /><br />Por varios años previos a 1.934, el Dr. Silkworth estuvo tratando alcohólicos en el Hospital Towns con resultados muy pobres. Fue cuando Bill en su tercer viaje al hospital, escribió una solución espiritual para el alcoholismo, la cual le ayudo a desarrollarla dentro del programa de A.A. <br /><br />Una de las cosas que Bill aprendió mientras estaba en el Hospital Towns fue que tenia que trabajar con otros alcohólicos para poderse mantener sobrio el mismo. También aprendió que el alcoholismo es una enfermedad física y mental la cual solo puede ser vencida por una experiencia espiritual.<br /><br />En la pagina XX (romanos), los autores confirman que el Dr. Silkworth estaba consiente del aspecto físico del alcoholismo.<br /><br />“El medico que a petición nuestra nos facilito esta carta ha tenido bondad de ampliar sus ideas en otra declaración que exponemos a continuación. En esta, confirma que los que hemos sufrido la tortura alcohólica tenemos que creer que el cuerpo del alcohólico es tan anormal como su mente. No nos convencía la explicación de que no podíamos controlar nuestra manera de beber sencillamente porque estabamos desadaptados a la vida ; porque estabamos en plena fuga de la realidad; o porque teníamos una franca deficiencia mental. Estas cosas eran verídicas hasta cierto punto y, de hecho, en grado considerable en algunos de nosotros, pero además estamos convencidos de que nuestros cuerpos también estaban enfermos, y opinamos que es incompleto cualquier cuadro del alcohólico que no incluya este factor físico”.<br />(Pág. XX, Pfo.2, líneas 1-14)<br /><br />Miremos esta reacción física anormal al alcohol. El alcohol es un veneno. La reacción normal al alcohol es tomar una o dos copas y parar. Pero nuestra reacción es completamente diferente. Nosotros tomamos ; una o dos copas, solo para empezar.<br /><br />Mas adelante, en la pagina XXIV (romano), el Dr. Silkworth nos dice que debido a esta reacción anormal, debemos abstenernos a beber.<br /><br />“Todos los citados y muchos otros, tienen un síntoma en común; no pueden empezar a beber sin que se presente en ellos el fenómeno del deseo imperioso. Este fenómeno, como lo hemos sugerido, puede ser la manifestación de alergia que distingue a esta gente de los demás y que la sitúa en un grupo distinto. Nunca ha sido posible erradicarlo con ninguno de los métodos conocidos. El único método que podemos sugerir es la abstinencia completa”.<br />(Pág. XXIV, Pfo.3, líneas 1-8)<br /><br />Entonces, los alcohólicos nunca podrán volver a ser bebedores moderados otra vez.<br /><br />La abstinencia trabajaría si el alcoholismo fuera solamente una enfermedad física, pero el Dr. Silkworth encontró que el alcoholismo también tiene factor mental. Además de la reacción física anormal, tenemos una obsesión mental. Nuestra mente nos dice que estamos bien; a pesar de que el alcohol nos acerque mas a la muerte. No importa lo mucho que queramos dejar de beber, tarde o temprano regresamos a la bebida.<br /><br />El Dr. Silkworth describe esta obsesión mental en su carta en la Pagina XXII (números romanos). Por favor, mantengan en mente que el Dr. Silkworth esta hablando acerca de alcohólicos cuando escribe en su carta :<br /><br />“Los Hombres y mujeres beben, esencialmente, porque les gusta el efecto que produce el alcohol. La sensación es tan evasiva que, aunque admite lo dañino, no puede después de algún tiempo discernir la diferencia entre lo verdadero y lo falso. Les parece que su vida alcohólica es la única normal. Están inquietos, irritables y descontentos hasta que no vuelven a experimentar la sensación de tranquilidad y bienestar que inmediatamente les produce apurar unas cuantas copas - copas que ven a otros tomar con impunidad”.<br />(Pág. XXII, Pfo.3, líneas 1-9)<br /><br />Empezando en la línea 4 de la pagina 28, los autores describen como esta obsesión mental ha matado a muchos de nosotros.<br /><br />“Por lo tanto, nos es extraño que nuestras carreras de bebedores se hayan caracterizado por innumerables y vanos esfuerzos para probar que podíamos beber como otras personas. La idea de que en alguna forma, algún día, llegara a controlar su manera de beber y a disfrutar bebiendo, es la gran obsesión de todo bebedor anormal : La persistencia de esta ilusión es sorprendente. Muchos la persiguen hasta las puertas de la locura o de la muerte”.<br />(Pág. 28, Pfo.1, líneas 4-11)<br /><br />Mas adelante, en la pagina 32, enfatizan la obsesión mental, diciendo que no importa que tan fuerte sea nuestra voluntad o convicción, no podemos parar de beber por nosotros mismos.<br /><br />“Para los que no pueden beber con moderación, el problema consiste en como dejar de hacerlo totalmente. Nos suponemos desde luego, que el lector quiere dejar de beber. El que la persona que esta en esas condiciones pueda dejar de beber sobre una base espiritual, depende del grado en el que haya perdido el poder de elegir entre beber y no beber. Muchos de nosotros creíamos que teníamos mucho carácter. Existía siempre el tremendo apremio de dejar de beber. A pesar de esto, nos resultaba imposible hacerlo. Esta es la característica desconcertante del alcoholismo, tal como lo conocemos; esta total incapacidad para dejar la bebida sin importar lo mucho o lo grande de la necesidad de hacerlo”.<br />(Pág. 32, Pfo.1, líneas 1-12)<br /><br />Como puede ver, si nuestras mentes no nos mintieran diciéndonos que esta bien que bebamos, no le daríamos lugar al ansia física de ingerir mas y más alcohol. Entonces, tenemos una reacción anormal del cuerpo y una obsesión de la mente que nos destina a una muerte alcohólica. Regresando a la pagina XXII (romano) el Dr. Silkworth nos dice que nuestra única esperanza es una experiencia que nos conduzca a cambiar de vida. Empezando en la línea 9 del párrafo 3, nos dice :<br /><br />“Después de haber vuelto a sucumbir al deseo imperioso, pasan por todas las bien conocidas etapas de la borrachera, emergiendo de esta llenos de remordimientos y con la firme resolución de no volver a beber. Esto se repite una y otra vez, y a menos de que la persona pueda experimentar un cambio psíquico completo, hay muy pocas esperanzas de que se recupere”.<br />(Pág. XXII, Pfo.3, líneas 9-15)<br /><br />Así es que un prominente medico en el campo del alcoholismo, nos dice que la comunidad medica no nos puede ayudar. Nuestra única esperanza es un despertar espiritual.<br /><br />Ahora pasemos a la “Historia de Bill”. En este capitulo aprenderemos mas acerca de los aspectos físicos y mentales del alcoholismo y también mas acerca de la solución espiritual.<br />Como mencionamos antes, Bill es un analista de la bolsa de New York y es uno de nuestros co-fundadores.<br /><br />Alguna gente tiene dificultades en identificarse con la historia de Bill porque el toco un fondo muy bajo, fue un alcohólico sin esperanzas. Aquí, como en cualquier otra parte del libro, les pedimos que se fijen en similitudes y no en diferencias. Vean donde se puedan identificar con Bill mientras este continuo haciendo uso del alcohol, por largo tiempo, después de que este había pasado a ser un problema.<br /><br />En las primeras paginas Bill describe la progresiva naturaleza de su forma de beber. En pocos años perdió todo. Paso a ser desempleado, un borracho sin esperanza.<br /><br />En la pagina 7, Bill tiene un momento de claridad. Se da cuenta que el alcohol es su amo. Él era un bebedor - derrotado :<br /><br />“No hay palabras para describir la Soledad y desesperación que encontré en ese cenagal de autoconmiseración; sus arenas movedizas se extendían por todos los lados. No pude más. Estaba hundido. El alcohol era mi amo”.<br />(Pág. 7, Pfo.4, líneas 1-4)<br /><br />Pero Bill no puedo dejar de beber con el simple hecho de aceptar su condición. A finales de Noviembre de 1.934, fue visitado por un viejo camarada de la escuela superior. Ebby T., Bill estaba borracho. Ebby ha permanecido sobrio por algunos meses. <br /><br />Cuando Bill le pregunto a Ebby como había dejado de beber. Ebby le respondió “Tengo Religión” Bill quedo pasmado pero dejo que Ebby continuara hablando, porque como Bill escribió, “mi ginebra duraría mas que sus sermones”.<br /><br />Ebby le explico a Bill que había encontrado un grupo de gente que confiaba en un Poder Superior a ellos mismos y vivían basados en la Guía que recibían de este Poder. En 1.934, esta organización se llamaba Grupo Oxford. En 1.938, paso a ser Rearmamento Moral.<br /><br />El Grupo Oxford es una comunidad de cambios de vida los cuales utilizan Cuatro Actividades Espirituales. Estas son :<br /><br />1. Compartir y Atestiguar - Nuestro Cuarto, Quinto y Doceavo Paso.<br />2. Derrota - Nuestro Primero, Segundo y Tercer Paso.<br />3. Restitución - Nuestro Octavo y Noveno Paso.<br />4. “Tiempo de Silencio” y Guía - Nuestro Onceavo Paso.<br />Ebby le dio a Bill, la solución del Grupo Oxford. Por primera vez, Bill aprendió que podía cambiar su vida, poniendo su voluntad en Dios como él lo concibiera.<br /><br />Poco tiempo después de la visita de Ebby, Bill ingreso al Hospital Towns. Ahí, bajo la dirección del Dr. Silkworth, Bill es físicamente desintoxicado de alcohol por tercera vez en ese mismo año. Mientras estuvo en el hospital, Bill aplico las Cuatro Actividades Espirituales del Grupo Oxford.<br /><br /><br /><br />En el segundo párrafo de la pagina 12, Bill sé Derrota totalmente :<br /><br />“Allí me ofrecí humildemente a Dios, tal como lo concebía entonces, para que se hiciera en mi su voluntad; me puse incondicionalmente a su cuidado y bajo su dirección”.<br />(Pág. 12, Pfo.2, líneas 1-3)<br /><br />Entonces, Compartió la condición de su carácter con Ebby :<br /> <br />“... Si ningún temor encare mis pecados y estuve dispuesto a que mi recién encontrado Amigo me lo quitara de raíz”.<br />“Mi compañero de escuela fue a visitarme y lo puse al tanto de mis problemas y mis deficiencias”.<br />(Pág. 12, Pfo.2, líneas 5-7, Pfo.3, líneas 1-2)<br /><br />Cuando Bill escribió, “Sin ningún temor encare mis pecados...” uso la definición de “pecados” del Grupo Oxford. De acuerdo con el Grupo Oxford, pecado es cualquier cosa que nos separe de Dios. Nuestro interés en nosotros mismos o egocentrismo es la causa. El pecado es removido siguiendo la voluntad de Dios en vez de nuestra voluntad. Al inicio de la siguiente oración en el tercer párrafo, Bill acepta hacer Reparaciones. Esta es una importante parte del cambio de vivir con él problema de nuestra voluntad o confiar en la Voluntad de Dios.<br /><br /> “...Hicimos una lista de las personas a quienes había dañado o contra las que tenía resentimientos. Yo exprese mi completa disposición para acercarme a esas personas, admitiendo mis errores. Nunca debería criticarlas. Repararía esos daños lo mejor que pudiese”.<br />(Pág. 12, Pfo.3, líneas 2-5)<br /><br />En el siguiente párrafo, Bill practica el “Tiempo de Silencio” y “Guía”. Estas actividades son esenciales para mantener una comunicación de dos vías con el Espíritu del Universo.<br /><br />“Pondría a prueba mi manera de pensar con mi nuevo conocimiento consciente que tenía de Dios. En esta forma, el sentido común se convertiría en sentido no común. Cuando estuviera en duda, permanecería en quietud y le pediría a Él dirección y fortaleza para enfrentarme a mis problemas tal y como Él lo dispusiera”.<br />(Pág. 12, Pfo.4, líneas 1-6)<br /><br />Al final de la pagina 13, Ebby explica la necesidad de Trabajar con otros. Empezando en la línea 3 del ultimo párrafo Bill escribe :<br /> <br /> “........ Era Particularmente imperioso trabajar con otros, tal como él lo había echo conmigo. La fe sin obras es fe muerta, me dijo ¡Y cuan cierto es, tratándose de alcohólicos! Porque si un alcohólico falla en perfeccionar y engrandecer su vida espiritual a través del trabajo y del sacrificio por otros, no podrá sobrellevar ciertas pruebas y decaimientos que vendrán mas adelante. Si el no trabajaba era seguro que volvería a beber, y si bebía, seguramente moriría. La fe estaría muerta entonces. Tratándose de nosotros, es precisamente así”.<br />(Pág. 13, Pfo.6, líneas 3 - 8, Pág. 14, líneas 1 - 3)<br /><br />Bill toma las acciones indicadas por el Grupo Oxford y tiene una súbita experiencia de conversión. El tiene el “Cambio Psíquico Total” del que habla el Dr. Silkworth en la “Opinión del Medico”. En el segundo párrafo de la pagina 13, Bill describe su despertar espiritual :<br /><br />“Estas eran proposiciones revolucionarias y drásticas pero en el momento en que las acepte el efecto fue electrificante. Había un sentido de victoria, seguidos por una paz y seguridad como nunca había conocido. Había una confianza total. Sentí que me levantaban, tal como si respirara plenitud en el aire puro de la cumbre de una montaña. Generalmente Dios llega a la mayoría de los hombres gradualmente, pero el impacto en mi fue cabalmente súbito y profundo”.<br />(Pág. 13, Pfo.2, líneas 1-8)<br /><br />La vida de Bill cambio. El no ha tomado nada desde entonces.<br /><br />Hay material adicional dentro de estas 47 paginas del “Libro Grande” (la opinión del medico, la historia de Bill, hay una Solución y algo mas sobre el alcoholismo) que explica el aspecto físico y mental del alcoholismo y como nuestras vidas han pasado a ser ingobernables como resultado de nuestra forma de beber. Si necesitan mas pruebas, por favor lea todas estas paginas. Lo que nosotros hemos hecho hasta ahora es darles algunos de los resultados. De cualquier manera esperamos que les hayamos mostrado lo suficiente, como para que ustedes procedan.<br /><br />Ahora, es el momento para que cada uno de nosotros inicie su viaje hacia el despertar espiritual, el cual cambiara nuestras vidas. Veamos, ¿Quien esta listo para dar el Paso Uno?.<br /><br />Paso 1. Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que<br /> nuestras vidas se habían vuelto ingobernables.<br /><br />Los autores del “Libro Grande” nos dicen exactamente que es lo que tenemos que hacer. En la mitad de la pagina 28, escribieron :<br /><br />“Llegamos a comprender que teníamos que admitir plenamente, en lo mas profundo de nuestro ser, que éramos alcohólicos. Este es el primer paso hacia la recuperación. Hay que acabar con la ilusión de que somos como la demás gente, o de que pronto lo seremos”.<br />(Pág. 28, Pfo.2, líneas 1-5)<br /><br />Para acabar con la ilusión de que no somos alcohólicos, le vamos a pedir a cada uno de ustedes que contesten una simple pregunta :”¿Están listos para aceptar en lo mas profundo de ustedes que son impotentes ante el alcohol ?” En otras palabras, “¿Son alcohólicos ?”. Todo lo que se necesita es que conteste que sí o no.<br /><br />Si alguno no esta convencido de que es alcohólico o de que su vida es ingobernable, le pedimos que por favor nos lo haga saber. Su “Padrino” o consejero espiritual, esta dispuesto a dedicar tiempo con ustedes en la siguiente semana, para discutir sus dudas o resistencias que tengan al respecto. Queremos darle toda la oportunidad para que comprendan las devastadoras consecuencias de esta terrible aflicción.<br /><br />Tal vez usted no sea un alcohólico. Tal vez este usted aquí por equivocación. Pero queremos que sepa que es preferible estar en la Comunidad de Alcohólicos Anónimos por equivocación, que fuera de la Comunidad, bebiendo y muriendo por equivocación.<br /><br />Correcto, para aquellos que estén listos, vamos a proceder. Los Recién Llegados que se pongan de pie. Esta es la pregunta del Primer Paso :<br /><br />¿Acepta en lo mas profundo de su ser, que es alcohólico ?<br /> <br />Por favor conteste uno por uno, si o no.<br /><br />(Que cada recién llegado conteste la pregunta)<br /><br />Gracias, se pueden sentar.<br /><br />Aquellos que han contestado si a la pregunta, han dado el Paso Uno.<br /><br />Es suficiente por este noche. En la ultima hora, hemos cubierto 47 paginas del “Libro Grande” de Alcohólicos Anónimos y dado el primer paso. Esta es una hazaña notable. Felicidades.<br /><br />La semana entrante discutiremos el Paso Dos, Tres y Cuatro. Daremos el Segundo y Tercer Paso durante la sesión y les daremos las guías de como dar el Cuarto Paso. Terminaran su inventario del Cuarto Paso y lo compartirán con su “Padrino” o consejero espiritual entre la segunda y tercera sesión.<br /><br /><br /><br />¿Tienen alguna pregunta ?<br /><br /><br />SESIÓN . 2 - PASO 2, 3 & 4<br /><br />Estamos listos para tomar nuestro segundo viaje retrospectivo a los primeros días de Alcohólicos Anónimos - para regresar a las cuatro sesiones de una hora de las Reuniones para Principiantes de los mediados de los años 40´s. Durante esta sesión vamos a terminar el proceso de derrota que iniciamos la semana pasada. Además, vamos a aprender a eliminar esas partes de nuestro carácter que nos han impedido efectuar una comunicación intima, de dos vías con Dios, como nosotros lo concibamos.<br /><br />BIENVENIDOS a la sesión numero DOS de las Reuniones para Principiantes de Alcohólicos Anónimos. Juntos, estamos dando los Doce Pasos de acuerdo a las indicaciones que se encuentran en el “Libro Grande” de Alcohólicos Anónimos y las experiencias personales de los pioneros de A.A.<br /><br />Nuestros nombre son ____________________ y _________________ y somos miembros de Alcohólicos Anónimos. Agradecemos a nuestros grupos de A.A. el que nos hayan pedido que dirijamos estas sesiones. Esta es una forma en que podemos servir a otros y al mismo tiempo, crecer en el “Espíritu de la Comunidad”.<br /><br />Nuestra meta es recuperarnos de la aparentemente incurable condición de mente y cuerpo conocido como alcoholismo. Y nos recuperaremos. La revista de A.A. Grapevine de Agosto de 1.946 contiene un articulo titulado “Los Récords de Miniápolis Indican que el 75% son exitosos en A.A.”. El articulo demuestra lo que puede suceder cuando los recién llegados atienden las Reuniones para Principiantes y después regresan para ayudar a otros a través de los Pasos. Si asisten a las Reuniones para Principiantes el tiempo suficiente, experimentaran el milagro de recuperarse del alcoholismo.<br />Durante esta sesión daremos el Paso Dos y el Paso Tres, además los proveeremos de guías para dar el Paso Cuatro. Durante la siguiente semana, cada recién llegado (él o ella) compartirá su inventario con otro ser humano.<br /><br />Bastantes miembros veteranos nos han dicho que la mejor manera de entender el “Gran Libro” es tratando de explicárselo a alguien más. Tenía razón. No nos habíamos dado cuenta que poquito sabíamos acerca de nuestro libro de texto para la recuperación hasta que empezamos a dirigir estas sesiones.<br /><br />Por lo tanto, queremos agradecerles que nos den la oportunidad de aprender mas sobre el programa espiritual de recuperación por medio de volver a dar los Pasos de Alcohólicos Anónimos, en compañía de ustedes. Ya que hemos aprendido aquí en las Reuniones para Principiantes, que cada vez que damos los Pasos, crecemos espiritualmente.<br /><br />Antes de comenzar, necesitamos estar seguros de que cada recién llegado tenga a alguien aquí para que lo “Apadrine” a través de los Pasos. Y para que esto pueda funcionar, es necesario que “Padrino” y “Ahijado” asistan a las sesiones juntos.<br /><br />¿Hay algún recién llegado, listo para esta segunda sesión, que no tenga “Padrino” ?. Si los hay, favor de ponerse de pie. (Preguntar por voluntarios para “Apadrinar” a los que estén de pie). Gracias, pueden sentarse.<br /><br />(Opcional) : ¿Hay alguno que no haya tenido la oportunidad de dar el Primer Paso, la semana pasada y lo quiera hacer ahora ? Hacer la pregunta del Primer Paso : ¿Acepta en lo mas profundo de su ser, que es alcohólico ?. (Por favor conteste si o no) Gracias, por favor siéntese. Si han contestado si a esta pregunta, ustedes han completado el Paso Uno.<br /><br />Como explicamos la semana pasada, el “Libro Grande” de Alcohólicos Anónimos Contiene las indicaciones, paso a paso, para recuperarse del alcoholismo, por medio de encontrar a un Poder Superior a nosotros mismos. Este poder nos quitara la obsesión de beber, y nos dirigirá hacia una “nueva libertad y nueva felicidad”.<br /><br />Empecemos con un breve repaso de lo que hemos aprendido hasta ahora. En el tercer párrafo de la pagina 60 del “Libro Grande”, encontramos una perspectiva del proceso de recuperación. Empezamos en la mitad de la tercera línea, los autores del “Libro Grande” escriben :<br /><br />“... Ya que nosotros hemos estado no solamente física y mentalmente enfermos, sino también espiritualmente.<br />Cuando es superado el mal espiritual, nos componemos mental y físicamente.”<br />(Pág. 60, pfo.3, líneas 3 - 6)<br /><br />Esa es nuestra meta - corregir el mal espiritual que nos ha separado de Dios y nos ha sentenciado, hasta ahora, a vivir en el infierno del alcoholismo.<br /><br />Y si es que estamos enfermos espiritualmente, ¿cómo podremos sobreponernos a este mal ? Los autores nos dicen que necesitamos una experiencia, un cambio psíquico - un despertar espiritual. El Dr. Silkworth describe el efecto de este cambio en el alcohólico en el cuarto párrafo de la pagina XXII (Romanos). El Dr. Silkworth escribe :<br /><br /> “Por otra parte, por extraño que parezca a quienes no lo entienden, una vez que a ocurrido el cambio psíquico, la misma persona que parecía condenada a muerte, que tenía tantos problemas y se creía incapaz de resolverlos, repentinamente descubre que puede fácilmente controlar su deseo por el alcohol y que el único esfuerzo para ello es el de seguir unas sencilla normas.”<br />(Pág. XXII, pfo.4, líneas 1 - 2. Pág. XXIII, líneas 1 - 5)<br /><br />¿Cuales son esas reglas simples ? Estas son : “confiar en Dios y limpiar nuestra casa”, además, “Ayudar a otros”. Si seguimos estas guías, recibiremos la recompensa final - un despertar espiritual.<br /><br />La semana pasada iniciamos nuestro viaje hacia un despertar espiritual cuando dimos el Paso Uno. Aceptamos en lo mas profundo de nuestro ser que éramos impotentes ante el alcohol, o sea, que somos alcohólicos.<br /><br />Aquellos que dieron el Paso Uno la semana pasada, por favor, pónganse de pie. Estos son los recién llegados que, o bien dieron el Paso Uno durante la Reunión para Principiantes de la semana pasada, o lo hicieron durante el transcurso de la semana con su “Padrino” o su consejero espiritual.<br /><br />Les recomendamos que admitan que tienen un problema. Como dice el “Libro Grande”, “Este es el primer paso hacia la recuperación”. Esta admisión es un logro mayor, ya que la mayoría de alcohólicos viven en una negación total de que tienen un problema con la bebida.<br /><br />Gracias, les pedimos que se sienten. Estamos listos para proseguir.<br /><br />Paso 2. Llegamos a creer que un Poder Superior a nosotros mismos,<br /> podría devolvernos el sano juicio.<br /><br />Ahora que hemos admitido que somos alcohólicos, veamos que tenemos que hacer para poder recuperarnos. Al final de la pagina 41, aprendemos :<br /><br />“Si un mero código de moral o una mejor filosofía de la vida fueran suficientes para superar el alcoholismo, muchos de nosotros ya nos hubiéramos recuperado desde hace largo tiempo. Pero descubrimos que tales códigos y filosofías no nos salvaban, por mucho empeño que pusiéramos. Podíamos desear ser morales, podíamos desear ser confortados filosóficamente, en realidad, podíamos desear todo esto con todo nuestro ahínco, pero el poder necesario no estaba ahí. Nuestros recursos humanos bajo el mando de nuestra voluntad no eran suficientes; fallaban completamente.”<br />(Pág. 41, pfo.4, líneas 1 - 2, Pág. 42, líneas 1 - 8)<br /><br />¿Que necesitamos para encontrar ese Poder Superior ? La respuesta esta al final del “Libro Grande”, en el “Apéndice II”. En el segundo párrafo de la pagina 269, encontramos :<br /><br />“Queremos manifestar de la manera más enfática, que (a la luz de nuestra experiencia) cualquier alcohólico capaz de encarar honradamente sus problemas puede recuperarse, siempre que no cierre su mente a todos los conceptos espirituales. Solamente puede ser derrotado por una actitud de intolerancia o de negación beligerante.<br />Encontramos que nadie tiene por que tener dificultades con la espiritualidad del programa. Buena voluntad, sinceridad y una mente abierta son los elementos para la recuperación. Pero estos son indispensables.”<br />(Pág. 269, pfo.2, líneas 1 - 6, pfo.3, líneas 1 - 4)<br /><br />Los autores del “Libro Grande” nos dicen que nuestra arrogancia y nuestra ceguera son lo que nos mantiene en la oscuridad y nos bloquea a la “Luz del Espíritu”.<br /><br />Bill W. Nuestro co - fundador de la ciudad de New York, tuvo una gran dificultad para aceptar esta solución espiritual para el alcoholismo. En la “Historia de Bill”, describe como “llego a creer”.<br /><br />A finales de Noviembre de 1.934, Ebby T. visito a Bill en su casa de Brooklyn, en New York. Es en esta visita donde Bill aprende por primera vez acerca de un Dios como él lo concibiera. Tomaremos la historia en la pagina 11.<br /><br />Como mencionamos la semana pasada, Ebby es uno de los amigos de Bill de la escuela superior y amigo de bebida también. Ebby a permanecido sobrio en el Grupo Oxford, desde hace vario meses. Le ha dicho a Bill que su vida ha cambiado como resultado de la practica de los Cuatro absolutos del Grupo Oxford.<br /><br />Bill se angustia cuando Ebby empieza a hablar de Dios. Pero, de todos modos lo escucha, porque se da cuenta que la vida de Ebby ha cambiado - ha estado sobrio por primera vez en muchos años.<br /><br />“A pesar del ejemplo viviente de mi amigo, todavía quedaban en mi los vestigios de mi viejo prejuicio. La palabra “Dios”, todavía despertaba en mi cierta antipatía, y este sentimiento se intensificaba cuando hablaba de que podía haber un Dios y que para mí fuese personal. Esta idea no me agradaba. Podía aceptar conceptos tales como Inteligencia Creadora, Mente Universal o Espíritu de la Naturaleza; pero me resistía al concepto de un Zar de los Cielos, por mas amante que fuera de su preponderancia. Desde entonces he hablado con decenas de personas que pensaban lo mismo”.<br />(Pág. 11, pfo.2, líneas 1 - 10)<br /><br />Entonces, Ebby le presenta a Bill una idea revolucionaria.<br /><br />“Mi amigo sugirió lo que entonces parecía una idea original. Me dijo : “¿Por que no escoges tu propio concepto de Dios ?”.<br />Esto me llego muy hondo; derritió la montaña de hielo intelectual a cuya sombra había vivido y tiritando muchos años. Por fin me daba la luz del sol.<br />Solo se trataba de estar dispuesto en creer en un Poder Superior a mí mismo. Nada mas se necesitaba de mí para empezar. Me di cuenta de que el crecimiento podía partir de ese punto. Sobre una base de completa y buena voluntad, podría yo edificar lo que veía en mi amigo. ¿Quería tenerlo ? Claro que sí, !lo quería !”<br />(Pág. 11, pfo.3, líneas 1-3, pfo.4, líneas 1-3 , pfo.5, líneas 1-6)<br /><br />Así es como Bill inicia su viaje espiritual hacia Dios, bajo su propio entendimiento y a una permanente sobriedad. Todo comenzó con la voluntad de Bill para creer.<br /><br />Ahora veamos como los autores del “Libro Grande” describen a Dios. En la segunda línea el párrafo uno, nos piden que hagamos a un lado nuestro desprecio por principios espirituales y nos formemos nuestro propio concepto de Dios. Si lo hacemos, empezaremos a percibir que esta es la fuerza valida para la solución espiritual de A.A. para el problema alcohólico. Empezando en la línea dos del primer párrafo, escribieron :<br /><br />“Nos dimos cuenta de que tan pronto como pudimos hacer a un lado el prejuicio y manifestar siquiera la voluntad de creer en un Poder Superior a nosotros mismos, comenzamos a obtener resultados ; aunque le fuera imposible a cualquiera de nosotros definir cabalmente o comprender a ese poder, que es Dios”.<br />(Pág. 43, pfo.1, líneas 2 - 8)<br /><br />Básicamente, los autores del “Libro Grande” nos dicen que es imposible definir a Dios. Debemos dejar de tratar de comprender a Dios con nuestras mentes y empezar a aceptar a Dios con nuestro corazón. En la parte inferior de la pagina 43, nos dicen:<br /><br />“Por consiguiente, cuando te hablamos de Dios, nos referimos a tu propio concepto de Dios. Esto se aplica también a otras expresiones espirituales que puedes encontrar en este libro. No dejes que ningún prejuicio que puedas tener en contra de los términos espirituales te impida preguntarte a ti mismo lo que significan para ti. Al principio, esto era todo lo que necesitábamos para comenzar el desarrollo espiritual, para efectuar nuestra primera relación consciente con Dios, tal como lo concebíamos. Después , nos encontramos aceptando muchas cosas que entonces parecían inaccesibles. Esto era ya un adelanto. Pero si queríamos progresar, teníamos que empezar por alguna parte. Por lo tanto, usamos nuestro propio concepto a pesar de lo limitado que fuese.<br />(Pág. 43, pfo.3, líneas 1 - 6, Pág. 44, líneas 1 - 7)<br /><br />Algunas veces tenemos que llevar nuestras vidas hasta el borde del desastre o ver a la muerte de frente antes que tengamos la voluntad de reconocer la presencia de un Poder Superior. Pero existe esperanza, aun para el mas testarudo de nosotros. Empezando con la octava línea de la pagina 44, los autores del “Libro Grande” dicen que la mayoría de nosotros, eventualmente, nos volveremos “dóciles”.<br /><br />“... Viéndonos frente a la destrucción, pronto nos volvimos tan receptivos con los asuntos espirituales como habíamos tratado de serlo con otras cuestiones. En este aspecto, el alcohol fue un instrumento efectivo de persuasión. Finalmente a base de golpes nos hizo entrar en razón. A veces resultaba un proceso tedioso; no le deseamos a nadie que dure con sus prejuicios tanto tiempo como nosotros”.<br />(Pág. 44, pfo.3, líneas 8 - 9, Pág. 45, líneas 1 - 6)<br /><br />En el primer párrafo de la pagina 49, los autores exponen un poderoso caso de la existencia de Dios :<br /><br />“Cuando vimos a otros resolver sus problemas mediante una confianza sencilla en el Espíritu del Universo, tuvimos que dejar de dudar del Poder de Dios. Nuestras ideas no servían; pero la idea de Dios si.”<br /><br />Una vez mas, tenemos que tomar una decisión.Tenemos que decidir si creemos o no en un Creador –Espíritu del Universo –un Dios de nuestro entendimiento.En el cuarto párrafo de la pagina 49, los autores del “Libro Grande “ escriben:<br /><br />“Cuando nos volvimos alcohólicos, aplastados por una crisis que nosotros mismos nos habíamos impuesto y que no podíamos posponer o evadir, tuvimos que encarar sin ningún temor el dilema de que Dios lo es todo o de otra manera El no es nada. Dios es, o no es. ¿Que íbamos a escoger ?”.<br />(Pág. 49, pfo.2, líneas 1 - 5)<br /><br />Ahora llego el momento de escoger. ¿Estamos dispuestos a aceptar que hay un Poder Superior ?, si lo estamos, estamos listos para dar el Paso Dos.<br /><br /> En la pagina 44 encontramos las indicaciones :<br /><br />“Solamente necesitábamos hacernos una breve pregunta : ¿Creo ahora o estoy dispuesto a creer siquiera, que hay un Poder Superior a mí mismo ?” Tan pronto como una persona pueda decir que cree o que esta dispuesta a creer, podemos asegurarte enfáticamente que ya va por buen camino. Repetidamente se a comprobado entre nosotros que sobre esta primera piedra puede edificarse una maravillosamente efectiva estructura espiritual”.<br />(Pág. 44, pfo.1, líneas 1 - 8)<br /><br />Veamos ahora ¿Quien esta listo para proseguir ? Los recién llegados que han completado el Paso Uno, póngase de pie. Esta es la pregunta del Segundo Paso :<br /><br />“¿Creo ahora, o estoy dispuesto a creer siquiera, que hay un Poder Superior a mí mismo ?”<br /><br />Por favor contesten uno por uno, si o no.<br /><br />(Esperar a que todos los recién llegados contesten la pregunta)<br /><br />Gracias, pueden sentarse.<br /><br />Aquellos de ustedes que contestaron si a la pregunta, han dado el Paso Dos.<br /><br />Ahora, para los que estén listos miremos el Paso Tres.<br /><br /><br />Paso 3. Decidimos poner nuestras voluntades y nuestras vidas al<br /> cuidado de Dios, como nosotros lo concebimos.<br /><br />Este Paso inicia en la segunda mitad de la pagina 56. ¿Cómo lo sabemos ?, bien en este caso, los autores del “Libro Grande” nos dicen :<br /><br />“Llegados a este convencimiento, estábamos en el Tercer Paso”.<br />(Pág. 56, pfo.3, líneas 1 - 2)<br /><br />¿Convencidos de que ? Si hemos dado el Paso Dos, estamos convencidos de que un Poder Superior a nosotros mismos, puede devolvernos el sano juicio. Ahora, necesitamos tomar la decisión de poner a trabajar a este Poder. En otras palabras, tenemos que quitarnos del camino y dejar que Dios dirija nuestras vidas.<br /><br />En las paginas 56 y 57, los autores del “Libro Grande” discuten acerca de la voluntad propia y la voluntad de Dios detalladamente. Al final de la pagina 56, explican que somos como actores tratando de controlar cada detalle del espectáculo :<br /><br />“El primer requisito es que estemos convencidos de que una vida llevada a base de fuerza de voluntad, difícilmente puede ser venturosa. Sobre esa base siempre estamos en conflicto con algo o con alguien, aunque nuestros motivos sean buenos. La mayoría de la gente trata de vivir por “auto propulsión”. Cada persona es como un actor que quiere dirigir todo el espectáculo ; que siempre está tratando de arreglar luces, el ballet, el escenario y los demás actores según sus propias ideas”.<br />(Pág. 56, pfo.4, líneas 1 - 8, Pág. 57, línea 1)<br /><br />¿Suena esto familiar ?. Parece que hemos tratado de probarles a los demás, que estarían mejor si hicieran las cosas de nuestra manera. Esto es un bocado de concentración en nosotros mismos, ¿no creen ustedes ?.<br /><br />En el primer párrafo de la pagina 58, los autores aseguran que es este egoísmo, la concentración en uno mismo, lo que nos ha llevado a vivir en problemas. Tenemos que tomar responsabilidad de nuestro egoísmo y pedirle a Dios que nos remueva este defecto de nuestras vidas :<br /><br />“ !Egoísmo ! concentración en sí mismo ! Creemos que esta es la raíz de nuestras dificultades. Acosados por cien formas de temor, de vana ilusión, de egoísmo, de auto conmiseración, les pisamos los pies a nuestros compañeros y estos se vengan. A veces nos hieren aparentemente sin provocación, pero invariablemente encontramos que alguna vez en el pasado tomamos decisiones egoístas que más tarde nos colocaron en situación propicia para ser lastimados.<br /><br />Así es que nuestras dificultades, creemos, son básicamente producto de nosotros mismos ; surgen de nosotros, y el alcohólico es un ejemplo extremo de la obstinación desbocada, aunque él piense que no es así. Por encima de todo, !nosotros los alcohólicos tenemos que librarnos de ese egoísmo. Tenemos que hacerlo o nos mata ! Dios hace que esto sea posible. Y frecuentemente parece que no hay otra manera de librarse completamente del “YO” mas que con su ayuda”.<br />(Pág. 58, pfo.1, líneas 1 - 8, pfo.2, líneas 1 - 8)<br /><br />Después en la parte inferior de la pagina 58, los autores nos dicen que tenemos que hacer para liberarnos de nuestro egoísmo :<br /><br />“Este es el cómo y el porque de ello. Ante todo, tuvimos que dejar de “jugar a ser Dios”. No resultaba. Después, decidimos que en lo sucesivo, en este drama de la vida, Dios iba a ser nuestro director. Es el jefe ; nosotros somos sus agentes. Él es el Padre y nosotros Sus Hijos. La mayoría de las buenas ideas son sencillas y este concepto fue la piedra clave del nuevo arco triunfal por el que pasamos a la libertad.<br /><br />Cuando asumimos sinceramente esa actitud, toda clase de cosas admirables sucedieron. Teníamos un nuevo Patrón. Siendo Todopoderoso, Él proveía todo lo que necesitábamos si nos manteníamos cerca de Él y desempeñábamos bien su trabajo”.<br />(Pág. 58, pfo.4, líneas 5 - 6, Pág. 59, líneas 1 - 8)<br /><br />Hemos sido sacados de las puertas del infierno, y hemos regresado para contar como es eso. No es un cuadro muy halagador. Pero, ahora nos damos cuenta de que nunca tenemos que regresar otra vez, siempre y cuando no nos olvidemos quien esta a cargo.<br /><br />Es tiempo de tomar decisiones otra vez. Los autores del “Libro Grande” nos dicen que ya estamos listos para dar el Paso Tres. En el penúltimo párrafo de la pagina 59, nos dan las direcciones :<br /><br />“Encontramos muy conveniente dar este paso espiritual con una persona comprensiva, tal como nuestra esposa, nuestro mejor amigo o nuestro consejero espiritual. Pero es mejor reunirse con Dios solo, que con alguien que tal vez no comprenda. Las palabras eran, desde luego, completamente opcionales, siempre que expresáramos la idea sin ninguna reserva. Este fue solamente el principio, pero cuando sé hacia honrada y humildemente, se sentía inmediatamente un efecto a veces muy grande”.<br />(Pág. 59, pfo.2, líneas 1 - 9)<br /><br />Nosotros somos muy afortunados, ya que desde los tiempos en que fue escrito el “libro Grande” la comunidad a crecido, al grado que en la actualidad, muy pocos, por no decir que ninguno de los recién llegados tienen que dar el Paso Tres solo. Esta noche estamos aquí, para dar este monumental Paso con ustedes.<br /><br />Aunque nos dicen que las palabras son opcionales, los autores nos dan una oración que podemos usar para completar el Paso Tres. La oración esta en la pagina 59. Empezando con la segunda línea del primer párrafo, se lee :<br /><br />“Dios, me ofrezco a Ti para que obres en mi y hagas conmigo Tu voluntad. Líbrame de mi propio encadenamiento para que pueda cumplir mejor con Tu voluntad. Líbrame de mis dificultades y que la victoria sobre ellas sea el testimonio para aquellos a quien yo ayude de Tu Poder, Tu Amor y de la manera que Tu quieres que vivamos. Que siempre haga Tu Voluntad”.<br />(Pág. 59 , pfo.1, líneas 2 - 8)<br /><br />Queremos que cada uno de ustedes que este listo para dar el Paso Tres, lea con nosotros la oración una vez más.<br /><br />Recemos la Oración del Tercer Paso juntos.<br />(Leer la oración una segunda vez)<br /><br />De acuerdo con los autores del “Libro Grande”, hemos completado el Paso Tres.<br /><br />A pesar de que nos hemos llevado una considerable cantidad de tiempo en los primeros Tres Pasos, todo lo que hemos hecho es tomar decisiones. Ahora, vamos a tomar acciones especificas que nos llevaran por el resto del camino de Dios.<br /><br />Paso 4. Sin temor, hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos.<br /><br />Al final de la pagina 59, los autores del “Libro Grande” nos dicen que necesitamos hacer, ahora que hemos tomado la decisión de seguir :<br /><br />“Después nos encaminamos por un derrotero de acción vigorosa, en el que el primer Paso consiste en una limpieza personal de nuestra casa, la cual muchos de nosotros nunca habíamos intentado. Aunque nuestra decisión fue un paso fundamental y decisivo, su efecto permanente no podía ser mucho a menos de que fuera seguido inmediatamente por un esfuerzo enérgico para encarar las cosas que habían en nosotros, que nos estaban obstaculizando y desprendernos de ellas”.<br />(Pág. 59, pfo.3, líneas 1 - 8, Pág. 60, línea 1)<br /><br />Por favor, dense cuenta que los autores dicen inmediatamente. Esto quiere decir que damos el Paso Cuatro inmediatamente después de dar el Paso Tres. Nos tenemos que deshacer de esas cosas que nos han estado bloqueando con Dios, si no, ese contacto inicial que hicimos con nuestro Creador, no durara.<br /><br />Por lo tanto, ahora vamos a establecer una línea directa de comunicación con Dios, por medio de eliminar esos aspectos de nuestra personalidad que nos han mantenido en la oscuridad. Los autores del “Libro Grande” dicen que el licor no fue mas que un síntoma. Seguro el alcohol nos ha separado de Dios, pero una vez que hemos dejado de beber, seguimos separados del Creador debido a nuestra condición de carácter. Ahora, es tiempo de mirar esos defectos, haciendo un inventario.<br /><br />Los autores del “Libro Grande” empiezan haciendo una comparación entre un inventario personal y un inventario comercial. En el primer párrafo de la pagina 60, ellos escriben :<br /><br />“Consecuentemente, empezamos a hacer un inventario personal. Este era el Cuarto Paso. Un negocio del cual no se hace un inventario con regularidad, va generalmente a la quiebra. El inventario comercial es un proceso para encontrar y encarar los hechos. Es un esfuerzo para encontrar la realidad de la existencia de las mercancías que se tienen. Uno de los fines es encontrar cual es la mercancía deteriorada o inservible que hay, para deshacerse prontamente de ella sin lamentarlo”.<br />(Pág. 60, pfo.1, líneas 1 - 9)<br /><br />Por lo tanto, vamos a efectuar el equivalente a un inventario comercial en nuestras vidas. Eso quiere decir que vamos a ver lo servible y lo inservible. Es de lo que se busca en un inventario comercial - encontrar que es lo que esta y lo que no - para acentuar lo positivo y eliminar lo negativo.<br /><br />Así pues, los autores nos dicen exactamente que es lo que debemos hacer para efectuar el inventario del Cuarto Paso.<br /><br />“Nosotros hicimos exactamente lo mismo con nuestras vidas. Hicimos inventario honradamente. Primero, buscamos las fallas de nuestro carácter que causaron nuestro fracaso. Estando convencidos de que el ego, manifestado en distintas formas, nos había vencido, consideramos sus manifestaciones comunes”.<br />(Pág. 60, pfo.2, líneas 1 - 6)<br /><br />Antes de entrar en detalles de como hacer este Paso, queremos enfatizar algunas cosas. Es sumamente importante entender que no hay una forma correcta o errónea de hacer este inventario. La pagina 61 contiene un ejemplo. Nosotros usaremos otro ejemplo - la lista de cualidades y defectos descrita en la pagina 60.<br /><br />Este inventario a sido usado por años por el Dr. Bob, nuestro cofundador de Akron, Ohio, y por muchos otros de nuestros miembros veteranos. El Dr. Bob piensa que inicialmente , los recién llegados deberían de ser llevados por una versión simplificada de los Pasos. Después, ellos podrían trabajar el programa mas detalladamente. De esa forma el recién llegado se podría afianzar fácilmente a nuestro mensaje de salvación y experimentara el milagro de la recuperación y crecer dentro de la “Comunidad del Espíritu” a través de que el o ella trabajaran con otros.<br /><br />El Dr. Bob lleva a los recién llegados del problema de vivir bajo la voluntad propia hacia la solución de vivir bajo la voluntad de Dios, tan pronto como le es posible. En muchas ocasiones hace esto durante los primeros tres o cinco días del recién llegado al Hospital St. Tomas en Akron. Ohio. Miles de gentes se han recuperado del alcoholismo, siguiendo la frase de acercamiento “Mantenerlo Simple”.<br /><br />Los autores del “Libro Grande” confirman lo que ha dicho el Dr. Bob nos ha estado diciendo acerca de dar los Pasos pronto . Tenemos que descubrir “la verdad de lo que estamos cargando” para poder cambiar el comportamiento que nos ha cortado del Espíritu del Universo. En la parte inferior de la pagina 61, escribieron :<br /><br />“Miremos en retrospectiva nuestras vidas. Solamente contaban la entereza y la honradez. Cuando terminamos, consideramos cuidadosamente el resultado”.<br />(Pág. 61, pfo.2, líneas 1 - 3)<br /><br />Nótese que los autores nos dicen que seamos íntegros y en la siguiente línea nos dice que debemos hacer al terminar. Desde el momento que esto esta en un solo párrafo, asumimos que nos están diciendo que completemos este inventario en una sentada.<br /><br />Pero mantenga en mente que esto es solo una sugerencia. Ustedes se pueden llevar el tiempo que quieran en hacer su inventario, siempre y cuando lo tengan listo y lo compartan con su “Padrino” o consejero espiritual antes de la siguiente reunión.<br /><br />Ahora, veamos que es lo que vamos a escribir. De la pagina 60 a la 66, los autores nos dan una lista de defectos que tenemos que eliminar y una lista de cualidades que tenemos que fortalecer. En la pagina 60, nos piden que examinemos nuestros resentimientos :<br /><br />“El resentimiento es el ofensor número uno. Destruye más alcohólicos que otra cosa. De este se derivan todas las formas de enfermedad espiritual......<br /> ......Cuando tratamos los resentimientos los escribimos en un papel. Hicimos una lista de personas, instituciones o principios con los que estabamos molestos”.<br />(Pág. 60, pfo.3, líneas 1 - 3 y 7 - 10)<br /><br />En el primer párrafo de la pagina 66, los autores enfatizan que los resentimientos nos mantienen alejados de nuestro Creador. Tenemos que eliminarlos, si es que buscamos un despertar espiritual :<br /><br />“Es evidente que una vida en la que hay resentimientos profundos solo conduce a la futileza y a la infelicidad. En el grado exacto en que permitimos que esto ocurra, malgastamos unas horas que pudieron haber sido algo que valiera la pena. Pero con el alcohólico, cuya esperanza es el mantenimiento y el desarrollo de una experiencia espiritual, este asunto de los resentimientos es infinitamente grave. Nosotros nos dimos cuenta de que es fatal porque cuando estamos abrigando estos sentimientos nos cerramos a la luz del espíritu. La locura del alcohol regresa y volvemos a beber ; y para nosotros beber es morir”.<br />(Pág. 62, pfo.1, líneas 1 - 11)<br /><br />Después los autores nos indican que miremos nuestra parte en cada situación, para ver que reparaciones tenemos que hacer :<br /><br />“Refiriéndonos una vez más a nuestra lista, quitando de nuestras mentes los errores que los demás habían cometido, buscamos resueltamente nuestras propias faltas. ¿Cuando habíamos sido egoístas, faltos de honradez y habíamos tenido miedo ? aunque no enteramente culpables de una situación, tratamos de hacer a un lado completamente a la otra persona involucrada en ella. ¿En qué estaba nuestra culpabilidad ? El inventario era nuestro inventario y no del otro. Cuando nos dábamos cuenta de nuestras faltas las apuntábamos. Las poníamos frente a nosotros en “blanco y negro”. Admitíamos honradamente nuestras faltas y estabamos dispuestos a enmendarlas”.<br />(Pág. 63, pfo.2, líneas 1 - 12)<br /><br />Revisemos la cuarta línea. Dice “¿Cuando habíamos sido egoístas, faltos de honradez y habíamos tenido miedo?” Estos comportamientos están basados en vivir bajo nuestra propia voluntad. Además, son lo contrario a los cuatro principios del Grupo Oxford : Honestidad, Pureza, Desinterés y Amor. El Grupo Oxford usa estas virtudes para probar si un pensamiento o una acción esta basado en la Voluntad de Dios.<br /><br />Ya que tanto Bill W. Como el Dr. Bob y muchos de los autores del “Libro Grande” fueron miembros del Grupo Oxford, ellos acostumbran probar lo que han escrito. Ahora nos piden que nosotros hagamos lo mismo - probar nuestras acciones. Necesitamos saber en que camino estamos. Nos estamos moviendo hacia el “Reino del Espíritu” o ¿Continuamos hundiéndonos en “ese miserable pantano de la auto conmiseración ?”. Es nuestro egoísmo y nuestra concentración en nosotros mismos lo que nos mantiene bloqueados de nuestro Creador y nos impide encontrar una solución espiritual a nuestro alcoholismo.<br /><br />Podemos usar, ya sea la prueba de A.A. de voluntad propia o la prueba de la Voluntad de Dios del Grupo Oxford para determinar que correcciones necesitamos hacer :<br /><br /><br /><br /><br /><br />Prueba de Voluntad Propia/Voluntad de Dios<br />Usada por<br />Alcohólicos Anónimos y el Grupo Oxford<br /><br /><br /><br /> Alcohólicos Anónimos Grupo Oxford<br /><br /><br /> (Prueba de voluntad propia) (Prueba de voluntad de Dios)<br /><br /> Egoísmo Desinterés<br /> Deshonestidad Honestidad<br /> Auto-concentración Pureza<br /> Temor Amor<br /> “¿Cuando habíamos sido egoístas, faltos de honradez<br /> y habíamos tenido miedo ?”<br /> (Pág. 63, pfo.2, líneas 3 - 5)<br /><br /> Egoísmo Desinterés<br /> Deshonestidad Honestidad<br /> Resentimiento Pureza<br /> Temor Amor<br /> “ Continuamos vigilando el egoísmo, la deshonestidad,<br /> el resentimiento y el miedo”<br /> (Pág. 79, líneas 1 - 3)<br /><br /> <br /><br /><br /> Podemos usar ya sea la Prueba de A.A. de voluntad propia a la del Grupo Oxford de voluntad de Dios para revisar nuestras acciones. Si lo que hemos hecho esta basado en Egoísmo, Deshonestidad, Resentimiento y Temor, estas actividades están basadas en uno mismo. Si lo que hemos hecho esta basado en Honestidad, Pureza, Desinterés y Amor, estas actividades están dirigidas por Dios.<br /><br /> <br /><br /><br />Así que como parte de nuestro inventario, usamos los atributos del egoísmo, la Deshonestidad, la Auto concentración. y el Temor como factores de separación entre la voluntad propia y la voluntad de Dios. En el Paso Once, aprenderemos como utilizar los mismos atributos para determinar si lo que hemos escrito en nuestra meditación matinal esta originado por nuestra voluntad o la de Dios.<br /><br />Después, los autores nos piden que miremos nuestros temores. Al final de la pagina 63, escriben :<br /><br />“Analizamos concienzudamente nuestros temores. Los escribimos en un papel”.<br />(Pág. 63, pfo.4, líneas 1 - 2)<br /><br />Continuando en la pagina 64, nos informan que perderemos nuestros temores si confiamos en nuestro Creador. Si actuamos acorde a la voluntad de Dios en lugar de nuestra propia voluntad. “Grandes cosas pasaran”.<br /><br />“Tal vez haya una forma mejor - nosotros así lo creemos. Porque ahora estamos basándonos en algo diferente : nos basamos y confiamos en Dios. Confiamos en Dios infinito en vez de nuestros “Egos” limitados. Estamos en el mundo para desempeñar el papel que Él nos asigne. Justamente, en que obramos como creemos que Él lo desea y humildemente confiamos en Él, así Él nos capacita para enfrentarnos con serenidad ante las calamidades”.<br />(Pág. 64, pfo.1, líneas 1 - 8)<br /><br />En la pagina 65, los autores mencionan algunos defectos de carácter adicionales, en los que nos debemos enfocar. Además, nos piden que hagamos una lista de aquellos a quienes hemos dañado. Esta será nuestra lista de reparaciones - la gente con la que necesitamos reparar los daños hechos :<br /><br />“Examinamos nuestra conducta de los años pasados. ¿En qué habíamos sido egoístas, faltos de honradez o desconsiderados ? ¿A quienes habíamos herido ? ¿Despertamos injustificadamente celos, sospechas o resentimientos ?¿En qué habíamos sido culpables, y qué pudimos haber hecho para evitarlo ? Escribimos todo esto en un papel y lo examinamos”.<br />(Pág. 65, pfo.1, líneas 1 - 6)<br /><br />Los autores del “Libro Grande” nos han dicho repetidamente, hasta ahora, que nuestro inventario necesita ser escrito. Muy bien, pero ahora necesitamos decidir quien lo va ha escribir.<br /><br />En la “Historia de Bill”, nuestros coofundador de New York, Bill W. Describe como completo su inventario. En la pagina 12, empezando en la línea cinco del segundo párrafo, escribe :<br /><br /> “........ Sin ningún temor encaré mis pecados y estuve dispuesto a que mi recién encontrado Amigo me lo quitara de raíz”.<br />(Pág. 12, pfo.2, líneas 5 - 7)<br /><br />Bien, Bill no dice “sin temor escribí mis pecados”. Lo que él hace es aceptar que los tiene.<br />En el tercer párrafo de la pagina 12, Bill escribe como compartió su inventario con su “Padrino”.<br /><br />“Mi compañero de escuela fue a visitarme y lo puse al tanto de mis problemas y mis deficiencias. Hicimos una lista de las personas a quienes había dañado o contra las que tenía resentimientos”.<br />(Pág. 12, pfo.3, líneas 1 - 4)<br /><br />Otra vez, Bill no dice “Mi compañero de escuela fue a visitarme y le leí mi inventario de resentimientos y temores” tampoco dice, “hice una lista de las personas...”, al contrario Bill escribe, “hicimos una lista de las personas.....”<br /><br />Entonces entre Bill y Ebby hicieron la lista de reparaciones. Pensemos en esto por un minuto. Es Diciembre de 1.934 y Bill esta en el Hospital Towns, esta siendo desintoxicado de alcohol por tercera ocasión en ese año. Esta sufriendo de delirius tremens - es una persona muy enferma. Ebby ha estado sin beber por varios meses. ¿Quien cree usted que ha llevado a cabo la escritura ?<br /><br />Al hacer un inventario, hemos encontrado de gran ayuda usar una lista de defectos y cualidades. En la actualidad hay varias listas a las que se puede recurrir. Una de ellas se puede encontrar en el folleto de Washington, D.C., que vimos la semana pasada. Otra de la lista a sido publicada en Agosto de 1.946 por la revista de A.A. Grapevine. Una tercera lista esta en un libro distribuido por el Grupo de Miniápolis, Minnesota titulado, Una interpretación de los Doce Pasos del Programa de Alcohólicos Anónimos. Ustedes pueden usar cualquiera o todas estas listas de repaso. Nosotros vamos a ver la del folleto de Washington, D.C. en detalle. Esperamos, que nuestra explicación de esa lista de repaso, les facilite hacer su inventario.<br /><br />El folleto de Washington, D.C. contiene instrucciones especificas para hacer el Cuarto Paso.<br /><br />“... Algunos, equivocadamente, pensamos que el inventario es un cumulo de deudas sin pagar, y una lista de disculpas que no hemos hecho. Nuestros problemas van mucho más profundo. <br /><br />Encontraremos la raíz de nuestros problemas, que han sido basados en - Resentimiento - Falso Orgullo - Envidia - Celos - Egoísmo y varios más. La Pereza es otro factor importante. En otras palabras estamos haciendo un inventario de nuestro carácter - nuestra actitud hacia nosotros - nuestra real forma de vivir”.<br />(A.A. - Una interpretación de los Doce Pasos, pagina 15)<br /><br />Los defectos de carácter mencionados en el folleto de Washington D.C. son Resentimiento, Falso Orgullo, Envidia, Celos, Egoísmo y Pereza. A esto, tenemos que añadirles la Deshonestidad y Temor, sacados de la prueba de A.A. de voluntad propia que esta en la pagina 62 del “Libro Grande”.<br /><br />Con estos defectos tenemos suficiente. Ahora, veamos acerca de las cualidades.<br /><br />Los autores enlistan cualidades a través del capitulo 5. Empezando en la línea 5 del cuarto párrafo en la pagina 62, nos dicen como tenemos que reaccionar con aquellos que nos han lastimado :<br /><br />“Le pedimos a Dios que nos ayudara a demostrar la misma tolerancia, paciencia y compasión que gustosamente tendríamos para con un amigo enfermo. Cuando alguien ofendía nos decíamos a nosotros mismos : “Esta enfermo, - ¿Como ayudarlo ? Dios me libre de enojarme. Hágase Tu voluntad”.<br />(Pág. 62, pfo.4, líneas 5 - 8, Pág. 63, líneas 1 - 2)<br /><br />En la pagina 66, nos muestra algunas cualidades mas, mientras sumarisan el proceso del inventario. Empezando con la segunda línea del segundo párrafo, escriben :<br /><br /><br /><br /><br /><br /> “... Hemos catalogado y analizado nuestros resentimientos; hemos empezado a ver su futilidad y fatalidad y a comprender su terrible poder destructivo. Hemos empezado a aprender la tolerancia, la paciencia y la buena voluntad hacia los hombres, aun hacia nuestros enemigos”.<br />(Pág. 66, pfo.2, líneas 2 - 7)<br /><br />Encontramos listas adicionales de cualidades en el folleto Washington, D.C. y en artículos de revistas de A.A. Grapevine. Algunos de estos son Perdón (Pureza), Humildad. Satisfacción, Verdad, Generosidad (Desinterés), Actividad (Esmero), Honestidad y Fe (Amor).<br /><br />Hemos visto lo principal de ambos lados. Nuestro inventario consiste en una lista de defectos a cuidar y una lista de cualidades a mejorar.<br /><br />Para enseñarles que tan fácil es hacer un inventario del Cuarto Paso. Les daremos un ejemplo. En este ejemplo, asumimos que el “Padrino” es el que hace la escritura. Así que, empecemos.<br /><br />El Padrino empieza en la parte de arriba de la lista de chequeo. El o ella escribe (hacia abajo), algunas de la personas, instituciones y principios que el recién llegado usualmente tiene que inventariar - Padres, esposas, hijos, amigos, parientes, jefes, empleados, oficiales de policía, personal militar, oficiales del gobierno, abogados, prisiones, manicomios, Dios, religión etc. etc. El “Padrino” escribirá mas, según vaya saliendo durante la sesión”.<br /><br />El “Padrino” le pide al recién llegado que revise la lista y ponga marcas en los defectos de carácter en los que se identifique. Si el recién llegado no se encuentra en condiciones de hacer esto, el “Padrino” empezara a ser preguntas, y a marcar la lista de acuerdo con las respuestas del recién llegado o la recién llegada.<br /><br />El “Padrino” empieza preguntando algo como, “Veamos a sus padres. ¿Resiente a su Madre ?” Si el/la, recién llegado contesta que si, el “Padrino” pone una marca en la línea correspondiente al Resentimiento. El “padrino” continua hacia abajo, viendo los defectos en la lista y preguntando : “¿Ha hecho algo que lo aya hecho ver bien a usted a costa de ella ? ¿Ha sentido envidia de ella ? ¿Esta Celoso de ella ? ¿Ha sido egoísta con ella ? ¿Ha sido perezoso para con ella ? ¿Ha sido deshonesto con ella ? ¿Siente miedo de ella ?” Basado en las respuestas de el/ella el “Padrino” hará las marcas correspondientes.<br />El “Padrino” le pregunta al recién llegado que describa los incidentes de cada marca. Juntos, deciden si se necesita disculpar o hacer alguna reparación.<br /><br />Por ejemplo, el “Padrino” y el recién llegado deciden que el recién llegado deberá hacer reparaciones a su madre por haber sido egoísta y perezoso. El “Padrino” marca un circulo sobre la marca existente en el cuadro correspondiente a Egoísmo y Pereza.<br /><br />El “Padrino” y el recién llegado trabajan a través de la lista, analizando a la gente, instituciones y principios. El “Padrino” va marcando y circulando la lista hasta que el recién llegado describa lo mas que pueda del “grosor de sus desventajas”.<br /><br /> Después, ambos ven el otro lado de la lista, el de las cualidades. Las cualidades, que son lo contrario a los defectos con menos marcas son las características positivas que el recién llegado ya tiene. Las cualidades con mayor numero de marcas, son las cualidades personales a fortalecer a través de que el recién llegado haga las reparaciones necesarias. <br /><br />En nuestro ejemplo, el “Padrino” y el recién llegado han puesto una lista con solo pocas marcas en los renglones de Celos, Pereza y Deshonestidad y numerosas marcas en los renglones de Resentimiento y egoísmo. El “Padrino”, ahora dice algo como : “Este inventario nos muestra, en su mayor parte, que usted es una persona honesta, trabajadora y en la que se puede confiar. Usted también será una persona con mas perdón y generosidad si usted empieza a hacer reparaciones en su Resentimiento y en su Egoísmo.<br /><br />Hemos visto las cualidades igual que los defectos porque muchos de nosotros hemos perdido mucho de nuestra auto - estima y de nuestro valor personal, debido a nuestro alcoholismo. Y aunque pensemos que hemos hecho muchas y destructivas cosas mientras bebíamos, no tenemos porque repetir estas acciones otra vez, si estamos dispuestos a aceptar nuestros errores y tratar de corregirlos. Si estamos sinceramente arrepentidos, Dios ya nos ha perdonado. Ahora es tiempo de que nos perdonemos nosotros.<br /><br />Los autores nos dicen esto el la pagina 66. Empezando en la primera línea, escribieron :<br /><br /><br /><br />“Si lamentamos lo que hemos hecho y tenemos el deseo sincero de que Dios nos conduzca a cosas mejores, creemos que seremos perdonados y que habremos aprendido nuestra lección. Si no lo lamentamos y nuestra conducta sigue dañando a otros, es seguro que beberemos. No estamos teorizando. Estos son hechos de nuestra propia experiencia”.<br />(Pág. 66, líneas 1 - 6)<br /><br />Por lo tanto, es tiempo de hacer, sin miedo, un inventario moral - es tiempo de limpiar los despojos del pasado para poder acercarnos al Espíritu del Universo. Tenemos copias de listas de cualidades y defectos para el que quisiera usar este formato para su inventario del Cuarto Paso.<br />Hemos terminado nuestra charla del Cuarto Paso, pero antes de terminar la sesión tenemos que discutir un detalle mas - la persona con quien compartiremos nuestro inventario.<br /><br />El Quinto Paso dice “Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos, y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestros defectos” Así es que tendrá que hablar sobre su inventario con alguien más.<br /><br />Esta persona puede ser el miembro de A.A. que los estaba “Apadrinando” en esta sesión, pero no tiene que serlo forzosamente. Los autores del “Libro Grande” nos dan otras opciones.<br /><br />En la parte inferior de la pagina 68, nos dan direcciones de como escoger a la persona con la cual compartiremos nuestro inventario. Por favor tenga en mente de que el “Libro Grande” antes de que cualquier tipo de apadrinamiento formal fuera establecido. Los autores no usan la palabra “Padrino” en ninguna parte del texto del libro. De todas formas nos dan algunas guías acerca de la persona con la cual revisaremos nuestros defectos y cualidades :<br /><br />“Si esperamos vivir largo tiempo o felizmente en este mundo, necesariamente tenemos que ser completamente honrados con alguien. Justa y naturalmente, lo pensamos bien, antes de escoger a la persona o personas con quienes dar este paso íntimo y confidencial. Aquellos de nosotros que pertenezcamos a una religión en la que se requiere confesión, debemos y querremos acudir a la autoridad debidamente designada para recibirla. Aunque no tengamos ninguna conexión religiosa, podemos, a pesar de ello, hacer bien en hablar con alguien que esté ordenado por una religión establecida”.<br /><br /><br />“Si no podemos o preferimos no hacer esto, buscamos entre nuestros conocidos a algún amigo reservado y comprensivo. Puede ser que nuestro medico o psicólogo sea la persona indicada”.<br />(Pág. 68, pfo.4, líneas 1-4 ; Pág. 69, líneas 1-7, pfo.1, líneas 1-4)<br /><br />De todas maneras, usted podrá compartir su inventario con cuantas persona quiera. Para aquellos que todavía estén indecisos de quien podría ser esta persona, dejen que su “Padrino” los ayude a decidir.<br /><br />Si alguno de ustedes tiene duda del valor del Cuarto Paso, permítanos leerles lo que los autores del “Libro Grande” dicen. En la pagina 66, son muy claros al decir que Dios puede librarnos de nuestras dificultades, si se lo permitimos.<br /><br />“En este libro leerás una y otra vez que la fe hizo por nosotros lo que solos no pudimos hacer por nosotros mismos. Deseamos de que ahora estés convencido de que Dios puede librarte de toda la obstinación que te haya separado de Él”.<br />(Pág. 66, pfo.3, líneas 1 - 4)<br /><br />Por favor, dejen que Dios los guíe a través del proceso de su inventario. Si lo hacen, encontraran el Cuarto y Quinto Paso simple y sin desvíos. Solo dense el tiempo de completar una de las listas, ya sea ustedes solos o con su “Padrino” o consejero espiritual. Después compártanlo con otra persona.<br /><br />Pero como hemos dicho, no hay una forma correcta o incorrecta de hacer el Cuarto Paso, solamente háganlo.<br /><br /><br /><br /> ¿Tienen alguna Pregunta ?<br /><br />SESIÓN . 3 - PASO 5, 6, 7, 8 & 9<br /><br />Esta es la tercera de una serie de cuatro Sesiones para principiantes de Alcohólicos Anónimos. Es el verano de 1.946 y estamos en una reunión de A.A. en el cual los recién llegados son llevados a través de los Doce Pasos en cuatro sesiones de una hora.<br /><br />Para aquellos que estén planeando en dirigir una Reunión para principiantes, queremos asegurarles que no hay “reglas” de como hacerlo. Nuestro formato esta basado en historiales verbales y escritos de veteranos dentro de Estados Unidos y Canadá, pero sigue siendo nuestra interpretación en como esas sesiones eran enseñadas en mitad de los 40´s. Por favor siéntanse libres de modificar o adaptar nuestra interpretación a sus necesidades.<br /><br />BIENVENIDOS... a la tercera sesión de Reuniones para principiantes de A.A. Juntos, estamos dando los Doce Pasos como están descritos en el Libro Grande de Alcohólicos Anónimos. Nuestro objetivo es encontrar a Dios como nosotros lo concibamos, quien nos librara de la mortal aflicción del alcoholismo.<br /><br />Nuestros nombres son ____________________ y __________________ y somos miembros de Alcohólicos Anónimos. Estamos aquí para guiarlos en su viaje a una solución espiritual para su problema de la bebida.<br /><br />En las pasadas dos semanas, hemos dado los Pasos del Uno al Cuatro. Esperamos que cada uno de los recién llegados hayan dado el Quinto Paso con otro ser humano.<br /><br />¿Hay algunos de los recién llegados sin “Padrino” esta noche ? Si es así, por favor póngase de pie. Les asignaremos un “Padrino temporal” para cada uno de ustedes. (Preguntar por voluntarios para “Apadrinar” a los que están de pie ) Gracias. Pueden sentarse.<br /><br />Veamos cuantos siguen encarrilados - “viento en popa” como algunos nos gusta decir. Todos los recién llegados que hayan completado su inventario del Cuarto Paso y lo hayan compartido con otra persona, por favor pónganse de pie.<br /><br />Los felicitamos por tener la voluntad, honestidad y humildad necesaria para recuperarse del alcoholismo. Vamos por buen camino hacia ese prometido despertar espiritual. Queremos que sepa que todo lo que oigan o lean esta noche y la siguiente semana, es para su beneficio. Han hecho el trabajo - ahora recibirán la recompensa. Gracias. Por favor siéntense.<br /><br />Como dijimos la semana pasada, no importa quien haya hecho la escritura, siempre y cuando ustedes y sus “Padrinos” hayan sacado una lista de defectos de carácter y de personas a las cuales se necesitan hacer reparaciones.<br />Ustedes dejaran a Dios sus defectos de carácter en los Pasos Seis y Siete y harán restituciones a aquellos a los que han dañado en los Pasos Ocho y Nueve.<br /><br />Aquellos recién llegados que no hayan completado su inventario, por favor quédense. Tal vez escuchen algo que los motive a terminar los Paso Cuatro y Cinco en un futuro próximo. Pero mantengan en mente que no recibirán los beneficios y las bendiciones que vamos a estar hablando aquí esta noche.<br /><br />Estamos entrando a la fase del programa que requiere mas y más acción. La acción produce resultados. Muchos de estos resultados están en forma de promesa, las cuales, mientras nuestras vidas cambien, pasaran a ser parte integral de nuestro ser espiritual.<br /><br />Si nuestras vidas no mejoraran, ¿Para qué quisiéramos estar sobrios ? Si todo lo que miráramos en nuestro futuro fuera inquietud, irritabilidad y descontento, entonces ¿Para que trabajamos ?. A.A. ofrece mucho mas que eso - un nuevo modo de vida - mucho mejor de lo que pudimos haber imaginado. Es por eso que damos los Pasos.<br /><br />Paso 5. Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos, y ante otro ser<br /> Humano, la naturaleza exacta de nuestros defectos.<br /><br />A la mitad de segundo párrafo en la pagina 67, los autores del “Libro Grande” nos dicen que tenemos que admitir nuestros defectos ante otra persona. Empezando en la novena línea del segundo párrafo, manifiestan :<br /><br />“La mejor razón es : Si saltamos este vital paso, puede ser que no superemos la bebida. Una y otra vez los recién llegados han tratado de guardarse ciertos hechos de sus vidas. Tratando de evadir esta humillante experiencia, se han acogido a ciertos métodos más fáciles.<br /> Casi invariablemente se han emborrachado. Habiendo preservado con el resto del programa, se preguntan porqué han recaído. Creemos que la razón es que nunca acabaron su limpieza interior. Hicieron bien su inventario pero se aferraron a uno de los peores artículos de su existencia. Solamente creyeron que habían perdido su egoísmo y su temor; solamente creyeron que habían sido humildes. Pero no habían aprendido lo suficiente sobre humildad, intrepidez y honradez, en el sentido que creemos necesario, hasta que le contaron a otro toda la historia de su vida”.<br />(Pág. 67, Pfo.2, líneas 9-14, Pág. 68, líneas 1-9)<br /><br />Compartimos nuestro inventario porque somos excelentes para auto engañarnos. O acaso, ¿no somos nosotros los que solíamos decir que no teníamos problemas con la bebida ? ¡No es verdad, que nos decíamos una y otra vez que estabamos bien, mientras nos estabamos hundiendo cada vez mas en el abismo del alcoholismo ?.<br /><br />Debido a que no somos buenos jueces de carácter especialmente del nuestro, lo compartimos con alguien más. Solamente otra persona nos puede ver como somos en realidad.<br /><br />Como vimos la semana pasada, podemos compartir nuestro inventario con indeterminado número de gentes. Algunos de ellos mencionados en la pagina 69 del “Libro Grande” son líderes religiosos, doctores, psiquiatras y amigos.<br /><br />La persona en quien confiemos debe ser discreta confiable y en la cual encontramos un soporte. El o ella nunca deberá hablar de nuestro inventario con nadie más. Empezando en la primera línea del segundo párrafo de la pagina 69 los autores del “Libro Grande” escriben :<br /><br />“Es importante que esa persona pueda guardar el secreto ; que comprenda y apruebe plenamente lo que estamos proponiéndonos hacer ; que no trata de cambiar nuestro plan”.<br />(Pág. 69, Pfo.2, líneas 1-4)<br /><br />Los autores del “Libro Grande” nos dan instrucciones precisas de como dar el Quinto Paso. Al final de la pagina 69, nos dicen que tan pronto como dedicamos quien va a escuchar nuestro inventario, tomemos acción inmediatamente :<br /><br /><br /><br />“Cuando decidimos quién va a escuchar nuestra Historia, no perdemos tiempo. Tenemos un inventario escrito y estamos preparados para una larga conversación. Le explicamos a nuestro confidente lo que estamos a punto de hacer y porqué tenemos que hacerlo. Debe comprender que estamos empeñados en algo que es cuestión de vida o muerte. La mayoría de las personas que son abordadas en esta forma nos ayudarán gustosamente ;se sentirán honradas porque ponemos en ellas nuestra confianza”. (Pág. 69, Pfo.3, líneas 1-4, Pág. 70, líneas 1-5)<br /><br />En el primer párrafo de la pagina 70, los autores del “Libro Grande” nos proveen de mas direcciones :<br /><br />“Nos despojamos de nuestro orgullo y ponemos manos a la obra, esclareciendo todos los rangos de nuestro carácter y todos los resquicios del pasado”.<br />(Pág. 70, Pfo.1, líneas 1-3)<br /><br />Entonces nos notifican que después de que hayamos compartido nuestro inventario, seremos recompensados. Mas adelante en el primer párrafo de la pagina 70, los autores del “Libro Grande” nos dan una lista de beneficios que obtendremos como resultado de dar este paso.<br /><br /> “...Una vez que hemos dado este paso, sin retener nada, nos sentimos encantados. Podemos mirar de frente al mundo ;podemos estar solos y perfectamente tranquilos y en paz ;nuestros temores desaparecen. Empezamos a sentir la proximidad de nuestro Creador. Podemos haber tenido ciertas creencias espirituales, pero ahora empezamos a tener una experiencia espiritual. La sensación de que el problema de la bebida ha desaparecido frecuentemente se sentirá con intensidad. Sentimos que vamos andando por el Camino Ancho tomados de la mano con el Espíritu del Universo”.<br />(Pág. 70, Pfo.1, líneas 3-13)<br /><br />Estamos ahora en camino hacia la recuperación del alcoholismo. Los autores del “Libro Grande” manifiestan que estamos en el proceso de tener una experiencia espiritual, y como resultado, nuestra obsesión por beber será removida.<br /><br />Piense en como estas promesas se están cumpliendo en sus vidas. Ciertamente, se han cumplido en las nuestras.<br /><br />En el siguiente párrafo los autores del “Libro Grande” nos dan direcciones especificas de que hacer después de haber terminando de compartir nuestro inventario :<br /><br />“Al regresar a casa buscamos la manera de estar solos durante una hora para meditar cuidadosamente sobre lo que hemos hecho. Le damos gracias a Dios desde el fondo de nuestro corazón por conocerlo mejor. Tomamos este libro y lo abrimos en la pagina en que están los Doce Pasos. Leyendo cuidadosamente las cinco primeras proposiciones, nos preguntamos si hemos omitido algo, porque estamos construyendo un arco por el que pasaremos para llegar a ser, por fin, hombres libres. ¿Es firme lo que hemos construido hasta ahora ? ¿Están las piedras en su lugar ? ¿Hemos escatimado el cemento que usamos para la base?.¿Hemos tratado de hacer sin arena la mezcla del cemento ? ”.<br />(Pág. 70, Pfo.2, líneas 1-12).<br /><br />Los autores del “libro Grande” nos proponen que revisemos los primeros cinco Pasos para asegurarnos que no hemos omitido nada. Si ya han hecho esto, están listos para proceder con el paso Seis :<br /><br />Paso 6. Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos liberase de todos estos defectos de carácter.<br /><br />En el Paso Seis, los autores del “Libro Grande” nos piden que contestemos una simple pregunta. Empezando con la líneas tres, del tercer párrafo de la pagina 70, nos preguntan :<br /><br />“... ¿Estamos ahora dispuestos a dejar que Dios elimine de nosotros todas esas cosas que hemos admitido son inconvenientes ? ¿Puede Él, ahora, quitárnoslas todas - todas sin excepción ? Si todavía nos aferramos a alguna, de la que no queremos desprendernos, le pedimos a Dios que nos ayude a tener buena voluntad para hacerlo”.<br />(Pág. 70, Pfo.3, líneas 3-6, Pág. 71, líneas 1-2)<br /><br />Así es que, de acuerdo con los autores del “Libro Grande”, es tiempo de tomar decisiones otra vez. Nos damos cuenta que ellos quieren que se dé el Sexto Paso la misma tarde en que se compartió el Cuarto Paso con el “Padrino”. En caso de que su “Padrino” no los haya dirigido a la pagina 70 del “Libro Grande”, nosotros los guiaremos hacia el Sexto Paso ahora. Si ya completaron el Sexto Paso, les pedimos que vuelvan a dar el Paso esta vez con el Grupo.<br /><br />Durante el Quinto Paso, identificamos nuestros defectos de carácter usando la lista de defectos y cualidades con la que trabajamos la semana pasada. En el Paso Seis, hacemos los preparativos necesarios para pasar estos defectos de carácter en manos de Dios.<br /><br />Iniciemos con un momento de silencio para decirle a Dios que nos dé la buena voluntad de que Él nos remueva todos estos defectos que encontramos en nuestros inventarios.<br /><br /> (Hacemos un momento de Silencio)<br /><br />Ahora, los recién llegados que hayan completado su Quinto Paso póngase de pie. Esta es la pregunta del Sexto Paso :<br /><br />“¿Están listos a que Dios les remueva todas las cosas que ustedes admitieron les son dañinas ?”<br /><br />Por favor contesten uno por uno, si o no.<br /><br />(Esperar a que cada recién llegado conteste la pregunta)<br /><br />Gracias, se pueden sentar.<br /><br />Aquellos que contestaron si a la pregunta han completado el Sexto Paso están listos para proceder con el Paso Siete.<br /><br />Paso 7. Humildemente le pedimos que nos liberase de nuestros<br /> defectos.<br /><br />Este Paso es directo. Consiste en una oración. La oración se encuentra en el primer párrafo de la pagina 71, y dice :<br /><br />“... Creador mío, estoy dispuesto a que tomes todo lo que soy, bueno y malo. Te ruego que elimines de mi cada uno de los defectos de carácter que me obstaculizan en el camino para que logre ser útil a Ti y a mis semejantes. Dame la fortaleza para que al salir de aquí, cumpla con tu voluntad. Amen”.<br />(Pág. 71, Pfo.1, líneas 2-6)<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />Queremos que todos aquellos que estén listos a dar el Paso Siete, que lean la oración una segunda vez, ahora con nosotros.<br /><br />Leamos la oración del Séptimo Paso, todos juntos.<br />(Leer la oración por segunda vez)<br /><br />De acuerdo con los autores del “Libro Grande” hemos completado el Paso Siete.<br /><br />Ahora, es tiempo de limpiar los despojos de nuestro pasado. Hacemos esta limpieza por medio de hacer reparaciones y restituciones.<br /><br />Paso 8. Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes<br /> habíamos ofendido y estuvimos dispuestos a reparar el daño<br /> que les causamos.<br /><br />Los Autores del “Libro Grande” manifiestan, “hicimos una lista”. ¿Tenemos, ahora, que hacer una lista ? ¡De hecho, no ! Ya hicimos una lista como parte de nuestro Cuarto Paso. En la pagina 71 del “Libro Grande” los autores confirman esto :<br /><br />“Ahora necesitamos mas acción, sin la cual encontramos que la “fe sin obras está muerta”. Veamos el Octavo y Noveno Pasos. Tenemos una lista de personas a las que hemos perjudicado y estamos dispuestos a reparar esos daños. La hicimos al hacer nuestro inventario”.<br />(Pág. 71, Pfo.2, líneas 1-5)<br /><br />Por esto nos mantenemos con nuestro inventario del Cuarto Paso. Contiene nuestra lista de reparaciones del Octavo Paso.<br /><br />Aquellos recién llegados que incluyeron una lista de reparaciones como parte de su inventario del Cuarto Paso, felicidades. Han completado el Paso Ocho.<br /> <br /> Pasemos al Paso Nueve.<br /><br />Paso 9. Reparamos directamente a cuantos nos fue posible, el daño<br /> causado, excepto cuando el hacerlo implicaba perjuicio para<br /> ellos o para otros.<br /><br />El proceso de reparaciones esta explicado, detalladamente, entre las paginas 71 a 77. En la pagina 71, empezando con la sexta línea del párrafo dos, los autores del “Libro Grande” nos dicen que hacer :<br /><br /> “... Ahora vamos a nuestros semejantes y repararemos el daño que hemos causado en el pasado. Tratamos de barrer los escombros acumulados como resultado de nuestro empeño en vivir obstinados y manejarlo todo a nuestro capricho. Si aun no tenemos la voluntad de hacerlo, la pedimos hasta que nos llegue. Recordemos que al principio estuvimos de acuerdo en que haríamos todo lo que fuese necesario para sobreponernos al alcohol”.<br />(Pág. 71, Pfo.2, líneas 6-13)<br /><br />En el siguiente párrafo, en la pagina 71, los autores del “Libro Grande” nos dan algunos de sus conocimientos de como acercarnos a algunos con los que les tenemos que hacer reparaciones.<br /><br />“Probablemente todavía queremos retroceder. Al mirar la relación de conocidos de negocios y de amigos a quienes hemos dañado, puede que sintamos desconfianza de ir a ver algunos de ellos sobre una base espiritual. Reasegurémonos. Con alguno de ellos no necesitaremos y probablemente no tendremos que hacer énfasis en la parte espiritual la primera vez que los abordemos. Podríamos prejuzgarlos. Por el momento tratamos de poner en orden nuestras vidas; pero esto no es una finalidad en sí. Nuestro verdadero propósito es ponernos en condiciones para servir al máximo a Dios y a los que nos rodean”.<br />(Pág. 71, Pfo.3, líneas 1-11)<br /><br />En la ultima oración de este párrafo, los autores claramente exponen nuestros propósitos para vivir. Nos dice él por que estamos aquí - para servir a Dios y a nuestros semejantes.<br /><br />Luego en la pagina 71, nos piden que dejemos que sean nuestras acciones, en lugar de nuestras palabras, las que demuestren a otros que hemos cambiado. Empezando en la línea 11 del párrafo 3 escriben :<br /><br />“... Rara vez resulta prudente abordar a un individuo que todavía esta dolido por alguna injusticia nuestra para con él y comunicarle que ya nos hemos vuelto religiosos. Esto en boxeo sería dejar la mandíbula descubierta. ¿Por qué correr el riesgo de que se nos tilde de fanáticos o majaderos religiosos ? Podríamos truncar una futura oportunidad para llevar un mensaje beneficio. Pero es seguro que a nuestro hombre le impresione un deseo sincero de corregir lo que está mal. Le interesará más una demostración de buena voluntad que nuestra charla sobre descubrimientos espirituales”.<br />(Pág. 71, Pfo.3, líneas 11-14, Pág. 72, líneas 1-6)<br /><br /><br /><br />Una de las reparaciones que más trabajo cuesta hacer, son aquellas ante alguien que en realidad no nos simpatiza. Pero, ya sea que nos agrade o no, debemos proceder. En el primer párrafo de la pagina 72, empezando en la líneas 10, encontramos :<br /><br /> “... A pesar de esto, cuando se trata de una persona que nos desagrada, nos empeñamos en hacerlo. Es más difícil ir a un enemigo que a un amigo, pero encontrarnos que es más beneficioso para nosotros. Le abordamos con el mismo deseo de ser serviciales y de perdonar, confesando nuestro antiguo rencor y expresando nuestro pesar por ello”.<br />(Pág. 72, Pfo.1, líneas 10-14)<br /><br />En el siguiente párrafo de la pagina 72, los autores, también nos proveen instrucciones sobre lo que podamos decir :<br /><br />“Bajo ningún pretexto criticamos a la persona ni discutimos con ella. Sencillamente le decimos que nunca dejaremos de beber mientras no hayamos hecho todo lo posible por enderezar nuestro pasado. Estamos aquí para barrer nuestro lado de la calle, comprendiendo que no podemos hacer nada que valga la pena hasta que lo hagamos, nunca tratando de decirle qué es lo que él debe hacer. No se discuten sus defectos ; nos limitamos a los nuestros. Si nuestra actitud es calmada, franca y abierta, quedaremos complacidos con el resultado”.<br />(Pág. 72, Pfo.2, líneas 1-10)<br /><br />Los autores explican que hacer acerca de nuestras deudas. Tal vez no nos guste el sacrificio que se requiere para poder pagar las deudas, pero debemos sacrificarnos. El proceso nos fuerza a confiar en Dios para que a través de su guía, nos salgamos de obrar bajo nuestra propia voluntad y pasemos a vivir bajo la voluntad de Dios. Bajo la dirección de Dios, encontramos que nos es mucho más fácil hacer reparaciones de lo que jamas imaginamos. En la pagina 73 ellos escribieron.<br /><br />“La mayoría de los alcohólicos deben dinero. Nosotros no esquivamos a nuestros acreedores. Al decirles lo que estamos tratando de hacer no ocultamos lo de nuestra manera de beber; de todos modos, generalmente lo saben aunque creamos lo contrario. Tampoco tememos revelar nuestro alcoholismo, basándonos en que ello puede causar un daño económico. Abordando en esta forma, el acreedor mas despiadado nos sorprenderá a veces . Al concertar el mejor arreglo posible, podemos hacerles saber a estas personas lo apenados que estamos. <br /><br /><br />Nuestra manera de beber nos a hecho morosos con nuestros pagos. Tenemos que perder el miedo a los acreedores, sin importar lo mucho que necesitemos hacer para lograrlo, porque estamos expuestos a beber si tenemos miedo a encararlos”.<br />(Pág. 73, Pfo.1, líneas 1-14)<br /><br />Tenga en cuenta que valor no quiere decir ausencia de miedo. “Valor es enfrentar el miedo y superarlo”.<br /><br />Después, en la pagina 73, los autores nos vuelven a dar instrucciones para que pidamos a Dios que nos guíe. Esta confianza en Dios es esencial, si no queremos que los temores que nos han separado del Creador siga creciendo :<br /><br />“Aunque estas reparaciones tienen innumerables formas, hay algunos principios generales que nos parecen orientativos. Recordándonos a nosotros mismos que hemos decidido hacer todo lo que fuese necesario para encontrar una experiencia espiritual, pedimos que se nos dé fortaleza y se nos dirija hacia los que es debido sin importar cuáles pudiesen ser las consecuencias personales. Podemos perder nuestras posición, nuestra reputación o afrontar la cárcel. Pero estamos dispuestos. Tenemos que estarlo ; no debemos amedrentarnos ante nada”.<br />(pág. 73, Pfo.3, líneas 1-5, Pág. 74, líneas 1-5)<br /><br />Los autores del “Libro Grande” nos sugieren que le pidamos ayuda a otros antes de hacer las reparaciones más dificultosas. Necesitamos dirección, preferiblemente de alguien que entienda el inventario y el proceso de restitución. Necesitamos asegurarnos de no hacer mas daño mientras limpiamos nuestro lado de la acera. En la pagina 74, escriben :<br /><br />“Antes de proceder drásticamente en algo que puede implicar a otras personas, les pedimos su consentimiento. Si lo hemos obtenido, si hemos consultado el caso con otros, si hemos pedido a Dios que nos ayude y si es indicado dar ese drástico paso, no debemos retroceder”.<br />(Pág. 74, pfo.3, líneas 1-5)<br /><br />En el tercer párrafo de la pagina 76, se nos vuelve a dar instrucciones de que le pidamos a Dios que nos guíe mientras enmendamos nuestras malas acciones del pasado :<br /><br /><br /><br />“Quizá haya algunos casos en los que se requiere la mayor franqueza. Ningún extraño puede evaluar debidamente una situación íntima. Puede ser que ambos decidan que, de acuerdo con el sentido común y la bondad del amor, lo mas indicado es considerar que lo pasado ya pasó. Cada uno puede rezar por ello, pensando en primer lugar en la felicidad del otro”.<br />(Pág. 76, Pfo.3, líneas 1-7)<br /><br />Este es un ejemplo de como debemos de tener tacto y ser considerados con otros, mientras hacemos nuestras reparaciones. Nadie a dicho que es fácil - pero se tiene que hacer.<br /><br />En algunos de los siguientes párrafos en las paginas 76 - 77, los autores del “Libro Grande” manifiestan de una manera enfática que el dejar de beber es solo el principio. Necesitamos tomar acciones adicionales si queremos recuperarnos del alcoholismo :<br /><br /> “... A veces oímos decir a algún alcohólico que la única cosa que necesita es mantener su sobriedad. Ciertamente tiene que mantener su sobriedad. Ciertamente tiene que mantenerse sobrio, porque no habría hogar si no lo hace. Pero todavía dista mucho de estar haciendo bien a la esposa o a los padres, a quienes por años a tratado espantosamente “El alcohólico es como un huracán rugiente que pasa por las vidas de otros. Se destrozan corazones. Mueren las dulces relaciones. Los afectos se desarraigan. Hábitos egoístas y desconsiderados han tenido el hogar en un constante alboroto. Creemos que es un irreflexivo el hombre que dice que le basta con abstenerse de beber”.<br />(Pág. 76, Pfo.4, líneas 2-5, Pág. 77, líneas 1-2, Pfo.1, líneas 1-6)<br /><br />Dejar de beber no es suficiente. Los autores del “Libro Grande” ponen esto muy claro. En el segundo párrafo de la pagina 77, escriben :<br /><br />“Sí, hay por delante un largo período de reconstrucción. Tenemos que tomar la delantera. Musitar llenos de remordimientos que estamos arrepentidos es algo que de ninguna manera será suficiente. Debemos sentarnos con nuestros familiares analizar francamente del pasado tal y como lo vemos ahora, teniendo mucho cuidado de no criticarlos a ellos. Sus defectos pueden ser muy notorios, pero es probable que nuestros propios actos sean parcialmente la causa de éstos. Así que dejamos todo en claro con la familia, pidiendo cada mañana que nuestro Creador nos enseñe el camino de la paciencia, de la tolerancia, de la bondad y del amor”.<br />“La vida espiritual nos es una teoría, tenemos que practicarla”.<br />(Pág. 77, Pfo.2, líneas 1-11, Pfo.3, líneas 1-2)<br /><br />Aquí, se nos dice, que para poder recuperarnos del alcoholismo, tenemos que vivir el programa de A.A. Así que no solo damos los Pasos, vivimos los Pasos, en nuestro diario vivir.<br /><br />Mas adelante en las paginas 77, 78 los autores nos dirigen en lo que tenemos que hacer si podemos reparar los daños con alguien cara a cara :<br /><br />“Puede haber ciertos agravios que hayamos hecho que nunca puedan recuperarse completamente. Si podemos decirnos honradamente que los repararíamos si pudiéramos, no nos preocupamos por ellos. Hay personas a quienes no podemos ver y por lo tanto les enviamos una carta sincera”.<br />(Pág. 77, Pfo.4, líneas 1-2, Pág. 78, líneas 1-3)<br /><br />Los autores terminan el Paso Nueve con otra lista de beneficios. En el primer párrafo de la pagina 78, nos dicen detalladamente que es lo que va ha pasar una vez que empecemos a limpiar los escombros de nuestro pasado. Describen estos beneficios como unas promesas. El “Libro Grande” esta lleno de promesas. Aquí están algunas de ellas :<br /><br />“Si nos esmeramos en esta fase nuestro desarrollo, nos sorprenderemos de los resultados antes de llegar a la mitad del camino. Vamos a conocer una libertad y una felicidad nuevas. No nos lamentaremos por el pasado ni desearemos cerrar las puertas que nos llevan a él. Comprenderemos el significado de la palabra serenidad y conoceremos la paz. Sin importar lo bajo que hayamos llegado, percibiremos cómo nuestra experiencia puede beneficiar a otros. Desaparecerá ese sentimiento de inutilidad y lástima de nosotros mismos. Perderemos el interés en cosas egoístas y nos interesaremos en nuestros compañeros. Se desvanecerá la ambición personal. Nuestra actitud y nuestro punto de vista sobre la vida cambiarán. Se nos quitará el miedo a la gente y a la inseguridad económica. Intuitivamente sabremos manejar situaciones que antes nos desesperaban. De pronto comprenderemos que Dios está haciendo por nosotros lo que por nosotros mismos no podíamos hacer”.<br /><br />“¿Son éstas promesas extravagantes ? No lo creemos. Están cumpliéndose entre nosotros - a veces rápidamente, a veces lentamente, pero siempre se realizarán si trabajamos para obtenerlas”.<br />(Pág. 78, Pfo.1, líneas 1-17, Pfo.2, líneas 1-4)<br /><br />¡Vaya mensaje de esperanza ! Esta mas allá de la comprensión todas esas maravillosas cosas que ocurrirán si tan solo hacemos enmiendas a todos aquellos a quienes hemos dañado. Pero ocurrirán - eso es una garantía.<br /><br />El Dr. Bob, nuestro coofundador de Akron, Ohio, entendió que no podía permanecer sobrio hasta que hiciera sus enmiendas. Hizo sus reparaciones en un día. En la pagina 143, leamos acerca del Paso Nueve del Dr. Bob :<br /><br />“Una mañana agarró al toro por los cuernos y empezó a decirles a todos aquellos a quienes temía, cuál era el mal que padecía. Se sorprendió de lo bien que fue recibido y se entero de que muchos sabían cómo bebía. Se subió a su coche e hizo un recorrido de las personas a quienes había perjudicado. Temblaba mientras iba del uno al otro, porque eso podría significar su ruina; especialmente tratándose de alguna persona dedicada a la misma actividad que él”.<br />“A media noche regreso a casa exhausto pero muy feliz. Desde entonces no ha bebido ni una copa”.<br />(Pág. 143, Pfo.3, líneas 1-8, Pfo.4, líneas 1-2)<br /><br />Con esto concluimos nuestras discusión del Paso Nueve. Para los recién llegados, parte de su tarea para la siguiente semana es empezar a trabajar con lista de reparaciones. Si no están seguros en como proceder con una determinada reparación, pidan ayuda a su “Padrino” o a su consejero espiritual.<br /><br />La próxima semana daremos los Pasos Diez, Once y Doce. Antes de dar terminada esta sesión, queremos exponer el fundamento de Paso Once. Este es el Paso que nos pone directamente en contacto con el Dios de nuestro entender.<br /><br /> El Paso Once dice : “Buscamos, a través de la oración y la meditación, mejorar nuestro contacto consciente con Dios, como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos dejase conocer su voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla”.<br /><br /> Desde el mismo comienzo, los autores del “Libro Grande” nos han estado preparando para este contacto consciente por medio de intercalar referencias en como recibir la dirección de Dios.<br /><br />Así que, antes de seguir viendo el Paso Once, regresaremos a algunas de las referencias de la dirección de Dios que nos da el “Libro Grande”.<br /><br /><br /><br /><br />Empecemos por definir la palabra “dirección”. Debido a que el “Libro Grande” fue escrito a finales de los años 30´s, estamos usando un diccionario de esa época. Tenemos que estar seguros de entender lo que los autores del “Libro Grande” querían decir cuando escribieron la palabra, no el significado de la palabra actual.<br /><br />El verbo “dirigir” es definido como : “conductor, directo, influenciador o regulador”. Dos sinónimos son : “revelar” y “mostrar”.<br /><br />Ahora, busquemos los pasajes en el “Libro Grande” donde los autores usan las palabras que se refieren a la dirección. Hay mas de una docena.<br /><br />Hace unos minutos solamente, leímos uno de ellos. Regresemos a la pagina 77, y volvamos a leer la ultima oración del párrafo Dos, dice así :<br /><br /> “... Pidiendo cada mañana que nuestro Creador nos enseñe el camino de la paciencia, de la tolerancia, de la bondad y del amor”.<br />(Pág. 77, Pfo.2, líneas 9-11)<br /><br />Así que, cada día le pedimos a Dios que nos muestre el camino correcto para vivir. En otras palabras, le pedimos a Dios que dirija nuestras acciones.<br /><br />Hay muchas mas referencias a la dirección, empezando desde el Primer Paso. Nosotros solo vamos a mencionar algunas de ellas.<br /><br />En la pagina 12, en la “Historia de Bill”, nuestro coofundador de la ciudad de New York habla acerca de la meditación y dirección, Empezando con la tercera línea del cuarto párrafo, Bill escribió :<br /><br /> “... Cuando estuviera en duda, permanecería en quietud y le pediría a Él dirección y fortaleza para enfrentarme a mis problemas tal y como Él lo dispusiera”.<br />(Pág. 12, Pfo.4, líneas 3-6)<br /><br />El termino, “permanecería en quietud” es similar al concepto del Grupo Oxford “tiempo de silencio”, el cual es una meditación matutina diaria. Es común en los miembros del Grupo Oxford escribir las direcciones que reciben en este “tiempo de silencio”, así puede comparar las direcciones recibidas con los conceptos de los “Cuatro Absolutos”. Estos son: Honestidad, Pureza, Desinterés y Amor.<br /><br />Este proceso esta basado en la creencia de que “Dios habla” y que Él guiara y dirigirá a cualquiera que este dispuesto a escuchar. Ellos escriben lo que escuchan, así pueden separar sus ideas de Dios y por consecuencia, tomar las acciones correctas. Ellos creen que si lo que han escrito es honesto, puro, desinteresado y amoroso, estas ideas han venido de Dios. Si lo que han escrito es deshonesto, resentido, egoísta o temeroso, esas ideas son ellos mismos.<br /><br />Los autores de “Libro Grande” también creen que “Dios habla”. Como aprenderemos la semana que viene, Nuestro Creador se comunica con nosotros por medio de la inspiración, una idea intuitiva o una decisión.<br />En la pagina 53, los autores manifiestan que Dios nos va a hablar :<br /><br />“... El ha llegado a todos los que han buscando honestamente”.<br />“Cuando nosotros nos acercamos a El, El se nos reveló”.<br />(Pág. 53, Pfo.2, líneas 3-4, Pfo.3, líneas 1)<br /><br />Cuando los autores del “Libro Grande” escriben “El se nos revelo”, ellos están aseverando que Dios, revelara su ser a nosotros.<br /><br />En la pagina 65, encontramos otra referencia sobre dirección. Empezando con la sexta línea de tercer párrafo, los autores del “Libro Grande” escriben :<br /><br />“En meditación, preguntamos a Dios lo que debemos hacer en cada asunto determinado. Si lo deseamos, nos llegará la respuesta correcta”.<br />(Pág. 65, Pfo.3, líneas 6-8)<br /><br />¿Como es que Dios nos va ha proveer con la respuesta correcta ? Nos la va a decir. Por eso es tan importante que aprendamos, como escucharlo.<br /><br />Estos han sido unos pocos ejemplos del “Libro Grande” sobre la oración y la meditación. Son suficientes para que nosotros empecemos. Ahora ya sabemos que necesitamos para poder encontrar al “Espíritu del Universo”.<br /><br />Vamos a proveerles con algún material adicional en como establecer un contacto consciente con Dios. A finales de los años 30´s, un miembro del Grupo Oxford escribió un pequeño ensayo titulado, Como escuchar a Dios. Este es el mas claro paquete de instrucciones que hemos encontrado de como meditar.<br />Brevemente los lleváremos por este folleto de cuatro paginas. Les sugerimos que conduzcan su meditación matinal diaria basados en estas guías. Las siguientes semanas, déjenos saber que paso.<br /><br />El Autor del Grupo Oxford empieza el folleto con esta manifestación :<br /><br />“Estas son algunas simples sugerencias para la gente que tenga la voluntad de hacer un experimento. Ustedes, pueden descubrir por ustedes mismos, la cosa mas importante y practica que cualquier ser humano jamas pueda aprender - como estar en contacto con Dios”.<br /><br />Al final de la primera pagina, el autor nos da los requisitos :<br /><br />“Cualquiera puede estar en contacto con Dios, en cualquier lugar y a cualquier tiempo, si las condiciones son obedecidas”.<br />Estas son las condiciones :<br /><br />Þ Estar quieto y en silencio ;<br />Þ Escuchar ;<br />Þ Ser honesto acerca de todas las ideas que vengan ;<br />Þ Probar las ideas para asegurarnos que vienen de Dios ;<br />Þ Obedecer.<br /><br />En la siguiente pagina del folleto, el autor, nos da conocimientos adicionales en “Como Trabajar”. En la segunda pagina, nos dice :<br /><br />!Escribir !<br />“Esta es la llave más importante de todo el proceso. Escriba todo lo que venga a su mente. Todo. Escribir es simplemente el significado de grabar, y así poder recordar mas tarde”.<br /><br />En la tercera pagina, nos enseña como separar las ideas de Dios de nuestras propias ideas :<br /><br />Probar<br /> “... De una buena revisada a lo que hay escrito. No todas las ideas que tenemos han venido de Dios. Por lo que necesitamos probar nuestras ideas. Aquí es donde lo que hemos escrito nos ayuda a que las podamos mirar.<br /><br /><br /><br /><br /><br />a) ¿Son estas ideas completamente honestas, puras, desinteresadas y amorosas ?<br />b) ¿Están estas ideas conectadas a nuestras obligaciones para con - nuestra familia - nuestra patria ?<br />c) ¿Están estas ideas conectadas a nuestro entendimiento de enseñanza de nuestra literatura espiritual ?”.<br /><br />El autor del folleto nos dice que probemos nuestra dirección, usando los Cuatro Absolutos del Grupo Oxford, Honestidad, Pureza, desinterés y Amor.<br /><br />En A.A. usamos lo contrario a los Cuatro Absolutos, para probar nuestra voluntad propia. Esta prueba esta descrita tres veces en nuestro “Libro Grande”. La semana pasada, aprendimos como usar esta prueba en el Cuarto Paso para completar nuestro inventario moral. Además esta prueba es usada como parte de nuestro Décimo y Onceavo Paso.<br /><br />Miremos otra vez como los autores del “Libro Grande” usan la prueba de voluntad propia en el Cuarto Paso :<br /><br />Prueba de Voluntad Propia Prueba de Voluntad de Dios<br />de Alcohólicos Anónimos del Grupo Oxford<br /> <br />Egoísmo Desinterés<br /> Deshonestidad Honestidad<br /> Auto - Concentración Pureza<br /> Temor (Miedo) Amor<br /><br />Podemos usar la misma prueba, para revisar nuestra dirección. Si lo que hemos escrito es Egoísta, Deshonesto y Temeroso podemos asegurar que esas palabras están basadas en la voluntad propia y por consecuencia, no vienen de Dios.<br /><br />Así que, podemos usar, ya sea la prueba de A.A. de voluntad propia, o la del Grupo Oxford de la voluntad de Dios, para revisar nuestra dirección.<br /><br />Regresemos al folleto del Grupo Oxford. El autor a continuación nos pide que revisemos nuestra dirección. Aquí es donde su “Padrino” o consejero espiritual puede ser de gran ayuda.<br /><br /><br /><br /><br /><br />“Cuándo hay duda, y esta es importante, ¿en qué nos ayudaría que otra persona que este viviendo este modo de orar de doble vía, piense acerca de determinada acción o pensamiento que hayamos tenido ? Mas luz entra a través de dos ventanas que de una. Alguien mas que también quiera el plan de Dios para nuestras vidas nos podría ayudar a ver mas claramente”.<br /><br />“Platique con esta persona sobre lo que haya escrito. Mucha gente hace esto. Se dice uno a otro las direcciones que les han llegado. Este es el secreto de la unidad. Siempre hay tres lados en cada pregunta. Su lado, mi lado y el lado correcto, la dirección no dirá cual es el lado correcto - no cual lado esta correcto”.<br /><br />Después, el autor explica lo que es para muchos de nosotros la parte más difícil de todo :<br /><br />Obedecer<br />“Saque la ideas que le hayan llegado. Usted solo podrá estar seguro de la dirección, yendo a través de esas ideas. El timón de un bote no guía a este, hasta que el bote esta en movimiento. A través de obedecer, muy frecuentemente los resultados los convencerán que están en el camino correcto”.<br /><br />Recuerde que Dios nos dio libre albedrío - somos libres de no escuchar la dirección de Dios. Pero, debemos estar preparados a aceptar las consecuencias si no deseamos el plan de Nuestro Creador para nuestras vidas.<br /><br />El autor también nos dice que tenemos que hacer si no escuchamos ninguna idea definitiva durante nuestra meditación. Dice que es una señal de que no hemos terminado de limpiar los destrozos del pasado - necesitamos hacer reparaciones adicionales. Él escribe :<br /><br />“Si no recibo ideas cuando estoy escuchando, el error no es de Dios”.<br /> Usualmente es porque hay algo que yo no he hecho :<br /><br />¨ Hay algo incorrecto en mi vida que no he enfrentado y corregido ;<br />¨ Un habito o una indulgencia en la cual yo no he cedido ;<br />¨ Una persona a la que no perdono ;<br />¨ Una relación equivocada en mi vida, la cual sigo fomentando ;<br />¨ Una reparación que no he hecho ;<br />¨ Algo que Dios ya me ha dicho y no he obedecido.<br /><br />Repasemos esta lista. La mayoría de estas situaciones están descritas en el “Libro Grande” como parte del proceso de inventario y de restitución. Si hemos caminado a través de los Pasos Cuatro y Nueve, honestamente, hemos removido esos bloques que nos impedían establecer una comunicación de dos vías con Dios.<br /><br />Así que, tiene dos tareas esta semana. Empiece a hacer reparaciones a aquellos a quien han dañado y practique la oración y la meditación cada mañana. Escriban las direcciones y tráiganlas la próxima semana.<br /><br />Acerca de los resultados, estos están descritos al final de la ultima pagina del folleto “Como escuchar a Dios”.<br /><br />“Existe una vida para todo, en cualquier parte.<br />Cualquiera puede estar en contacto con el Dios Viviente, en cualquier lugar, a cualquier hora, si llenamos las condiciones”.<br /><br />Cuando el hombre escucha, Dios habla<br /> Cuando el hombre obedece, Dios actúa <br /><br />“Esta es la ley de la oración”<br />De verdad, les deseamos lo mejor en su proceso de hacer reparaciones y establecer el contacto consciente con el Dios de su entendimiento. Los milagros están por venir y estamos ansiosos por oír de ellos la semana que viene. Nos veremos hasta entonces.<br /><br /> ¿Hay alguna pregunta ?<br />SESIÓN . 4 - PASO 10, 11 & 12<br /><br />Esta es nuestra cuarta jornada retrospectiva hacia el verano de 1.946 y las Reuniones para Principiantes de A.A. Durante esta sesión dedicaremos bastante tiempo compartiendo nuestros resultados de nuestra comunicación de dos-vías con el Dios de nuestro entendimiento. Experimentaremos el cambio de vida de un despertar espiritual que ocurre del cambio de “manejar una vida de voluntad propia” a una vida dirigida por “ La visión de la Voluntad de Dios”.<br /><br />Hemos desglosado los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos y les hemos mostrado lo simple que es ir a través del programa. Para aquellos que completen los Pasos esta noche, los felicitamos por el esfuerzo y les damos la bienvenida al “rayo de Luz del Espíritu”.<br /><br />Por favor recuerden que para poder permanecer llenos de espiritualidad, tenemos que servir a otros alcohólicos. Pensamos que no hay mejor forma de ayudar a otro, que a través de los Doce Pasos, así ellos también, podrán encontrar la solución espiritual al alcoholismo.<br /><br />Es esencial que nunca olviden que la recuperación es un proceso de toda la vida. No damos los Pasos una vez y nos “sentamos en nuestros laureles”. Recuerde, el “Alcohol es un enemigo astuto”. Debemos repetir el proceso una y otra vez, para poder permanecer, en una condición llena de espiritualidad.<br /><br />Así que, por favor regresen a las siguientes series de Reuniones para Principiantes. Estamos seguros de que aumentaran su conocimiento engrandeciendo su relación con el que “Tiene todo el Poder”<br />.<br />Bienvenidos, a la cuarta reunión de una hora de A.A. para Principiantes. Este es el pago total. Esto es lo que hemos estado esperando - para recuperarnos de un estado de cuerpo y mente aparente sin esperanza, conocido como alcoholismo. Por medio de completar los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos, experimentaran un despertar espiritual que cambiara su vida para siempre.<br /><br /><br />Nuestros nombres son __________________________ y _____________________<br />somos miembros de Alcohólicos Anónimos. Es un placer ser parte de este proceso de cambio de vida - y ver a gente crecer espiritualmente, justo enfrente de nuestros propios ojos.<br /><br />Veamos quien esta listo para ser lanzado a la Cuarta dimensión de la existencia, acerca del cual escribieron los autores del “Libro Grande”. Por favor todos los recién llegados que hayan completado los Pasos Uno a Ocho y estén trabajando en sus reparaciones del Paso Nueve, pónganse de pie.<br /><br />Felicidades, ustedes son los que están en el proceso de experimentar un cambio de personalidad, suficiente para recuperarse del alcoholismo.<br /><br />Gracias, favor de Sentarse.<br /><br />Estamos muy contentos que hayan escogido vivir, especialmente cuando muchísimos alcohólicos prefieren morir a aceptar una solución espiritual al alcoholismo. Y se mueren. Hemos visto como pasa esto, todo el tiempo. Ustedes han escogido que Dios dirija sus vidas. Veamos que necesitamos hacer para poder mantener y expandir esta conciencia de Dios. Básicamente, necesitamos vivir los Pasos Diez, Once y Doce en bases diarias. Empecemos con el Paso Diez.<br /><br />Paso 10. Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando<br /> nos equivocábamos lo admitíamos inmediatamente.<br /><br />En los Pasos Uno y Tres, tomamos la decisión que nos puso en una ruta espiritual. En los Pasos Cuatro al Nueve, tomamos las acciones necesarias para quitar esas cosas que nos habían separado de Dios. Ahora, estamos listos para creer en el prometido despertar espiritual.<br /><br />El Paso Diez es el sumario de los Pasos Cuatro al Nueve. El Paso Once nos muestra como establecer y mantener un contacto consciente con el Dios de nuestro entender. El Paso Doce nos dice como pasar nuestro mensaje de cambio de vida a otros.<br /><br />La llave del Paso Diez, son las palabras continuamos haciendo nuestro inventario personal. Al final de la pagina 78, los autores del “Libro Grande”, enfatizan la importancia de continuar practicando Pasos :<br /><br /><br /><br />“Este... nos lleva al Décimo Paso, el cual sugiere continuar con nuestro inventario personal y seguir enmendando todas las nuevas faltas que cometamos. Vigorosamente comenzamos a llevar este nuevo modo de vida a medida que rectificamos nuestro pasado. Hemos entrado al mundo del Espíritu. Nuestra siguiente tarea es crecer en entendimiento y eficacia. Este no es un asunto para resolver de la noche a la mañana. Es una tarea para toda nuestra vida”.<br />(Pág. 78, pfo.3, líneas 1-7, Pág. 79, línea 1)<br /><br />En este párrafo los autores nos dicen como vivir, un día a la vez. Nosotros llamamos esto nuestro plan de veinticuatro horas. Continuamos haciendo inventario, continuamos haciendo reparaciones y continuamos ayudando a otros, todos los días.<br /><br />Miremos la tercera oración de este párrafo otra vez. Es muy importante. Dice : “Hemos entrado al mundo del Espíritu”.<br /><br />Esta oración contiene una maravillosa revelación. Básicamente los autores del “Libro Grande” nos acaban de informar que nuestras vidas ya han cambiado como resultado de dar los Pasos Uno al Nueve. Ellos manifiestan que ya hemos tenido un despertar espiritual.<br /><br />¿Como pudo suceder eso ? Bien, es muy sencillo. No hay forma de que el recién llegado haya ido a través de los Pasos solo. Ustedes no solamente han desarrollado una creencia del Dios de su entendimiento, sino que han confiado en este poder para que le ayudara en el proceso de su inventario a sus restituciones. Ahora están viviendo en la solución. Algunos de ustedes tal vez no se hayan dado cuenta aun, pero el “cambió psíquico” ya ha ocurrido.<br /><br />Mas adelante en la pagina 79, los autores nos dicen precisamente como hacer el inventario del Paso Diez :<br /><br /> “... Continuamos vigilando el egoísmo, la deshonestidad, el resentimiento y el miedo. Cuando estos surgen, en seguida le pedimos a Dios que nos libre de ellos. Los discutimos inmediatamente con alguien y hacemos prontamente las debidas reparaciones a quien hayamos ofendido. Entonces, resueltamente encaminamos nuestros pensamientos hacia alguien a quien podamos ayudar. El amor y la tolerancia para con otros son nuestro código”.<br />(Pág. 79, líneas 1-9)<br /><br />En este párrafo, ellos describen la prueba de A.A. para la voluntad propia, por segunda vez. La semana pasada, discutimos la prueba como es descrito dentro del Cuarto Paso - Ego (ismo), deshonesto (idad), Auto concentración y Temeridad. Dentro del Paso Diez, los autores presentan la misma prueba con unas variantes menores - Egoísmo, Deshonestidad, Resentimiento y Temor.<br /><br />Los autores, de hecho nos proveen instrucciones precisas de como liberarnos de ese comportamiento de auto-concentración . Primero tenemos que darnos cuenta de que no están de acuerdo con los planes de Dios para nuestras vidas. Después, tenemos que tomar las acciones necesarias para movernos, de nuestra propia voluntad a la voluntad de Dios. Le pedimos a Dios que nos libere de estos defectos los discutimos con nuestro “Padrino” o nuestro consejero espiritual y si es necesario, hacemos las reparaciones correspondientes. Después, tratamos de ayudar a alguien más.<br /><br />Los autores del “Libro Grande” afirman que si aplicamos la prueba de voluntad propia en bases diarias, Dios removerá la obsesión de beber. Esta es otra de las muchas promesas que encontramos a través del texto del libro. En el primer párrafo de la pagina 79, escriben :<br /><br />“Y hemos cesado de pelearnos con todo y con todos, aún con el alcohol; porque para entonces se habrá recuperado el sano juicio. Rara vez nos interesaremos por el licor; si sentimos tentación, nos alejamos como si se tratara de una llama candente. Reaccionamos juiciosa y normalmente, y percibimos que esto ha sucedido automáticamente. Comprenderemos que nuestra nueva actitud ante el alcohol nos ha sido otorgada sin pensamiento ni esfuerzo alguno de nuestra parte. Sencillamente ha llegado. Ahí esta el milagro. No estamos ni peleando ni evitando la tentación. Nos sentimos como si hubiéramos sido colocados en una posición de neutralidad - seguros y protegidos. Ni siquiera hemos hecho un juramento. En lugar de eso, el problema ha sido eliminado. Ya no existe para nosotros. NO somos engreídos ni estamos temerosos. Esa es nuestra experiencia. Así es como reaccionamos, siempre que nos mantengamos en buena condición espiritual”.<br />(Pág. 79, Pfo.1, líneas 1-16)<br /><br />¿Cómo nos podemos mantener en buena condición espiritual ? Por medio de hacer un inventario personal diario. ¿Cuál es nuestra recompensa ? Una suspención diaria.<br /><br />Los autores del “Libro Grande” describen esta suspención diaria en la pagina 79 :<br /><br />“Es fácil descuidarnos en el programa espiritual de acción y dormirnos en nuestros laureles. Si lo hacemos, estamos buscando dificultades porque el alcohol es un enemigo sutil. No estamos curados de el alcoholismo. Lo que en realidad tenemos es una suspención diaria de nuestra sentencia, que depende del mantenimiento de nuestra condición espiritual. Cada día es un día en el que tenemos que llevar la visión de la voluntad de Dios a todos nuestros actos : “Como puedo servirte mejor; hágase Tu voluntad (no la mía)”.<br />(Pág. 79, Pfo.2, líneas 1-9)<br /><br />Otra recompensa es la conciencia de Dios - el contacto directo con el “Espíritu del Universo”. En la pagina 80, los autores del “Libro Grande” nos dicen :<br /><br />“Mucho se ha dicho acerca de recibir fortaleza, inspiración y dirección de Él, que tiene todo el conocimiento y el poder. Si hemos seguido detenidamente las instrucciones, hemos empezado a sentir dentro de nosotros mismos el flujo de su Espíritu. Hasta cierto grado hemos obtenido un conocimiento consciente de Dios. Hemos empezado a desarrollar este vital sexto sentido. Pero tenemos que ir más lejos, y esto significa más acción”.<br />(Pág. 80, Pfo.1, líneas 1-8)<br /><br />Una vez más. Los autores declaran que nuestras vidas han cambiado - hemos obtenido un despertar espiritual. Ellos dicen que hemos tomado consciencia del Espíritu del Universo, y ahora estamos recibiendo fortaleza, inspiración y dirección de este Espíritu.<br /><br />Ahora, es tiempo de ver quien esta listo para proceder. Las direcciones para el Paso Diez se encuentran en el tercer párrafo de la pagina 78. Empezando con la línea dos, los autores del “Libro Grande” escriben :<br /><br />“Continuar con nuestro inventario personal y seguir enmendando todas las nuevas faltas que cometamos”.<br />(Pág. 78, Pfo.3, líneas 2-3)<br /><br />Les pedimos a los recién llegados que hayan completado los primeros Ocho Pasos y estén trabajando en las reparaciones del Paso Nueve que se pongan de pie. Esta es la pregunta del Paso Diez.<br /><br />¿Continúan haciendo su inventario personal y corrigiendo cualquier error que vayan encontrando ?<br /><br />Por favor contesten uno por uno, si o no.<br />(Esperar a que cada recién llegado conteste)<br /><br />Todos aquellos que han contestado si a la pregunta, han completado el Paso Diez.<br /><br />Ahora pasemos al Paso Once.<br /><br />Paso 11. Buscamos, a través de la oración y la meditación, mejorar<br /> nuestro contacto consciente con Dios, como nosotros lo <br /> concebimos pidiéndole solamente que nos dejase conocer su <br /> voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para<br /> cumplirla.<br /><br />Este es el Paso para el cual nos preparamos la semana pasada. Lo vamos a examinar con mas detalle, y vamos a ver las direcciones que hemos recibido durante la pasada semana.<br /><br />El Paso Once empieza en la parte superior de la pagina 80 y se extiende hasta la pagina 82. Pero, como ya hemos visto, los autores del “Libro Grande” han estado escribiendo acerca de la oración y la meditación durante todo el libro.<br /><br />En el párrafo dos de la pagina 80, encontramos :<br /><br />“El Paso Undécimo sugiere la oración y la meditación. Hombres mejores que nosotros las emplean constantemente. Funciona, si tenemos la debida actitud y nos empeñamos en usarlas”.<br />(Pág. 80, Pfo.2, líneas 1-4)<br /><br />¿Que es lo que los autores quieren decir cuando dicen “Funciona” ? En esencia, nos están diciendo que orar y meditar nos pone en contacto con nuestro Creador. Ojalá que esto sea lo que hayamos estado haciendo durante la pasada semana - poniéndonos en contacto con el Dios de nuestro entendimiento.<br /><br />En la pagina 80, los autores manifiestan :<br /><br /><br /><br /><br /> “... Sería fácil andarse con vaguedades sobre este asunto ; sin embargo, creemos que podemos hacer algunas sugerencias precisas y valiosas”.<br />(Pág. 80, Pfo.2, líneas 4-6)<br /><br />En la noche, nos sugiere que revisemos nuestras actividades durante el día. Una vez más, nos piden que usemos la prueba de A.A. de voluntad propia, para que juzguemos nuestras acciones :<br /><br />“Por la noche, cuando nos acostamos, revisamos constructivamente nuestro día : ¿Estuvimos resentidos, fuimos egoístas, faltos de honradez o tuvimos miedo ?¿Hemos retenido algo que debimos haber discutido inmediatamente con otra persona ? ¿Fuimos bondadosos y afectuosos con todos ? ¿Que cosa hubiéramos podido hacer mejor ? ¿estuvimos pensando la mayor parte del tiempo en nosotros mismos? O ¿estuvimos pensando en lo que podríamos hacer por otros, en lo que podríamos aportar al curso de la vida ?”.<br />(Pág. 80, Pfo.3, líneas 1-8)<br /><br />Este párrafo contiene una tercera referencia sobre la prueba de voluntad propia de A.A. Los autores del “Libro Grande”, otra vez han hecho cambios menores a la prueba que nos presentaron en los Pasos Cuatro y Diez. Sin embargo, continua siendo lo contrario a la prueba de la voluntad de Dios del Grupo Oxford :<br /><br />Prueba de Voluntad Propia Prueba de Voluntad de Dios<br />de Alcohólicos Anónimos del Grupo Oxford<br />Egoísmo Desinterés<br />Deshonestidad Honestidad<br />Auto concentración Pureza<br />Temor (Miedo) Amor<br /><br />Esta es la misma prueba que usaremos para nuestra meditación matinal.<br /><br />Apenas despertemos, se nos pide que practiquemos el equivalente de la técnica del Grupo Oxford, “Tiempo de Quietud” y “Dirección”. Mucho del material del “Libro Grande” en esta sesión, viene directamente de su libro de texto titulado ¿Qué es el Grupo Oxford ? Este libro fue escrito anónimo en 1.933, seis años antes de nuestro “Libro Grande”.<br /><br />Ya que Bill W., el Dr. Bob y la mayoría de los autores del “Libro Grande” fueron miembros del Grupo Oxford, vamos a ser referencia del mismo material que ellos usaron para escribir el Paso Once.<br /> Esperamos que esta información les facilite establecer un contacto consciente con el Dios de su entendimiento.<br /><br />En ¿Qué es el Grupo Oxford ?, hay un capitulo entero dedicado a la “Dirección”. Los miembros del Grupo Oxford, hacían una meditación diaria todas las mañanas :<br /><br />“Un momento de quietud con el Espíritu Santo cada mañana antes que la ‘faena diaria del diario vivir’ comience en el mundo, nos pondrá en el camino correcto durante el día. En estos momentos de quietud, temprano en la mañana, en los cuales Dios se impregnara en nuestra mente, su consejo pasara a ser chispazos vivientes durante el día”.<br />(¿Q.E.E.G.O ?, Pág. 68, Pfo.1, líneas 1-6)<br /><br />¿Que es lo que el “Libro Grande” nos dice ? Precisamente lo mismo. Al final de la pagina 80, encontramos :<br /><br />“Al despertar, pensemos en las veinticuatro horas que tenemos por delante. Consideremos nuestros planes para el día. Antes de empezar, le pedimos a Dios que dirija nuestro pensamiento, pidiendo especialmente que esté disociado de motivos de auto conmiseración, falta de honradez y de egoísmo”.<br />(Pág. 80, Pfo.4, líneas 1-5)<br /><br />Así que ambos nos dicen que como primera cosa en las mañanas, meditemos.<br /><br />Miremos la oración que empieza con “Antes de empezar, le pedimos a Dios que dirija nuestro pensamiento...” Por favor concéntrense en estas palabras por un minuto. Son importantes. “Antes de empezar” - ¿ Antes de empezar que ? Antes de empezar a escuchar a Dios . ¿Como sabemos que estamos dispuestos a escuchar a Dios ? Porque, en seguida dice que le pedimos a Dios que dirija nuestro pensamiento. Si le pedimos, le pedimos a Dios que dirija nuestro pensamiento, ¿Seria absurdo pensar que nuestras siguientes ideas vendrán de Dios ? ¿Cómo le llamamos a estas ideas que vienen de Dios ? A estas ideas las llamamos dirección.<br /><br />El Grupo Oxford nos dice que hacer cuando recibamos estas ideas ¡Las Escribimos ! A pesar de esto la acción no es específicamente mencionada en el “Libro Grande”, es una parte esencial del proceso de meditación. Esto es lo que el Libro del Grupo Oxford dice :<br /><br /> “El Grupo Oxford aboga porque usemos papel y lápiz para que podamos dejar grabadas todas las ideas dadas por Dios y las demás ideas que nos vengan durante nuestro tiempo con Él, ya que cualquier detalle, por pequeño que sea, nos podría evitar conocer la verdad de nosotros mismos o de algún problema, cuando estas ideas nos vengan”.<br />(¿Q.E.E.G.O. ?, Pág. 68, Pfo.1, líneas 6-12)<br /><br />Así como el Grupo Oxford, los autores del “Libro Grande” nos dicen que probemos nuestras ideas. No todas ellas vienen de Dios. Pero, con tiempo y practica, empezamos a confiar en esas ideas, en la pagina 81, escriben :<br /><br /> “Lo que antes era una “corazonada” o una inspiración ocasional gradualmente se convierte en parte operante de la mente. Carentes aún de experiencia y recién hecho nuestro contacto consciente con Dios, es probable que no recibamos inspiración todo el tiempo. Tal vez paguemos esta presunción con toda clase de ideas y actos absurdos. Sin embargo, encontramos que a medida que transcurre el tiempo, nuestra manera de pensar esta más y más al nivel de la inspiración. Llegamos a confiar en ello”.<br />(Pág. 81, Pfo.1, líneas 7-16)<br /><br />Para protegernos de acciones e ideas absurdas, los autores del “Libro Grande” nos dicen que tenemos que probar nuestros pensamientos. En Diciembre de 1.934, Bill W., nuestro coofundador de New York City, fue instruido a probar sus pensamientos y acciones usando los principios del Grupo Oxford. En el cuarto párrafo de la pagina 12 de su historia, Bill exclama :<br /><br />“Pondría a prueba mi manera de pensar con mi nuevo conocimiento consciente que tenía de Dios. En esta forma, el sentido común se convertiría en sentido no común”.<br />(Pág. 12, Pfo.4, líneas 1-3)<br /><br />Los autores nos explican en la pagina 65, que tenemos que probar nuestras ideas y acciones para separar nuestra voluntad de la voluntad de Dios. Empezando en la segunda línea del párrafo escriben :<br /><br />“Pusimos cada relación en esta prueba : ¿Era egoísta o no ? Le pedimos a Dios que moldeara nuestros ideales y nos ayudara a vivir a la altura de ellos”.<br />(Pág. 56, Pfo.2, líneas 2-4)<br /><br /><br /> <br />Prueba de Voluntad Propia / Voluntad de Dios<br />Usada por<br />Alcohólicos Anónimos y el Grupo Oxford<br /><br /><br />ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS GRUPO OXFORD<br /><br /><br />(Prueba de Voluntad Propia) (Prueba de Voluntad de Dios)<br /><br /><br /> Egoísmo Desinterés<br /> Deshonestidad Honestidad<br /> Auto-concentración Pureza<br /> Temor Amor<br /><br />“¿Cuantos habíamos sido egoístas, faltos de honradez y habíamos tenido miedo ?”<br />(Pág. 63, Pfo.2, líneas 3-5)<br /><br /> <br /><br />“Continuamos vigilando el egoísmo, la deshonestidad, el resentimiento y el miedo”<br />(Pág. 79, líneas 1-3)<br /> <br /><br /><br />Podemos usar ya sea la prueba de A.A. de voluntad propia o la del Grupo Oxford de voluntad de Dios para revisar nuestras acciones. Si lo que hemos hecho esta basado en egoísmo, Deshonestidad, Resentimiento y Temor, estas actividades están basadas en uno mismo. Si lo que hemos hecho esta basado en Honestidad, Pureza, Desinterés y Amor, esta actividades están dirigidas por Dios.<br /><br />¿Que prueba nos recomiendan los autores del “Libro Grande” Nos piden que chequeemos el egoísmo, el cual es uno de los componentes de la prueba de A.A. de voluntad propia.<br /><br />Así que, ya sea que usen la prueba de la voluntad de Dios del Grupo Oxford que es : Honestidad, Pureza, Desinterés y Amor o la prueba de la Voluntad propia de A.A. que es : Egoísmo, Desinterés, Resentimiento y Temor, tendrá que analizar lo que han escrito durante su meditación matinal.<br /><br />He aquí como trabaja. Cuando termine su meditación matinal o su “Tiempo de Quietud”, revisen lo que han escrito. Si lo que han puesto en el papel es Honesto, Puro, Desinteresado y Amoroso, puede estar seguro que estas ideas vienen de Dios. Caso contrario si lo que han escrito es Egoísta, Deshonesto, Resentido y Temeroso pueden estar seguros que estas ideas vienen de ustedes mismos.<br /><br />Los autores insisten en que nuestro Creador nos dará las respuestas a todas las preguntas. Lo que es más, nos revelara como el Espíritu del Universo va ha contestar nuestros pedidos de ayuda. A principios de la pagina 81, escriben :<br /><br />“Al pensar en nuestro día tal vez nos encontremos indecisos. Tal vez no podamos determinar el curso a seguir. En este caso le pedimos a Dios inspiración, una idea intuitiva o una decisión. Procuramos estar tranquilos y tomamos las cosas con calma, no batallamos. Frecuentemente quedamos sorprendidos de como acuden las respuestas acertadas después de haber ensayado esto durante algún tiempo”. (Pág. 81, Pfo.1, líneas 1-7)<br /><br />Así que Dios nos va ha decir su plan para con nosotros en forma de inspiración, una idea intuitiva o una decisión. Si Dios nos va ha proveer con direcciones de como vivir, ¿No creen ustedes que seria buena idea escribir estas direcciones para no olvidarlas ?.<br /><br />En la pagina 82, los autores del “Libro Grande” nos dicen que debemos dejar de vivir bajo nuestra propia voluntad para poder aprender el plan de Dios para nuestras vidas.<br /><br />“Constantemente recordamos que ya no somos el director del espectáculo, diciéndonos humildemente a nosotros mismos muchas veces al día “Hágase Tu Voluntad”. Entonces corremos menos peligro de excitarnos, de tener miedo, ira, preocupaciones, o de tomar disparatadas decisiones. Nos volvemos mucho más eficientes. No nos cansamos con tanta facilidad porque no estamos desperdiciando energías tontamente, como lo hacíamos cuando tratábamos de hacer que la vida se amoldara a nosotros”. “Funciona realmente funciona”.<br /><br />Esta es una rigurosa garantía. ¡Trabaja ! Por experiencia de primera mano (propia), podemos manifestar que la dirección a estado trabajando en nuestras vidas siempre, desde que empezamos con nuestros diario “Tiempo de Quietud”.<br /><br />Pero, que pasa si no recibimos ningunas ideas dadas por Dios o su dirección ? Les aseguramos que esto puede pasar en cualquier momento. Recuerden, todo lo que “tenemos es una cuota de suspención diaria, por medio del mantenimiento de nuestra condición espiritual” Si no recibimos ninguna dirección, quiere decir que tenemos trabajo por hacer. Tal vez hemos seguido obrando bajo nuestra propia voluntad en algunas áreas de nuestras vidas, o, tal vez no hemos hecho las reparaciones necesarias para establecer nuestra relación con nuestro Creador. En el tercer párrafo de la pagina 82, nos dice, una vez mas, que necesitamos la ayuda de Dios :<br /> <br />“Nosotros los alcohólicos somos indisciplinados. Por lo tanto dejamos que Dios nos discipline en la forma que se acaba de delinear”.<br />“Pero eso no es todo. Hay acción y mas acción. “La fe sin obras es fe muerta”.<br />(Pág. 82, Pfo.3, líneas 1-3, Pfo.4, líneas 1-2)<br /><br />La oración y la meditación requiere de tiempo y practica. Si hacemos el trabajo, recibimos las recompensas - una vida llena de salud, felicidad y serenidad, mucho mas allá de nuestros fantásticos sueños.<br /><br />Terminaremos nuestra discusión del Paso Once con un momento de silencio para que cada uno de nosotros pueda hacer contacto con el Espíritu del Universo y recibir dirección Divina en este momento.<br /><br /> (Un momento de Silencio)<br /><br />Gracias, la semana pasada, les pedimos que meditaran durante la semana y que escribieran las direcciones recibidas. Sabemos que esta es una cuestión muy personal y que esas direcciones son normalmente compartidas solo con otro individuo que este en comunicación de dos vías con Dios. Pero, les pedimos que compartan lo que han escrito con el Grupo, para poderles demostrar a aquellos que tal vez estén escépticos, que Dios en realidad “Se revela ante nosotros”.<br /><br /><br /><br /><br />¿Quién desea compartir lo que haya escrito ?<br /><br />(Durante los siguientes 10 o 20 minutos, dejar que el “Padrino” y el recién llegado compartan sus direcciones)<br /><br />Gracias, pasemos ahora al Paso Doce.<br /><br /><br />Paso 12. Habiendo obtenido un despertar espiritual como resultado de<br /> estos Pasos, tratamos de llevar este mensaje a otros alcohóli-<br /> cos y de practicar estos principios en todos nuestros asuntos <br /><br />Ahora que hemos hecho un contacto consciente con el Dios de nuestro entendimiento, hemos recibido el máximo regalo de este programa - un despertar espiritual. Ahora, Dios nos esta guiando por un camino recto que es verdaderamente maravilloso.<br /><br />Esta experiencia de cambio de vida le llega repentinamente a algunos y gradualmente a otros. Veamos que más podemos aprender de este maravilloso evento.<br /><br />Por favor, vayan otra vez al apéndice II en la pagina 268. Este apéndice fue escrito después de la publicación de la primera impresión del “Libro Grande” en 1.939. En la primera impresión, el Paso Doce, se leía :<br /><br /> “Habiendo obtenido una experiencia espiritual como resultado<br /> de estos Pasos”.<br /><br />En los dos años transcurridos entre la primera y segunda impresión, la palabra “experiencia” fue discutida en toda su extensión. Eventualmente la palabra “experiencia” fue sustituida por la palabra “despertar”. Los autores del “Libro Grande” efectuaron esta modificación para poder incluir a aquellos cuyas vidas habían cambiado radicalmente, pero lentamente, a través del tiempo.<br /><br /><br />Muchos de ustedes encontrarán que este también es su caso. Su vida a cambiado, pero gradualmente en vez de súbitamente. Tal vez no puedo especificar el momento preciso del cambio, pero el despertar espiritual ha ocurrido de todos modos. Al principio de la pagina 268, los autores definen el termino “despertar espiritual”.<br /><br /><br /><br /><br />“Los términos “Experiencia espiritual” y “Despertar espiritual” son usados muchas veces en este libro, observándose, a través de su lectura detenida, que el cambio de personalidad necesario para dar lugar a la recuperación del alcoholismo se ha manifestado entre nosotros en muchas formas diferentes”.<br /><br />“Sin embargo, es cierto que nuestra primera edición dio la impresión a muchos lectores de que estos cambios de personalidad, o experiencias religiosas, tienen que ser de una índole de súbitos y espectaculares sacudimientos. Felizmente para todos, esta conclusión es errónea”.<br /><br /><br />El despertar espiritual, no es otra cosa que un cambio psíquico, que entre otras cosas, elimina nuestra obsesión por la bebida.<br /><br /> Así que, la rápida experiencia de conversión de Bill W. En el Hospital Tows, es una excepción en lugar de una regla. Mas adelante en la misma pagina 268, encontramos la descripción de una experiencia espiritual gradual :<br /><br /><br />“Entre los miles de miembros de nuestra Comunidad que esta siempre creciendo, tales transformaciones son frecuentes aunque no son la regla. La mayoría de nuestras experiencias son de las que el psicólogo William James llama “variedad educacional”, porque se desarrollan lentamente durante un cierto periodo de tiempo. Muy frecuentemente, los amigos del recién llegado se dan cuenta del cambio mucho antes que él. Este se da cuenta por fin que se ha operado en él un profundo cambio en su reacción a la vida, y que ese cambio difícilmente pudo haberse realizado por obra de él solo. Lo que sucede en unos cuantos meses rara vez podría lograrse en años a base de auto disciplina. Con pocas excepciones, nuestros miembros encuentran que han descubierto un insospechable recurso interior, que pronto identifican con su propio concepto de un poder superior a ellos mismos”.<br />(Pág. 268, Pfo.4, líneas 1-13, Pág. 269, líneas 1-2)<br /><br /><br />Como leemos en las siguientes líneas de la pagina 269, aprenderemos que tan fácil es tener un despertar espiritual :<br /><br /><br /><br /><br />“La mayoría de nosotros pensamos que esta conciencia de un Poder superior al nuestro es la esencia de la experiencia espiritual. Nuestros miembros más religiosos la llaman “conciencia de Dios”.<br />(Pág. 269, Pfo.1, líneas 1-4)<br /><br />Ahí esta todo. Si ustedes han hecho contacto con el Dios de su entender y han empezado a escuchar sus direcciones, de hecho, ya han tenido un despertar espiritual.<br /><br />Felicidades, están ahora viviendo en el “rayo de luz del Espíritu”.<br /><br />Pero el despertar espiritual es solamente la primera parte del Paso Doce. Miremos que hay que hacer para sostener esta transformación espiritual.<br /><br />El Capitulo 7, esta dedicado en su totalidad en llevar el mensaje de Alcohólicos Anónimos a otro. Al principio de la pagina 83, los autores del “Libro Grande” nos dicen que debemos de hacer para engrandecer nuestra nueva conciencia de Dios :<br /><br />“La experiencia práctica demuestra que no hay nada que asegure tanto la inmunidad a la bebida como el trabajo intensivo con otros alcohólicos. Funciona cuando fallan otras actividades. Esta es nuestra duodécima sugerencia : ¡Llevar este mensaje a los alcohólicos ! Tú puedes ayudar cuando nadie más puede. Tú puedes ganarte la confianza de ellos cuando otros fracasan”.<br />(Pág. 83, Pfo.1, líneas 1-7)<br /><br />Cuando nosotros trabajamos con otros, nuestras vidas cambian. En el segundo párrafo de la pagina 83, los autores manifiestan :<br /><br />“La vida tendrá un nuevo significado. Ver a las personas recuperarse, verlas ayudar a otras, ver cómo desaparece la soledad, ver a una agrupación desarrollarse a tu alrededor, tener una multitud de amigos - esta es una experiencia que no debe perderse. Sabemos que no querrás perdértela. El contacto frecuente con recién llegados y entre unos y otros es el punto luminoso de nuestras vidas”.<br />(pág. 83, Pfo.2, líneas 1-7)<br /><br />De la pagina 83 a la 96, los autores nos proveen de instrucciones precisas de como llevar el mensaje salvador de vidas de recuperación a otros. Nos ofrecen muchas sugerencias de valor en estas paginas. Por ahora, solo vamos a cubrir algunas de ellas.<br /><br />Al final de la pagina 83, empieza con el siguiente aviso :<br /><br />“Cuando descubras a un candidato para Alcohólicos Anónimos, averigua todo lo que puedas sobre el. Si no quiere dejar de beber, no pierdas el tiempo tratando de persuadirlo. Puedes echar a perder una oportunidad posterior”.<br />(Pág. 83, Pfo.4, línea 1, Pág. 84, líneas 1-3)<br /><br />A la mitad de la pagina 85, los autores nos proveen específicamente sobre lo que hay que decir. Primero, le contamos al prospecto nuestra historia :<br /><br />“De ser posible, aborda a tu candidato cuando esté solo. Al principio conversa con él en forma general. Después de un rato lleva la conversación a alguna fase de la bebida. Háblale lo suficiente sobre tus costumbres de bebedor, síntomas y experiencias, para animarlo a que hable de él mismo. Si quiere hablar, deja que lo haga. Así te formarás una idea de cómo debes proceder”. (Pág. 85, Pfo.3, líneas 1-7)<br /><br />Ven que sencillo es. Durante algunas de las siguientes paginas se nos darán sugerencias adicionales en que decir y que no decir - que hacer y que no hacer durante nuestras llamadas de Paso Doce.<br /><br />Después, en la pagina 89, los autores nos dicen que no nos rindamos si fracasamos en nuestro intento con el prospecto. Básicamente, nos dicen que sembremos la semilla y sigamos adelante :<br /><br />“No te desanimes si tu candidato no responde en seguida. Busca a otro alcohólico y trata otra vez. Seguro que encontrarás alguno que esté tan desesperado que acepte ansioso tu oferta. Creemos que es una pérdida de tiempo andar tras un individuo que no puede o que no tiene voluntad para cooperar contigo. Si dejas solo a un individuo como éste, puede suceder que pronto se convenza de que no puede recuperarse por sí mismo. Gastar demasiado tiempo en una determinada situación es negarle a otro alcohólico la oportunidad de vivir y ser feliz”.<br />(Pág. 89, Pfo.3, líneas 1-10)<br /><br />A la mitad de la pagina 91, nos dice que hacer acerca de la persona que pone excusa tras otra del porque el o ella no puede dejar de beber :<br /><br />“Clama por esto o aquéllo sosteniendo que no puede dominar el alcohol mientras no sean atendidas sus necesidades materiales. Tonterías. Algunos de nosotros hemos recibido golpes muy fuertes para aprender esta verdad : con empleo o sin empleo, con esposa o sin esposa, sencillamente no dejamos de beber mientras antepongamos la dependencia de otras personas a la dependencia de Dios”.<br /><br />“Graba en la conciencia de cada individuo el hecho de que se puede poner bien a pesar de cualquier otra persona. La única condición es que confíe en Dios, y haga una limpieza de su interior”.<br />(Pág. 91, Pfo.2, líneas 5-12, Pfo.3, líneas 1-4)<br /><br />¿Que tan simple puede ser ?, Confía en Dios y limpia tu casa.<br /><br />En el primer párrafo de la pagina 93, los autores del “libro Grande” nos dicen que nosotros, crecemos espiritualmente cuando “apadrinamos” a alguien dentro de la comunidad :<br /><br />“Tanto tú como el principiante tienen que ir día a día por el camino del progreso espiritual. Si perseveras, sucederán cosas admirables. Cuando miramos hacia atrás, nos damos cuenta de que las cosas que recibimos cuando nos pusimos en manos de Dios eran mejores de lo que nos hubiésemos imaginado. Sigue los mandatos de un Poder Superior y pronto vivirás en un mundo maravilloso, no importa cuál sea tu situación actual”.<br />(Pág. 93, Pfo.1, líneas 1-8)<br /><br />Dios es nuestro “Nuevo Jefe”. En el primer párrafo de la página 95, los autores, de hecho nos dan la descripción del nuevo trabajo :<br /><br /><br /><br />“Tu tarea ahora consiste en estar donde puedas dar ayuda a otros. Así que no vaciles en ir a donde sea, si allí puedes ayudar; no debes titubear en ir al lugar más sórdido si es con ese fin. Manténte en la línea de fuego de la vida por esos motivos, y Dios te conservará sano y salvo”.<br />(Pág. 95, Pfo.1, líneas 1-5)<br /><br /><br /><br /><br /><br />Esto completa el Paso Doce, como se describe en el “Libro Grande”.<br /><br />Ser serviciales a otros es esencial para continuar creciendo en el mandamiento de nuestra sobriedad. Ten en cuenta que uno de los servicios primarios que podemos hacer, es llevar a los miembros en prospecto a través de los Doce Pasos en estas reuniones para Principiantes. Cada vez que hacemos esto, aprendemos mas de este programa salvador de vidas y obtenemos conocimiento adicional dentro de la inspiración Divina que es el corazón de nuestra nueva vida.<br /><br />Quien puede saber, tal vez dentro de algunos meses, algunos de ustedes regresen para dirigir estas sesiones. Como hemos descubierto, conducir estas reuniones para Principiantes es una verdadera prueba de que tanto sabemos del “Libro Grande” de Alcohólicos Anónimos.<br /><br />Ahora todo lo que nos resta es practicar estos principios en todos nuestros asuntos. ¿Cuales Principios ? - ¡Los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos ! Esos son los principios que practicaremos a diario por el resto de nuestras vidas.<br /><br />En la pagina 151, los autores del “Libro Grande” concluyen con otra manifestación referente a la importancia de la dirección Divina y la necesidad de trabajar con nosotros :<br /><br /><br /><br />“Nuestra intención al escribir este libro es que su contenido tenga un carácter de sugerencia. Nos damos cuenta de lo poco que sabemos. Dios constantemente nos revelará más, a ti y a nosotros. Pídele a Él en tu meditación por la mañana, que te inspire lo que puedes hacer ese día por el que todavía está enfermo. Recibirás la respuesta si tus propios asuntos están en orden. Pero, obviamente, no se puede transmitir algo que no se tiene. Ocúpate pues, de que tu relación con Él ande bien y grandes acontecimientos te sucederán a ti y a infinidad de otros. Esta es para nosotros la Gran Realidad”.<br /><br /><br /><br /><br />“Entrégate a Dios, tal como tú lo concibes. Admite tus faltas ante Él y ante tus semejantes. Limpia de escombros tu pasado. Da con largueza de lo que has encontrado y únete a nosotros. Estaremos contigo en la fraternidad del Espíritu, y seguramente te encontraras con algunos de nosotros cuando vayas por el Camino del Destino Feliz”.<br /> “Que Dios te bendiga y conserve hasta entonces”.<br />(Pág. 151, Pfo.2, líneas 1-10, Pfo.3, líneas 1-6, Pfo.4, línea 1)<br /><br /><br />Vamos a cerrar esta sesión leyendo parte de la pagina 23 del “libro Grande”. Nos hemos esperado hasta ahora para compartir estas paginas con ustedes porque, hace muchas semanas, cuando empezamos este viaje, tal vez no hubiera comprendido lo que aquí esta escrito. Habiendo completado los Doce Pasos y habiendo obtenido un despertar espiritual, esta ahora en una posición de ver estas palabras, enteramente, desde una nueva perspectiva. Su vida a cambiado. Se dan cuenta de que “Hay una Solución”.<br /><br /><br />“... A casi ninguno de nosotros le gustó el examen de conciencia, la nivelación del orgullo a la confesión de las faltas, que requiere este proceso para su consumación. Pero vimos que era efectivo en otros, y habíamos llegado a reconocer la inutilidad y la futileza de la vida tal como la habíamos estado llevando. Por consiguiente, cuando se nos acercaron aquellos cuyo problema ya había sido resuelto, lo único que tuvimos que hacer fue recoger el simple juego de instrumentos espirituales que ponían en nuestras manos. Hemos encontrado mucho del cielo y hemos sido lanzados, como en un cohete, a la cuarta dimensión de la existencia en la que ni siquiera habíamos soñado”.<br /><br /><br />“El hecho grandioso es esté y nada más; que hemos tenido experiencias espirituales profundas y efectivas. Que estas experiencias han revolucionado toda nuestra actitud ante la vida, hacia nuestros semejantes y hacia el universo de Dios. El hecho central de nuestras vidas es actualmente la certeza de que Nuestro Creador a entrado en nuestros corazones y en nuestras vidas en una forma ciertamente milagrosa. Ha empezado a realizar por nosotros<br />cosas que nosotros no podríamos hacer solos”.<br />(Pág. 23, Pfo.3, líneas 1-12, Pfo.4, línea 4, Pág. 24, líneas 1-8)<br /><br /><br /><br /><br />Queremos darles la bienvenida a cada uno de ustedes que han completado los Doce Pasos a la “Cuarta dimensión de la existencia”.<br />Debemos agradecer a Dios por entregarnos el QUID de Herramientas Espirituales en estas cuatro sesiones, nuestro compromiso de ahora en adelante es el utilizar cada una de estas Herramientas y practicar estos principios en todos nuestros asuntos por el resto de nuestras vidas.<br /><br />Recordemos siempre que la mejor adoración a DIOS es el servicio a la Humanidad.<br /><br />También les queremos agradecer por darnos la oportunidad de ser sus guías en este milagroso viaje espiritual.<br /><br />Que Dios los bendiga y cumpla su propósito en sus vidas.<br /><br /><br /> ¿Hay alguna pregunta ?<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />COMO ESCUCHAR A DIOS<br /><br /><br />Esta son algunas simples sugerencias para aquella gente que tenga el deseo de hacer un experimento. Puedes descubrir por ti mismo la más importante y practica cosa que jamas pudiera hacer cualquier ser humano - como estar en contacto con Dios.<br /><br />Todo lo que se necesita es el deseo de tratarlo honestamente. Toda persona que ha hecho esto constantemente sinceramente ha encontrado que en realidad trabaja.<br /><br />Antes de que empiece, mira estos puntos fundamentales. Son verdaderos y basados en la experiencia de miles de personas.<br /><br />1. Dios esta vivo. Siempre ha estado y siempre estará.<br />2. Dios sabe todo.<br />3. Dios puede hacer todo.<br />4. Dios puede estar en todas partes - al mismo tiempo. (Estas son diferencias importantes entre Dios y nosotros, los seres humanos).<br /><br />5. Dios es invisible - no podemos verlo o tocarlo - pero Dios esta aquí. Esta contigo en este momento. Esta a tu lado. Esta alrededor de ti. Llena el cuarto, el lugar en donde nos encontramos ahora. El esta dentro de ti ahora. Él esta en tu corazón.<br /><br />6. Dios se preocupa mucho por ti. Él tiene un plan para tu vida. Él tiene una respuesta para cada problema y necesidad que se presente.<br /><br />7. Dios te dirá todo lo que necesites saber. El no te dirá siempre todo lo que tu quieres saber.<br /><br />8. Dios te ayudara en todo lo que Él te pida que hagas.<br /><br />9. Cualquiera puede estar en contacto con Dios, en cualquier lugar y en cualquier hora, si las condiciones son obedecidas.<br /><br /><br />Estas son las condiciones :<br /><br />· Estar quietos y tranquilos,<br />· Escuchar,<br />· Ser honestos acerca de todas las ideas que vengan,<br />· Probar ideas para asegurarse de que vienen de Dios,<br />· Obedecer.<br /><br />Así, que con estos elementos básicos como fundamento, he aquí unas sugerencias especiales de como escuchar a Dios.<br /><br />1. Dar tiempo<br />Encuentra un lugar y tiempo donde puedas estar solo, quieto y sin ser interrumpido. Muchas personas han encontrado que temprano en la mañana es el mejor momento. Ten a la mano lápiz y papel.<br /><br />2. Relajarse<br />Siéntate en una posición confortable. Conscientemente, relaja todos los músculos. Piérdete en ti. No hay ninguna prisa. No debe de haber ninguna tensión durante estos minutos. Dios no puede llegar a nosotros si estamos tensos y ansiosos por nuestras responsabilidades posteriores.<br /><br />3. Sintonizarse<br />Abre tu corazón a Dios. Ya sea en silencio o en voz alta, exprésale a Dios en forma natural que quieres encontrar Su plan en tu vida - que quieres Su respuesta para el problema o situación que estas enfrentando de momento. Se especifico y claro en tus peticiones.<br /><br /><br /><br /><br />4. Escuchar<br />Simplemente manténte relajado, quieto y ten mente abierta. Deja que tu mente se “pierda”. Deja que Dios sea el que hable. Pensamientos, ideas e impresiones empezaron a llegar a tu mente y corazón. Manténte vigilante, alerta y abierto a todas ellas.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />5. ¡Escribir!<br />Aquí esta la clave de todo el proceso. Escribe absolutamente todo lo que venga a tu mente. Todo. Escrito, es solo el proceso de registrar, así te podrás acordar mas tarde. No separes o clasifiques tus ideas en este momento.<br /><br /><br /><br />No te digas :<br /><br />* Esta idea no es importante ;<br />* Esta es solo una ordinaria idea ;<br />* Esto no puede ser una dirección ;<br />* Esta no es agradable ;<br />* Esta no puede venir de Dios ;<br />* Esto es solamente mi pensamiento..., etc.<br /><br />Escribe todo lo que pase por tu mente :<br /><br />* Nombres de gente ;<br />* Cosas por hacer ;<br />* Cosas que decir ;<br />* Cosas que están mal y se deben de hacer bien.<br /><br />Escribe absolutamente todo :<br /><br />* Buenas ideas - Malas ideas ;<br />* Ideas agradables - Ideas desagradables ;<br />* Ideas “Sagradas” - Ideas “no sagradas” ;<br />* Ideas sensatas - Ideas insensatas.<br /><br />¡Se honesto! Escribe absolutamente todo. Una idea viene rápida y más rápido se van a menos que sean capturadas y se escriba.<br /><br />6. Probar<br />Cuando el fluido de ideas se aminore, para. Mira bien lo que has escrito. No todas las ideas que tenemos vienen de Dios. Así que tenemos que probar nuestra ideas. Aquí es donde lo que escribimos nos ayuda para que podamos mirar esas ideas o pensamientos.<br /><br />a) ¿Son estas ideas completamente honestas, puras, desinteresadas y amorosas ?<br />b) ¿Son estas ideas acorde con nuestras obligaciones, con nuestras familias y con nuestra patria ?<br /><br />c) ¿Están estas ideas acorde a nuestro entendimiento de las enseñanza de nuestra literatura espiritual ?<br /><br />7. Revisar<br />Cuándo se esta en duda y es importante, ¿Que podría pensar otra persona que esta viviendo la oración de dos vías acerca de determinado pensamiento o acción ? Mas luz entra por dos ventanas, que por una. Alguien mas que también quiera el plan de Dios en sus vidas, nos podría ayudar a ver más claro.<br /><br />Hable sobre lo que esta escrito. Mucha gente hace esto. Se dice uno a otro las direcciones que han recibido. Este es el secreto de la unidad. Siempre hay tres lados en todas las preguntas - tu lado, mi lado y el lado correcto. Las direcciones nos muestran cual es el camino correcto - no quien esta correcto, sino que es lo correcto.<br /><br />8. Obedecer<br />Saque las ideas que le han llegado. Usted solo podrá estar seguro de la dirección, yendo a través de esas ideas. El timón de un bote no guía a este, hasta que el bote esta en movimiento. A través de obedecer, muy frecuentemente los resultados los convencerán que están en el camino correcto.<br /><br />9. ¿No Recepción ?<br />¿Que si al parecer, no tenemos ninguna idea definida ? Las direcciones de Dios se obtienen tan libremente, como el aire que respiramos. Si no estoy recibiendo ideas cuando estoy escuchando, la culpa no es de Dios.<br /><br />Usualmente es por algo que no he hecho :<br /><br /> Hay algo en mi vida que no he encarado y corregido ;<br /> Un hábito o una indulgencia ante la cual no he cedido ;<br /> Una persona a la que no he perdonado ;<br /> Una relación equivocada, ante la cual no cedo ;<br /> Una reparación que no he hecho ;<br /> Algo que Dios ya me ha dicho y no he obedecido.<br /><br /><br />Revise estos puntos, siendo honesto y trate de oír otra vez.<br /><br />10. Errores<br />Suponiendo que cometiera un error e hiciera algo en nombre de Dios que no este bien hecho. Por supuesto que tenemos equivocaciones. Somos humanos con muchos defectos. De todas formas, Dios siempre apreciará nuestra sinceridad.<br /><br />Él trabajará alrededor y a través de cada error que le digamos honestamente. Él nos ayudara a corregirlas. ¡Pero recuerden esto ! Algunas veces cuando obedecemos a Dios, no le agrade a alguien mas, o no este de acuerdo. Así que cuando haya oposición, no siempre quiere decir que has hecho un error. Quiere decir que la otra persona no quiere saber lo que esta correcto.<br /><br />Suponiendo que dejo de hacer algo que ya se me ha dicho y la oportunidad para hacerla ha pasado. Solo hay una cosa que hacer. Ponlo en manos de Dios. Dile que estas arrepentido. Pídele perdón, acepta su perdón he inicia nuevamente. Dios es nuestro Padre. Él no es una calculadora interpersonal. Él lo entiende mucho mejor que nosotros mismos.<br /><br />¿Resultados ?<br />Nunca sabré lo que es nadar, hasta que nos metamos al agua y tratemos. Así que nunca sabremos de lo que es esto hasta que lo tratemos sinceramente.<br /><br />Toda persona que ha tratado esto honestamente ha encontrado una sabiduría, que no viene de ellos, llega a sus mentes y que un poder superior al poder humano empieza a operar en sus vidas. Es una aventura sin fin.<br /><br />Hay un modo de vida, para todo y en cualquier lugar. Cualquiera puede ser tocado por Dios vivo, en cualquier parte y a cualquier hora, si sigue Sus Condiciones.<br /><br />Cuando el hombre escucha, Dios habla.<br />Cuando el hombre obedece, Dios actúa.<br /><br />Esta es la ley de la oración.<br /><br />Los planes de Dios para este mundo, van mas adelante a través de las vidas de gente ordinaria que tiene la voluntad de ser gobernados por Él.<br /><br />Capitulo 6<br /><br />Resumen<br /><br /> Yo he sido realmente bendecido de tener un archivista consejero quien, no sólo atendió a las Juntas para Principiantes a mediados de 1950, sino que también ha conducido talleres de trabajo con cierta similitud a estas sesiones durante estos últimos veinte años. El me ha proporcionado un buen conocimiento del porque y como funcionaban las Juntas para Principiantes, y el me criticó mis primeros intentos de re-iniciar las Cuatro Sesiones de una hora.<br /><br /> Inicié conduciendo las Juntas para Principiantes en 1995 después de que mi Padrino me retó a que me callara de estar hablando sobre las sesiones y a que empezara a hacer algo por ellas. El me dijo que dos años de investigación eran suficientes. Que ya era tiempo de tomar cierta acción.<br /><br /> Si alguna vez yo iba aprender a volar, tenía que dejar de estarme escondiendo en la escuela en tierra. Era ya hora de treparme al avión. Esto me causaba cierto temor, al igual que antes de llegar a A.A. tenía miedo a la gente y sentía pánico de hablar en público. Pero, sobrellevé el miedo y empecé a conducir las Juntas para principiantes. Yo crecí en el proceso.<br /><br /> Después de conducir las juntas por primera vez, entendí lo correcto que estaba mi padrino cuando me decía “La única manera de aprender lo que contiene el Libro Grande es intentando de explicárselo a alguien más”. En los años subssecuentes, he descubierto que poco realmente conocía acerca del milagros libro espiritual de recuperación.<br /><br /> Adicionalmente al “amable apoyo” de mi padrino de conducir las juntas, fui también influenciado por un incidente ocurrido en 1993, mientras estaba empezando a colectar material acerca de la Cuatro Sesiones de una hora. Estaba yo hablando en una junta del sábado por la tarde en Scottsdale, Arizona sobre de la historia de Alcohólicos Anóniomos. Durante mi presentación mencioné el nombre de Earl T., un pionero de Chicago, Illinois. Su historia esta en el Libro Grande. Se le titula “Se menosprecio.” En su historia, Earl explica como tomó los Pasos con el Dr. Bob en una tarde.<br /><br /> En febrero de 1938, Earl viajó de Chicago, Illinois, a Akron, Ohio, para ser ayudado con su alcoholismo. Después de una indoctrinación por 8 ó 9 individuos, a Earl le fue permitido asistir a su primer junta. Esta era una junta de los Grupos Oxford conducida en la casa de T. Henry y Clarace Williams. A pesar de que Alcohólicos Anónimos aun no se había formado, Bill W. Tomó “Las Cuatro Actividades” de los Grupos Oxford y las modificó para el “escuadrón de alcohólicos” de Akron y “la bola de borrachines sin nombre” de Nueva York.<br /><br />He aquí como Earl tomó (dio) sus Pasos:<br /><br /> “Un dia antes de mi regreso a Chicago, el Dr. Bob me llevó a su oficina y empleamos formalmente tres o cuatro horas llendo a través de lo que en aquellos tiempos era el Programa de Seis Pasos. Los Seis Pasos eran:<br /><br />1. Desinflamiento completo. [ Pasos, 1, 2, y 3]<br />2. Dependencia y guía de un Poder Superior. [ Paso 11]<br />3. Inventario moral. [ Pasos 4 y 10]<br />4. Confesión. [ Pasos, 5, 6, y 7]<br />5. Restitución. [ Pasos, 8 y 9]<br />6. Trabajo continuo con otrs alcohólicos.” [ Pasos, 12]<br /><br /> “El Dr. Bob me condujo por todos estos pasos. En el inventario moral, el identificó algunos de mis malos rasgos de personalidad o defectos de carácter, tales como la soberbia, vanidad, celotipia, descuidado, intolerante, temperamento enfermo, sarcasmo y los resentimientos. Nosotrso hicimos lo mejor que pudimos y finalmente me preguntó que si quería que estos defectos me fueran removidos. Cuando le dije que sí, ambos nos arrodillamos en su escitorio y oramos, cada uno de nosotros pidiendo que estos defectos me fueran removidos.”<br /><br /> Encontré interesante que el Dr. Bob le haya proveido a Earl una lista de defectos de carácter, los cuales fueron discutidos por ambos. Esta es la segunda referencia en el “Libro Grande” donde un “Padrino” conduce a un nuevo a trevés de lo que es equivalente al Cuarto y Quinto Pasos. (La otra referencia es en la “Historia de Bill” donde Ebby T. Conduce a Bill a trevés de dichos pasos).<br /><br /> Quisiera también mencionar a Clearence S., otro pionero de A.A. Su hostorial en el “Libro Grande” se titula “Casa Brewmeister.”<br /><br /> Clearence también inició con su sobriedad en febrero de 1938. El jugó un papel muy importante en los inicios del crecimiento explosivo de A.A. en el área de Cleveland.<br /><br /> Clearence acostumbraba de llevar a los nuevos a través de los Pasos en un fin de semana. El decia, “Ven conmigo el viernes por la tarde con el Paso 1 y para cuando salgas el domingo por la mañana tu estarás con los Pasos 10, 11 y 12, los cuales tu practicarás por el resto de tu vida.”<br /><br /><br /> En la conclusión de mi compartimiento en la junta del sábado por la tarde en Scottsdale, Arizona, un hombre se me acercó y dijo, “estoy confundido. Recien he pagado $18,000.00 por un programa de tratamiento de 21 dias y ahora estoy en supervisión. Voy a terapias individuales y colectivas además de las juntas de A.A. Ambos, mi terapista y mi padrino en A.A. me dijeron que diera un Paso por año.”<br /><br /> “Yo pense que habia algo extraño acerca de que me llevaría 12 años para completar el programa de A.A. pero no pregunte que me estaban queriendo decir éstas personas. Entónces te escucho decir de dar los Pasos en unas cuantas horas. Ahora, yo no se que pensar.”<br /><br /> Yo me quede sorprendido. Nunca había escuchado algo así antes. Le contesté, “No puedo hablar por ti, pero yo se que si alguien me hubiera dicho que trabajará un paso por año, yo hubiera estado borracho antes de llegar a mi Segundo Paso.”<br /><br /> “La pregunta que debes hacer es, ¿“en qué parte del Libro Grande dice acerca de dar un paso por año? Allí no dice nada de eso. En lo que a mi respecta, lo que tu escuches y no se encuentre en el Libro Grande, no es parte de nuestro Programa de A.A.”<br /><br /> Yo quisiera que esta conversación hubiese sido un caso aislado, pero esa no ha sido mi experiencia. He escuchado esta filosofia de “un paso por año” muchas veces desde 1993.<br /><br /> He sido muy afortunado de que se me haya dicho desde un principio que “El programa esta contenido en tan sólo un libro, “El Libro Grande” de Alcohólicos Anónimos. El libro Doce Pasos y Doce Tradiciones y otros máspueden proveer de información adicional, pero no contienen las instrucciones de cómo dar los Pasos. Péguense al “Libro Grande”, léanlo a diario.”<br /><br /> A través de los años he visto gente bien intencionada agregar cosa tras cosa de complejidades sobre las direcciones del “Libro Grande”. He hablado con gente que ha salido de los centros de tratamiento con “todas las respuestas”. Ellos se “graduan” con cuadernos que contienen cientos de páginas de material sobre alcoholismo y mini-novelas que escribieron de su pasi 1 y 4.”<br /><br /> Con el propósito de ir a “Regreso a lo Fundamental”, debemos primeramente apreciar de donde venimos. “Manténlo Simple,” era más que un dicho, era una manera de vivir. Seguidamente, necesitamos entender como los veteranos practicaron el Programa durante primeros años más fructíferos de la Comunidad.<br /><br /> Durante la investigación de éste libro, muchos A.A. veteranos me facilitaron información por demás sorprendente y casi increible para los estandares de hoy. Intente mantener mente abierta porque era dificil argumentar con éxito. Algunas de sus revelaciones son las siguientes:<br /><br />1. La mayoría de los primeros A.A.´s nunca hicieron el Cuarto Paso por escrito. He entrevistado a más de un centenar de pioneros que obtuvieron su sobriedad en los años de 1940 e inicios de 1950. Muy pocos de ellos escribieron algo parecido al Inventario. Aquellos que escribieron algo, fue acerca de la lista de puntos a favor y puntos en contra.<br /><br />Entonces, ¿qué hay acerca de el inventario de tres columnas que se encuentra en “El Libro Gande” en la página 65? Este es descrito como un ejemplo, nada más. De los veteranos que hicieron su Inventario, la mayoría de ellos usaron el formato del inventario descrito en la página 64.<br /><br /><br />2. El papel del padrino en los inicios de A.A. era limitado. Muchos veteranos reportan que el Grupo los apadrinaba en lugar de un individuo en particular.<br /><br />En las áreas de Norte América donde las Juntas para Principiantes se practicaban, la responsabilidad del “padrino” era por cuatro o cinco semanas. Después que el nuevo completaba las sesiones, el “padrino” y el nuevo se ponian a “apadrinar” a otros en las Cuatro Sesiones de una hora.<br /><br />3. Las responsabilidades del “padrino” eran claramente definidas. Dos folletos sobre el apadrinamiento fueron distribuidos durante los mediados de 1950. El primero; Apadrinamiento en A.A., Sus Oportunidades y Responsabilidades, fue publicado por el Comité Central de Cleveland en 1944. En aquel folleto, los autores hicieron las declaraciones siguientes:<br /><br />“Nadie obtiene beneficios de ninguna comunidad a la que esté conectado, al menos que esté entregado de lleno en sus actividades importantes. La expansión de Alcohólicos Anónimos a mayores campos de más beneficio para más gente resulta directamente de la adición de nuevos, asociaciones o miembros de valor.”<br /><br />“Ningun A.A. que no haya experimentado el placer y satisfacción de ayudar a otro alcohólico de retomar su lugar en la vida no se ha dado cuenta completamente de los beneficios de esta Comunidad.”<br /><br />“A.A. es una comunidad de hombres y mujeres reunidos juntos dado su inabilidad para usar el alcohol en ninguna forma sensiblemente, o con beneficios o placer. Obviamente, cualquier miembro nuevo introducido debería ser del mismo tipo de gente, que sufra de la misma enfermedad.”<br /><br />“Para dar al miembro nuevo un amplio y completo panorama de A.A., el padrino debeía llevarlo a varias juntas dentro de distancias convenientes de su casa. El atender a varias juntas le da al nuevo una oportunidad de seleccionar un grupo en el cual se sienta mas feliz y comodo, y es muy importante permitir al prospecto que haga su propia decisión sobre a cual grupo quiere pertenecer. Remárcale que siempre será bienvenido a cualquier junta y que puede cambiar su grupo base si asi lo desea.”<br /><br />“Estas sugerencias de apadrinamiento a una persona nueva dentro de las enseñanzas de A.A. no son de ninguna manera completas. La intención es solamente dar un panorama amplio y una guía. Cada caso individual es diferente y deberá ser tratado como tal. Información adicional sobre el apadrinamiento a una persona nueva puede ser obtenida de la experiencia de los veteranos en éste ramo. El co-apadrinamiento, un miembro experimentado y uno nuevo trabajando con un prospecto ha probado ser muy exitoso.”<br /><br /> El folleto de Cleveland describe las recompensas del apadrinamiento y discute nuestro único objetivo. Adicionalmente, contiene las instrucciones de cómo hacer las llamadas del Paso Doce.<br /><br /> Un Manual para Alcohólicos Anónimos fue autorizado por nuestro co-fundador, Dr. Bob S., y publicado por el Grupo de Akron Ohio antes de 1946. Este contenía secciones tituladas, “Para el Nuevo” y “Para el Padrino.”<br /><br />En la sección sobre el apadrinamiento, los autores escriben:<br /><br /> <br />“Tu debes asumir una completa responsabilidad de esta persona...” Tu debes cumplirle todas las promesas que le hagas, ya sean tangibles o intangibles. Si no puedes cumplirle una promesa, no se la hagas...”<br /><br />“Este es un momento muy crítico en su vida. El busca en tí valor, esperanza, consuelo y guía. Le tiene miedo al pasado. Se siente incierto con el futuro. Y el esta en un estado mental que el más pequeño descuido de tu parte lo hara llenarse de resentimiento y culpabilidad. Tu tienes en tus manos la propiedad más valiosa del mundo, el futuro de una persona. Trata su vida tan cuidadosamente tal como si fuera la tuya. Tu eres literalmente responsable de su vida...”<br /><br />“Acompañalo a su primer junta. Llevatelo contigo cuando vallas a visitar al siguiente prospecto. Llámale cuando hayan otros prospectos. Visitalo ocasionalmente a su casa. Llamale lo más seguido posible. Invitalo a que frecuente a sus recien nuevos amigos.”2<br /><br /> Los autores del Folleto de Akron declaran que es responsabilidad del padrino de llamar al recien llegado. Esto tiene sentido, considerando que es el nuevo quien esta enfermo y esta necesitado de ayuda.<br /><br />4. En la mayoría de las áreas, las sesiones para el recien llegado eran solventadas por el Grupo anfitrión. Consecuentemente, la canasta no se pasaba durante las Sesiones para Principiantes.<br /><br />En Miami, Florida, las Juntas para Principiantes eran solventadas por la Oficina Intergrupal porque eran consideradas parte del Trabajo del Paso Doce. Cuando un A.A. contestaba una llamada en busca de ayuda, el o ella hablaban con el prospecto, si era necesario lo llevaban al hospital; y luego lo acompañaban a las juntas. La llamada del Paso Doce no se consideraba completa hasta que A.A. condujera al recien llegado a través de los Pasos.<br /><br />Aunque las Juntas para Principiantes era una parte significante del proceso de recuperación en muchas ciudades de Estados Unidos y Canada, esta fueron sólo designadas para dar al recien llegado un burdo panorama del Programa de A.A. Las Juntas para Principiantes no eran un substituto o suplemento del Programa de A.A.<br /><br />Los autores del folleto de Washington, D.C. hicieron esta precisa declaración:<br /><br />“El material contenido aquí es meramente un bosquejo del programa y su intención no es reemplazar o suplantar:<br /><br />a) La cuidadosa lectura y re-lectura del Libro Grande.<br />b) La asistencia regular a las juntas.<br />c) El estudio del Programa.<br />d) La práctica diaria del programa.<br />e) La lectura de la literatura aprobada sobre alcoholismo.<br />f) La discución informal con otros miembros.”<br /><br />“Esta instrucción no es una vía corta de A.A. Es una introducción (una ayuda) un curso breve de los fundamentos.”3<br /><br /> Nuestro co-fundador, el Dr. Bob, es bien conocido por su compromiso de ayudar a otros. Desde 1939 hasta su muerte en 1950, el Dr. Bob trabajó con alcohólicos en el hospital de Santo Thomas, en Akron, Ohio. Durante esos 11 años, cinco mil alcohólicos fueron recuperados. El era tan existoso, que Bill W. lo llamaba “El principe de los Doceaveros.” <br /><br /> Tal como el lo hizo con Earl T., el Dr. Bob llevaba a los recien llegados a través de los Pasos en forma rápida. Duke P., quien obtuvo su sobriedad en agosto de 1940, dice como el Dr. Bob lo condujo por el Cuarto y Quinto Pasos en una hora. Durante aquel tiempo, el Dr. Bob le permitió a Duke que el mismo viera sus rasgos a favor y sus rasgos en contra. El Dr. Bob le dijo a Duke, “Mantenlo simple, y lubricalo con amor.”4<br /><br /> Cuando el Dr. Bob murió, Alcohólicos Anónimos estaba aun en su infancia. Como resultado, muy poco de lo que el Dr. Bob debió decir acerca de nuestro milagroso programa fue alguna vez grabado.<br /><br /> El debió ser un hombre de pocas palabras pero, lo que el decia era de mucho poder. Este es un enunciado de él acerca de los Doce Pasos en 1948:<br /><br /> “Los Doce Pasos son sencillos en lenguaje y significado. Ellos son trabajables por cualquier persona que tenga un sincero deseo de obtener y mantener la sobriedad. Los resultados son la prueba. Su simplicidad y accesibilidad son tal que no se necesita interpretaciones especiales, y ciertamente las reservas, nunca han sido necesarias. Y ha llegado a ser cada vez más claro que el grado harmonia que obtengamos en nuestras vidas esta en directa proporción a nuestro sincero intento de seguir los Pasos bajo la guía Divina de la mejor forma posible.”5<br /><br /> Las Juntas para principiantes son medios no el fin. El fin es Un Despertar Espiritual y una nueva vida sin alcohol. La Divina Guía es la llave que abre la puerta hacia la cuarta dimensión de la existencia. El “Libro Grande” de Alcohólicos Anónimos no enseña donde encontrar esa llave.<br /><br /> “...Aferrate a la idea de que, en manos de Dios, tu negro pasado es la más grande posesión que tienes, la llave de la vida y felicidad para otros.”Grupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-47047336477313914182009-02-12T10:56:00.000-08:002009-02-12T10:58:53.386-08:00RESNTIMIENTOS.OFENSOR PRINCIPAL DEL ALCOHOLICORESENTIMIENTOS<br />"A quienes los dioses destruirán, primero los harán enojar".<br /><br />Al analizar los diferentes principios de A.A. hemos llegado a uno que se ha prestado siempre a mayor discusión, y que esta en el fondo de todas las dificultades. Este principio es: El peligro del resentimiento o autocompasión.<br />En el alcohólico, la frustración engendra la autocompasión, la autocompasión engendra el beber, el beber engendra la frustración, la frustración engendra el resentimiento, el resentimiento engendro la compasión, etc., etc., en un círculo sin fin hasta enfrentarse en tres caminos: el de la sobriedad, el de la locura o el de la muerte. Fue entonces cuando escogimos el de la sobriedad en A.A., y fue aquí donde aprendimos el principio de que: "Si el alcohólico repetía cualquier parte del circulo, este volvería a repetirse por si mismo".<br />Nosotros aprendimos a través del círculo citado que, para el alcohólico, el resentimiento y la autocompasión siempre habrían de ser hermanos gemelos. Que no importaba cuanto tiempo se hubiera estado sobrio, pues si se le permitía el lujo de entrar al resentimiento o a la autocompasión, con frecuencia o por largos periodos de tiempo. Automáticamente despertare la compulsión por beber, o sea que el alcohólico no puede tolerar el resentimiento.<br />(Es la opinión del autor que la autocompasión no es otra cosa que el resentimiento volteado al revés. La autocompasión es el tipo cobarde de resentimiento; y cuando la persona se encuentra frustrada, al resentirse, se enconcha y se llena de autocompasión. De tal manera que de aquí en adelante usaremos solamente el término de resentimiento, incluyendo en el la autocompasión).<br />Si se tolera el resentimiento, volverá nuevamente el viejo patrón: el pensamiento alcohólico y de ahí, a beber. Esto lleva al círculo mencionado. Una copa lleva al resentimiento, etc., etc. Ignoramos por que sucede esto, pero sabemos por nuestra larga experiencia que así es.<br />Es un hecho en la experiencia de la raza humana, aunque poco se ha escrito sobre esto, que en el fondo de la mayoría de los problemas de la vida -incluyendo la espiritual-, esta el resentimiento. Es tan importante esta verdad que, quien controle el "resentimiento" (y en este término incluimos cualquiera de sus miles de grados, desde el caer mal hasta el positivo y maléfico odio) controlara la vida actual y futura.<br /><br /><br /><br />El 98 % de los problemas de la vida germinan, en alguna forma directo o indirecta, del resentimiento. Y es sin excepción el preludio a la botella.<br />Ahora bien, si esto es cierto, tratemos de contestar tres preguntas pertinentes:<br />¿Que es el resentimiento?<br />¿De donde proviene?<br />¿Que vamos a hacer acerca de el?<br />La contestación a estas tres preguntas esta en el análisis del término mismo: resentimiento se deriva del latín re y sentiré. "sentiré" quiere decir sentir, y el "re" nuevamente, o sea que el resentimiento nace de volver a sentir una lesión al orgullo o una lesión al propio ego. Por lo tanto, cuando hay algo que lesiona nuestro orgullo, nos enojamos, irritamos o molestamos, pero aun no estamos resentidos. Esta lesión seria leve de no ser porque con el resentimiento volvemos a sentirla; la nutrimos, la removemos, o sea que la cultivamos. Estamos lastimados e infectamos la herida porque volvemos a rascarla, volvemos a sentirla, y una vez infectada, un antibiótico positivo podrá curarla y eliminarla. El único en el área del odio, hacia el que todo resentimiento se dirige, es el amor. De este pequeño análisis resultan tres verdades importantes y aparentes.<br />1.- Nosotros obtendremos resentimientos del orgullo. Tendremos siempre esta tendencia, ya que el orgullo lo llevaremos hasta la muerte; pero podemos aminorarlo y eliminar mucho del el, por medio de su antónimo: la humildad.<br />Muchas personas en este mundo piensan equivocadamente que pueden eliminar muchas pasiones, por ejemplo: la vanidad. Esto nos hace recordar la historia de un profesor que enseñaba sobre la vida espiritual, y que decía a sus alumnos que trataran de eliminar una pasión por año; pero esto no puede lograrse. Nosotros tenemos siete pasiones básicas, siete impulsos a la acción, siete tendencias fundamentalmente humanas.<br />Es la ley de la carne peleando contra la ley del espíritu, mencionada por San Pablo. Pero estas tendencias no pueden ser eliminadas. Son necesarias para la vida, para la acción. Son buenas por si mismas, pero tienden a salirse de su cauce normal y es nuestra obligación controlarlas. Cerrar los ojos a ellas es lo que en psiquiatría se llama represión y es responsable de muchas neurosis. Veamos uno o dos ejemplos.<br />Todos tenemos la pasión de la lujuria, el sexo. El negar que tengamos este impulso o deseo es "represión" y no es sano, y nos lleva a un comportamiento neurótico. Esto no quiere decir que debemos dar rienda suelta al sexo. El dar rienda suelta a ello no cura la neurosis. Lo que quiere decir es que debemos, en forma consciente, admitir que tenemos este impulso sexual, y luego, ya sea:<br /><br /> a) Utilizarlo de acuerdo con la razón de la ley de nuestro Creador; o<br /> b) Abstenernos voluntariamente en un estado simple.<br />Estos son en ambos casos controlados por medio de:<br /> 1.- El uso razonable, o<br /> 2.- La abstinencia total.<br />Las dos son prácticas sanas, ya que la abstinencia no es represión.<br />También todos tendemos a enojarnos. Sin embargo, se dice que existen quienes jamás se irritan o se enojan, y también se dice que existen tan tontas en este mundo, que no cometen pecado. Pero, amigos, nosotros no pertenecemos a esta clase, y esta es una buena tendencia; nos da el impulso, el empuje, la iniciativa y todas las cosas necesarias para una buena vida.<br />Pero cuando damos rienda suelta al enojo como puerta a la frustración, resentimiento y autocompasión, entonces esta fuera de la razón y también lleva a la neurosis, y en el alcohólico... a la botella.<br />De tal manera que nosotros jamás tratamos de eliminar estas tendencias. Estarán con nosotros hasta la muerte. Pero podemos gradualmente controlarlas y dirigirlas practicando la virtud opuesta.<br />Nosotros podemos adquirir, practicando la virtud opuesta, un poco de control: disminuir o bajar el numero de ocasiones en cuanto a nuestro orgullo herido, que es el origen del resentimiento, y podemos bajar el numero de veces y la severidad de estas heridas si día con día practicamos la virtud opuesta: la humildad; no hay que olvidar que, entre mas grandes se crea que son, mas fácil será para nosotros disputar la idea. Por lo tanto, el corolario práctico a la verdad anterior será aprender a disminuir el número de veces de dar cabida al resentimiento con relación a la verdadera humildad que adquirimos.<br />2.- Los resentimientos se ahondaran y crecerán dentro de nosotros, si volvemos a sentir las heridas. Por tanto, no se quedaran ni crecerán si los dejamos ir y nos rehusamos a pensar y a volver a sentir la irritación.<br />Pero, ¿cuantas veces es lo contrario? En lugar de olvidarlo, nos lo guardamos, pensamos en el, volvemos a sentirlo una y otra vez, y en solo 24 horas, lo que era herida leve, se vuelve un hondo, profundo y peligroso resentimiento. "¿que es lo que dijo?" "Ah, si, quiso decir..." "El tal por cual" "Me la va a pagar" "Me voy a desquitar" y... el resentimiento engendra... ¿recuerda la mayoría de irritaciones se evaporarían rápidamente si en todas las ocasiones que nos lastimaran o molestaran las personas, inmediatamente elimináramos de nuestro pensamiento el incidente? ¿Que hacer? Olvídelo... El dijo tal y tal cosa,<br /><br />y ¿que? Rehusé volver a sentir. Y, ¿sabe algo? Si alguien nos dice que somas tal o cual, ¿lo somos o no lo somos? Y si lo somos, ¿que vamos a hacerle? Y si no lo somos, ¿por que vamos a enojarnos por ello?<br />3.- Eliminaremos los resentimientos que ya hemos adquirido no deseando solamente quitárnoslos, sino practicando actos positivos de amor.<br />Nosotros debemos hacer el bien a aquellos que nos causan resentimientos. Debemos practicar actos positivos de amor por ellos, y amor es la buena voluntad de hacerlo. De otra forma, continuaremos odiando, sin importar por cuanto tiempo o que tanto queramos no resentir u odiar.<br />Y aquí también, entre mas consistente sea el habito de amar en nuestro diario vivir, menores oportunidades de resentimiento habrá y mas fácil y rápidamente desaparecerá cuando surja un problema.<br /> En A. A. encontramos, especialmente en el principio de la sobriedad, que no estamos acondicionados a la práctica del amor y de la humildad. Hemos vivido tanto tiempo con nuestro patrón de la bebida, que hemos recogido hábitos patológicos de orgullo, odio y resentimiento. Estamos llenos de eso, y ahora encontramos que podemos usar algo de ayuda natural extra para proteger nuestra sensibilidad alcohólica, hasta que podamos seguir por el camino estable de la virtud, y especialmente hasta que logremos controlar nuestras heridas con mayor consistencia. Y es así que hacemos uso de algunas herramientas que llamamos "trucos" y que no son otra cosa que dichos populares que, si penetran en nuestro consciente, servirán como armadura contra las flechas del infortunio.<br /><br /><br />El primero de estos es:<br />Espere la crítica. No importa quienes seamos, no importa lo competentes e importantes, ni lo buenos que sean nuestros motivos o nosotros mismos. Si hacemos algo en la vida, seremos criticados. Pero cualquier crítica no es de ninguna manera una medida del valor, sinceridad o moralidad de nuestros actos. Si nos enfrentamos diariamente a la vida esperando la critica, entonces, cuando llegue, no nos tomara desprevenidos, no nos lastimara, no nos sorprenderá, porque ya lo sabíamos y, además, podremos hasta buscarla, ya que en vez de molestamos, nos dividirá.<br />El autor aprendiz este truco en sus primeros días de escritor y orador, y aun cuando algunas criticas lo irritaban, después las buscaba con el fin de divertirse como con las tiras cómicas de los domingos, que, al no tenerlas, se extravían.<br /><br /><br />El segundo truco:<br />Existe en toda clase de grupos de seres humanos, cuando menos uno que esta en contra de todo y de todos. Dios lo puso allí con el fin de dar a los demás la oportunidad de practicar la tolerancia, paciencia, comprensión, amor, etc.<br />Con este conocimiento, será un reto el tolerar y pasar inadvertidas todas las diatribas (criticas) del individuo en el grupo que siempre esta en contra de todo y no deja que el trabajo de nadie se haga sin molestias, y quien en lo general, no quiere a nadie, ni a el mismo. Ellos deben de ser compadecidos; no culpados. Ellos son psicopáticos pero llenan un hueco en la vida, la cual necesita de todas las partes para completar su maquinaria.<br />Un individuo murió y en su tumba decía el epitafio: "Pobre Juan, ni Dios le va a caer bien.<br /><br />El tercer truco que puede ayudar a proteger a ese ego "tierno" nuestro es:<br /> "Hay que dejar que el otro se enoje".<br />Estamos en Alcohólicos Anónimos (por lo menos suponemos que la mayoría de nosotros lo estamos) esencialmente para permanecer sobrios, y en segundo termino para lograr y conservar la felicidad. Tanto la sobriedad como la felicidad dependen la una de la otra. No podemos ser felices a menos que permanezcamos sobrios, no nos conservaremos sobrios a menos que seamos felices.<br />Por lo tanto, cuando alguien nos irrite, o nos critique o hable de nosotros, dejemos que ellos se inquieten, hablen o hagan cualquier otra cosa. Sencillamente ignorémoslos. Permanezcamos felices. Evitemos los resentimientos.<br />Hace algunos años, cuando el autor llego a hablar a una gran conferencia de A.A., alguien llego corriendo con la noticia de que "alguien estaba hablando sumamente mal de mí" y el "informador" crema que debía hacer algo sobre ello. Le conteste:<br /> "¿Hacer algo sobre ello? ¿Para que? Soy feliz, y voy a conservarme así. El es infeliz. Que se enoje". (Y se enoja)<br /><br /><br /><br /><br />El truco número 4, es:<br />Las palabras nunca nos herirán ni nos cambiaran, a menos que lo deseemos. No nos afectaran si estamos ocupados en ver lo que estamos haciendo y como vamos, en vez de escuchar lo que la gente habla de nosotros.<br />Solamente Dios podrá aprobar o reprobar, absolver o condenar. Los golpes y las pedradas podrán rompemos los huesos, pero las palabras no pueden hacerlo. ¿Alguien nos critica? Bueno, que lo haga. Simplemente nosotros seguiremos nuestra ruta hacia una vida mejor, feliz y sobria totalmente, convencidos de que las municiones verbales no nos pueden dañar. Las palabras dirigidas a nosotros no serán sino un simple espejismo, siempre y cuando no huyamos de, o vayamos hacia el que las pronuncie.<br /><br />El quinto truco: Conócete a ti mismo.<br />Un inventario honesto de nuestros defectos será útil para eliminar la tendencia a tomar al pie de la letra todo lo que digan de nosotros o de contestar a nuestros críticos, ya que si somos honestos con nosotros mismos, podremos aceptar todas las cosas de la vida con mayor positivismo y conformidad.<br />A un individuo un poco pasado de copas; sentado a la orilla de la acera, se le mis decir con gran aceptación de si mismo al pasar una persona en un automóvil ultimo modelo:* "Allí, si no fuera por mí, iría yo". Creo que había mucho de razón en ello.<br />Y por ultimo:<br />El truco número 6: Si nos dan patadas por atrás, quiere decir tan solo una cosa, seguimos estando adelante.<br />Alguien dijo: "La critica es el tributo inconsciente que el mediocre y el fracasado le paga al hombre de éxito".<br />Esto explica lo anterior.<br />Y ahora tomemos una bolsa donde guardar los puntos anteriores y que fue robada de "poco a poco se va lejos". Recuerde: "¿que tan importante es esto?" Y si quiere saber lo que quiere decir, simplemente siéntese tranquilamente y piense en todos los resentimientos e irritaciones que ha tenido durante el último mes.<br />La mayoría de ellos fueron por algo que desapareces al compararse con la importancia general de vivir feliz, sobrio, justamente día y día.<br /><br /><br />Así es que, practiquemos en todos nuestros actos:<br /> a) Humildad para evitar irritaciones;<br /> b) El rehusamos a volver a sentir la irritación, para evitar los resentimientos; y,<br /> c) Amor. Los actos de amor podrán eliminar los resentimientos.<br />Y ahora veamos la práctica de lo aprendido:<br /><br />1.-EN NUESTRA VIDA DE HOGAR<br />La humildad nos dice que no somos los más importantes hombres o mujeres en nuestro hogar; la sabiduría nos dice que, siendo alcohólicos, simplemente no podemos tolerar el resentimiento. Por lo tanto, debemos rehusamos a volver a sentir cualquier herida, aparente o real, ocasionada por cualquier miembro de la familia. Pero el amor requiere práctica: actos de amor día con día.<br />La actitud de humildad evitara dolores e irritaciones por parte de la familia, y entre mas pequeño sea nuestro ego, menores oportunidades tendrá de ser lastimado; es decir, tendremos menores dolores, irritaciones, etc. Sin embargo, no hay familia libre de todo esto. Ello es parte de la vida, solo que tendremos que evitar el nutrir estos problemas.<br />¿Como evitar los resentimientos? Simplemente rehusándonos o volver a sentir el dolor, la irritación, causados por las malas caras, etc., directamente dirigidos en contra de nosotros, por mas real o irreal que esto sea.<br />¿Y para eliminar los resentimientos que ya tenemos? Solo podemos lograrlo practicando el amor. Simplemente no hay otro medio. Y amor significa hacer algo por el otro; amor no significa hacer el amor. En este ultimo caso, el acceder al amor pasional en el sexo es la recompensa del amor y una expresión de amor lo es el acceder a agrandar o aumentar la felicidad, o satisfacer a la pareja en el matrimonio. El placer sexual, la satisfacción sexual, es la parte humana, la parte carnal del amor dada por el Creador para unir a dos en uno solo. Pero si se accede a ello en forma egoísta, porque así lo deseamos solo nosotros, gradualmente perderá la vitalidad de la atracción y del amor. Pero si se acepta porque la otra parte lo desea, será la crema en el pastel, gradualmente haciendo al propio amor más y más atractivo y bello. Y como en el pastel que da el sostén en el cual se pone la crema, debe existir el pastel, pues de otro modo la crema caerá a pedazos.<br /><br /><br />Esa es la naturaleza del amor. A menos que exista día a día, dándolo, se desbaratara como la crema. Así es que el pastel del amor consiste en los actos que se hacen para la pareja, sin ninguna otra razón que la de agradar, o simplemente porque se le ama. Quienes practican ese diario dar desinteresado, jamás se preocupan por los resentimientos anteriores, nuevos o por venir.<br />Y bien, damas y caballeros, ¿cuanto tiempo hace que no hacen nada por sus esposos y esposas, o por sus hijos, simplemente porque los aman? Entonces, ¿qué esperaban de ellos?<br />Recordemos siempre, con relación a los resentimientos en el hogar, que:<br />La pasión, sin actos de amor, hará que, le agrade a uno o no, se disipen gradualmente la pasión y el amor; pero los actos de amor practicados con fe día a día continuaran renovando, cultivando y perfeccionando, hasta donde sea posible en este valle de lágrimas, tanto la pasión como el amor.<br />Haga una prueba.<br /><br />2.-EN NUESTRA VIDA SOCIAL<br />Aquí también la actitud de humildad nos dice que no somos los más importantes ni siquiera un poquito más importantes, dentro del círculo de nuestras relaciones. Y no importa quienes seamos, debemos tener presente que seremos criticados, y debemos usar ciertos medios para evitar el irritarnos. Así es que, para relacionamos mejor con nuestros semejantes, hemos encontrado uno que nos ayudara a evitar ciertas molestias que parecen ser las que irritan a nuestra sensitiva naturaleza. Este medio es: haga siempre lo mejor que pueda, sin esperar ni gratitud ni halago. ¿Por que? Por el sencillo hecho de que, siendo humanos, no se obtendrá mucho de ellos. De modo que no hay que desilusionarse. No hay que irritarse. Hay que recordar lo que dijo el Señor: "Yo compensare". Por lo tanto, no hay que esperar mucho de las personas (ellas también esperan de nosotros).<br />Una buena conciencia y la aprobación de Dios es el resultado que jamás falla cuando se mira hacia El, en vez de hacia la gente. Sin embargo, al mejor de los hombres le gusta un poco de halago de vez en cuando.<br />Habla un individuo que alardeaba de que habla llegado a la práctica verdadera de jamás llegar a buscar el halago. Que a el le resbalaba como a los patos el agua. Un día una viejecita que le oyó, después de una buena acción, se le acerco y le dijo unas palabras de aliento, y el le respondió: "Señora, todo se me resbala como el agua al pato", a lo que la anciana replico: "Si, es cierto, pero...; Como les gusta a ellos ¿Verdad?" - Pensar en no buscarlo es posible; pero pensar en que no nos guste, es imposible. Somos humanos. Y, ¿no es cierto que muchos disgustos comienzan por estos pequeños sentimientos de no<br /><br />haber recibido las gracias o no haber sido halagados por algún pequeño detalle? Cuantas veces oímos: "Y pensar que ni siquiera me lo agradecieron...<br />No hay que esperar nada de la gente.<br />Si por alguna razón ya traemos algún resentimiento en contra de algunos de nuestros compañeros, solo hay un medio de liberamos de ello. Hay que hacer algo bueno por ellos o pata ellos; o sea, hay que practicar el amor con actos de amor.<br /> <br />3.-EN NUESTROS ASUNTOS DE NEGOCIOS<br />Ningún hombre de negocios ha podido hacer algo silos resentimientos le nublan la mente y en los negocios estaremos abiertos a los resentimientos si especialmente tenemos la idea de ser los mandamás del negocio o de la oficina. Entre mas inflados estemos de la mente, con mayor facilidad seremos el blanco de los que tienen contacto con nosotros. Debemos simplemente, también aquí, adoptar la actitud de humildad que nos dice que rebajemos con los demás, para los demás, sin demandar siempre sobrepasar a los otros o enfatizar que somos los jefes o los mejores, o que somos los ejemplos vivientes, o quienes tomamos las decisiones. Este tipo de personas difícilmente va adelante en el mundo de los negocios, y si se es alcohólico, no se ira adelante tampoco en el mundo de la sobriedad.<br />El jefe que hace que todo el mundo sienta que el es el jefe, es un buen blanco para la critica. Nosotros los conocemos -g r a n d e s n o nombres en la puerta, diciendo: Jefe de..., Gerente de..., etc., o bien nombres ostentosos como X. Y. Z. de X. Y. Z., nombrado X. Y. Z., por X. Y. Z., etc. ¿Y el hombre de negocios de éxito? Este tiene un conocimiento honesto de sus limitaciones, tiene una actitud de humildad, usa sus conocimientos, pero sin actitudes demostrativas. De este tipo de personas conocemos su éxito por los demás, no por boca propia, y cuando necesita la experiencia de alguien mejor que el, la solicita.<br />Las palabras o la crítica no pueden desequilibrarlo; rara vez se irrita.<br />¿Y el fracasado? A pesar del éxito actual que tenga, se le oirá mencionar día a día el mejor éxito que debería tener ahora. ¿Irritaciones? ¿Resentimientos? Contradígalo, y oirá la explosión.<br />¿Y si tenemos resentimientos con alguien en la oficina o negocio? Solo hay una respuesta: actos de amor -hacer algo por ellos.<br /><br /><br /><br />4.-EN NUESTROS ASUNTOS ECONOMICOS<br />¡Los resentimientos son costosos! ¿Recuerdan cuando gastábamos solo por el hecho en si de gastar?... "Yo les probare, me desquitare, me vengare. Gastare todo lo que tengo..." Tan solo hagamos cuentas del último despilfarro.<br />Lo que tenemos, material o espiritual, se lo debemos a que Dios nos lo ha dado. Esta es honradez; esta es una actitud de humildad. ¿Dicen que se lo ganaron trabajando? ; Bueno, entonces, ¿Quien les dio la habilidad, la oportunidad, la salud, etc., para lograrlo? ¿Quién, eh?<br />Esta postura nos evitara molestamos mucho o irritamos o lastimarnos cuando perdamos dinero o algo material. ¿Que fue lo que dijo Job? "Dios me lo dio y Dios me lo ha quitado". Con razón fue tan paciente ¿Debemos enojamos por lo que El disponga?<br />Después viene el amor que nos dice: "Hay que compartir lo que se tenga con quien no lo tenga. Por eso nos lo ha dado Dios, especialmente para dárselo a aquellos con los que estamos resentidos". Probémoslo, funciona<br /> <br />5.-EN NUESTRA VIDA ESPIRITUAL<br />Resentimientos, oh, resentimientos, como los deploramos, Si no fuese por ellos, nosotros seriamos felices y espirituales, mientras viviéramos.<br />Como poesía, horrible, pero es una de las grandes verdades de la vida espiritual, ya que estamos convencidos de que 99.99% de los desvíos espirituales y fracasos comienzan con el resentimiento, y entre mas hablamos con las personas de sus pecados y problemas espirituales, mas y mas vemos el resentimiento. Y sin embargo, no recordamos haber oído de algún sermón, platica, conferencia o retiro sobre los resentimientos. Es decir, asta que llegamos a A.A., y conforme pasan los años, vamos viendo más y más que los resentimientos son causa y ocasión de casi todas las desintegraciones espirituales.<br />Veamos algunos:<br /> a) Beber, emborracharse: alcoholismo generalmente generado desde el fondo del descontento, del resentimiento;<br /> b) Amoríos, divorcios, etc., generalmente iniciados por resentimientos. La mayoría de los hombres o mujeres que comienzan con algún amorío con otra mujer u hombre, lo hacen, en primer lugar, debido a que están descontentos y resentidos con su pareja. No se debe generalmente a que "otra u otro mas guapa o guapa los atrajo". La realidad es ue, primero, se alejaron de, o se<br /><br />resintieron con su pareja, y después, cualquiera puede atraerlos. El resentimiento desbarata el amor, y el deseo es atraído por el vació.<br /> c) Pereza: Aunque inconscientemente, es el resentimiento el que origina que se trabaje a disgusto o como sea, o nada mas por ganarse la vida. Es el origen de los flojos, de toda negligencia en el deber y de los simples vagos.<br /> d) Glotonería en el comer: La psiquiatría nos dice ahora, y es evidente para quienes han tratado esos casos, que hay muchos que comen con exceso solo por despecho, o debido al aburrimiento, al descontento y al resentimiento.<br /> e) Celos: Esta pasión se alimenta del resentimiento. No hablamos de los celos "normales", sino del "tipo extremo" a los cuales los escritores espirituales<br />nombrarían "celos pecaminosos" y los psiquiatras denominarían "anormales", llevan a la venganza, etc., etc.<br /> f) Omisión en la oración: Cuantos que tenían tan buenos principios en la vida espiritual han desistido de la oración y desde luego de su vida espiritual, debido a los resentimientos... "Dios no escucha nunca mis oraciones". "Para otras personas las aves cantan"...<br /> g) Abandonar la iglesia: Muchos de estos casos ocurren "debido a lo que el sacerdote dijo o hizo" o "a lo que otros miembros de la congregación dijeron o hicieron"...Resentimientos<br /> h) Dejar de creer en Dios. Debido a los resentimientos patológicos hacia la vida, los hombres o Dios...<br />Todo lo anterior muestra un panorama completo y le da una profundidad y nuevo significado a lo que hace muchos siglos dijo Platón: "A quienes los dioses destruirán, primero los harán enojar".<br />Pero, ¿saben algo? Esto deberíamos haberlo sabido hace mucho, mucho tiempo, por que fue hace mucho, mucho tiempo, cuando se nos dijo: "Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón... este es el principal mandamiento". Entonces, Por que no deberíamos habemos dado cuenta de que lo contrario de amor, que es el odio y empieza con los resentimientos, es el enemigo más peligroso de toda vida espiritual.<br /> <br />6.-EN NUESTRA VIDA EMOCIONAL<br />! No podemos tolerar los resentimientos ¡ ! Cuantos trastornos y desequilibrios de las emociones empiezan con los resentimientos Nerviosismo, depresión, tensión, temor, fobias de todos los tipos: todo empieza cuando nuestras emociones se alejan de las realidades de la vida y, debido a los resentimientos,<br /><br />buscan salidas anormales. El alcohólico. ¿La salida? La botella "Deje que el otro se enoje" "Espere la critica" Y todos los "trucos", nos servirán para ayudamos a lograr un equilibrio de las emociones, si los usamos y practicamos... día con día.<br />¿Y el amor? Es, cuando es verdadero, el gran equilibrador de la vida y de las emociones. Ese amor que turba a las emociones no es amor sino capricho o lujuria. Los actos de amor libraran a nuestras emociones de las tendencias al resentimiento. Lo otro, una "cruda" de nuestros días de bebedores.<br /><br />7.-EN NUESTRA VIDA FISICA<br />Las úlceras, el cansancio, las alergias, los dolores y los padecimientos físicos de todo tipo, vienen del resentimiento, ya sea consciente o inconscientemente. Con el advenimiento de la medicina psicosomática se ha sabido que más del 50% de todos los padecimientos físicos aparentes provienen de actitudes mentales, conocidas u ocultas; en su mayoría del resentimiento. (Muchos de tales padecimientos se ha encontrado que provienen del descontento: resentimiento en contra de nuestro papel en la vida, nuestra profesión, posición social, nacionalidad, hasta el ser "hombre" o "mujer" Mas y mas gente no adaptada al matrimonio esta descubriendo que la causa es el resentimiento contra el hecho de tener que vivir el papel de "hombre" o de "mujer" que Dios le ha dado).<br />Mucha gente de hecho ha curado un "dolor de cuello" eliminando la causa, por medio de un cambio de trabajo; ya que en esa forma, elimina al jefe o compañero que en realidad era el causante del "dolor del cuello".<br />También, muchos -dicen los médicos-, han tenido ataques cardiacos como resultado de los resentimientos. Con fecha 25 de Julio de 1955, leí:<br />"Filadelfia. - ¿Desea evitar un ataque cardiaco. . .? Evite los resentimientos". Dr. David Gelfand.<br />"El doctor Gelfand es el jefe de la' Unidad de evaluación en el Hospital General de Filadelfia y en 3 = años de estudios minuciosos ha examinado a 438 personas. Dijo que un 46% de los pacientes, cada uno examinado por un cardiólogo, un asesor vocacional, un trabajador social y un psiquiatra, tiene un factor psicológico presente: el resentimiento que no es expresado o eliminado, penetra en el sistema cardiovascular, donde estrecha los vasos sanguíneos. El daño prolongado al tejido cardiovascular da por resultado una hipertensión permanente, lo que conduce a un ataque cardiaco".<br />(Bueno, esto puede ser un consuelo para nosotros en A. A. Tal vez en muchas ocasiones esas borracheras evitaron un ataque cardiaco)<br /><br />¿Y el alcohólico? Tiene un ataque de botella<br />Hablemos ahora del amor. Se ha comprobado que las familias que practican actos de amor son las más saludables ¿Y quien tiene mejor salud que una persona enamorada?<br /><br />8.-EN NUESTRA VIDA DEL PENSAMIENTO<br />Las aberraciones mentales, las enfermedades mentales, los olvidos, etc., etc., provienen de los resentimientos, que ocasionan una huida de la realidad. ¿Cual es la solución? Rehúsese a retener el pensamiento. Y respecto a ese asunto del amor, "pensamos en los que amos... amorosamente" No hay cabida para pensamientos negativos ni de resentimiento. Es sencillo, ¿no es verdad?<br /><br />9.-EN NUESTRA VIDA DE A. A.<br />Las desavenencias en los grupos, las recaídas, los chismes, las calumnias, las separaciones, y todo lo demás, provienen de los resentimientos. Para el alcohólico el resentimiento reprimido significa beber. No hay otra alternativa. Pero, ¿que hay de aquellos en los grupos que parecen tener éxito con el resentimiento; esos que constantemente "están enojados por" o "contra" algo o alguien? Bueno, ellos "son borrachos", no alcohólicos. No tienen el factor "compulsivo" de beber. Pueden permanecer resentidos día con día y. Mantenerse sobrios. Que Dios los bendiga El los puso allí para que los demás, que no podemos tolerar el resentimiento, tengamos la oportunidad de practicar la paciencia, la amabilidad y el amor, y para utilizar truco tras truco a fin de protegernos hasta haber adquirido el hábito de la paciencia, de la tolerancia y el amor. (Hay que recordar que hay por lo menos uno en cada grupo).<br />El alcohólico no puede tolerar el resentimiento. Por eso es que gran parte del programa esta encausado hacia el logro de esas actitudes que nos protegen de el. Actitudes de humildad: ("no hay señorones en A. A., ni antigüedad, ni graduación". El anonimato tiene por objeto conservarnos dentro de la humildad); y las actitudes de amor: ("este es un programa encausado a dar", "no es necesario que te caiga bien el meneo ese, puedes quererlo").<br />Resentimientos ay Deploramos los resentimientos: si no fuera por ellos seriamos tan felices, tan santos y tan sobrios, por siempre jamás<br />Y un truco de "despedida" Se necesita ser un verdadero hombre y una verdadera mujer.Grupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-64155994357107712762009-02-12T10:47:00.000-08:002009-02-12T10:48:58.069-08:00CARTILLA ALCOHOLICA<a name="a0"></a>CARTILLA DEL ALCOHOLICO<br />Por el Dr. Rafael Llopis Paret<br /><a href="http://www.eoinfor.com/alrex/cart-a.html#a1#a1">El alcoholismo es una enfermedad</a><br /><a href="http://www.eoinfor.com/alrex/cart-a.html#a2#a2">En qué consiste ser alcohólico</a><br /><a href="http://www.eoinfor.com/alrex/cart-a.html#a3#a3">Cómo se hace uno alcohólico</a><br /><a href="http://www.eoinfor.com/alrex/cart-a.html#a4#a4">Tipos de alcohólicos</a><br /><a href="http://www.eoinfor.com/alrex/cart-a.html#a5#a5">Complicaciones del alcoholismo</a><br /><a href="http://www.eoinfor.com/alrex/cart-a.html#a6#a6">¿Se cura el alcoholismo?</a><br /><a href="http://www.eoinfor.com/alrex/cart-a.html#a7#a7">¿Qué hace falta para curarse?</a><br /><a href="http://www.eoinfor.com/alrex/cart-a.html#a8#a8">La fuerza de voluntad y el conocimiento</a><br /><a href="http://www.eoinfor.com/alrex/cart-a.html#a9#a9">Tres puntos que hay que saber</a><br /><a href="http://www.eoinfor.com/alrex/cart-a.html#a10#a10">Tres escalones que hay que subir</a><br /><a href="http://www.eoinfor.com/alrex/cart-a.html#a11#a11">Pastillas o gotas para no beber</a><br /><a href="http://www.eoinfor.com/alrex/cart-a.html#a12#a12">Internamiento</a><br /><a href="http://www.eoinfor.com/alrex/cart-a.html#a13#a13">Seguir sin beber</a><br /><a href="http://www.eoinfor.com/alrex/cart-a.html#14#14">Consecuencias del alcoholismo</a><br /><a name="a1"></a>El alcoholismo es una enfermedad<br />Es muy frecuente que los alcohólicos que vienen a la consulta nieguen serlo. A veces, su familia está destrozada, han perdido el trabajo, presentan mil trastornos (náuseas, temblores, falta de apetito, etc.) por culpa del alcohol y, a pesar de todo, niegan ser alcohólico.<br />¿Por qué no aceptan la palabra alcohólico? ¿Qué pasa con esta palabra?En primer lugar, pasa que tiene una gran carga emocional. La palabra alcohólico es casi un insulto. Y a nadie le gusta que le insulten. ¡Demasiado sabe el alcohólico que lo que a él le pasa es que bebe en demasía! Pero si encima viene alguien y le suelta la palabreja en cuestión, el alcohólico reacciona generalmente de mala manera. Y es que el alcohólico se siente culpable por serlo y, al decirle que lo es, lo que hacemos es hurgar en su herida, hacerle daño. Y, claro, él reacciona con una violencia proporcional a su dolor.<br />Pero, sin embargo, hay que decírselo, porque es menester llamar a las cosas por su nombre. Al alcohólico hay que decirle que lo es. Pero, al mismo tiempo, hay que hacerle ver que él no tiene la culpa, y que no debe sentir vergüenza alguna.<br />¿Por qué?<br />Pues porque el alcoholismo no es una cuestión moral. El alcohólico no es un canalla ni un mal hombre. El alcohólico es un enfermo. El alcoholismo es una enfermedad.<br />Se me dirá que el alcohólico no trabaja, que pega a su mujer, que se vuelve brutal y egoísta, que se destroza a si mismo y a los suyos, y que quien hace eso es porque es un sinvergüenza. Pero las cosas no son tan sencillas. Todo eso que hace el alcohólico (y más) no lo hace él libremente. Todo eso es consecuencia del alcoholismo. Muchas personas que padecen otras enfermedades también se vuelven brutales y dejan de trabajar y destrozan su vida. Pero comprendemos que son enfermos y que no actúan libremente. ¿Acaso diríamos que un tuberculoso es un sinvergüenza? A ver que les parece estas frases, puestas en la boca de la esposa de un tuberculoso:<br />- Mire usted, doctor, esto ya no hay quien lo aguante. Ya ni trabaja, se pasa el día en la cama, estamos en la miseria. En cuanto lo dejo sólo se me pone a escupir sangre el muy sinvergüenza. ¡Y a pesar de que sabe que me hace sufrir, no para de toser.<br />Les parecen absurdas, ¿verdad? Está clarísimo que el tuberculoso es un enfermo y no tiene la culpa de toser. ¿Qué más quisiera él que poder no toser?Pues bien, yo afirmo: en el fondo de su alma, a pesar de todo lo que diga <<de>>, el alcohólico anhela poder dejar de beber. ¡Qué más quisiera él! ¡Qué más quisiera reintegrarse en la sociedad! ¡Qué más quisiera que el respeto y el cariño de su familia!<br /><a name="a2"></a>En qué consiste ser alcohólico<br />Aparte de la carga emocional de la palabra alcoholismo, hay una gran falta de información sobre lo que es dicha enfermedad. Los alcohólicos, avergonzados, se niegan a que les cuelguen la etiqueta humillante y siempre encuentran razones para demostrar que ellos no son lo que se les dice:<br />- ¿Alcohólico yo? ¡Si no me emborracho en la vida!- ¿Alcohólico yo? ¡Si lo fuese, no podría desempeñar un cargo de responsabilidad como el mío!- ¿Alcohólico yo? ¡Estuve un mes en el sanatorio y no eché de menos la bebida!<br />E incluso:- ¿Alcohólico mi hijo? ¡Si bebe lo normal!Hasta el alcohólico hundido, destrozado, vagabundo, pordiosero, conoce a otros que están peor que él:- ¡Esos sí son alcohólicos! Yo no. A mi sólo me gusta tomar unas copitas...<br />¿Qué es, pues, ser alcohólico?¿Es tener náuseas y temblores, estar enfermo del hígado, faltar al trabajo y pelear con la esposa? No. Estas son consecuencias del alcoholismo, pero no el alcoholismo en sí.<br />Entonces ¿qué es ser alcohólico? ¿Es beber alcohol? ¿Es beber demasiado alcohol? ¿Es emborracharse?<br />Efectivamente, el alcohólico bebe alcohol, suele beber demasiado alcohol y a menudo se emborracha. Pero hay personas que beben alcohol y hasta que se embriagan a menudo y no son alcohólicas. Lo característico del alcohólico es que no se puede quitar de beber o, como decimos nosotros, que ha perdido la libertad de poderse abstener del alcohol. ¿Qué quiere decir esto? Veámoslo.<br />Una persona que no sea alcohólica tiene la libertad para beber o para no beber. Una persona normal domina al alcohol y nunca pierde las riendas de él.<br />Si se tercia, bebe; si no se tercia, no bebe. Bebe cuando su voluntad le permite beber, cuando su conocimiento se lo autoriza.<br />En cambio, el alcohólico ha perdido las riendas del alcohol. Ya no es él quien manda, sino el tóxico. El alcohólico -aunque a menudo trate de engañarse a sí mismo- sabe que debería dejar de beber, pero no puede. Aunque comprende que le hace daño, está prisionero en el mundillo del alcohol y es impotente para salir.<br />Naturalmente, el alcohólico suele tratar de engañarse a sí mismo y lo consigue con bastante frecuencia:<br />-¿Quién dice que yo no puedo dejar de beber? ¡Yo dejo de beber en cuanto quiera! Lo que pasa es que no veo ninguna razón para dejarlo.<br />Se hace así ilusiones de que él bebe porque quiere -cuando, en realidad, bebe porque no puede evitarlo- y acalla la voz de su conciencia que le dice:<br />- Eres un esclavo.<br /><br />Para que se entienda bien lo que es un alcohólico, voy a poner un ejemplo muy fácil. El alcohólico es al alcohol lo que el fumador es al tabaco.<br />- También el fumador ha perdido la libertad de no fumar. También el fumador fuma obligado por su propio deseo invencible. Tampoco el fumador puede vivir sin tabaco.<br />- Entonces, ¿por qué el fumador no se avergüenza de serlo? ¿por qué la palabra fumador no suena a insulto?<br />- La diferencia radica en el índole de las complicaciones. El tabaco también tiene complicaciones graves: puede favorecer el cáncer y el infarto de miocardio. Pero el tabaco nunca degrada moralmente a la persona, nunca la humilla, nunca la destroza socialmente. El fumador puede morir por culpa del tabaco. Pero muere siendo un hombre. El alcohólico en cambio, antes de morir, pierde la moral, se degenera, se convierte en un ser odiado hasta por sus hijos. Y cuando muere al fin, no es un hombre, sino una piltrafa humana.<br /><a name="a3"></a>Cómo se hace uno alcohólico<br />Hay dos grandes grupos de alcohólicos, en cuanto al origen de su enfermedad.Los primeros son personas atormentadas, angustiadas o deprimidas o personas que han sufrido graves penalidades o disgustos en la vida. Estas personas observan que, cuando beben, al alcohol les da alegría y se olvidan de sus problemas. Y, por lo tanto, cada vez recurren a él con más frecuencia para buscar alivio. Hasta que por fin llega un momento en que, sin saber bien cómo, ya no se puede pasar sin el alcohol.<br />Los segundos, en cambio, no han empezado a beber porque tuvieran problemas, sino, sencillamente porque todo el mundo bebe.<br />Desgraciadamente es muy frecuente en nuestra patria que den vino (o quina) a los niños, los cuales se acostumbran a beber alcohol desde la infancia y luego no pueden dejarlo nunca. Otros empiezan a beber en la adolescencia.<br />Son jóvenes normales, sin problemas, que beben por alternar con los amigos o compañeros. Poco a poco van bebiendo hasta que llega un momento en que no pueden prescindir del alcohol. En España, donde se consume una cantidad terrible de alcohol en todas partes y a todas horas, la mayor parte de los alcohólicos pertenecen a este grupo.<br />En otras palabras, los primeros dependen psíquicamente del alcohol. Los segundos tienen un tipo de dependencia física. Pero, con el tiempo, los dos tipos de alcohólicos acaban por depender a la vez psíquica y físicamente del alcohol.<br />Me explicaré:La persona atormentada que bebe para aliviarse, lo hace por motivos psicológicos. Por eso decimos que su dependencia del alcohol es de tipo psíquico.<br />Pero un detalle que se olvida muy a menudo es que el alcohol es tóxico que produce hábito. En términos médicos, la palabra hábito tiene un sentido algo distinto del corriente. Nosotros, cuando decimos que un tóxico produce hábito, queremos decir que entra a formar parte de una serie de ciclos metabólicos del organismo y que llega un momento en que éste lo necesita para poder funcionar.<br />Es lo mismo que sucede, por ejemplo, con la morfina. Si empezamos a poner morfina a un sujeto normalísimo, llega un momento en que éste la necesita porque se la pide el cuerpo y, si le falta la droga, se encuentra físicamente mal. Con el alcohol pasa igual. El joven normal que bebe porque el único sitio que hay donde alternar es el bar, acaba por introducir el alcohol en su metabolismo. El alcohol se convierte en un ingrediente necesario para su vida orgánica. Y, cuando le falta, se encuentra mal, tiene temblores y náuseas y se ve obligado a beber de nuevo para volver a su estado normal.<br />Pero, como es natural, esta necesidad física se refleja en sus deseos psíquicos y por eso digo que la dependencia física del alcohol acaba por dar lugar también a la dependencia psíquica.<br />Y al contrario, el que bebe por alegrarse también acaba por habituar su organismo al alcohol y, por lo tanto, a necesitarlo físicamente.Ahora se ve con toda claridad que el alcohólico no es un sinvergüenza, sino un enfermo.<br /><a name="a4"></a>Tipos de alcohólicos<br />En líneas generales, así como hay dos caminos que conducen al alcoholismo, hay también dos tipos de alcohólicos. Pero como, al final, los dos caminos se encuentran, hay un tercer tipo de alcohólico que es la síntesis de los dos anteriores y que constituyen el único grado de alcoholismo.<br />El alcohólico del primer grupo es el que empieza a beber por motivos psíquicos personales. Este sujeto no necesita beber todos los días y, naturalmente, cuando le decimos que es alcohólico, pone el grito en el cielo y dice que él no lo es porque puede pasar días y días sin beber. Eso es cierto.<br />Pero también lo es que hay determinados días en que se ve impulsado a beber aunque no quiera. Este tipo de alcohólico suele ser intermitente o periódico, que habitualmente no bebe, pero que, en cuanto se toma una o dos copas, se descontrola y no puede dejar de beber hasta llegar a la embriaguez completa.<br />A menudo empalma una borrachera con otra y se pasa así unos pocos días, al cabo de los cuales se encuentra al fin <<descargado>> de sus angustias, deja de beber y reanuda su vida normal.<br />Este alcohólico intermitente tarda mucho en alcoholizarse.<br />Tengo que señalar aquí que no es lo mismo ser alcohólico que estar alcoholizado. Ser alcohólico es sentir (siempre o de vez en cuando) una apetencia irreprimible por el alcohol. Estar alcoholizado es sufrir una serie de daños a consecuencia del exceso de alcohol ingerido.<br />El alcohólico intermitente, como he dicho, tarda en alcoholizarse. Cierto es que coge unas borracheras terribles, pero también es cierto que luego se pasa días y días sin catar una gota de alcohol, gracias a lo cual su organismo se limpia, se depura y se mantiene en buena forma. En cambio, lo corriente es que este tipo de alcohólico sufra graves complicaciones sociales: que deje el trabajo o que lo echen, que cometa robos, crímenes u otros delitos y que, por tanto, acabe en la cárcel.<br />El alcohólico del segundo grupo es el que empieza a beber por alternar. Este sujeto no se suele emborrachar nunca o casi nunca. Al beber todos los días desde niño o joven, su organismo se acostumbra al alcohol y lo necesita, pero, al mismo tiempo, lo aguanta aún en grandes cantidades. Cuando decimos a estos enfermos que son enfermos que son alcohólicos, también ponen, como los anteriores, el grito en el cielo, diciendo que no es posible que ellos sean alcohólicos, porque nunca se han emborrachado. Pero también es cierto que ni un solo día de su vida pueden dejar de beber.<br />Se me dirá que, según esto, en España hay infinidad de alcohólicos. Y yo responderé que, en efecto, así es. En España, por desgracia, hay infinidad de alcohólicos. Y, como he dicho, es éste tipo de alcohólico que más abunda.<br />El alcohólico que bebe a diario y no se emborracha, se alcoholiza pronto. No tarda en encontrarse mal cuando le falta el tóxico, en tener por las mañanas temblores y náuseas que se calman cuando se bebe alcohol. Y, con el tiempo, acaba por tener graves lesiones de hígado, impotencia sexual y celos patológicos. Estos enfermos no suelen acabar en la cárcel, como los anteriores, sino en el hospital o en el manicomio.<br />Ahora bien, como he dicho, los dos tipos descritos convergen en un tercer tipo. El alcohólico que no bebe nunca, pero que cuando bebe se embriaga, acaba por irse embriagado cada vez más a menudo. El que no se embriaga, pero bebe a diario empieza a embriagarse y a embriagarse cada vez más. Y al final, ambos tipos confluyen en un tercer tipo: el alcohólico que bebe todos los días y se embriaga todos los días. Este es el último grado del alcoholismo en él se da toda clase de complicaciones a la vez.<br />Pero hay un detalle muy importante que quiero señalar aquí: una vez que una persona se alcoholiza -cualquiera que sea el camino que haya seguido- ya ha traspasado una frontera invisible. Ya es alcohólica, ya ha perdido la libertad de beber o no beber. Ya ha perdido las riendas del alcohol. Ya está esclavizada por éste.<br />Por muy distintos que sean sus motivos o sus circunstancias, todos los enfermos tienen en común su enfermedad: todos son alcohólicos.<br /><a name="a5"></a>Complicaciones del alcoholismo<br />Nosotros dividimos las complicaciones del alcoholismo en tres grandes grupos: mentales, corporales y sociales.<br />Entre las complicaciones mentales, la más frecuente es la paranoia de celos. Al principio, los enfermos empiezan a pensar, sólo cuando están bebidos, que su mujer les engaña. Luego, poco a poco, aún sin estar bebido, el enfermo se muestra celoso de todo el mundo, a veces hasta de sus hijos. Por fin el enfermo acaba convencido de que su mujer le engaña - con uno o con varios- y, desde este momento, se le debe considerar como un enfermo mental y además como un enfermo mental peligroso, porque no es raro que atente contra la vida de su esposa.<br />Tiene mucho interés destacar que los enfermos con celos suelen <<dar>> a la causa y al efecto y explicar que beben para olvidar que su mujer le engaña, cuando lo que sucede es precisamente todo lo contrario: creen que su mujer les engaña porque el alcohol les ha afectado el cerebro.<br />Pero, además de los celos, el alcohol puede producir toda clase de enfermedades mentales. De ellas, las más características son la alucinosis alcohólica o delirium tremens.<br />En las alucinosis, los enfermos oyen voces terribles que los insultan o amenazan. En el delirio, ven monstruos, animales y seres terroríficos. El delirium tremens es como una pesadilla horrible, pero vivida en la realidad, es decir, estando el enfermo despierto. Es, a la vez, una grave enfermedad corporal y hay muchos enfermos que mueren a causa del delirium tremens. En algunas regiones españolas, el <<delirium>> se ha convertido en una causa muy frecuente de muerte.<br />Por último, el alcohol acaba por destruir la mente de los enfermos, los cuales pierden su inteligencia y quedan como idiotas, reducidos a una vida vegetativa.Las complicaciones mentales, en realidad, forman un caso particular de las complicaciones corporales, ya que el cerebro es un órgano como otro cualquiera. Nosotros hemos comprobado que las complicaciones mentales y corporales suelen darse juntas y se deben a la alcoholización, es decir, al efecto del alcohol sobre el organismo.<br />Otras complicaciones corporales, que también afectan al cerebro, son las hemorragias, los ataques epilépticos, etc, etc. El cerebro es uno de los órganos que más sufren a consecuencia del alcohol.<br />Pero el alcohol también ataca al resto del organismo. En el hígado produce primero trastornos biliares y acaba por determinar una cirrosis hepática, enfermedad que, una vez declarada, suele ser gravísima y a menudo mortal.<br />En el estómago produce una gastritis, que tiene la culpa de que el enfermo alcohólico pierda el apetito por completo. También produce neurosis con dolores, calambres y, a veces, hasta parálisis.<br />Otro órgano muy atacado por el alcohol es el aparato genital. El alcohol se fija en los testículos y actúa, como todos los tóxicos, produciendo una excitación y luego una depresión funcionales. Durante largo tiempo, el alcohólico es un hombre muy excitable que hace el coito una o varias veces al día hasta que, de repente por regla general, se vuelve impotente. Esta impotencia suele desaparecer cuando el enfermo deja de beber, pero si no lo hace, se vuelve definitiva, porque se produce una atrofia de los testículos.<br />En general, puede decirse que no hay órgano al que no ataque el alcohol.<br />Las complicaciones sociales dependen no sólo del alcohol ingerido, sino también de la forma de beberlo, de la personalidad anterior del alcohólico y de su situación social. Las más frecuentes son las riñas con la familia y los trastornos en la esfera del trabajo.<br />En general la esposa no soporta al marido embriagado, que además quiere hacer uso del matrimonio a todas horas. Esto da origen a disputas agrias, a las que se añaden los celos de él y los reproches de ella por el poco dinero que entrega para la casa. Es frecuente que el hogar del alcohólico acabe dividido y, a veces, separado totalmente y que el enfermo acabe por granjearse incluso el odio de sus hijos.En el trabajo, es corriente que el enfermo falte los lunes, porque está con resaca, y que en el centro donde trabaja le llamen la atención varias veces y terminen por echarle al fin. Otras veces es el propio enfermo el que abandona su puesto de trabajo para evitar la reprimenda de sus jefes. El caso es que, con mucha frecuencia, el alcohólico termina sin trabajo o desempeñando puestos inferiores a su categoría. Pronto asoman la miseria, el hambre y, a veces, los hurtos, la policía y la cárcel.<br />Otra complicación social frecuente es la riña. Hay alcohólicos que se vuelven pendencieros e inmorales y suelen también acabar en comisarías, juicios de faltas y cárcel.<br />Pero las complicaciones sociales también están muy unidas a las mentales y a las corporales. En realidad, tanto unas como otras no son más que facetas distintas de un mismo problema: el que plantea el hombre dominado por el alcohol.<br /><a name="a6"></a>¿Se cura el alcoholismo?<br />Hasta aquí he hablado de lo que es la enfermedad alcoholismo y de sus inevitables complicaciones. Pero la medicina tiene una finalidad última: curar. Si el alcoholismo es una enfermedad, debe caer en la jurisdicción del médico. El alcohólico no es un canalla, sino un enfermo y, por tanto, es al médico al que le toca tratar con él.<br />Pero, ¿se puede curar un alcohólico? Si y no.<br />Veamos qué quiere decir esto.<br />Yo siempre pongo a los enfermos un ejemplo: el del miope. Veamos el ejemplo del miope.Imaginemos a un hombre que ve mal y que, a consecuencia de ello, sufre dolores de cabeza y mareos. Un día va al oculista y éste descubre que lo que tiene es miopía. Le receta unas gafas, el enfermo las empieza a usar y desde entonces ve bien y no vuelve a tener dolores de cabeza ni mareos. Pues bien, este enfermo ¿está curado o no?<br />-Hombre, si ve bien y se encuentra bien, si que está curado -se me puede decir.<br />Y efectivamente lo está. Pero hay un pequeño detalle que quiero subrayar: que tiene que usar gafas, que, si se las quita, vuelve a encontrarse mal. Luego, en un sentido, ni se ha curado ni se va a curar. Pero si ve bien y se encuentra bien, si se acostumbra a llevar gafas hasta el punto de que éstas no le molesten en absoluto, ¿qué más da que esté totalmente curado?<br />Lo mismo pasa con el alcohólico. El alcohólico se cura porque se repone física y mentalmente, porque se pone fuerte y come bien, porque no le duele nada, porque se lleva bien con su familia y con la sociedad, porque recupera la situación y la estima que había perdido, etc. En una palabra, el alcohólico se cura por completo de las complicaciones del alcoholismo y vuelve a ser un hombre feliz.<br />Pero, por otra parte, el que ha cruzado las fronteras invisibles del alcoholismo, el que -por un camino o por otro- ha llegado a ser alcohólico, lo será durante toda su vida. En este sentido, el alcoholismo no se cura jamás. El alcohólico, como el miope, tiene que llevar siempre puestas unas gafas: en el caso del alcoholismo, tales "gafas" consisten en no beber una gota de alcohol.De este modo, el alcohólico será un alcohólico que no bebe (como el miope será un miope que ve bien) será un alcohólico que se acostumbrará a no beber y no echará de menos el alcohol (como el miope se acostumbra a llevar gafas y se olvida de que las lleva).<br />El alcoholismo, pues, vivirá aletargado en el alcoholismo y no dará ninguna señal de vida. Pero, en el momento en que vuelva a probar una gota de alcohol, el demonio del alcoholismo despertará en su interior y (como le sucedería al miope si perdiera sus gafas) volverá a producir las mismas complicaciones que antes -los mismos temblores, los mismos celos, las mismas riñas- porque el alcoholismo propiamente dicho no se cura jamás.<br />Del mismo modo, si el fumador que se ha retirado del tabaco vuelve un día a aceptar un cigarrillo, está condenado de nuevo a volver a fumar. Del mismo modo, el fumador que se retira del tabaco siempre será fumador -eso si- pero un fumador que no fuma.<br />Pues bien, la misión del médico, en cuanto al alcoholismo, es convertir alcohólico que bebe en un alcohólico que no bebe.<br /><a name="a7"></a>¿Qué hace falta para curarse?<br />Para curarse del alcoholismo, lo único que hace falta es dejar de beber alcohol.<br />Pero, claro, como el alcoholismo consiste precisamente en no poder dejar de beber alcohol, resulta que para poderse curar es menester estar curado ya. De modo que, dicho así el remedio de esta enfermedad es no tenerla, lo cual es absurdo. Pero yo voy ahora a intentar aclarar este galimatías para que se vea que esta solución no sólo no es absurda, sino que es la única posible.<br />El que realmente no puede salir del círculo vicioso de la enfermedad es el propio alcohólico abandonado a sí mismo. Para que el alcohólico dejase de beber por su propio esfuerzo haría falta que no fuese alcohólico (o que tuviese una enorme fuerza de voluntad, lo que viene a ser casi lo mismo).<br />Pero desde el momento en que el alcohólico reconoce que él es un enfermo y acude al médico, ya interviene un nuevo factor; el propio médico, cuya primera obligación es precisamente romper ese círculo vicioso. Lo que el alcohólico no puede hacer por sí sólo, si es capaz de hacerlo con ayuda de un tratamiento adecuado.<br />Analicemos ahora los elementos y las actitudes necesarios para combatir el alcoholismo.Lo primero y lo más importante que tiene que poner el enfermo de su parte es su deseo consciente de curarse.<br />Es frecuente en la consulta que acudan enfermos alcohólicos que echan la culpa de sus males a todo menos al alcohol. Si tienen vómitos por la mañana es porque fuman demasiado, si comen poco es porque han sido de poco comer, si se llevan mal con su esposa es porque ésta es insoportable, si les echan del trabajo es porque los tiempos están muy mal, si les duelen las piernas es porque tienen reuma, si les tiemblan las manos es porque están intimidados por la presencia del médico. Al decirles que todos esos síntomas que refieren son debidos al alcohol, contestan categóricamente que no, porque ellos beben "lo normal" y lo han bebido desde niños y nunca les han pasado estas cosas hasta hace dos años. No comprenden, o no quieren comprender, que, a fuerza de ir a la fuente, llega un momento en que el cántaro se rompe.<br />-Pero bueno, vamos a ver -suelo decir a estos enfermos-, ¿usted a qué ha venido a la consulta<br />-Yo -responden-, porque se ha empeñado mi mujer. Pero a mi no me pasa nada.<br />Estos son los enfermos que no se curan. Lo primero que hace falta para curarse es desearlo conscientemente. Para ello es preciso reconocerse enfermo y ser plenamente sincero. A estos enfermos que vienen a consulta "obligados por su mujer", le digo:<br />- Si usted no se considera enfermo, no tiene que venir al médico. Váyase y vuelva cuando usted, sin que nadie le obligue, decida que quiere curarse.<br />- He aquí, en cambio, lo que dice el enfermo que se cura:<br />- Mire usted, a mi todo lo que me pasa es por culpa del vino. Yo sé que me tengo que quitar debeber, pero no tengo fuerza de voluntad para ello.<br />- Este es el enfermo que se cura porque es lo bastante sincero para reconoce su enfermedad sin engañarse a sí mismo. En una palabra, se cura porque se quiere curar. El no tener fuerza de voluntad no es un obstáculo. Cuando viene un enfermo alcohólico a mi consulta, ya sé que no tiene fuerza de voluntad y cuento con ello. Porque en esa falta de voluntad es precisamente donde radica su enfermedad. Si la tuviera, no sería un alcohólico o no habría venido a la consulta, porque se habría quitado él solo de beber.<br /><a name="a8"></a>La fuerza de voluntad y el conocimientoYo suelo comparar la fuerza de voluntad y la fuerza muscular.Supongamos que hay que subir a lo alto de una montaña (la montaña simboliza el dejar de beber). Imaginemos que la montaña tiene, por uno de sus lados, un enorme precipicio cortado a pico. Querer dejar de beber sólo a base de fuerza de voluntad es como querer subir a pulso por el precipicio a la cima de la montaña.<br />¿Es posible? No. Quizá lo consiga uno de cada mil, de cada diez mil o de cada cien mil. Pero, para hacerlo, es menester ser un atleta extraordinario. Casi todos los que lo intenten van a fracasar y, lo que es peor, se van a estrellar en el fondo del abismo.<br />Pues bien, siguiendo con el ejemplo, la misión del médico es reconocer sendas y pasos no muy empinados, que den vueltas y revueltas, que sean a veces largos, pero que conduzcan a la cima sin grandes peligros ni fatigas. Ya que el enfermo alcohólico carece de la fuerza necesaria para subir a pulso la montaña por su cara más difícil, lo que debe hacer es ponerse en manos de un guía que le enseñe el camino mejor para alcanzar la cumbre, este camino es largo y, en algunos momentos, va a ser duro. Surgirán rocas o pasos difíciles que exigirán un esfuerzo muscular, pero no es lo mismo tener que recurrir de vez en cuando a la fuerza que confiar única y exclusivamente en ella.<br />Los médicos somos eminentemente prácticos. De lo que se trata aquí no es de hacer una heroicidad, sino de conseguir un objetivo con las mayores garantías posibles. Los cementerios están llenos de héroes. La misión del médico es salvar vidas. A nosotros no nos interesa que el enfermo se enorgullezca de haber hecho lo más difícil, sino que se cure.<br /><a name="a9"></a>Tres puntos que hay que saber<br />Así, pues, en vez de fuerza de voluntad hace falta conocimiento.<br />El conocimiento empieza por saber que el alcohol es dañino. Pero esto ya lo suele saber el alcohólico, porque lo ha experimentado en su propia carne. Lo que él desea es que le aclaremos el camino para apartarse de él.<br />Es muy frecuente que el alcohólico crea que, gracias a un tratamiento médico, va a ser capaz de poder beber moderadamente. Casi todos los alcohólicos desean seguir bebiendo, pero sin exceso. Y es necesario desengañarles desde un principio. La experiencia médica demuestra que un alcohólico es incapaz de beber moderadamente. Con una gran fuerza de voluntad, podrá aguantar unos pocos días, una semana, un mes, bebiendo moderadamente. Pero el camino vertical de la fuerza de voluntad conduce a la caída en el abismo. Al cabo de días o de semanas de beber moderadamente, el alcohólico vuelve a beber en exceso, como antes, pero además carga con un nuevo fracaso y se desmoraliza más.<br />Por lo tanto, ya tenemos un punto bien señalado: el alcohólico ha de saber que el único camino es dejar de beber del todo.<br />Otros enfermos, aún convencidos de esto, pretenden quitarse de beber poco a poco. ¡Engaños del alcohol otra vez! Este "poco a poco" que parece tan fácil es, en realidad, mucho más difícil: es imposible. El enfermo ignorante que emprende esta vía (también a base de fuerza de voluntad) se agota en su lucha cotidiana contra el hábito de beber. Cada día bebe, en efecto, un poquito menos que el anterior, hasta que, agotado por el terrible esfuerzo de subir a pulso, sus músculos ceden cae al abismo: en este caso a desquitarse, mediante una borrachera fenomenal, de las angustias de lucha pasada. Y peor aún: confirma así su cómoda teoría de que él es incapaz de abandonar el alcohol y justifica así el seguir bebiendo.<br />Por lo tanto, ya tenemos señalado el segundo punto: el alcohólico debe saber que el único camino es dejar de beber de repente<br />Por último, hay algunos enfermos que sabiendo que han de dejar el alcohol del todo y de repente, abrigan la esperanza de curarse algún día y poder volver a beber con moderación en el porvenir. Pero ahora viene otra ver mi anterior ejemplo de las gafas. El alcoholismo propiamente dicho -la pérdida del control sobre la bebida- no se cura nunca...Queda, como si dijéramos, aletargado. Pero, en el momento en que el enfermo vuelva a probar una gota de alcohol, el demonio del alcoholismo se despierta. Es como si el miope, notando que ve bien, se creyera curado y tirara sus gafas. Se encontraría con la desagradable sorpresa de que sigue siendo miope. Lo mismo sucede a los alcohólicos cuando, después de varios años sin beber, vuelven a tomar una copa, un chato o una caña. Pronto tienen ocasión de comprobar, con mucho dolor en general, que siguen siendo igual del alcohólico que antes.<br />Esta penosa comprobación puede ser rápida o lenta. A veces, el alcohólico que bebe después de una temporada de abstinencia siente pronto tal ansia de alcohol que, inmediatamente después de la primera copa, sigue bebiendo hasta la embriaguez total. Pero lo corriente es que la recaída sea más solapada. Después de una temporada de no beber, el alcohólico, un día, creyéndose curado o pensando que la cosa no tiene importancia, se toma una caña de cerveza. Naturalmente, no le sucede nada de particular y se va a su casa convencido de que, de vez en cuando, se puede tomar una cerveza.<br />Pronto se vuelve a presentar la ocasión, y cada vez lo hace con mayor frecuencia. Y poco a poco, el alcohólico retorna a sus viejos hábitos como si el tiempo no hubiera transcurrido.<br />Y éste es el tercer punto que ha de saber el alcohólico: es menester dejar el alcohol para siempre.<br />Para curarse, el alcohólico debe dejar de beber del todo, de repente y para siempre<br />Si el enfermo se desengaña a estos tres respectos, o sea, si sabe el modo de dejar de beber, lleva ganada la mitad del camino. Pero la otra mitad es dura: ¿cómo cortar del todo y de repente con el alcohol?<br /><a name="a10"></a>Tres escalones que hay que subirEste es el primer obstáculo donde va a ser preciso recurrir a la fuerza de voluntad del enfermo. El camino suave y ondulado que conduce a la cima del monte se halla cortado por un bloque de roca muy grande. No hay más remedio que subir a él.<br />Sin embargo, si el enfermo sabe, su voluntad se fortalece. El enfermo que sabe ya empieza a tener fuerza de voluntad. Pero volvamos a la gran roca.<br />Los enfermos más fuertes podrán subir de un salto. Pero muchos tendrán que dar un pequeño rodeo y subir a la roca mediante un escalón intermedio. Y unos pocos, los más débiles, tendrán que dar un rodeo mayor y subir dos escalones antes de pisar lo alto de la roca. La fuerza de estos débiles, sin embargo, será precisamente saber que son débiles y que, por lo tanto, han de dar un rodeo mayor o menor. La fuerza de estos débiles es sustituir el heroísmo de relumbrón por una labor callada y tenaz.<br />Pero todos ellos tienen que subir a la roca, porque ésta equivale a dejar de beber de repente y del todo. No hay modo de evadirse de este esfuerza. Todo el tratamiento reposa sobre esta base.<br />Los que tienen fuerza para subir de un salto son los que son capaces de pasarse una semana sin beber. Yo pregunto siempre a los enfermos si son capaces de estarse una semana sin beber. Si dicen que si, yo les digo que se la estén y que después hablaremos. Si efectivamente, lo consiguen y no beben durante esa semana (que es la peor), la siguiente les será más fácil seguir sin beber. Ya estarán encima de la roca y el camino volverá a ser más fácil para ellos. Si fracasan, el daño no es grave (apenas unas desolladuras) y entonces se les conduce al escalón intermedio, que es el de las pastillas o gotas para no beber.<br />En aquellos en los que fracasan las pastillas o gotas para no beber, hay que recurrir al tercer escalón: el ingreso en un sanatorio u hospital.La finalidad de los tres escalones es la misma: que el enfermo deje de beber y siga luego sin beber. Los más fuertes subirán de un salto los tres. Los medianos se saltarán uno. Los más débiles tendrán que empezar por el más bajo. Pero en los tres casos se trata de lo mismo: de que, por el procedimiento que sea, el enfermo deje de beber y vaya acumulando días sin beber. Cada día que pasa, una vez abandonado el alcohol, el mundo del enfermo cambia, su deseo de beber varía, desaparecen unos problemas y se plantean otros. Una vez roto el círculo vicioso, los cambios se aceleran y el enfermo entra en un periodo de saludable crisis. Al cabo de sólo una semana de no beber, las cosas han cambiado ya, porque el mundo del alcohólico está determinado fundamentalmente por el propio alcohol y, al faltar éste, todo lo demás se modifica. Por eso, al enfermo que se considera capaz de pasar una semana sin beber, yo le digo que lo haga. Y que no piense en el futuro, porque, al cabo de una semana, ya no va a ser como él se lo imagina.<br />En esto consiste saltar directamente al tercer escalón. Ahora veremos en qué consiste el segundo y el tercero.<br /><a name="a11"></a>Pastillas o gotas para no beber<br />Estos medicamentos constituyen el segundo escalón.<br />Se trata de unas pastillas o de unas gotas que no hacen ningún efecto en el organismo mientras no se beba alcohol. Pero, si se bebe, entonces se produce un choque terrible y es enfermo se pone a morir. Como se ve, estos medicamentos sirven para suplir la fuerza de voluntad que no tiene el enfermo. Este se toma las pastillas o las gotas y ya sabe que no puede beber alcohol. Hay que hacer, por tanto, mucho hincapié en que jamás deben darse medicamentos sin que lo sepa el propio enfermo. Han de tomarse voluntariamente, en forma plenamente consciente y deliberada.<br />Tomarlos es como estar encerrado en un sanatorio, porque el que los toma no puede beber alcohol. Pero es estar encerrado sólo en lo que se refiere a la bebida.<br />El enfermo entra y sale, va al trabajo, alterna con sus amigos, frecuenta incluso su bar o tertulia, pero no debe beber alcohol.<br />Las pastillas o gotas para no beber, como es natural, no entienden si el enfermo ha tenido un gran disgusto que le obliga a beber o una gran alegría que hay que celebrar con vino. Tampoco entiende si es nochebuena, o la boda de fulanito, o el bautizo de la hija de menganito. Estos medicamentos ignoran todas las sutilezas con que el alcohólico pretende engañarse a sí mismo. Para ellos el alcohol es alcohol, vaya servido en forma de sidra, de cerveza, de vino, de vermouth, de quina, de jerez, de anís o de vodka. Incluso la pequeña cantidad de alcohol que contiene el vinagre desencadena la terrible reacción.<br />Y es que, naturalmente, el enfermo alcohólico tiene que dejar de beber toda clase de alcohol.<br />Y el que ha tomado estas pastillas o gotas se tiene que aguantar sin beber, por muchas ganas que tenga de hacerlo.<br />Si no las hubiera tomado, a lo mejor se bebía "una cañita sólo" y luego venían otras dieciséis después, mas luego vinos, algún vermouth y por fin, bebidas exóticas ya en plena euforia alcohólica.<br />De modo que, gracias a estos medicamentos, el enfermo se acostumbra a vivir sin beber. Y lo hace en la calle, en el bar, con sus amigos y compañeros, es decir, en el mismísimo escenario de sus triples hazañas alcohólicas. De esta manera se agotan sus reflejos condicionados y se desintegran sus esquemas de conducta alcohólicos. Las pastillas o gotas para no beber son, como decía uno de mis enfermos, un par de muletas que te ayudad a andar mientras las piernas cogen fuerza. Al cabo de un plazo de tiempo que determinará el médico, el enfermo podrá dejar de tomar estos medicamentos. Ya habrá recuperado su dominio de sí mismo y podrá vencer, sin ayuda química, la tentación de beber, porque, durante el tiempo que ha estado sin beber, la tentación se ha ido debilitando y su voluntad se ha ido robusteciendo.Si fracasan con pastillas o las gotas para no beber, bien porque el esfuerzo beba aunque se ponga malo, bien porque el enfermo no sea capaz de hacer ni el mínimo esfuerza que representa tomar unas pastillas o unas gotas (porque de ese modo, naturalmente, puede beber), entonces hay que empezar el tratamiento por el escalón más bajo.<br /><a name="a12"></a>Internamiento<br />Aparte con los casos de enfermedades mentales o corporales de origen alcohólico, es decir aparte los casos de complicaciones de alcoholismo, sólo se debe internar a los alcohólicos cuando no sean capaces de dejar de beber en libertad, ni aún con ayuda de los medicamentos citados.<br />En tales casos de internamiento debe ser de breve duración, para que el enfermo pase encerrado y sin poder beber los primeros días de abstinencia, aquellos en que su deseo de alcohol es más poderoso. Pero, en cuanto pasen estos días, el enfermo, fortalecido por el tratamiento que se le haya administrado en el hospital, deberá subir al segundo escalón, al de las pastillas o gotas, es decir, a dar la batalla en la calle, que es donde en definitiva la va a ganar.<br />Y luego, más adelante, podrá a su vez, dejar estos medicamentos, porque ya se hallará en lo alto de la roca.<br /><a name="a13"></a>Seguir sin beberUn a vez retirado del todo y de repente del alcohol, el enfermo tiene que seguir para siempre sin beberlo. Hasta aquí, el camino ha sido abrupto, corto y difícil. A partir de aquí será largo y fácil.<br />Hasta aquí, el enfermo ha tenido que ser ayudado por medicamentos: no sólo las pastillas o las gotas citadas, sino vitaminas, extractos hepáticos, tranquilizantes, colagogos, sueros, etc.<br />Pero cuando el enfermo ha superado ya la primera y gran roca del principio, empieza a encontrarse bien, fuerte, despejado y sin ganas de beber. Al cabo de cierto tiempo, el propio enfermo llega espontáneamente a aborrecer el alcohol, sintiendo hasta náuseas ante su olor.<br />Pero si, por la razón que sea, el enfermo vuelve a probarlo, el aborrecimiento se tornará deseo otra vez. Por eso, el tratamiento del alcoholismo no termina nunca y dura lo que la misma vida del enfermo. No se trata ya, como es natural, del tratamiento médico enérgico del principio, sino de un tratamiento psicológico y conductista prolongado.<br />Una vez separado el deseo inicial de beber, el alcohólico se enfrentará a otros problemas. Tendrá que salir del mundillo alcohólico en que ha vivido hasta entonces, tendrá que asumir una serie de responsabilidades que ha rehuido anteriormente, tendrá que recuperar la estima de sus familiares, amigos y compañeros y apartarse de los malos amigos que intentarán por todos los medios hacerle recaer.<br />En esta fase del tratamiento, el médico, tras montar el camino al enfermo, pondrá a éste en contacto con otros enfermos, con asociaciones de alcohólicos curados. La función del médico ya no la desempeñará el propio médico, sino el grupo. Los enfermos veteranos aconsejarán a los novatos, y éstos servirán a aquellos de recuerdo de lo que ellos mismos fueron antaño. Si se presentasen recaídas, el grupo orientará el individuo al individuo y convertirá el daño irremediable actual en eficaz experiencia para el futuro.<br />El enfermo, por su parte, durante toda la psicoterapia de grupo, tendrá que ser absolutamente sincero y luchar contra una parte de sí mismo, que encontrará cien mil disculpas y excusas para beber. A este respecto, recuerdo que un enfermo decía:<br />- Razones para beber, tenemos muchas; pero razón, ninguna.<br />- Con el tiempo, el alcohólico arreglará su vida, encontrará nuevas aficiones y, sobre todo, se hallará a sí mismo. Ya no necesitará del grupo, sino sólo desde un punto de vista recreativo o cultural y para aconsejar a los recién llegados. Su médico entonces será él mismo, porque se habrá convertido en un hombre nuevo. No será sólo un hombre curado -un hombre que lleva gafas, como tantos otros-, sino que ante él se abrirá un panorama glorioso: se hallará por fin en la cumbre de la montaña.<br />- Mientras el alcohólico no se haya transmutado en ese hombre nuevo, subsistirá un grave peligro de recaída. Sobre el enfermo penderá siempre la espada de Damocles del alcohol. Pero una vez regenerado, tal peligro desaparecerá casi del todo. Las ventajas de su nueva situación serán tales que le parecerá locura o suicidio probar una simple gota de alcohol.<br />- El alcohólico que deja de beber nunca es igual que si no hubiera sido alcohólico jamás. Aunque parezca mentira, es mucho mejor porque es un hombre que ha descendido al infierno y ha conseguido luego su propio paraíso.<br /><br /><br /><a name="14"></a>Consecuencias del alcoholismoGrupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-74455966732282988782009-02-12T10:33:00.000-08:002009-02-12T10:34:25.959-08:00QUE ES ALCOHOLICOS ANONIMOS ?¿Que es Alcohólicos Anónimos?<br /><br />Es una Agrupación de hombres y mujeres que comparten su mutua experiencia, fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse del alcoholismo.<br />El único requisito para ser miembro de A.A. es el deseo de dejar la bebida.<br />Para ser miembro de A.A. no se pagan honorarios ni cuotas; nos mantenemos con nuestras propias contribuciones.<br />A.A. no esta afiliada a ninguna secta, religión, partido político, organización o institución alguna, no desea intervenir en controversias; no respalda ni se opone a ninguna causa.<br />Nuestro objetivo primordial es mantenernos sobrios y ayudar a otros alcohólicos a alcanzar el estado de sobriedad<br /><br /><br /><br /><br /><br />Esto es A.A.<br /><br />Quienes somos.<br />Los miembros de A.A. somos hombres y mujeres que hemos descubierto y admitido que no podemos controlar el alcohol; que hemos aprendido que tenemos que vivir sin él si es que queremos evitar el desastre para nosotros y para aquellos que nos rodean.Con grupos locales en miles de comunidades. Formamos una fraternidad internacional, que no tiene formalidades, con miembros en mas de 160 países. Sólo tenemos un propósito primordial: permanecer sobrios y ayudar a otros que deseen recurrir a nosotros para que los ayudemos a lograr la sobriedad.No somos reformadores ni estamos aliados a ninguna otra agrupación, causa, ni denominación religiosa. No deseamos que el mundo entero se vuelva abstemio; no reclutamos nuevos miembros, sino que les damos la bienvenida. No imponemos a otros nuestra experiencia con el problema de la bebida, sino que la compartimos cuando se nos pide hacerlo.Entre nuestros miembros se puede encontrar hombres y mujeres de todas las edades y muy diferentes condiciones sociales, económicas y culturales. Entre nosotros, algunos bebieron durante muchos años antes de darse cuenta que no podían controlar el alcohol; otros tuvieron la fortuna suficiente de apreciar, a temprana edad o sin avanzar mucho en sus carreras de bebedores, que el alcohol se había vuelto incontrolable.También son diversas las consecuencias de nuestro beber alcohólico: Hay entre nosotros unos pocos que llegaron a quedarse solos antes de recurrir a Alcohólicos Anónimos para ser ayudados, otros perdieron la familia, los empleos y el respeto a sí mismos. Hay quienes han estado en las ciudades perdidas de muchos lugares; algunos han estado hospitalizados o encarcelados un sinnúmero de veces. Los hay que han cometido graves delitos contra la sociedad, la familia, los patrones y contra sí mismos. Entre nosotros hay quienes nunca han estado hospitalizados ni encarcelados, ni han perdido familia o trabajo a causa de la bebida, pero llegamos finalmente al punto que nos dimos cuenta de que el alcohol estaba interfiriendo lo que es una forma normal de vivir. Cuando descubríamos que no podíamos vivir sin alcohol, decidimos buscar ayuda por medio de A.A. En nuestra Fraternidad están representadas todas las grandes creencias, y muchos dirigentes religiosos han estimulado nuestro crecimiento; también hay entre nosotros muchos que se proclaman a sí mismos ateos y agnósticos. Pero ya sea que se tenga fe, o que se esté adherido a un credo religioso, esto no es una condición para ser miembro.Nos une nuestro problema común: el alcohol. Al reunirnos, platicar y ayudarnos, unidos, los alcohólicos somos capaces, extrañamente de permanecer sobrios y perder la compulsión por la bebida que en otra época fue dominante.No creemos ser los únicos que tienen la solución al problema de la bebida; sabemos que el programa de alcohólicos anónimos nos funciona y que l hemos visto funcionar para todo recién llegado, casi sin excepción, cuando honesta y sinceramente quiere dejar de beber.Por medio de A.A. hemos aprendido un buen numero de cosas acerca del alcoholismo y de nosotros mismos, y procuramos que no se nos olviden nunca. Para nosotros, la sobriedad debe ser siempre lo primero.<br />LO QUE HEMOS APRENDIDO ACERCA DEL ALCOHOLISMO.<br />Lo primero que hemos aprendido acerca del alcoholismo es que se trata de uno de los problemas más antiguos en la historia del hombre, pero solo ha sido recientemente cuando nos hemos podido beneficiar de los nuevos enfoques sobre este problema. Por ejemplo, los médicos saben hoy, acerca del alcoholismo, mucho más que sus predecesores de hace dos generaciones y están empezando a definirlo y estudiarlo en detalle. "A.A. no define" el alcoholismo de una manera formal, la mayor parte estamos de acuerdo en que, para nosotros, se podría describir como una compulsión física unida a una obsesión mental; Con esto queremos decir que teníamos un deseo físico característico para consumir alcohol mas allá de nuestra capacidad para controlarlo, desafiando todas las reglas del sentido común, no solo teníamos un anhelo vehemente de alcohol, sino que con frecuencia nos sometíamos a él cuando era el peor momento, no sabíamos cómo ni cuándo parar de beber y con frecuencia, no parecíamos tener el juicio suficiente para saber cuándo no debíamos empezar. Como alcohólicos, hemos aprendido por el camino difícil, que la sola fuerza de voluntad, aunque era muy eficaz en otros aspectos, no lo fue para mantenernos sin beber. Hemos intentado la abstención total durante determinados periodos, hemos hecho promesas solemnes, cambiando las marcas de las bebidas y de un tipo de bebida a otro. Y también hemos tratado de beber sólo a ciertas horas; pero no funcionó ninguno de nuestros planes, tarde o temprano terminábamos emborrachándonos cuando no sólo queríamos evitarlo, si no que teníamos todos los incentivos razonables para permanecer sin beber. Pasamos por etapas de horrible desesperación, al estar seguros de que en nuestro cerebro algo estaba mal, llegamos a odiarnos, por desperdiciar los talentos con los que se nos había dotado y por las dificultades que estábamos causando a nuestras familias y a otros. Con frecuencia, dábamos rienda suelta a la autolástima y proclamábamos que nada podría llegar a ayudarnos.<br />Ahora podremos sonreír ante esos recuerdos, pero para entonces fueron experiencias desagradables y terribles.<br />EL ALCOHOLISMO: UNA ENFERMEDAD.<br />Hoy estamos dispuestos a aceptar de que, hasta el punto en que nos interesa, el alcoholismo es una enfermedad, que es progresiva y que nunca se puede "curar", pero que al igual que muchas otras enfermedades, se puede detener. Estamos de acuerdo que no es ninguna vergüenza tener una enfermedad, siempre y cuando nos enfrentemos con honestidad al problema e intentemos hacer algo al respecto; estamos por completo dispuestos admitir que somos alérgicos al alcohol y que es de simple sentido común permanecer alejados de la fuente de nuestra alergia. Entendemos que una vez que una persona ha cruzado la barrera invisible pasando de beber con exceso a hacerlo de una manera compulsiva, alcohólica, esa persona seguirá siendo siempre alcohólica y hasta donde sabemos, nunca podrá volver a beber de una manera social, "normal". "Una vez que alguien es alcohólico, siempre será alcohólico"; ésta es sencillamente una realidad en la que tenemos que vivir.<br />También hemos aprendido que para los alcohólicos hay pocas alternativas: si continúan bebiendo su problema empeorará en un forma progresiva, y parecerá indudable que están en el camino hacia vivir en las ciudades perdidas, ingresar a hospitales, las cárceles u otras instituciones, o hacia una muerte prematura. La única alternativa es dejar completamente de beber, o sea, abstenerse inclusive de la más mínima cantidad de alcohol en cualquier forma. Si están dispuestos a seguir esta ruta y a beneficiarse de la ayuda que tienen a su disposición, se puede abrir una nueva vida para los alcohólicos. En nuestras carreras de bebedores hubo ocasiones en las que estuvimos convencidos de que todo lo que teníamos que hacer para controlar nuestra bebida era detenernos después del segundo trago, del quinto o de cualquier otro; sólo gradualmente llegamos a darnos cuenta de que no era el quinto, el décimo o el vigésimo trago el que hacía que nos emborracháramos......¡era el primero! Ese primer trago era el que nos hacía daño, el que ponía en marcha toda la serie de tragos que no podíamos interrumpir, el que iniciaba una reacción en cadena de la mente alcohólica que nos conducía a beber sin control. A.A. tiene una manera de expresar esto. "Para un alcohólico, un trago es demasiado y mil no bastan".<br />Otra cosa que muchos aprendimos durante nuestros días de bebedores fue que dejar de beber por la fuerza generalmente no era una experiencia agradable. En ocasiones, algunos fuimos capaces de permanecer sin beber durante días, semanas y hasta años, pero no disfrutábamos nuestra abstinencia, nos sentíamos como si fuéramos mártires. Nos volvíamos irritables y era difícil vivir y trabajar con nosotros; persistíamos en ver hacía el futuro en el que podríamos ser capaces de volver a beber. Al estar ahora en A.A. tenemos una nueva perspectiva de la sobriedad y disfrutamos de una sensación de liberación, de estar libres incluso del deseo de beber. Ya que nunca podremos beber normalmente en el futuro, nos concentramos en vivir hoy una vida plena sin alcohol, Respecto al ayer, no hay nada que podamos hacer y el mañana nunca llega; hoy es el único día del que tenemos que preocuparnos y por experiencia sabemos que hasta los peores borrachos pueden pasar veinticuatro horas sin un trago. Quizá necesiten posponer ese próximo trago durante una hora y hasta un minuto, pero aprenden que puede aplazarse. Cuando tuvimos la primera noticia acerca de A.A. parecía milagroso que alguien que realmente hubiera sido un bebedor sin control, pudiera lograr y mantener la clase de sobriedad de la que hablaban los miembros de A.A., algunos nos inclinábamos a pensar que la nuestra era una especial forma de beber, que nuestras experiencias habían sido diferentes, que A.A. les podría funcionar a otros pero que no podía hacer nada por nosotros. También están en A.A. los que todavía no habían sido dañados seriamente por la bebida y razonaban que A.A. podía ser excelente para los borrachos que se encontraban en las ciudades perdidas, pero que probablemente ellos podrían manejar el problema por sí mismo.<br />Nuestra experiencia en A.A: nos ha enseñado dos cosas importantes: Primero, que todos los alcohólicos se enfrentan a los mismos problemas básicos, ya sea que estén mendigando por el valor de una cerveza o se encuentren ocupando un puesto ejecutivo en una gran compañía. Segundo, ahora nos damos cuenta de que el programa de recuperación de A.A. funciona para casi cualquier alcohólico que honestamente quiere que funcione, sin importar qué antecedentes ni qué patrones de bebida pueda haber tenido cada individuo.<br /><br />TOMAMOS UNA DECISION.<br /><br />En A.A, todos tuvimos que tomar una decisión crucial antes de que nos sintiéramos seguros en el nuevo programa de la vida sin alcohol. Tuvimos que enfrentar real y honestamente los hechos acerca de nosotros mismos y de nuestra bebida; tuvimos que admitir que éramos impotentes ante el alcohol y para algunos de nosotros, éste fue el hueso más duro de roer al que nos habíamos enfrentado. No sabíamos mucho acerca del alcoholismo y teníamos nuestra propia idea de lo que era la palabra "alcohólico" que ésta designaba al miserable degradado y excluido de la sociedad; que indudablemente significaba debilidad de la voluntad, del carácter. Algunos rechazábamos dar el paso de admitir que éramos alcohólicos y otros sólo lo admitían en parte. Sin embargo, la mayor parte nos sentimos aliviados cuando se nos explico que el alcoholismo es una enfermedad; vimos que era de sentido común hacer algo acerca de una enfermedad que amenazaba con destruirnos. Dejamos de tratar de engañar a otros –y a nosotros mismos – ya que siempre quisimos que creyeran que podíamos manejar el alcohol, cuando todos los hechos indicaban lo contrario.Desde el principio se nos aseguró que nadie podría decirnos si éramos alcohólicos y que la admisión tenía que partir de nosotros, no de un doctor, ni ministro, ni esposa o marido; que tenía que basarse en hechos que nosotros conocíamos y que aunque nuestros amigos podrían conocer la naturaleza de nuestro problema, nosotros éramos los únicos que con seguridad podíamos decir si nuestra bebida estaba fuera de control. Con frecuencia preguntábamos. "¿Como puedo saber si en realidad soy un alcohólico?" Se nos dijo que había reglas estrictas para determinar el alcoholismo; sin embargo, aprendimos que había ciertos síntomas reveladores; si nos emborracháramos cuando teníamos todas las razones para permanecer sin beber, si nuestra bebida había empeorado progresivamente, si al beber ya no disfrutábamos tanto como antes lo hacíamos; éstos según a prendimos, eran adecuados para considerarse como síntomas de la enfermedad que llamamos alcoholismo. Al repasar nuestras experiencias de borrachos y sus consecuencias, la mayor arte fuimos capaces de descubrir razones adicionales para reconocer la verdad acerca de nosotros mismos. Es muy natural que la perspectiva de una vida sin alcohol pareciera sombría: temíamos que nuestros nuevos amigos de A.A. fueran aburridos o todavía peor, fanáticos evangelizadores pero, por el contrario, descubrimos que eran seres humanos como nosotros, aunque tenían la virtud especial de comprender nuestro problema con cordialidad sin hacer de jueces.<br />Comenzamos a preguntarnos qué teníamos que hacer para permanecer sobrios, cuánto costaba ser miembro de A.A. y quien la dirigía tanto a nivel local como mundial. Pronto nos dimos cuenta de que no había "debes" en A.A. que a nadie se le exigía ningún ritual formal ni patrón de vida. También aprendimos que en A.A. no se pagan derechos ni cuotas de ninguna clase, que los gastos de los locales, café, refrescos y literatura se solucionan pasando el "sombrero", pero que estas aportaciones no son requisito para ser miembro.<br />Pero llegó a sernos evidente que A.A. sólo tiene un mínimo de organización y que nadie da órdenes, que la planeación de las reuniones la maneja el grupo de servidores que se cambian con regularidad para dar lugar a otros miembros. Este sistema de "rotación" es muy popular en A.A.<br /><br />COMO PERMANECER SOBRIOS<br /><br />Entonces ¿ como nos la arreglamos para permanecer sobrios en una fraternidad que no tiene formalidades y que está unida con tanta imprecisión? La respuesta es que una vez que hemos logrado la sobriedad, tratamos de conservarla mediante la observación de la experiencia que ha tenido éxito, siguiendo el ejemplo de los que nos han precedido en A.A. Su experiencia proporciona ciertas "herramientas" y guías que tenemos la libertad de aceptar o rechazar, según nos parezca. Ya que hoy la sobriedad es lo mas importante de nuestra vida, creemos que es prudente seguir los patrones que sugieren aquéllos que han demostrado que realmente funciona el programa de recuperación de A.A.<br />EL PLAN DE LAS 24 HORAS<br />Por ejemplo, no hacemos promesas, no decimos que "nunca" volveremos a beber; en su lugar intentamos seguir lo que en A.A. se llama "el plan de las 24 horas". Nos concentramos en conservarnos sobrios sólo durante las veinticuatro horas de hoy y tratamos sencillamente de conseguirlo de día tras día. Si sentimos el deseo vehemente de un trago no lo consentimos ni lo resistimos, sólo posponemos hasta mañana tomarnos ese trago en particular. En lo que al alcohol se refiere, intentamos conservar nuestra mente honesta y realista; si nos sentimos tentados a beber –y por lo general la tentación desaparece al poco tiempo de estar en A.A. –nos preguntamos si valdría la pena tomarnos ese trago en especial que tenemos en mente, afrontando todas las consecuencias que hemos experimentado durante el tiempo que bebimos. Estamos conscientes que estamos que tenemos la completa libertad para emborracharnos si queremos hacerlo, que la elección de beber o no beber depende enteramente de nosotros, pero lo principal es que sin importar cuánto tiempo hayamos estado sin beber, tratamos de enfrentarnos al hecho de que siempre seremos alcohólicos y que los alcohólicos hasta donde sabemos, nunca pueden volver a beber de una manera social o normal. En otro aspecto, imitamos el ejemplo de los "veteranos" que han tenido éxito, y generalmente continuamos asistiendo con regularidad a las reuniones del grupo de A.A. al que nos hemos unido; no existe ninguna regla que establezca que esa asistencia es obligatoria, y no siempre podemos explicar por qué nos parece que nos fortalece el oír las historias e interpretaciones personales de los demás miembros. Sin embargo, la mayor parte sentimos que la asistencia a las reuniones y otros contactos personales con los compañeros de A.A. son factores importantes para mantenernos sobrios.<br /><br />LOS DOCE PASOS<br /><br />Al iniciar la relación con A.A. oímos acerca de los "Doce Pasos" de recuperación del alcoholismo y nos enteramos que estos Pasos representan un intento de los primeros miembros para dejar constancia de su propio progreso, desde beber sin control hasta la sobriedad. Descubrimos que un factor clave en este progreso parecía ser la humildad, unida a una confianza en un Poder más Grande que nosotros mismos; en tanto que algunos miembros prefieren llamar "Dios" a este poder, se nos dijo que esto era meramente una cuestión de interpretación personal, que al Poder podíamos concebirlo de cualquier manera que creyéramos conveniente. Ya que durante nuestros días de bebedores, era evidente que el alcohol había sido un Poder más grande que nosotros, teníamos que admitir que quizá no podríamos por nosotros mismos dirigir el espectáculo que era sensato que recurriéramos a otra parte en busca de ayuda.<br />Por lo general al ir creciendo en alcohólicos anónimos nuestro concepto de un Poder más grande se ha vuelto más maduro pero ha continuado siendo, siempre, nuestro propio concepto; nadie nos lo ha impuesto. Por último, prestando atención al Duodécimo Paso y a la experiencia de los veteranos, nos dimos cuenta que trabajar con otros alcohólicos que recurrían a Alcohólicos Anónimos buscando ayuda, era una forma eficaz de fortalecer nuestra propia sobriedad. Cuando fue posible, tratamos de hacer nuestra parte, teniendo presente siempre que la otra persona era la única que podía determinar si era o no alcohólica.También nos guiamos por la experiencia de muchos A.As., que han dado nuevo significado a viejos dichos axiomas. "Primero es lo Primero" es uno de ellos, y nos recuerda que sin importar hasta que grado lo intentemos, no podemos hacer todo a la vez, que en cualquier intento de reconstruir nuestras vidas tenemos que recordar la importancia primordial de no beber. "Poco a Poco se va Lejos", que también significa "Tómalo con Calma". "No te impacientes" o "No tengas prisa", es otro antiguo axioma con un significado nuevo para los alcohólicos a los que con frecuencia son culpables de trabajar febrilmente en cualquier cosa que estén haciendo; la experiencia enseña que los alcohólicos deben y pueden aprender a hacer las cosas sin prisa. "Vive y Deja Vivir" es el tercer axioma, una sugerencia que siempre es actual ya que los alcohólicos deben, sin importar los años de sobriedad que pueden tener, no pueden permitirse ser intolerantes con los demás. También son útiles los libros y folletos de A.A. Poco después de llegar a Alcohólicos Anónimos, la mayor parte tuvimos la oportunidad de leer el libro de la experiencia de A.A. "Alcohólicos Anónimos"en la cual los primeros miembros dejaron constancia de sus historias y de los principios que creyeron que los habían ayudado a recuperarse. Muchos miembros, sobrios durante años, continúan recurriendo a éste y a otros libros para encontrar guía e inspiración. A.A., también publica en México una revista bimestral que se llama Plenitud, tanto para los recién llegados como para los veteranos. Debido a que esencialmente A.A., es una forma de vida, pocos hemos sido capaces de describir con toda precisión, cómo contribuyen a nuestra sobriedad personal los diferentes elementos del programa de recuperación. No todos interpretamos ni vivimos exactamente de la misma manera el programa de A.A., nos funciona, después de haber fracasado muchos otros intentos para vivir sobrios. Muchos miembros que han estado sobrios durante años dicen que sencillamente aceptaron el programa por "tenerle fe", sin que todavía comprendan por ejemplo cómo les funciona A.A. y mientras tanto, siguen intentando pasar su fe a otros que por fin comprenden bien la manera desastrosa en que el alcohol funciona contra el alcohólico.<br /><br />¿A.A. LES FUNCIONA A TODOS?<br /><br />Creemos que el programa de recuperación del alcoholismo de A.A., le funcionará a casi todo aquél que tenga el deseo de dejar de beber; incluso puede ser útil para los que sienten que los está forzando a ir a Alcohólicos Anónimos, ya que muchos hemos tenido nuestro primer contacto con A.A., como consecuencia de las presiones sociales o laborales, y posteriormente tomamos nuestra propia decisión. Hemos visto que muchos que alcohólicos dan traspiés durante algún tiempo antes de "comprender" el programa, y a otros que solo hacen esfuerzos simbólicos para seguir los principios que mas de un millón de nosotros hemos probado que nos mantiene sobrios, pero por lo general estos esfuerzos no son suficientes. Pero, sin importar que tan degradado o despreciado se puede encontrar un alcohólico, o alcohólica, o a que nivel tan alto pueda estar en las escalas social y económica, por la experiencia y la observación sabemos que A.A. ofrece un camino de sobriedad para salir de la maraña del confuso problema de la bebida; la mayor parte hemos descubierto que el camino es fácil. Cuando recurrimos por primera vez a Alcohólicos Anónimos, muchos teníamos problemas serios, que incluían dinero, familia, trabajo y nuestras propias personalidades. Pronto nos dimos cuenta de que nuestro problema básico inmediato era el alcohol, y una vez que quedo controlado ese problema, fuimos capaces de hacer enfoques afortunados a los demás. Las soluciones a estos no siempre han sido fáciles, pero al estar sobrios hemos sido capaces de ser mas eficaces al enfrentarnos a ellos, y que durante el tiempo en que bebíamos "una nueva dimensión" hubo una época en que muchos creíamos que alcohol era lo único que hacia tolerable la vida y ni siquiera podíamos soñar con una vida sin beber. Hoy, mediante el programa de A.A. nos sentimos haber sido privados de nada, por el contrario, hemos sido liberados y encontramos amigos, horizontes y actitudes. Después de años de desesperación y frustración, muchos sentimos que en realidad empezamos a vivir por primera vez; disfrutamos el compartir esta vida nueva con cualquiera que todavía sufra de alcoholismo, tal como nosotros sufrimos y que busque un camino para salir de la obscuridad a la luz. El alcoholismo es uno de los principales problemas de salud en nuestro país y se calcula que son millones de hombres y mujeres que continúan sufriendo quizá sin necesidad, por esta enfermedad progresiva.<br />Como miembros de A.A. nos agrada la oportunidad de compartir nuestra experiencia con cualquiera que busque ayuda para detener esta enfermedad. Nos damos cuenta de que nada de lo que podamos decir tiene ningún significado real hasta que el alcohólico, personalmente este dispuesto a admitir, al igual que una vez nosotros lo hicimos, que "el alcohol me ha derrotado y necesito ayuda".<br /><br />EN DONDE ENCONTRAR A.A.<br /><br />La ayuda de A.A. esta disponible sin ningún costo ni obligación y existen grupos en muchas ciudades, pueblos y áreas rurales en todo el mundo; en el directorio telefónico se suele encontrar clasificado "A.A." o "Alcohólicos Anónimos". La información acerca de las reuniones en la localidad con frecuencia se puede obtener de los médicos y enfermeras, de los clérigos, periodistas, oficiales de la policía y de las instituciones hospitalarias que están familiarizadas con nuestro programa. A aquellos que pueden lograr contacto con un grupo en su comunidad, se les invita a escribir a nuestra oficina de servicios nacional:OFICINA DE SERVICIOS GENERALES México, D.F. C.P. 06760 Apartado Postal 2970 Tels.: 264-25-88, 264-24-06, 264-24-66 Fax 264-21-66 en donde los pondrán en contacto con el grupo que les quede mas cerca; pero si usted vive en una área remota y no hay un grupo cercano, le dirán como un buen numero de miembros "Solitarios" permanecen sobrios practicando los principios y el programa de A.A. Cualquiera que recurra Alcohólicos Anónimos puede tener la seguridad de que protegerá su anonimato. Si usted siente que puede tener un problema alcohólico y en serio quiere dejar de beber, somos más de dos millones los que podemos darle testimonio de que A.A. funciona, y de que no hay ninguna razón en el mundo por cual a usted no le deba funcionar.<br /><br /><br /><br /><br /><br />Desarrollo del artículo<br /><br />Para comenzar este tipo de grupo a pesar de ser una organización a nivel mundial está dividida en varios subsistemas o pequeños grupos, sin impedir con esto que las normas, los objetivos y las metas cambien. Esta organización es heterogenea pues hay personas de distintos niveles socioeconómicos, sexo, edades, credos, ocupaciones, etc... Sin embargo su fin se puede considerar homogeneo pues tratan de llegar al mismo desenlace que sería el no tomar o como dice su máxima “SOLO POR HOY” con esto se refiere al hecho de no tomar aunque sea por ese día.<br />Lo que se trata de lograr con este tipo de grupos es crear una dependencia en el grupo para impedir con esto que se reincida en la enfermadad o en el vicio. Para esto, la persona de nuevo ingreso es aceptada incondicionalmente y una de las personas que lleva más tiempo le da la bienvenida y lo apadrina, es decir, lo guía al principio para que no recaiga y será la persona que lo motive y lo cuide al menos al inicio del proceso. Esta dependencia busca la recuperación del paciente. Dentro de la mecánica de este grupo se maneja una fantasía grupal donde todos proyectan cosas dentro del grupo y a la vez se identifican con estas para poder sentirse identificados y conforme se da el proceso tener un sentido de pertenencia. Estas fantasías logran que se bajen las defensas logrando con esto que puedan transmitir sus afectos y sus temores al respecto y se logra una especie de fantasía colectiva donde depositan toda su energía reparadora en el grupo por lo que se vuelven dependientes. Como menciona Rosenfeld, la identificación proyectiva se usa de manera mas “sana” para lograr a través de este mecanismo una especie de empatía. La incapacidad para actuar por su cuenta para lograr evitar recaer provoca que sus fantasías de incompetencia y de responsabilidad estén puestas en el grupo.<br />Por otro lado, es un grupo formal debido a que esta formada por personas que buscan un mismo objetivo y tienen normas para que se pertenezca en dicho grupo. Sus normas a pesar de ser flexibles tienen influencia para lograr una constancia objetal representada en el grupo. Estas normas logran que se de una jerarquía no especificada o practicada, sin embargo la persona que lleva más tiempo en el grupo o que por sus características como inteligencia, carisma, actitud puede a ser una especie de líder informal que proteja y capacite a los miembros del grupo. Las normas en las que se basa este grupo para funcionar o para tener una mayor “jerarquía” se basan en los doce puntos que menciona el artículo.<br />En cada subgrupo, se van implementar tareas para reunir fondos que hagan subsistir a la institución, o que permitan la relación dentro del grupo, o simplemente para lograr el objetivo que se plantea anteriormente.Grupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-15295266482087102632009-02-12T10:05:00.000-08:002009-02-12T10:15:09.891-08:00¿Qué es lo que hace y no hace A.A.?<meta equiv="Content-Type" content="text/html; charset=utf-8"><meta name="ProgId" content="Word.Document"><meta name="Generator" content="Microsoft Word 12"><meta name="Originator" content="Microsoft Word 12"><link rel="File-List" href="file:///C:%5CDOCUME%7E1%5CADMINI%7E1%5CCONFIG%7E1%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_filelist.xml"><link rel="Edit-Time-Data" 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align="center"><span style="position: relative; z-index: 251657728;"><span style="position: absolute; left: 200px; top: -24px; width: 245px; height: 38px;"></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"><span style="position: relative; z-index: 251657728;"><span style="position: absolute; left: 200px; top: -24px; width: 245px; height: 38px;"></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"><span style="position: relative; z-index: 251657728;"></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center">
<br /></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"><span style="font-size:180%;"><span style="font-weight: bold; color: rgb(153, 51, 153);font-family:arial;" >GRUPO LIBERTAD</span></span>
<br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center">
<br /><!--[if gte vml 1]><v:shapetype id="_x0000_t136" coordsize="21600,21600" spt="136" adj="10800" path="m@7,l@8,m@5,21600l@6,21600e"> <v:formulas> <v:f eqn="sum #0 0 10800"> <v:f eqn="prod #0 2 1"> <v:f eqn="sum 21600 0 @1"> <v:f eqn="sum 0 0 @2"> <v:f eqn="sum 21600 0 @3"> <v:f eqn="if @0 @3 0"> <v:f eqn="if @0 21600 @1"> <v:f eqn="if @0 0 @2"> <v:f eqn="if @0 @4 21600"> <v:f eqn="mid @5 @6"> <v:f eqn="mid @8 @5"> <v:f eqn="mid @7 @8"> <v:f eqn="mid @6 @7"> <v:f eqn="sum @6 0 @5"> </v:formulas> <v:path textpathok="t" connecttype="custom" connectlocs="@9,0;@10,10800;@11,21600;@12,10800" connectangles="270,180,90,0"> <v:textpath on="t" fitshape="t"> <v:handles> <v:h position="#0,bottomRight" xrange="6629,14971"> </v:handles> <o:lock ext="edit" text="t" shapetype="t"> </v:shapetype><v:shape id="_x0000_s1026" type="#_x0000_t136" style="'position:absolute;" fillcolor="#369" stroked="f"> <v:shadow on="t" color="silver" offset="3pt"> <v:textpath style="'font-family:" trim="t" fitpath="t" string="Grupo "LIBERTAD""> </v:shape><![endif]--><!--[if !vml]--><!--[endif]--><span style="font-size:100%;"><b style="font-family:arial;"><span style="color: rgb(0, 51, 102);" lang="ES-MX">Jr. Paruro 1156 Lima - Peru<o:p></o:p></span></b></span></p> <div style="border-style: none none solid; padding: 0cm 0cm 1pt;font-family:arial;"> <p class="MsoHeader" style="border: medium none ; padding: 0cm; text-align: center;" align="center"><span style="font-size:100%;"><b style=""><span style="color: rgb(0, 51, 102);" lang="ES-MX">Horario de atención: TODOS LOS DIAS 6.00 a 7.30 y 8.00 p.m. a 9.30 p.m.
<br /><a href="http://www.grupolibertadaa.blogspot.com/">www.grupolibertadaa.blogspot.com</a>
<br />escríbanos a grupolibertad1156@hotmail.com<o:p></o:p></span></b></span></p> </div> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 54pt; text-align: justify;font-family:arial;"><span style="font-size:100%;"><b><span lang="ES"><o:p> </o:p></span></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;"><b><span lang="ES">¿Qué es lo que A.A. hace?
<br /><!--[if !supportLineBreakNewLine]-->
<br /><!--[endif]--><o:p></o:p></span></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 72pt; text-indent: -18pt;font-family:arial;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size:100%;"><span style="">1.<span style=""> </span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size:100%;">Los miembros de A.A. comparten su experiencia con cualquiera que busque ayuda para su problema son la bebida; dan servicio persona-a-persona o “apadrinan” al alcohólico que llega a A.A. sea cual sea su procedencia.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 72pt; text-indent: -18pt;font-family:arial;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size:100%;"><span style="">2.<span style=""> </span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size:100%;">El programa de A.A., enunciado en nuestros Doce Pasos, ofrece al alcohólico una manera de desarrollar una vida satisfactoria sin alcohol<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 72pt; text-indent: -18pt;font-family:arial;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size:100%;"><span style="">3.<span style=""> </span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size:100%;">este programa se discute en las reuniones de los grupos de A.A<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 54pt; text-align: justify;font-family:arial;"><span lang="ES" style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <h2 style="font-family:arial;"><span lang="ES" style="font-size:100%;">Qué es lo que A.A. No hace<o:p></o:p></span></h2> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;font-family:arial;"><span lang="ES" style="font-size:100%;">:<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 48.2pt; text-align: justify; text-indent: -19.85pt;font-family:arial;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size:100%;"><span style="">1.<span style=""> </span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size:100%;">No da a los alcohólicos la motivación inicial para recuperarse.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 48.2pt; text-align: justify; text-indent: -19.85pt;font-family:arial;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size:100%;"><span style="">2.<span style=""> </span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size:100%;">No trata de persuadir a los alcohólicos para que se hagan miembros<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 48.2pt; text-align: justify; text-indent: -19.85pt;font-family:arial;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size:100%;"><span style="">3.<span style=""> </span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size:100%;">No patrocina ni participa en investigaciones<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 48.2pt; text-align: justify; text-indent: -19.85pt;font-family:arial;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size:100%;"><span style="">4.<span style=""> </span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size:100%;">No guarda registros de asistencia ni historiales<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 48.2pt; text-align: justify; text-indent: -19.85pt;font-family:arial;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size:100%;"><span style="">5.<span style=""> </span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size:100%;">No esta afiliada a “consejos” ni a agencias sociales <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 48.2pt; text-align: justify; text-indent: -19.85pt;font-family:arial;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size:100%;"><span style="">6.<span style=""> </span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size:100%;">No vigila ni trata de controlar a sus miembros<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 48.2pt; text-align: justify; text-indent: -19.85pt;font-family:arial;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size:100%;"><span style="">7.<span style=""> </span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size:100%;">No hace pronósticos ni diagnósticos médicos ni psicológicos<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 48.2pt; text-align: justify; text-indent: -19.85pt;font-family:arial;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size:100%;"><span style="">8.<span style=""> </span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size:100%;">No provee servicios de desintoxicación ni de enfermería, hospitalización, medicinas, o cualquier tratamiento médico o psiquiátrico <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 48.2pt; text-align: justify; text-indent: -19.85pt;font-family:arial;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size:100%;"><span style="">9.<span style=""> </span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size:100%;">No ofrece servicios religiosos<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 48.2pt; text-align: justify; text-indent: -19.85pt;font-family:arial;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size:100%;"><span style="">10.<span style=""> </span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size:100%;">No participa en la educación acerca del alcohol<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 48.2pt; text-align: justify; text-indent: -19.85pt;font-family:arial;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size:100%;"><span style="">11.<span style=""> </span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size:100%;">No proporciona servicios de vivienda, alimentación, ropa, dinero, trabajo, ni demás servicios de asistencia social<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 48.2pt; text-align: justify; text-indent: -19.85pt;font-family:arial;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size:100%;"><span style="">12.<span style=""> </span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size:100%;">No ofrece servicios de consulta doméstica ni profesional<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 48.2pt; text-align: justify; text-indent: -19.85pt;font-family:arial;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size:100%;"><span style="">13.<span style=""> </span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size:100%;">No acepta dinero por sus servicios, ni contribuciones de fuentes no A.A.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 48.2pt; text-align: justify; text-indent: -19.85pt;font-family:arial;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size:100%;"><span style="">14.<span style=""> </span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size:100%;">No suministra cartas de recomendación a las juntas de libertad condicional, abogados, funcionarios de los tribunales<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 54pt; text-align: justify;font-family:arial;"><span lang="ES" style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> </div> <span style="font-size:100%;"><b style="font-family:arial;"><span style="" lang="ES-MX">
<br /></span></b></span> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;font-family:arial;" align="center"><span style="font-size:100%;"><b style=""><span lang="ES-MX">___________________________________________________________________<o:p></o:p></span></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;font-family:arial;" align="center"><span style="font-size:100%;"><b><span lang="ES-MX">OFICINA DE SERVICIOS GENERALES DE ALCOHOLICOS ANONIMOS<o:p></o:p></span></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;font-family:arial;" align="center"><span style="font-size:100%;"><b><span lang="ES-MX">JUAN PARDO DE ZELA No. 524 oficina 301<o:p></o:p></span></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;font-family:arial;" align="center"><span style="font-size:100%;"><b><span lang="ES-MX">LINCE (Lima 14)Telefax: 265 1847<o:p></o:p></span></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"><span style="font-size:100%;"><b style="font-family:arial;"><span lang="ES-MX" style="color:black;">E-mail</span></b><b style="font-family:arial;"><span lang="ES-MX" style="color:olive;">: <u>osgaalima@hotmail.com</u></span></b></span><b><span style=";font-size:11;color:blue;" lang="ES-MX"><o:p></o:p></span></b></p> Grupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-15650666526941937382009-02-11T07:27:00.000-08:002009-02-12T08:23:47.400-08:00LOS 12 CONCEPTOS<div align="center"> LOS 12 CONCEPTOS </div>1. CONCEPTO I<br />La responsabilidad final y la autoridad fundamental de los servicios mundiales de A.A. debe siempre residir en la conciencia colectiva de toda nuestra Comunidad.<br />Los grupos de A.A. tienen actualmente la responsabilidad final y la total autoridad en nuestros servicios mundiales, o sea, aquellos elementos especiales de la actividad de servicio general que posibilitan el funcionamiento de nuestra Sociedad como un todo. Los grupos se hicieron cargo de esta responsabilidad en la Convención Internacional de St. Louis, en 1955. Allí en nombre del Dr. Bob, los custodios y los antiguos líderes de A.A., hice la transferencia de la responsabilidad de servicio mundial a toda nuestra Comunidad.<br />¿Por qué y con qué autoridad se hizo esto? No sólo hubo razones de apremiante necesidad, sino motivos relacionados con la estructura y tradición fundamentales de A.A.<br />Hacia el año de 1948, nuestras necesidades se habían vuelto muy claras. Diez años antes, en 1938, el Dr. Bob y yo, con la ayuda de nuestros buenos amigos, habíamos comenzado a trabajar con la idea de la estructura de servicio mundial. Nuestro primer paso fue la creación de una administración para A.A. como un todo. Aquella persona jurídica se llamó “The Alcoholic Fundation”; en 1954 esta entidad cambió su nombre por el de “The General Service Board of Alcoholic Anonymous” (Junta de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos).<br />Esta entidad administradora se concibió para iniciar y mantener todos aquellos servicios específicos para los A.A. como un todo, que no podrían ser manejados eficientemente por grupos o áreas individualmente. Se previó la redacción de literatura uniforme para A.A., el desarrollo de una sólida política de relaciones con el público y un medio para atender y manejar el gran número de peticiones de ayuda que podrían sobrevenir al desenvolverse la publicidad nacional e internacional. Pensamos en términos de ayudar a la formación de nuevos grupos, y suministrarles asesoría basada en la experiencia ya obtenida en grupos más antiguos y de gran éxito. Pensamos que podríamos necesitar una revista mensual, y traducciones de nuestra literatura a otros idiomas.<br />Para el año de 1950, casi todos aquellos sueños de servicio mundial iniciales eran ya una realidad. En los doce años después de la creación de la Fundación, el número de miembros de A.A. había crecido de 50 a 100,000. Las Tradiciones de A.A. habían sido escritas y aceptadas. Una segura unidad reemplazaba el miedo, la duda y los conflictos y desacuerdos. Nuestro servicio mundial había desempeñado, indiscutiblemente, un papel muy importante y efectivo en ese desenvolvimiento.<br />El servicio mundial, por lo tanto, había cobrado una significación crucial para el futuro de A.A. Si estas vitales entidades fracasaran o se estancaran, nuestra unidad interior y la transmisión de nuestro mensaje a los incontables alcohólicos del exterior sufrirían serios y quizás irreparables daños. Bajo todas las circunstancias y a cualquier precio tendríamos que sostener aquellos servicios y la transfusión de sangre vital que se estaba impulsando por las arterias mundiales de nuestra comunidad. Entre los grupos de A.A., ya se había comprobado que se podía sobrevivir a las fuertes presiones y esfuerzos. ¿Pero podríamos nosotros tolerar una falla en el corazón de nuestro servicio mundial?<br />Entonces nos preguntamos: ¿Qué precauciones adicionales debemos tomar para salvaguardarnos definitivamente contra el deterioro o el colapso? Sin embargo, el período de 1945 a 1950 fue de un éxito tan exuberante que muchos A.A. pensaron que nuestro futuro estaba totalmente garantizado. Creían que nada podía sucederle a nuestra Sociedad, porque Dios estaba con ella para protegerla. Esta actitud contrastaba extrañamente con la severa vigilancia que nuestros miembros y grupos ejercían entre ellos mismos. Ellos habían evitado prudentemente que la Providencia tuviera responsabilidad total por su propia eficacia, felicidad y sobriedad.<br />Cuando en la Oficina Central de Servicio de A.A. empezamos a aplicar este principio ya aprobado de “pare, mire y oiga” a todos los asuntos de A.A., se pensó que nosotros no éramos más que unos pesimistas carentes de fe. Muchos nos decían: “¿Para qué cambiar?<br />¡Las cosas van bien así!” “¿Para qué llamar a los delegados de todas partes del país? Esto quiere decir gastos y cuestiones políticas y a nosotros no nos conviene ninguno de los dos.” Y el golpe contundente era siempre el mismo: “No compliquemos esto. Mantengámoslo sencillo.”<br />Tales reacciones eran muy naturales. El miembro común y corriente, preocupado con su vida de grupo y con llevar a cabo su propio Paso Doce no sabía casi nada del servicio mundial de A.A. Ni uno, entre los miles de nuestros miembros, podía decir quiénes eran nuestros custodios. Ni uno, entre cien, podía decir lo que se había hecho por el bienestar general de A.A. Decenas de miles debían su oportunidad de lograr la sobriedad a la callada actividad de nuestros custodios y servicio general. Pero muy pocos se daban cuenta de esta verdad.<br />Entre los mismos custodios se desarrolló una profunda división de opiniones. Durante mucho tiempo, la mayor parte de ellos se opusieron fuertemente a reunir una conferencia representativa de delegados de A.A., ante la cual deberían rendir cuentas. Creían que los riesgos eran inmensos y que la política, la confusión, los gastos y las inútiles peleas serían el resultado. Era cierto que las calamidades resultantes de iniciativas mucho menores, tales como servicios locales de A.A. y clubes, habían sido en varias ocasiones, mayores. De aquí resultó ampliamente difundida la convicción de que se presentaría el desastre si se intentara reunir una conferencia representativa de todos los A.A. Estos argumentos no eran infundados; al contrario, resultaban muy difíciles de refutar.<br />Sin embargo, en 1948 ocurrió un suceso que produjo gran impresión entre nosotros.<br />Se supo que el Dr. Bob padecía de una enfermedad grave. Esta infausta noticia nos hizo dar cuenta del hecho de que el Dr. Bob y yo éramos casi el único vínculo entre nuestros prácticamente desconocidos custodios y la Comunidad que servían. Los custodios siempre habían confiado fuertemente en los consejos del Dr. Bob y míos. Ellos ya tenían un control absoluto sobre los gastos, pero necesariamente pedían nuestras opiniones cada vez que se presentaban problemas de política general. En esa época, los grupos tampoco tenían demasiada confianza en los Custodios para la dirección de los asuntos de servicio; todavía recurrían al Dr Bob o a mí. De suerte que teníamos una sociedad cuyo funcionamiento dependía casi totalmente del buen crédito y confianza de que en aquellos tiempos gozábamos sus fundadores.<br />Había que encarar el hecho de que los fundadores de A.A. eran mortales. Cuando el Dr. Bob y yo muriéramos, ¿quién iba a aconsejar a los custodios?, ¿quién iba a unir nuestra Junta de Custodios, tan escasamente conocida, y los miles de grupos que teníamos? Por primera vez pudimos ver que únicamente una conferencia representativa podía ocupar el lugar del Dr. Bob y mío. Era necesario llenar este vacío sin demora. No podía tolerarse un cabo suelto de tan peligrosa magnitud. Sin importarnos los gastos o las dificultades, teníamos que proceder a reunir una Conferencia de Servicios Generales de A.A. y entregarle el cuidado de todos nuestros servicios mundiales. No se requería mucha imaginación para observar que si no procedíamos con entereza y prontitud podríamos encontrarnos con el castigo de un colapso total.<br />Empujados en esta forma por nuestra propia convicción, tomamos las acciones necesarias. Ahora que la Conferencia entra a su segunda década, podemos ver que nuestros miedos iniciales acerca de las dificultades que podría entrañar la Conferencia eran infundados en gran parte. Los resultados obtenidos por la Conferencia superaron nuestras esperanzas. Se ha comprobado totalmente que los grupos de A.A. pueden y podrán tener a su cargo la responsabilidad final del servicio mundial de A.A.<br />Hubo otras razones para este traslado básico de la responsabilidad y autoridad final de los A.A. como un todo. Tales razones están centradas en la Tradición Dos, la cual dice:<br />“Para el objetivo de nuestro grupo sólo existe una autoridad fundamental, un Dios amoroso tal como se exprese en la conciencia de nuestro grupo. Nuestros líderes no son nada más que servidores de confianza. No gobiernan”.<br />La Tradición Dos, como todas las demás Tradiciones de A.A., es la voz de la experiencia basada en los ensayos de miles de grupos desde nuestros primeros tiempos. Los principios fundamentales de la Tradición Dos son de una claridad cristalina: los grupos de A.A. son la suprema autoridad, y sus líderes deben estar investidos únicamente de responsabilidades delegadas.<br />La Tradición Dos había sido escrita en 1945, y nuestros Custodios habían aprobado su publicación en ese entonces. Pero sólo en 1951 se reunió la Primera Conferencia de Servicios Generales, todavía en forma experimental, para determinar si la Tradición Dos podía aplicarse satisfactoriamente a A.A. como un todo, incluyendo a los Custodios y a los fundadores. Debía ponerse en claro si los grupos de A.A. en virtud de esta Conferencia tendrían la capacidad y voluntad para asumir la responsabilidad final de la operación del servicio mundial. Nos demoramos cinco años más para que todos pudiéramos comprender que la Tradición Dos era para todos. Pero en St. Louis, en 1955, supimos definitivamente que la Conferencia de Servicios Generales (representante fiel de la conciencia global de A.A.) iba a servir y a trabajar permanentemente.<br />Tal vez muchos de nosotros estamos todavía confusos acerca de la “conciencia de grupo” de Alcohólicos Anónimos, de lo que verdaderamente es.<br />A través del mundo entero, hoy estamos presenciando la desintegración de la “conciencia de grupo.” Las naciones democráticas siempre han albergado la esperanza de que sus ciudadanos sean lo suficientemente ilustrados, lo suficientemente morales y lo suficientemente responsables como para manejar sus propios asuntos por medio de representantes elegidos. Pero en muchos países de gobierno autónomo, vemos el advenimiento de la ignorancia, la indolencia y la intriga por el poder de los cuerpos colegiados de los sistemas democráticos. Se están desvaneciendo las fuentes espirituales de rectos propósitos e inteligencia colectiva. Consecuentemente, muchos países se han visto tan desvalidos ante estos problemas tan desesperados, que la única respuesta ha sido la dictadura.<br />Felizmente para nosotros, no parece haber mucho peligro de que tal calamidad nos suceda a los A.A. La vida de cada individuo está basada en los Doce Pasos, así como la de los grupos se basa en las Doce Tradiciones. Sabemos positivamente que el castigo por desobedecer estos principios es la muerte para el individuo y la disolución para el grupo. Una fuerza aún mayor para la unidad de A.A. es el amor que tenemos por nuestros hermanos y por los principios sobre los cuales hemos basado nuestra manera de vivir.<br />Por ello creemos ver en nuestra Comunidad una sociedad espiritualizada, caracterizada por suficiente esclarecimiento, suficiente responsabilidad y suficiente amor para con el hombre y para con Dios, como para asegurar que nuestra democracia de servicio mundial pueda trabajar bajo todas las circunstancias. Tenemos plena confianza en nuestra dependencia de la Tradición Dos, de la conciencia de grupo y de nuestros servidores de confianza.<br />A esto se debe que nosotros, los primeros miembros de A.A., hayamos investido a la Conferencia de Servicios Generales, con el sentimiento de mayor seguridad, la autoridad para dar forma — por medio del trabajo de sus delegados, Custodios y trabajadores de servicio — al destino que Dios, según esperamos, en su infinita sabiduría nos tenga reservado para todos nosotros.<br />CONCEPTO II<br />Cuando en 1955, los grupos de A.A. confirmaron la Carta Constitutiva de su Conferencia de Servicios Generales, ellos por consiguiente delegaron en la Conferencıa la autoridad total para el mantenimiento activo de nuestros servicios mundiales y en consecuencia convirtieron la Conferencia en la voz verdadera y en la conciencia efectiva de toda nuestra Sociedad — excepto en lo concerniente a cualquier cambio en las Doce Tradiciones o en el Artículo 12 de la Carta de la Conferencia.<br />Es absolutamente evidente que los miles de grupos de A.A. y los muchos miles de miembros de A.A. esparcidos como están, por todo el mundo, no pueden por sí mismos manejar y dirigir realmente nuestros diferentes servicios mundiales. La conciencia de grupo está presente entre todos ellos, así como los fondos necesarios. El poder de los grupos y miembros para alterar su estructura de servicio mundial y para criticar su operación es virtualmente supremo. Ellos tienen toda la responsabilidad y autoridad finales que puedan existir; la operación es realmente de su propiedad, realmente les pertenece. Esto ha sido cierto desde cuando los grupos recibieron ese poder de los fundadores y los miembros antiguos en St. Louis, en 1955.<br />Pero hacer recaer en los grupos de A.A. la autoridad y responsabilidad finales de los servicios mundiales no valdría para nada. Nada podría hacerse con esta única base. Para poder conseguir una acción efectiva, los grupos tienen que delegar la autoridad operativa en representantes de servicio escogidos y facultados para hablar y actuar en su nombre. La conciencia de grupo no puede ser escuchada a menos que una conferencia debidamente seleccionada tenga plena autoridad para hablar en su nombre acerca de la mayor parte de los temas de servicio mundial. De aquí que el principio de autoridad y responsabilidad ampliamente delegadas a los “servidores de confianza”, debe estar implícito a cada nivel de nuestra estructura de servicio activo. Es ésta la clara deducción de la Tradición Dos de A.A.<br />Aun desde el comienzo, la norma ha sido delegar ampliamente la autoridad de servicio.<br />Tenemos que recordar que en 1937, los grupos de Akron y New York nos autorizaron al Dr. Bob y a mí para crear servicios mundiales que pudieran difundir el mensaje de A.A. por el mundo entero.<br />Estos grupos inexpertos nos dieron la autoridad para crear y dirigir los servicios mundiales. Conforme con esa acción, tuvimos la responsabilidad final y la autorización inmediata para hacer funcionar el proyecto y mantenerlo en operación. Pero nosotros sabíamos interiormente que era muy poco lo que podíamos hacer, de suerte que necesitábamos encontrar servidores de confianza para que nos ayudaran. A medida que el tiempo fue pasando, encontramos que teníamos que delegar en aquellos amigos una gran parte de nuestra propia autoridad y responsabilidad. El proceso de la delegación fue de esta manera:<br />Antes que nada, el Dr. Bob me transfirió casi toda su inmediata responsabilidad para la creación del servicio mundial. En Nueva York teníamos más probabilidades de encontrar amigos y ayuda económica, y acordamos por este motivo localizar en aquella ciudad nuestro centro de servicio mundial. Yo empecé a buscar amigos de confianza no alcohólicos que pudieran ayudarnos, y en 1938 se creó la Fundación Alcohólica como una pequeña sindicatura con miembros A.A. y amigos no alcohólicos.<br />Al principio, los Custodios de nuestra nueva Fundación se hicieron cargo únicamente de los aspectos monetarios. Poco a poco, sin embargo, se vieron obligados a asumir muchas otras responsabilidades, porque yo no podía personalmente desempeñarlas en forma permanente.<br />Por este motivo, se fue añadiendo a los Custodios responsabilidad y autoridad tan pronto como fue posible. Por ejemplo, en 1940, un año después de la publicación del libro “Alcohólicos Anónimos”, todos nos dimos cuenta de que debíamos incorporar ese recurso para el beneficio de toda nuestra comunidad. Por consiguiente, la propiedad registrada de Works Publishing Inc. (una empresa editora que yo había ayudado a organizar separadamente) se entregó a la Junta de Custodios*<br />Casi todas las ganancias del libro eran necesarias entonces para financiar la oficina de servicio general que habíamos establecido para A.A. Los Custodios, por la tanto, tuvieron como actividad principal el manejo operativo de la oficina, porque se les había confiado el manejo de los fondos que hacían posible su sostenimiento. Consecuentemente, en lo pertinente a decisiones financieras, yo me convertí únicamente en consejero. Delegué así otra importante porción de mi autoridad original. Cuando en 1941 los grupos empezaron a enviar contribuciones a la Fundación Alcohólica para el sostenimiento de nuestra oficina de servicio general, se completó el control financiero de los servicios mundiales por parte de nuestros Custodios.<br />Después de algún tiempo, empezó a hacerse notorio que la política de relaciones de A.A. con el público, una tarea importantísima, no podía seguir confiándose exclusivamente en mi persona. Por consiguiente, se pidió a los grupos que dieran a los custodios de la Fundación un completo control en este crítico campo. Poco más tarde, los custodios se encargaron de la jurisdicción de nuestra revista nacional The A.A. Grapevine, la cual había sido organizada separadamente por otro grupo de voluntarios.<br />Y en la misma forma se procedió con cada uno de nuestros servicios. Yo todavía actuaba como consejero en la operación de nuestras oficinas centrales, pero la Junta de Custodios tenía la completa responsabilidad legal de todos nuestros asuntos. Para el Dr. Bob y yo, al mirar hacia el futuro, era patente que la única manera posible de funcionar era delegar autoridades amplias a la Junta de Custodios.<br />A pesar de aquellas delegaciones, el Dr. Bob y yo sentíamos íntimamente que teníamos todavía una gran responsabilidad para con A.A. y su futuro, para organizar y estructurar adecuadamente nuestros servicios mundiales. Si algo malo seguía dentro de ellos, sería por culpa nuestra, puesto que los grupos todavía nos tenían a nosotros como sus guías para la dirección de los asuntos mundiales, y no a los escasamente conocidos Custodios. En el curso de este desarrollo se vio claramente la diferencia que existe entre autoridad final y autoridad inmediata de servicio.<br />Ya en 1945 había empezado a ser evidente que la responsabilidad y la autoridad finales del servicio de los co-fundadores nunca deberían entregarse totalmente a una Junta de Custodios. Es verdad que teníamos que dar a nuestros Custodios una gran parte de la responsabilidad activa e inmediata; pero la responsabilidad final que compartíamos el Dr. Bob y yo sencillamente no podía ser transferida a una Junta auto-nombrada, la cual era relativamente desconocida dentro de A.A. como un todo. Pero entonces ¿dónde debíamos alojar la responsabilidad final del servicio mundial? Y ¿qué pasaría con la dirección que yo ejercía en asuntos del servicio mundial? La historia de A.A. nos muestra ahora el lugar donde está esa responsabilidad. En St. Louis el Dr. Bob y yo se la entregamos a los grupos.<br />Pero no era suficiente que los grupos hubieran acordado aceptar su responsabilidad y autoridad finales del servicio. No importa qué autoridad tuvieran los grupos, ellos no podrían desempeñar sus responsabilidades sin delegar la mayor parte de las que tenían. Precisamente para atender esta necesidad se le dio a la Conferencia de Servicios Generales de A.A. la responsabilidad total del mantenimiento del servicio mundial de A.A. y se convirtió así en la conciencia de servicio de los A.A. como un todo.<br />Exactamente en la misma forma que el Dr. Bob y yo habíamos encontrado anteriormente que era necesario delegar una gran parte de nuestra autoridad activa en los custodios, así los grupos de A.A. han visto necesario delegar los mismos poderes a su Conferencia de Servicios Generales. La última palabra — la aprobación final en materias de gran importancia — no ha sido entregada únicamente a los Custodios. Por la Constitución de la Conferencia, confirmada en St. Louis, esta autoridad está ahora delegada en los grupos de A.A. y, por consiguiente, en su Conferencia, un cuerpo que es una muestra representativa de nuestra Sociedad.<br />Por consiguiente, la Conferencia de Servicios Generales de A.A.— más cualquier sección formada posteriormente — ha llegado a ser para todo objetivo práctico, la voz activa y la conciencia efectiva de toda nuestra sociedad en sus asuntos mundiales.<br />Al hacer esta trascendental entrega, nosotros los antiguos miembros profundamente esperamos haber evitado los tropiezos que han hecho fracasar, a menudo, tantas sociedades porque sus fundadores no delegaron ni repartieron oportunamente su propia autoridad, responsabilidad y dirección.<br />CONCEPTO III<br />Como una manera tradicional de crear y mantener una relación de trabajo claramente definida entre los grupos, la Conferencia, la Junta de Servicios Generales de A.A. y sus distintas corporaciones de servicio, personal directivo, comités y ejecutivos, y de este modo asegurar su dirección eficaz, se sugiere aquí que nosotros dotemos a cada uno de estos elementos de servicio mundial con un “Derecho de Decisión” tradicional.<br />Dentro de la estructura de sus responsabilidades generales, ya sean definidas por estatuto, resolución o costumbre, debe ser derecho tradicional de todas las juntas, comités y empleados de servicio mundial el poder de decidir qué problemas pueden ellos resolver por sí mismos y qué asuntos deberán ser sometidos a la consideración o consulta de la Comunidad.<br />Debemos confiar a nuestros servidores estos poderes discrecionales, o de lo contrario no podrían ejercer sus funciones adecuadamente, haciendo imposible la dirección efectiva.<br />Consideramos entonces detalladamente el porqué es imperativo un “derecho de decisión” en los cuadros directivos, y examinemos la forma en que podemos aplicar prácticamente este principio en todos los niveles de nuestra estructura de servicio mundial. Hemos visto cómo los grupos de A.A., bajo el concepto de la “conciencia de grupo,” tienen actualmente la suprema autoridad y responsabilidad final de los servicios mundiales. Hemos indicado cómo, por medio del Estatuto de la Conferencia y la provisión de la Tradición Dos referente a los “servidores de confianza”, los grupos han delegado en su Conferencia de Servicios Generales plena autoridad para manejar y conducir los asuntos de A.A. en el mundo.<br />Las Cartas y Estatutos de la Conferencia y de la Junta de Servicios Generales definen a rasgos generales la responsabilidad que tiene la Conferencia para actuar en nombre de A.A. como un todo. En estos dos documentos ha sido necesario demarcar una gran área delegada de autoridad y responsabilidad del servicio mundial. Estos instrumentos, en forma general, describen la relación entre los grupos, la Conferencia, los Custodios y las entidades de servicio activo. Estas definiciones y descripciones tan amplias son una referencia indispensable sin la cual nosotros no podríamos funcionar.<br />Sin embargo ha sido evidente que estos importantísimos estatutos no pueden por sí mismos asegurar un continuo funcionamiento y una eficaz dirección en los diversos niveles de aquellos servicios involucrados. Esto ha llegado a ser muy claro y no necesitamos ir muy lejos para hallar las razones.<br />Por ejemplo: sabiendo que poseen la autoridad suprema, los grupos se ven a veces tentados a darles instrucciones a sus delegados acerca de cómo deben votar en la Conferencia respecto a temas específicos. Ya que en los grupos reside la autoridad suprema, no hay duda de que los grupos de A.A. tienen derecho para obrar en esa forma. Si ellos insisten en esto, pueden darles órdenes a sus delegados sobre todos los asuntos relativos a A.A.<br />Pero una buena administración casi nunca significa el ejercicio pleno de los derechos establecidos. Por ejemplo, si los grupos llevaran al extremo sus instrucciones a los delegados, entonces estaríamos procediendo sobre la falsa teoría de que la opinión del grupo acerca de los problemas de servicio mundial es muy superior a la opinión de la Conferencia.<br />En la práctica, esto casi nunca es verdad. Habría muy pocos asuntos en los cuales los delegados previamente “instruidos” pudieran tomar una posición activa mejor de la que podría adoptar una Conferencia, con pleno debate y conocimiento de causa. Por supuesto se entiende que siempre es aconsejable que se hagan informes completos de las actividades de la Conferencia, así como es deseable que se consulte con los Miembros de Comités y los Representantes de Servicios Generales. Sin embargo, el Delegado “instruido” previamente que no puede actuar según su propia conciencia en una votación final de la Conferencia, no es propiamente un “servidor de confianza” sino un mero mensajero.<br />Ahora bien, la Carta de la Conferencia no ofrece soluciones particulares para problemas típicos como el anterior. Es un documento amplio que puede interpretarse de varias maneras. Interpretándose de una manera, los grupos pueden dar a sus delegados todas las instrucciones que deseen. Bajo otra interpretación, los delegados y custodios pueden ignorar las instrucciones que les han sido dadas cuando lo consideren conveniente. ¿Cómo, entonces, podremos entender y conciliar en forma práctica tal situación?<br />Veamos dos ejemplos más: la Conferencia, como se demostrará posteriormente, se encuentra en un estado de casi total autoridad sobre los Custodios, a pesar de los derechos legales de la Junta. Supongamos que los delegados a la Conferencia empiecen a abusar de ese privilegio; supongamos que empiecen a dar órdenes atolondradas y precipitadas a los custodios acerca de asuntos en los cuales los custodios tienen mayores conocimientos que los delegados.<br />¿Qué sucedería?<br />Esta misma clase de problemas confusos se presentaba en las relaciones entre los custodios y las corporaciones de servicio activo de su entera propiedad, entidades que actualmente están dirigidas en parte por voluntarios no-custodios, y en parte por trabajadores pagados. Pero la Junta de Custodios continúa siendo la propietaria de esos elementos. Por consiguiente, los custodios pueden nombrar y destituir; su autoridad es suprema. Pero si los custodios ejercieran constantemente dicha autoridad total y absoluta, si trataran de manejar detalladamente las operaciones de tales entidades, entonces los voluntarios y el personal pagado se verían rápidamente desmoralizados, porque serían privados de responsabilidad y autoridad; su alternativa sería rebelarse y renunciar, o someterse y trabajar a desgana.<br />Por tal motivo, deben establecerse unos principios tradicionales y prácticos que en todos los niveles equilibren continuamente la suprema autoridad y la responsabilidad delegada en justa relación.<br />¿Pero cómo vamos a lograr esto?<br />Hay tres actitudes posibles con respecto a estos asuntos. Podríamos, por ejemplo, poner a un lado toda clase de regulaciones, estatutos, reglamentos de trabajo, etc. De esta manera se dejaría a cada grupo de confianza la decisión de definir los límites de sus responsabilidades y derechos. Pero tal ausencia de estructura reglamentada sería absurda; no podría resultar nada más que la anarquía.<br />En consecuencia, la actitud contraria sería también posible, esto es, rehusar en darle a nuestros servidores un criterio discrecional significativo, y añadir a nuestros Estatutos actuales una serie tal de normas, regulaciones y reglamentos que intentaran cubrir en lo posible cualquier contingencia o acción imaginable. Sin embargo, esto sería demasiado papeleo, mucho más de lo que A.A. pudiera manejar.<br />La solución verdadera de A.A. a este problema debe hallarse, sin embargo, en la última parte de la Tradición Dos, en donde se habla de los “servidores de confianza”. Esto significa realmente que nosotros debemos confiar en que nuestros líderes responsables decidan adecuadamente, dentro del marco bien comprendido de sus deberes, cómo ellos interpretarán y aplicarán su propia autoridad y responsabilidad a cada problema o situación particular que pueda presentarse. Esta clase de liderazgo discrecional debe ser la esencia del “Derecho de Decisión”, y yo estoy seguro de que no hay que tener ni sombra de miedo al garantizar este privilegio a casi todos los niveles del servicio mundial.<br />Siempre habrá autoridad final suficiente para corregir la ineficiencia, la mala operación o el abuso. Si la Conferencia no funciona bien, los grupos pueden mandar mejores<br />delegados. Si los Custodios se salen de la línea correcta, la Conferencia puede censurarlos, o aun reorganizarlos. Si la Oficina Central de servicio está fallando, los Custodios pueden elegir mejores directores y contratar un mejor personal asistente. Estos remedios son directos y de largo alcance. Pero mientras nuestro servicio mundial funcione razonablemente bien—y siempre debe haber caridad para con los errores ocasionales — nuestra consigna deberá ser “confianza”, o de lo contrario nos quedaremos sin dirección.<br />Por estas razones, creo yo que debemos darle inmediatamente a todos nuestros elementos de servicio (organismos y personas) un “Derecho de Decisión” tradicional. En nuestra estructura de servicio mundial este “Derecho de Decisión” puede aplicarse de la siguiente manera:<br />A. Con excepción de las disposiciones en contra, contenidas en la Carta, la Conferencia siempre debe tener la facultad de decidir qué asuntos serán de su exclusiva y total competencia, y cuáles serán remitidos a los grupos de A.A. (o más generalmente, a los Miembros del Comité o a los R.S.G.), para pedir su opinión o consejo definitivo.<br />Por consiguiente, debe entenderse y acordarse claramente que nuestros delegados al actuar en la Conferencia son primordialmente los servidores mundiales de A.A. como un todo y que, sólo en sentido secundario representan sus áreas respectivas.<br />Por lo tanto, en las decisiones finales ellos deben tener derecho a votar en la Conferencia de Servicios Generales de acuerdo a los mejores dictados de su propia conciencia y criterio personal en ese momento.<br />B. En forma similar, los custodios de la Junta de Servicios Generales (actuando, naturalmente, dentro de las disposiciones de sus propios Estatutos y Carta) deben tener derecho en todo momento a decidir cuándo actúan bajo su plena responsabilidad y cuándo se dirigen a la Conferencia para pedir orientación, aprobación o recomendación, o para que la Conferencia tome la decisión y dirección del asunto.<br />C. Dentro del campo de aplicación de sus posibilidades, claramente definidas o normalmente implícitas, todas las corporaciones de servicio, comités, personal directivo o ejecutivo de la Oficina Central deben tener el derecho de decidir cuándo pueden actuar totalmente por sí mismos y cuándo deben someter sus problemas a la autoridad inmediatamente superior.<br />Este “Derecho de Decisión” no debe utilizarse como excusa para no tener que rendir los informes que se requieren para cada acto de importancia. Nunca debe ser usado como motivo para excederse constantemente a una autoridad claramente definida, ni como excusa para dejar de consultar a quienes debe consultarse antes de tomar una decisión o acción importante.<br />Todo nuestro programa de A.A. descansa en el principio de la mutua confianza. Confiamos en Dios, confiamos en A.A. y confiamos los unos en los otros. Por lo mismo, no podemos menos que confiar en nuestros líderes de servicio. El “Derecho de Decisión” que les ofrecemos no es únicamente un medio práctico por el cual pueden ellos actuar y dirigir efectivamente, sino que es también el símbolo de nuestra confianza implícita.<br />CONCEPTO IV<br />Por toda la estructura de nuestra Conferencia, nosotros debemos mantener a todos los niveles de responsabilidad, un “Derecho de Participación” tradicional, poniendo cuidado que a cada clasificación o grupo de nuestros servidores mundiales les sea permitida una representación con voto, en proporción razonable a la responsabilidad que cada uno tenga que desempeñar.<br />El principio de “Participación” ha sido cuidadosamente incorporado dentro de la estructura de nuestra Conferencia. El Estatuto de la Conferencia establece que los Custodios, los Directores de nuestras corporaciones de servicio (A.A. World Services, Inc., y The Grapevine, Inc.) junto con sus respectivos cuadros directivos serán siempre miembros votantes de la Conferencia de Servicios Generales.<br />Exactamente el mismo concepto se tiene en cuenta cuando nuestra Junta de Servicios Generales elige los directores de las corporaciones de servicio activo de su entera propiedad, la A.A. World Services, Inc. y The A.A. Grapevine Inc. Si lo quisiera la Junta de Servicios Generales, podría elegir únicamente sus propios Custodios para los cargos directivos de aquellas entidades. Pero existe una arraigada tradición al efecto de que ese caso nunca sucederá.<br />Por ejemplo: la corporación Mundial de Servicio de A.A. (que también incluye la sección de publicaciones de libros y folletos de A.A.) tiene actualmente siete directores de los cuales solamente dos son custodios.1 De los cinco directores no custodios, tres son voluntarios, expertos en administración de oficinas y de publicaciones; y dos son miembros asalariados del personal: el gerente general y su asistente. Por tradición, el gerente general es el presidente de A.A. World Services Inc. y su asistente es el vicepresidente. Para que exista una comunicación vincular, el director (editor-gerente) o un miembro del personal directivo del Grapevine, nombrado por el editor está invitado a asistir a las reuniones de la Corporación Mundial de Servicios.<br />Por consiguiente, la dirección activa de la Corporación Mundial de Servicios y su sección de publicaciones está compuesta de custodios cuya tarea es velar porque estos proyectos sean correctamente manejados; de expertos voluntarios que contribuyen con su consejo y experiencia profesional; y de dos empleados ejecutivos a sueldo que están encargados de que el trabajo se lleve a cabo. Se asegurará de que cada uno de los miembros de cada clasificación sea un director y por consiguiente tenga el derecho legal al voto; que cada funcionario de las entidades incorporadas tenga un título el cual, para todos los efectos prácticos y legales, denota cuáles son sus responsabilidades y su posición.<br />Una administración de este tipo permite fácilmente una “participación” votante de 18 grado adecuado. Cada uno de los elementos que pueden llevar a cabo una tarea requerida se encuentra presente. Ninguna clase se encuentra en posición de autoridad absoluta sobre otra. Este es el método corporativo o de “participación” para manejar empresas, el cual se distingue del usado en estructuras tan comunes como entidades institucionales, militares o gubernamentales en las cuales una élite de personas o clases de personas se coloca en posición superior, de autoridad absoluta sobre las demás.<br />Debemos también hacer notar que los siete2 directores de la revista Grapevine de A.A.<br />son elegidos bajo los mismos principios que se utilizan en la Corporación Mundial de Servicios de A.A. Aquí también vemos Custodios, voluntarios expertos y personal directivo a sueldo, actuando armónicamente como administradores activos de esa operación. En todas las reuniones de la Junta Directiva del Grapevine, tanto de la Corporación como de la redacción, estará presente un miembro directivo de la G.S.O.<br />La Junta de Servicios Generales además, cumple rigurosamente con el principio de “Participación” cada vez que su presidente hace las asignaciones para los principales comités permanentes de la Junta. Se acostumbra escoger para estos importantes puestos a miembros no Custodios y trabajadores de servicio a sueldo. Los mismos elementos que están presentes en las corporaciones de servicios activo, también casi siempre están presentes en estos comités. Por ejemplo: representantes de la Junta de Servicios Generales, expertos no Custodios y uno o varios miembros del personal directivo que están encargados de efectuar el trabajo básico. Todos tienen voz y voto, y por consiguiente todos “participan” realmente.<br />Cuando llega el momento de elección no hay “superiores”, ni “inferiores”, ni “consejeros”.<br />A este principio tan efectivo y unificante de “Participación” en todos los niveles de responsabilidad, hay una excepción lamentable pero necesaria. Los miembros que desempeñan posiciones directivas asalariadas no pueden llegar a ser Custodios. Esto no puede permitirse porque tal práctica se opondría a la rotación cada cuatro años de los Custodios de A.A. Y si alguna vez se presentara el caso de que la Junta de Servicios Generales tuviera que ser reorganizada por la Conferencia, se tendría en los Custodios asalariados un interés muy difícil de desalojar.<br />De todas maneras, nuestros Custodios de hoy invitan tradicionalmente a ejecutivos asalariados, empleados directivos, contables y cualesquiera otras personas cuyos informes y consejos se requiere para que asistan a las reuniones trimestrales de la Junta de Servicios Generales. Así los Custodios se ponen en comunicación directa con todos aquellos trabajadores quienes a su vez sienten que su presencia es necesaria. Aunque ellos no tienen derecho al voto, pueden participar libremente en los debates.<br />La preservación del principio de “Participación” en nuestra estructura de servicio es para los que hemos entendido su aplicación y sus beneficios, un asunto de suma importancia para nuestro futuro. La experiencia sugiere, sin embargo, que en cada nueva generación de delegados y custodios habrá algunos que inevitablemente tratarán de debilitar, modificar o suprimir el principio de “Participación”. Cada año unos pocos Delegados atacarán el “derecho” de los directores de las corporaciones de servicio, de su personal, y aun de los Custodios, de votar en la Conferencia.<br />Nuevos directores voluntarios de la corporación preguntarán por qué una mujer miembro del personal es también directora y tiene por ello derecho a un voto tan valioso como el suyo propio. De vez en cuando se promoverá la idea de abolir la Corporación de Servicio Mundial y The Grapevine, Inc. Se pedirá que esas corporaciones separadas se conviertan en “departamentos” o “comités” de la Junta de Servicios Generales, principalmente manejados por Custodios. En mi opinión, es tan vital que nosotros preservemos el “Derecho de Participación” tradicional para afrontar cualquier tendencia a menospreciarlo, que deberíamos traer en este momento algunas de nuestras primeras experiencias para mejor ilustrarle.<br />En sus primeros tiempos, la Oficina Central de A.A. estaba manejada en forma autoritaria e institucional. En aquella época, los custodios no veían razón alguna para delegar sus facultades administrativas o para trabajar en participación votante con cualesquiera otros miembros que no fueran de su Junta. El resultado era a menudo una serie de problemas y malos entendidos, y de esas dificultades fue saliendo el principio de “Participación”.<br />Esta lección se aprendió por el camino más duro, pero se aprendió.<br />Hemos visto que el Dr. Bob y yo le dimos a la Junta de Custodios la total posesión legal de todos nuestros activos de servicio. Esto incluyó nuestra literatura, nuestros fondos, nuestras relaciones con el público y nuestra Oficina de Servicios Generales de A.A. En esta forma, nuestros primeros custodios tuvieron toda la autoridad que había en esa época. Sin embargo, la mayor parte de la responsabilidad por el manejo de la Oficina Central siguió recayendo sobre mi persona, mi asistente y su personal de ayudantes. Por un lado, teníamos Custodios con toda la autoridad posible, y por otro lado, los fundadores y gerentes de la oficina que teníamos toda la responsabilidad pero casi ninguna autoridad. Fue una especie de esquizofrenia que nos causó problemas concretos.<br />Era natural que los Custodios, quienes poseían toda la autoridad y todos los fondos disponibles, pensaran que era suya la obligación de administrar directamente la oficina y activamente supervisar cualquier cosa que se hiciera. Para llevar a cabo este propósito, se formaron dos comités: uno de políticas y otro de administración. Nosotros los de la oficina no pertenecíamos a ninguno de estos comités, y por consiguiente no teníamos ninguna “participación” real. Por supuesto, a mí me era permitido ir a las reuniones de los custodios lo mismo que a las reuniones de los comités, para persuadir o aconsejar. Pero mi asistente, quien tenía a su cargo la mayor parte del trabajo de la oficina, no podía asistir a las reuniones de los Custodios y era llamado a los comités únicamente para hacer sugerencias o informes, contestar preguntas y recibir órdenes. En ocasiones, aquellos comités nos dieron directrices realmente contrarias.<br />La situación se complicó cuando entró a operar una rueda más en el mecanismo directivo.<br />La Junta de Custodios, por supuesto, era la dueña total de nuestra empresa editorial (en esa época Works Publishing Inc.). Con la excepción de una función importante, Works Publishing Inc. se había convertido en pura fachada. No tenía nada que ver con el manejo activo excepto en girar los cheques necesarios para cubrir los gastos de oficina y de las publicaciones. Un viejo A.A., amigo mío, y su Custodio-tesorero, firmaba los cheques. En una ocasión en que estaba de mal humor, rompió todos los cheques de pago de la nómina de nuestra oficina porque mi asistente los había girado un par de días antes de lo usual con el objeto de permitir a nuestros empleados que hicieran anticipadamente sus compras de Pascua.<br />En ese mismo instante, empezamos a preguntarnos hasta dónde podríamos nosotros los borrachos ejercer autoridad total en asuntos de dinero y manejo de personal. Y hasta dónde los alcohólicos podíamos tolerar que se nos manejara en esa forma. De todas maneras, nos dimos cuenta de que nuestra Oficina Central no podía seguir siendo manejada por dos comités ejecutivos y una corporación totalmente inoperante, cada una con la posibilidad de emitir directivas en las cuales no participábamos los encargados de ejecutarlas.<br />Debemos hacer notar que ahora nosotros los borrachos podemos “darlo o aguantarlo”, mejor de lo que podíamos antes. Aún así, yo no quisiera ver nuevamente establecida la forma de dirección en la cual no se permite la participación. Ahora que tenemos mucha más gente involucrada en los servicios y más dinero para manejarlos, me temo que el resultado sería igual al de antes, y posiblemente peor. Realmente no había nada excepcional con el incidente de los cheques despedazados, porque cada vez que se crea una autoridad absoluta surge la misma tendencia a dominar exageradamente en todas las cosas, grandes o pequeñas.<br />Tardamos mucho tiempo en darnos cuenta de que no podíamos poner nunca toda la autoridad en un grupo y virtualmente toda la responsabilidad en otro, y al mismo tiempo esperar que hubiera eficacia en la operación, o siquiera una armonía verdadera. Es claro que nadie se opone a la idea de la autoridad final. Nosotros únicamente nos oponemos a su abuso o aplicación equivocada. La “Participación” puede generalmente frenar este absurdo desmoralizador antes de que aparezca.<br />Examinemos ahora otro aspecto del problema de la “Participación”. La autoridad final respecto a los servicios tiene que recaer sobre los grupos de A.A.; pero supongamos que los grupos, haciendo uso de este enorme poder, trataran de sobrepasarse, enviando Delegados con instrucciones irrevocables acerca de cómo deben votar en las deliberaciones, ¿les parecería a los delegados que estuvieran cumpliendo el papel de participantes, de servidores de confianza? ¡No!, se sentirían como mandaderos o recaderos.<br />Los Delegados, por supuesto, podían dar a los Custodios este mismo tratamiento. El poder de los Delegados es tan grande que rápidamente podrían hacer que los Custodios se sintieran como marionetas, en la misma forma en que los Custodios lo hicieron con los empleados de las oficinas, inadvertidamente, por supuesto. Si, entonces, la Conferencia en algún momento empieza a rehusar el voto de los Custodios, o si los Custodios empiezan a no querer permitir que los voluntarios de servicio en las corporaciones y los miembros del personal directivo tengan el derecho al voto al mismo nivel de su trabajo en las corporaciones y en la Conferencia, habríamos arrojado por la borda toda nuestra experiencia pasada.<br />El principio de permitir una justa participación en las votaciones tendría que ser de nuevo dolorosamente aprendido.<br />Un argumento que se podrá emplear para quitarle el voto a los Custodios y los trabajadores a sueldo en la Conferencia es que habría un peligro si se permitiera a tales personas tomar parte en votaciones referentes a sus propias actividades pasadas; por ejemplo, en la aprobación de su informe anual de labores. En cierta medida, este argumento tiene mucha validez; no hay duda de que tradicionalmente los Custodios y empleados de servicio debieran abstenerse de participar en las votaciones referentes a sus propias actividades pasadas.<br />Pero aquellos que quisieron eliminar por completo los votos de los Custodios y los trabajadores de servicio en la Conferencia no se dan cuenta de que los informes de actividades pasadas, constituyen solamente un porcentaje mínimo del trabajo de aquella entidad.<br />La Conferencia tiene mucho más que ver con las orientaciones, los planes y acciones que habrán de llevarse a cabo en el futuro. Eliminar los votos de los Custodios y los empleados de servicio sería obviamente un error. ¿Por qué motivo debe privarse nuestra Conferencia de los votos de gente que conoce tan bien todos estos problemas?*<br />Tal vez se presente la objeción de que, en votaciones muy igualadas en la Conferencia, el voto combinado de los Custodios y los trabajadores de servicio pueden llegar a decidir una determinada cuestión. ¿Pero por qué no? Ciertamente nuestros Custodios y nuestros trabajadores de servicio no son menos conscientes, experimentados y sabios que los delegados.<br />¿Hay alguna razón por la cual sus votos sean indeseables? No vemos ninguna. De suerte que debemos precavernos contra alguna tendencia futura a negarle a nuestros Custodios o trabajadores de servicio el derecho a votar en la Conferencia, excepto en aquellas ocasiones en que se trate de la aprobación de actividades pasadas, evaluación de trabajos o de compensaciones monetarias, o en caso de una reorganización total de la Junta de Servicios Generales en sí, ocasionada por un deficiente funcionamiento de la Junta. Sin embargo, esto no debe constituirse en una barrera para los votos del grupo de Custodios acerca de cambios estructurales. Es también de notar que en la práctica, nuestros Custodios y personal de la Oficina Central nunca han votado “en bloque”. Las diferencias de opinión que se presentan entre ellos son a veces tan pronunciadas y considerables como las que se observan entre los mismos delegados.<br />Hay otra buena razón para la “Participación”, y tiene que ver con nuestras necesidades espirituales. Todos nosotros deseamos profundamente pertenecer. Queremos que la relación A.A. sea de una sociedad fraternal. Nuestro más brillante ideal es el de que la “corporación espiritual” dentro de A.A. nunca llegue a incluir miembros que puedan considerarse como de “segunda clase”. En el fondo, yo creo que es lo que hemos tratado de lograr en nuestra estructura de servicio mundial. Ahí encontramos la razón principal por la cual debemos continuar asegurando la “Participación” de todos los niveles importantes. Así como no hay miembros de A.A. de segunda clase, no debe haber tampoco trabajadores de servicio de segunda clase.<br />El “Derecho de Participación” es por lo tanto un correctivo de la autoridad final, porque mitiga sus esperanzas y abusos. También da ánimos a aquellos de nosotros que trabajamos en A.A., para aceptar la disciplina necesaria para llevar a cabo nuestras tareas.<br />Todo esto lo podemos hacer cuando estamos seguros de que pertenecemos, cuando el hecho de nuestra “participación” nos asegura que nosotros somos verdaderamente los “servidoresde confianza” de quienes nos habla la Tradición Dos.<br />1 Actualmente A.A.W.S. tiene nueve directores, de los cuales, cuatro son custodios.<br />2 Hoy en día nueve.<br />* Hay otra razón muy práctica para no darle a los delegados a la Conferencia una autoridad total en las votaciones sobre los custodios, directores de servicio y el personal. Debe tenerse presente que nuestros delegados nunca pueden ser como un congreso en sesión permanente, con sus propios comités, líderes elegidos, etc. Nuestros delegados no pueden funcionar en esa manera, por la sencilla razón de que ellos se reúnen unos pocos días al año, y por consiguiente no pueden tener un conocimiento directo de muchos de los problemas sobre los cuales se espera que voten. Esta es una razón principal más por la cual se debe permitir a la minoría de Custodios y gente de la Sede Central, en ocasiones mejor informada, el privilegio de votar en todos los casos en que no se traten asuntos de interés personal para ellos.<br />CONCEPTO V<br />En toda nuestra estructura de servicio mundial, un “Derecho de Apelación” tradicional debe prevalecer, asegurándonos así que se escuche la opinión de la minoría, y que las peticiones de rectificación de los agravios personales serán consideradas cuidadosamente.<br />A la luz del principio del “Derecho de Apelación”, todas las minorías que se formen — en nuestros cuadros directivos, comités, juntas de corporación o entre los Custodios — deben animarse a dejar constancia con un informe de minoría cuando ellos crean que la mayoría se encuentra en un considerable error. Y cuando una minoría considere que la cuestión es de tal importancia que si se toma una decisión equivocada, pueden verse afectados seriamente los A.A. como un todo, entonces debe de presentar un informe de minoría a la Conferencia.<br />Al garantizar este “Derecho de Apelación” tradicional, reconocemos que las minorías pueden tener frecuentemente la razón; que aún cuando se encuentren parcial o totalmente en el error, cumplen, sin embargo, un importante servicio cuando, haciendo uso de su “Derecho de Apelación”, obligan a que se lleve a cabo una discusión exhaustiva sobre los temas importantes. Una minoría bien escuchada es, por lo tanto, nuestra principal protección contra una mayoría mal informada, precipitada o airada.<br />El “Derecho de Apelación” tradicional debe permitir también a cualquier persona en nuestra estructura de servicio, bien sea a sueldo o voluntaria, que haga la petición para que se repare un agravio personal, llevando su queja si lo desea, directamente a la Junta de Servicios Generales. Tal persona debe poder ejercer este derecho sin prejuicio o miedo a represalia. Aunque en la práctica este derecho será raramente ejercido, el hecho de su existencia será siempre un freno para el abuso de poder por parte de quienes lo tienen. Con toda seguridad, nuestros trabajadores aceptarán gustosamente la dirección y disciplina necesarias para sus tareas, pero todos ellos deben sentir que no necesitan soportar silenciosamente una dominación personal innecesaria e injusta.<br />Con respecto a la “Apelación” y a la “Petición”, me agrada poder decir que en el servicio mundial de A.A. estos importantes derechos y prácticas ya han sido bien aprovechadas. Por lo tanto, los pongo por escrito únicamente para ayudar en la confirmación y la ampliación de sus aplicaciones futuras.<br />Los “Derechos de Apelación” y “Petición” se dirigen a proteger y hacer el mejor uso posible de los sentimientos y opiniones de la minoría. Este siempre ha sido, y es todavía, el problema central de todos los gobiernos libres y las sociedades democráticas. Dentro de Alcohólicos Anónimos la libertad individual es de enorme importancia. Por ejemplo, cualquier alcohólico es miembro de A.A. en el instante en que lo diga; no podemos arrebatarle su derecho a pertenecer. Ni podemos forzar a nuestros miembros a que crean en algo o paguen algo. Nuestro estatuto ciertamente da cabida amplia a las libertades y privilegios de la minoría.<br />Cuando observamos nuestros servicios mundiales, vemos que aquí también hemos ido bastante lejos en nuestra confianza en los grupos minoritarios. De acuerdo con la Tradición Dos, la conciencia del grupo es la autoridad final del servicio mundial de A.A. y esto siempre será cierto respecto a todos los asuntos importantes que nos afecten. Sin embargo, los grupos de A.A. han reconocido que para los propósitos de servicio mundial, la “conciencia del grupo” de A.A., como una totalidad, tiene ciertas limitaciones. No puede actuar directamente en muchos asuntos de servicio porque no puede estar suficientemente informada acerca de los diversos aspectos del problema. También es cierto que durante una época de gran perturbación, la conciencia del grupo no es siempre la mejor guía posible, porque temporalmente, la misma confusión puede hacer que no funcione eficiente y prudentemente.<br />Entonces, cuando la conciencia del grupo no puede o no debe actuar directamente, ¿quién debe actuar por ella? La segunda parte de la Tradición Dos nos suministra la respuesta al describir los líderes dentro de A.A. como “servidores de confianza”. Estos servidores tienen que estar siempre dispuestos para hacer por los grupos aquello que los grupos obviamente no puedan o no deban hacer por sí mismos. En esta forma, los servidores están obligados a usar su propia información y criterio, a veces hasta el punto de ponerse en desacuerdo con una opinión mal informada o prejuicio del grupo.<br />En esta forma podrá observarse que en sus operaciones de servicio mundial, A.A. frecuentemente confía a una pequeña pero verdaderamente calificada minoría —los escasos 100 miembros de su Conferencia de Servicios Generales— para actuar como la conciencia del grupo de A.A. en la mayor parte de nuestros asuntos de servicio.<br />Similarmente a otras sociedades libres, tenemos que confiar en nuestros servidores, sabiendo que en el caso improbable de que no cumplan sus responsabilidades, todavía tendremos amplia oportunidad para retirar y reemplazarlos.<br />Las consideraciones anteriores ilustran en manera general la preocupación de A.A. por la libertad y la protección de cada uno de sus miembros y del deseo de la sociedad en su totalidad de confiar en los servidores capaces y conscientes para que actúen dentro de sus respectivas capacidades en nombre de todos nosotros. Por haber sido durante mucho tiempo beneficiado con esta clase de confianza, yo estoy seguro de que muchos de los antiguos miembros de A.A. quisieran que yo registrara su gratitud junto con la mía.<br />En 1951, cuando la Conferencia de Servicios Generales empezó a actuar en forma experimental, estas actitudes de confianza eran ya una parte esencial de la vida A.A. Al hacer el borrador del Estatuto para nuestra Conferencia, por consiguiente, incluimos en aquel documento las características que podrían asegurar la protección y el respeto hacia las minorías. Esto se ve claramente, por ejemplo, en nuestro método del “Tercer Legado” para seleccionar los delegados. A menos que el candidato de la mayoría obtenga en la selección los dos tercios de los votos de su Asamblea estatal o provincial, tiene que colocar su nombre en un sombrero con uno o varios de los escogidos por la minoría. En esta forma los candidatos de la minoría tienen una oportunidad igual a la que tienen los de la mayoría para ser elegidos.<br />En realidad, una democracia opera basada en la voluntad de la mayoría, sin que importe el escaso margen que obtenga dicha mayoría. Así, al hacer concesiones especiales a los sentimientos y a la sabiduría frecuentemente demostrada de las minorías, ocasionalmente podemos contraponernos al principio favorito de las democracias de que las decisiones finales se tomen por el voto de la simple mayoría. Sin embargo, nosotros hemos encontrado realmente que nuestro método del Tercer Legado para elegir los delegados ha fortalecido en gran medida el espíritu de la democracia entre nosotros. Se ha cimentado la unidad, se ha incrementado la cooperación y cuando se escoge finalmente al delegado, no se escuchan protestas de minorías descontentas. Incrementar el espíritu de democracia teniendo deferencia especial por la opinión de la minoría es, creemos, mucho mejor que seguir ciegamente la regla que siempre insiste en el dominio incondicional de un voto que ha obtenido la mayoría por escaso margen.<br />Consideremos otro ejemplo: Nuestro respeto hacia la posición de la minoría, más el deseo de la unidad y la seguridad, a menudo lleva a la Conferencia de Servicio General de A.A. a discutir ampliamente los problemas importantes de política general, siempre y cuando no haya necesidad de una decisión inmediata. En muchas ocasiones la Conferencia ha insistido en que la discusión se continúe aun en casos en que hubiera podido obtenerse fácilmente los dos tercios de los votos. Una práctica tradicional voluntaria de esta clase es la evidencia de que existe una prudencia verdadera y una deferencia cordial a los puntos de vista de la minoría. A menos que haya sido absolutamente inevitable, la Conferencia ha rehusado, generalmente, tomar decisiones importantes basadas en votaciones menores de las dos terceras partes.<br />Una preocupación por la posición de la minoría se encuentra en la disposición del Estatuto, que dice que ningún voto de la Conferencia puede considerarse obligatorio para los Custodios de la Junta de Servicio General si no han sido logrados los dos tercios del quórum de la Conferencia. Esto da a los Custodios un poder de veto en los casos en que la mayoría no sea muy amplia. Por medio de esta disposición, los Custodios pueden, si lo desean, insistir en que se haga una discusión más amplia para poder confrontar cualquier tendencia de precipitación o emocionalismo.<br />En la práctica, los Custodios ejercen esta facultad muy raramente, en la mayor parte de los casos ellos se conforman con la sencilla mayoría de los delegados, especialmente cuando se requiere claramente una pronta acción en asuntos que no son de gran importancia. Pero aún así, los Custodios tienen la facultad de elegir si vetan una decisión de simple mayoría o actúan conforme a ella. Aquí también hay un reconocimiento del valor constructivo de una minoría confiable.<br />Si a tan generoso reconocimiento de los privilegios de la minoría añadimos ahora los Derechos tradicionales de “Apelación” y “Petición”, creo que habremos garantizado a todas las minorías, ya sean de los grupos o individuales, los medios para que desempeñen sus deberes de servicio mundial en forma confiada y efectiva.<br />Hace más de un siglo, un noble francés llamado De Tocqueville vino a los Estados Unidos de América a mirar la nueva república. Aunque muchos de sus amigos habían perdido sus vidas y fortunas en la Revolución Francesa, De Tocqueville era un entusiasta admirador de la democracia. Sus escritos acerca del gobierno por el pueblo y para el pueblo son clásicos y nunca se han estudiado más cuidadosamente que en la época presente.<br />En toda su especulación política, De Tocqueville insistió que el mayor peligro que la democracia podría confrontar sería la “tiranía” de las mayorías apáticas, egoístas, mal informadas<br />CONCEPTO VI<br />En nombre de A.A. como un todo, nuestra Conferencia de Servicios Generales tiene la responsabilidad principal del mantenimiento de nuestros servicios mundiales y tradicionalmente tiene la decisión final respecto a grandes asuntos de política general y finanzas.<br />Pero la Conferencia reconoce también que la principal iniciativa y la responsabilidad activa en la mayoría de estos asuntos, deben ser ejercidas en primer lugar por los miembros Custodios de la Conferencia, cuando ellos actúan entre ellos mismos como la Junta de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos.<br /><br />En la misma forma que los grupos de A.A. reconocen que por sí mismos son incapaces deactuar en forma decisiva con respecto a asuntos de servicio mundial, a menos que deleguen en su Conferencia una gran cantidad de responsabilidad y autoridad, así mismo debe la Conferencia delegar una amplia autoridad administrativa a la Junta de Servicios Generales, a fin de que sus Custodios puedan actuar libre y eficientemente en ausencia de la Conferencia misma.<br /><br />Esta crítica necesidad de libertad de acción para los Custodios nos plantea muchas cuestiones importantes.* Con excepción de la Conferencia, la Junta de Custodios debe ser el grupo de servidores mundiales de mayor influencia que tengamos, y por consiguiente tendremos que considerar cuidadosamente la clase y el grado de autoridad, responsabilidad, liderazgo y posición legal que los Custodios deben poseer para que funcionen con la máxima efectividad durante los años venideros. Es probable que tengamos que revisar y tal vez enmendar un poco nuestros métodos actuales de selección de Custodios.<br /><br />Tendremos que definir claramente las diferentes clases de habilidades profesionales y financieras que serán requeridas para obtener así una administración fiduciaria equilibrada.<br />De esta manera podremos asegurar permanentemente la capacidad de la Junta para dirigir nuestras actividades en el futuro.<br /><br />Para evitar una continua confusión, también será necesario mostrar exactamente cómo los Custodios deben estar relacionados con la Conferencia y cómo, a su vez, deben relacionarse ellos mismos con sus corporaciones de servicio activo, la Corporación de Servicios Mundiales de A.A. (incluyendo su división de publicaciones de AA.) y The A.A. Grapevine nuestra revista mensual. En forma general, estas relaciones ya han sido discutidas con alguna extensión en las páginas anteriores. Sin embargo, aún subsiste la necesidad de interpretarlas y detallarlas. Por supuesto que no se desea congelar estas relaciones en un esquema rígido. Aunque nuestra organización actual parezca satisfactoria y apropiada, en el futuro pueden aparecer fallas que nosotros todavía no hemos previsto. Las nuevas situaciones pueden requerir refinamientos y aun cambios considerables. Por esta razón, nuestro Estatuto de servicios, en la mayoría de sus aspectos, puede ser modificado por la Conferencia misma.<br /><br />Debe hacerse notar, sin embargo, que toda nuestra organización actual, incluyendo la posición de los Custodios de A.A., se basa en una gran cantidad de experiencia, la cual estamos tratando de describir y aclarar en este libro. Cuando esto se haga, no nos estorbará en el futuro, una falta de comprensión tal que nos haga sentirnos tentados de efectuar correcciones imprudentes o precipitadas. Aun en el caso de que algún día efectuemos cambios que no produzcan buen resultado, la experiencia del pasado no se habrá perdido. En tal caso, puede confiarse en estos artículos y tenerlos como un punto de regreso seguro.<br /><br />Entonces hagamos un examen más específico de la necesidad de una libertad administrativa de amplia magnitud para los Custodios de la Junta de Servicios Generales.<br /><br />Como hemos visto, la Carta de la Conferencia (y también la de la Junta de S.G. y sus Estatutos) ha demarcado ya una gran área de libertad de acción para nuestros Custodios. Y hemos reforzado estas disposiciones estatutarias al garantizar a todos los cuerpos de servicio mundial, incluyendo, lógicamente, a nuestros Custodios, los derechos tradicionales de “Decisión”, “Participación” y “Apelación”. Una revisión cuidadosa de estos derechos legales y tradicionales pone muy en claro lo que son las responsabilidades administrativas de los Custodios y es indudable el hecho de que su autoridad en esta área es realmente bastante grande.<br /><br />¿Por qué razón debe dársele a nuestros Custodios tan amplia libertad de criterio y acción? La respuesta es que nosotros los A.A. los estamos haciendo a ellos responsables de todas nuestras actividades de servicio: La Corporación de Servicio Mundial de A.A. (incluyendo la división de publicaciones) y el A.A. Grapevine Inc., nuestra revista mensual. Estas entidades (en 1960) tienen entradas que combinadas llegan al medio millón de dólares anualmente.<br /><br />Nuestros Custodios también son responsables de las relaciones con el público a escala mundial. Se espera que actúen en la formulación de la política de A.A. y vigilen su adecuada ejecución. Ellos son los guardianes activos de nuestras Doce Tradiciones. Los Custodios son los banqueros de A.A. Son totalmente responsables de la inversión y el uso de nuestros fondos sustanciales de reserva. El amplio ámbito de sus actividades será más ampliamente descrito en el “Concepto XI”, donde se describe el trabajo que cumplen sus cinco comités permanentes.<br /><br />Si bien es cierto que los Custodios deben trabajar siempre bajo la estrecha vigilancia, orientación y, en ocasiones, dirección de la Conferencia, también es cierto que únicamente los Custodios y las corporaciones de servicio de su propiedad pueden tener el juicio y el manejo del gran número de transacciones que se involucran hoy día en nuestra operación total de Servicio Mundial.<br /><br />Teniendo en cuenta esta gran responsabilidad, debe dárseles consecuentemente una gran dosis de autoridad y liderazgo para poder ejercerla. Debemos entender también que la situación de nuestro servicio mundial es primordialmente un asunto de políticas y negocios. Es verdad que nuestro objetivo siempre es espiritual, pero esta meta de servicio sólo puede alcanzarse por medio de una efectiva operación administrativa de negocios. Nuestros Custodios tienen que funcionar casi exactamente como los directivos de una gran empresa comercial. Tienen que tener amplia autoridad para poder realmente manejar y dirigir los negocios de A.A.<br /><br />Este es el concepto básico de corporación en el cual se apoya toda nuestra estructura de servicio mundial. Hemos escogido deliberadamente la forma corporativa en vez de la institucional o gubernamental, porque sabemos perfectamente que la corporación es muy superior cuando se trata de administrar aspectos de orientaciones y negocios.<br /><br />De arriba abajo, nuestra estructura de servicio semeja ciertamente a la de una gran empresa comercial. Los grupos de A.A. son los accionistas; los delegados son sus representantes ante la “Asamblea General”; nuestra Junta de Servicios Generales representa a la Junta directiva de la Compañía y esta Junta directiva, posee y controla las compañías “subsidiarias” que llevan a cabo nuestro servicio mundial en forma activa.<br /><br />Esta analogía tan certera hace aún más claro el hecho de que, en forma similar a la de cualquier junta directiva, deben dársele a nuestros Custodios grandes poderes si se quiere que ellos manejen efectivamente los asuntos principales y mundiales de Alcohólicos Anónimos.<br />CONCEPTO VII<br />La Conferencia reconoce que la Carta Constitutiva y Estatutos de la Junta de Servicios Generales son instrumentos legales: que los Custodios están por consiguiente totalmente autorizados para gobernar y dirigir todos los asuntos del servicio mundial de Alcohólicos Anónimos.<br />Se entiende además, que la Carta de la Conferencia en sí no es un instrumento legal; más aún, que se apoya en la fuerza de la tradición y en las finanzas de A.A. para su efectividad en último término.<br />Este Concepto puede parecer contradictorio, casi como el enfrentamiento de una fuerza irresistible con un objeto inamovible. Por un lado vemos una Junta de Custodios investida con el poder legal total sobre los fondos y servicios de A.A., y por otro lado vemos que la Conferencia de Servicios Generales de A.A. conserva tal influencia tradicional y esa fuerza financiera que, de ser necesario, puede sobreponerse a los derechos legales de la Junta de Custodios. En realidad puede dar orientaciones generales a los Custodios y procurar su cumplimiento.<br />Lo anterior significa que el poder práctico de la Conferencia casi siempre será superior al poder legal de los Custodios. Este poder supremo de la Conferencia proviene de la enorme influencia tradicional de la Carta misma. Se deriva de la amplia mayoría de Delegados escogidos por los grupos en la Conferencia, y finalmente, en casos extremos estará basado en la indiscutible capacidad que tienen los Delegados para negarle a la Junta de Servicios Generales, los fondos que ella necesite para operar, los cuales provienen de las contribuciones voluntarias de los mismos grupos de A.A. Teóricamente, la Conferencia no es más que un cuerpo asesor, pero en la práctica tiene todos los derechos y controles finales que pueda necesitar.<br />Cuando reflexionamos que nuestros Custodios no tienen un interés salarial financiero en sus puestos, podemos estar totalmente seguros de que una Junta en tales condiciones nunca pensaría en oponerse legalmente al deseo claro y sostenido de los delegados de la Conferencia y las áreas de A.A. que representan. Si algún día se nos presentaran grandes dificultades, en ningún caso podría resultar en un estancamiento. La Conferencia siempre tendría el control total de la situación. Siendo la conciencia de A.A., los delegados se sentirían con la suprema autoridad sobre nuestra Junta de Servicios Generales y sobre sus filiales incorporadas de servicio mundial.<br />La historia de este desarrollo es muy interesante e importante. Cuando se estaba proyectando la Carta de la Conferencia, en 1950, se presentó como problema vital el decidir quién habría de tener la autoridad final, si la Conferencia o los Custodios. En ese entonces, nosotros ya dábamos por seguro que la autoridad total y final sobre nuestros fondos y servicios no podría continuar residiendo en una aislada Junta de Custodios que tuviera un derecho inapropiado de elegir sus propios sucesores. Esto hubiera sido abandonar los servicios mundiales de A.A. en las manos de un grupo paternalista, lo cual es totalmente contrario al concepto de “conciencia de grupo” de la Tradición Dos. Si los Custodios iban a ser nuestros administradores permanentes de servicios y los guardianes de las Doce Tradiciones de A.A., evidentemente deberíamos colocarlos en una posición en la cual necesariamente tuvieran que ajustarse a las Tradiciones y a los deseos de nuestra Asociación.<br />Para cumplir este objetivo se consideraron toda clase de organizaciones. Pensamos en incorporar a la Conferencia misma, colocándola así en posición de autoridad legal sobre la Junta. Esto hubiera significado que todos los miembros de la Conferencia deberían cumplir también requisitos legales. Esto hubiera sido demasiado complicado, ya que hubiera implicado también la incorporación real de toda nuestra Asociación, una idea que la Conferencia misma repudió posteriormente.<br />También estudiamos la idea de organizar elecciones en todo el país para nombrar a todos nuestros Custodios. Pero este procedimiento hubiera producido confusiones políticas, y no hubiéramos obtenido la gente con la calidad administrativa que la Junta requería.<br />Por estas razones se abandonó esta idea. Entonces nos preguntamos si sería posible que la Conferencia misma postulara y eligiera directamente a nuestros Custodios. Pero ¿cómo podrían tantos delegados llevar a cabo esta idea? Ellos provendrían de todas partes del país y por consiguiente no se conocerían suficientemente unos a otros. Sus períodos serían cortos y las reuniones muy breves.<br />¿En qué forma entonces le sería posible a un cuerpo integrado en esta forma postular y elegir Custodios alcohólicos y no-alcohólicos de alto calibre administrativo? Evidentemente no encontrábamos un método adecuado para que esta idea funcionara. Por lo tanto, muy a nuestro pesar, tuvimos que desechar esta idea. En esta forma llegó a ser obvio que la selección de nuevos Custodios —sujetos a la aprobación de la Conferencia— tendría que provenir necesariamente de los mismos Custodios.<br />Solamente ellos tendrían la capacidad para comprender las necesidades de la Junta. Salvo en períodos de reorganización, este método de selección tendría que continuar, al menos, para la mayor parte de la composición de los miembros de la Junta. De otra manera no se podría responsabilizar a la Junta por los resultados de su administración. Resultaríamos sin administración de ninguna clase. Por esta razón, se le dio a la Conferencia el derecho de rechazar pero no de elegir a los nuevos candidatos a Custodios.<br />Como resultado de todas estas ideas, se desarrolló nuestra actual Carta de la Conferencia, una estructura que claramente le da a la Conferencia una autoridad final y suprema pero la cual, sin embargo, preserva legalmente el derecho de los Custodios para funcionar en forma libre y adecuada, de la misma manera que debe funcionar cualquier junta directiva de una empresa. Este esquema se conforma estrictamente a la Tradición Dos en lo referente a los “servidores de confianza”. Dicha Tradición establece que nuestros servidores, dentro del alcance de sus deberes, deben gozar de nuestra confianza para poder utilizar su experiencia y criterio. Se espera que todos los servidores de confianza de A.A. en todos los niveles ejerciten su liderazgo, y el liderazgo no es sencillamente una cuestión de un sumiso quehacer doméstico. Por supuesto, el liderazgo tampoco puede funcionar si está constantemente sometido a una barrera de órdenes superiores.<br />Toda nuestra experiencia, hasta la fecha, nos muestra que ese equilibrio de poderes entre los Custodios y la Conferencia funciona magníficamente. No hemos escamoteado esfuerzos para otorgarle a la Conferencia una autoridad final por vías prácticas y tradicionales. A través de métodos legales, hemos delegado una amplia autoridad de funcionamiento y poder discrecional a los Custodios. Creemos que este equilibrio puede mantenerse indefinidamente porque un poder está protegido por la tradición y el otro por la ley.<br />Hablemos ahora de otro aspecto interesante que muy frecuentemente es puesto en discusión por los nuevos Custodios. Ellos dicen: “Nosotros los Custodios tenemos ciertos derechos y deberes establecidos legalmente por nuestra Carta. Cuando aceptamos órdenes u opiniones de la Conferencia, ¿no estamos violando la Carta? Debemos tener el derecho legal total para decir ‘no’ a cualquier deseo de la Conferencia.”<br />Es verdad que nuestros Custodios tienen esta autoridad legal absoluta, pero no hay nada en la Carta que los obligue a hacer uso de toda autoridad en todo momento. Ellos tienen toda la libertad para aceptar consejos y aun dirección de cualquier persona. Y pueden, sencillamente, abstenerse de usar su derecho legal para decir “no” cuando resulta mucho más sabio, considerando todos los aspectos, el decir “sí’. De la misma manera que la Conferencia debe evitar el abuso de su autoridad tradicional, debieran los Custodios evitar el abuso de sus derechos legales.<br />El Presidente de los Estados Unidos, por ejemplo, tiene un derecho legal absoluto para vetar la legislación aprobada por el Congreso. Sin embargo, él no lo usa en el 99% de las ocasiones porque: a) está de acuerdo con la legislación, o b) aunque no está de acuerdo con la legislación cree que un veto sería poco aconsejable o que sería imposible sostenerlo. Las circunstancias en cada caso particular determinan si utiliza o no su poder de veto. De la misma manera sucede con los Custodios de la Junta de A.A.<br />Claramente entonces nuestra Junta de Custodios se reserva un poder de veto sobre cualquier acción de la Conferencia. Esto es legalmente necesario y en principio es lo correcto, pero el veto será usado muy ocasionalmente. Sin embargo, habrá ocasiones en que el veto de los Custodios tendría un uso muy importante y constructivo.<br />A continuación daremos tres ejemplos típicos en los cuales es deber de los Custodios vetar la acción de la Conferencia:<br />1. Si por causa de prisa o presión, la Conferencia llegase a tomar una acción o dirigir una orden a los Custodios violando patentemente su propia Carta o la de la Junta de Servicios Generales; o si la Conferencia aprobara una medida tan inconsulta o tan peligrosa como para perjudicar seriamente, a juicio de los Custodios, las relaciones de A.A. con el público o a la Comunidad considerada en su totalidad, entonces los Custodios tendrían el deber de pedir a la Conferencia que vuelva a considerar la medida que se pretende aprobar. En el caso de que la Conferencia rehusara tal reconsideración, los Custodios podrían entonces usar su derecho legal de veto. Y, si les parece aconsejable, podrían apelar directamente a los mismos grupos de A.A.<br />2. Aunque por tradición los Custodios nunca deben excederse substancialmente en su presupuesto aprobado por la Conferencia, sin haber consultado a la Conferencia misma, ellos deben sentirse totalmente libres para reducir la cifra presupuestal de la Conferencia durante cualquier año fiscal, aunque dicha acción pueda restringir o cancelar planes especiales o proyectos iniciados o dirigidos por la Conferencia misma.<br />3. Si, por causa de situaciones imprevistas, un proyecto o resolución particular de la Conferencia llega a ser desaconsejable o irrealizable durante el año fiscal, los Custodios, sin prejuicio, deben poder usar su derecho de veto y cancelación.<br />En consecuencia, si en los próximos años la Conferencia siempre tiene en cuenta los derechos, deberes, responsabilidades y el estado legal de la Junta, y si los custodios en sus deliberaciones siempre se dan de cuenta de que la autoridad final de servicios reside en la Conferencia, ninguno de los dos se verá tentado de hacer caso omiso del otro. De esta manera, podemos esperar que los asuntos importantes siempre serán resueltos y que la regla general será una armoniosa cooperación.<br />CONCEPTO VIII<br />Los Custodios de la Junta de Servicios Generales actúan en dos calidades básicas:<br />a) con respecto a los grandes asuntos de la política general y las finanzas, ellos son los que principalmente planean y administran. Ellos y sus comités primarios básicos manejan directamente estos asuntos.<br />b) Pero en lo referente a nuestros constantemente activos servicios incorporados y separados unos de otros, los Custodios, como síndicos fiscales, ejercen una función de supervisión administrativa por medio de su facultad de elegir a todos los directores de estas entidades.<br />Puesto que nuestros Custodios tienen la responsabilidad fundamental del buen funcionamiento de todos nuestros asuntos de servicio mundial, la discusión en este capítulo trata de los conceptos y métodos básicos por medio de los cuales estos pueden desempeñar en la mejor manera posible sus serias obligaciones. Ha sido probado por una larga experiencia que nuestra Junta, como un todo, tiene que dedicarse casi exclusivamente a los problemas mayores y más serios de política general, finanzas, relaciones del grupo, relaciones con el público y liderazgo que confronta continuamente. En estos asuntos más críticos, la Junta tiene que funcionar, por supuesto, con un gran cuidado y reflexión y se espera de ella una planificación, dirección y ejecución expertas.<br />Por consiguiente, no debe distraerse o interferirse la atención de la Junta, la cual debe resolver problemas de gran magnitud. Nuestros Custodios, actuando en forma colegiada, no pueden molestarse en tratar acerca de minucias; no deben preocuparse de las preguntas y dificultades interminables que se presentan diariamente en el manejo rutinario de la Oficina de Servicio Mundial y nuestras empresas editoras. En estas áreas, la Junta no puede dirigir y manejar los detalles y tiene que delegar entonces su función ejecutiva. La actitud de la Junta debe ser de supervisión administrativa y no de ejecución directa. De aquí que los Custodios sean los responsables del buen manejo de la Corporación de Servicios Mundiales de A.A. y de la Corporación del Grapevine. Ellos desempeñan su obligación de Custodios al elegir los directivos de estos servicios, parte de los cuales deben ser siempre Custodios. Por este medio se asegura que la dirección ejecutiva de estas empresas radique en las corporaciones de servicio activo por sí mismas y no en la Junta de Servicios Generales.<br />Cada entidad de servicio incorporada debiera poseer su propia carta, su propio capital de trabajo, su propio director, sus propios empleados, oficina y equipo. En lo que se refiere a las operaciones rutinarias de servicio, la Junta raramente necesitará hacer algo más que intervenir en situaciones difíciles y ver que las corporaciones de servicio operen dentro de los presupuestos fijados y de acuerdo con las orientaciones generales de A.A. y de su sede.<br />Estas disposiciones están de acuerdo con la práctica moderna de las empresas de negocios.<br />La Junta de Servicios Generales es, en efecto, una compañía matriz a cargo de la supervisión y custodia de las subsidiarias de su propiedad que están incorporadas separadamente, cada una de las cuales tiene una administración separada para efectos de su operación.<br />Hemos demostrado para nuestra satisfacción que esta base de operación en forma incorporada es superior a cualquier otra.<br />Esta lección, como lo hemos anotado anteriormente, se aprendió arduamente. Cuando discutíamos la “Participación” en el Concepto IV, vimos que nuestras intenciones iniciales de manejar la oficina de Servicio General de A.A., y la Compañía Editora A.A., por medio de una multiplicidad de comités de Custodios, no nos dieron resultado. Estos fueron realmente esfuerzos para que nuestros servicios formaran parte de la antigua Fundación Alcohólica (ahora la Junta de Servicios Generales). Nos fue difícil definir los poderes de los diferentes comités de servicio de los Custodios con respecto a los demás y con respecto al trabajo por ejecutar.<br />La responsabilidad y la autoridad raramente pudieron equilibrarse. Las órdenes categóricas fueron la regla general, y no las decisiones compartidas. En aquellos comités nadie tenía títulos que indicaran claramente las responsabilidades individuales de los cargos respectivos; naturalmente quienes controlaban el dinero y firmaban los cheques se convirtieron en las mayores autoridades. El control del dinero, por consiguiente, con demasiada frecuencia determinó la política de A.A., sin tener en cuenta los puntos de vista de los trabajadores y voluntarios en la oficina, los cuales a menudo tenían un concepto mucho mejor en tales asuntos.<br />Pero desde el momento en que consolidamos las funciones de nuestra Oficina de Servicios en una estructura incorporada sencilla y permanente en la cual los empleados y directores tenían definidos legalmente sus títulos, sus deberes y responsabilidades — desde el momento en que tal corporación fue provista de sus propios fondos de trabajo, empleados y equipos— desde el momento en que sus directores pudieron votar legalmente en proporción a sus responsabilidades reales — desde ese mismo momento empezamos a ver un inmenso mejoramiento. El manejo armonioso y efectivo de todas nuestras operaciones ha sido el resultado desde aquel entonces.<br />Aprendimos finalmente lo que el mundo de los negocios conoce bien: que no podíamos, al nivel de alta gerencia, manejar una entidad de negocios grande, activa y desarrollada, por medio de comités y departamentos totalmente desunidos. Por ejemplo, ¿cómo podría funcionar nuestra Junta de Custodios en el día de hoy si la hubiéramos convertido en un mero “comité” o “departamento” de la Conferencia de Servicios Generales, en vez del cuerpo legalmente reglamentado y cuidadosamente definido que necesariamente es en la actualidad?<br />Tampoco podemos convertir nuestra Junta de Servicios Generales en una corporación operativa. Cualquier corporación que dirija un negocio grande y activo debe tener siempre únicamente una cabeza ejecutiva familiarizada con cada departamento, que permanezca en su trabajo la mayor parte del tiempo y que pueda, por ello, coordinar directamente los diversos departamentos y mediar en sus diferencias. Esto significaría (si lo intentáramos) que las “divisiones” de la Junta de Servicios Generales tuvieran que depender del presidente de ella, quien actuaría como jefe ejecutivo. Pero a menos que dicha persona fuera un ejecutivo de hecho, y permaneciera en disponibilidad constante para ello, ¿en qué forma se podría lograr? Por la misma naturaleza particular de nuestra institución, el presidente de la junta no puede ser un ejecutivo en este sentido. El es usualmente una persona no-alcohólica y no podría dedicarnos todo su tiempo. Ni siendo Custodio le podríamos pagar un sueldo por el trabajo que le exigiría su condición de director ejecutivo de todos nuestros servicios.<br />Supongamos, sin embargo, que los Custodios contraten un gerente de jornada completa para hacerse cargo del manejo activo de nuestras tres empresas de servicio, como departamentos de la Junta. Se presentaría una dificultad inmediata — la de que tal persona nunca podría ser un Custodio, y por consiguiente nunca podría actuar como presidente de la Junta de Servicios Generales. En esta forma él nunca podría tener una posición verdadera.<br />Se convertiría en factótum bajo una dirección ausente del presidente de la Junta. Consideremos también el hecho de que la mitad de nuestra Junta de Custodios vive normalmente en otras ciudades1 y el hecho adicional de que no podríamos exigirle a los custodios no-alcohólicos mantener una continua y cuidadosa supervisión de todos nuestros servicios activos. Por todas estas razones de peso, yo creo que nunca debemos convertir nuestra Junta de Servicios Generales en una gran corporación subsidiaria de servicio, poseída totalmente por la Junta de Servicios Generales y diseñada para agrupar bajo una directiva única todos nuestros servicios, incluyendo el Grapevine. Este plan también crearía dificultades de dirección porque concentraría excesivamente la autoridad ejecutiva. Y finalmente, un director con las diferentes experiencias y capacidades que se le exigiría, sería muy difícil de encontrar y de reemplazar.<br />Una consideración adicional es que siempre hemos rigurosamente evitado cualquier concentración excesiva de dinero o poder, al colocar nuestros fondos de reserva al cuidado de los Custodios, y al dividir nuestro capital de trabajo entre la Corporación Mundial de Servicios y el Grapevine, cada uno con su propio ejecutivo. Siempre hay una poderosa conexión entre el dinero y la autoridad. Cuando el dinero se concentre, inevitablemente estaremos creando la tentación para el abuso de la autoridad, una condición indeseable para nosotros. Por consiguiente, debemos esforzarnos por evitar que se coloque demasiado dinero o demasiada autoridad en cualquiera de aquellas entidades de servicio. Estas son razones poderosas para mantener cada uno de nuestros servicios activos bajo una organización incorporada separada.<br />Sin embargo, una experiencia que proviene de nuestros primeros tiempos nos sugiere fuertemente que los futuros Custodios y empleados de servicio, buscando sencillez en la contabilidad, ahorro en los impuestos o una mejor eficacia, se verán periódicamente tentados a organizar concentraciones y consolidaciones de una u otra clase. En caso de que se intente hacer de nuevo, sabemos que el riesgo de que se presente una desorganización administrativa total será muy grande.<br />Estas observaciones no pretenden oponerse a los cambios que se muestren necesarios en el futuro. Sólo enfatizamos la necesidad de evitar las repeticiones innecesarias de aquellas penosas experiencias y errores del pasado que resultaron de la concentración excesiva del poder y del dinero. Sólo podemos hacer constar que todavía no vemos ninguna manera factible de convertir a la Junta de Custodios en una corporación de servicio activa para todo uso.<br />1 En 2002, aproximadamente el 95% de los custodios viven “fuera de la ciudad”.<br />CONCEPTO IX<br />Buenos directores de servicio, conjuntamente con métodos adecuados, oportunos y sólidos para escogerlos, son indispensables, a todos los niveles, para nuestro funcionamiento y seguridad en el futuro. La dirección básica de servicio mundial que una vez ejercieron los fundadores de A.A. tiene necesariamente que ser asumida por los Custodios de la Junta de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos.<br />Por muy cuidadosos que seamos al diseñar la estructura de principios y relaciones de nuestro servicio, por muy bien equilibradas que queden la autoridad y la responsabilidad, los resultados operativos de nuestra estructura no pueden ser mejores que la labor personal de aquellos que tienen que trabajarla y hacerla funcionar. El buen liderazgo no puede funcionar bien dentro de una estructura mal concebida. El liderazgo débil puede muy difícilmente funcionar, aun en la mejor de las estructuras. Una vez que hayamos creado una estructura básicamente sólida, este trabajo inicial se acaba, excepto para mejoras ocasionales.<br />Con el liderazgo tendremos un problema continuo. Podremos tener unos buenos líderes hoy, y mañana no tenerlos. Proporcionar a nuestra estructura de servicio trabajadores capacitados y de buena voluntad será una actividad continua. Por eso es un problema que por su misma naturaleza no podrá ser resuelto permanentemente. Tenemos que encontrar continuamente la gente adecuada para desempeñar nuestras muchas tareas de servicio.<br />Puesto que nuestra futura efectividad tiene que depender de siempre renovadas generaciones de líderes, parece deseable que procedamos a definir las características de un buen líder de servicio; que indiquemos cuidadosamente, para cada nivel de servicio, especialmente en nuestra Junta de Custodios, las habilidades especiales que siempre habrán de requerirse; y que revisemos nuestros métodos actuales para buscar y escoger estos líderes.<br />Recordemos primero que la base de nuestra estructura de servicio reposa en la dedicación y habilidad de varios miles de Representantes de Servicios Generales (R.S.G.), varios centenares de Miembros de Comités de Areas, y casi una centena de Delegados. Ellos son los agentes directos de los grupos de A.A.; constituyen la conexión indispensable entre nuestra Comunidad y su servicio mundial; son los representantes fundamentales de la conciencia de grupo de A.A. Sin su apoyo y actividad no podríamos funcionar permanentemente.<br />Al elegir sus R.S.G., los grupos de A.A. debieran tener en cuenta tales hechos. Debe recordarse que únicamente los R.S.G. pueden, en las reuniones de la Asamblea de Grupo, designar los Miembros de Comité y finalmente escoger los Delegados. Por ello los grupos deben tener gran cuidado al escoger estos Representantes. Los tanteos deben evitarse. A los grupos que no tienen R.S.G., debemos animarlos a elegirlo. En este aspecto, cierta debilidad tiene la tendencia de persistir. El desarrollo que necesitamos en este campo parece serun asunto de mayor cuidado, responsabilidad y educación.<br />Cuando los R.S.G. se reúnen en sus Asambleas para escoger a los Delegados, será necesario ejercer un cuidado y dedicación mucho mayores. Deberán hacerse a un lado todas las ambiciones personales, y olvidarse de polémicas y controversias. Este deberá ser el pensamiento de todos: “¿Quiénes son las personas mejor capacitadas que podemos nombrar?”<br />Hasta ahora nuestro método enunciado en el Tercer Legado para elegir los delegados por mayoría de 2/3 o por sorteo, ha resultado ser altamente satisfactorio. Este sistema de selección ha reducido grandemente la fricción política; ha hecho sentir a cada Delegado que es verdaderamente un servidor mundial más bien que el ganador de un concurso. En la misma forma, nuestros métodos del Tercer Legado han producido generalmente gente de un alto nivel de dedicación y competencia en lo que respecta tanto a Miembros de Comité como a los Delegados. Nuestras Asambleas de Areas necesitan únicamente continuar actuando con cuidado y con buen espíritu desinteresado.<br />Es de notar que algunos miembros mantienen la duda acerca de las elecciones por sorteo. Ellos dicen que no siempre gana la mejor persona. A eso tenemos que responder que cada vez que hemos abandonado el sistema de votación “por mayoría de 2/3 o por sorteo” para elegir a los delegados, se ha producido una sensación de derrota y de disgusto en la minoría, nunca compensada por la supuesta ventaja de escoger a la mejor persona.<br />En realidad, la segunda opción como candidato puede a menudo muy bien ser tan buen Delegado como la primera opción de la Asamblea; y puede que resulte todavía mejor Delegado. Y llegamos al tema principal de este Concepto particular: ¿cómo podemos fortalecer mejor la composición y el liderazgo de las Juntas de Custodios futuras, la Junta que en los próximos años habrá de ejercer el liderazgo primordial de A.A. en la administración de servicio mundial, el cuerpo administrativo que tendrá que asumir la mayor parte de mis deberes y responsabilidades pasadas en conexión con los servicios mundiales de A.A.?<br />Como se mencionó previamente, la transferencia real de autoridad y responsabilidad de mi parte a Ios Custodios se ha venido llevando a cabo durante largo tiempo. Yo todavía tengo alguna participación como asesor, y próximamente estaré terminando algunas pocas tareas (por ejemplo, la redacción de estos Conceptos) que me fueron asignadas por la Convención de 1955, en St. Louis. Pero ya se acerca el tiempo en que yo tenga que retirarme de la mayor parte de las actividades del servicio mundial. A esto se debe mi interés en hacer todo lo posible para fortalecer la composición administrativa y el liderazgo de nuestra Junta de Servicios Generales, en forma tal que los futuros Custodios tengan la facilidad para resolver mejor los problemas y afrontar los peligros que indudablemente se presentarán con el tiempo.<br />No tiene límites mi admiración por todo lo que han hecho por nosotros los Custodios alcohólicos y no-alcohólicos. Durante las épocas de nuestra infancia y adolescencia, nada hubiera podido ser mejor estructurada que la organización que tuvimos. Mirando estos hechos, muchos A.A. pueden naturalmente sentir que aquello que fue bueno en el pasado muy seguramente será bueno en el futuro; que cualquier cambio en los métodos de instalación, en la proporción relativa de Custodios alcohólicos a los no-alcohólicos, o en la composición actual de nuestra junta puede resultar ser más peligrosa que benéfica. Pero los cambios nos han estado presionando, y lo siguen haciendo. Por ejemplo, nuestra Junta operó todos los años entre 1938 y 1951 sin el apoyo de una Conferencia.<br />Pero al final nos dimos cuenta, aunque con reservas, de que esta junta, relativamente invisible y desconocida, no podría continuar sin una conexión permanente con A.A., algo que el Dr. Bob y yo no podríamos seguir proporcionando eternamente. Con cierto reparo, reconocimos la urgencia de este cambio, pero tuvimos que reconocerla. La junta administrativa tenía que unirse a la Comunidad de A.A.; de no hacerlo, se derrumbaría. La Conferencia tenía que crearse sencillamente.<br />Este cambio alteró profundamente la posición de los Custodios. Su autoridad anterior se modificó; fueron firmemente unidos a A.A. y por ello se hicieron directamente responsables ante nuestra Comunidad. Nadie discute hoy en día la sabiduría de este oportuno cambio, porque todos pueden ver ahora que ha provisto una protección esencial para la efectividad del servicio y la seguridad futura de A.A. La experiencia ha refutado la idea de que los cambios que se vuelven indispensables para adaptarse a las situaciones diferentes, son necesariamente desaconsejables.<br />Ahora estamos abocados a otro cambio de gran importancia. Aunque hemos resuelto ya el problema de la autoridad de los Custodios, su responsabilidad y su vínculo con A.A., no hemos resuelto todavía, en mi opinión, el papel futuro de la Junta en el liderazgo del servicio.<br />Por ello tengo la profunda convicción de que la fuerza administrativa y el liderazgo en A.A. de la Junta, deben ser considerablemente incrementados; que éstas y otras mejoras podrán colocarla en una posición mucho mejor, práctica y psicológicamente; que tales cambios son realmente necesarios para afrontar las condiciones que con toda seguridad habrán de presentarse cuando termine mi propio liderazgo en el servicio mundial.<br />Los estudiantes de historia reconocen que la transferencia del liderazgo original de una sociedad a los sucesores, siempre es un punto crítico. Tenemos que afrontar entonces el difícil asunto de la transferencia del liderazgo.<br />* * *<br />Consideremos finalmente las características personales específicas que deben tener los líderes de servicio mundial. Para el uso que quieran darle las futuras generaciones de nuestros servidores de confianza, ofrezco a continuación la discusión sobre este tema que se publicó en la revista “Grapevine” en 1959.<br />LIDERAZGO DENTRO DE A.A.: SIEMPRE UNA NECESIDAD VITAL<br />Ninguna sociedad puede funcionar bien si no cuenta con líderes competentes a todo nivel, y A.A. no puede considerarse una excepción. No obstante, es necesario mencionar que los A.A. a veces abrigamos la idea de que podemos prescindir de todo liderazgo. Tenemos la tendencia a tergiversar el concepto tradicional de “anteponer los principios a las personalidades” a tal punto que no hubiera en el liderazgo personalidad alguna. Esta idea supondría unos autómatas sin cara que se esforzaran por complacerles a todos, sin importar de lo que se tratara.<br />En otras ocasiones, nos damos con igual vigor a la tendencia a exigir que los líderes de A.A. sean gente del más fino criterio, de moralidad impecable e inspiración sublime gente de gran energía y acción, excelsos ejemplos para todos, y casi infalibles. El verdadero liderazgo, por supuesto, tiene que seguir un rumbo medio entre estos extremos totalmente utópicos de deseada excelencia. En A.A, sin duda, no hay ningún líder sin cara, ni tampoco que sea perfecto. Afortunadamente, nuestra Sociedad se ve dotada de una cantidad suficiente de verdadero liderazgo — la gente activa de hoy y, según nos llegan en tropel los de cada nueva generación, los posibles líderes futuros. Contamos con una abundancia de hombres y mujeres que tienen la dedicación, la estabilidad, la amplitud de visión y los talentos especiales que les hacen competentes para encargarse de toda tarea de servicio imaginable. Lo único que tenemos que hacer es buscar a esta gente y confiar en que nos sirvan bien.<br />En algún título de nuestra literatura se encuentra una frase que dice: “Nuestros líderes no nos impulsan por mandatos, nos dirigen con su ejemplo.” En efecto, les decimos: “Trabajen para nosotros, pero no nos manden.”<br />Un líder en A.A. es, por lo tanto, un hombre (o mujer) que puede personalmente poner en efecto principios, planes y políticas de una manera tan dedicada y eficaz que los demás queremos apoyarlo y ayudarle a realizar su trabajo. Cuando un líder intenta obstinadamente imponernos sus deseos, nos rebelamos; pero si con exagerada docilidad se convierte en un mero recadero sin nunca ejercer su propio criterio — pues, no es en realidad un líder.<br />El buen liderazgo toma la iniciativa en formular planes, políticas e ideas para el mejoramiento de nuestra Comunidad y de sus servicios. No obstante, en cuanto a nuevas e importantes cuestiones, siempre consulta ampliamente antes de tomar decisiones y ejecutar acciones. El buen liderazgo también tendrá presente el hecho de que un plan o una idea excelentes puede proponerse por cualquiera, de cualquier parte. Por consecuencia, el buen liderazgo con frecuencia descarta sus propios planes predilectos para adoptar otros mejores, y atribuye el mérito a quien le corresponde.<br />El buen liderazgo nunca esquiva la responsabilidad. Una vez que se siente convencido de tener, o de poder obtener, suficiente apoyo, libremente toma sus decisiones y las lleva a cabo sin dudar, siempre que las acciones estén dentro del marco de su autoridad y responsabilidad definida.<br />Un “politicastro” es una persona que siempre está tratando de “conseguir para la gente lo que la gente quiera.” Un estadista es un individuo que puede diferenciar entre las ocasiones en que sea apropiado y no sea apropiado hacerlo. Se da cuenta de que incluso las grandes mayorías, si sufren de grandes trastornos o si no están bien informadas, a veces pueden equivocarse totalmente. Cuando se le presenta una situación así, y algo muy importante está en juego, es siempre la responsabilidad del liderazgo, aun cuando se encuentra una pequeña minoría, resistir a la tempestad — valiéndose de todos sus talentos de persuasión y autoridad para efectuar un cambio.<br />No obstante, no hay nada que sea más perjudicial para el liderazgo que la oposición por el mero hecho de oponerse. Nunca se debe decir, “Lo hacemos a nuestra manera o no lo hacemos de ninguna manera.” Esta clase de oposición a menudo está motivada por un orgullo ciego o algún rencor que nos lleva a poner obstáculos a algo o a alguien. También existe la clase de oposición que deposita su voto diciendo, “No, esto no nos gusta.” No explican nunca sus motivos. Esto no sirve. Cuando se le pida hacerlo, el liderazgo siempre debe explicar sus motivos, y más vale que sean buenos.<br />Además, un líder debe darse cuenta de que incluso la gente soberbia o airada a veces tienen razón, mientras que los más serenos y humildes pueden estar totalmente equivocados. Estas observaciones sirven para ilustrar de forma práctica el cuidadoso discernimiento y sincera reflexión que el verdadero liderazgo siempre debe tratar de ejercer.<br />Otro requisito para ser líder es el de “dar y tomar” — la capacidad para transigir de buena gana cuando un arreglo apropiado pueda hacer progresar una situación en lo que parezca ser la dirección correcta. La transigencia nos resulta difícil a nosotros, los borrachos de “todo o nada.” No obstante nunca debemos perder de vista el hecho de que el progreso está casi siempre caracterizado por una serie de acuerdos encaminados a conseguir mejoras.<br />No obstante, no siempre podemos llegar a un acuerdo. De vez en cuando, es verdaderamente necesario aferrarnos categóricamente a nuestra convicción con respecto a una situación hasta que se llegue a una decisión final. Estas son situaciones que requieren que se sepa aprovechar el momento oportuno y se haga una evaluación cuidadosa sobre el camino que se debe seguir.<br />El liderazgo a menudo se ve sometido a una crítica severa y a veces muy prolongada.<br />Esta es un prueba decisiva. Siempre hay críticos constructivos, son nuestros verdaderos amigos. Siempre debemos escucharles con cuidadosa atención. Debemos estar dispuestos a dejar que modifiquen nuestras opiniones o que las cambien por completo. Sin embargo, a menudo tendremos que estar en desacuerdo y mantenernos firmes sin perder su amistad.<br />Luego tenemos aquellos a quienes solemos llamar críticos destructivos. Tratan de imponer sus punto de vista, son “politiqueros,” hacen acusaciones. Tal vez son violentos, maliciosos.<br />Hacen correr rumores, chismorreos y habladurías para lograr sus fines — todo, por supuesto, por el bien de A.A. Pero, dentro de A.A. al menos, nos hemos dado cuenta de que estos individuos, que posiblemente estén un poco más enfermos que el resto de nosotros, no son necesariamente destructivos; todo depende de cómo nos relacionemos con ellos.<br />Para empezar, debemos escuchar cuidadosamente lo que dicen. A veces dicen toda la verdad; otras veces, un poco de la verdad. Sin embargo, más a menudo están tratando de convencerse a sí mismos de cosas sin sentido. Si se dirigen a nosotros, tanto la pura verdad como la verdad a medias, o incluso algo muy lejos de la verdad nos pueden herir igualmente.<br />Por eso tenemos que escuchar tan cuidadosamente. Si están diciendo la pura verdad o incluso parte de la verdad, más vale que se lo agradezcamos y sigamos haciendo nuestro propio inventario, y admitamos que estábamos equivocados. Si se trata de cosas absurdas, podemos ignorarlos. O podemos poner las cartas boca arriba y tratar de persuadirlos. Si no lo logramos, podemos lamentar que estén tan enfermos que no nos pueden escuchar y podemos tratar de olvidar el asunto. Para llegar a conocernos a nosotros mismos y cultivar una paciencia auténtica, hay pocas cosas mejores que esas pruebas a las que nos someten estos compañeros, normalmente bien intencionados pero, no obstante, equivocados. Esto es siempre una ardua tarea y, algunas veces, no llegaremos a cumplirla. Pero debemos seguir tratando.<br />Pasemos ahora a considerar el importantísimo atributo de la visión. La visión es, según creo yo, la capacidad para hacer buenas evaluaciones, tanto para el futuro inmediato como para el futuro lejano. Algunos pueden considerar esta clase de empeño como una especie de herejía, ya que los A.A. estamos constantemente diciéndonos, “Un día a la vez.”<br />Pero esta preciada máxima realmente se refiere a nuestra vida emocional, y sólo significa que no debemos afligirnos por el pasado ni fantasear o soñar despiertos sobre nuestro futuro.<br />Como individuos y como Comunidad, sin duda sufriremos si le dejamos toda la tarea de planificar para el día de mañana a una Providencia benigna. Dios nos ha dotado a nosotros los seres humanos con una considerable capacidad de prever, y evidentemente espera que la usemos. Por lo tanto, tenemos que distinguir entre soñar ansiosamente con un mañana feliz y valernos hoy de nuestra facultad para hacer evaluaciones metódicas y prudentes — evaluaciones que, confiamos, nos conducirán al progreso futuro y no al infortunio imprevisto.<br />Por lo tanto, la visión es la esencia misma de la prudencia — sin duda una virtud fundamental. Huelga decir que a menudo vamos a equivocarnos total o parcialmente en nuestras evaluaciones del futuro. No obstante, esto será preferible a negarnos completamente a pensar. El hacer evaluaciones tiene varios aspectos. Consideramos la experiencia pasada y actual para determinar su significado. De esto, podemos sacar una idea o política tentativas.<br />Al considerar en primer lugar el futuro cercano, nos preguntamos cómo funcionaría nuestra idea o plan de acción. Luego, nos preguntamos cómo funcionarían nuestras ideas o planes de acción bajo las diferentes circunstancias que puedan surgir en un futuro más lejano. Si una idea nos parece bastante acertada, la ponemos en práctica — siempre a título de prueba, cuando sea posible. Más tarde, volvemos a considerar la situación para determinar si nuestro plan está dando los resultados deseados o pronto los dará. En esta etapa, tal vez tengamos que tomar una decisión crucial. Tal vez tengamos una norma o un plan que todavía parece acertado y aparentemente funciona bien. No obstante, debemos considerar cuidadosamente el efecto que tendrá a la larga, ¿Se convertirán las ventajas inmediatas de hoy en grandes desventajas en el futuro? Siempre nos veremos tentados a obtener los beneficios inmediatos y olvidarnos completamente de los peligrosos precedentes que estamos sentando y de las peligrosas consecuencias que puedan entrañar.<br />Estas no son teorías estrafalarias. Nos hemos dado cuenta de que debemos utilizar constantemente estos principios evaluatorios, especialmente al nivel de servicio mundial donde los riesgos son muy grandes. Por ejemplo, en nuestras relaciones públicas, tenemos que tratar de prever la reacción tanto de los grupos de A.A. como del público en general, a corto y a largo plazo. Esto mismo se aplica a nuestra literatura. En cuanto a las finanzas, tenemos que hacer cálculos y elaborar presupuestos. Tenemos que analizar nuestras necesidades de servicios en relación a las circunstancias económicas generales, y a la capacidad y la buena voluntad de los grupos para contribuir. Con respecto a muchos problemas parecidos, a menudo debemos tratar de pensar con muchos meses o incluso años de anticipación.<br />En realidad, al principio todas las Tradiciones de A.A. tenían que ver con la previsión y la visión del futuro. Hace años, por ejemplo, fuimos desarrollando lentamente la idea de que A.A. fuera auto mantenida. Se habían tenido dificultades aquí y allá con respecto a aportaciones ajenas. Luego surgieron dificultades aun mayores. En consecuencia, empezamos a formular una política de no aceptar contribuciones ajenas. Empezamos a sospechar que grandes sumas de dinero podrían hacernos irresponsables y desviarnos de nuestro objetivo primordial. Finalmente, vimos que a la larga aceptar dinero de afuera podría arruinarnos completamente. En este punto, lo que había sido una idea o una norma general se convirtió en una Tradición de A.A. bien arraigada. Nos dimos cuenta de que teníamos que sacrificar el beneficio rápido e inmediato para obtener la seguridad a largo plazo.<br />Pasamos por este mismo proceso en cuanto al anonimato. Nos parecía que unas pocas rupturas de anonimato a nivel público habían causado un buen efecto. Pero finalmente vimos que muchas de estas rupturas podrían causar estragos entre nosotros. El proceso se desenvolvió así: primero, una idea tentativa, luego una política experimental, después una política firme, y finalmente una profunda convicción — una visión para mañana.<br />Esta es nuestra forma de prever el futuro. Nuestros líderes responsables a escala mundial siempre tienen que ser sumamente competentes en esta actividad vital. Esta es una capacidad esencial, especialmente para nuestros custodios, y creo que en la mayoría de los casos, a la hora de elegirlos debemos basar nuestra decisión en una aptitud de previsión ya demostrada en el desempeño de sus carreras de negocios o profesionales Siempre tendremos que contar con que nuestros líderes, en todos los niveles de servicio, estén dotados de muchos de estos mismos atributos. Estos principios de liderazgo serán prácticamente los mismos, no importa cuál sea el tamaño de la operación. A primera vista, esta discusión sobre el liderazgo puede parecer un intento de definir una clase superior de miembros de A.A. con privilegios especiales; pero realmente no es así.<br />Simplemente reconocemos el hecho de que hay una gran variedad de talentos. El director de una orquesta no tiene que ser habilidoso en cuestiones financieras o de previsión. Y es aun menos probable que un excelente banquero tenga gran éxito musical. Por lo tanto, cuando hablamos sobre líderes en A.A., sólo decimos que debemos seleccionar a estos líderes con miras a obtener los mejores talentos que podamos encontrar, asegurándonos de colocar estos talentos, cualesquiera que sean, donde nos vayan a ser de la mayor utilidad.<br />Aunque este artículo se concibió originalmente en relación a nuestro liderazgo de servicio mundial, es muy posible que muchas de estas sugerencias sean útiles a cualquier persona que participe activamente en nuestra Sociedad.<br />Esto es especialmente cierto en el trabajo de Paso Doce — un trabajo al que casi todos nosotros nos dedicamos afanosamente. Todo padrino es necesariamente un líder. Es enorme lo que está en juego: la vida de un ser humano y, a menudo, la felicidad de toda una familia. Lo que el padrino dice y hace, su capacidad para prever las reacciones del posible miembro, la forma en que presenta sus argumentos y su talento para escoger el momento oportuno, su forma de reaccionar ante las criticas, y el ejemplo personal y espiritual que da al principiante para guiarle — estos atributos del liderazgo pueden tener una significación decisiva, y a menudo pueden suponer la diferencia ente la vida y la muerte.<br />Gracias a Dios que Alcohólicos Anónimos cuenta con tantos líderes competentes en todos y cada uno de sus importantes asuntos.<br />CONCEPTO X<br />A cada responsabilidad de servicio debe corresponder una autoridad de servicio igual — el alcance de tal autoridad debe ser siempre bien definido, ya sea por la tradición, por resolución, por descripción específica del trabajo, o por estatutos y reglamentos apropiados.<br />Casi todas las sociedades y gobiernos de la actualidad muestran notorias desviaciones del sabio principio de que a cada responsabilidad operativa tiene que proporcionársele la correspondiente autoridad para llevarla a cabo.<br />Por eso hemos sido tan extensos en las discusiones de los capítulos anteriores, tratando de describir y definir en detalle las diferentes autoridades y responsabilidades de los grupos A.A., la Conferencia, los Custodios y nuestras corporaciones de servicio activo. Hemos tratado de aseguramos de que la autoridad en cada uno de estos niveles equivale a la responsabilidad. Luego hemos tratado de relacionar todos los niveles entre sí de tal manera que este principio siempre tenga cumplimiento.<br />Una característica sobresaliente que tienen todas las estructuras operativas de buen funcionamiento es la de garantizar la armonía y efectividad de sus labores interrelacionando sus diferentes partes y personal, de tal manera que ninguno tenga la menor duda acerca de cuáles son realmente sus respectivas responsabilidades y sus correspondientes autoridades.<br />A menos que tales atributos queden bien definidos; a menos que aquellos que tengan la responsabilidad final se muestren con buena voluntad y sean capaces de mantener una autoridad operativa adecuada; a menos que aquellos en quienes se delega tal autoridad se sientan capacitados y deseosos de usar la autoridad que les ha sido conferida como a servidores de confianza; a menos que existan métodos definidos de interpretar y decidir situaciones confusas — serán inevitables los choques personales, la confusión y la inefectividad.<br />Este aspecto de la responsabilidad y su autoridad necesaria y paralela es de tal importancia que nos parece aconsejable recapitular todo lo que se ha dicho hasta ahora, y tratar de echar una mirada global a toda nuestra estructura para apreciar mejor la forma en que este principio tiene que aplicarse en cada una de nuestras actividades y actitudes.<br />La primera característica que tiene que tener toda estructura funcional es un punto o una serie de puntos donde se localiza la responsabilidad y por consiguiente una autoridad final. Hemos visto ya cómo, en lo que se relaciona al servicio mundial de A.A., esta clase de responsabilidad y autoridad finales residen en los grupos de A.A., los cuales, a su vez, han asignado parte de su autoridad final a la Conferencia y a los Custodios.<br />Hemos visto cómo los Delegados de la Conferencia, al representar directamente a los grupos, se encuentran colocados en una posición de autoridad sobre los Custodios. Hemos visto también que los Custodios como Junta de Servicios Generales tienen autoridad sobre las entidades de servicios de su propiedad — la Corporación de Servicio Mundial y el “A.A. Grapevine”. También sabemos que los directores de estas corporaciones tienen una autoridad definitiva sobre los empleados asistentes, los cuales, a su vez, tienen autoridad sobre el personal subalterno.<br />El principio de autoridad final se manifiesta claramente a través de toda nuestra estructura. Esto es muy necesario, porque todos nuestros asuntos y actividades de servicio deben poder dirigirse hacia un lugar de responsabilidad final. También es muy necesario que cada empleado o cada clasificación de servidores sepa quién es la persona que tiene la autoridad final, y dónde encontrarla.<br />Si a pesar de todo, la suprema autoridad no está limitada por la autoridad cuidadosamente delegada, el resultado que se obtendrá puede llegar a ser contraproducente. Si no hubiera una autoridad delegada, los grupos tendrían que dar orientación constante a sus delegados acerca de las votaciones importantes; los delegados convertirían a la Junta de Custodios en un tímido comité, que recibiría órdenes precisas para cualquier asunto; los Custodios entonces se instalarían como directores únicos de las entidades de servicio y empezarían a gobernarlas por medio de mandatos. Los directores ejecutivos de las corporaciones se convertirían en pequeños dictadores al mando del personal de servicio. En resumen, un mal uso de esa autoridad fundamental se convertiría en una dictadura donde casi toda la clasificación de servidores de A.A. tendría grandes responsabilidades pero ninguna autoridad real y precisa, y en consecuencia ninguna capacidad para tomar decisiones efectivas ni asumir el liderazgo necesario para el funcionamiento. El resultado inevitable serían las grandes o pequeñas tiranías, y la evasión de responsabilidades.<br />De todo esto se deduce claramente que la autoridad es algo que no puede usarse indiscriminadamente, y, aún mejor, que la autoridad final nunca debiera usarse totalmente, salvo en una emergencia. Tal emergencia puede presentarse cuando la autoridad delegada se sale del rumbo señalado, cuando se hace necesario reorganizarla porque se ha vuelto ineficaz, o porque constantemente excede los alcances y objetivos previamente definidos.<br />Por ejemplo, si los grupos se sienten insatisfechos con la Conferencia, pueden elegir mejores delegados o suprimir la ayuda económica. Si es necesario, los delegados pueden censurar o reorganizar a los Custodios. Estos pueden hacer lo mismo con las corporaciones de servicio. Si una corporación no está de acuerdo con las operaciones del personal directivo, puede perfectamente despedir a cualquier ejecutivo o a todos los empleados.<br />Estos son usos adecuados de autoridad suprema, porque correctamente se basan en una responsabilidad final. La influencia de la autoridad final debe hacerse sentir constantemente, pero hay que notar que cuando la autoridad delegada está funcionando bien no debe sufrir interferencia continua. De otra manera, quienes tienen a su cargo la responsabilidad operativa se sentirían desmoralizados, ya que su autoridad para ejecutar sus labores estaría sujeta a invasiones arbitrarias, y porque a la larga sus responsabilidades serían más grandes que sus atribuciones de autoridad real.<br />¿De qué manera hemos tratado de refrenar en nuestra estructura, la tendencia natural y humana de quienes tienen el poder para usurpar y apoderarse de la autoridad delegada u operativa necesarias? Esta ha sido una labor difícil, y se han requerido varios esquemas estructurales para lograrlo. Démosles una breve descripción observando sus aplicaciones particulares.<br />En nuestra organización hemos tratado de crear en cada nivel definiciones precisas de la autoridad y la responsabilidad. Hemos hecho esto, a) por medios legales, b) por medios tradicionales, y c) por principios bajo los cuales pueden interpretarse y resolverse prontamente situaciones dudosas o realmente conflictivas.<br />Tenemos, por ejemplo, la Carta de la Conferencia. No es un instrumento legal, pero en la práctica es sustancialmente un contrato entre los grupos de A.A. y su Conferencia. La Carta establece claramente en forma general, que los grupos A.A. han delegado parte de su autoridad final y toda la autoridad operativa necesaria a la Conferencia, la cual incluye a los Custodios y a los servicios activos. Se sugiere adicionalmente en este documento, que cada miembro de la Conferencia debe sentirse libre de votar de acuerdo a los dictados de su propia conciencia en las decisiones finales; que debe garantizarse a la Conferencia, de acuerdo con el “Derecho de Decisión” tradicional; el privilegio de escoger los asuntos que deben someterse a su decisión y los asuntos que deben referirse a los grupos para su discusión, consejo o dirección. Por medio de estas definiciones tradicionales se puede controlar la tendencia natural de los grupos a instruir exageradamente a sus delegados. Esto le da a la Conferencia una autoridad igual a su responsabilidad verdadera.<br />Veamos ahora la situación de los Custodios. En los artículos anteriores hemos dejado en claro que aunque la Conferencia tiene la autoridad final, los Custodios tienen que insistir siempre en su derecho legal de administrar activamente nuestros asuntos de servicio.<br />Sus derechos legales han sido fortalecidos y su uso animado por el “Derecho de Decisión” tradicional. En estos artículos, también reconocemos que los Custodios tienen un derecho legal de “veto” sobre la Conferencia en los casos excepcionales en que ellos consideren que deban ejercerlo. En esta forma le hemos garantizado a los Custodios una autoridad administrativa igual a su responsabilidad real. Esto ha sido hecho, por supuesto, sin negar en forma alguna la autoridad final de la Conferencia, o de los Delegados, en caso de que sean realmente necesarios, para dar a los Custodios orientaciones, o censuras, o para reorganizar la junta. Debemos hacer notar que la posición de los Custodios se fortalece aún más por su “participación en la votación” dentro de la Conferencia y por el reconocimiento de que ellos son los principales administradores del servicio mundial de A.A.<br />Se ha tenido también mucho cuidado de garantizar a los directores de servicios mundiales una amplia autoridad operativa que iguala completamente a su responsabilidad por el manejo de nuestros servicios activos Las provisiones estatutarias de sus corporaciones protegen legalmente sus derechos; la tradición de que los Custodios tienen que elegir expertos no custodios para estas juntas, los fortalece adicionalmente. Además, el “Derecho de Decisión” tradicional, les añade más prestancia a su posición. Se ha enfatizado también en estos Conceptos, el peligro que existiría si se convirtiera a la Junta de Servicios Generales en una corporación de departamentos.<br />Las anteriores son precauciones extraordinarias que hemos tomado para mantener la autoridad operativa y la integridad misma de los servicios activos. Estas salvaguardias son necesarias porque estas corporaciones pertenecen a la Junta de Servicios Generales. Por consiguiente, la autoridad de los Custodios sobre ellas no solamente es la final, sino que es absoluta en el momento en que los Custodios así lo quieran. Ellos pueden elegir nuevas juntas directivas o empleados en cualquier momento; pueden controlar los presupuestos de funcionamiento; pueden retener los fondos operativos. Todos estos poderes son necesarios y correctos. Sin embargo, mientras las cosas vayan bien, es de suma importancia que los Custodios ni usurpen ni interfieran innecesariamente con la autoridad operativa de estas entidades. De ahí el cuidado que hemos tenido al crear estas definiciones de autoridad delegada.<br />Los comités permanentes de la Junta de Servicios Generales: políticas, finanzas, información pública, etc. tienen en grado considerable una amplitud similar. Basado en el principio del “Derecho de Decisión”, cada comité principal puede escoger los asuntos acerca de los cuales puede tomar decisiones, y los asuntos que deben remitir a la Junta. La posición de estos comités también se fortifica por el nombramiento de una gran proporción de miembros no custodios. Aquí también hemos tratado de que la autoridad de estos comités iguale a su responsabilidad.1<br />Llegamos ahora al asunto de las autoridades conflictivas y a la manera en que tales conflictos deben resolverse. La mayor parte de los conflictos más comunes en el servicio activo se resuelven fácilmente, porque hemos provisto una efectiva comunicación entre todas las corporaciones de servicios y los comités de la Junta de Servicios Generales. Por ejemplo: En cada reunión de la Junta de la revista Grapevine o de su personal, se hace presente un representante de la corporación de servicios mundiales de A.A., y viceversa. El Comité de Política General tiene uno o más miembros del Comité de Finanzas, y viceversa.<br />Siempre este entrecruzamiento produce una fácil comunicación. Cada una de las empresas sabe lo que las demás están haciendo. Con estas disposiciones prácticas se resuelven muchos conflictos de autoridad — pero no todos.<br />Supongamos, por ejemplo, que se esté planeando la proyección y ejecución de una política importante de A.A. En tal caso, el Comité de Política General asume la jurisdicción principal, encargándose del trabajo de planificación y de hacer las recomendaciones pertinentes a la Junta de Custodios.<br />Supongamos, sin embargo, que el proyecto necesitara una considerable cantidad de dinero. En tal caso, el plan deberá someterse también al Comité de Finanzas y Presupuesto. Si este comité está de acuerdo en que los gastos estén justificados y de acuerdo con el presupuesto global, autoriza al Comité de Política para adelantar el plan, y hacer sus recomendaciones a los Custodios. Pero si el Comité de Finanzas y Presupuesto lo niega, tienen que someter sus objeciones a los Custodios, quienes se encargarán de resolver el caso. O si lo creen necesario los Custodios, el asunto puede ser llevado a la Conferencia.<br />El principio de que existe jurisdicción primaria y secundaria también funciona en el sentido inverso. Si el Comité de Finanzas, por ejemplo, propone una erogación cuantiosa que podría afectar fuertemente la planificación general de A.A. o sus sentimientos, tiene que estar seguro de hacer revisar o estudiar su plan con el Comité de Planificación, aunque la jurisdicción primaria continúa perteneciendo a los miembros del Comité de Finanzas y Presupuesto.<br />En todos los asuntos de autoridad conjunta o conflictiva, debe establecerse una jurisdicción superior. La jurisdicción secundaria tiene que oírse y —sin tener en cuenta el problema de que se trate— tiene que haber un punto definido donde puede obtenerse la decisión final. Se entiende que no hay que llevar a los Custodios asuntos conflictivos de menor importancia. Pero siempre debe tenerse claramente establecido el punto donde se localiza la decisión final.<br />Una situación que tiene que evitarse de todas maneras es la dirección o planificación administrativa bicéfala. La autoridad nunca puede dividirse en dos partes iguales. En ningún sitio la autoridad dividida o la dirección bicéfala es tan fatal para una estructura, como lo es en sus departamentos ejecutivos. La necesidad vital de evitar la dirección ejecutiva bicéfala se comenta ampliamente en el Concepto XI.<br />Además de los métodos que usamos para que la autoridad delegada sea igual a la responsabilidad delegada, tenemos dos garantías — el “Derecho de Apelación” y el “Derecho de Petición”. Como sabemos, una mayoría escasa puede constituirse a sí misma en una autoridad seudo-final en muchas ocasiones cuando no debiera serlo. En forma similar, los ejecutivos pueden a veces gobernar exageradamente a sus ayudantes. Por ello usamos los conceptos de apelación y de petición para asegurar que cada minoría y cada empleado tenga una autoridad y una posición acordes con la responsabilidad que conllevan.<br />Resumiendo: asegurémonos que siempre exista abundante autoridad final o total para corregir y para reorganizar; pero en igual forma asegurémonos de que todos nuestros servidores de confianza, tengan claramente definida una adecuada autoridad para hacer su trabajo rutinario y llevar a cabo sus claras responsabilidades.<br />Todo esto está implícito totalmente en la Tradición Dos de A.A. En ella vemos cómo la “conciencia del grupo” es la autoridad final y los “servidores de confianza” son la autoridad delegada. La una no puede funcionar sin la otra. Sabemos muy bien que únicamente por medio de las definiciones cuidadosas y el mutuo respeto podemos mantener un equilibrio de trabajo adecuado y armonioso.<br />1Durante los años después de que Bill escribió acerca del Comité de Política General se ha alterado su función de manera significativa. Se conoce hoy por el nombre de “Sesión de Compartimiento General” y se reúne tres veces al año durante unas dos horas el sábado antes de la reunión de la Junta de Servicio General. Se someten para su consideración los proyectos a largo plazo de los comités de la junta, así como otras cuestiones especiales de interés inmediato. Está compuesto de todos los custodios, los directores y personal de A.A.W.S. y del Grapevine. y los miembros nombrados de los comités de la junta.<br />CONCEPTO XI<br />Aunque los Custodios tienen la responsabilidad final de la administración del servicio mundial de A.A., ellos siempre deberán recibir la asistencia de los mejores comités permanentes, de directores de las corporaciones de servicio, de ejecutivos, de personal de oficina y asesores — todos de la más alta competencia. Por consiguiente, la composición de estos comités fundamentales y de las juntas de servicio, las cualidades personales de sus miembros, la forma de su instalación en el servicio, los sistemas de su rotación, la manera en que se relacionan unos con otros, los derechos específicos y las obligaciones de nuestros ejecutivos, empleados y consejeros, todo esto unido con una base correcta para la remuneración financiera de los trabajadores especiales, serán siempre asuntos de verdadero interés y cuidado.<br />El éxito duradero de nuestra Junta de Servicios Generales no dependerá únicamente de las capacidades de los Custodios en sí; dependerá igualmente de la dirección competente y la asociación armoniosa de aquellos miembros no Custodios de los comités, los directores de la corporación de servicio, los jefes y los miembros del personal que deben llevar a cabo activamente los servicios mundiales de A.A. Sus cualidades y dedicación, o la falta de ellas, significarán el éxito o la ruina para nuestra estructura de servicio. Siempre dependeremos de ellos en forma muy importante.<br />Mucho más que la mayoría de los Custodios, estos servidores estarán en contacto directo con A.A. a escala mundial y su rendimiento estará constantemente a la vista. Ellos realizarán la mayor parte del trabajo de rutina. Llevarán a cabo la mayoría de nuestros servicios. Viajarán mucho y recibirán la mayoría de los visitantes en la Oficina de Servicios Generales. Crearán, a menudo, nuevos planes y políticas. Algunos de ellos eventualmente llegarán a ser Custodios. Como este grupo formará una imagen visible del servicio mundial, la mayoría de los A.A. medirá el valor de nuestro servicio a través de lo que se vea y se sienta en ellos. Los miembros de este grupo no sólo apoyarán el liderazgo mundial de los Custodios; en realidad estarán obligados a compartir con ellos la dirección mundial.<br />Afortunadamente ya tenemos una firme estructura interna de servicio en la cual está trabajando un grupo muy competente de servidores no Custodios. Se necesitarán solamente unos pocos mejoramientos y cambios en la Corporación Mundial de Servicios de A.A. y en la corporación del Grapevine, siendo esta última relativamente nueva en nuestro panorama de servicio. Los rasgos principales de esta estructura fundamental ya están definidos, y la efectividad de su disposición ha sido comprobada. ¿En qué entonces consiste nuestra estructura fundamental de servicio?<br />Se compone de los siguientes elementos: Los cinco1 comités permanentes de la Junta de Servicios Generales, más nuestras dos corporaciones de servicio activo: la Corporación Mundial de Servicios (que incluye la división de publicaciones de A.A.) y el A.A. Grapevine, Inc. Demos una mirada a cada una de estas entidades.<br />Los comités permanentes de la Junta de Servicios Generales son: Nominaciones, Finanzas y Presupuesto, Información Pública, Literatura y Política General — en los títulos se nota claramente cuáles son las responsabilidades administrativas directas de la Junta de Servicios Generales. Estos comités son nombrados anualmente por el Coordinador de la Junta de Servicios Generales y cada comité, como hemos visto, incluye una adecuada proporción de Custodios, no Custodios, que son expertos en el trabajo por realizar, un ejecutivo de la G.S.O. y un miembro del personal directivo.<br />El Comité de Nominaciones: Este comité ayuda a los Custodios a realizar su principal obligación de vigilar que todas las vacantes —ya sea entre ellos mismos, o entre los directores de servicios claves, directores y miembros del personal directivo— sean adecuadamente cubiertas por personal de la más alta competencia, estabilidad y diligencia posibles.<br />Las recomendaciones de este comité determinarán en gran parte el éxito permanente de nuestros servicios. Sus miembros llevarán la voz principal en la selección de nuestros trabajadores Custodios y no Custodios. Las principales actitudes y actividades del comité tendrán que ser: entrevistas e investigaciones detalladas, cuidadosas deliberaciones, rechazo a aceptar recomendaciones informales, y preparación previa de lista de candidatos adecuados. Por ello deberá negarse siempre a toda tentación de hacer juicios apresurados.<br />Otro problema que los futuros comités deberán afrontar es la sutil tendencia hacia la disminución en la calidad del personal debido a la tendencia natural y generalmente inconsciente de aquellos que les sugieren a los candidatos a elegir a individuos un tanto menos capaces o experimentados que ellos mismos. Por ejemplo: ¿Qué ejecutivo recomendaría como asistente a alguien mucho más capacitado que él mismo? ¿Qué grupo de los miembros directivos recomendaría como empleado nuevo a una persona cuyas capacidades están por encima del promedio de sus propias capacidades? Al contrario, frecuentemente sucede el peligro que señalamos. Las oficinas de gobierno, las agencias y muchas empresas comerciales sufren este engañoso desmejoramiento. Hasta ahora no lo hemos experimentado, pero asegurémonos de que esto nunca ocurra. Todos nosotros necesitamos estar en guardia contra esta ruinosa inclinación, especialmente el Comité de Nominaciones, cuyo primero y último deber es escoger únicamente lo mejor que se pueda obtener para cada puesto vacante.<br />Comité de Finanzas y Presupuesto: Su principal responsabilidad es asegurarse de que no lleguemos a estar cortos de fondos y quebrarnos. Este es el lugar donde el dinero y la espiritualidad sí tienen que mezclarse, y justamente en la correcta proporción. Aquí es donde necesitamos miembros firmes con mucha experiencia financiera.<br />Todos deben ser realistas y uno o dos pesimistas pueden ser útiles. La tendencia general del mundo de hoy es gastar más de lo que se tiene o se espera tener. Por consiguiente, muchos de nosotros estamos contagiados con esta filosofía color de rosa. Cuando un proyecto de servicios de A.A. nuevo y prometedor se pone en discusión, nos sentimos inclinados a gritar: “hagámoslo, el dinero no importa”.<br />Aquí es donde se espera que los encargados del presupuesto digan: “Un momento — paren, miren y escuchen”. En este momento preciso los “ahorradores” entran en saludable y constructivo desacuerdo con los “derrochadores”. La función primordial de este comité es, por consiguiente, ver que la operación de nuestra Oficina de Servicio sea siempre solvente y que se mantenga así, en los tiempos buenos y malos.<br />Este comité tiene que estimar en forma conservadora los ingresos de cada año.<br />Necesita desarrollar planes para aumentar estos ingresos. Conservará una mirada fría y alerta sobre los costos innecesarios, el desperdicio y la duplicación. Examinará minuciosamente los presupuestos de entradas y gastos sometidos a su aprobación por la Corporación de Servicios Mundiales y el Grapevine. Recomendará enmendar los cálculos cuando sea necesario. A mitad del año solicitará revisiones al presupuesto si los cálculos hechos originalmente estuvieran desacertados. Examinará cada gasto nuevo y considerable y preguntará: “¿es necesario o deseable en este momento? Teniendo todo en cuenta, ¿tenemos los medios para hacerlo?” Este comité, en los buenos tiempos, insistirá en que continuemos aportando sumas considerables a nuestro Fondo de Reserva. Planeará una política de inversión en ese fondo que garantizará la disponibilidad inmediata de por lo menos dos tercios de él en cualquier momento, sin que haya ninguna pérdida, permitiendo en esta forma afrontar los malos tiempos o aun las calamidades.<br />Esto no significa que nuestro comité de Finanzas y Presupuesto tenga que decir constantemente “no” y acumule temerosamente nuestro dinero. Yo recuerdo los primeros tiempos cuando estábamos tan dedicados a formar el Fondo de Reserva con las ganancias del libro que dejamos deteriorarse totalmente los servicios de la oficina, por falta de ayuda suficiente para hacer frente a nuestro rápido crecimiento. Con esto los grupos fueron perdiendo la confianza en la oficina y las contribuciones menguaron severamente, bajaron en varios miles de dólares al año. Al ser reorganizada la oficina y reestablecida la confianza ya habíamos utilizado todas nuestras ganancias de los libros y adicionalmente una gran parte de nuestro Fondo de Reserva. Esta clase de economía falsa y sin perspectivas puede resultar muy costosa en espíritu, en servicio y en dinero.<br />Por estos motivos, los futuros comités tendrán que adoptar una posición intermedia para que resulte una verdadera prudencia (la cual no significa miedo ni acumulación excesiva de fondos y que puede afrontar ocasionalmente déficits temporales) y no esa clase de descuido persistente que podría algún día ocasionar una seria reducción o la quiebra total de nuestros servicios vitales. El camino seguro será el justo medio que radica generalmente entre el descuidado recorte de presupuesto y el gasto imprudente.<br />El Comité de Información Pública: Este también es de gran importancia. Es claro que la mayor parte de sus miembros deben ser expertos en el campo de relaciones públicas. Pero hay que recalcar el hecho de que una experiencia comercial no es suficiente.<br />Debido al conservatismo tradicional de A.A., expresado en la máxima “atracción más bien que promoción”, es evidente que los miembros profesionales del comité deben poder adaptar su experiencia comercial a las necesidades de A.A. Por ejemplo, las técnicas que se usan para vender una gran personalidad o una nueva loción para el cabello no podrían ser aplicadas en A.A. El comité deberá incluir siempre un cierto número de miembros de A.A. con larga experiencia y que realmente tengan el “sentimiento de A.A.”, esto es, una amplia visión del panorama de lo que deben ser las relaciones públicas. Pero no dejemos de lado la necesidad de una alta experiencia profesional.<br />Tratar con el complejo mundo de las comunicaciones públicas de hoy en día no es un trabajo para aficionados. La habilidad en este campo implica mucha experiencia técnica, diplomacia y un sentido de lo que es peligroso y de lo que no es, el valor para correr riesgos calculados y la facilidad para hacer compromisos sabios que estén de acuerdo con las tradiciones. Estas son las aptitudes expertas que habremos de necesitar siempre.<br />Estamos tratando de hacer lo mejor posible para llegar más a aquellos 25 millones de alcohólicos que habitan en el mundo. Tenemos que llegar a ellos directa o indirectamente. Para poder lograrlo será necesario que se comprenda A.A. y que la aceptación del público hacia A.A siga aumentando en todas partes. Es necesario tener muy buenas relaciones con la medicina, la religión, empresarios, gobiernos, tribunales, prisiones, hospitales mentales y todos aquellos que tengan algo que ver con el alcoholismo. Necesitamos incrementar la confianza de los editores, escritores, periodistas y gente de radio y televisión. Estos canales de publicidad locales, nacionales e internacionales deben abrirse cada vez más ampliamente, sin que nos metamos con la publicidad agresiva. A través de todas estas fuentes, tenemos que tratar de llevar el mensaje de A.A. a aquellos que sufren de alcoholismo y sus consecuencias.<br />Todo esto indica lo importante que es para nosotros el trabajo y las recomendaciones del comité de información pública. Es una labor crítica. Sólo un error, bastante grande, a nivel público podría costar muchas vidas y acarrear muchos sufrimientos, porque no dejaría llegar a nosotros a muchas personas necesitadas. Inversamente, cada éxito en nuestras relaciones públicas traerá alcohólicos en nuestra dirección.<br />El Comité de Literatura: Es la entidad encargada de la revisión de los libros y folletos existentes, y de la creación de material actualizado para satisfacer nuevas necesidades o estar al día con las situaciones cambiantes. En el sentido general, su misión es asegurar que una visión adecuada y comprensiva de A.A. en todos sus aspectos, sea presentada por escrito a nuestros miembros, a nuestros amigos y a todo el mundo. Nuestra literatura es un vehículo esencial por medio del cual proporcionamos nosotros los A.A. nuestra recuperación, unidad y servicio. Cada año se despachaban toneladas de libros y folletos; la influencia de este material es incalculable. Mantener nuestra literatura al corriente de nuestro progreso es, por lo tanto, urgente y vital. Este Comité de Literatura constantemente tendrá que resolver nuevos problemas de diseño, forma y contenido. Aquí nuestra política es aspirar sólo a lo mejor posible. Creemos firmemente que una presentación pobre, ediciones baratas y literatura pobremente concebida no le conviene a A.A. desde ningún punto de vista, ni para su efectividad ni para su economía ni para nada.<br />Al igual que los otros comités de la Junta de Servicios Generales, éste tiene que ser experto en el trabajo que desempeñará. Una figura clave en su actividad será necesariamente un escritor y asesor a sueldo. El trabajo creativo —o sea el borrador original y el desarrollo final de nuevas iniciativas— estará a cargo de este especialista. El papel de los otros miembros del comité consistirá en criticar constructivamente y enmendar lo presentado por el asesor. Aquí también cabe recordar que el comité tiene que incluir a personas con amplia experiencia dentro de A.A., ya que es totalmente crucial que todos nuestros escritos logren el “sentimiento de A.A.’’ Lo que nosotros decimos tan bien por medio de la palabra hablada, tiene que comunicarse también por escrito.<br />Por consiguiente, el Comité de Literatura considerará aconsejable probar cuidadosamente cada nueva creación, solicitando a varios A.As. que sean sensibles al espíritu y a las reacciones de A.A., para que la critiquen y den sugerencias para mejorarla. Si el nuevo material va a afectar el mundo no alcohólico, especialmente los campos de la medicina y la religión, deberá pedirse la opinión de aquellos Custodios no alcohólicos u otros amigos calificados que tengan conocimientos de estas materias.<br />El Comité de Política General: Es probable que éste sea el más importante de todos los comités de la Junta de Servicios Generales, y se cataloga como el principal. Bajo su jurisdicción se encuentran prácticamente todos los problemas o proyectos que se relacionan con las políticas de A.A., la información al público, o con las tradiciones de A.A., que puedan surgir en los otros comités o corporaciones de servicio.<br />2 Hace algunos años, se puso bien en claro el hecho de que los asuntos que se sometían a la consideración de los Custodios en sus reuniones trimestrales habían llegado a ser demasiado numerosos para poder ser tratados con el cuidado suficiente.<br />Por lo tanto, teníamos que formar un comité que pudiera actuar como un filtro, despachando los asuntos de menor importancia o complejidad, y examinando detalladamente los de mayor significación. La intención era eliminar los obstáculos en las reuniones de los Custodios, y presentar a la Junta recomendaciones cuidadosamente consideradas, incluyendo un informe de la minoría, referentes a los asuntos más cruciales. De esta manera, la Junta podría concentrarse en lo verdaderamente esencial. Este comité, al disponer de suficiente tiempo, podría también fortalecer nuestros procedimientos de planificación y elaboración de política. Podría evitar tanto los grandes como los pequeños errores que se originan en decisiones apresuradas y precipitadas.<br />Esa fue nuestra intención original, y nos ha dado muy buenos resultados.<br />Debido a que este Comité ha sido formado de tal manera que sea muy sensible a la opinión y las reacciones de A.A. se compone de (a) los Custodios de “fuera de la ciudad,” uno de los cuales tradicionalmente es nombrado coordinador; (b) dos miembros del personal de la Oficina de Servicio Mundial, (c) el presidente de A.A.W.S., Inc., quien es también gerente general de la Oficina Mundial; (d) el presidente del A.A. Grapevine, Inc., quien es editor de la revista; y (e) aquellos Custodios y directores de servicio que tienen una amplia experiencia en nuestra Comunidad.<br />Se invitan también a los demás Custodios, los miembros de comité y directores y los miembros del personal a asistir a las reuniones — los Custodios porque pueden prever así las cuestiones que tendrán que confrontar en su propia reunión — los miembros de los comités y directores porque, en esta forma, pueden formarse un concepto panorámico de lo que las demás entidades de la Sede han estado haciendo.<br />Este comité es grande y funciona como una sesión de compartimiento abierta, requiriendo por lo general de cuatro a seis horas de la tarde del domingo anterior a las deliberaciones trimestrales de la Junta de Servicios Generales. Siempre se prepara con anticipación una elaborada agenda; el comité entrega a los Custodios un completo informe de sus recomendaciones, junto con cualquier punto de vista de la minoría. En dicho informe también se mencionan las soluciones dadas a problemas de menor importancia.<br />El Comité de Política General ha fortalecido enormemente la unidad de nuestra Oficina de Servicios. Todos los participantes sienten que son miembros del “equipo”. El tamaño del Comité no es obstáculo. Muchas mentes, abundancia de tiempo y una verdadera sensibilidad hacia A.A., aseguran la notable efectividad de la planificación y de las políticas.<br />Nuevamente hacemos énfasis en el hecho de que ninguno de estos comités de la Junta de Servicios Generales tiene carácter ejecutivo. Ellos no gobiernan ni dirigen los asuntos activos de las corporaciones de servicio. Sin embargo pueden hacer sus recomendaciones a las corporaciones mismas o a los Custodios. Es digno de mencionar que el Comité de Política General siempre examina los informes trimestrales de los servicios corporativos y cualquier otro informe que esté disponible para su reunión. El comité puede comentar sobre estos informes y hacer recomendaciones al respecto.<br />Pasemos a describir entonces nuestras corporaciones de servicio activo, A.A. World Services Inc. (la Corporación de Servicios Mundiales de A.A.) y The A.A. Grapevine (La Corporación Grapevine de A.A.) Sus actividades representan probablemente el noventa por ciento del esfuerzo directo de nuestra Oficina de Servicio. La Junta de Servicios Generales es dueña de las acciones de estas entidades.3<br />Los Custodios eligen anualmente a todos sus directores (siete en la actualidad) en cada corporación.<br />Esto significa que en lo que respecta a la dirección de rutina de nuestros servicios establecidos, los Custodios han delegado plenamente su función ejecutiva en estas áreas de servicio constantemente activas.<br />La junta directiva de A.A.W.S., Inc. (inclusive el Departamento de Publicaciones de A.A.) está tradicionalmente compuesta de dos Custodios encargados de la supervisión administrativa, tres individuos no custodios expertos en el trabajo en cuestión, y dos ejecutivos, el gerente general de la Oficina Mundial y su asistente, quienes son respectivamente el presidente y el vicepresidente. Usualmente, los dos directores Custodios han servido como miembros de la junta en calidad de expertos no-Custodios, y de costumbre se nombra a uno de éstos, Tesorero. Por consiguiente, los directores de A.A. son aquellos que tienen una amplia experiencia en estas operaciones.4<br />La junta directiva del Grapevine está estructurada de forma parecida, con dos excepciones. Los directores Custodios del Grapevine son (1) un ex editor del Grapevine, y (2) una persona experta en finanzas quien ha servido como miembro de la Junta del Grapevine. Tradicionalmente, este último es nombrado coordinador y preside las reuniones de la corporación. Así lo dispone porque ni el editor, quien es tradicionalmente el presidente del Grapevine, ni el director miembro del personal, el vicepresidente, tendrán usualmente la experiencia en negocios necesaria para presidir la junta corporativa del Grapevine. Esta disposición también coloca al presidente en buena posición para mediar en los casos en que los departamentos editorial y de negocios de la empresa estén en desacuerdo. El Grapevine tiene también una Junta Editorial que nombra a sus propios sucesores, sujeta a la aprobación de la Junta corporativa.5<br />La Junta Editorial ayuda al editor y a su personal a determinar las normas editoriales, así como el enfoque y el contenido de la revista. Libera al editor (hasta la fecha ha sido un voluntario) de una parte de su carga de trabajo. El editor examina el material publicitario del Grapevine que se envía a los grupos, y hace recomendaciones al respecto. Contribuye a que nuestros artistas, redactores, escritores y compaginadores trabajen juntos de forma organizada y consecuente. Y sirve como un “campo de instrucción” para nuestros editores futuros. Por tanto, nuestra Junta Editorial es la garantía principal de la alta calidad de la revista y de su coherencia y continuidad editorial.<br />Cada nueva generación de trabajadores hace ciertas preguntas acerca de las juntas dos corporaciones: “¿Por qué no se fusionan en una sola entidad, como parte de la Junta de Servicios Generales?” “¿Por qué no se fusiona el Grapevine con la Corporación de Servicios Mundiales de A.A. colocando así todas las operaciones activas de las Oficinas Centrales bajo una sola administración?” Estas preguntas ya se han discutido en los Conceptos anteriores. Hemos concluido que la Junta de Servicios Generales no es un instrumento adecuado para una corporación operante o activa; que, puesto que el Grapevine es una operación tan disímil, y que no debemos concentrar demasiado dinero y poder ejecutivo en una sola entidad, no debiera haber fusión entre la Corporación de Servicios Mundiales de A.A. y el Grapevine de A.A. En cuanto a estas cuestiones parece que todos estamos de acuerdo, al menos por ahora.<br />Pero también se presentan variaciones interesantes a estas preguntas. Seguramente habrá de inquirir: “Si es deseable incorporar separadamente a las empresas disímiles, entonces ¿por qué no incorporar separadamente a la División de Publicaciones de la Corporación de Servicios Mundiales de A.A., para que tenga una junta directiva familiarizada con las tareas de publicaciones de libros y folletos?” A primera vista, este razonamiento parece lógico.<br />Hoy en día, sin embargo, la División de Publicaciones, principalmente, tiene operaciones mercantiles. A diferencia de las editoriales comerciales, nosotros no tenemos que asegurarnos de seleccionar, escribir y publicar una gran cantidad de libros nuevos anualmente.<br />La mayor parte de los libros de A.A. ya están escritos, y no es probable que sean muchos los que publiquemos posteriormente. Claro es que tendremos que editar ocasionalmente nuevos folletos, y que habrá necesidad de revisar el material de las publicaciones antiguas. Pero éste es relativamente un trabajo creativo de poco volumen, y puede ser manejado con facilidad por el Comité de Literatura. Por ello, la operación de la división de publicaciones adscrita a la Corporación de Servicios Mundiales de A.A. es actualmente un trabajo de edición, distribución, contabilidad y finanzas. Para propósitos directivos, no hay necesidad de formar una corporación separada; sólo se necesita llevar una contabilidad aparte para esta división de publicaciones. Unicamente en el evento muy improbable de que entremos en gran escala en el negocio de publicación de nuevos libros, habría necesidad de formar una corporación totalmente separada.<br />Otra pregunta sería ésta: “¿Por qué no unimos la División de Publicaciones de A.A. con el Grapevine colocando así toda nuestra literatura bajo una administración unificada?” La respuesta aquí se basa en la disimilitud total entre las dos empresas. El Grapevine tiene que producir una revista totalmente nueva mensualmente, mientras que el éxito de la División de Publicaciones de la Corporación de Servicios Mundiales de A.A. depende de lo que ya ha sido escrito.<br />La actividad principal del Grapevine es enteramente creativa. Requiere varios miembros de personal administrativo a sueldo, y la ayuda constante de una gran cantidad de voluntarios especializados sin cuya cooperación no podría funcionar. No parece razonable entonces recargar a esta gente con una gran cantidad de negocios comerciales. Es obvio que no debemos.<br />Otra pregunta que se hace frecuentemente es: “¿Por qué no hacer que A.A. World Services Inc. se haga cargo de todo lo relativo a la contabilidad, finanzas, promoción y distribución del Grapevine? ¿No sería más eficiente y económico consolidar los asuntos de personal, finanzas y manejo? ¿No se descargaría en esta forma el Grapevine de todos sus problemas de negocios?”<br />En primera instancia, este plan también parece razonable. Sin embargo, la probabilidad de que funcione satisfactoriamente es muy remota, porque tiene serios defectos estructurales. Violaría el principio básico de administración de que el que tenga la responsabilidad de una determinada tarea debe tener también la autoridad, los fondos, el personal y el equipo necesario para llevarla a cabo. La entidad llamada la Corporación del Grapevine de A.A., tiene indudablemente la plena responsabilidad de su propia solvencia, promoción, política, y de la dirección de la circulación de la revista. Debe tener cuatro directores de negocios, expertos en estos aspectos de una empresa editorial.<br />La Conferencia y la Junta de Servicios Generales siempre les considerará responsables. Pero, ¿qué pasaría si una gran parte del total de negocios del Grapevine se transfiere a una corporación con dirección absolutamente diferente, sobre la cual Grapevine no tiene ninguna autoridad? Esto sería verdaderamente una dirección bicéfala y una fuente de conflictos continuos. De esta manera, la Junta del Grapevine llegaría a perder casi todo su poder. Tal situación también tendería a desmoralizar al editor, a su personal administrativo y a la Junta Editorial, todos ellos voluntarios especializados. Este grupo tiene en la actualidad una representación de tres directores en la Junta del Grapevine. En una junta compuesta en esa forma, es posible conciliar los deseos de los editores de lograr una excelente publicación, con las realidades de la situación financiera del Grapevine.<br />Pero si la gestión comercial se transfiriera a la Corporación de Servicios Mundiales de A.A., se anularían casi totalmente la importancia y la influencia de la gente del Grapevine. Los directores de servicio mundial se preocuparían casi exclusivamente por asuntos de eficiencia y solvencia en los negocios, mientras que los representantes de la revista buscarían la calidad y el mejoramiento de la publicación. No habría forma práctica de conciliar estas diferencias. Los directores de los negocios de la Corporación de Servicios Mundiales de A.A., dominarían a los trabajadores editoriales y, por consiguiente, dictarían la política editorial. Este último grupo hallaría, a su vez, que se había convertido en un simple comité para ejecutar las órdenes provenientes de la Corporación Mundial de Servicio de A.A. “El que paga al músico pide la canción”, llegaría a ser el lema de trabajo de una organización semejante. Habiendo dividido por mitades la dirección de la revista en tal forma y habiendo abandonado el principio de “participación”, es de dudar que pudiera ponerse a trabajar semejante organización especialmente cuando se trata de un trabajo voluntario. Probablemente ahorraríamos algún dinero, pero no salvaríamos la revista.<br />No se excluyen del todo los arreglos conjuntos del Grapevine y de A.A. World Services Inc. para efectuar conjuntamente trabajos de rutina, tales como facturación, despacho de correspondencia, etc., aunque pueden esperarse, en menor grado, las fricciones ya descritas, a menos que claramente quede definido “quién controla, qué y cuándo”.<br />Todos los que actualmente trabajamos en la Oficina de Servicios de A.A. estamos totalmente de acuerdo con las operaciones detalladas anteriormente. Se han descrito minuciosamente para cualquier beneficio que surja en el futuro. Sinceramente nos damos cuenta de que debemos estar en guardia contra los remiendos de nuestra estructura de servicio que tengan como único objetivo el ahorrar algunos centavos. Estas desviaciones a menudo pueden conducir a un estado de gran confusión y por consiguiente de inefectividad, que en la realidad no ahorra nada, y a la larga resulta con frecuencia una verdadera pérdida.<br />Una descripción detallada de la parte operativa de los comités de la Junta de Servicios Generales y las corporaciones de servicio activo sería demasiado larga para incluirla en este escrito. Pero es importante hacer notar varios principios y problemas que son comunes al Grapevine de A A. y a la Corporación Mundial de Servicios de A.A.<br />1. Posición de los ejecutivos — distinción entre dirección ejecutiva y formación de las políticas: Ningún servicio activo puede funcionar adecuadamente mientras no tenga una dirección ejecutiva permanente y capacitada. Esta deberá ser encabezada por una sola persona, con la ayuda de todos los asistentes que sean necesarios. Ninguna junta o comité puede tener, en ningún momento, un manejo activo en un sentido ejecutivo continuado. Esta función tiene que ser delegada a una sola persona, la cual debe tener amplia autoridad y libertad para realizar su trabajo, y no debe encontrar interferencias mientras esté haciendo su labor en buena forma. La verdadera habilidad ejecutiva no es algo que se encuentra a la vuelta de la esquina, sino que es rara y difícil de hallar. Se requiere una combinación especial de cualidades. El ejecutivo hábil debe inspirar por su energía y su ejemplo, asegurán dose así la cooperación entusiástica de los demás. Si tal cooperación no se presenta, debe saber cuando actuar con firmeza. Debe actuar sin favoritismo ni parcialidades.<br />Debe emprender y llevar a la práctica grandes asuntos, pero sin olvidar ni menospreciar los pequeños. Debe tomar frecuentemente la iniciativa para elaborar planes y proyectos. El uso de tales habilidades ejecutivas implica que haya un buen entendimiento, tanto de parte del ejecutivo mismo como de las personas que trabajan con él porque de otra manera pueden presentarse malentendidos. A causa de su energía natural y disposición de mando, los ejecutivos a veces no alcanzan a discernir entre la práctica rutinaria de planes y políticas establecidas, y la elaboración de nuevos planes. En esta área, ellos tienden a hacer planes nuevos y ponerlos en práctica sin consultar suficientemente a aquellos cuyo trabajo va a ser afectado, o a aquellos cuya experiencia o conocimientos se necesita consultar.<br />Un buen ejecutivo es necesariamente un buen vendedor. Pero a menudo él quiere una venta rápida y resultados inmediatos en ocasiones en que sería más aconsejable y prudente pedir la opinión de muchas personas. Sin embargo esto es mucho mejor que la demora tímida y las constantes peticiones de que se le aconseje sobre esto o aquello. El ejecutivo que se excede en su función puede ser controlado por medio de una situación estructural, y de definiciones claras del alcance de su función, mientras que el ejecutivo débil y temeroso es de muy escasa utilidad en cualquier época.<br />Por esto es deber de todo buen ejecutivo el aprender a discernir cuándo debe actuar por su propia cuenta, cuándo debe consultar a otras personas y cuándo debe pedir sugerencias y definiciones específicas. Este discernimiento es de él. El privilegio que tiene para hacer tal elección está garantizado estructuralmente por el “Derecho de Decisión”. El siempre podrá ser censurado después de actuar, raramente antes.<br />Actualmente estamos resolviendo otros dos problemas en nuestros servicios mundiales.<br />Uno ha sido la falta de dinero para emplear ejecutivos de altas calificaciones para que trabajen de jornada completa para A.A. World Services, Inc., y para el Grapevine. En nuestra Oficina de Servicios Generales, podemos pagar ahora a un gerente que trabaja a media jornada.6 El Grapevine tiene que contar con un voluntario para dirigir la redacción.7 Estos dos ejecutivos tienen, por supuesto, sus asistentes asalariados. No obstante, el hecho de que uno de ellos se ve en la posibilidad de dedicar solamente la mitad de su tiempo a su puesto, y el otro aún menos, nos crea una situación que no es nada ideal.<br />Efectivamente, un ejecutivo debe ocupar un puesto de plena dedicación, y los nuestros no pueden. Puede que algún día podamos corregir este defecto. Sin embargo, siendo ése el caso, debemos evitar el error de emplear a ejecutivos que, faltándoles la experiencia o habilidad, están dispuestos a trabajar a sueldo bajo. No se podría cometer un error más costoso. Sería mejor optar por voluntarios o ejecutivos a media jornada de habilidad excepcional.<br />La segunda dificultad ejecutiva es inherente a nuestra situación A.A. La gente clave de nuestra Oficina de Servicios son miembros de A.A. y tienen que serlo. Por ello los ejecutivos y sus asistentes son amigos en Alcohólicos Anónimos. De ello resulta que, en ocasiones, es difícil para un ejecutivo el tener mano fuerte y para sus amigos es difícil aceptarla. Nuestros ejecutivos saben muy bien que ellos no solamente deben manejar un negocio, sino que también tienen que conservar sus amigos.<br />A su vez, aquellos que trabajan bajo sus directivas tienen que darse cuenta de que tenemos que dirigir seriamente un negocio, que a la vez es una empresa de cooperación espiritual que se debe nutrir. Por tal motivo, es necesario que exista una cantidad razonable de disciplina y buen orden. Aquellos que no lo acepten o no lo quieran poner en práctica no son aptos para trabajar en nuestra Oficina de Servicios. Aunque debe rechazarse todo intento de ejercer la autoridad en forma tajante y férrea, nadie debe quejarse si hay una dirección firme pero amable. Estos problemas no son insolubles; estamos y seguiremos resolviéndolos, aplicando los principios de A.A.<br />Ocasionalmente salen a relucir problemas de esta índole, pero la Oficina de Servicios Generales no está abrumada por ellos. Debido a la dedicación excepcional de nuestra gente, prevalece una armonía y efectividad que muy raras veces se encuentra en otras empresas.<br />2. Trabajadores a sueldo, manera de remunerarlos: Creemos que cada ejecutivo, trabajador de servicio o consejero debe ser remunerado en relación razonable con el valor de su trabajo en el mundo comercial.<br />Esta política a menudo es mal interpretada. Muchos de los miembros A.A. consideran los servicios mundiales como una caridad necesaria por la cual hay que pagar algo. Se olvidan de que nuestra caridad especial es tan benéfica para nosotros como para el recién llegado, y que muchos de nuestros servicios se han diseñado para el bienestar general y la protección de todos nosotros. Nosotros no somos potentados altruistas que ayudamos a los pobres y enfermos. Nosotros ayudamos a los demás porque en esa forma nos ayudamos a nosotros mismos.<br />Otra idea equivocada es que nuestros trabajadores deben tener sueldos bajos, así como los trabajadores de las instituciones de caridad que hay en todas partes. Al ser adoptado, este concepto condenaría a nuestros trabajadores a sueldo a hacer sacrificios económicos inusitados, sacrificios que nosotros no exigiríamos a otros miembros de A.A. En tal evento nosotros A.As. estaríamos diciéndole a cada trabajador “cada uno de nosotros envía tres dólares a la Oficina de Servicios Generales. Pero sería magnífico que usted nos trabajara en A.A. por $2,000 menos de lo que le pagarían en cualquier otra parte”.<br />Si la consideramos desde este punto de vista, la teoría de los sueldos bajos nos parece tan absurda como lo es realmente, en especial cuando recordamos que los gastos de administración del servicio mundial de A.A. están entre los más bajos per cápita entre las sociedades del mundo. La diferencia entre un buen sueldo y un mal sueldo para nuestros empleados en la Sede Mundial es cuestión de unos pocos centavos para cada uno de nosotros anualmente. Debemos considerar también el hecho bien conocido de que un trabajador que se considera mal remunerado tienda a sentirse inseguro y a ser ineficiente, lo cual resulta muy costoso a la larga. Esto no es buena espiritualidad ni un buen negocio. Si existe disponibilidad de dinero para los servicios, debemos pagar bien a nuestros trabajadores.<br />3. Rotación entre los miembros a sueldo del personal administrativo:8 En la Oficina de Servicios Generales de A.A., la mayor parte de los miembros del personal directivo cambian de sus cargos anualmente. Al ser contratado, cada miembro se supone que tiene la habilidad de ejecutar o aprender cualquier trabajo de la oficina, excepto la administración de la oficina, la cual, por las habilidades especiales que requiere, no permite en ocasiones la rotación sino entre un reducido grupo del personal directivo de A.A. Pero la base para remunerar a todos los miembros del personal es idéntica.<br />Los aumentos de sueldo se basan sólo en la duración del servicio. En el mundo comercial una organización similar no podría funcionar. Prácticamente garantizará la indiferencia y la mediocridad porque harían falta los incentivos ordinarios de dinero y de prestigio. En toda nuestra estructura ésta es la única diferencia importante que existe con las corporaciones de negocios. Consecuentemente, debe haber razones probadas y poderosas para que tal herejía comercial se haya puesto en vigencia, y las tenemos.<br />Nuestra razón fundamental para adoptar la rotación y la paga igual para todo el personal directivo fue la seguridad y la continuidad de la oficina. En alguna ocasión tuvimos el sistema de emplear a un ejecutivo con un sueldo altísimo, y asistentes con sueldos más bajos. Estos se contrataban principalmente a solicitud de la misma persona. En forma inconsciente, estoy seguro, ella contrató gente que no creía que pudieran hacerle competencia posteriormente. Mientras tanto mantuvo firmemente las riendas de la dirección de todos los asuntos de alguna importancia en la oficina, y en esa forma logró llevar a cabo una gran cantidad de trabajo. Pero, de repente, se desplomó y muy poco después uno de los asistentes también tuvo que retirarse, quedando nosotros solamente con uno de los ayudantes entrenado muy parcialmente y quien no sabía casi nada acerca de la dirección global del trabajo de la oficina.<br />Afortunadamente para nosotros, uno de mis amigos de A.A., quien es muy buen organizador, se hizo cargo de la situación y nos ayudó a poner en orden la oficina. Nos dimos cuenta de que deberíamos tener un personal a sueldo que nos garantizara que la oficina no fracasaría nuevamente. Probablemente la próxima vez que sucediera un colapso parecido, no habría nadie que pudiera darnos el tiempo necesario para sacarnos del atolladero. Además, este fracaso nos costó la pérdida de mucha confianza entre nuestros grupos, y por ese motivo dejamos de recibir casi cincuenta mil dólares en tres años de contribuciones.<br />A partir de aquel entonces se instaló el principio de la rotación en un número mayor de personas de la administración. Aunque se han presentado varios casos de fracaso entre el personal de A.A., cada uno de los cuales hubiera bastado para desmoralizar a la oficina de haberse continuado con la organización que teníamos originalmente, como ya cada uno de los restantes miembros conoce muy bien las tareas necesarias, no se han experimentado mayores dificultades. Bajo este nuevo esquema de funcionamiento, los reemplazos se pueden escoger cuidadosamente y se pueden entrenar en forma adecuada. Adicionalmente, se disipa la tendencia natural de escoger a personas menos aptas en los cargos subalternos.<br />Al colocar a todos los miembros del personal directivo en posición de igualdad, y remover en esta forma los incentivos comunes de dinero y de prestigio, no nos ha hecho ningún daño. Nosotros los A.A. tenemos algo de que carece el mundo comercial: un deseo dedicado de servir, el cual reemplaza las motivaciones egoístas usuales. Al mismo tiempo se han eliminado muchas de las tentaciones para establecer la competencia destructiva y la “politiquería” entre los miembros. El buen ánimo de la Oficina de Servicios se ha incrementado enormemente y se ha transmitido a toda nuestra Comunidad.<br />En el futuro, cuando el sistema de rotación no esté funcionando satisfactoriamente, habrá la tendencia natural de suprimirlo en aras de una supuesta eficacia. Nuestros sucesores tienen ciertamente la libertad para intentarlo, pero la experiencia del pasado nos indica con seguridad que sería ir de mal en peor.<br />Hay otro aspecto de la rotación: el tiempo de servicio. Ya sabemos que a una mayor responsabilidad de trabajo debe corresponder un tiempo de servicio más largo, si deseamos que haya efectividad. Por ejemplo, un secretario de grupo puede cambiarse cada seis meses, pero un miembro de un comité intergrupal debiera poder actuar durante un año. Para que pueda adelantar alguna labor que valga la pena, un delegado a la Conferencia debe servir durante dos años, y un Custodio durante cuatro años.<br />En la Oficina de Servicios Mundiales hemos encontrado que no es práctico ni justo establecer un término fijo para los empleados. Un miembro del personal directivo debe tener un entrenamiento de varios años. ¿Debemos entonces despedirlo, en el momento en que ha adquirido gran competencia? Y si llega a saber que su trabajo no era sino para un determinado tiempo, ¿hubiéramos podido contratarlo inicialmente? Probablemente no. Estos puestos son muy difíciles de llenar porque requieren grandes dosis de personalidad, habilidad, estabilidad, competencia administrativa y experiencia en A.A. Si insistiéramos en fijar términos para el servicio, nos veríamos obligados a emplear A.As. no muy capacitados. Esto sería a la vez contraproducente y perjudicial,<br />así como injusto. Pero no debemos sentir temor de tener demasiados miembros del personal que se están volviendo “viejos en el servicio”. El ajetreo emocional de tener “A.A. a todas horas”, es demasiado fuerte para que haya muchas personas que lo soporten durante un gran período de tiempo. Hoy la gente va y viene por múltiples razones personales, además de la mencionada. Dentro de lo que es razonable, la mayor parte de ellos pueden y tienen que rotar de tarea en tarea; pero no debemos intentar que haya más rotación que la que queda explicada.<br />Debido a la clase de pericia especializada que se requiere para el personal del Grapevine, la rotación entre éstos es más difícil. Si algún día podemos contratar a un editor de plena dedicación, quien pueda insistir en que se adiestre al personal asistente y ayudar a hacerlo, esto tal vez se realice. Sin embargo, a diferencia de la situación en la Oficina Mundial, nunca se logrará la seguridad por tener muchos asistentes. El personal del Grapevine de hoy, compuesto de dos personas, puede servir para una circulación mucho más grande que la actual.4.<br />Es muy importante la “Participación” total de los trabajadores a sueldo: Ya hemos comentado la necesidad de dar al personal directivo una representación votante en nuestros comités y juntas de corporación.9 Hemos visto que ellos deberían gozar de una posición compatible con sus responsabilidades, en la misma forma como la tienen los trabajadores voluntarios. Pero la plena participación de los trabajadores a sueldo no puede quedar garantizada únicamente por el derecho al voto. Hay otros factores especiales que afectan el alcance de su participación. Veamos cuáles son, y lo que podemos hacer para mejorarlos.<br />El primero es el hecho del trabajo por dinero, o sea la relación de patrón a empleado. En los asuntos humanos, la autoridad y el dinero van íntimamente ligados. La posesión o el control del dinero conlleva el control de la gente. Usado en forma imprudente, como generalmente lo es, este control puede resultar en un tipo de división muy desafortunado, que coloca a los “ricos” a un lado y a los “pobres” a otro. No puede haber reconciliación ni armonía mientras no se rompa una parte de la línea divisoria. Sólo entonces podrán aunarse la autoridad y el responsable deseo de adelantar el trabajo. Por eso debemos darle a nuestros trabajadores empleados en nuestra estructura de servicio algo más que un sitio en la mesa de las deliberaciones de A.A. Debemos también tratarlos en todos los aspectos como lo hacemos con los voluntarios, que son nuestros amigos y colaboradores. Mientras trabajen bien, el hecho de que dependen del sueldo que reciben no debería, consciente o inconscientemente, usarse como una ofensa contra ellos. Debemos hacerlos sentir que forman parte del equipo.<br />Si al contrario, no pueden o no quieren hacer su trabajo, eso es algo diferente. En ese caso, debemos y podemos dejar que se marchen. Las empleadas presentan otro problema adicional. Nuestra Oficina de Servicios está conformada como un mundo bastante masculino. Algunos hombres pueden llegar a sentir inconscientemente que son superiores a las mujeres, produciendo así una reacción lógica en el elemento femenino. Luego existe también el hecho de que algunos de nosotros hemos sido lesionados emocionalmente en el área de nuestras relaciones de hombre a mujer. Nuestra bebida nos hizo depender equivocadamente de nuestros cónyuges, los convertimos en nuestros propios “papis” o “mamis” y luego hemos resentido profundamente tal situación. Tal vez habremos tenido desajustes emocionales que nos han causado una resaca de hostilidad que proyectamos a todas nuestras relaciones con las personas del otro sexo.<br />Es posible que dichas fuerzas actúen contra nuestros deseos de establecer buen compañerismo de trabajo. Pero si nos damos cuenta total de esas tendencias, podremos sobreponernos a ellas más fácilmente, y disculparlas. Debemos también tener muy presente que las relaciones de trabajo entre hombres y mujeres adultos deben tener el carácter de una sociedad, en la que no existe competencia, pero en la cual se busca que una parte complemente a la otra. No es una cuestión de superioridad o inferioridad. Los hombres, por ejemplo, por el hecho de ser hombres, tienden a tener un mejor sentido de los negocios. Pero supongamos que reemplazamos a nuestros seis miembros femeninos del personal de administración con seis hombres.<br />En estas condiciones, ¿podríamos lograr que éstos se relacionaran en forma tan integral y efectiva con nuestra Comunidad como lo hacen las mujeres? Por supuesto que no. Las mujeres pueden cumplir esta labor mucho mejor, por el solo hecho de ser mujeres.10<br />Tales son los asuntos que tenemos que recalcar diariamente en nuestra vida de trabajo. Añádase a lo anterior el pensamiento de que no hay ninguna estructura que garantice a nuestra Oficina de Servicios el estar exenta de los perjuicios que puedan derivarse de las disputas entre personalidades — que sólo la buena voluntad de practicar continuamente los principios espirituales en todos nuestros actos puede lograrlo, y no tendremos nunca preocupaciones por nuestra futura armonía.<br />1 En el curso de los años posteriores a la redacción de este libro, se añadieron siete comités especializados: Cooperación con la Comunidad Profesional, Conferencia de Servicios Generales, Archivos Históricos, Convención Internacional/Foros Regionales, Instituciones Carcelarias, Centros de Tratamiento e Internacional.<br />2 El Comité de Política se conoce hoy con el nombre de Sesión de Compartimiento General. Su composición y función también han cambiado, como se explica en la página<br />3 Tanto la Corporación de Servicios Generales de A.A. como la del Grapevine son en la actualidad corporaciones de socios; sus miembros-socios son los custodios.<br />4 Hoy en día, la dirección de A.A. World Services, Inc. está compuesta de: el gerente general de la G.S.O., quien es presidente de A.A.W.S.; un miembro del personal de la G.S.O. quien es vicepresidente; dos custodios regionales; dos custodios de servicio general; dos directores no-custodios. El coordinador que sirve en plan rotativo es un custodio.<br />5 Hoy en día, el Grapevine tiene nueve directores. La Junta Corporativa es editor de la revista; el coordinador de la junta es presidente. Dos miembros de la junta son custodios de servicio general; dos son custodios regionales; uno es un custodio no-alcohólico; tres son directores no-custodios. Los miembros asalariados del personal que trabajan a plena dedicación están encargados de la producción y dirección de la revista. Un miembro del personal es miembro de la Junta Corporativa.<br />6 A partir de 1960 la G.S.O. ha contado con un gerente general de plena dedicación.<br />7 Actualmente, el Grapevine tiene una redacción compuesta de dos personas que trabajan la jornada completa y un director artístico que trabaja media jornada.<br />8 A fin de responder a las circunstancias que han cambiado desde que esta sección fue redactada originalmente, A.A.W.S., Inc., con la aprobación de la Junta de Servicios Generales, ha efectuado un sistema de rotación bienal de trabajo para la mayoría de los miembros del personal.<br />9 Como uno de los directores de la Junta de A.A.W.S., el miembro del personal que sirve como coordinador del personal tiene un voto.<br />10 Estas restricciones y distinciones relacionadas con el sexo dejaron de aplicarse a finales de la década de los setenta cuando se contrató al primer miembro del personal varón y, más tarde, cuando se contrató a la primera mujer para servir en un puesto de responsabilidad administrativa. Hoy en día, aproximadamente la mitad de los miembros del personal son varones y la mitad del equipo administrativo son mujeres, lo cual refleja las normas de contratación de la G.S.O. basadas en la competencia profesional y sin relación con el sexo y de acuerdo con las leyes aplicables de Igualdad de Oportunidades de Empleo y normas equitativas de empleo.<br />CONCEPTO XII<br />Garantías generales de la Conferencia: En todos sus procedimientos, la Conferencia de Servicios Generales cumplirá con el espíritu de las Tradiciones de A.A., teniendo especial cuidado de que la conferencia nunca se convierta en sede de peligrosa riqueza o poder; que fondos suficientes para su funcionamiento, más una reserva adecuada, sean su prudente principio financiero; que ninguno de los Miembros de la Conferencia sea nunca colocado en una posición de desmedida autoridad sobre ninguno de los otros; que se llegue a todas las decisiones importantes por discusión, votación y siempre que sea posible, por unanimidad sustancial, que ninguna acción de la Conferencia sea punitiva a personas, o una incitación a controversia pública; que, aunque la Conferencia pueda actuar al servicio de Alcohólicos Anónimos, ella nunca deberá realizar ninguna acción de gobierno, y así como la Sociedad de Alcohólicos Anónimos, a la cual sirve, la Conferencia en sí misma siempre permanecerá democrática en pensamiento y en acción.<br />El Concepto enunciado corresponde literalmente al Artículo 12 de la Carta Constitutiva de la Conferencia. Hay buenas razones para incluirlo en este contexto. Considerada en su totalidad, la Carta Constitutiva de la Conferencia es la sustancia de un acuerdo informal que se hizo entre los grupos de A.A. y los Custodios en 1955. Es la base convenida de acuerdo, sobre la que funciona la Conferencia de Servicios Generales.<br />En parte, la Carta es un documento flexible; sus once primeros artículos pueden ser enmendados por la misma Conferencia en cualquier momento.<br />Pero el Artículo 12 forma una clase aparte. Para poder enmendar o anular alguna de sus vitales Garantías, se requiere el consentimiento escrito de las tres cuartas partes de los grupos de A.A. que figuren en el directorio, grupos que efectivamente voten sobre cualquiera de tales propuestas; y se ha dejado un margen de seis meses para que se le dé al asunto la más cuidadosa deliberación. Aunque en esta forma se ha hecho difícil efectuar cambios en las Garantías del Artículo 12, no se ha hecho de tal forma que sea imposible.<br />Es claro que todas estas Garantías tienen alta y permanente importancia para el bienestar general de A.A. Por este motivo, creemos que solamente debiéramos permitir cambios en ellas bajo la positiva evidencia de sus defectos, y entonces solamente por el consentimiento de los grupos de A.A. Por consiguiente, las hemos catalogado con las Doce Tradiciones, pues creemos que son tan importantes para los servicios mundiales como lo son las Tradiciones para A.A. como un todo.<br />Las Garantías del Artículo 12 forman una serie de compromisos solemnes para asegurar que la Conferencia siempre estará en conformidad con las Doce Tradiciones de A.A.; que la Conferencia nunca se asentará en una gran riqueza o un gran poder; que su política fiscal siempre será prudente; que nunca se creará una autoridad absoluta; que siempre se observará el principio de unanimidad sustancial; que nunca se tomará ninguna acción punitiva; que nunca se incitará a la controversia pública; que únicamente estará al servicio de A.A.; y que siempre será democrática en espíritu. Estas Garantías indican las cualidades de prudencia y espiritualidad que siempre deberá poseer la Conferencia de Servicios Generales.<br />Dejando a un lado cualquier defecto imprevisto, estos son los vehículos permanentes que mantienen a la Conferencia atada al movimiento al cual sirve.<br />Hay algunos aspectos importantes en estas Garantías que merecen considerarse. Nótese, por ejemplo, que todos ellos son consejos de prudencia — prudencia en las relaciones personales, prudencia en asuntos de dinero, prudencia en nuestras relaciones con el mundo que nos rodea. Para nosotros, la prudencia es un efectivo término medio, un canal de salida entre los obstáculos del temor a un lado y la temeridad por el otro. La prudencia crea en la práctica un clima definido, el único clima en el cual pueden lograrse la armonía, la eficacia y el permanente progreso espiritual. Las Garantías del Artículo 12 expresan la sabiduría de prever el futuro basándose en las lecciones del pasado. Son la suma total de nuestra protección contra los errores innecesarios y contra nuestras tendencias naturales de adquirir poder, dinero, prestigio y cosas afines.<br />El Artículo 12 se abre con esta declaración general: “En todas sus actuaciones, la Conferencia de Servicios Generales deberá observar el espíritu de la Tradición de A.A…”<br />De todos los cuerpos y grupos de Alcohólicos Anónimos, la Conferencia es la que mayormente debiera considerarse obligada a acatar la Tradición. Por algo ha sido llamada “guardián de las Tradiciones de Alcohólicos Anónimos”. En esas mismas Tradiciones están delineados los principios generales para la mejor dirección de nuestros servicios, y en ellas se expresan las bases y actitudes de prudencia que conforman nuestra armonía. Por consiguiente las Doce Tradiciones de A.A. afirman el derrotero de la unidad y de la función que debiera representar nuestra conferencia de Servicios Generales al más alto grado posible.<br />Las Garantías del Artículo 12 son las siguientes:<br />Primera Garantía: “En la Conferencia nunca se presentará una acumulación peligrosa de dinero o poder”.<br />¿Qué se entiende por “dinero o poder peligrosos”? ¿Significa esto que la Conferencia no debe tener virtualmente dinero o poder? Obviamente no. Tal condición sería peligrosa y absurda. Lo único que podría resultar sería una inefectiva anarquía. Nosotros debemos usar algún dinero, y debe haber alguna autoridad para servir. Pero, ¿en qué cantidad? ¿En qué punto debemos marcar los límites?<br />La principal protección contra el exagerado amontonamiento de dinero o de autoridad en las manos de la Conferencia se encuentra en las mismas Tradiciones de A.A. Mientras nuestra Junta de Servicios Generales rehusé aceptar contribuciones de fuentes ajenas, y las donaciones de cada individuo a la oficina de servicios se mantengan en niveles módicos, podemos estar seguros de que no se presentará acumulación de riqueza en ningún sentido peligroso. Tampoco es probable que habrá un gran exceso en las contribuciones de los grupos sobre los gastos adecuados de funcionamiento. Afortunadamente, los grupos de A.A. tienen una saludable renuencia a la creación de servicios innecesarios que sólo ocasionarían costosos gastos burocráticos en nuestro medio.<br />Es verdad que la principal dificultad que seguirá presentándose durante mucho tiempo será la de informar efectivamente a los grupos de A.A. acerca de las necesidades financieras reales de los servicios mundiales. Ya que sabemos que por medio de las contribuciones de los grupos nunca se presentará una riqueza indebida, sólo necesitamos evitar la tentación de aceptar dinero del mundo exterior.<br />En cuanto darle a los Delegados, Custodios y personal administrativo la suficiente autoridad, es muy poco el riesgo que puede haber. Una larga experiencia, consignada ahora en estos Conceptos, sugiere que es muy improbable que se encuentren problemas de demasiada autoridad en los servicios. Al contrario, parece que nuestra dificultad será la de mantener suficiente autoridad. Debemos recordar que estamos protegidos contra las calamidades del exceso de autoridad por la rotación, la participación votante y la cuidadosa formación de estatutos.<br />Sin embargo, se nos previene acerca del riesgo de que se levante un dictador en la Conferencia o en la Oficina de Servicio. A mi entender, esta preocupación no tiene sentido, puesto que con la organización que tenemos actualmente, tal aspirante no alcanzaría a durar ni un año. Y durante el breve tiempo que lograse permanecer, ¿de dónde sacaría dinero?. Nuestros Delegados, que representan directamente a los grupos, controlan todas las entregas de fondos de servicio. En esta forma ellos constituyen un control contra el riesgo de que se alcance demasiada autoridad personal. Considerándolos como conjunto, estos factores parecen ser una salvaguardia confiable contra los excesos de autoridad o de dinero.<br />Hemos visto por qué la Conferencia nunca podrá tener un alto grado de poder humano, pero no debemos desestimar el hecho de que exista otra clase de autoridad y de poder que no se puede suprimir: el poder espiritual que emana de las acciones y actitudes verdaderamente humildes, desinteresadas y dedicadas de los servidores de A.A. Este es el poder real que hace funcionar a nuestra Conferencia. Ha sido bien dicho de nuestros servidores que “Ellos no nos gobiernan por mandato, sino que nos conducen por el ejemplo”. Dado que nos hemos asegurado de que nunca nos gobernarán, tengo la plena confianza en que siempre serán para nosotros una fuente creciente de inspiración, a medida que continúen conduciéndonos por el ejemplo.<br /><br />Segunda Garantía: “El criterio financiero prudente debe ser el tener suficientes fondos de operación, más una reserva adecuada.”<br />A este respecto, debemos extendernos un poco para revisar nuestras actitudes en relación con el dinero y sus relaciones con los esfuerzos de servicio.<br />Nuestra actitud acerca de ofrecer gratuitamente nuestro tiempo presenta una marcada<br />diferencia con nuestra actitud hacia la donación de nuestro dinero. Por supuesto nosotros damos una gran cantidad de nuestro tiempo a las actividades de A.A. para nuestra propia protección y crecimiento. Pero también nos comprometemos en sacrificios reales para el bien de nuestro grupo, nuestras áreas y A.A. como un todo.<br />Sobre todo, nosotros nos dedicamos al recién llegado y es éste nuestro principal trabajo del Paso Doce. En esta actividad frecuentemente nos tomamos grandes cantidades de tiempo de nuestras horas de trabajo. Si los consideramos en términos económicos, estos sacrificios colectivos llegan a valer una buena suma. Pero a nosotros no nos parece nada extraordinario. Recordamos que en alguna ocasión la gente nos dio todo su tiempo mientras nosotros estábamos en nuestra lucha por la sobriedad. Sabemos también que casi todo el total de los ingresos individuales de los A.A., que suman muchos miles de millones de dólares, ha sido el resultado directo de la actividad de los Alcohólicos Anónimos.<br />Si nadie se hubiera recuperado, no habría habido este ingreso para ninguno de nosotros. Pero cuando se trata de gastar dinero en efectivo, particularmente para pagar los gastos de funcionamiento de los servicios mundiales, muchos de nosotros nos volvemos un poco avaros. Nos ponemos a pensar en todo aquel dinero que perdimos en nuestros días de bebedores, todas aquellas sumas que debimos haber ahorrado para emergencias o para la educación de nuestros hijos. Encontramos también que cuando dejamos caer unos centavos en el sombrero de las reuniones, no hacemos tanto ruido como cuando hablamos horas enteras con un recién llegado. No hay nada de romántico en pagar el arriendo. A veces nos excusamos cuando se nos pide que sufraguemos los gastos de congresos regionales o intergrupales. En cuanto a los servicios mundiales, puede que hasta lleguemos a decir:<br />“Bien, esas actividades son muy lejanas, y nuestro grupo realmente no las necesita. Es quizás que nadie las necesite”. Estas reacciones son muy naturales, comprensibles y muy fáciles de justificar. Podemos decir: “No dañemos a A.A. con cuestiones de dinero y la organización de servicio. Separemos lo material de lo espiritual. En esa forma lo mantenemos todo sencillo”.<br />Pero en los años recientes, estas actitudes han ido declinando, y desaparecen tan pronto se muestra claramente la necesidad real de proporcionar un servicio de A.A. Hacer patente tal necesidad es simplemente una cuestión de información y educación. Esto lo vemos continuamente en el trabajo que están adelantando con tanto éxito para nuestros servicios mundiales los Delegados, los Miembros de Comités y los Representantes de Servicios Generales. Ellos están aprendiendo que pedir dinero bajo la presión de exhortaciones, es molesto e innecesario para A.A. Sencillamente hacen ver lo que el dinero de servicio realmente logra, en términos de atraer a los alcohólicos a A.A. y en términos de nuestra efectividad y unidad como asociación. Hecho esto, las anheladas contribuciones empiezan a llegar. Los donantes muy raras veces pueden conocer el resultado exacto, pero saben muy bien que un número incontable de otros alcohólicos y sus familias con certeza serán ayudados.<br />Cuando veamos de esta manera las contribuciones, verdaderamente anónimas, y a medida que se van ganando una mayor comprensión de su permanente necesidad, estoy seguro de que las contribuciones voluntarias de los grupos A.A. suplementadas por numerosas pero modestas donaciones de individuos miembros de A.A., servirán para pagar los gastos de nuestros servicios mundiales en los próximos años o, por lo menos, en los prósperos.<br />Podemos también sentirnos confortados por el hecho de que no tenemos que mantener un grande y costoso cuadro de trabajadores a sueldo en nuestra Oficina Mundial. En relación con el permanente crecimiento de A.A., el número de trabajadores de servicio ha disminuido. En sus comienzos, nuestra Oficina de Servicio Mundial tenía un trabajador a sueldo por cada mil miembros de A.A. Diez años más tarde, la relación era de un trabajador por cada tres mil alcohólicos recuperados. Hoy en día la proporción es de uno a siete mil.<br />1 El costo actual de nuestros servicios mundiales ($200,000 por año en 1960) se considera una suma muy modesta en relación con el alcance que tiene nuestra Comunidad. Tal vez no haya otra sociedad de nuestro tamaño y actividad que tenga costos de administración tan bajos.<br />Pero estas consideraciones no deben considerarse un motivo para abandonar la política de prudencia financiera. El hecho y el símbolo más potente de nuestro sentido común en materias fiscales lo tenemos en el Fondo de Reserva de nuestra Junta de Servicios Generales. Actualmente asciende a un poco más de US$ 200,000 — o sea, aproximadamente el costo de un año de operación de Servicio Mundial.<br />2 Esto es lo que hemos ahorrado durante veinte años, provenientes principalmente de la venta de nuestros libros. Este es el fondo que repetidamente ha prevenido la severa escasez y el colapso total de nuestros servicios mundiales.<br />Durante casi la mitad de los últimos veinte años, las contribuciones de los grupos de A.A. no han alcanzado a financiar los gastos de nuestras necesidades de servicio mundial. Pero el Fondo de Reserva, constantemente renovado por la venta de los libros, ha podido compensar estos déficits y, además, ahorrar algún dinero. Nadie puede imaginarse lo que esto ha significado para la vida de incontables alcohólicos que, de no haber existido o no estar operando bien nuestros servicios mundiales, no hubieran podido alcanzar nuestro programa. La prudencia financiera ha rendido sus frutos en vidas salvadas.<br />Deben quedar bien claros estos hechos de nuestro Fondo de Reserva. Por pura falta de comprensión, se dice frecuentemente que: 1. El Fondo de Reserva ya no se necesita; 2. Si el Fondo de Reserva continúa creciendo, vamos a tener una peligrosa acumulación de dinero; 3. La existencia del Fondo desanima a las contribuciones de los grupos; 4. No acabamos el Fondo porque nos hace falta fe; 5. Nuestros libros de A.A. debían venderse al costo para que los puedan adquirir los compradores con menos dinero; 6. El lucro en nuestra literatura básica se opone a una espiritualidad sólida. Aunque estos puntos de vista no son generales, sí son muy típicos. Por ello tal vez sea necesario analizarlos y responder a las preguntas que suscitan.<br />Tratemos entonces de probarlas. ¿Representan estos puntos de vista una verdadera prudencia? ¿Carecemos de fe cuando insistimos prudentemente en la solvencia? Al vender libros baratos, ¿nos vamos a comprometer, como asociación, en esta clase de caridad financiera? ¿No debería esta forma de donación ser asumida más bien individualmente? ¿Es el ingreso de la venta de libros verdaderamente una ganancia para la Sede ? En 1960, justo en el momento en que esto se escribe, en la operación de nuestra Sede, los ingresos logran cubrir los gastos. Las contribuciones de los grupos exceden a las necesidades de servicios en un 5%. El Grapevine de A.A. sigue operando con déficit. Esta situación comparada con la de los primeros días, es estupenda. Sin embargo, esta es nuestra situación económica en la época de la mayor prosperidad que han experimentado los EE.UU.<br />Si así nos encontramos en tiempos prósperos, ¿qué se puede esperar de los tiempos difíciles? Supongamos que una crisis económica redujera los ingresos de la G.S .O. en un 25%, o que, a causa de la inflación, los gastos aumentaran en un 25%. En cuanto al dinero en efectivo, ¿qué significará esto?<br />La Oficina de Servicio Mundial experimentaría un déficit anual de US$ 50,000, añadiéndose a esto un déficit de $20,000 experimentado por el Grapevine. Nos enfrentaríamos con un déficit total de $70,000 cada doce meses. De surgir una emergencia así, si no tuviéramos un Fondo de Reserva ni pudiéramos contar con los ingresos de la venta de libros, pronto tendríamos que despedir a una tercera parte de nuestros treinta trabajadores asalariados y miembros del personal de A.A. Muchas cartas quedarían sin respuesta, muchas solicitudes de información y ayuda no serían atendidas. Tendríamos que suspender la publicación del Grapevine, o se convertiría ésta en una revista de segunda clase. Tendríamos que reducir en forma drástica el número de Delegados que asisten a nuestra Conferencia de Servicios Generales Anual. Este sería el precio en términos prácticos y espirituales, si disipáramos nuestro Fondo de Reserva y sus ingresos provenientes de la venta de libros.<br />Afortunadamente, no tenemos que enfrentarnos con una reducción así. Nuestro Fondo de Reservas y los ingresos de la venta de literatura nos podrían sostener durante varios años de dificultad económica, sin la menor disminución de la calidad o la cantidad de nuestros esfuerzos mundiales.<br />Está de moda la creencia de que en los Estados Unidos no se volverán a tener más trastornos económicos graves. Ciertamente así lo esperamos y rezamos porque así suceda. Pero, ¿estará bien hecho si nosotros los A.A. corremos el riesgo de disipar todos nuestros activos en la seguridad de que nunca tendremos una crisis? ¿No sería mucho mejor para nosotros si, por el contrario, tratáramos de incrementar nuestros ahorros en este período en que todo el mundo a nuestro alrededor ha tomado en préstamo probablemente mucho más dinero del que podrá pagar?<br />Examinemos ahora la aseveración de que la existencia de un Fondo de Reserva desanima las contribuciones de los grupos. Se dice que se crea la impresión de que la Oficina de Servicios de A.A. ya está financiada y por lo tanto no hay necesidad de contribuir con más dinero. Esto no es, sin embargo, una actitud general y probablemente su efecto en la cuantía de las contribuciones es muy pequeño.<br />Luego viene la cuestión de si A.A. como un todo debiera ponerse en lo que constituye una caridad en dinero para con los recién llegados y sus padrinos, al venderles nuestros libros a un precio rebajado. Hasta ahora, los A.A. hemos creído firmemente que la caridad personal con los miembros de nuestra asociación no debe ser ejercida por los grupos o por A.A. como un todo. Por ejemplo: cuando un padrino se hace cargo de un recién llegado, no espera, en ningún momento, que su grupo le pague gastos en que incurra para hacer el trabajo de Paso Doce. El padrino puede regalarle a su ahijado un nuevo traje, o conseguirle trabajo, o regalarle uno de los libros editados por nosotros.<br />Esta clase de situaciones suceden frecuentemente, y es magnífico que sucedan. Pero esta caridad es la responsabilidad del padrino y no del grupo de A.A. mismo. Si el padrino no puede regalar o prestar un libro, puede hallarlos en la biblioteca. Muchos grupos venden libros a plazos. No hay escasez de libros de A.A.: más de medio millón están circulando actualmente. De aquí que no aparezca una buena razón por la cual, los servicios de A.A. deberían proporcionarles libros baratos a todos, aun a la gran mayoría que puede pagarlos a los precios corrientes con facilidad. Parece mucho más evidente que nuestros servicios necesitan más los dólares de la venta de los libros que los necesitan los compradores.<br />Algunos de nosotros se preocupan por otro asunto, el de las supuestas “ganancias” de los libros. Se cree que es espiritualmente malo el hecho de que la Oficina de Servicios y la mayoría de los grupos vendan el libro con algún margen de utilidad. Pero, ¿es esta clase de ingreso no comercial realmente una ganancia? En mi opinión, no lo es. El ingreso que tienen los grupos y la Oficina de Servicios por la venta de los libros es la suma de un gran número de contribuciones que los compradores del libro hacen para el beneficio general de Alcohólicos Anónimos. La solvencia continua y cierta de nuestros servicios mundiales depende básicamente de estas contribuciones. Si lo consideramos de este punto de vista, nuestro Fondo de Reserva parece ser realmente el agregado de muchos pequeños sacrificios financieros hechos por los compradores de libros. Este Fondo no es propiedad de inversionistas privados, sino que pertenece por entero a A.A. misma.<br />Ya que estamos tratando el tema de los libros, deberíamos añadir unas palabras acerca de mis regalías sobre ellos. Las regalías provenientes de la venta de los libros me han permitido efectuar todo el trabajo para A.A. como un voluntario de jornada completa. Estas regalías me han dado la seguridad adicional de que, al igual que muchos otros A.A., me he ganado por completo mi sustento. Este ingreso independiente me ha permitido también pensar y actuar independientemente de cualquier clase de influencias económicas, lo que ha sido altamente beneficioso para A.A. lo mismo que para mi propia persona. Por consiguiente, yo creo y espero que el estado actual de las regalías de que disfruto se considere justo y adecuado.<br /><br />Tercera Garantía: “Ninguno de los miembros de la Conferencia podrá ser colocado en posición de desmedida autoridad sobre los demás.”<br />Hemos aprendido que este principio es de un valor inestimable para el manejo armonioso de los asuntos de la Conferencia. Su aplicación en nuestra estructura, ya ha sido ampliamente discutida en el Concepto que trata sobre el “Derecho de Participación” el cual hace énfasis en que nuestros servidores, tanto los grupos como los individuos, deben tener garantizado el derecho a votar en proporción razonable a las varias responsabilidades que tienen.<br />Debido a que este derecho de participación es tan importante, lo hemos convertido en el sujeto de esta Garantía, para asegurarnos de que por acción de la Conferencia sola, este derecho nunca podrá coartarse o enmendarse. Para tal propósito, será necesario el consentimiento expreso mayoritario de los grupos, lo cual es supremamente difícil, aunque no del todo imposible de lograr, para la Conferencia. Creemos que toda nuestra experiencia en servicios mundiales justifica totalmente el que hayamos tomado una acción fuerte contra la creación de una autoridad incondicional en cualquier nivel de nuestra estructura de la Conferencia.<br />Hay que notar también que esta Garantía contra la autoridad absoluta es mucho más general y abarca más en su naturaleza que el mero reconocimiento de la participación votante. Realmente significa que nosotros en A.A. no toleramos la autoridad absoluta humana en forma alguna. Los derechos de votación que hemos encarecido en nuestro Concepto sobre “Participación”, son simplemente un medio práctico de controlar cualquier tendencia futura para que surja una indebida autoridad en forma alguna. Esta saludable situación es, por supuesto, aún más reforzada por nuestros conceptos de “Apelación y de Petición”.<br />Hoy en día, muchos A.A. llaman al Artículo 12 del Estatuto de la Conferencia “ La Carta de Derechos de Servicio de A.A.” Esto se debe a que ellos ven en estas Garantías, y especialmente en esta que tratamos, una expresión de profundo y amoroso respeto hacia la libertad espiritual de sus compañeros. Dios quiera que nosotros nunca nos conformemos con menos.<br /><br />Cuarta Garantía: “Que se llegue a todas las decisiones importantes por discusión, por votación y de ser posible, por unanimidad substancial”.<br />Por un lado, hemos exigido una salvaguarda contra cualquier precipitación o decisión autoritaria de una simple mayoría y por el otro lado tomamos nota de los derechos y de la frecuente sabiduría de las minorías, sin importarnos su tamaño. Este principio garantiza adicionalmente que todas las materias importantes, hasta donde el tiempo lo permita, serán extensamente debatidas y que los debates continuarán hasta cuando se obtenga el apoyo de una mayoría abrumadora para tomar cada una de las decisiones críticas que hayan sido sometidas a la consideración de la Conferencia.<br />Cuando las decisiones son tomadas en esta forma, la voz de la Conferencia habla con una autoridad y una confianza que la simple mayoría nunca podría proporcionar. Si aún resta alguna oposición, ésta queda más satisfecha de que se haya escuchado completamente y que se hayan atendido todas sus razones.<br />Y cuando una decisión que ha sido tomada por unanimidad substancial resulta equivocada, no habrá recriminaciones molestas. Cada uno puede decirse a sí mismo: “Bien, tuvimos un debate cuidadoso, tomamos la decisión y luego nos resultó equivocada’ Ojala la próxima vez tengamos mejor suerte.”<br />Al igual que muchos otros altos ideales, el principio de unanimidad substancial tiene, no obstante, sus limitaciones prácticas. Ocasionalmente una decisión de la Conferencia es de una urgencia tan extrema que será necesario tomar una determinación inmediata. En tal caso, no podremos permitir que una minoría, aunque bien intencionada, estorbe una acción vitalmente necesaria y que evidentemente redundará en beneficio de los mejores intereses de A.A. Aquí tendremos que confiar en que la mayoría, aunque sea por escaso margen, decida si debe terminarse la discusión y tomarse la acción final. Hay ciertos otros casos en que la mayoría tendrá también que hacer uso de este derecho innegable. Supongamos, por ejemplo, que una pequeña minoría tratara obstinadamente de obligar a utilizar el principio de unanimidad substancial para bloquear una acción evidentemente necesaria. En tal caso, la mayoría debería considerarse en la obligación de sobreponerse a este uso equivocado del principio de la unanimidad substancial.<br />Sin embargo, nuestra experiencia muestra que las mayorías muy raramente tendrán necesidad de adoptar posturas tan radicales como las mencionadas. Estando generalmente animadas por el espíritu de “unanimidad substancial”, nos hemos encontrado que nuestra Conferencia casi siempre puede guiarse por este invaluable principio.<br />A propósito, debemos anotar que la Conferencia tendrá que decidir en ocasiones, con respecto a problemas particulares, cuáles serán los requisitos de unanimidad substancial para aprobación de estos — si los dos tercios, o los tres cuartos, o una mayoría aún más grande. Un acuerdo de tal naturaleza, puede lograrse lógicamente haciendo una votación basada en simple mayoría.<br />Para concluir la exposición de esta Garantía, puede decirse sin duda alguna que tanto los resultados prácticos como los espirituales de la aplicación del principio de la unanimidad substancial han sido verdaderamente inmensos.<br /><br />Quinta Garantía: “Que ninguna acción de la Conferencia sea punitiva personalmente o incitante a la controversia pública.”<br />Prácticamente todas las sociedades y todos los gobiernos creen necesario infligir castigos personales a aquellos miembros que violen sus creencias, principios o leyes. Debido a sus características particulares, A.A. cree innecesaria esta práctica. Cuando nosotros los miembros de A.A. dejemos de seguir sólidos principios espirituales, el alcohol se encargaría de castigarnos. Por eso no necesitamos castigos administrados por humanos. Esta situación única es una enorme ventaja para todos nosotros, en la cual podemos confiar y de la cual nunca podemos alejarnos para entregarnos a los métodos de castigo y ataques personales.<br />Entre todas las sociedades, la nuestra es la que menos puede permitirse los riesgos del resentimiento y los conflictos que pudieran resultar si cediéramos a la tentación de penalizar enojados a alguien.<br />Exactamente por la misma razón, nosotros no podemos y no debemos entrar en controversias públicas, aun en defensa propia. Nuestra experiencia nos ha mostrado que aunque parezca providencial, A.A. se ha vuelto exenta de la necesidad de sostener polémicas con otros, no importa cuál sea la provocación que se nos haya hecho. Nada puede ser más perjudicial para nuestra reputación mundial y para nuestra unidad, que las disputas públicas, por muy halagüeños que parezcan los resultados inmediatos.<br />Por todo lo anterior es evidente que la armonía, la seguridad y la efectividad futura de A.A. dependerá grandemente del mantenimiento de una actitud pacífica y totalmente inofensiva en todas nuestras relaciones públicas. Esta es una tarea dura, porque en nuestros días de bebedores éramos personas dispuestas a la ira, a la hostilidad, la rebelión y la agresión.<br />Y aunque ahora estamos sobrios, los viejos moldes de conducta todavía están en nosotros en cierto grado, siempre amenazando explotar con cualquier buen pretexto. Pero nosotros lo sabemos, y por consiguiente yo tengo la seguridad de que siempre encontraremos la gracia de podernos refrenar efectivamente al llevar nuestros asuntos públicos.<br />Gozamos de ciertas ventajas inherentes que podrían hacernos relativamente más fácil la tarea de auto-control. No hay realmente una buena razón para que alguien se oponga a que un gran número de borrachos se vuelvan sobrios. Casi todo el mundo está de acuerdo en que esto es un gran logro. Si en el proceso, nosotros nos vemos forzados a desarrollar una buena dosis de humildad, honestidad y tolerancia, quién podrá molestarse por ello? Si reconocemos que la religión es un campo destinado al clero, y que la medicina debe ser ejercida únicamente por los médicos, podemos colaborar con ambas actividades y serles de mucha ayuda. Ciertamente hay muy poca base para controversia en estos campos.<br />Es un hecho que A.A. no es reformadora, ni política. Tratamos de pagar por todos los gastos en que incurrimos y estrictamente nos aferramos a nuestro objetivo, único, y primordial.<br />Estas son algunas de las razones por las que creemos que A.A. puede fácilmente permanecer en paz con todo el mundo. Estas son las ventajas naturales de las que no debemos apartarnos para entrar tontamente en la arena de la controversia pública o la acción punitiva contra cualquiera.<br />Puesto que nuestra Conferencia de Servicios Generales nos representa a todos, esta entidad tiene el deber de obtener el nivel más alto posible con respecto a las actitudes de evitar los castigos y las controversias públicas. La Conferencia tendrá que hacer algo más que representar estos principios; frecuentemente tendrá que aplicarlos también a situaciones específicas. Y a veces la Conferencia tendrá que tomar ciertas acciones protectoras, especialmente en lo referente a las violaciones de las Tradiciones. Tales acciones, sin embargo, nunca deberán ser de tipo punitivo o de agresiva controversia a nivel público.<br />Consideremos ahora algunas situaciones típicas que pueden, con frecuencia, requerir la consideración de la Conferencia y ocasionalmente su acción definitiva. Supongamos que A.A. se encuentra expuesta a ataques públicos o es fuertemente ridiculizada; y supongamos que en este caso particular, las críticas tienen poca o ninguna justificación.<br />Casi sin excepción podría decirse que la mejor defensa sería no hacer defensa de ninguna clase; es decir, mantener un completo silencio a nivel público. La gente irrazonable se siente más estimulada con la oposición. Si de buenas maneras no hacemos caso de ellos, es probable que sus ataques rápidamente cesen. Si persisten y se ve claramente que se trata de mala información, tal vez sea aconsejable tratar de comunicarse con ellos en forma cordial e informativa; y en una forma también en que ellos no puedan usar nuestra comunicación como una nueva arma para asaltarnos. Tales comunicaciones rara vez deben ser hechas oficialmente por la Conferencia. Muchas veces pueden utilizarse los buenos oficios de los amigos. Los mensajes que salgan de nosotros nunca deben rebatir los ataques que se nos hayan hecho; sólo deben limitarse a dar informaciones Estas comunicaciones deben también ser privadas. Si se hacen públicas, pueden convertirse en un nuevo pretexto para la controversia.<br />Pero si en cierta ocasión la crítica que se hace a nuestra Comunidad es parcial o totalmente justificada, puede que lo correcto será reconocerlo privadamente a los críticos, dándoles nuestras gracias — pero siempre manteniéndonos apartados del nivel público. Pero de ningún modo debemos exhibir una posición airada o intenciones agresivas o punitivas. Esta debe ser, por supuesto, nuestra política inflexible. Dentro de este esquema, la Conferencia y la Oficina de Servicios deberán siempre hacer una seria ponderación acerca de lo que se debe hacer y no hacer en estos casos.<br />Puede que nos veamos confrontados con violaciones públicas de las Tradiciones de A.A. Puede que algunas organizaciones extrañas o aun nuestros propios miembros traten de utilizar el nombre de A.A. para sus propósitos particulares. A medida que A.A. crezca en tamaño y se vuelva más conocido por el público, la tentación para utilizar mal nuestro nombre también se incrementa. Por ello, hemos asignado a nuestra Conferencia la tarea protectora en tales casos. La Conferencia , como sabemos, es la “guardiana” de nuestras Tradiciones de A.A. Siempre ha habido alguna confusión con respecto al uso del término “guardia” y me parece que sería conveniente tratar de aclararlo.<br />Según el entender de algunos miembros de A.A., la “guardia” de las Tradiciones de A.A. implica un derecho y un deber de parte de la Conferencia para castigar o demandar públicamente a los violadores culpables. Pero nosotros no podríamos adoptar una política peor que ésta, ya que unos actos públicos de naturaleza agresiva colocarían a la Conferencia en posición de estar violando una tradición para salvar otra. Por consiguiente, debe omitirse totalmente acción agresiva o punitiva en estos campos.<br />Sin embargo, privadamente podemos informarle a los violadores de las Tradiciones que están actuando en forma contraria a lo esperado. Si ellos insisten, podemos continuar buscando otras formas de persuasión, las cuales son muy abundantes. Si la manifestamos en esta forma, una firmeza sostenida puede, generalmente, darnos los resultados que buscamos.<br />A la larga, tendremos que confiar principalmente en la fuerza de la opinión de A.A. y la opinión pública. Para este fin necesitamos mantener continuamente informados a todos los canales de comunicación públicos de todas clases, de la naturaleza y de los propósitos de nuestras Tradiciones.<br />Dondequiera y comoquiera que se nos presente la ocasión, debemos informar también al público en general; especialmente respecto a usos erróneos del nombre de Alcohólicos Anónimos. Esta combinación de fuerzas contrarias puede desanimar a los violadores actuales y potenciales. Bajo estas condiciones ellos se dan cuenta prontamente que las desviaciones no son ni ventajosas ni prudentes. Nuestra experiencia nos ha mostrado que la educación continua y general respecto a nuestras Tradiciones será una medida segura de prevención y protección en los años futuros.<br />Al sentir el peso de todas estas fuerzas, algunos miembros que están actuando contra las Tradiciones de A.A. dicen que están censurados o castigados y que por consiguiente están gobernados. Pero parece justo que el derecho de AA. de protestar calmada y privadamente determinadas violaciones específicas, sea por lo menos igual al derecho que tienen los transgresores de violar las Tradiciones. Esto no puede ser propiamente llamado un acto gubernamental. Algunos transgresores han sido sometidos a severas críticas personales por parte de otros miembros de A.A., y es lamentable. Pero no nos da motivo para que dejemos de recordar, a todas las partes interesadas, lo indeseable que es el rompimiento de las Tradiciones de A.A. ante el público. Puede afirmarse con toda justicia que aquellos que violan las Tradiciones han buscado, ellos mismos, las dificultades.<br />Otra clase de problema que vale la pena considerar, es el de un ocasional desacuerdo entre nosotros mismos que llega a trascender al nivel público. Por ejemplo, en alguna ocasión llegamos a ocupar titulares de la prensa por una demanda, en la cual dos facciones de A.A. estaban luchando por la posesión legal del nombre de A.A. para uso de intergrupos, ya que una de las facciones en conflicto había incorporado nuestra razón social. En otra ocasión, se levantó una mala publicidad en un país extranjero, cuando una gran parte de los grupos de aquel país llegaron al convencimiento de que debían aceptar dinero en subsidios de su gobierno, con el objeto de promover el trabajo de A.A., sin tener en cuenta la Tradición que sugiere lo contrario. Esta dificultad interna no debió haber llegado al nivel público, ya que no había nada en ella que no pudiera arreglarse con un poco de buena voluntad y entendimiento mutuo.<br />Afortunadamente los episodios de esta clase no son frecuentes y no han causado mayores daños. Pero estas dificultades nos plantean algunos interrogantes para el futuro. ¿Qué deberá hacer nuestra Conferencia de Servicios Generales en casos similares? Teniendo siempre presente que los grupos son totalmente autónomos y que la Oficina de Servicios de A.A. no cumple funciones policíacas, lo máximo que se puede lograr en muchos casos es hacer una oferta de mediación. Por vía de información se puede ofrecer lo que la respectiva Tradición significa, y lo que nos ha enseñado la experiencia a ese respecto.<br />Siempre podemos urgir la necesidad de evitar que nuestros desacuerdos trasciendan al nivel público. Todas las partes deben recordar que una crítica desfavorable o ridiculizante que sea resultado de conflictos internos puede reflejarse en que mucha gente que necesita nuestro programa se abstenga de llegar hasta nosotros.<br />Una gran parte de las dificultades que se tienen con las Tradiciones son de carácter estrictamente local, y por consiguiente no se presenta una implicación nacional ni internacional.<br />Muchas de ellas se deben a diferencias honestas en la interpretación de las Tradiciones, o en cuanto al alcance que se les debe dar en su cumplimiento o hasta dónde se debe ser estricto con ellas. Especialmente cuando se opera a nivel por debajo del público, hay<br />muchas zonas grises en nuestras Tradiciones en que no se puede decir con certeza si debe prevalecer la opinión del que dice que es blanco o del que dice que es negro. De aquí que las violaciones se presten tanto a debates, y a este nivel no tienen generalmente consecuencias por las cuales debamos preocuparnos. En estos casos nosotros generalmente nos abstenemos de ofrecer sugerencias; a menos que se nos insista. Creemos que estos problemas deben ser resueltos principalmente por las mismas personas interesadas a nivel local.<br />Hay también un problema grave que hasta ahora no hemos tenido que afrontar. Podría presentarse en forma de una grieta transversal en A.A. como un todo — una diferencia de opinión de naturaleza tan grave que pueda entrañar el retiro masivo de una parte importante de nuestra sociedad, para formar otra sociedad aparte, o para aliarse con una agencia ajena. Así se volvería a repetir el tema de cisma y división bien conocido a través de la historia del mundo. Puede que tome impulso de fuerzas religiosas o políticas, nacionalistas o raciales. Puede representar una intención sincera de mejorar A.A. en contravención con la Tradición de A.A. pero seguramente colocaría a la Conferencia en el dilema de decidir lo que se debería o no se debería hacer.<br />Tal acontecimiento es difícil de imaginar. Nosotros los A.A. usualmente creemos que el hecho de tener intereses en común nos inmuniza contra este problema tan corriente en el mundo que nos rodea. Pero esta confortable seguridad no es razón para que rehusemos dar a esta contingencia una calmada reflexión. Si llegara a suceder, sería una terrible sorpresa y un golpe tremendo. Podrían surgir pasiones intempestivas haciendo sumamente difícil y tal vez imposible el llegar a una solución constructiva.<br />Ya que la sociedad humana se encuentra por todas partes en un estado de división, muchos de nosotros le hemos dado a este tema una gran importancia. La solución que hemos encontrado es ésta: que probablemente la mejor actitud que la Conferencia podría asumir en tal circunstancia sería la de casi completa pasividad, no hacer ninguna resistencia — ciertamente ninguna reacción de ira o agresión. Nosotros no tenemos ninguna doctrina que tenga que ser mantenida. No tenemos que hacer aumentar la cantidad de nuestros miembros. No hemos establecido ninguna autoridad que tengamos que apoyar. No tenemos prestigio, poder ni orgullo que tengamos que satisfacer. Tampoco tenemos una propiedad o cantidad de dinero tales que valga la pena pelear por ellas. Estas son las ventajas de las cuales debemos hacer el mejor uso posible en el evento de presentarse una división interna profunda; deben hacer posible y práctica una actitud calmada y considerada de no hacer resistencia.<br />Ya nosotros hemos practicado este principio a escala menor. Cuando un borracho se aparece entre nosotros y empieza a decir que no le gustan los principios de A.A., su gente o la organización de servicio; cuando declara que a él le iría mejor en otra parte, nosotros no nos preocupamos. Simplemente le decimos: “Probablemente su caso es diferente. ¿Por qué no intenta algo distinto?”<br />Si un miembro de A.A. dice que no le gusta su propio grupo, no nos alarmamos. Simplemente le decimos: “¿Por qué no prueba a asistir a otro grupo, o funda uno nuevo?”<br />Cuando nuestros actores, o sacerdotes o policías desean tener grupos privados para sus respectivos gremios, les decimos: “Magnífico, ¿por qué no lo intentan?” Cuando un grupo de A.A. como tal, insiste en dirigir un club, le decimos: “Bueno, esa idea a menudo no sale bien, pero puede que a ustedes les vaya bien.” Cuando algunos miembros de A.A. quieren agruparse para retiros espirituales, desayunos de Comunión o cualquier cosa que se les ocurra, les decimos: “Bueno. Les pedimos solamente que no llamen a estas actividades grupos o funciones de A.A.” Estos ejemplos ilustran hasta dónde hemos ido para fomentar la libertad de reunión, de acción y aun los cismas. A todos aquellos que deseen separarse de A.A. les extendemos nuestras más cordiales invitaciones para que lo hagan. Si les va mejor por otros medios, nos parece muy bien y nos alegramos. Si después de haber intentado ir por otro camino, no tienen éxito, sabemos que les queda todavía una alternativa: o se enloquecen o mueren o regresan a Alcohólicos Anónimos. La decisión queda enteramente a su criterio. (De hecho, como dato curioso, la mayor parte de ellos regresan a nosotros.)<br />A la luz de toda esta experiencia, se vuelve evidente que en el caso de una gran división no tendríamos que gastar nuestro tiempo tratando de convencer a los disidentes para que permanezcan con nosotros. Con toda confianza y cordialidad, podríamos mejor invitarlos a separarse y desearles muchos éxitos si lo llevan a efecto. En caso de que ellos obtengan un mejor progreso con sus nuevas orientaciones, nos preguntaríamos también si podríamos sacar una lección de esa nueva experiencia. Pero si en vez de mejorar, empeoraran bajo las nuevas circunstancias, y por tal motivo se viera cada vez más un mayor descontento y un incremento en su tasa de mortalidad, habría muchas probabilidades de que la mayor parte de ellos se volvieran a unirse a A.A.<br />Sin ira ni coacciones, solamente necesitaríamos mirar y esperar a que se cumpliera la voluntad de Dios. A menos que nosotros formemos un problema de donde no lo hay, no debieran presentarse dificultades. Podemos continuar con nuestra tarea con el mejor ánimo posible. La cantidad de borrachos en nuestra época será inagotable, y podemos estar muy satisfechos de haber dado por lo menos con una fórmula de recuperación por medio de la cual son muchas las personas que pueden llegar a adquirir la sobriedad y una nueva vida.<br />Entre nosotros solemos decir que “A.A. está preparada para regalar todo el conocimiento y la experiencia que tiene — todo con la única excepción del nombre mismo de Alcohólicos Anónimos”. Con ello queremos decir que nuestros principios pueden usarse para cualquier propósito, ya que nosotros no deseamos que ellos se conviertan en un monopolio de nuestra asociación. Lo único que pedimos es que aquellas agencias que deseen hacer uso de nuestras técnicas e ideas se abstengan de hacer referencia directa a A.A. en público. En caso de que se presente un abuso de nuestro nombre en conexión con estos elementos, sería naturalmente un deber de la Conferencia de Servicios Generales presionar para que se descontinúe tal práctica, tratando, sin embargo, de evitar las disputas públicas sobre el asunto.<br />La protección del nombre de A.A. es de tal importancia para nosotros que en alguna ocasión consideramos patentarlo en todo el mundo para así estar seguros de que podríamos contar en todas partes con los medios legales para reprimir al abuso de nuestra razón social. Incluso llegamos a pensar en pedir al Congreso que nos concediera el favor excepcional de crear una corporación por ley del Congreso. Creíamos que la existencia de aquellos medios legales podría ser un magnífico instrumento de prevención.4<br />Pero después de varios años de deliberación, nuestra Conferencia de Servicios Generales se decidió en contra de esa acción. La dramática historia de aquel debate y sus conclusiones puede verse detallada en nuestro libro “Alcohólicos Anónimos Llega a su Mayoría de Edad”. Aquellas primeras Conferencias se dieron cuenta de que era muy peligroso que nosotros tuviéramos el poder de demandar. Se reconoció que un juicio público era una controversia pública, o sea algo en lo que nuestra Tradición nos aconseja no mezclarnos. Para asegurar legalmente nuestra posición, habría sido necesario incorporar toda nuestra Comunidad, y nadie querría ver incorporada legalmente nuestra forma de vida espiritual.<br />Nos pareció evidente que deberíamos confiar en la fuerza de la opinión de A.A., de la opinión pública y de Dios mismo, para que cuidaran de A.A. en este aspecto.<br /><br />Sexta Garantía: “Si bien es cierto que la Conferencia actúa para el servicio de Alcohólicos<br />Anónimos, nunca podrá ejecutar actos de gobierno; y, al igual que la Sociedad de Alcohólicos Anónimos a la cual sirve, la Conferencia misma deberá permanecer siempre democrática en intención y acción.”5<br />En los Conceptos precedentes, se ha prestado especial atención a las libertades que están otorgadas en nuestras Tradiciones al miembro individual y a su grupo de A.A.: no hay castigos que se impongan por no adecuarnos a los principios de A.A.; no hay cuotas ni honorarios — sólo las contribuciones voluntarias; ningún miembro puede ser expulsado de A.A. — y queda al libre albedrío de cada uno su condición de miembro; cada grupo de A.A. puede manejar sus asuntos internos como desee — sólo debe abstenerse de actos que puedan perjudicar a A.A. como un todo; y finalmente, cada grupo de alcohólicos que se reúnan con propósitos de lograr o mantener la sobriedad, puede considerarse un grupo de A.A., siempre y cuando que, como grupo, no tenga otro objetivo ni otra afiliación.<br />Es probable que los A.A. tengamos mucha más libertad que cualquier otra comunidad del mundo actual. Como ya hemos visto, nosotros no pretendemos que esto sea una virtud. Sabemos que personalmente tenemos que optar por someternos a los Doce Pasos y a las Doce Tradiciones de A.A., o de otra manera vendría la disolución y la muerte para nosotros, tanto para los grupos como para los miembros individualmente.<br />Debido a que hemos dado tan alto valor a nuestras grandes libertades, y no alcanzamos a concebir una época en la que tengan que ser limitadas, imponemos en esta Garantía, a nuestra Conferencia, la obligación de abstenerse completamente de cualquier acto de gobierno autoritario, que pueda restringir en alguna forma la libertad, bajo Dios, de los A.A. El mantenimiento de todas aquellas libertades en nuestra Conferencia es una fuerte y práctica garantía de que la Conferencia misma siempre permanecerá democrática en acción y en intención.5<br />Por consiguiente, esperamos que nuestras Conferencias siempre traten de actuar con un espíritu de mutuo respeto y amor entre todos sus miembros. A su vez, esto significará que la mutua confianza siempre habrá de prevalecer; que no se tomará ninguna acción apresurada, airada o imprudente, que siempre se tendrá el mayor cuidado de proteger y respetar a las minorías; que nunca se adelantará una acción punitiva personal; que, siempre que sea posible, las decisiones importantes se tomarán por unanimidad substancial; y que nuestra Conferencia siempre estará en guardia, atenta contra las tiranías, grandes o pequeñas, que puedan hallarse en las mayorías o en las minorías.<br />La suma de todas estas actitudes y prácticas es, a nuestro parecer, la genuina esencia de la democracia — en acción y en intención.<br />La libertad bajo Dios para crecer a su imagen y semejanza siempre será la meta de Alcohólicos Anónimos. Ojala nuestra Conferencia de Servicios Generales sea considerada siempre como el símbolo principal de esta apreciada libertad.<br />Todos nosotros, los A.A., creemos que nuestra libertad de servir es realmente la libertad por la cual vivimos — la libertad en la cual tenemos nuestra existencia.<br />1. En 2004, la proporción fue de uno a casi 17 mil en los EE.UU. y Canadá.<br />2. A fines de 2003, el saldo del Fondo de Reserva fue de $9,730,900, suma que equivale a 9.7 meses de gastos de operaciones.<br />3. Sin embargo, el nombre Alcohólicos Anónimos, las siglas A.A. y el símbolo del triángulo inscrito en un círculo fueron patentados en 1978.<br />5. En esta frase Bill, aparentemente sin darse cuenta, empleó las palabras “en acción y en intención” en vez de “en pensamiento y acción” que aparecen en la Carta Constitutiva así como en el enunciado del Concepto XII.<br />Esta literatura está aprobada por la Conferencia de Servicios Generales de A.A.<br />SBM-Grupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-12140367900180085742009-02-11T07:20:00.000-08:002009-02-12T08:30:47.471-08:00LAS 12 TRADICIONESPrimera Tradición AA<br />"Nuestro bienestar común debe tener la preferencia; la recuperación personal depende de la unidad de A.A."La unidad de Alcohólicos Anónimos es la cualidad más preciada que tiene nuestra Sociedad. Nuestras vidas, y las vidas de todos los que vendrán, dependen directamente de ella. O nos mantenemos unidos, o A.A. muera. Sin la unidad, cesaría de latir el corazón de A.A.; nuestras arterias mundiales dejarían de llevar la gracia vivificadora de Dios; se desperdiciaría la dádiva que El nos concedió. Los alcohólicos, obligados a volver a sus cavernas, nos lo echarían en cada, diciéndonos "¡Qué cosa tan magnífica hubiera podido ser A.A.!".Algunos preguntarán con inquietud "¿Quiere esto decir que en A.A. el individuo no tiene mucha importancia? ¿Ha de ser dominado por su grupo y absorbido por él?".Podemos responder con toda seguridad a esta pregunta con un rotundo "¡No!" Creemos que no existe en el mundo otra comunidad que tenga más ferviente interés por cada uno de sus miembros; sin duda, no hay ninguna que defienda más celosamente el derecho del individuo a pensar, hablar o orar según desee. Ningún A.A. puede obligar a otro a hacer nada; nadie puede ser castigado o expulsado. Nuestros Doce Pasos de recuperación son sugerencias; en las Doce Tradiciones, que garantizan la unidad de A.A. no aparece ni una sola prohibición. Una y otra vez veremos la palabra "debemos", pero nunca "¡tienes que"!.A muchos les parecen que tanta libertad para el individuo equivale a una anarquía total. Todo recién llegado, todo amigo, al conocer a A.A. por primera vez, se quedan sumamente perplejos. Ven una libertad que raya en el libertinaje; no obstante, se dan cuenta inmediatamente de la irresistible determinación y dedicación que tiene A.A. Preguntan, "¿Cómo puede tan siquiera funcionar tal pandilla de anarquistas? ¿Cómo es posible que den preferencia a su bienestar común? ¿Qué puede ser lo que les mantiene unidos?".Aquellos que miran más detenidamente, no tardan en descubrir la clave de esta extraña paradoja. El miembro de A.A. tiene que amoldarse a los principios de recuperación. En realidad su vida depende de la obediencia a principios espirituales. Si se desvía demasiado, el castigo es rápido y seguro; se enferma y muera. Al comienzo, obedece porque no le queda más remedio; más tarde, descubre una manera de vivir que realmente le agrada. Además, se da cuenta de que no puede conservar esta preciosa dádiva a menos que la comparta con nosotros. Ni él ni ningún otro pueden sobrevivir a menos que lleve el mensaje de A.A. En el momento en que este trabajo de Paso Doce resulta en la formación de un grupo, se descubre otra cosa - que la mayoría de los individuos no pueden recuperarse a menos que exista un grupo. Se da cuenta de que el individuo no es sino una pequeña parte de una gran totalidad; que para la preservación de la Comunidad, no hay ningún sacrificio personal que sea demasiado grande. Va descubriendo que tiene que silenciar el clamor de sus deseos y ambiciones personales, cuando éstos pudieran perjudicar al grupo. Resulta evidente que si no sobrevive el grupo, tampoco sobrevivirá el individuo.Así que, desde el mismo comienzo, la cuestión de cómo vivir y trabajar juntos como grupos ha tenido para nosotros una importancia primordial. En el mundo a nuestro alrededor, vimos personalidades destrozar pueblos enteros. LA lucha por la riqueza, el poder y el prestigio estaba desgarrando como nunca a la humanidad. Si en su búsqueda de paz y armonía los pueblos fuertes se encontraban estancados, ¿qué iba a ser de nuestra errática pandilla de alcohólicos? Así como una vez habíamos luchado y rezado ardientemente por la recuperación personal, con el mismo ardor comenzamos la búsqueda de los principios por medio de los cuales A.A. podría sobrevivir. En el yunque de la experiencia, se martilló la estructura de nuestra Sociedad.Incontables veces, en multitud de pueblos y ciudades, volvimos a representar el drama de Eddie Rickenbacker y su valiente compañía cuando su avión se estrelló en el Pacífico. Al igual que nosotros, ellos se vieron repentinamente salvados de la muerta, pero aún flotando a la deriva sobre un mar peligroso. ¡Qué clara cuenta se dieron ellos de que su bienestar común tenía la preferencia!. Ninguno podía ser egoísta en cuanto al agua o el pan. Cada uno tenía que pensar en los demás y todos sabían que encontrarían la verdadera fortaleza en una fe constante. Y encontraron esa fortaleza, en grado suficiente para superar todos los defectos de su frágil embarcación, toda prueba de incertidumbre, sufrimiento, temor y desesperación e incluso la muerte de uno de ellos.Así ha sido con A.A. Mediante la fe y las obras hemos podido seguir adelante aprovechando las lecciones de una increíble experiencia. Estas lecciones están vivas hoy en las Doce Tradiciones de Alcohólicos Anónimos, las cuales - Dios mediante - nos sostendrán y mantendrán unidos mientras El nos necesite.<br />Segunda Tradición AA<br />"Para el propósito de nuestro grupo solo existe una autoridad fundamental: un Dios amoroso tal como se exprese en la conciencia de nuestros grupos.Nuestros líderes no son más que servidores de confianza; no gobiernan".¿De dónde obtiene A.A. su orientación? ¿Quién lo dirige? Esto también puede parecer enigmático a todos los amigos y recién llegados. Cuando se les dice que nuestra Sociedad no tiene un presidente con autoridad para gobernarla, ni un tesorero que pueda exigir el pago de cuotas, ni una junta de directores que pueda arrojar a las tinieblas exteriores a un miembro descarriado - que de hecho ningún A.A. puede dar una orden a otro ni imponer obediencia - nuestros amigos se quedan asombrados y exclaman, "Esto no puede ser. Tiene que haber una trampa en alguna parte". Luego, al leer la Segunda Tradición, esta gente de sentido práctica descubre que en A.A. la única autoridad es un Dios amoroso tal como se exprese en la conciencia de grupo. Con escepticismo preguntan al miembro experimentado de A.A. si esto realmente puede funcionar así. El miembro, cuerdo según parece, les responde enseguida, "Sí. Sin duda es así". Los amigos mascullan que esto les parece vago, nebuloso y algo ingenuo. Luego empiezan a observarnos con ojos especulativos, aprenden algo de la historia de A.A., y pronto tienen los hechos concretos. ¿Cuáles son estos hechos, estas realidades de la vida de A.A. que nos llevaron a adoptar este principio que a primera vista parece tan poco práctico?Fulano de tal, un buen A.A., se traslada, digamos, a Villanueva. Ahora solo, considera la posibilidad de que, tal vez, no pueda mantenerse sobrio, ni siquiera vivo, si no trasmite a otros alcohólicos lo que tan desinteresadamente se le dio a él. Siente un apremio espiritual y ético, porque puede haber a su alcance centenares de alcohólicos que sufren. Además, echa de menos su grupo base. Necesita a otros alcohólicos tanto como ellos le necesitan a él. Visita a clérigos, médicos, periodistas, policías, y taberneros… y como consecuencia, Villanueva tiene ahora un grupo, y él es el fundador.Por ser el fundador, al principio él es el jefe. ¿Quién otro podría serlo? Pero muy pronto, la autoridad que ha asumido para dirigirlo todo empieza a ser compartida con los primeros alcohólicos a quienes ayudó. En este momento el benigno dictador se convierte en el presidente de un comité compuesto por sus amigos. Ellos constituyen la jerarquía de servicio del grupo en su período de formación - jerarquía autonombrada, por supuesto, porque no hay otra alternativa. En cuestión de unos pocos meses, A.A. florece en Villanueva.El fundador y sus amigos canalizan la espiritualidad hacia los nuevos miembros, alquilan los locales, hacen los arreglos necesarios con los hospitales, y piden a sus esposas que preparen litros y litros de café. Como todo ser humano, pude que el fundador y sus amigos se dejen acariciar un poco por la gloria. Comentan entre sí, "Quizás sería una buena idea que siguiéramos dirigiendo con mano firme Alcohólicos Anónimos en este pueblo. Después de todo, tenemos más experiencia. Y mira el bien que les hemos hecho a estos borrachos. Deberían estar agradecidos". Es cierto que a veces los fundadores y sus amigos son más sabios y más humildes. Pero muy a menudo en esta etapa no lo son.Ahora el grupo se ve acosado por los dolores de crecimiento. Los mendigos mendigan. Los solitarios buscan pareja. Los problemas les inundan como una avalancha. Aun más importante, se oyen rumores en el seno del grupo que se convierten en un clamor: "¿Se creen estos viejos que van a dirigir el grupo para siempre? ¡Hagamos una elección!" El fundador y sus amigos se sienten dolidos y deprimidos. Van de crisis en crisis y de miembro a miembro, suplicando; pero no sirve de nada, la revolución ha comenzado. La conciencia de grupo está a punto de tomar las riendas.Ahora se celebran las elecciones. Si el fundador y sus amigos han sido buenos servidores, puede que - para su gran sorpresa - sean reelegidos por un período de tiempo. Pero si se han opuesto enconadamente a la creciente ola de democracia, puede que se encuentran sumariamente depuestos. En cualquier caso, el grupo ahora tiene un llamado comité rotativo, con autoridad estrictamente limitada. Los miembros componentes no pueden bajo ningún concepto gobernar o dirigir el grupo. Son servidores. Suyo es el a veces ingrato privilegio de atender a las tareas del grupo. Presidido por un coordinador, el comité se encarga de las relaciones públicas y de hacer los preparativos para celebrar las reuniones. El tesorero, que tiene que rendir cuentas ante el grupo, recoge el dinero que se echa al pasar el sombrero, lo lleva al banco, paga el alquiler y otros gastos, y presenta un informa regularmente en las reuniones de negocios del grupo. El secretario procura que la literatura esté expuesta en las mesas y que se atiendan las llamadas telefónicas, contesta la correspondencia, y envía por correo los avisos para anunciar las reuniones. Estos son los sencillos servicios que le permiten funcionar al grupo. El comité no da consejos espirituales, no juzga la conducta de nadie, y no da órdenes. Si intentan hacerlo, todos pueden ser eliminados en las próximas elecciones. Y así hacen el tardío descubrimiento de que en realidad son servidores y no senadores. Estas son experiencias universales. De esta manera, por todo A.A., la conciencia de grupo decreta las condiciones bajo las cuales deben servir sus líderes.Esto nos conduce directamente a la pregunta "'Tiene A.A. una verdadera dirección?" La respuesta es un rotundo "Sí, a pesar de la aparente falta de la misma". Volvamos a considerar al depuesto fundador y a sus amigos. ¿Qué va a ser de ellos? Según se les pasa su pena y su inquietud, empieza una transformación sutil. Con el tiempo acaban dividiéndose en dos clases conocidas en la jerga de A.A. como "ancianos estadistas" y "viejos resentidos". El anciano estadista es el que ve lo sabia que es la decisión del grupo, que no siente ningún rencor al verse reducido a una posición menos importante, cuyo criterio, maduro por una larga experiencia, es equilibrado, y que está dispuesto a quedarse al margen, esperando pacientemente el desarrollo de los acontecimientos. El viejo resentido es el que está tan firmemente convencido de que el grupo no puede funcionar sin él, que intriga constantemente para ser reelegido, y que sigue consumido por la lástima de sí mismo. Unos pocos llegan a estar tan consumidos por el resentimiento que - despojados del espíritu y los principios de A.A. - acaban emborrachándose. A veces el paisaje de A.A. parece estar repleto de estas figuras resentidas. Casi todos los veteranos de nuestra sociedad han pasado en alguna medida por esta fase. Afortunadamente, la mayoría de ellos sobreviven y se convierten en viejos estadistas. Llegan a constituir la verdadera y permanente dirección de A.A. Suyas son las opiniones calmadas, los conocimientos seguros y los ejemplos humildes que resuelven las crisis. Cuando el grupo se encuentra indeciso y confuso, invariablemente acude a ellos para pedir consejo. Llegan a ser la voz de la conciencia de grupo; de hecho, son la verdadera voz de Alcohólicos Anónimos. No dirigen por mandato; guían con su ejemplo. Esta es la experiencia que nos ha llevado a la conclusión de que nuestra conciencia de grupo, bien aconsejada por los ancianos, será a la larga más sabia que cualquier líder individual.Cuando A.A. tenía solamente tres años de existencia, ocurrió algo que demostró la sabiduría de este principio. Uno de los primeros miembros de A.A., muy en contra de sus propios deseos, se vio forzado a acatar la opinión del grupo. A continuación, la historia en sus propias palabras."Cierto día, estaba haciendo un trabajo de Paso Doce en un hospital de Nueva York. El propietario, Charlie, me llamó a su oficina. 'Bill', me dijo, ¿creo que es una lástima que te encuentres tan apurado de dinero. Te rodean cantidad de borrachos que están recuperándose y haciendo dinero. Pero tú que te dedicas de lleno a este trabajo, andas sin un centavo. No es justo'. Charlie busco y sacó de su escritorio un viejo estado de cuentas. Me lo pasó y siguió diciendo, 'Aquí se puede ver cuánto dinero ganaba el hospital en los años 20. Miles de dólares al mes. Podría estar ganando lo mismo ahora y así lo haría - si tú me ayudaras. ¿Por qué no te instalas aquí para hacer tu trabajo? Te daré una oficina, unos fondos razonables para gastos, y una buena participación en los beneficios. Hace tres años, cuando mi médico jefe, Silkworth, me mencionó por primera vez la idea de ayudar a los borrachos por medio de la espiritualidad, la consideré una cosa de chiflados; pero he cambiado de opinión. Algún día, tu grupo de ex borrachos llenará el Madison Square Garden, y no veo por qué tienes que morirte de hambre mientras tanto. Lo que te propongo es completamente ético. Puedes establecerte como terapeuta no titulado y tener más éxito que nadie en esta profesión'."Me quedé asombrado. Sentí unos pequeños remordimientos hasta que me di cuenta de lo ética que era la propuesta de Charlie. No había nada de malo en que me estableciera como terapeuta no titulado. Pensé en Lois, que llegaba exhausta a casa después de trabajar todo el día en los grandes almacenes, para ponerse a preparar la cena para una multitud de borrachos que no pagaban nada a cambio. Pensé en la gran suma de dinero que todavía debía a mis acreedores de Wall Street. Pensó en algunos de mis amigos alcohólicos que estaban ganando tanto dinero como siempre. ¿Por qué no podía hacer yo lo mismo?."Aunque pedía a Charlie que me diera algún tiempo para considerarlo, yo ya casi había decidido lo que iba a hacer. Volviendo a toda prisa a Brooklyn en el subterráneo, sentí algo que me pareció una revelación divina. No fue más que una sola frase, pero sumamente convincente. De hecho, era una frase de la Biblia - una voz insistente que me decía: "El obrero es digno de su salario". Al llegar a casa, encontré a Lois cocinando como de costumbre, mientras tres borrachos miraban con ojos hambrientos desde la puerta de la cocina. La llamé a un lado y le conté la gloriosa noticia. La vi interesada, pero no tan entusiasmada como creía que debería estar."Aquella noche teníamos reunión en casa. Aunque ninguno de los borrachos a quienes dábamos alojamiento parecía lograr su sobriedad, otros sí la habían logrado. Acompañados de sus esposas, llenaban nuestra sala de estar. Enseguida, me lancé a contar la historia de la oportunidad que se me ofrecía. Nunca olvidaré sus caras impasibles, ni las miradas fijas que me dirigieron. Con cada vez menos entusiasmo, seguí hasta el final de mi historia. Hubo un largo silencio."Casi con timidez, uno de mis amigos empezó a hablar. 'Sabemos lo mal que andas de dinero, Bill. Nos preocupa mucho. Muchas veces nos hemos preguntado lo que podríamos hacer para remediarlo. Pero creo que expreso la opinión de todos cuando digo que lo que tú propones ahora nos preocupa mucho más'. Conforme iba hablando mi amigo, su voz iba cobrando un tono más seguro. '¿No te das cuenta de que nunca podrás convertirte en un profesional? Por muy generoso que Charlie haya sido con nosotros, ¿no ves que no podemos vincular lo que tenemos con su hospital ni con ningún otro? Nos dices que la propuesta de Charlie es ética. Claro que es ética, pero lo que tenemos no va a funcionar basándose únicamente en la ética; tiene que ser mejor. Claro que la idea de Charlie es buena; pero no lo suficientemente buena. Esta es una cuestión de vida o muerte, Bill, y nada que no sea lo mejor servirá'. Mis amigos me miraban con desafió mientras su compañero seguía hablando. 'Bill, ¿no nos has dicho tú mismo a menudo en esta misma sala que a veces lo bueno es enemigo de lo mejor? Pues, esto es un ejemplo clarísimo. No nos puedes hacer esto'."Así habló la conciencia de grupo. El grupo tenía razón, y yo estaba equivocado. La voz que había oído en el subterráneo no era la voz de Dios. Esta era la auténtica voz emanando de la boca de mis amigos. La escuché y - gracias de Dios - obedecí".<br /><br />Tercera Tradición AA<br />"El único requisito para ser miembro de A.A. es querer dejar de beber".Esta Tradición está repleta de significado. Porque en realidad A.A. dice a todo verdadero bebedor, "Tú eres miembro de A.A., si tú lo dices. Puedes declararte a ti mismo miembro de la Sociedad; nadie puede prohibirte la entrada. No importa quién seas; no importa lo bajo que hayas caído. no importa lo graves que sean tus complicaciones emocionales - ni incluso tus crímenes - no podemos impedirte que seas miembro de A.A. No queremos prohibirte la entrada. No tenemos ningún miedo de que nos vayas a hacer daño, por muy retorcido o violento que seas. Sólo queremos estar seguros de que tengas la misma gran oportunidad de lograr la sobriedad que tuvimos nosotros. Así que eres miembro de A.A. desde el momento en que lo digas".Para establecer este principio, tuvimos que pasar por años de experiencias desgarradoras. En nuestros primeros años, nada nos parecía tan frágil, tan fácil de romper como un grupo de A.A. Casi ningún alcohólico a quien nos dirigíamos nos hacía caso; la mayoría de los que se unían a nosotros eran como velas vacilantes en medio de un vendaval. Una y otra vez, se apagaban sus inciertas llamas para no volverse a encender. Nuestra constante y callada inquietud era "¿A cuál de nosotros le tocará ser el próximo?".Un miembro nos ofrece una viva imagen de estos días. "En aquella época", dice, "cada grupo de A.A. tenía muchos reglamentos para hacerse miembro. Todos estaban aterrados de que algo o alguien hiciera zozobrar la embarcación y arrojarnos a todos nuevamente a un mar de alcohol. La oficina de nuestra Fundación * (* En 1954, se cambió el nombre de la Alcoholic Foundation, Inc., por el de la General Service Board of Alcoholics Anonymous, Inc., y la oficina de la Fundación es ahora la Oficina de Servicios Generales.) pidió a cada grupo que enviara su lista de reglamentos 'protectores'. La lista completa medía más de una milla. Si todos los reglamentos hubieran estado en vigor en todas partes, a nadie le habría sido posible hacerse miembro de A.A. - a tal extremo llegaban nuestras inquietudes y nuestro temor."Habíamos decidido no aceptar como miembro a nadie que no formase parte de esa hipotética clase de gente que nosotros denominábamos 'alcohólicos puros'. Aparte de su afición a la bebida y sus desastrosos resultados, no podían tener otras complicaciones. Así que no queríamos saber nada de los pordioseros, los vagabundos, los confinados en manicomios, los presos, los homosexuales, los chiflados y las mujeres perdidas. ¡Sí señor!, sólo nos dedicaríamos a los alcohólicos puros y respetables. Los de cualquier otra clase sin duda nos destruirían. Además, si aceptáramos a esa gente rara, ¿qué dirían de nosotros la buena gente? Construimos una cerca de malla muy fina alrededor de A.A."Puede que todo eso ahora parezca gracioso. Tal vez les cause la impresión de que nosotros los pioneros éramos bastante intolerantes. Pero les puedo asegurar que en ese entonces la situación no era nada cómica. Éramos severos e incluso rígidos porque creíamos que nuestras vidas y nuestros hogares estaban amenazados, y eso no era cosa de risa. ¿Intolerantes, dicen ustedes? Más bien, teníamos miedo. Naturalmente, empezamos a comportarnos como se comportan casi todos cuando tienen miedo. Al fin y al cabo, ¿no es el miedo la verdadera base de la intolerancia? Sí, éramos intolerantes".¿Cómo hubiéramos podido adivinar en aquel entonces que todos esos temores resultarían ser infundados? ¿Cómo hubiéramos podido saber que miles de esas personas que a veces nos asustaban tanto iban a recuperarse de forma tan asombrosa y convertirse en nuestros más incansables trabajadores e íntimos amigos? ¿Quién hubiera creído que A.A. tendría un índice de divorcio muy inferior al promedio? ¿Cómo hubiéramos podido prever en aquel entonces que esas personas tan molestas llegarían a ser nuestros mejores maestros de paciencia y tolerancia? ¿Quién hubiera podido imaginar en aquella época una sociedad que incluyera todo tipo de personalidad concebible, y que atravesara todas las barreras de raza, religión, afiliación política e idioma sin ninguna dificultad?.¿Por qué A.A. acabó por abandonar todos sus reglamentos para hacerse miembro? ¿Por qué dejamos que cada recién llegado decidiera si era o no era alcohólico, y si debería o no debería unirse a nosotros? ¿Por qué nos atrevimos a decir, contrariamente a lo indicado por la experiencia de las sociedades y los gobiernos de todas partes del mundo, que no castigaríamos a nadie ni privaríamos a nadie de la posibilidad de hacerse miembro de A.A., que nunca deberíamos obligar a nadie a pagar nada, a creer en nada, ni a ajustarse a ninguna regla?La respuesta, que ahora se ve en la Tercera Tradición, era la simplicidad misma. La experiencia por fin nos enseñó que quitarle en cualquier grado su oportunidad a cualquier alcohólico a veces equivalía a pronunciar su sentencia de muerte, y muy a menudo a condenarle a una vida de sufrimientos sin fin. ¿Quién se atrevería a ser juez, jurado y verdugo de su propio hermano enfermo?.A medida que los grupos se iban dando cuenta de esas posibilidades, iban abandonando todos los reglamentos para hacerse miembro. Las experiencias dramáticas que se fueron sucediendo una tras otra reforzaron esa determinación, hasta que se convirtió en nuestra tradición universal. He aquí dos ejemplos:Corría el Año Dos del calendario de A.A. En aquella época no existían sino dos grupos de alcohólicos, sin nombre, que luchaban por subsistir, intentando seguir la luz que les alumbraba el camino.Un principiante llegó a uno de estos grupos, llamó a la puerta y pidió que le dejaran entrar. Habló francamente con el miembro más antiguo del grupo. Pronto demostró que el suyo era un caso desesperado y que, sobre todo, quería recuperarse. "Pero", preguntó, "¿me permitirán unirme a su grupo? Ya que soy víctima de otro tipo de adición aun más estigmatiza que el alcoholismo, puede que no me quieran entre ustedes".Aspe se presentó el dilema. ¿Qué debería hacer el grupo? El miembro más antiguo llamó a otros dos y en privado les expuso los hechos de este caso explosivo. Dijo: "¿Qué vamos a hacer? Si le cerramos la puerta a este hombre, no tardará en morir. Si le dejamos entrar, solo Dios sabe los problemas que nos pueda traer. ¿Cuál debe ser nuestra respuesta - sí o no?.Al principio, los ancianos sólo podían considerar los inconvenientes. Dijeron: "Sólo nos ocupamos de los alcohólicos. ¿No sería mejor sacrificar a un por el bien de todos los demás?". Así siguió la discusión mientras la suerte del recién llegado estaba pendiente de un hilo. Entonces, uno de los tres habló en tono muy diferente. "Lo que realmente tememos", dijo, "es el daño que esto pueda causar a nuestra reputación. Tenemos mucho más a lo que la gente diga de nosotros que a los problemas que este alcohólico extraño nos pueda ocasionar. Mientras estábamos hablando, cuatro palabras cortas se me iban cruzando por la mente. Algo me sigue repitiendo: '¿Qué haría el Maestro?'". No se dijo ni una palabra más. ¿Qué más se podría haber dicho?.Rebosante de alegría, el recién llegado se lanzó al trabajo de Paso Doce. Incansablemente expuso el mensaje de A.A. a veintenas de personas y, ya que este era uno de los grupos primitivos, esas veintenas se han convertido en millares. Nunca molestó a nadie con su otro problema. A.A. había dado su primer paso hacia la formación de la Tercera Tradición. Poco tiempo después de que se presentara este compañero con doble estigma, un vendedor a quien llamaremos Eduardo se unió al otro grupo de A.A. Era un promotor agresivo y tenía todo el descaro típico de un vendedor. A cada minuto se le ocurría por lo menos una idea para mejorar A.A. Vendía a sus compañeros de A.A. esas ideas con el mismo ardor con el que distribuía cera para automóviles. Pero tenía una idea que no era fácil de vender. Ed era ateo. Su mayor obsesión era que A.A. podría funcionar mejor sin "tantas necedades sobre Dios". Trataba de imponer sus ideas a todos, y todos suponían que pronto se emborracharía - porque en aquel entonces los A.A. tendían a ser bastante piadosos. Se creía que tal blasfemia merecería un fuerte castigo. Para su gran desconcierto, Ed seguía manteniéndose sobrio.Con el tiempo le llegó el turno de hablar en una reunión. Nos pusimos a temblar, porque ya sabíamos lo que iba a venir. Empezó elogiando a la Comunidad; explicó cómo su familia se había vuelto a unir; ensalzó la virtud de la honradez; habló de las satisfacciones de hacer el trabajo de Paso Doce; y luego soltó la andanada. Ed gritó: "No puedo aguantar tantas tontería sobre Dios. Sólo son simplezas para la gente débil. Este grupo no lo necesita, y yo no me las tragaré. ¡Al diablo con ellas!"Una gran ola de indignación inundó al grupo, llevando a todos a una resolución unánime: "¡Afuera con él!"Los ancianos le llamaron aparte y le dijeron con firmeza: "Aquí no puedes hablar así. O lo dejas o te largas". Con gran sarcasmo, Ed les replico: "No me digan. ¿Tengo que marcharme?" Estiró el brazo y sacó de la estantería un manojo de papeles. Encima de ellos estaba el prólogo del libro "Alcohólicos Anónimos", que se estaba preparando en ese entonces. Leyó un voz alta: "El único requisito para ser miembro de A.A. es querer dejar de beber". Implacablemente, siguió hablando: "Cuando escribieron esta frase, ¿lo decían en serio, o no?Con gran consternación, los ancianos se miraron, unos a otros, porque sabían que Ed les tenía atrapados. Así que Ed se quedó.No solamente se quedó, sino que permaneció sobrio - mes tras mes. Cuando más tiempo pasaba sin beber, más fuerte hablaba - en contra de Dios. Tan profunda era la angustia del grupo que toda claridad fraternal desapareció. "¿Cuándo", se decían quejumbrosamente, unos a otros, "cuándo volverá a emborracharse este hombre?".Bastante tiempo después, Ed consiguió un trabajo de vendedor que le obligaba a viajar fuera de la ciudad. Pasados unos cuantos días, llegaron las noticias. Había enviado un telegrama pidiendo dinero, y todos sabían lo que eso significaba. Luego llamó por teléfono. En aquella época, estábamos dispuestos a ir a cualquier parte para hacer un trabajo de Paso Doce, por poco prometedor que fuera el caso. Pero en esta ocasión, nadie se movió. "¡Que se quede solo! ¡Que lo pruebe él solo esta vez! Tal vez aprenda su lección".Unas dos semanas más tarde, Ed entró a hurtadillas en la casa de un miembro de A.A. y, sin que la familia lo supiera, se acostó. A la mañana siguiente, mientras el dueño de la casa y un amigo estaban tomando café, se oyó un ruido en la escalera. Para su consternación, allí apareció Ed. Con una sonrisa extraña, les preguntó, "¿Ya han hecho ustedes su meditación matutina?" Pronto se dieron cuenta de que lo preguntaba muy en serio. Poco a poco les fue contando lo que le había ocurrido.En un estado vecino, Ed se había instalado en un hotel barato. Después de ver rechazadas todas sus súplicas de ayuda, oró repetirse en su mente febril las siguientes palabras: "Me han abandonado. He sido abandonado por los míos. Este es el final - no me queda nada". Mientras daba vueltas y más vueltas en la cama, su mano tropezó con la mesita de noche y tocó un libro. Lo abrió y se puso a leer. Era la Biblia. Ed nunca dio más detalles de lo que vio y sintió en aquella habitación del hotel. Era el año 1938. Desde entonces no ha vuelto a tomarse un trago.Hoy en día, cuando se reúnen los veteranos que conocen a Ed, exclaman: "¿Qué hubiera pasado si hubiéramos logrado expulsar a Ed por blasfemo? ¿Qué hubiera sido de él y de todos aquellos a quienes más tarde él ayudo?".Así fue como, en los primeros tiempos, la mano de la Providencia no sindicó que cualquier alcohólico es miembro de nuestra Sociedad cuando él lo diga.<br />Cuarta Tradición AA<br />"Cada grupo debe ser autónomo, excepto en asuntos que afecten a otros grupos o a Alcohólicos Anónimos considerado como un todo".Autonomía es una palabra bien altisonante. Pero en lo que se refiere a nosotros, solo quiere decir que cada grupo de A.A. puede llevar sus asuntos como mejor le convenga, excepto en los casos en que A.A. como un todo se vea amenazada. Ahora se nos presenta la misma pregunta que surgió en la Primera Tradición. ¿No es algo temerario y peligroso que los grupos tengan tanta libertad?A lo largo de los años, se han probado todas las desviaciones imaginables de nuestros Doce Pasos y nuestras Doce Tradiciones. Era inevitable, dado que en general nosotros somos una banda de individualistas impulsados por ambiciones egoístas. Hijos del caos, de manera desafiadora hemos jugado con fuego repetidas veces, pero hemos salido ilesos y, según nos parece a nosotros, más sabios que antes. Esas mismas desviaciones constituyeron un vasto proceso de pruebas y tanteos, el cual, por la gracia de Dios, nos ha traído a donde nos encontramos hoy.Cuando las Tradiciones de A.A. se publicaron por primera vez en 1945, habíamos llegado a estar convencidos de que un grupo de A.A. podía capear cualquier temporal.. Nos dimos cuenta de que el grupo, al igual que el individuo, tendría finalmente que adherirse a los principios y aprobados que garanticen su supervivencia. Habíamos descubierto que en este proceso de pruebas y tanteos había perfecta seguridad. Tanta confianza teníamos n este principio que en el enunciado original de esta tradición de A.A. aparecía la siguiente frase significativa: "Cuandoquiera que dos o tres alcohólicos se reúnan en interés de la sobriedad, podrán llamarse un grupo de A.A., con tal de que como grupo no tengan otra afiliación".Claramente, esto significaba que se nos había otorgado el valor de reconocer a cada grupo de A.A. como una entidad individual, exclusivamente dependiente de su propia conciencia para guiar sus acciones. Al trazar nuestro rumbo por esa vasta extensión de libertad, solo fue necesario indicar dos escollos a salvar: Un grupo de A.A. no debe hacer nada que pudiera causar grandes perjuicios a A.A. como un todo, ni debe afiliarse con nada ni con nadie. Correríamos un verdadero peligro si empezáramos a llamar a algunos grupos "mojados", y a otros "secos", a unos "Republicanos" o "Comunistas" y a otros "Católicos" o "Protestantes". Si el grupo de A.A. no mantuviera su rumbo, se perdería irremisiblemente. Su único objetivo tenía que ser la sobriedad. En todos los demás aspectos, tenía una completa libertad para decidir y actuar: Cada grupo tenía el derecho a equivocarse.Cuando A.A. se hallaba aún en su infancia, comenzaron a formarse muchos grupos muy entusiastas. En cierto pueblo, surgió un grupo especialmente enérgico. La gente del pueblo también estaba entusiasmada por el asunto. Los ancianos, dejándose llevar por su fantasía, soñaban con ambiciosas innovaciones. Les parecía que al pueblo le hacía falta un gran centro de alcoholismo, una especie de proyecto piloto que sirviera de modelo a los A.A. de todas partes. En la planta baja tendrían un club, en el primer piso se desintoxicaría a los borrachos y se les daría dinero para pagar sus deudas atrasadas; el tercer piso estaría dedicado a un centro educativo - ajeno a toda clase de controversias, por supuesto. En sus fantasías, el resplandeciente edificio tendría varias plantas más, pero para empezar, tres serían suficientes. Todo esto supondría gasta mucho dinero - dinero de otras personas. Por mucho que cueste creerlo, a la gente rica del pueblo les pareció una idea fabulosa. No obstante, entre los alcohólicos había unos cuantos disidentes conservadores. Estos disidentes escribieron a la Fundación * (* En 1954, se cambió el nombre de la Fundación Alcohólica al de la General Service Board of Alcoholics Anonymous, y la oficina de la Fundación es ahora la Oficina de Servicios Generales), la sede de A.A. en Nueva York, para saber si les parecía aconsejable este tipo de innovaciones. Se habían enterado de que los ancianos, para remachar las cosas, estaban a punto de solicitar a la Fundación que les concedieran una carta constitutiva. Estos pocos disidentes se sentían desconcertados y escépticos.Naturalmente, no faltó un promotor en este asunto - un superpromotor. Con su elocuencia, apaciguó todos los temores, a pesar del consejo de la Fundación de que no podría conceder tal carta constitucional, y de que todas las empresas que en el pasado habían mezclado un grupo de A.A. con la medicina y la educación habían acabado mal en otros lugares. Para reducir los riesgos, el promotor organizó tres corporaciones y se hizo presidente de todas ellas. Recién pintado, el nuevo centro resplandecía. Su caluroso ambiente se difundió rápidamente por todo el pueblo. Muy pronto todo empezó a funcionar a las mil maravillas. Para asegurar un funcionamiento continuo e infalible, se adoptaron 61 reglar y reglamentos.No obstante, esta brillante perspectiva no tardó en ensombrecerse. La confusión reemplazó a la serenidad. Se descubrió que algunos borrachos ansiaban educarse, pero dudaban de que fueran alcohólicos. Tal vez los defectos de personalidad de algunos otros se podrían curar con un préstamo. A algunos les entusiasmaba la idea del club, pero para ellos era cuestión de remediar sus carencias afectivas. A veces, la multitud de candidatos pasaban pro los tres pisos. Algunos empezaban arriba e iban bajando hasta la planta baja para convertiste en miembros del club; otros empezaban en el club y, después de pescarse una borrachera, ingresaban en la planta de desintoxicación y luego ascendían al tercer piso para educarse. En cuanto a actividad, era como una colmena; pero a diferencia de la actividad de una colmena, todo era confusión. Un grupo de A.A., como tal, era sencillamente incapaz de encargarse de semejante proyecto. Esto se descubrió demasiado tarde. Entonces se produjo la inevitable explosión - como el día en que estalló la caldera de la fábrica de fuegos artificiales. El grupo se vio envuelto en una fría y opresiva nube de miedo y frustración.Cuando se disipó, algo maravilloso había ocurrido. El promotor principal escribió una carta a la oficina de la Fundación, diciendo que ojalá hubiera prestado más atención a la experiencia de A.A. Luego hizo lo que llegaría a convertirse en algo clásico de A.A. Todo cabría en una tarjeta tamaño postal. En la cubierta decía: "Primer Grupo de Villanueva: Regla #62". Al desdoblar la tarjeta una sola frase mordaz saltaba a la vista: "No te tomes tan en serio, hombre".De esta manera, un grupo de A.A., bajo el amparo de la Cuarta Tradición, había ejercido su derecho a equivocarse. Además, había prestado un gran servicio a Alcohólicos Anónimos, por haber estado humildemente dispuesto a aplicar las lecciones que había aprendido. Había logrado sobreponerse con buen humor para seguir dedicándose a mejores cosas. Incluso el arquitecto principal, rodeado por las ruinas de su sueño, no pudo evitar reírse de sí mismo - y esto el colmo de la humanidad.<br />Quinta Tradición AA<br />"Cada grupo tiene un solo objetivo primordial – llevar el mensaje al alcohólico que aún está sufriendo"."¡Zapatero a tus zapatos!"… más vale que hagas una cosa perfectamente bien que muchas mal hechas. Este es el tema central de esta tradición, el punto alrededor del cual toda nuestra Sociedad se congrega en unidad. La vida misma de nuestra Comunidad depende de la conservación de este principio.Alcohólicos Anónimos se puede comparar a un grupo de médicos que tienen la posibilidad de encontrar una cura para el cáncer y de cuyos esfuerzos concentrados dependería el remedio para los que sufren de esta enfermedad. Claro está que cada uno de los médicos de este grupo puede ser especialista además en otra rama de la medicina. De vez en cuando cada uno de los médicos en cuestión preferiría poder dedicarse a su propia especialidad en lugar de trabajar exclusivamente con el grupo. Pero una vez que hayan atinado con una curación, una vez que se ponga claramente de manifiesto que ésta solo puede convertirse en realidad si ellos acuerdan aunar sus esfuerzos, entonces todos ellos se sentirían obligados a dedicarse exclusivamente al alivio de las víctimas del cáncer. En el resplandor de tal descubrimiento milagroso, cualquier médico pondría a un lado sus otras ambiciones, sea cual fuere el sacrificio personal que pueda suponer.Los miembros de Alcohólicos Anónimos, que han demostrado que pueden ayudar a los bebedores problema como otros raramente pueden hacerlo, se ven en la misma obligación de trabajar juntos. La capacidad única de cada miembro de A.A. para identificarse con el principiante y conducirle hacia la recuperación no depende en absoluto de su cultura, su elocuencia ni de cualquier otra pericia particular. Lo único que cuenta es que él es un alcohólico que ha encontrado la clave de la sobriedad. Estos legados de sufrimiento y de recuperación se pasan fácilmente entre los alcohólicos, de uno a otro. Esto es nuestro don de Dios, y regalarlo a otros como nosotros es el único objetivo que hoy en día anima a los A.A. en todas partes del mundo.Hay otro motivo para esta unicidad de propósito. La gran paradoja de A.A. es que sabemos que raras veces podemos conservar el preciosos don de la sobriedad a menos que lo pasemos a otros. A un grupo de médicos que haya encontrado una cura para el cáncer, puede que les remordiera la conciencia si fracasaran en su misión por interés egoístas. No obstante, tal fracaso no pondría en peligro su propia supervivencia. En nuestro caso, si descuidamos a los que todavía sufren, nuestras vidas y nuestro sano juicio se ven grave e incesantemente amenazados. Dado que nos encontramos sujetos a estos impulsos del instinto de conservación, de la responsabilidad y del amor, no es de extrañar que nuestra Sociedad haya llegado a la conclusión de que tiene una sola y alta misión - la de llevar el mensaje de A.A. a aquellos que no saben que hay una salida.Para hacer resaltar la sabiduría de la unicidad de propósitos de A.A., un miembro cuenta la siguiente historia:"Sintiéndome inquieto un día, me pareció que sería conveniente hacer algún trabajo de Paso Doce para tener así una especie de seguro contra una recaída. Pero primero tendría que encontrar un borracho con quien trabajar."Tomé el subterráneo hasta el Hospital Towns y allí pregunté al Dr. Silkworth si tenía un posible candidato para mí. 'Nada muy prometedor', me dijo el pequeño doctor: 'Solo hay un tipo en el tercer piso que tal vez sea una posibilidad. Pero es un irlandés muy rudo. Nunca he visto a nadie tan terco. Insiste a gritos que si su socio le tratara mejor y si su mujer le dejara en paz, muy pronto resolvería su problema con el alcohol. Ha sufrido un grave ataque de delirium tremens, tiene la mente bastante nublada, y desconfía de todo el mundo. No es un caso muy alentador. Pero puede que trabajar con él te sirve a ti de algo, así que ¿por qué no lo intentas?."Enseguida me encontré sentado al lado de un hombre muy corpulento. Sin la menor amabilidad, me mira fijamente con ojos que parecían ranuras en su cara roja e hinchada. No tuve más remedio que coincidir con la opinión del médico - desde luego, no parecía un caso muy alentador. No obstante, le conté mi historia. Le expliqué lo maravillosa que era la Comunidad que teníamos, lo bien que nos entendíamos unos a otros. Le recalqué con insistencia la desesperación del dilema del borracho. Insistí en que muy pocos borrachos podían recuperarse por sus propias fuerzas, pero que en nuestros grupos podíamos hacer juntos lo que no podíamos hacer por separado. Me interrumpió para burlarse de esto y me dijo que él solo podía arreglárselas con su mujer, con su socio y con su alcoholismo. Me preguntó en tono sarcástico, '¿Cuánto cuesta todo este enredo?'."Me agradó mucho poder decirle, 'Ni un centavo'."Entonces me preguntó, 'Tú, ¿qué sacas de esto?'."Naturalmente mi respuesta fue, 'Mi propia sobriedad, y una vida bien feliz'."Todavía dudoso, insistió, '¿de verdad quieres decir que tu único motivo para estar aquí es tratar de ayudarme a mí y ayudarte a ti mismo?'."'Sí,' le dije. 'Eso es todo lo que hay. No hay gato encerrado'."Entonces, con alguna vacilación, me aventuré a hablar del aspecto espiritual del programa. ¡La que me armó! Apenas me había salido de la boca la palabra 'espiritual', se me echó encima: '¡Ahora caigo! Estás haciendo proselitismo para una de esas malditas sectas religiosas. ¿Cómo puedes decirme que no hay gato encerrado? Soy miembro de una gran religión que lo es todo para mí. ¿Cómo te atreves a venir aquí a hablarme de religión?'."Gracias a Dios se me ocurrió la respuesta apropiada. Estaba basada firmemente en el único objetivo de A.A. 'Tienes fe', le dije. 'Tal vez una fe más profunda que la mía. Sin duda tienes mejor formación en asuntos religiosos que yo. Así que no puedo decirte nada acerca de la religión. Ni siquiera quiero intentarlo. Además, estoy seguro de que podrías definirme la palabra humildad a la perfección. Pero por lo que me has dicho acerca de ti y de tus problemas y cómo te propones solucionarlos, creo que sé lo que anda mal'.'Muy bien', me dijo, 'dime lo que hay"."'Bueno', le dijo, 'creo que no eres más que un irlandés engreído que se cree capaz de dirigirlo todo'."Esto sí que le sentó como un tiro. Pero a medida que se iba calmando, se puso a escuchar mientras yo estaba de explicarle que la humildad era la clave principal de la sobriedad. Por fin se dio cuenta de que yo no estaba tratando de cambiar sus opiniones religiosas, que yo quería que encontrara en su propia religión la gracia que le ayudara a recuperarse. De allí en adelante, nos empezamos a llevar muy bien."'Imagínate', dice el veterano, 'lo que habría pasado si yo hubiera estado obligado a hablarle de asunto religiosos. O si hubiera tenido que decirle que a A.A. le hacía falta mucho dinero; que A.A. estaba metido en la educación, en los hospitales y en la rehabilitación. O si yo me hubiera ofrecido para echarle una mano para resolver sus asuntos domésticos y de negocios. ¿A dónde habríamos llegado? A ningún sitio, naturalmente".Años más tarde, a este rudo irlandés le gustaba decir, "Mi padrino me vendió una sola idea, la sobriedad. En aquel momento, no podría haber comprado ninguna otra cosas".<br />Sexta Tradición AA<br />"Un grupo de A.A. nunca debe respaldar, financiar o presentar el nombre de A.A. a ninguna entidad allegada o empresa ajena, para evitar que los problemas de dinero, propiedad y prestigio nos desvíen de nuestro objetivo primordial".En cuanto nos dimos cuenta de que teníamos una solución para el alcoholismo, era muy razonable (o así nos parecía en aquel entonces) que creyéramos que tal vez teníamos la solución para otros muchos problemas. Muchos opinaban que los grupos de A.A. podían dedicarse a los negocios, podían financiar cualquier empresa en el campo global del alcoholismo. De hecho, nos sentíamos obligados a respaldar cualquier causa meritoria con toda la influencia que pudiera tener el nombre de A.A.He aquí algunas de las cosas que soñábamos: Ya que los alcohólicos no tenían muy buena acogida en los hospitales, construiríamos nuestra propia cadena de hospitales. Ya que a la gente le hacía falta que se le enseñara lo que era el alcoholismo, educaríamos al público, e incluso volveríamos a redactar los libros de textos escolares y médicos. Íbamos a recoger a los alcohólicos desahuciados de los barrios bajos, seleccionar a aquellos que pudieran recuperarse y poner a los demás en una especie de cuarentena donde pudieran ganarse la vida. Tal vez estos lugares podrían producir grandes cantidades de dinero que pudiéramos utilizar para realizar otras buenas obras. Pensamos seriamente en redactar de nuevo las leyes del país y hacer que se reconociera a los alcohólicos como enfermos. Ya no se les encarcelaría; los jueces los pondrían en libertad condicional bajo nuestra custodia. Llevaríamos la luz de A.A. a las regiones oscuras de la drogadicción y de la criminalidad. Formaríamos grupos de gente deprimida y paranoica; cuanto más profunda fuera la neurosis, tanto mejor. Era evidente que, si se podía vencer el alcoholismo, se podría superar cualquier otro tipo de problema.Se nos ocurrió que podríamos llevar lo que teníamos a las fábricas y hacer que los obreros y los capitalistas se amaran los unos a los otros. Nuestra absoluta honradez pronto purificaría la política. Abrazados por un lado a la religión y a la medicina por otro, reconciliaríamos sus diferencias. Ya que habíamos aprendido a vivir con tanta felicidad, podríamos enseñar a todos los demás a hacer lo mismo. Nuestra Sociedad de Alcohólicos Anónimos podría llegar a ser la vanguardia de una nueva avanzada espiritual. Podríamos transformar el mundo.Sí, nosotros los A.A. teníamos estos sueños. Era natural que los tuviéramos, puesto que la mayoría de los alcohólicos somos idealistas en bancarrota. Casi todos nosotros habíamos tenido el deseo de hacer grandes bienes, realizar grandes obras, y encarnar grandes ideales. Todos somos perfeccionistas que, al no alcanzar la perfección, nos hemos ido al otro extremo y nos hemos conformado con la botella y el olvido. La Providencia, por medio de A.A., había puesto a nuestro alcance nuestras más altas esperanzas. ¿Por qué no compartir nuestra manera de vivir con todo el mundo?.Por lo tanto tratamos de establecer hospitales de A.A. - todos fracasaron porque no se puede hacer que un grupo de A.A. se dedicara a los negocios; demasiados cocineros entrometidos estropean el caldo. Los grupos de A.A. hicieron sus incursiones en el campo de la educación, y cuando empezaron a ensalzar públicamente los méritos de un método u otro, la gente se quedó con ideas muy confusas. ¿Se dedicaba A.A. a enderezar a los borrachos, o era un proyecto educativo? ¿Se interesaba A.A. en lo espiritual, o en la medicina? ¿Era un movimiento reformista? Para nuestra consternación, nos vimos casados con todo tipo de empresas, algunas buenas y otras no tan buenas. Al ver a los alcohólicos enviados de forma arbitraria a las prisiones o los manicomios, empezamos a gritar; "debería haber una ley". Los A.A. se pusieron a clamar en las sesiones de los comités legislativos, haciendo una campaña en favor de reformar las leyes. Sirvió como buen material para la prensa, pero para poco más. Nos dimos cuenta de que muy pronto nos veríamos enmarañados en la política. Aun dentro de A.A. nos resultó imperativo eliminar el nombre de A.A. de los clubes y de las casas de Paso Doce.A raíz de estos episodios nació en nosotros la profunda convicción de que, bajo ningún concepto, podíamos respaldar a ninguna empresa allegada, por muy buena que fuese. Nosotros los Alcohólicos Anónimos no podíamos serlo todo para todos, ni debíamos tratar de serlo.Hace años, este principio de "no respaldo" se vio sometido a una prueba crucial. Algunas de las grandes destilerías de alcohol tuvieron la intención de meterse en el campo de educación sobre el alcohol. Creían que sería una buena cosa que los fabricantes de licor demostraran al público su sentido de responsabilidad. Querían decir que no se debía abusar del licor, sino disfrutarlo; la gente muy bebedora debería moderarse, y los bebedores problema - los alcohólicos - no deberían beber en absoluto.En una de sus asociaciones comerciales, se planteó la cuestión de cómo se debería proceder con esta campaña. Naturalmente, iban a valerse de la radio, la prensa y el cine para exponer sus puntos de vista. Pero ¿qué tipo de persona debe dirigir esa campaña? Inmediatamente pensaron en Alcohólicos Anónimos. Si pudieran encontrar entre nosotros a un buen agente de relaciones públicas, ¿no sería él la persona ideal? Sin duda conocería el problema. Su conexión con A.A. sería muy valiosa, porque la Comunidad era muy bien vista por el público y no tenía ni un solo enemigo en el mundo.No tardaron en encontrar al hombre idóneo, un A.A. con la experiencia necesaria. Enseguida él se presentó en la sede de A.A. en Nueva York a preguntar, "¿Hay algo en nuestra tradición que sugiera que no debo aceptar un trabajo como éste? Esta clase de educación me parece buena, y no es un asunto muy controversial. ¿Les parece a ustedes que puede haber alguna paga?".A primera vista, parecía una buena cosa. Luego empezaron a insinuarse las dudas. La asociación quería emplear el nombre completo de nuestro miembro en toda su publicidad; iban a describirlo como director de publicidad de la campaña y como miembro de Alcohólicos Anónimos. Naturalmente, no podría haber la menor objeción si una asociación contratara a un miembro de A.A. únicamente por su talento en las relaciones públicas y sus conocimientos sobre el alcoholismo. Pero eso no era todo, porque en este caso un miembro de A.A. no solamente iba a romper su anonimato a nivel público, sino que también iba a vincular en las mentes de millones de personas el nombre Alcohólicos Anónimos con este proyecto educativo. Habría de causar le impresión de que ahora A.A. estaba respaldando la educación - al estilo de la asociación de los comerciantes de licores.En cuanto vimos lo que realmente significaba este hecho comprometedor, le pedimos su parecer al candidato a director de publicidad. "¡Caramba", dijo. "Claro que no puedo aceptar el puesto. Antes de que se secara la tinta del primer anuncio, los partidarios de la prohibición estarían expresando a gritos su indignación. Saldrían a buscar a un A.A. honrado que abogara por su estilo de educación. A.A. se encontraría justo en medio de la controversia entre los secos y los mojados. La mitad de la gente del país creería que habríamos tomado partido por los secos, y la otra mitad que nos habríamos unido a los mojados. ¡Menudo lío!"."No obstante", le dijimos, "tienes el derecho legal de aceptar este trabajo"."Ya lo sé", contestó. "Pero no es hora de fijarnos en legalidades. Alcohólicos Anónimos me salvó la vida, y su bienestar tiene para mí la prioridad. No seré yo quien vaya a meter A.A. en un gran problema, y si aceptara, lo haría".En lo concerniente a los respaldos, nuestro amigo lo ha dicho todo. Con mayor claridad que nunca, nos dimos cuenta de que no podríamos prestar el nombre de A.A. a ninguna causa que no fuera la nuestra.<br />Séptima Tradición AA<br />"Cada grupo de A.A. debe mantenerse completamente a sí mismo, negándose a recibir contribuciones de afuera".¿Alcohólicos que se mantienen a sí mismos? ¿Quién ha oído hablar nunca de semejante cosa? No obstante, nos damos cuenta de que así tenemos que ser. Este principio es una prueba contundente de la profunda transformación que A.A. ha obrado en todos nosotros. Todo el mundo sabe que los alcohólicos activos insisten a gritos que no tienen ningún problema que el dinero no pueda solucionar. Siempre hemos andado con la mano extendida. Desde tiempo inmemorial, hemos dependido de alguien, normalmente en cuestiones de dinero. Cuando una sociedad compuesta exclusivamente de alcohólicos dice que va a pagar todos sus gastos, eso sí que es una verdadera noticia.Quizás ninguna de las Tradiciones de A.A. causara tanto dolor de parto como ésta. En los primeros días, todos estábamos sin fondos. Si a esto se le añade la habitual suposición de que la gente debe dar dinero a los alcohólicos que se esfuerzan por mantenerse sobrios, se puede entender por qué creíamos merecer un montón de billetes. ¡La de cosas tan magníficas que pudiera hacer A.A. con todo este dinero! Pero, por curioso que parezca, la gente que tenía dinero pensaba lo contrario. Les parecía que ya era hora de que nosotros - ahora que estábamos sobrios - pagásemos nuestras propias cuentas. Así que nuestra Comunidad se quedó pobre porque así tenía que ser.Había otra razón para nuestra pobreza colectiva. No tardó en hacerse evidente que si bien los alcohólicos gastaban dinero pródigamente en casos de Paso Doce, tenían una tremenda aversión a echar dinero en el sombrero que se pasaba en las reuniones para sufragar los gastos de grupos. Nos sorprendió descubrir lo tacaños que éramos. Así que A.A., el movimiento, empezó y permaneció pobre, mientras que los miembros individuales se hicieron cada vez más prósperos.Lo cierto es que los alcohólicos son gente de todo-o-nada. Nuestra reacción en cuanto al dinero parece demostrarlo. A medida que A.A. pasaba de la infancia a la adolescencia, fuimos abandonando la idea de que necesitábamos grandes sumas de dinero y llegamos al otro extremo, diciendo que a A.A. no le hacía falta el dinero en absoluto. De todas las bocas salían estas palabras: "A.A. y el dinero no puede mezclarse. Tendremos que separar lo espiritual de lo material". Cambiamos de rumbo tan bruscamente porque por aquí y por allá algunos miembros habían tratado de valerse de sus conexiones A.A. para ganar dinero, y temíamos que fueran a aprovecharse de nosotros. En ocasiones, algunos benefactores agradecidos nos habían dotado con un local para un club y, como consecuencia, a veces había interferencia ajena en nuestros asuntos. Se nos donó un hospital y casi inmediatamente, el hijo del donante se presentó como su principal paciente y aspirante a gerente. A un grupo de A.A. se le entregó cinco mil dólares para hacer con este dinero lo que quisiera. Las peleas que provocó este dinero siguieron haciendo estragos en el grupo durante años. Asustados por estas complicaciones, algunos grupos se negaron a tener ni un centavo en sus arcas.Pese a tales inquietudes, tuvimos que reconocer el hecho de que A.A. tenía que funcionar. Los locales para reuniones nos costaban algo. Para evitar la confusión en regiones enteras, era necesario establecer pequeñas oficinas, instalar teléfonos y contratar a algunas secretarias a sueldo. A pesar de las muchas protestas, se logró hacer estas cosas. Nos dimos cuenta de que si no se hicieran, el nuevo que llegaba a nuestras puertas no tendría su oportunidad de recuperase. Prestar estos sencillos servicios supondría incurrir en algunos pequeños gastos, que podríamos pagar nosotros mismos, y así lo haríamos. Por fin el péndulo dejó de oscilar y señaló directamente a la Séptima Tradición tal y como la conocemos hoy día.A este respecto, a Bill le gusta contar la siguiente historia, que tiene su moraleja. Dice que cuando en 1941 apareció en el Saturday Evening Post el artículo de Jack Alexander, miles de angustiosas cartas de alcohólicos y familiares desesperados llegaron al buzón de la Fundación * en Nueva York. "El personal de nuestra oficina", cuenta Bill, "estaba compuesto por dos personas: una secretaria dedicada y yo. ¿Cómo íbamos a responder a esta avalancha de solicitudes? Sin duda, tendríamos que contratar a más empleados a sueldo. Así que pedimos contribuciones voluntarias a los grupos de A.A. ¿Nos enviarían un dólar por miembro al año? Si no, estas cartas conmovedoras tendrían que quedarse sin respuesta."Para mi asombro, los grupos tardaron en responder. Me puse bien airado. Un día, al contemplar este montón de cartas, andaba yendo y viniendo por la oficina, quejándome de lo irresponsables y tacaños que eran mis compañeros. En ese mismo momento, vi asomarse por la puerta la cabeza desgreñada y dolorida de un viejo conocido. Era nuestro campeón de recaídas. Podía notar que tenía una tremenda resaca. Al recordar algunas de las mías, se me llenó el corazón de compasión. Le señalé que pasara a mi cubículo y saqué un billete de cinco dólares. Como mis ingresos semanales eran de treinta dólares en total, éste era un donativo considerable. A Lois le hacía falta el dinero para comprar comida, pero eso no me detuvo. El profundo alivio que se reflejó en la cara de mi amigo me alegró el corazón. Me sentía especialmente virtuoso al pensar en todos los ex borrachos que ni siquiera nos mandaban un dólar cada uno a la Fundación, mientras yo gustosamente estaba haciendo una inversión de cinco dólares para remediar una resaca."La reunión de esa noche se celebró en el viejo Club de la calle 24 de Nueva York. Durante el intermedio, el tesorero dio una tímida charla acerca del penoso estado de las finanzas del club. (Esto era en la época en que no se podía mezclar el dinero y A.A.). Pero finalmente lo soltó - el casero nos pondría en la valle si no pagábamos. Terminó sus observaciones diciendo, 'Bueno, muchachos, cuando se pase el sombrero esta noche, por favor, sean un poco más generosos'."Oí claramente sus palabras, mientras con todo fervor trataba de convertir a un recién llegado sentado a lado mío. El sombrero llegó a donde yo me encontraba, y metí la mano en el bolsillo. Mientras seguía hablando con el nuevo, me rebuscaba el bolsillo y saqué una moneda de cincuenta centavos. Por alguna razón, me pareció una moneda muy grande. Sin vacilar, la volví a meter en el bolsillo y saqué una de diez centavos y tintineó tímidamente al caer en el sombrero. En aquel entonces, nunca se echaban billetes en el sombrero."Entonces se me abrieron los ojos. Yo, que esa misma mañana, me había jactado de mi generosidad, me estaba portando con mi propio club peor que los lejanos alcohólicos que se habían olvidado de enviar sus dólares a la Fundación. Me di cuenta de que mi donativo de cinco dólares al campeón de recaídas no era sino una cuestión de engordar mi propio ego, malo para él y peor para mí. Había un lugar en A.A. donde la espiritualidad y el dinero sí podían mezclarse: en el sombrero".Hay otra historia que trata del dinero. Una noche de 1948, los custodios de la Fundación estaban celebrando su reunión trimestral. En la agenda se incluía un asunto muy importante para discutir. Cierta dama había fallecido. Al dar lectura a su testamento, se descubrió que había dejado a Alcohólicos Anónimos, con la Fundación Alcohólico como fiduciario, un legado de diez mil dólares. La cuestión era: ¿Debería A.A. aceptar tal regalo?¡Vaya debate que se armó!. En ese momento la Fundación se encontraba muy mal de dinero; los grupos no mandaban lo suficiente para el mantenimiento de la oficina; incluso añadiendo los ingresos producidos por el libro, no alcanzábamos a cubrir los gastos. Las reservas se estaban derritiendo como la nieve en primavera. Necesitábamos esos diez mil dólares. "Puede ser", dijo alguien, "que los grupos nunca lleguen a mantener completamente a la oficina. No podemos permitir que se cierre; es de una importancia crucial. Sí, aceptamos el dinero. Aceptemos todos los futuros donativos. Vamos a necesitarlos".Entonces se expresó la oposición. Señalaron que la junta de la Fundación ya sabía de un total de medio millón de dólares legados a A.A. en los testamentos de personas que estaban todavía vivas. Solo Dios sabría cuánto más dinero se nos habría legado y del que aún no nos habíamos enterado. Si no nos negábamos a aceptar, absoluta y firmemente, las donaciones ajenas, un día la Fundación llegaría a ser rica. Además, a la menor insinuación al público por parte de nuestros custodios de que necesitábamos dinero, nos haríamos inmensamente ricos. Comparados con esa perspectiva, los diez mil dólares bajo consideración eran cosa de poco; no obstante, al igual que el primer trago de un alcohólico, si lo tomábamos, provocaría inevitablemente una desastrosa reacción en cadena. ¿Y dónde acabaríamos entonces? El que paga, manda, y si la Fundación Alcohólica obtuviera dinero de fuentes ajenas, sus custodios podrían verse tentados a llevar nuestros asuntos sin tener en cuenta los deseos de A.A. como un todo. Librado de esta responsabilidad, cada alcohólico se encogería de hombros y diría, "La Fundación es rica - ¿por qué voy a molestarme?". Con toda seguridad, la presión de tener unas arcas tan repletas tentaría a la junta a idear todo tipo de proyectos para efectuar buenas obras, y así desviaría a A.A. de su objetivo primordial. En cuanto ocurriera esto, la confianza de la Comunidad se vería mermada. La junta se encontraría aislada, y sometida a la dura crítica por parte de A.A. y del público en general. Estas eran las posibilidades, en pro y en contra.Entonces, nuestros custodios escribieron una página brillante en la historia de A.A. Se manifestaron en favor del principio de que A.A. debe permanecer siempre pobre. De allí en adelante, la política financiera de la Fundación sería tener lo justo para cubrir los gastos de operación más una reserva prudente. Aunque era difícil hacerlo, la junta oficialmente se negó a aceptar los diez mil dólares y adoptó formalmente la resolución irrebatible de negarse a aceptar todo donativo similar en el futuro. En ese momento, creemos, quedó firme y definitivamente incrustado en la tradición de A.A. el principio de pobreza corporativa. Cuando se publicaron estos hechos, hubo una reacción profunda. A la gente acostumbrada a un sinfín de campañas para recaudar fondos con propósitos caritativos, A.A. les presentaba un espectáculo curioso y renovador. Los editoriales favorables que aparecieron en la prensa aquí y en ultramar generaron una ola de confianza en la integridad de Alcohólicos Anónimos. Hicieron notar que los irresponsables se habían convertido en responsables y que al incorporar el principio de independencia financiera como parte de su tradición, Alcohólicos Anónimos había resucitado un ideal ya casi olvidado en su época.<br />Octava Tradición AA<br />"Alcohólicos Anónimos A.A. nunca tendrá carácter profesional, pero nuestros centros de servicio pueden emplear trabajadores especiales".Alcohólicos Anónimos nunca tendrá una clase profesional. Hemos llegado a captar el significado del antiguo dicho "Libremente hemos recibido, libremente debemos dar". Nos hemos dado cuenta de que en lo referente al profesionalismo, el dinero y la espiritualidad no se pueden mezclar. Los mejores profesionales del mundo, tanto en el campo de la medicina como en el de la religión, no han logrado efectuar casi ninguna recuperación del alcoholismo. No desacreditamos el profesionalismo en otros campos, pero aceptamos el hecho real de que en nuestro caso no da resultados. Cada vez que hemos tratado de profesionalizar nuestro Paso Doce, el resultado ha sido siempre el mismo: Nuestro único propósito ha salid derrotado.Los alcohólicos simplemente no harán caso de un trabajador de Paso Doce a sueldo. Casi desde el principio, hemos estado convencidos de que el trabajo personal con otro alcohólico que sufre sólo puede basarse en el deseo de ayudar y de ser ayudado. Cuando un A.A. habla por dinero, ya sea en una reunión o a recién llegado, también puede tener en él un efecto perjudicial. El aliciente del dinero le compromete a él y a todo lo que diga y haga por el principiante. Esto ha sido siempre tan evidente que muy pocos A.A. han hecho alguna vez un trabajo de Paso Doce a cambio de una remuneración.A pesar de esta evidencia, es cierto que pocos temas han suscitado más disputas dentro de nuestra Comunidad que el del profesionalismo. Los encargados de barrer el piso, los cocineros que preparan hamburguesas, las secretarias de las oficinas, los escritores de libros - todos ellos han sido objeto de fuertes ataques porque, según sus críticos, "estaban haciendo dinero a costa de A.A.". Sin tener en cuenta que éstos no eran en absoluto trabajos de Paso Doce, los críticos acusaban de ser profesionales de A.A. a estos trabajadores nuestros, quienes muy a menudo se ocupaban de las tareas ingratas que nadie más quería o podía hacer. Se provocó un furor aun más grande cuando los miembros de A.A. empezaron a dirigir casas de reposo y granjas de convalecencia para los alcohólicos, cuando algunos aceptaron puesto asalariados en la industria como directores de personal, encargados del problema del alcoholismo entre los empleados, y otros como enfermeros en los pabellones de alcoholismo, y cuando otros más se dedicaron al campo de educación sobre el alcoholismo. En todos estos casos, y otros muchos, se alegaba que se estaban vendiendo por dinero la experiencia y los conocimientos de A.A. y por lo tanto, estas personas también eran profesionales.No obstante, por fin podía verse una clara línea divisoria entre el profesionalismo y el no profesionalismo. Cuando convinimos en que no se podía hacer el trabajo de Paso Doce a cambio de dinero, tomamos una sabia decisión. Pero a trabajadores especiales, ningún miembro podía llevar nuestros conocimientos a otros campos, estábamos aceptando el consejo del temor, un temor que, hoy en día, se ha disipado en gran parte ante la luz de la experiencia.Consideremos, por ejemplo, el caso del conserje y del cocinero del club. Para poder funcionar, un club tiene que ser habitable y hospitalario. Intentamos utilizar voluntarios, pero pronto se sintieron desencantados al verse barriendo sueldos y haciendo café siete días a la semana. Simplemente dejaron de presentarse. Aun más importante, un club vació no podía contestar el teléfono, y era una invitación abierta para un borracho de parranda que tuviera la lleve. Así que había que contratar a alguien que cuidara el local. Si contratáramos a un alcohólico, recibiría un pago igual al que tuviéramos que dar a un no alcohólico por el mismo trabajo. El puesto no era para hacer el trabajo de Paso Doce, sino para facilitar que el trabajo de Paso Doce se hiciera. No era sino una simple cuestión de servicios especiales.Tampoco A.A. podría funcionar sin trabajadores especiales a sueldo. En las oficinas de la Fundación * y de los intergrupos, no podíamos emplear a personas no alcohólicas para trabajar como secretarias; necesitábamos personas que conocieran bien el programa de A.A. Pero en cuanto los contratamos, los ultraconservadores y los temerosos gritaron, "¡Profesionalismo!" En una época, la situación de estos fieles servidores era casi insoportable. no se les pedía hablar en las reuniones de A.A., porque "estaban haciendo dinero a costa de A.A." A veces, sus compañeros incluso evitaban su compañía. Aun los más caritativos los describían como un "mal necesario". Los comités se aprovecharon de lleno de esta actitud para reducir sus salarios. Podían recuperar parte de su virtud, se creía, si trabajaban para A.A. por un sueldo miserable. Durante muchos años, estas ideas persistían. Entonces, nos dimos cuenta de que una secretaria muy trabajadora que contestaba al teléfono docenas de veces al día, que escuchaba a veinte esposas lloronas, que tomaba disposiciones para hospitalizar a diez principiantes y para conseguirles padrinos, y que trataba de manera muy diplomática al borracho iracundo que se quejaba de cómo ella hacía su trabajo y de lo excesivo que era su sueldo, a ella difícilmente se le podía considerar como una profesional de A.A. No estaba profesionalizando el Paso Doce; simplemente lo estaba facilitando. Estaba contribuyendo a procurar que el hombre que llegaba a nuestra puerta tuviera la oportunidad que merecía. Los ayudantes y miembros de comité voluntarios podían ser de gran utilidad, pero no se podía esperar que ellos desempeñaran estas tareas día tras día.En la Fundación, se vuelve a repetir la misma historia. Ocho toneladas de libros y literatura al mes no se empaquetan ni se envían a sí mismo a todas partes del mundo. Montones de cartas que tratan de cualquier problema de A.A. imaginable, desde el solitario esquimal hasta los dolores de crecimiento de miles de grupos, tienen que ser contestadas por gente que sepa del asunto. Hay que mantener los contractos apropiados con el mundo exterior. Hay que vigilar y cuidar de las cuerdas de salvamento de A.A. Así que contratamos a miembros de A.A. como miembros del personal de la oficina. Les pagamos bien, y se ganan su sueldo. Son secretarios profesionales * (* El tipo de trabajo que realizan los miembros del personal en la actualidad no tiene equivalente en las empresas comerciales. Estos miembros de A.A. aportan a su servicio en la G.S.O. una amplia variedad de experiencia profesional y de negocios), pero no son profesionales de A.A.Quizás todo miembro de A.A. albergue para siempre en su corazón el vago temor de que algún día alguien explote nuestro nombre con ánimos de lucro personal. La mera insinuación de tal cosa siempre suele desatar un huracán, y hemos descubierto que los huracanes atacan con igual furia a los justos y a los injustos. No son nunca razonables.No hay individuos que hayan sido más zarandeados por estas tempestades emocionales que aquellos A.A. que se han atrevido a aceptar empleo con agencias ajenas que tratan del problema del alcohol. Una universidad quería que un miembro de A.A. educara al público sobre el alcoholismo. Una compañía buscaba a un encargado de personal familiarizado con el tema. Una granja estatal para borrachos buscaba a un gerente que supiera tratar con los borrachos. Una ciudad buscaba a un asistente social experimentado que supiera bien los efectos que el alcohol puede tener en la familia. Una comisión estatal sobre el alcohol buscaba a un investigador a sueldo. Estos sólo son algunos de los trabajos que se les han ofrecido a los miembros de A.A. a título individual. De vez en cuando, miembros de A.A. han comprado casas de convalecencia o granjas de reposo donde los borrachos maltrechos podían encontrar el cuidado que necesitaban. La pregunta era - y a veces todavía es - ¿se puede calificar de profesionalismo a estas actividades según la tradición de A.A.?Creemos que la respuesta es "No. Los miembros que eligen este tipo de ocupación no profesionalizan el Paso Doce de A.A.". El camino que nos llevó a esta conclusión fue largo y rocoso. Al comienzo, no podíamos ver el quid de la cuestión. En días anteriores, en el momento en que un A.A. aceptó un empleo en una empresa de esta índole, se sentía inmediatamente tentado de utilizar el nombre de Alcohólicos Anónimos con fines de publicidad o para recoger fondos. Las granjas de tratamiento, las empresas educativas, las legislaturas estatales y las comisiones publicaron el hecho de que tenían miembros de A.A. a su servicio. Con total ingenuidad, los A.A. que trabajaban en estas empresas rompían imprudentemente su anonimato, haciendo publicidad para su proyecto predilecto. Por esta razón , algunas buenas causas y todos sus allegados se veían sometidos a una crítica injusta por parte de los grupos de A.A. En la mayoría de los casos, estos ataque iban precedidos por el brío "¡Profesionalismo!. Este hombre está ganando dinero a costa de A.A." No obstante, no se había contratado a ninguno de ellos para hacer el trabajo de Paso Doce de A.A. Es estos casos, la violación no era el profesionalismo, eta el romper el anonimato. Se había comprometido el único objetivo de A.A. y se había abusado del nombre de Alcohólicos Anónimos.Es significativo que, ahora que casi ningún miembro de nuestra Comunidad rompe su anonimato al nivel público, casi todos estos temores han desaparecido. Nos damos cuenta de que no tenemos ningún derecho - y no hay ninguna necesidad - de desanimar a los A.A. que desean trabajar como particulares en estos amplios campos. De hecho, prohibírselo sería un gesto antisocial. No podemos declarar que A.A. sea una sociedad tan cerrada que guardemos nuestra experiencia y nuestros conocimientos como secretos de estado. Si un miembro de A.A., a título particular, puede llegar a ser un mejor investigador, educador, jefe de personal, ¿por qué no dejar que lo sea? Todo el mundo sale ganando, y nosotros no perdemos nada. Es cierto que algunos de los proyectos a los cuales se han vinculado los miembros de A.A. han sido mal concebidos, pero eso no tiene nada que ver con el principio que estamos considerando.Esta es la emocionante serie de acontecimientos de la que ha surgido la Tradición de no profesionalismo de A.A. Nunca se debe pagar por hacer el trabajo de Paso Doce, pero aquellos que trabajan en nuestro servicio son dignos de su sueldo.<br />Novena Tradición AA<br />"A.A. como tal nunca debe ser organizada; pero podemos crear juntas o comités de servicio que sean directamente responsables ante aquellos a quienes sirven".En su primera versión, la Novena Tradición decía: "Alcohólicos Anónimos debe tener el mínimo posible de organización". Desde aquel entonces, hemos cambiado de opinión. Hoy, podemos decir con seguridad que Alcohólicos Anónimos - A.A. como un todo - nunca debe organizarse en absoluto. Luego, en aparente contradicción, procedemos a crear juntas de servicio especiales y comités que están en sí organizados. ¿Cómo es posible, entonces, tener un movimiento no organizado que pueda crear, y que de hecho cree para sus operaciones una organización de servicio?. Al contemplar esta contradicción, la gente dice, "¿Qué quieren decir con esto de no tener organización?".Bueno, vamos a ver. ¿Ha oído alguien hablar de una nación, una religión, un partido político o incluso una asociación benéfica que no tenga reglas para hacerse miembro? ¿Ha oído alguien hablar de una sociedad que no pueda disciplinar a sus miembros, ni obligarles a obedecer sus reglas y reglamentos necesarios? ¿No es cierto que casi toda sociedad concede autoridad a algunos de sus miembros para imponer obediencia a los demás y para castigar o expulsar a los infractores? Por lo tanto, toda nación de hecho toda forma de sociedad, tiene que ser un gobierno administrado por seres humanos. En todas partes, el poder para dirigir o gobernar es la esencia de la organización.Pero Alcohólicos Anónimos es una excepción. No sigue esta pauta. Ni su Conferencia de Servicios Generales, ni la Junta de la Fundación, ni el más humilde comité de grupo puede dar ninguna orden a ningún miembro de A.A. y hacer que se cumple, ni mucho menos imponer un castigo. Hemos intentado hacerlo muchas veces, pero el resultado siempre ha sido un fracaso total. Los grupos han tratado de expulsar a algunos miembros, pero los expulsados han regresado al lugar de la reunión y han dicho: "Para nosotros esto es la vida; no pueden prohibirnos la entrada". Algunos comités han dado instrucciones a muchos miembros para que dejen de trabajar con una persona que recae constantemente, solo para tener como respuesta: "La forma en que hago el trabajo de Paso Doce es asunto mío. ¿Quiénes son ustedes para juzgarme?". Esto no significa que un A.A. no vaya a aceptar consejos o sugerencias de miembros más experimentados; pero, sin duda, no aceptará órdenes. ¿Quién es menos popular que el A.A. veterano, lleno de sabiduría, que se traslada a otra área y trata de decir al grupo de allí cómo debe funcionar? El y todos los que, como él, "miran con alarma por el bien de A.A.", no encuentran sino la resistencia más obstinada o, peor aún, la risa.Se podría creer que la sede de A.A. en Nueva York sería una excepción. La gente de allí tendría que tener alguna autoridad. Pero ya hace tiempo que tanto los custodios como los miembros del personal se dieron cuenta de que no podían hacer más que ofrecer sugerencias, y además ofrecerlas de forma muy suave. Incluso tuvieron que inventar un par de frases que todavía aparecen en la mitad de las cartas que escribe: "Claro que tienes perfecta libertad de manejar este asunto como mejor te parezca. Pero en su mayor parte, la experiencia de A.A. parece indicar que . . ." Esta actitud dista mucho de la de un gobierno central, ¿verdad? Bien sabemos que no se les puede imponer mandatos a los alcohólicos - ni individual ni colectivamente.En esta coyuntura, podemos oír exclamar a un clérigo, "¡Están convirtiendo la desobediencia en una virtud!" El siquiatra se le une diciendo, "¡Desafiantes maliciados. No quieren comportarse como adultos y amoldarse a las normas sociales!" El hombre de la calle dice, "¡No lo entiendo. Deben de estar chiflados!" Pero a todos estos observadores se les ha pasado por alto algo único de Alcohólicos Anónimos. A menos que cada miembro de A.A. siga como mejor pueda nuestros Doce Pasos de Recuperación sugeridos, es casi seguro que ha firmado su propia sentencia de muerte. Sus borracheras y su disolución no son castigos impuestos por gente con autoridad; son el resultado de su propia desobediencia a principios espirituales.Esta misma severa amenaza se cierne sobre el grupo. A menos que se esfuerce por observar las Doce Tradiciones de A.A., el grupo también puede deteriorarse y morir. Por lo tanto, nosotros los A.A. obedecemos principios espirituales, primero porque tenemos que hacerlo y por último porque nos agrada la manera de vivir que es el fruto de esta obediencia. Los grandes sufrimientos y el amor profundo son nuestros disciplinarios; no necesitamos otros.Ahora está claro que nunca debemos nombrar juntas para gobernarnos; y está igualmente claro que siempre tendremos que autorizar a trabajadores para que nos sirvan. Es la diferencia entre el espíritu de autoridad conferida y el espíritu de servicio, dos conceptos que a veces son polos opuestos. Con este espíritu de servicio, elegimos los comités rotativos de los grupos de A.A., la asociación intergrupal del área y la Conferencia de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos para A.A. como un todo, Incluso nuestra Fundación, que en el pasado era una junta independiente, hoy día es directamente responsable ante nuestra Comunidad. Sus miembros son los custodios de nuestros servicios mundiales y quienes los hacen funcionar con la mayor eficacia posible.Así como el objetivo de cada miembro de A.A. es la sobriedad personal, el objetivo de nuestros servicios es poner la sobriedad al alcance de todos los que la quieren. Si nadie hiciera las tareas del grupo, si nadie atendiera al teléfono de la oficina del área, si no contestáramos las cartas que nos llegan, A.A., como la conocemos, cesaría de funcionar. Se cortarían nuestras líneas de comunicación con aquellos que necesitan nuestra ayuda.A.A. tiene que funcionar, pero al mismo tiempo tiene que evitar los peligros de la gran riqueza, el prestigio y el poder arraigado que, para otras sociedades, necesariamente son una tentación. Aunque a primera vista puede parecer que la Novena Tradición trata de una cuestión plenamente práctica, en su aplicación concreta revela una sociedad sin organización, animada únicamente por el espíritu de servicio - una auténtica comunidad.<br />Décima Tradición AA<br />"Alcohólicos Anónimos no tiene opinión acerca de asuntos ajenos a sus actividades; por consiguiente su nombre nunca debe mezclarse en polémicas públicas".Nunca desde sus comienzos se ha visto Alcohólicos Anónimos dividida por una gran controversia. Ni tampoco nuestra Comunidad jamás ha tomado partido públicamente en ninguna polémica de este mundo turbulento. Sin embargo, esto no ha sido una virtud adquirida. Casi se podría decir que nacimos con ella, porque, como dijo recientemente un veterano, "Muy rara vez ha oído a los miembros de A.A. discutir acaloradamente entre sí cuestiones de religión, política o reforma. Mientras no discutamos sobre estos asuntos en privado, podemos contar con que no lo haremos en público".Como si estuviéramos guiados por algún instinto profundo, los A.A. hemos sabido desde el mismo principio que, fuera cual fuera la provocación, jamás debemos tomar participado públicamente en ninguna querella, por muy noble que fuese. La historia nos presenta el espectáculo de naciones y grupos enredados en conflictos que acabaron finalmente destrozados por haberse originado en controversias o por haber caído en la tentación de participar en ellas. Otros se derrumbaron debido a su fanática rectitud, al intentar imponer en el resto de la humanidad unos ideales de su propia invención. En nuestros tiempos, hemos visto morir a millones de personas en guerras políticas o económicas, a menudo provocadas por diferencias religiosas o raciales. Vivimos bajo el inminente peligro de un nuevo holocausto encendido con motivo de determinar cómo deben gobernarse los hombres, y cómo deben repartirse entre ellos los frutos de la naturaleza y de sus labores. Este es el clima espiritual en el que nació A.A. y en el que, por la gracia de Dios, a pesar de todo, ha florecido.Recalquemos que esta aversión a pelearnos entre nosotros o con los demás, no la consideramos como una virtud especial que nos hace sentir superiores a otra gente. Ni tampoco quiere decir que los miembros de Alcohólicos Anónimos, ahora restablecidos como ciudadanos del mundo, vaya, a evadir su responsabilidad individual de actuar según le parece apropiado con respecto a las cuestiones de nuestra época. Pero cuando se trata de A.A. como un todo, es un asunto muy diferente. No nos metemos en controversias públicas, porque sabemos que nuestra Sociedad perecerá si lo hacemos. Creemos que la supervivencia y el crecimiento de Alcohólicos Anónimos tiene mucho más importancia que la influencia que colectivamente pudiéramos tener a favor de cualquier otra causa. Ya que la recuperación del alcoholismo significa para nosotros la vida misma, es imperativo que conservemos en su plena potencia nuestro medio de sobrevivir.Puede que esto cause la impresión de que los alcohólicos de A.A. han llegado repentinamente a una armonía perfecta y se han convertido en una gran familia feliz. Claro que no es así. Por ser seres humanos, tenemos nuestras riñas. Antes de alcanzar un poco de estabilidad, A.A. parecía más que nada una riña colosal, al menos en la superficie. El director de una empresa, que acababa de votar en pro de un desembolso de cien mil dólares, llegaba a una reunión de negocios de A.A. y se ponía hecho una furia por unos gastos de veinticinco dólares para comprar los sellos de correo que necesitábamos. Disgustados por el intento de algunos de dirigir el grupo, la mitad de los hombres se iban airadamente para formar otro grupo que fuera más a su gusto. Los ancianos, aquejados de un arranque de fariseísmo, se han puesto enfurruñados. Se han lanzado ataques encarnizado en contra de la gente sospechosa de tener motivos dudosos. A pesar de todo ese ruido, nuestras pequeñas desavenencias nunca hicieron a A.A. el menor daño. Eran una parte integrante del proceso de aprender a vivir y trabajar juntos. Vale mencionar también que casi siempre tenían que ver con formas de hacer que A.A. fuera más eficaz, cómo hacer el mayor bien para el mayor número posible de alcohólicos.La Sociedad Washingtoniana, un movimiento de alcohólicos que empezó en Baltimore hace un siglo, estuvo a punto de dar con la solución del alcoholismo. Al principio, la sociedad estaba compuesta exclusivamente por alcohólicos que trataban de ayudarse mutuamente. Los primeros miembros vieron que debían dedicarse a este único propósito. En muchos aspectos, los Washingtonianos eran parecidos a los A.A. de ahora. Llegaron a tener más de cien mil miembros. Si se les hubiera dejado en paz, y si se hubieran aferrado a su único objetivo, es posible que hubieran encontrado toda la solución. Pero no sucedió así. Los Washingtonianos permitieron que los políticos y los reformistas, tanto alcohólicos como no alcohólicos, se aprovecharan de la sociedad para sus propios fines. Por ejemplo, en aquel entonces la abolición de la esclavitud era una candente cuestión política. Pronto, los oradores del movimiento Washingtoniano tomaban partido, pública y apasionadamente, en esta controversia. Quizás la sociedad pudiera haber salido ilesa de la controversia de la abolición de la esclavitud, pero una vez que se puso a reformar las costumbres de beber de los norteamericanos, sus días estaban contados. Los Washingtonianos se convirtieron en cruzados de la temperancia y, a los pocos años perdieron completamente su eficacia para ayudar a los alcohólicos.Alcohólicos Anónimos no ha echado en saco roto la lección aprendida de los Washingtonianos. Al contemplar las ruinas de ese movimiento, los primeros miembros de A.A. decidimos mantener nuestra Sociedad fuera de toda controversia pública. De esa manera, se colocó la piedra angular de la Décima Tradición: "Alcohólicos Anónimos no tiene opinión acerca de asuntos ajenos a sus actividades; por consiguiente su nombre nunca debe mezclarse en polémicas públicas".<br />Undécima Tradición AA<br />"Nuestra política de relaciones públicas se basa más bien en la atracción que en la promoción; necesitamos mantener siempre nuestro anonimato personal ante la prensa, la radio y el cine".De no contar con una multitud de amigos sinceros, A.A. nunca podría haberse desarrollado como lo ha hecho. En todas partes del mundo, una cantidad inmensa de publicidad favorable de toda índole ha sido el medio principal para atraer a los alcohólicos a nuestra Comunidad. En las oficinas, los clubes y las casas de los A.A., los teléfonos suenen constantemente. Una voz dice, "Leí un artículo en el periódico...", otra dice, "oímos un programa de radio ...", otra más, "vimos una película ... ", o, "vimos algo acerca de A.A. en la televisión". No es una exageración decir que la mitad de los miembros de A.A. han sido dirigidos a nosotros por conductos como éstos.No todos los que nos llaman solicitando información son alcohólicos o sus familiares. Los médicos leen artículos acerca de Alcohólicos Anónimos en revistas profesionales y nos llaman para obtener más información. Los clérigos leen artículos en publicaciones editadas por organizaciones más detalladas. Jefes de empresas comerciales e industriales se enteran de que las grandes corporaciones nos han dado su aprobación, y se ponen en contracto con nosotros, para saber lo que se puede hacer en cuanto al alcoholismo en sus propias compañías.Por lo tanto, recayó sobre nosotros la gran responsabilidad de elaborar la mejor política de relaciones públicas posible para Alcohólicos Anónimos. Tras muchas experiencias dolorosas, creemos haber determinado cuál debe ser esta política. En muchos aspectos, es lo contrario de las acostumbradas tácticas publicitarias. Nos dimos cuenta de que teníamos que contar con el principio de atracción, en vez del de promoción.Veamos cómo estas dos ideas contrastantes - atracción y promoción - funcionan. Un partido político quiera ganar una elección, así que, para atraer votos, hace propaganda de las virtudes de sus candidatos. Una noble institución benéfica quiere recoger fondo; en seguida, aparecen en su membrete los nombres de toda la gente distinguida que le ha dado su apoyo. Una gran parte de la vida política, económica y religiosa del mundo depende de la publicidad que se hace a sus líderes. Los individuos que simbolizan causas e ideas satisfacen una profunda necesidad humana. Nosotros los A.A. no lo dudamos. No obstante, tenemos que enfrentarnos seria y sensatamente con la realidad de que el estar a la vista del público es peligroso, especialmente para nosotros. Por temperamento, casi todos nosotros habíamos sido promotores tenaces, y la perspectiva de una sociedad compuesta casi exclusivamente por promotores era algo horripilante. Teniendo en cuenta este factor explosivo, nos dimos cuenta de que tendríamos que ejercer control sobre estos impulsos.Las recompensas de esa forma de proceder han sido asombrosas. El resultado ha sido más publicidad favorecedora de la que jamás pudiéramos haber generado por medio de los inventos y talentos de los mejores agentes de publicidad de A.A. Claro que A.A. tenía que tener algún tipo de publicidad, así que llegamos a la conclusión de que era mejor dejar que nuestros amigos nos la hicieran. Y esto es exactamente lo que ha pasado, hasta un extremo increíble. Los periodistas veteranos, acostumbrados a poner todo en duda, han hecho todo lo posible por transmitir el mensaje de A.A. Para ellos, somos algo más que una fuente de artículos de interés periodístico. En casi toda ocasión, los hombres y mujeres de la prensa se han unido a nosotros como amigos.Al principio, la prensa no podía entender nuestro rechazo de toda publicidad personal. Estaban totalmente perplejos por nuestra insistencia en el anonimato. Luego, la comprendieron. Se encontraron ante algo inusitado en el mundo - una sociedad que decía que quería hacer publicidad de sus principios y sus obras, pero no de sus miembros individuales. La prensa estaba encantada con esta actitud. Desde entonces, estos amigos han hecho reportajes sobre A.A. con un entusiasmo que a los miembros más fervientes les resultaría difícil igualar.De hecho, había una época en que la prensa de Norteamérica apreciaba el valor que el anonimato de A.A. tenía para nosotros incluso más que algunos de nuestros propios miembros. En un momento dado, unos cien miembros de nuestra Sociedad estaban rompiendo su anonimato al nivel público. Con muy buenas intenciones, esas personas decían que le principio de anonimato era algo anticuado, algo que pertenecía a la época pionera de A.A. Estaban convencidos de que A.A. podría avanzar más rápidamente y llegar más lejos, si se valiera de los métodos modernos de publicidad. En A.A., indicaban, había muchas personas de fama local, nacional o internacional. Si estaban dispuestos - y muchos lo estaban. ¿Por qué no hacer publicidad de su pertenencia a A.A., y así animar a otros a unirse a nosotros? Estos eran argumentos plausibles, pero nuestros amigos escritores no estaban de acuerdo.La Fundación dirigió cartas a casi todas las agencias de noticias de Norteamérica, exponiendo nuestra política de relaciones públicas de atracción en vez de promoción, y haciendo hincapié en que el anonimato personal es la mejor protección de A.A. Desde aquel entonces, los editores y redactores repetidamente han omitido los apellidos y las fotos de los miembros en los artículos que trataban de A.A.; a menudo, han hecho recordar a personas ambiciosas el principio de anonimato de A.A. Con este fin, incluso han llegado a sacrificar buenas historias. Si vigorosa cooperación nos ha sido de gran ayuda. Solo quedan unos pocos miembros de A.A. que rompen deliberadamente su anonimato al nivel público.Este es, en breve, el proceso que dio como fruto la Undécima Tradición. No obstante, para nosotros representa mucho más que una sensata política de relaciones públicas. Es más que un rechazo del egoísmo. Esta Tradición nos recuerda de manera constante y concreta que en A.A. no hay lugar para la ambición personal. Mediante esta Tradición, cada miembro es un guardián activo de nuestra Comunidad.<br />Duodécima Tradición AA<br />"El anonimato es la base espiritual de todas nuestras Tradiciones, recordándonos siempre anteponer los principios a las personalidades".La sustancia espiritual del anonimato es el sacrificio. Ya que las Doce Tradiciones de A.A. nos piden repetidamente que sacrifiquemos nuestros deseos por el bien común, nos damos cuenta de que el espíritu de sacrificio - simbolizado muy apropiadamente por el anonimato - es la base de todas ellas. La buena disposición de los A.A. para hacer estos sacrificios, demostrada una y otra vez, es lo que hace que la gente sienta gran confianza en nuestro porvenir.Pero al principio, el anonimato no nació de la confianza; era hijo de nuestros temores. Nuestros primeros grupos de alcohólicos no tenían nombre; eran sociedades secretas. Los nuevos solo podían encontrarnos por medio de unos cuantos amigos de confianza. La mera insinuación de publicidad, incluso de nuestro trabajo, nos asustaba. Aunque ya no éramos bebedores, todavía creíamos que teníamos que escondernos de la desconfianza y el desprecio del público.Cuando se publicó el Libro Grande en 1939, le pusimos el título de "Alcohólicos Anónimos". En su prólogo aparecía esta reveladora declaración: "Es importante que nosotros permanezcamos anónimos porque en el presente somos muy pocos para atender el gran número de solicitantes que pueden resultar de esta publicación. Siendo la mayoría gente de negocios o profesionales, no podríamos realizar bien nuestro trabajo en tal eventualidad". Se puede leer fácilmente entre estas líneas nuestro temor de que una gran afluencia de gente nueva pudiera causar una ruptura de anonimato de inmensa proporción.A medida que se multiplicaban los grupos de A.A., también se multiplicaban los problemas de anonimato. Entusiasmados por la recuperación espectacular de un hermano alcohólico, a veces hablábamos abiertamente de los detalles íntimos y angustiosos de su caso, detalles que estaban destinados únicamente para los oídos de su padrino. Entonces, la víctima agraviada decía, con razón, que habíamos traicionado su confianza. Estos episodios, cuando empezaron a circular fuera de A.A., provocaron una gran falta de confianza en nuestra promesa de anonimato. Incluso hacían que a menudo la gente se alejara de nosotros. Claramente, el nombre - y también la historia - de cada miembro de A.A. tenía que ser confidencial, si él así lo deseaba. Esta fue nuestra primera lección en la aplicación práctica del anonimato.No obstante, a algunos de nuestros principiantes, con su típica intemperancia, no les importaba en absoluto la confidencialidad. Querían proclamar a los cuatro vientos que eran miembros de A.A., y así lo hicieron. Los alcohólicos apenas desintoxicados iban corriendo enardecidos por todas partes, enganchando a cualquiera que les escuchara contar sus historias. Otros se precipitaban a colocarse delante los micrófonos y las cámaras. A veces, se emborrachaban estrepitosamente, poniendo a sus grupos en un gran aprieto. Pasaron de ser miembros de A.A. a ser fanfarrones de A.A.Este fenómeno nos hizo parar a pensar. Teníamos ante nosotros la pregunta: "¿Hasta qué punto debe ser anónimo un miembro de A.A.?". Nuestro desarrollo dejó claro que no podíamos ser una sociedad secreta, pero era igualmente claro que tampoco podíamos convertirnos en una especie de circo. Tardamos mucho tiempo en trazar un camino seguro entre estos extremos.Por regla general, el típico recién llegado quería que su familia supiera inmediatamente lo que intentaba hacer. También quería contárselo a otros que habían tratado de ayudarle - su médico, su consejero espiritual y sus amigos íntimos. A medida que iba cobrando confianza, le parecía apropiado explicar su nueva forma de vivir a su jefe y as sus colegas. Cuando se le presentaba la oportunidad de ayudar, le resultaba fácil hablar de A.A. con casi cualquier persona. Estas revelaciones privadas le ayudaban a perder el miedo al estigma del alcoholismo, y a difundir las nuevas de la existencia de A.A. en su comunidad. Muchas personas nuevas llegaron a A.A. como consecuencia de tales conversaciones. Aunque estos intercambios no seguían estrictamente el sentido literal del anonimato, sí se ajustaban al espíritu del principio.No obstante, nos dimos cuenta de que este método de comunicación de palabra era muy limitado. Nuestro trabajo, como tal, tenía que hacerse público. Los grupos de A.A. tendrían que alcanzar a tantos alcohólicos desesperados como pudieran. Por consiguiente, muchos grupos empezaron a celebrar reuniones abiertas al público y amigos interesados, a fin de que el ciudadano medio pudiera ver con sus propios ojos de qué se trataba A.A. Estas reuniones tuvieron una calurosa acogida. Muy pronto los grupos empezaron a recibir solicitudes para que miembros de A.A. hablaran ante las organizaciones cívicas, asociaciones religiosas y sociedades médicas. Con tal que en estas ocasiones se guardara el anonimato y se advirtiera a los periodistas presentes que se abstuvieran de usar los apellidos y las fotos, el resultado era bueno.Luego tuvimos nuestras primeras experiencias en el campo de la publicidad a gran escala, y fueron asombrosas. Como consecuencia de los artículos acerca de nosotros publicados en el Cleveland Plain Dealer, el número de miembros en esta ciudad pasó de la noche a la mañana de unos pocos a varios centenares. Las crónicas que aparecieron en la prensa sobre la cena que el Sr. Rockefeller dio para Alcohólicos Anónimos contribuyeron a que se duplicara el número de miembros en el plazo de un año. El famoso artículo de Jack Alexander en el Saturday Evening Post convirtió a A.A. en una institución nacional. Tributos como éstos nos brindaron otras oportunidades para darnos a conocer. Más periódicos y revistas querían publicar reportajes acerca de A.A. Algunas compañías cinematográficas querían filmarnos. La radio y después la televisión nos acosaban con solicitudes de entrevistas. ¿Qué debíamos hacer?.Al ver crecer esta marea que podría traer consigo una gran aprobación pública, nos dimos cuenta de que podría hacernos un bien incalculable o un tremendo daño. Todo dependería de cómo se canalizara. Simplemente no podíamos exponernos al riesgo de que algunos miembros autonombrados se presentaran a ellos mismos como los mecías y portavoces de A.A. ante el público en general. Nuestros instintos promotores podrían ser nuestra destrucción. Si uno solo de esos miembros se emborrachara en público, o se rindiera a la tentación de utilizar el nombre de A.A. para su propio nivel (la prensa, la radio, el cine, la televisión), la única respuesta posible era el anonimato - un cien por cien de anonimato. Es este caso, los principios tendrían que anteponerse a las personalidades, sin excepción alguna.Estas experiencias nos enseñaron que el anonimato no es sino la auténtica humildad en acción. Es una cualidad espiritual que hoy día caracteriza todos los aspectos de la forma de vida de A.A. en todas partes. Animados por el espíritu de anonimato, nos esforzamos por abandonar nuestros deseos naturales de distinguirnos personalmente como miembros de A.A., tanto entre nuestros compañeros alcohólicos como ante el público en general. Al poner a un lado estas aspiraciones eminentemente humanas, creemos que cada uno de nosotros participa en tejer un manto protector que cubre toda nuestra Sociedad y bajo el cual podemos desarrollarnos y trabajar en unidad.Estamos convencidos de que la humildad, expresada por el anonimato, es la mayor protección que Alcohólicos Anónimos jamás puede tener.Grupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-7679852662877275912009-02-11T07:18:00.000-08:002009-02-11T07:19:51.404-08:00LOS 12 PASOS DE RECUPERACIONPRIMER PAS0 AA<br /><br />"Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables".¿A quien gusta admitir la derrota total? A casi nadie, por supuesto. Todos los instintos naturales se rebelan contra la idea de la impotencia personal. Es verdaderamente horrible admitir que, con una copa en la mano, hemos deformado nuestra mente hasta tener una obsesión por beber tan destructiva que solo un acto de la Providencia puede librarnos de ella.No hay otro tipo de bancarrota como ésta. El alcohol, ahora convertido en nuestro acreedor más despiadado, nos despoja de toda confianza en nosotros mismos y toda voluntad para resistirnos a sus exigencias. Una vez que se acepta esta dura realidad, nuestra bancarrota como seres humanos es total.Pero al ingresar en A.A. pronto adoptamos otra perspectiva sobre esta humillación absoluta. Nos damos cuenta de que sólo por medio de la derrota total podemos dar nuestros primeros pasos hacia la liberación y la fortaleza. La admisión de nuestra impotencia personal resulta ser a fin de cuentas la base segura sobre la que se puede construir una vida feliz y útil.Sabemos que son pocos los beneficios que un alcohólico que ingrese en A.A. puede esperar, si ni ha aceptado, desde el principio, su debilidad devastadora y todas sus consecuencias. Mientras no se humille así, su sobriedad - si es que la logra - será precaria. No encontrará la verdadera felicidad. Esta es una de las realidades de la vida de A.A., comprobada más allá de toda duda por una vasta experiencia. El principio de que no encontraremos una fortaleza duradera hasta que no hayamos admitido la derrota total es la raíz principal de la que ha brotado y florecido nuestra Sociedad.Al vernos obligados a admitir la derrota, la mayoría de nosotros nos rebelamos. Habíamos acudido a A.A. con la esperanza de que se nos enseñara a tener confianza en nosotros mismos. Entonces, se nos dijo que, en lo concerniente al alcohol, la confianza en nosotros mismos no valía para nada; que de hecho era una gran desventaja. Nuestros padrinos nos dijeron que éramos víctimas de una obsesión mental tan sutilmente poderosa que ningún grado de voluntad humana podría vencerla. Se nos dijo que sin ayuda ajena no podía existir tal cosa como la victoria personal sobre esta obsesión. Complicando implacablemente nuestro dilema, nuestros padrinos señalaron nuestra creciente sensibilidad al Alcohol - una alergia, la llamaban.<br />El tirano alcohol blandía sobre nosotros una espada de doble filo: primero, nos veíamos afligidos por un loco deseo que nos condenaba a seguir bebiendo y luego por una alergia corporal que aseguraba que acabaríamos destruyéndonos a nosotros mismos. Eran muy contados los que, acosados de esta manera, habían logrado ganar este combate mano a mano. Las estadísticas demostraban que los alcohólicos casi nunca se recuperaban por sus propios medios. Y esto aparentemente había sido verdad desde que el hombre pisó las uvas por primera vez.Durante los años pioneros de A.A., únicamente los casos más desesperados podían tragar y digerir esta dura verdad. E incluso estos "moribundos" tardaban mucho en darse cuenta de lo grave de su condición. Pero unos cuantos sí se dieron cuenta y cuando se aferraban a los principios de A.A. con todo el fervor con que un náufrago se agarra ala salvavidas, casi sin excepción empezaban a mejorarse. Por eso, la primera edición del libro "Alcohólicos Anónimos", publicado cuando teníamos muy pocos miembros, trataba exclusivamente de casos de bajo fondo. Muchos alcohólicos menos desesperados probaron A.A., pero no les dio resultado porque no podían admitir su impotencia.Es una tremenda satisfacción hacer constar que esta situación cambió en los años siguientes. Los alcohólicos que todavía conservaban su salud, sus familias, sus trabajos e incluso tenían dos coches en su garaje, empezaron a reconocer su alcoholismo. Según aumentaba esta tendencia, se unieron a ellos jóvenes que apenas se podían considerar alcohólicos en potencia. Todos ellos se libraron de esos diez o quince años de auténtico infierno por los que el resto de nosotros habíamos tenido que pasar. Ya que el Primer Paso requiere que admitamos que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables, ¿cómo iban a dar este Paso personas como ésas?Era claramente necesario levantar el fondo que el resto de nosotros habíamos tocado hasta el punto que les llegara a tocar a ellos. Al repasar nuestros historiales de bebedores, podíamos demostrar que, años antes de darnos cuenta, ya estábamos fuera de control, que incluso entonces nuestra forma de beber no era un simple hábito, sino que en verdad era el comienzo de una progresión fatal. A los que todavía lo dudaban, les podíamos decir, "Tal vez no seas alcohólico. ¿Por qué no tratas de seguir bebiendo de manera controlada, teniendo en cuenta, mientras tanto, lo que te hemos dicho acerca del alcoholismo?".<br />Esta actitud produjo resultados inmediatos y prácticos. Entonces se descubrió que cuando un alcohólico había sembrado en la mente de otro la idea de la verdadera naturaleza de su enfermedad, esta persona nunca podría volver a ser la misma. Después de cada borrachera, se diría a sí mismo, "Tal vez esos A.A. tenían razón… " Tras unas cuantas experiencias parecidas, a menudo años antes del comienzo de graves dificultades, volvería a nosotros convencido. Había tocado su fondo con la misma contundencia que cualquiera de nosotros. La bebida se había convertido en nuestro mejor abogado.¿Por qué tanta insistencia en que todo A.A. toque fondo primero? La respuesta es que muy poca gente tratará de practicar sinceramente el programa de A.A. a menos que haya tocado fondo. Porque la práctica de los restantes once Pasos de A.A. supone actitudes y acciones que casi ningún alcohólico que todavía bebe podría siquiera soñar en adoptar. ¿Quién quiere ser rigurosamente honrado y tolerante? ¿Quién quiere confesar sus faltas a otra persona y reparar los daños causados? ¿A quién le interesa saber de un Poder Superior, y aun menos pensar en la meditación y la oración? ¿Quién quiere sacrificar tiempo y energía intentando llevar el mensaje de A.A. al que todavía sufre? No, al alcohólico típico, extremadamente egocéntrico, no le interesa esta perspectiva - a menos que tenga que hacer estas cosas para conservar su propia vida.Bajo el látigo del alcoholismo, nos vemos forzados a acudir a A.A. y allí descubrimos la naturaleza fatal de nuestra situación. Entonces, y sólo entonces, llegamos a tener la amplitud de mente y la buena disposición para escuchar y creer que tienen los moribundos. Estamos listos y dispuestos a hacer lo que haga falta para librarnos de esta despiadada obsesión.<br />SEGUNDO PASO AA<br /><br />"Llegamos a creer que un Poder superior a nosotros mismos podría devolvernos el sano juicio".Al leer el Segundo Paso, la mayoría de los recién llegados a A.A. se ven enfrentados a un dilema, a veces un grave dilema. Cuántas veces les hemos oído gritar: "Miren lo que nos han hecho. Nos han convencido de que somos alcohólicos y que nuestras vidas son ingobernables. Después de habernos reducido a un estado de impotencia total, ahora nos dicen que sólo un Poder Superior puede librarnos de nuestra obsesión. Algunos de nosotros no queremos creer en Dios, otros no podemos creer, y hay otros que, aunque creen en Dios, no confían en que El haga este milagro. Bien, ya nos tienen con el agua al cuello - pero, ¿cómo vamos a salir del apuro?".Consideremos primero el caso de aquel que dice que no quiere creer - el caso del rebelde. Su estado de ánimo solo puede describirse como salvaje. Toda su filosofía de la vida, de la que tanto se vanagloriaba, se ve amenazada. Cree que ya hace bastante al admitir que le alcohol le ha vencido para siempre. Pero ahora, todavía dolido por esa admisión, se le plantea algo realmente imposible. ¡Cuánto le encanta la idea de que el hombre, que surgió tan majestuosamente de una sola partícula del barro primitivo, sea la vanguardia de la evolución, por consiguiente el único dios que existe en su universo! ¿Ha de renunciar a todo eso para salvarse?Al llegar a este punto, su padrino se suele reír. Para el recién llegado, esto es el colmo. Es el principio del fin. Y es cierto: es el principio del fin de su antigua forma de vivir y el comienzo de una nueva vida. Su padrino probablemente le dice: "Tómatelo con calma. El traje que te tienes que poner no te va a quedar tan estrecho como tú te crees. Vamos, yo no lo he encontrado tan estrecho, ni tampoco un amigo mío que había sido vicepresidente de la Sociedad Americana de Ateísmo. El se lo puso y dice que no le aprieta en absoluto"."De acuerdo" dice el recién llegado, "sé que lo que me dices es la verdad. Todos sabemos que A.A. está lleno de personas que antes pensaban como yo. Pero, en estas circunstancias, ¿cómo quieres que me lo 'tome con calma'? Eso es lo que yo quisiera saber"."Muy buena pregunta", le responde el padrino. "Creo que puedo decirte exactamente cómo tranquilizarte. Y no vas a tener que esforzarte mucho. Escucha, si tuvieras la bondad, las tres siguientes afirmaciones. Primero, Alcohólicos Anónimos no te exige que creas en nada. Todos sus Doce Pasos no son sino sugerencias. Segundo, para lograr y mantener la sobriedad, no te tienes que tragar todo lo del Segundo Paso en este preciso momento. Al recordar mi propia experiencia, veo que me lo fui tomando en pequeñas dosis. Tercero, lo único que necesitas es una mente verdaderamente abierta. Deja de meterte en debates y de preocuparte por cuestiones tan profundas como el tratar de averiguar si fue primero el huevo o la gallina. Te repito una vez más, lo único que necesitas es una mente abierta".El padrino continúa: "Fíjate, por ejemplo, en mi propio caso. Estudié una carrera científica. Naturalmente respetaba, veneraba e incluso adoraba la ciencia. A decir verdad, todavía lo hago - excepto lo de adorarla. Repetidas veces mis maestros me expusieron el principio básico de todo progreso científico: investigar y volver a investigar, una y otra vez, y siempre con una mente abierta. La primera vez que eché una mirada al programa de A.A., mi reacción fue exactamente como la tuya. Este asunto de A.A., me dije, no es nada científico. No puedo tragarlo. No me voy a parar a considerar tales tonterías."Luego me desperté. Tuve que admitir que A.A. producía resultados, prodigiosos resultados. Me di cuenta de que mi actitud ante éstos había sido muy pronto científica. No era A.A. quien tenía la mente cerrada, sino yo. En el instante en que dejé de debatir, pude empezar a ver y sentir. En ese momento, el Segundo Paso, sutil y gradualmente, empezó a infiltrarse en mi vida. No puedo fijar ni la ocasión ni el día preciso en que llegué a creer en un Poder superior a mí mismo, pero sin deuda ahora tengo esa creencia. Para llegar a tenerla, sólo tenía que dejar de luchar y ponerme a practicar el resto del programa de A.A. con el mayor entusiasmo posible."Claro está que ésta es la opinión de un solo hombre basada en su propia experiencia. Me apresuro a asegurarte que en su búsqueda de la fe, los A.A. andar por innumerables caminos. Si no te gusta el que te ha sugerido, seguro que descubrirá uno que te convenga si mantienes abiertos los ojos y los oídos. Muchos hombres como tú han empezado a solucionar el problema por el método de la substitución. Si quieres, puedes hacer de A.A. tu "poder superior". Aquí tienes un grupo grande de gente que ha resuelto su problema con el alcohol. En este sentido, constituye sin duda un poder superior a ti, ya que tú ni siquiera te has aproximado a encontrar una solución. Seguro que puedes tener fe en ellos. Incluso este mínimo de fe será suficiente. Vas a encontrar a muchos miembros que han cruzado el umbral exactamente así. Todo te dirán que, una vez que lo cruzaron, su fe se amplió y se profundizó. Liberados de la obsesión del alcohol, con sus vidas inexplicablemente transformadas, llegaron a creer en un Poder Superior, y la mayoría de ellos empezaron a hablar de Dios".Consideremos ahora la situación de aquellos que antes tenían fe, pero la han perdido. Entre ellos, se encuentran los que han caído en la indiferencia; otros que, llenos de autosuficiencia, se han apartado; otros que han llegado a tener prejuicios en contra de la religión; y otros más que han adoptado una actitud desafiante, porque Dios no les ha complacido en sus exigencias. ¿Puede la experiencia de A.A. decirles a todos ellos que todavía les es posible encontrar una fe que obra?.A veces el programa de A.A. les resulta más difícil a aquellos que han perdido o han rechazado la fe que a aquellos que nunca la han tenido, porque creen que ya han probado la fe y no les ha servido de nada. Han probado el camino de la fe y el camino de la incredulidad. Ya que ambos caminos les han dejado amargamente decepcionados, han decidido que no tienen a dónde ir. Los obstáculos de la indiferencia, de la imaginada autosuficiencia, de los prejuicios y de la rebeldía les resultan más resistentes y formidables que cualquiera que haya podido erigir un agnóstico o incluso un ateo militante. La religión dice que se puede demostrar la existencia de Dios; el agnóstico dice que no se puede demostrar; y el ateo mantiene que se puede demostrar que Dios no existe. Huelga decir que el dilema del que se desvía de la fe es el de una profunda confusión. Cree que ha perdido la posibilidad de tener el consuelo que ofrece cualquier convicción. No puede alcanzar ni el más mínimo grado de esa seguridad que tiene el creyente, el agnóstico o el ateo. Es el vivo retrato de la confusión.Muchos A.A. pueden decirle a esta persona indecisa, "Sí, nosotros también nos vimos desviados de la fe de nuestra infancia. Nos vimos abrumados por un exceso de confianza juvenil. Por supuesto, estábamos contentos de haber tenido un buen hogar y una formación religiosa que nos infundió ciertos valores. Todavía estábamos convencidos de que debíamos ser bastante honrados, tolerantes y justos; que debíamos tener aspiraciones y trabajar con diligencia. Llegamos a la convicción de que estas simples normas de honradez y decoro nos bastarían."Conforme el éxito material, basado únicamente en estos atributos comunes y corrientes, empezó a llegarnos, nos parecía que estábamos ganando el juego de la vida. Esto nos produjo un gran regocijo y nos hizo sentirnos felices. ¿Por qué molestarnos con abstracciones teológicas y obligaciones religiosas o con el estado de nuestra alma, tanto aquí como en el más allá? La vida real y actual nos ofrecía suficientes satisfacciones. La voluntad de triunfar nos salvaría. Pero entonces el alcohol empezó a apoderarse de nosotros. Finalmente, al mirar al marcador y no ver ningún tanto a nuestro favor y darnos cuenta de que con un fallo más no quedaríamos para siempre fuera de juego, tuvimos que buscar nuestra fe perdida. La volvimos a encontrar en A.A. Y tú también puedes hacer lo mismo".Ahora nos enfrentamos con otro tipo de problema: el hombre o la mujer intelectualmente autosuficiente. A estas personas, muchos A.A. les pueden decir: "Sí, éramos como tú - nos pasábamos de listos. Nos encantaba que la gente nos considerara precoces. Nos valíamos de nuestra educación para inflarnos de orgullo como globos, aunque hacíamos lo posible para ocultar esta actitud ante los demás. En nuestro fuero interno, creíamos que podíamos flotar por encima del resto de la humanidad debido únicamente a nuestra capacidad cerebral. El progreso científico nos indicaba que no había nada que el hombre no pudiera hacer. El saber era todopoderoso. El intelecto podía conquistar la naturaleza. Ya que éramos más inteligentes que la mayoría de la gente (o así lo creíamos), con solo ponernos a pensar tendríamos el botín del vencedor. El dios del intelecto desplazó al Dios de nuestros antepasados. Pero nuevamente Don Alcohol tenía otros planes. Nosotros, que tanto habíamos ganado casi sin esfuerzo, lo perdimos todo. Nos dimos cuenta de que, si no volviéramos a considerarlo, moriríamos. Encontramos muchos en A.A. que habían pensado como nosotros. Nos ayudaron a desinflarnos hasta llegar a nuestro justo tamaño. Con su ejemplo, nos demostraron que la humildad y el intelecto podían ser compatibles, con tal de que siempre antepusiéramos la humildad al intelecto. Cuando empezamos a hacerlo, recibimos el don de la fe, una fe que obra. Esta fe también la puedes recibir tú".Otro sector de A. A. dice: "Estábamos hartos de la religión y de todo lo que conlleva la religión. La Biblia nos parecía una sarta de tonterías; podíamos citarla, versículo por versículo, y en la maraña de genealogía perdimos de vista las bienaventuranzas. A veces, según lo veíamos nosotros, la conducta moral que proponía era inalcanzablemente buena; a veces indudablemente nefasta. Pero lo que más nos molestaba era la conducta moral de los religiosos. Nos entreteníamos señalando la hipocresía, la fanática intolerancia y el aplastante fariseísmo que caracterizaban a tantos de los creyentes, incluso en sus trajes de domingo. Cuánto nos encantaba recalcar el hecho de que millones de los 'buenos hombres de la religión' seguían matándose, los unos a los otros, en nombre de Dios. Todo esto, por supuesto, significaba que habíamos sustituido los pensamientos positivos por los negativos. Después de unirnos a A.A., tuvimos que darnos cuenta de que esa actitud nos había servido para inflar nuestros egos. Al destacar los pecados de algunas personas religiosas, podíamos sentirnos superiores a todos los creyentes. Además, podíamos evitarnos la molestia de reconocer algunos de nuestros propios defectos. El fariseísmo, que tan desdeñosamente habíamos condenado en los demás, era precisamente el mal que a nosotros nos aquejaba. Esta respetabilidad hipócrita era nuestra ruina en cuanto a la fe. Pero finalmente, al llegar derrotados a A.A., cambiamos de parecer."Como los siquiatras han comentado a menudo, la rebeldía es la característica más destacada de muchos alcohólicos. Así que no es de extrañar que muchos de nosotros hayamos pretendido desafiar al mismo Dios. A veces lo hemos hecho porque Dios no nos ha entregado las buenas cosas de la vida que le habíamos exigido, como niños codiciosos que escriben cartas a los Reyes Magos pidiendo lo imposible. Más a menudo, habíamos pasado por una gran calamidad y, según nuestra forma de pensar, salimos perdiendo porque Dios nos había abandonado. La muchacha con quien queríamos casarnos tenía otras ideas; rezamos a Dios para que le hiciera cambiar de parecer, pero no lo hizo. Rezamos por tener hijos sanos y nos encontramos con hijos enfermizos, o sin hijos. Rezamos por conseguir ascensos en el trabajo y nos quedamos sin conseguirlos. Los seres queridos, de quienes tanto dependíamos, nos fueron arrebatados por los llamados actos de Dios. Luego, nos convertimos en borrachos, y le pedimos a Dios que nos salvara. Pero no paso nada. Esto ya era el colmo. '¡Al diablo con esto de la fe!' dijimos."Cuando encontramos A.A., se nos reveló lo erróneo de nuestra rebeldía. Nunca habíamos querido saber cuál era la voluntad de dios para con nosotros; por el contrario, le habíamos dicho a Dios cuál debería ser. Nos dimos cuenta de que nadie podía creer en Dios y, al mismo tiempo, dasafiarlo. Creer significaba confiar, no desafiar. En A.A. vimos los frutos de esta creencia: hombres y mujeres salvados de la catástrofe final del alcoholismo. Les vimos reunirse y superar sus otras penas y tribulaciones. Les vimos aceptar con calma situaciones imposibles, sin tratar de huir de ellas ni de reprochárselo a nadie. Esto no solo era fe, sino una fe que obraba bajo todas las circunstancias. Para conseguir esta fe, no tardamos en encontrarnos dispuestos a pagar, con toda la humildad que esto nos pudiera costar".Consideremos ahora el caso del individuo rebosante de fe, pero que todavía apesta a alcohol. Se cree muy devoto. Cumple escrupulosamente con sus obligaciones religiosas. Está convencido de que cree todavía en Dios, pero duda que Dios crea en él. Hace un sinfín de juramentos solemnes. Después de cada uno, no solo vuelve a beber, sino que se comporta peor que la última vez. Valientemente se pone a luchar contra el alcohol, suplicando la ayuda de Dios, pero la ayuda no le llega. ¿Qué será lo que le pasa a esta persona?Para los clérigos, los médicos, para sus amigos y familiares, el alcohólico que tiene tan buenas intenciones y que tan resueltamente se esfuerza por dejar de beber, es un enigma descorazonador. A la mayoría de los A.A., no les parece así. Multitud de nosotros hemos sido como él, y hemos encontrado la solución al enigma. No tiene que ver con la cantidad de fe, sino con la calidad. Esto era lo que no podíamos ver. Nos creíamos humildes, pero no lo éramos. Nos creíamos muy devotos en cuanto a las prácticas religiosas, pero al volver a considerarlo con toda sinceridad, nos dimos cuenta de que solo practicábamos lo superficial. Otros de nosotros habíamos ido al otro extremo, sumiéndonos en el sentimentalismo y confundiéndolo con los auténticos sentimientos religiosos. En ambos casos, habíamos pedido que se nos diera algo a cambio de nada. En realidad, no habíamos puesto nuestra casa en orden, para que la gracia de Dios pudiera entrar en nosotros y expulsar la obsesión de beber. Nunca, en ningún sentido profundo y significativo, habíamos examinado nuestra conciencia, ni habíamos reparado el daño a quienes se lo habíamos causado, ni habíamos dado nada a otro ser humano sin exigir algo o esperar alguna recompensa. Ni siquiera habíamos rezado como se debe rezar. Siempre habíamos dicho, "Concédeme mis deseos", en vez de "Hágase tu voluntad". Del amor a Dios y del amor al prójimo, no teníamos la menor comprensión. Por lo tanto, seguíamos engañándonos a nosotros mismos y, en consecuencia, no estábamos en la posibilidad de recibir la gracia suficiente para devolvernos el sano juicio.Son muy contados los alcohólicos activos que tan siquiera tienen una vaga idea de lo irracionales que son o que, si llegan a darse cuenta de su insensatez, pueden soportarla. Algunos están dispuestos a decir que son "bebedores problemas", pero no pueden aceptar la sugerencia de que son, de hecho, enfermos mentales. Un mundo que no distingue entre el bebedor normal y el alcohólico contribuye a que sigan en su ceguera. El "sano juicio" se define como "salud mental". Ningún alcohólico que analice fríamente su comportamiento destructivo, ya sea que haya destruido los muebles de su casa o su propia integridad moral, puede atribuirse a sí mismo la "salud mental".Por lo tanto, el Segundo Paso es el punto de convergencia para todos nosotros. Tanto si somos ateos, agnósticos, o antiguos creyentes, podemos estar unidos en este Paso. La verdadera humildad y amplitud de mente pueden llevarnos a la fe, y cada reunión de A.A. es un seguro testimonio de que Dios nos devolverá el sano juicio, si nos relacionamos de la forma debida con El.<br />TERCER PASO AA<br /><br />"Decidimos poner nuestras voluntades y nuestras vidas al cuidado de Dios, como nosotros lo concebimos".Practicar el Tercer Paso es como abrir una puerta que todavía parece estar cerrada y bajo llave. Lo único que nos hace falta es la llave y la decisión de abrir la puerta de par en par. Solo hay una llave, y es la de la buena voluntad. Al quitar el cerrojo con la buena voluntad, la puerta casi se abre por sí misma, y al asomarnos, veremos un letrero al lado de un camino que dice: "Este es el camino hacia una fe que obra". En los primeros Pasos, nos dedicamos a reflexionar. Nos mimos cuenta de que éramos impotentes ante el alcohol, pero también vimos que algún tipo de fe, aunque sólo fuera una fe en A.A., es posible para cualquiera. Estas conclusiones no nos exigían ninguna acción; sólo nos requerían la aceptación.Como todos los Pasos restantes, el Paso Tres requiere de nosotros acción positiva, porque sólo poniéndonos en acción podemos eliminar la obstinación que siempre ha bloqueado la entrada de Dios -o, si prefieres, de un Poder Superior - en nuestras vidas. La fe, sin duda, es necesaria, pero la fe por sí sola de nada sirve. Es posible tener fe y, al mismo tiempo, negar la entrada de Dios en nuestra vida. Por lo tanto, el problema que ahora nos ocupa es el de encontrar las medidas específicas que debemos tomar para poder dejarle entrar. El Tercer Paso representa nuestra primera tentativa para hacerlo. De hecho, la eficacia de todo el programa de A.A. dependerá de lo seria y diligentemente que hayamos intentado llegar a "una decisión de poner nuestras voluntades y nuestras vidas al cuidado de Dios, como nosotros lo concebimos".A cada principiante mundano y práctico, este Paso le parece difícil, e incluso imposible. Por mucho que desee tratar de hacerlo, ¿cómo puede exactamente poner su voluntad y su propia vida al cuidado de cualquier Dios que él cree que existe?. Afortunadamente, los que lo hemos intentado, con el mismo recelo, podemos atestiguar que cualquiera, sea quien sea, puede empezar a hacerlo. Además, podemos agregar que un comienzo, incluso el más tímido, es lo único que hace falta. Una vez que hemos metido la llave de la buena voluntad en la cerradura, y tenemos la puerta entreabierta, nos damos cuenta de que siempre podemos abrirla un poco más. Aunque la obstinación puede cerrarla otra vez de un portazo, como a menudo lo hace, siempre se volverá a abrir tan pronto como nos valgamos de la llave de la buena voluntad.Puede que todo esto te suene misterioso y oculto, algo parecido a la teoría de la relatividad de Einstein o a una hipótesis de física nuclear. No lo es en absoluto. Veamos lo práctico que realmente es. Cada hombre y cada mujer que se ha unido a A.A. con intención de quedarse con nosotros, ya ha comenzado a practicar, sin darse cuenta, el Tercer Paso. ¿No es cierto que en todo lo que se refiere al alcohol, cada uno de ellos ha decidido poner su vida al cuidado, y bajo la protección y orientación de Alcohólicos Anónimos?. Ya ha logrado una buena disposición para expulsar su propia voluntad y sus propias ideas acerca del problema del alcohol y adoptar, a cambio, las sugerencias por A.A. Todo principiante bien dispuesto se siente convencido de que A.A. es el único refugio seguro para el barco a punto de hundirse en que se ha convertido su vida. Si esto no es entregar su voluntad y su vida a una Providencia recién encontrada, entonces, ¿qué es?.Pero supongamos que le instinto todavía nos proteste a gritos, como sin duda lo hará: "Sí, en cuanto al alcohol, parece que tengo que depender de A.A.; pero en todos los demás asuntos, insisto en mantener mi independencia. No hay nada que me vaya a trasformar en una nulidad. Si sigo poniendo mi vida y mi voluntad al cuidado de Alguien o de Algo. ¿Qué será de mí? Me convertiré en un cero a la izquierda". Este, por supuesto, es el proceso por el que el instinto y la lógica intentan reforzar el egotismo y así frustran el desarrollo espiritual. Lo que esta forma de pensar tiene de malo es el no tener en cuenta los hechos reales. Y los hechos parecen ser los siguientes: Cuanto más dispuestos estamos a depender de un Poder Superior, más independientes somos en realidad. Por lo tanto, la dependencia, tal y como se practica en A.A., es realmente una manera de lograr la verdadera independencia del espíritu. Examinemos, por un momento, esta idea de la dependencia al nivel de la vida cotidiana. Es asombroso descubrir lo dependientes que somos en esta esfera, y lo poco conscientes que somos de esa dependencia. Todas las casas modernas tienen cables eléctricos que conducen la energía y la luz a su interior. Nos encanta esta dependencia; no queremos por nada en el mundo que se nos corte el suministro eléctrico. Al aceptar así nuestra dependencia de esta maravilla de la ciencia, disfrutamos de una mayor independencia personal. No sólo disfrutamos de más independencia, sino también de más comodidad y seguridad. La corriente fluye hasta llegar donde se necesite. La electricidad, esa extraña energía que muy poca gente comprende, satisface silenciosa y eficazmente nuestras necesidades diarias más sencillas, y también las más apremiantes. Pregúntale si no al enfermo de polio, encerrado en un pulmón de acero, que depende ciegamente de un motor eléctrico para poder seguir respirando.Pero, ¡cómo cambia nuestra actitud cuando se trata de nuestra independencia mental o emocional! Con cuánta insistencia reclamamos el derecho de decidir por nosotros mismos precisamente lo que vamos a pensar y exactamente lo que vamos a hacer. Sí, vamos a sopesar el pro y el contra de todo problema. Escucharemos cortésmente a los que quieran aconsejarnos, pero solamente nosotros tomaremos todas las decisiones. En tales asuntos, nadie va a limitar nuestra independencia personal. Además, creemos que no hay nadie que merezca toda nuestra confianza. Estamos convencidos de que nuestra inteligencia, respaldada por nuestra fuerza de voluntad, puede controlar debidamente nuestra vida interior y asegurar nuestro éxito en el mundo en que vivimos. Esta brava filosofía, según la cual cada hombre hace el papel de Dios, suena muy bien, pero todavía tiene que someterse a la prueba decisiva: ¿cómo va a funcionar en la práctica? Una detenida mirada al espejo debe ser suficiente respuesta para cualquier alcohólico.Si su imagen en el espejo le resulta demasiado horrorosa de contemplar (y suele ser así), no estaría de más que el alcohólico echara una mirada a los resultados que la gente normal obtiene con la autosuficiente. En todas partes ve a gente colmada de ira y de miedo. Ve a sociedades desintegrándose en facciones que luchan entre sí. Cada facción les dice a las otras, "Nosotros tenemos razón y ustedes están equivocados". Cada grupo de presión de esta índole, si tiene fuerza suficiente, impone su voluntad a los demás, convencidos de la rectitud de su causa. Y en todas partes se hace lo mismo en plan individual. El resultado de tanta lucha es una paz cada vez más frágil y una hermandad cada vez menor. La filosofía de la autosuficiencia no es rentable. Se puede ver claramente que es un monstruo devastador que acabará llevándonos a la ruina total.Por lo tanto, nosotros los alcohólicos nos podemos considerar muy afortunados.Cada uno de nosotros ya ha tenido su propio y casi mortal encuentro con el monstruo de la obstinación, y ha sufrido tanto su pesada opresión que está dispuesto a buscar algo mejor. Así que, por las circunstancias y no por ninguna virtud que pudiéramos tener, nos hemos visto impulsados a unirnos a A.A., hemos admitido nuestra derrota, hemos adquirido los rudimentos de la fe y ahora queremos tomar la decisión de poner nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de un Poder Superior.Nos damos cuenta de que la palabra "dependencia" es tan desagradable para muchos siquiatras y sicólogos como lo es para los alcohólicos. Al igual que nuestros amigos profesionales, nosotros también somos conscientes de que hay formas impropias de dependencia. Las hemos padecido en carne propia. Por ejemplo, ninguna adulto debe tener una excesiva dependencia emocional de sus padres. Hace años que debían haber cortado el cordón umbilical, y si no lo han cortado ya, deberían darse cuenta del hecho. Esta forma de dependencia impropia ha causado que muchos alcohólicos rebeldes lleguen a la conclusión de que cualquier tipo de dependencia tiene que ser insoportablemente dañina. Pero el depender de un grupo de A.A. o de un Poder Superior no ha producido ningún resultado funesto para nadie.Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, se puso a prueba por primera vez este principio espiritual. Los A.A. se alistaron en las fuerzas armadas y se encontraba estacionado en todas partes del mundo. ¿Podrían aguantar la disciplina, comportarse con valor en el fragor de las batallas, y soportar la monotonía y las angustias de la guerra? ¿Les serviría de ayuda el tipo de dependencia que habían aprendido en A.A.? Pues, sí les sirvió. Tuvieron incluso menos recaídas y borracheras emocionales que los A.A. que se quedaban en la seguridad de sus hogares. Tenían tanta capacidad de resistencia y tanto valor como los demás saldados. Tanto en Alaska como en las cabezas de playa de Salerno, su dependencia de un Poder Superior les ayudó. Y lejos de ser una debilidad, esta dependencia fue su principal fuente de fortaleza.¿Cómo puede entonces una persona bien dispuesta seguir poniendo su voluntad y su vida al cuidado de un Poder Superior? Ya le hemos visto dar un comienzo al empezar a confiar en A.A. para solucionar su problema con el alcohol. A estas alturas es probable que se haya convencido de que tiene otros problemas además del alcohol y que, a pesar de todo el empeño y el valor con que los afronte, algunos de estos problemas no se pueden solucionar. Ni siquiera puede hacer le menor progreso. Le hacen sentirse desesperadamente infeliz y amenazan su recién lograda sobriedad. Al pensar en el ayer, nuestro amigo sigue siendo víctima de los remordimientos y del sentido de la culpabilidad. Todavía se siente abrumado por la amargura cuando piensa en quienes aún odia o envidia. Su inseguridad económica le preocupa enormemente, y le entra pánico al pensar en las naves quemadas por el alcohol, que le pudieran haber llevado a un puerto seguro. Y, ¿cómo va a arreglar ese lío que le costó el afecto de su familia y le separó de ella? No podrá hacerlo contando únicamente con su valor y su voluntad. Ahora tendrán que depender de Alguien o de Algo.Al principio, es probable que ese "alguien" sea su más íntimo amigo de A.A. Cuenta con lo que le ha asegurada esa persona, de que sus numerosas dificultades, aun más algunas ahora porque no puede utilizar el alcohol para matar las penas, también se pueden resolver. Naturalmente, el padrino le indica a nuestro amigo que su vida todavía es ingobernable a pesar de que está sobrio, que no ha hecho sino un mero comienzo en el programa de A.A. Es sin duda una buena cosa lograr una sobriedad más segura por medio de la admisión del alcoholismo y de la asistencia a algunas reuniones de A.A., pero esto dista mucho de ser una sobriedad permanente y una vida útil y feliz. Allí entran en juego los demás Pasos del programa de A.A. Nada que no sea una práctica constante de estos Pasos como una manera de vida puede producir el resultado tan deseado.Luego el padrino le explica que los demás Pasos del programa de A.A. sólo podrán practicarse con éxito cuando se haya intentado practicar el Tercer Paso con determinación y persistencia. Puede que estas palabras les sorprendan a los recién llegados que no han experimentado sino un desinflamiento constante, y que se encuentran cada vez más convencidos de que la voluntad humana no vale para nada en absoluto. Han llegado a creer, y con razón, que otros muchos problemas además del alcohol, no cederán ante un ataque frontal emprendido por el individuo solo y sin ayuda. Pero ahora parece que hay ciertas cosas que sólo el individuo puede hacer. El solito, y conforme a sus propias circunstancias, tiene que cultivar la buena voluntad. Cuando haya adquirido la buena voluntad, sólo él puede tomar la decisión de esforzarse. El intentar hacer esto es un acto de su propia voluntad. Todos los Doce Pasos requieren un constante esfuerzo personal para someternos a sus principios y así, creemos, a la voluntad de Dios. Empezamos a hacer el debido uso de nuestra voluntad cuando tratamos de someterla a la voluntad de Dios. Para todos nosotros, ésta fue una maravillosa revelación. Todas nuestras dificultades se habían originado en el mal uso de la fuerza de voluntad. Habíamos tratado de bombardear nuestros problemas con ella, en lugar de intentar hacerla coincidir con los designios que Dios tenía para nosotros. El objetivo de los Doce Pasos de A.A. es hacer esto posible cada vez más, y el Tercer Paso nos abre la puerta.Una vez que estemos de acuerdo con estas ideas, es muy fácil empezar a practicar el Tercer Paso. En todo momento de trastornos emocionales o indecisiones, podemos hacer una pausa, pedir tranquilidad, y en la quietud decir simplemente: "Dios, concédeme la serenidad par aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo, y la sabiduría para reconocer la diferencia. Hágase Tu voluntad, no la mía".<br />CUARTO PAS0 AA<br /><br />"Sin miedo hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos".<br />Al ser creados, fuimos dotados de instintos para un propósito. Sin ellos, no seríamos seres humanos completos. Si los hombres y las mujeres no se esforzaron por tener seguridad personal, si no se molestaran en cosechar su alimento o en construir sus moradas, no podrían sobrevivir. Si no se reprodujeran, la tierra no estaría poblada. Si no hubiera ningún instinto social, si a los seres humanos no les importara disfrutar de la compañía de sus semejantes, no existiría sociedad alguna. Por lo tanto, estos deseos - de relaciones sexuales, de seguridad material y emocional, y de compañerismo - y sin duda provienen de Dios.No obstante, estos instintos, tan necesarios para nuestra existencia, a menudo sobrepasan con mucho los límites de su función apropiada. Poderosa y ciegamente, y muchas veces de una manera sutil, nos impulsan, se apoderan de nosotros, e insisten en dominar nuestras vidas. Nuestros deseos de sexo, de seguridad material y emocional, y de un puesto eminente en la sociedad a menudo nos tiranizan. Cuando se salen así de sus cauces, los deseos naturales del ser humano, le crean grandes problemas; de hecho, casi todos los problemas que tenemos, tienen su origen aquí. Ningún ser humano, por bueno que sea, es inmune a estos problemas. Casi todo grave problema emocional se puede considerar como un caso del instinto descarriado. Cuando esto ocurre, nuestros grandes bienes naturales, los instintos, se han convertido en debilidades físicas y mentales.El Cuarto Paso es nuestro enérgico y esmerado esfuerzo para descubrir cuáles han sido, y siguen siendo, para nosotros estas debilidades. Queremos saber exactamente cómo, cuándo y dónde nuestros deseos naturales nos han retorcido. Queremos afrontar, sin pestañear, la infelicidad que esto ha causado a otras personas y a nosotros mismos. Al descubrir cuáles son nuestras deformaciones emocionales, podemos empezar a corregirlas. Si no estamos dispuestos a hacer un esfuerzo persistente para descubrirlas, es poca la sobriedad y felicidad que podemos esperar. La mayoría de nosotros nos hemos dado cuenta de que, sin hacer sin miedo un minucioso inventario moral, la fe que realmente obra en la vida cotidiana se encuentra todavía fuera de nuestro alcance.Antes de entrar en detalles sobre la cuestión del inventario, tratemos de identificar cuál es el problema básico. Ejemplos sencillos como el siguiente cobran una inmensa significación, cuando nos ponemos a pensar en ellos. Supongamos que una persona antepone el deseo sexual a todo lo demás. En tal caso, este instinto imperioso puede destruir sus posibilidades de lograr la seguridad material y emocional, así como de mantener su posición social en la comunidad. Otra persona puede estar tan obsesionada por la seguridad económica que lo único que quiere hacer es acumular dinero. Puede llegar al extremo de convertirse en un avaro, o incluso un solitario que se aísla de su familia y sus amigos.Pero la búsqueda de la seguridad no siempre se expresa en términos de dinero. Muy a menudo vemos a un ser humano lleno de temores insistir en depender totalmente de la orientación y protección de otra persona más fuerte. El débil, al rehusar cumplir con las responsabilidades de la vida con sus propios recursos, nunca alcanza la madurez. Su destino es sentirse siempre desilusionado y desamparado. Con el tiempo, todos sus protectores huyen o mueren, y una vez más se queda solo y aterrado.También hemos visto a hombres y mujeres enloquecidos por el poder, y que se decidan a intentar dominar a sus semejantes. A menudo estas personas tiran por la borda cualquier oportunidad de tener una seguridad legítima y una vida familiar feliz. Siempre que un ser humano se convierta en un campo de batalla de sus propios instintos, no podrá conocer la paz.Pero los peligros no terminan aquí. Cada vez que una persona impone en otros sus irrazonables instintos, la consecuencia es la infelicidad. Si en su búsqueda de la riqueza, pisotea a la gente que se encuentra en su camino, es probable que vaya a suscitar la ira, los celos y la venganza. Si el instinto sexual se desboca, habrá una conmoción similar. Exigir demasiada atención, protección, y amor a otra gente sólo puede incitar en los mismos protectores de repulsión y la dominación - dos emociones tan malsanas como las exigencias que las provocaron. Cuando los deseos de conseguir prestigio personal llegan a ser incontrolables, ya sea en el círculo de amigos o en la mesa de conferencias internacionales, siempre hay algunas personas que sufren y, a menudo, se rebelan, Este choque de los instintos puede producir desde una frió desaire hasta una revolución violenta. De esta manera, nos ponemos en conflicto no solamente con nosotros mismos, sino con otras personas, que también tienen instintos.Más que ninguna otra persona, el alcohólico debiera darse cuenta de que sus instintos desbocados son la causa fundamental de su forma destructiva de beber. Hemos bebido para ahogar el temor, la frustración y la depresión. Hemos bebido para escapar de los sentimientos de culpabilidad ocasionados por nuestras pasiones, y luego hemos vuelto a beber para reavivar esas pasiones. Hemos bebido por pura vanagloria - para poder disfrutar mejor nuestros descabellados sueños de pompa y poder. No es muy grato contemplar esta perversa enfermedad del alma. Los instintos desbocados se resisten a ser analizados. En cuanto intentamos hacer un serio esfuerzo por examinarlos, es probable que suframos una reacción desagradable.Si por temperamento tendremos al lado depresivo, es probable que nos veamos inundados de un sentimiento de culpabilidad y de odio hacia nosotros mismos. Nos sumimos en este pantano sucio, del que a menudo sacamos un placer perverso y doloroso. Al entregarnos mórbidamente a estas actividades melancólicas, puede que nos hundamos en la desesperación hasta tal punto que sólo el olvido nos parece la única solución posible. En este punto, por supuesto, hemos perdido toda perspectiva y, por lo tanto, la auténtica humildad. Porque esto es la otra cada del orgullo. No es en absoluto un inventario moral; es el mismo proceso que muy a menudo ha llevado a la persona depresiva a la botella y a la extinción.Sin embargo, si por naturaleza nos inclinamos hacia la hipocresía o la grandiosidad, nuestra reacción será le opuesta. Nos sentiremos ofendidos por el inventario sugerido de A.A. Sin duda aludiremos con orgullo a la vida virtuosa que creíamos haber llevado antes de que la botella nos derrotara. Insistiremos que nuestros graves defectos de carácter, si es que creemos tener alguno, han sido causados principalmente por haber bebido en exceso. Siendo este el caso, creemos que lo que se deriva lógicamente es que la sobriedad es la única meta que tenemos que intentar lograr. Creemos que, tan pronto como dejemos el alcohol, nuestro buen carácter renacerá. Si siempre habíamos sido buenas personas, excepto por nuestra forma de beber, ¿qué necesidad tenemos de hacer un inventario moral ahora que estamos sobrios?También nos agarramos a otra magnífica excusa para evitar el inventario. Exclamamos que nuestros problemas e inquietudes actuales están causados por el comportamiento de otra gente - gente que realmente necesita hacer un inventario moral. Creemos firmemente que si sólo nos trataran mejor, no tendríamos ningún problema. Por lo tanto, creemos que nuestra indignación está justificada y es razonable - que nuestros resentimiento son "bien apropiados". Nosotros no somos los culpables. Son ellos.En esta etapa del inventario, nuestros padrinos vienen a rescatarnos. Pueden hacer esto, porque son los portadores de la experiencia comprobada de A.A. con el Cuarto Paso. Consuelan a la persona melancólica, primero mostrándole que no es un caso extraño ni diferente, que probablemente sus defectos de carácter no son ni más numerosos ni peores que los de cualquier otro miembro de A.A. El padrino demuestra esto rápidamente, hablando abierta y francamente, y sin exhibicionismo, acerca de sus propios defectos, antiguos y actuales. Este inventario sereno y, a la vez, realista es inmensamente tranquilizador. Probablemente el padrino le indica al recién llegado que junto con sus defectos puede anotar algunas virtudes. Esto contribuye a disipar el pesimismo y fomentar el equilibrio. Tan pronto como empiece a ser más objetivo, el principiante podrá considerar sin miedo sus propios defectos.Los padrinos de los que creen que no necesitan hacer un inventario se ven enfrentados con un problema muy diferente, porque la gente impulsada por el orgullo de sí misma, inconscientemente se niegan a ver sus defectos. Es poco probable que estos principiantes necesiten consuelo. Lo necesario, y difícil, es ayudarles a encontrar una grieta en la pared construida por sus egos, por la que pueda brillar la luz de la razón.Para empezar, se les puede decir que la mayoría de los A.A., en sus días de bebedores, estuvieron gravemente afligidos por la autojustificación. Para la mayoría de nosotros, la autojustificación era lo que nos daba excusas -excusas para beber, por supuesto, y para todo tipo de conducta disparatada y dañina. Éramos artistas en la invención de pretextos. Teníamos que beber porque estábamos pasándolo muy mal, o muy bien. Teníamos que beber porque en nuestros hogares nos agobiaban con amor, o porque no recibíamos amor alguno. Teníamos que beber porque en nuestros trabajos teníamos un gran éxito, o porque habíamos fracasado. Teníamos que beber porque nuestro país había ganado una guerra o perdido la paz. Y así fue, ad infinitum.Creíamos que las "circunstancias" nos impulsaban a beber, y cuando habíamos intentado corregir estas circunstancias, al ver que no podíamos hacerlo a nuestra plena satisfacción, empezamos a beber de forma desenfrenada y nos convertimos en alcohólicos. Nunca se nos ocurrió pensar que nosotros éramos quienes teníamos que cambiar para ajustarnos a las circunstancias, fueran cuales fueran.Pero en A.A., poco a poco llegamos a darnos cuenta de que teníamos que hacer algo respecto a nuestros resentimientos vengativos, nuestra autoconmiseración, y nuestro poco merecido orgullo. Teníamos que reconocer que cada vez que nos las dábamos de personajes, la gente se volvía en contra nuestra. Teníamos que reconocer que cuando albergábamos rencores y planeábamos vengarnos por tales derrotas, en realidad nos estábamos dando golpes a nosotros mismos con el garrote de la ira, golpes que habíamos querido asestar a otros. Nos dimos cuenta de que si nos sentíamos gravemente alterados, lo primero que teníamos que hacer era apaciguarnos, sin importarnos la persona o las circunstancias que nosotros creyéramos responsables de nuestro trastorno.A muchos de nosotros nos costaba mucho tiempo ver lo engañados que estábamos por nuestras volubles emociones. Podíamos verlas rápidamente en otras personas, pero tardábamos mucho en verlas en nosotros mismos. Ante todo, era necesario admitir que teníamos muchos de estos defectos, aunque el hacerlo nos causara mucho dolor y humillación. En lo que respeta a otra gente, teníamos que eliminar la palabra "culpa" de nuestro vocabulario y de nuestros pensamientos. Para poder empezar a hacer esto, nos hacía falta mucha buena voluntad. Pero una vez salvados los dos o tres primeros obstáculos, el camino nos parecía cada vez más fácil de seguir. Porque habíamos empezado a vernos en nuestra justa medida, es decir, habíamos adquirido más humildad.Claro está que la persona depresiva y la persona agresiva y orgullosa son extremos de la gama de personalidades humanas, y son tipos que abundan tanto en A.A. como en el mundo exterior. Muchas veces estas personalidades se presentan de forma tan definida como en los ejemplos que hemos dado. Pero con la misma frecuencia se encuentran algunas que casi pueden clasificarse en ambas categorías. Los seres humanos nunca son totalmente idénticos, así que cada uno de nosotros, al hacer nuestro inventario, tendremos que determinar cuáles son nuestros propios defectos de carácter. Cuando encuentre los zapatos a su medida, debe ponérselos y andar con la seguridad de que por fin está en el buen camino.Reflexionemos ahora sobre la necesidad de hacer una lista de los defectos de personalidad más pronunciados que todos tenemos en diversos grados. Para los que tienen una formación religiosa, en esta lista aparecerían graves violaciones de principios morales. Otros la consideran como una lista de defectos de carácter. Y otros un catálogo de inadaptaciones. Algunos se sentirán muy violentos si se habla de inmoralidad, y mucho más si se habla de pecado. Pero todo aquel que dispone de un mínimo de sensatez, estará de acuerdo en un punto: que dentro del alcohólico hay muchas cosas que no funcionan bien, y que hay mucho que hacer para remediarlas si esperamos lograr la sobriedad, hacer el progreso y tener una verdadera capacidad para enfrentarnos a las realidades de la vida.Para evitar caer en la confusión discutiendo sobre los nombres que se deben dar a estos defectos, utilicemos una lista universalmente aceptada de las principales flaquezas humanas -los Siete Pecados Capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza. No es causalidad que la soberbia encabece la lista. Porque la soberbia, que conduce a la autojustificación, y que está siempre espoleada por temores conscientes o inconscientes, es la que genera la mayoría de las dificultades humanas, y es el principal obstáculo al verdadero progreso. La soberbia nos hace caer en la trampa de imponer en nosotros mismos y en otra gente exigencias que no se pueden cumplir sin pervertir o abusar de los instintos que Dios nos ha dotado. Cuando la satisfacción de nuestro instinto de sexo, de seguridad y de disfrutar de la compañía de nuestros semejantes se convierte en la única meta de nuestras vidas, entonces aparece la soberbia para justificar nuestros excesos.Todas estas flaquezas generan el miedo que es, en sí mismo, una enfermedad del alma. Luego, el miedo, a su vez, genera más defectos de carácter. Un temor exagerado de no poder satisfacer nuestros instintos nos lleva a codiciar los bienes de otros, a tener avidez de sexo y de poder, enfurecernos al ver amenazadas nuestras exigencias instintivas, a sentir envidia al ver realizadas las ambiciones de otra gente y las nuestras frustradas. Comemos más, bebemos más y tratamos de coger más de lo que necesitamos de todo, temiendo que nunca tendremos lo suficiente. La perspectiva del trabajar nos asusta tan profundamente que nos hundimos en la pereza. Holgazaneamos, y tratamos de dejarlo todo para el día de mañana, o, si trabajamos, lo hacemos de mala gana y a medias. Estos temores son como plagas que van royendo los cimientos sobre los que tratamos de construir una vida.Así que cuando A.A. sugiere que hagamos sin miedo un inventario moral, tiene que parecerle al recién llegado que se le pide más de lo que puede hacer. Cada vez que intenta mirar en su interior, tanto su orgullo como sus temores le hacen retroceder. El Orgullo dice, "No hace falta que te molestes en hacerlo", y el Temor le dice, "No te atrevas a hacerlo". Pero según el testimonio de los A.A. que han intentado sinceramente hacer un inventario moral, el orgullo y el miedo en estos momentos no son sino espantajos. Una vez que estemos plenamente dispuestos a hacer nuestro inventario, y que nos dediquemos a hacerlo con todo esmero, una luz inesperada nos llega para disipar la neblina. Conforme perseveramos en el intento, nace una nueva seguridad, y el alivio que sentimos al enfrentarnos por fin con nosotros mismos es indescriptible. Estos son los primeros frutos del Cuatro Paso.Al llegar a este punto, es probable que el principiante haya sacado las siguiente conclusiones: que sus defectos de carácter, que representan sus instintos descarriados, han sido la causa primordial de su forma de beber y de su fracaso en la vida; que, a no ser que esté dispuesto a trabajar diligentemente para eliminar sus peores defectos, tanto la sobriedad como la tranquilidad de mente quedarán fuera de su alcance; que tendrá que derribar los cimientos defectuosos de su vida y volver a construirlos sobre roca firma. Ahora, dispuesto a empezar la búsqueda de sus propios defectos, se preguntará a sí mismo, "¿Cómo debo proceder exactamente? ¿Cómo hago un inventario personal?".Puesto que el Cuarto Paso no es sino el mero comienzo de una práctica que nos habrá de durar toda la vida, podemos sugerirle que lo empiece examinando aquellos defectos que más le molestan y que más le saltan a la vista. Valiéndose de su mejor criterio respecto a lo que ha habido de bueno y de malo en su vida, puede hacer una especie de resumen general de su conducta en lo concerniente a sus instintos primordiales de sexo, de seguridad y de relaciones sociales. Al repasar su vida anterior, puede comenzar fácilmente el proceso con una consideración de algunas preguntas como las siguientes:¿Cuándo, cómo, y en cuáles circunstancias he hecho daño a otras personas y a mí mismo insistiendo en satisfacer mi deseo egoísta de relaciones sexuales? ¿Quiénes se vieron lastimados, y cuál fue el daño que les hice? ¿Llegué a arruinar mi matrimonio y a herir a mis hijos? ¿Puse en peligro mi reputación en la comunidad? ¿Precisamente cómo reaccioné ante estas situaciones en el momento que ocurrieron? ¿Me sentía consumido de un sentimiento de culpabilidad que nada podría aliviar? O, ¿insistí que era yo la presa y no el depredador, intentando así absolverme? ¿Cómo he reaccionado ante la frustración en cuestiones sexuales? Al verme rechazado, ¿me he vuelto vengativo o deprimido? ¿Me he desquitado con terceras personas? Si he encontrado un rechazo o frialdad en casa, ¿lo he aprovechado como un pretexto para tener aventuras amorosas?Para la mayoría de los alcohólicos también son muy importantes las preguntas que tienen que hacerse acerca de su comportamiento respecto a la seguridad económica y emocional. En estos aspectos de la vida, el temor, la avaricia, los celos y el orgullo suelen tener el peor efecto. Al repasar su historial profesional o laboral, casi cualquier alcohólico puede hacerse preguntas como éstas: Además de mi problema con la bebida, ¿qué defectos de carácter contribuyeron a mi inestabilidad económica? ¿Destruyeron la confianza que tenía en mismo y me llenaron de conflictos el temor y la inseguridad que sentía acerca de mi aptitud para hacer mis trabajos? ¿Intenté ocultar estos sentimientos de insuficiencia con fanfarronadas, engaños, mentiras o escurriendo el bulto? O, ¿me quejaba de que otras personas no reconocían mis talentos extraordinarios? ¿Me sobrestimaba a mí mismo y hacía el papel de personaje importante? ¿Traicionaba a mis colegas y compañeros de trabajo a causa de mi ambición tan desmedida y mi falta de principios? ¿Derrochaba el dinero para aparentar? ¿Pedía dinero prestado imprudentemente, sin importante si lo podía devolver o no? ¿Era tacaño, negándome a mantener a mi familia debidamente? ¿Escatimaba gastos en mis tratos comerciales de forma poco honrada? ¿Y los intentos para ganar dinero fácil y rápidamente, en el mercado de valores y las carreras de caballos?.Naturalmente, muchas de estas preguntas se aplican igualmente a las mujeres de negocios en A.A. Pero el ama de casa alcohólica también puede causar la inseguridad económica de la familia. Puede falsear las cuentas de crédito, manipular el presupuesto para comida, pasar las tardes jugándose el dinero, y cargar de deudas a su marido con su irresponsabilidad, derroche y despilfarro.Pero todos los alcohólicos que han perdido sus trabajos, sus familias y sus amigos a causa de la bebida tendrán que examinarse despiadadamente a sí mismos para determinar cómo sus propios defectos de personalidad han demolido su seguridad.Los síntomas más comunes de la inseguridad emocional son la ansiedad, la ira, la autoconmiseración y la depresión. Estas se originan en causas que a veces parecen estar dentro de nosotros y otras veces parecen ser externas. Para hacer un inventario al respecto, debemos considerar cuidadosamente las relaciones personales que constante o periódicamente nos han ocasionado problemas. Se debe tener en cuenta que este tipo de inseguridad se suele presentar en cualquier ocasión en que los instintos se ven amenazados. Las preguntas encaminadas a aclarar este asunto pueden ser así: Fijándome tanto en el pasado como en el presente, ¿cuáles situaciones sexuales me han producido sensaciones de inquietud, amargura, frustración o depresión? Considerando imparcialmente cada situación, ¿puedo ver dónde yo he tenido la culpa? ¿Me asediaban estas perplejidades debido a mi egoísmo y mis exigencias exageradas? O, si mi trastorno parecía ser provocado por el compartimiento de otras personas, ¿por qué carezco de la capacidad para aceptar las circunstancias que no puedo cambiar? Estas son las preguntas básicas que pueden revelar el origen de mi desasosiego e indicar si tengo la posibilidad de cambiar mi propia conducta para así adaptarme serenamente a la autodisciplina.Supongamos que la inseguridad económica suscita constantemente estos mismos sentimientos. Puedo preguntarme a mí mismo hasta qué punto mis propios errores han nutrido las inquietudes que me van carcomiendo. Y si las acciones de otra gente forman parte de la causa, ¿qué puedo hacer al respecto? Y si no puedo cambiar las circunstancias actuales, ¿estoy dispuesto a tomar las medidas necesarias para adaptar mi vida a estas circunstancias? Estas preguntas, y otras muchas que se nos ocurrirán según el caso particular, contribuirán a descubrir las causas fundamentales.Pero nuestras relaciones retorcidas con nuestra familia, nuestros amigos y la sociedad en general son las que nos han causado el mayor sufrimiento a muchos de nosotros. Hemos sido fundamental que nos hemos negado a reconocer es nuestra incapacidad para sostener una relación equilibrada con otro ser humano. Nuestra egomanía nos crea dos escollos desastrosos. O bien insistimos en dominar a la gente que conocemos, o dependemos excesivamente de ellos. Si nos apoyamos demasiado en otras personas, tarde o temprano nos fallarán, porque también son seres humanos y les resulta imposible satisfacer nuestras continuas exigencias. Así alimentada, nuestra inseguridad va haciéndose cada vez más acusada. Si acostumbramos intentar manipular a otros para que se adapten a nuestros deseos obstinados, ellos se rebelan y se nos resisten con todas sus fuerzas. Entonces nos sentimos heridos, nos vemos afligidos de una especie de manía persecutoria y del deseo de vengarnos. Al redoblar nuestros esfuerzos para dominar, y seguir fracasando en este intento, nuestro sufrimiento llega a ser agudo y constante. Nunca hemos intentado ser un miembro de la familia, un amigo entre amigos, un trabajador entre otros trabajadores, y un miembro útil de la sociedad. Siempre hemos luchado por destacarnos del montón o por escondernos.Este comportamiento egoísta nos impedía tener una relación equilibrada con cualquier persona a nuestro alrededor. No teníamos la menor comprensión de lo que es la auténtica hermandad.Algunos pondrán reparos a muchas de las preguntas formuladas, porque creen que sus propios defectos de carácter no eran de tanta envergadura. A estas personas se les puede sugerir que un examen concienzudo probablemente sacará a relucir esos mismos defectos a los que se referían las preguntas molestas. Ya que vista superficialmente nuestra historia no parece ser tan mala, a menudo nos asombramos al descubrir que así parece porque hemos enterrado estos defectos de carácter bajo gruesas capas de autojustificación. Sean cuales sean , estos defectos emboscados nos han tenido la trampa que acabó por llevarnos al alcoholismo y la infelicidad.Por lo tanto, al hacer nuestro inventario la palabra clave es minuciosidad. Para tal fin, es aconsejable poner por escrito nuestras preguntas y respuestas. Nos ayudará a pesar con claridad y a evaluar nuestra conducta con sinceridad. Será la primera muestra palpable de que estamos completamente dispuestos a seguir adelante.<br />QUINTO PAS0 AA<br /><br />"Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestros defectos".Todos los Doce Pasos de A.A. nos piden que vayamos en contra de nuestros deseos naturales…. todos ellos desinflan nuestros ego. En cuanto al desinflamiento del ego, hay pocos Pasos que nos resulten más difíciles que el Quinto. Pero tal vez no hay otro Paso más necesario para lograr una sobriedad duradera y la tranquilidad de espíritu.La experiencia de A.A. nos ha enseñado que no podemos vivir a solas con nuestros problemas apremiantes y los defectos de carácter que los causan o los agravan. Si hemos examinado nuestras carreras a la luz del Cuarto Paso, y hemos visto iluminadas y destacadas aquellas experiencias que preferiríamos no recordar, si hemos llegado a darnos cuenta de cómo las ideas y acciones equivocadas nos han lastimado a nosotros y a otras personas, entonces, la necesidad de dejar de vivir a solas con los fantasmas atormentadores del pasado cobra cada vez más urgencia. Tenemos que hablar de ellos con alguien.No obstante, es tal la intensidad de nuestro miedo y nuestra desgana a hacerlo que al principio muchos alcohólicos intentan saltar el Quinto Paso. Buscamos una alternativa más cómoda - que suele ser el admitir, de forma general y poco molesta, que cuando bebíamos a veces éramos malos actores. Entonces, para remacharlo, añadíamos unas descripciones dramáticas de algunos aspectos de nuestra conducta alcohólica que, de todas formas, nuestros amigos probablemente ya conocían.Pero acerca de las cosas que realmente nos molestan y nos enojan, no decimos nada. Ciertos recuerdos angustiosos o humillantes, nos decimos, no se deben compartir con nadie. Los debemos guardar en secreto. Nadie jamás debe conocerlos. Esperamos llevárnoslos a la tumba.Sin embargo, si la experiencia de A.A. nos sirve para algo, esta decisión so sólo es poco sensata, sino también muy peligrosa. Pocas actitudes confusas nos han causado más problemas que la de tener reservas en cuanto al Quinto Paso. Algunas personas ni siquiera pueden mantenerse sobrias por poco tiempo; otras tendrán recaídas periódicamente hasta que logren poner sus casas en orden. Incluso los veteranos de A.A. que llevan muchos años sobrios, a menudo pagan un precio muy alto por haber escatimado esfuerzos en este Paso. Contarán cómo intentaban cargar solos con este peso; cuánto sufrieron de irritabilidad, de angustia, de remordimientos y de depresión; y cómo, al buscar inconscientemente alivio, a veces incluso acusaban a sus mejores amigos de los mismos defectos de carácter que ellos mismos intentaban ocultar. Siempre descubrían que nunca se encuentra el alivio al confesar los pecados de otra gente. Cada cual tiene que confesar los suyos.Esta costumbre de reconocer los defectos de uno mismo ante otra persona es, por supuesto, muy antigua. Su valor ha sido confirmado en cada siglo, y es característico de las personas que centran sus vidas en lo espiritual y que son verdaderamente religiosas. Pero hoy día no sólo la religión aboga a favor de este principio salvador. Los siquiatras y los sicólogos recalcan la profunda y práctica necesidad que tiene todo ser humano de conocerse a sí mismo y reconocer sus defectos de personalidad, y poder hablar de ellos con una persona comprensiva y de confianza. En cuanto a los alcohólicos A.A. iría aun más lejos. La mayoría de nosotros diríamos que, sin admitir sin miedo nuestros defectos ante otro ser humano, no podríamos mantenernos sobrios. Parece bien claro que la gracia de Dios no entrará en nuestras vidas para expulsar nuestras obsesiones destructoras hasta que no estemos dispuestos a intentarlo.¿Qué podemos esperar recibir del Quinto Paso?Entre otras cosas, nos libraremos de esa terrible sensación de aislamiento que siempre hemos tenido. Casi sin excepción, los alcohólicos están torturados por la soledad. Incluso antes de que nuestra forma de beber se agravara hasta tal punto que los demás se alejaran de nosotros, casi todos nosotros sufríamos de la sensación de no encajar en ninguna parte. O bien éramos tímidos y no nos atrevíamos acercarnos a otros, o éramos propensos a ser muy extrovertidos, ansiando atenciones y camaradería, sin conseguirlas nunca - o al menos según nuestro parecer. Siempre había esa misteriosa barrara que no podíamos superar ni entender. Era como si fuéramos actores en escena que de pronto se dan cuenta de no poder recordar ni una línea de sus papeles. Esta es una de las razones por las que nos gustaba tanto el alcohol. Nos permitía improvisar. Pero incluso Baco se volvió en contra nuestra; acabamos derrotados y nos quedamos en aterradora soledad.Cuando llegamos a A.A. y por primera vez en nuestras vidas nos encontramos entre personas que parecían comprendernos, la sensación de pertenecer fue tremendamente emocionante. Creíamos que el problema del aislamiento había sido resuelto. Pero pronto descubrimos que, aunque ya no estábamos aislados en el sentido social, todavía seguíamos sufriendo las viejas punzadas del angustioso aislamiento. Hasta que no hablamos con perfecta franqueza de nuestros conflictos y no escuchamos a otro hacer la misma cosa, seguíamos con la sensación de no pertenecer. En el Quinto Paso se encontraba la solución. Fue el principio de una auténtica relación con Dios y con nuestros prójimos.Por medio de este Paso vital, empezamos a sentir que podríamos ser perdonados, sin importar cuáles hubieran sido nuestros pensamientos o nuestros actos. Muchas veces, mientras practicábamos este Paso con la ayuda de nuestros padrinos o consejeros espirituales, por primera vez nos sentimos capaces de perdonar a otros, fuera cual fuera el daño que creíamos que nos habían causado. Nuestro inventario moral nos dejó convencidos de que lo deseable era el perdón general, pero hasta que no emprendimos resueltamente el Quinto Paso, no llegamos a saber en nuestro fuero interno que podríamos recibir el perdón y también concederlo.Otro gran beneficio que podemos esperar del hecho de confiar nuestros defectos a otra persona es la humildad - una palabra que suele interpretarse mal. Para los que hemos hecho progresos en A.A., equivale a un reconocimiento claro de lo que somos y quiénes somos realmente, seguido de un esfuerzo sincero de llegar a ser lo que podemos ser. Por lo tanto, lo primero que debemos hacer para encaminarnos hacia la humildad es reconocer nuestros defectos. No podemos corregir ningún defecto si no lo vemos claramente. Pero vamos a tener que hacer algo más que ver. El examen objetivo de nosotros mismos que logramos hacer en el Cuarto Paso sólo era, después de todo, un examen. Por ejemplo, todos nosotros vimos que nos faltaba honradez y tolerancia, que a veces nos veíamos asediados por ataque s de autoconmiseración y por delirios de grandeza. No obstante, aunque ésta era una experiencia humillante, no significaba forzosamente que hubiéramos logrado una medida de auténtica humildad. A pesar de haberlos reconocido, todavía teníamos estos defectos. Había que hacer algo al respecto. Y pronto nos dimos cuenta de que ni nuestros deseos ni nuestra voluntad servían, por sí solos, para superarlos.El ser más realistas y, por lo tanto, más sinceros con respecto a nosotros mismos son los grandes beneficios de los que gozamos bajo la influencia del Quinto Paso. Al hacer nuestro inventario, empezamos a ver cuántos problemas nos había causado el autoengaño. Esto nos provocó una reflexión desconcertante. Si durante toda nuestra vida nos habíamos estado engañando a nosotros mismos, ¿cómo podíamos estar seguros ahora de no seguir haciéndolo? ¿Cómo podíamos estar seguros de haber hecho un verdadero catálogo de nuestros defectos y de haberlos reconocido sinceramente, incluso ante nosotros mismos? Puesto que seguíamos presas del miedo, de la autoconmiseración de los sentimientos heridos, lo más probable era que no podríamos llegar a una justa apreciación de nuestro estado real. Un exceso de sentimientos de culpabilidad y de remordimientos podría conducirnos a dramatizar y exagerar nuestras deficiencias. O la ira y el orgullo herido podrían ser la cortina de humo tras la que ocultábamos algunos de nuestros defectos, mientras que culpábamos a otros por ellos. También era posible que todavía estuviéramos incapacitados por muchas debilidades, grandes y pequeñas, que ni siquiera sabíamos que tuviéramos.Por lo tanto, nos parecía muy obvio que hacer un examen solitario de nosotros mismos, y reconocer nuestros defectos, basándonos únicamente en esto, no iba a ser suficiente. Tendríamos que contar con ayuda ajena para estar seguros de conocer y admitir la verdad acerca de nosotros mismos - la ayuda de Dios y de otro ser humano. Sólo al darnos a conocer totalmente y sin reservas, sólo al estar dispuestos a escuchar consejos y aceptar orientación, podríamos poner pie en el camino del recto pensamiento, de la rigurosa honradez, y de la auténtica humildad.No obstante, muchos de nosotros seguíamos vacilando. Nos dijimos: "¿Por qué no nos puede indicar 'Dios como lo concebimos' dónde nos desviamos?" Si el Creador fue quien nos dio la vida, El sabrá con todo detalle en dónde nos hemos equivocado. ¿Por qué no admitir nuestros defectos directamente ante El? ¿Qué necesidad tenemos de mezclar a otra persona en este asunto?.En esta etapa, encontramos dos obstáculos en nuestro intento de tratar con Dios como es debido. Aunque al principio puede que nos quedemos asombrados al darnos cuenta de que Dios lo sabía todo respecto a nosotros, es probable que nos acostumbremos rápidamente a la idea. Por alguna razón, el estar a solas con Dios no parece ser tan embarazoso como sincerarnos ante otro ser humano. Hasta que no nos sentemos a hablar francamente de lo que por tanto tiempo hemos ocultado, nuestra disposición para poner nuestra casa en orden seguirá siendo un asunto teórico. El ser sinceros con otra persona nos confirma que hemos sido sinceros con nosotros mismos y con Dios.El segundo obstáculos es el siguiente: es posible que lo que oigamos decir a Dios cuando estamos solos esté desvirtuado por nuestras propias racionalizaciones y fantasías. La ventaja de hablar con otra persona es que podemos escuchar sus comentarios y consejos inmediatos respecto a nuestra situación, y no cabrá la menor duda de cuáles son estos consejos: En cuestiones espirituales, es peligroso hacer las cosas solas. Cuántas veces hemos oído a gente bien intencionada decir que habían recibido la orientación de Dios, cuando en realidad era muy obvio que estaban totalmente equivocados. Por falta de práctica y de humildad, se habían engañado a ellos mismos, y podían justificar las tonterías más disparatadas, manteniendo que esto era lo que Dios les había dicho. Vale la pena destacar que la gente que ha logrado un gran desarrollo espiritual casi siempre insisten en confirmar con amigos y consejeros espirituales la orientación que creen haber recibido de Dios. Claro está, entonces, que un principiante no debe exponerse al riesgo de cometer errores tontos y, tal vez, trágico en este sentido. Aunque los comentarios y consejos de otras personas no tienen por qué ser infalibles, es probable que sean muchos más específicos que cualquier orientación directa que podamos recibir mientras tengamos tan poca experiencia en establecer contacto con un Poder superior a nosotros mismos.Nuestro siguiente problema será descubrir a la persona en quien vayamos a confiar. Esto lo debemos hacer con sumo cuidado, teniendo presente que la prudencia es una virtud muy preciada. Tal vez tendremos que comunicar a esta persona algunos hechos de nuestra vida que nadie más debe saber. Será conveniente que hablemos con una persona experimentada, que no solo se ha mantenido sobria, sino que también ha podido superar graves dificultades. Dificultades, tal vez, parecidas a las nuestras. Puede suceder que esta persona será nuestro padrino, pero no es necesario que sea así. Si has llegado a tener gran confianza en él, y su temperamento y sus problemas se parecen a los tuyos, entonces será una buena elección. Además, tu padrino ya tiene la ventaja de conocer algo de tu historia.Sin embargo, puede ser que tu relación con él es de una naturaleza tal que solo quieras revelarle una parte de tu historia. Si este es el caso, no vaciles en hacerlo, porque debes hacer un comienzo tan pronto como puedas. No obstante, puede resultar que elijas a otra persona a quien confiar las revelaciones más profundas y más difíciles. Puede ser que este individuo sea totalmente ajeno a A.A. - por ejemplo, tu confesor o tu pastor o tu médico. Para algunos de nosotros, una persona totalmente desconocida puede que sea lo mejor.Lo realmente decisivo es tu buena disposición para confiar en otra persona y la total confianza que deposites en aquel con quien compartes tu primer inventario sincero y minucioso. Incluso después de haber encontrado a esa persona, muchas veces se requiere una gran resolución para acercarse a él o ella. Que nadie diga que el programa de A.A. no exige ninguna fuerza de voluntad; esta situación puede que requiera toda la que tengas. Afortunadamente, es muy probable que te encuentres con una sorpresa muy agradable. Cuando le hayas explicado cuidadosamente tu intención y el depositario de tu confianza vea lo verdaderamente útil que puede ser, les resultará fácil empezar la conversión, y pronto será muy animada. Es probable que la persona que te escucha no tarde mucho en contarte un par de historias acerca de él mismo, lo cual te hará sentirte aun más cómodo. Con tal que no ocultes nada, cada minuto que pase te irás sintiendo más aliviado. Las emociones que has tenido reprimidas durante tantos años salen a la luz y, una vez iluminadas, milagrosamente se desvanecen. Según van desapareciendo los dolores, los reemplaza una tranquilidad sanadora. Y cuando la humildad y la serenidad se combinan de esta manera, es probable que ocurra algo de gran significación. Muchos A.A., que una vez fueron agnósticos o ateos, nos dicen que en esta etapa del Quinto Paso sintieron por primera vez la presencia de Dios. E incluso aquellos que ya habían tenido fe, muchas veces logran tener un contacto consciente con Dios más profundo que nunca.Esta sensación de unidad con Dios y con el hombre, este salir del aislamiento al compartir abierta y sinceramente la terrible carga de nuestro sentimiento de culpabilidad, nos lleva a un punto de reposo donde podemos prepararnos para dar los siguientes Pasos hacia una sobriedad completa y llena de significado.<br />SEXTO PAS0 AA<br />"Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos liberase de nuestros defectos"Este es el Paso que separa los hombres de los niños". Así se expresa un clérigo muy querido nuestro que es uno de los mejores amigos de A.A. A continuación explica que cualquier persona que tenga suficiente buena voluntad y sinceridad para aplicar repetidamente el Sexto Paso a todos sus defectos de carácter - sin reserva alguna - ha llegado a alcanzar un gran desarrollo espiritual y, por lo tanto, merece que se le describa como un hombre que sinceramente intenta crecer a la imagen y semejanza de su Creador.Naturalmente, la muy discutida pregunta de si Dios puede liberarnos de los defectos de carácter - y si, bajo ciertas condiciones, lo hará - tendrá una respuesta inmediata y rotundamente afirmativa por parte de casi todo miembro de A.A. Para nosotros, ésta no es una propuesta teórica; es la mayor realidad de nuestras vidas. Casi cualquier miembro ofrecerá como prueba una exposición como ésta:"Sin duda, yo estaba vencido, totalmente derrotado. Mi fuerza de voluntad no me servía para nada frente al alcohol. Los cambios de ambiente, los mejores esfuerzos de mi familia, mis amigos, médicos, sacerdotes no tenían el menor efecto en mi alcoholismo. Simplemente, no podía dejar de beber, y no parecía que ningún ser humano pudiera conseguir que lo hiciera. Pero cuando llegué a estar dispuesto a poner mi casa en orden y luego pedí a un Poder Superior, Dios como yo Lo concebía, que me liberase de mi obsesión por beber, esa obsesión desapareció".En reuniones de A.A. celebradas en todas partes del mundo, cada día se oyen contar experiencias como la anterior. Todo el mundo puede ver claramente que cada miembro sobrio de A.A. ha sido liberado de una obsesión obstinada y potencialmente mortal. Así que, en un sentido literal, todos los A.A. han "llegado a estar enteramente dispuestos" a dejar que Dios los liberase de la manía de beber alcohol. Y Dios ha hecho precisamente esto.Habiendo tenido una completa liberación del alcoholismo, ¿por qué no podríamos lograr, por los mismos medios, la liberación absoluta de cualquier otra dificultad o defecto? Este es el enigma de nuestra existencia, cuya completa solución puede que exista solo en la mente de Dios. No obstante, por lo menos podemos ver una parte de la solución.Cuando un hombre o una mujer consumen tanto alcohol que destruyen su vida, hacen algo que va completamente "contra natura". Al desafiar su deseo instintivo de conservación, parecen estar empeñados en destruirse a sí mismos. Actúan en contra de su instinto más profundo. Conforme se ven humillados por los terribles latigazos que les da el alcohol, la gracia de Dios puede entrar en sus vidas y expulsar su obsesión. En esto su poderoso instinto de sobrevivir puede cooperar plenamente con el deseo de su Creador de darle una nueva vida. Porque tanto la naturaleza como Dios aborrecen el suicidio.Pero la mayoría de nuestras demás dificultades no se pueden clasificar en esta categoría. Por ejemplo, cada persona normal quiere comer, reproducirse y llegar a ser alguien en la sociedad. Y desea gozar de un nivel razonable de seguridad mientras intenta alcanzar estas cosas. De hecho Dios le ha creado así. No creó al hombre para que se destruyera a sí mismo con el alcohol, sino que le dotó de instintos para ayudarle a mantenerse vivo.No existe la menor evidencia, al menos en esta vida, de que nuestro Creador espere que eliminemos totalmente nuestros instintos naturales. Que sepamos nosotros, no hay ningún testimonio de que Dios haya quitado a cualquier ser humano todos sus instintos naturales.Puesto que la mayoría de nosotros nacemos con una abundancia de deseos naturales, no es de extrañar que a menudo les dejemos que se conviertan en exigencias que sobrepasan sus propósitos originales. Cuando nos impulsan ciegamente, o cuando exigimos voluntariosamente que nos den más satisfacciones o placeres de los que nos corresponden, este es el punto en el que nos desviamos del grado de perfección que Dios desea que alcancemos en esta tierra. Esta es la medida de nuestros defectos de carácter o, si prefieres, de nuestros pecados.Si se lo pedimos, Dios ciertamente nos perdonará nuestras negligencias. Pero nunca nos va a volver blancos como la nieve y mantenernos así sin nuestra cooperación. Nosotros mismos debemos estar dispuestos a hacer lo necesario para alcanzar esto. Dios solamente nos pide que nos esforcemos lo más que podamos para hacer progresos en la formación de nuestro carácter.Por lo tanto, el Sexto Paso - "Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos liberase de nuestros defectos" - es la forma en que A.A. expone la mejor actitud posible que se puede tomar para dar un comienzo en este trabajo de toda la vida. No significa que esperemos ver desaparecer todos nuestros defectos de carácter como desapareció nuestra obsesión por beber. Puede que algunos desaparezcan, pero en cuanto a la mayoría de ellos, tendremos que contentarnos con una mayoría gradual. Las palabras claves "enteramente dispuestos" subrayan el hecho de que queremos aspirar lo mejor que conozcamos o que podemos llegar a conocer.¿Cuántos de nosotros tenemos este grado de disponibilidad? En un sentido absoluto, casi nadie lo tiene. Lo mejor que podemos hacer, con toda la sinceridad que seamos capaces, es tratar de alcanzarlo. Aun entonces, los miembros más entrenados y dedicados descubriremos, para nuestra consternación, que hay un punto en el que nos estancamos, un punto en el que decimos, "No, todavía no puedo renunciar a esto" Y a menudo vamos a pisar en terreno mucho más peligroso, cuando gritemos: "¡Nunca voy a renunciar a esto!" Tal es la capacidad para sobrepasarse que tienen nuestros instintos. Por mucho que hayamos progresado, siempre encontraremos deseos que se opongan a la gracia de Dios.Puede que algunos que creen haber hecho buenos progresos quieran discutir este punto, así que vamos a pensarlo un poco más detenidamente. Casi toda persona desea librarse de sus defectos más notorios y destructivos. Nadie quiere ser tan orgulloso como para que los demás le ridiculicen por ser un fanfarrón, ni tan avaricioso que se le acusa de ladrón. Nadie quiere que su ira le impulse a matar, ni que su lujuria le incite a violar, ni que su gula le lleva a arruinar su salud. Nadie quiere verse atormentado por el sufrimiento crónico de la envidiosa, ni paralizado por la pereza. Naturalmente, la mayoría de los seres humanos no sufren de estos defectos en un grado tan extremo.Es probable que nosotros los que hemos escapado de estos extremos tendamos a felicitarnos. Pero, ¿debemos hacerlo? A fin y al cabo, ¿no ha sido el amor propio, puro y simple, el que nos ha hecho posible escapar? No se requiere mucho esfuerzo espiritual para evitar los excesos que siempre traen consigo un castigo inevitable. Pero cuando nos enfrentamos con los aspectos menos violentos de estos mismos defectos, entonces, ¿cuál es nuestra reacción?.Lo que tenemos que reconocer ahora es que algunos de nuestros defectos nos deleitan inmensamente. Realmente nos encantan. Por ejemplo ¿a quién no le gusta sentirse un poco superior a su prójimo, o incluso muy superior? ¿No es cierto que nos gusta disfrazar de ambición nuestra avaricia? Parece imposible pensar que a alguien le guste la lujuria. Pero, ¿cuántos hombres y mujeres hablan de amor con la boca, y creen en lo que dicen, para poder ocultar la lujuria en un rincón oscuro de su mente? E incluso dentro de los limites convencionales, muchas personas tienen que confesar que sus imaginarias excursiones sexuales suelen ir disfrazadas de sueños románticos.La ira farisaica también puede ser muy agradable. De una manera perversa, incluso nos puede satisfacer el hecho de que mucha gente nos fastidia, porque nos produce una sensación reconfortante de superioridad. El chismorreo, emponzoñado con nuestra ira, una especie de asesinato cortés por calumnia, también tiene sus satisfacciones para nosotros. En este caso, no intentamos ayudar a los que criticamos; pretendemos proclamar nuestra propia rectitud.Cuando la gula no llega al grado de arruinar nuestra salud, solemos darle un nombre más benigno; decimos que "disfrutamos de nuestro bienestar". Vivimos en un mundo carcomido por la envidia. En menor o mayor grado, les infecta a todos. De este defecto, debemos de sacar una clara, aunque deformada, satisfacción. Si no, ¿por qué íbamos a malgastar tanto tiempo en desear lo que no tenemos en lugar de trabajar por conseguirlo, o en buscar atributos que nunca tendremos y sentirnos airados al no encontrar, en lugar de ajustarnos a la realidad y aceptarla? Y cuántas veces no trabajamos con gran ahínco sin otro motivo más noble que el de rodearnos de seguridad y abandonarnos en la pereza más tarde - solo que a esto lo llamamos "buena jubilación". Consideremos además nuestro talento para dejarlo todo para mañana, lo que no es sino una variedad de la pereza. Casi cualquier persona podría hacer una larga lista de defectos como éstos, y muy pocos de nosotros pensarían seriamente en abandonarlos, al menos hasta que nos causaran excesivo sufrimiento.Claro que algunos pude que están convencidos de estar verdaderamente dispuestos a que se les eliminen todos estos defectos. Pero incluso estas personas, si hacen una lista de defectos aun menos graves, se verán obligadas a admitir que prefieren quedarse con algunos de ellos. Por lo tanto, parece claro que pocos de nosotros podemos, rápida y fácilmente, llegar a estar dispuestos a aspirar la perfección espiritual y moral; solemos contentarnos con la perfección suficiente para permitirnos salir del paso, según, naturalmente, nuestras diversas ideas personales de lo que significa salir de paso. Así que la diferencia entre los niños y los hombres es la diferencia entre aquel que se esfuerza por alcanzar un objetivo marcado por él mismo y aquel que aspira alcanzar el objetivo perfecto que es el de Dios.Muchos preguntarán enseguida, "¿Cómo podemos aceptar todas las implicaciones del Sexto Paso? Pues - ¡esto es la perfección! Esta parece ser una pregunta difícil de contestar, pero en la práctica no lo es. Solamente el Primer Paso, en el que admitimos sin reserva alguna que éramos impotentes ante el alcohol, se puede practicar con perfección absoluta. Los once Pasos restantes exponen ideales perfectos. Son metas que aspiramos alcanzar, y patrones con los que medimos nuestro progreso. Visto así, el Sexto Paso sigue siendo difícil, pero no imposible. La única cosa urgente es que comencemos y sigamos intentándolo.Si esperamos poder valernos de esta Paso para solucionar problemas distintos del alcohol, tendremos que hacer un nuevo intento para ampliar nuestra mente. Tendremos que levantar nuestra mirada hacia la perfección y estar dispuestos a encaminarnos en esa dirección. Poco importará lo vacilantes que caminemos. La única pregunta que tendremos que hacernos es, "¿Estamos dispuestos?".Al repasar de nuevo aquellos defectos que aun no estamos dispuestos a abandonar, debemos derrumbar las barreras rígidas que nos hemos impuesto. Tal vez todavía nos veremos obligados a decir en algunos casos, "Aún no puedo abandonar esto . . .," pero nunca debemos decirnos, "¡Jamás abandonaré esto!".Deshagámonos ahora de una posible trampa peligrosa que hemos dejado en el camino. Se sugiere que debemos llegar a estar dispuestos a aspirar alcanzar la perfección. No obstante, se nos indica que alguna demora se nos puede perdonar. En la mente de un alcohólico, experto en la invención de excusas, la palabra "demora" puede adquirir un significado de futuro lejano. Puede decir, "¡Qué fácil! Claro que me voy a encaminar hacia la perfección, pero no veo por qué he de apresurarme. Tal vez puedo posponer indefinidamente el enfrentarme a algunos de mis problemas". Por supuesto, esto no servirá. Esta manera de engañarse a uno mismo tendrá que seguir el mismo camino que otras muchas justificaciones agradables. Como mínimo, tendremos que enfrentarnos a algunos de nuestros peores defectos de carácter, y ponernos a trabajar para eliminarlos tan pronto como podamos.Al decir "¡Nunca, jamás!" cerramos nuestra mente a la gracia de Dios. La demora es peligrosa y la rebeldía puede significar la muerte. Este es el punto en el que abandonamos los objetivos limitados, y nos acercamos a la voluntad de Dios para con nosotros.<br />SÉPTIMO PAS0 AA<br />"Humildemente le pedimos que nos liberase de nuestros defectos".Ya que este Paso se centra tanto en la humildad, debemos hacer una pausa para considerar lo que es la humildad y lo que su práctica puede significar para nosotros.En verdad, el trata de adquirir cada vez más humildad es el principio fundamental de cada uno de los Doce Pasos de A.A. Porque sin tener un cierto grado de humildad, ningún alcohólico se puede mantener sobrio. Además, casi todos los A.A. han descubierto que, a menos que cultiven esta preciada cualidad en un grado mucho mayor de lo que se requiere solo para mantener la sobriedad, tendrán escasas posibilidades de conocer la verdadera felicidad. Sin ella, no pueden llevar una vida de mucha utilidad, ni, en la adversidad, pueden contar con la fe suficiente para responder a cualquier emergencia.La humildad, como palabra y como ideal, no lo ha pasado muy bien en nuestro mundo. No solamente se entiende mal la idea, sino que también la palabra suscita a menudo una gran aversión. Muchas personas ni siquiera tienen la menor comprensión de la humildad como manera de vivir. Mucho de lo que oímos decir a la gente en nuestra vida diaria, y una buena parte de lo que leemos, destaca el orgullo que siente el ser humano por sus propios logros.Con gran inteligencia, los científicos han venido forzando a la naturaleza a que revele sus secretos. Los inmensos recursos de los que ahora disponemos nos prometen una cantidad de bendiciones materiales tan grande que muchos han llegado a creer que nos encontramos en el umbral de una edad de oro, forjada por la mano del hombre. La pobreza desaparecerá, y habrá tal abundancia que todos disfrutaremos de toda la seguridad y todas las satisfacciones personales que deseemos. La teoría parece sostener que, una vez que queden satisfechos los instintos primordiales de todos los seres humanos, habrá muy poco motivo para pelearnos. El mundo entonces se volverá feliz y se verá libre para concentrarse en la cultura y el carácter. Solo con su propia inteligencia y esfuerzos, la humanidad habrá forjado su destino.Sin duda, ningún alcohólico y, desde luego ningún miembro de A.A. quiere menospreciar los logros materiales. Ni discutimos con los muchos que todavía se aferran tan apasionadamente a la creencia de que la satisfacción de nuestros deseos naturales básicos es el objeto primordial de la vida. Pero estamos seguros de que ninguna clase de gente de este mundo ha fracasado tan rotundamente al tratar de vivir conforme a esta fórmula como los alcohólicos. Hace miles de años que venimos exigiendo más de lo que nos corresponde de seguridad, de prestigio y de amor. Cuando parecía que teníamos éxito, bebíamos para tener sueños aun más grandiosos. Cuando nos sentíamos frustrados, aunque solo fuera en parte, bebíamos para olvidar. Nunca había suficiente de lo que creíamos que queríamos.En todos estos empeños, muchos de ellos bien intencionados, nuestro mayor impedimento había sido la falta de humildad. Nos faltaba la perspectiva suficiente para ver que la formación del carácter y los valores espirituales tenían que anteponer a todo, y que las satisfacciones materiales no constituían el objetivo de la vida. De una manera muy característica, nos habíamos pasado de la raya confundiendo el fin con los medios. En vez de considerar la satisfacción de nuestros deseos materiales como el medio por el que podríamos vivir y funcionar como seres humanos, la habíamos considerado como la meta y el objetivo final de la vida.Es cierto que la mayoría de nosotros creíamos deseable tener un buen carácter, pero el buen carácter evidentemente era algo que se necesitaba para seguir en el empeño de satisfacer nuestros deseos. Con una apropiada muestra de honradez y moralidad, tendríamos una mayor probabilidad de conseguir lo que realmente queríamos. Pero siempre que teníamos que escoger entre el carácter y la comodidad, la formación del carácter se perdió en el polvo que levantábamos al perseguir lo que creíamos era la felicidad. Muy rara vez considerábamos la formación del carácter como algo deseable en sí mismo, algo por lo que nos gustaría esforzarnos, sin importar que se satisficieran o no nuestras necesidades instintivas. Nunca se nos ocurrió basar nuestras vidas cotidianas en la honradez, la tolerancia y el verdadero amor a Dios y a nuestros semejantes.Esta falta de arraigo a cualquier valor permanente, esta incapacidad de ver el verdadero objetivo de nuestra vida, producía en nosotros otro mal efecto. Mientras siguiéramos convencidos de poder vivir contando exclusivamente con nuestras propias fuerzas y nuestra propia inteligencia, nos era imposible tener una fe operante en un Poder Superior. Y esto era cierto aun cuando creíamos que Dios existía. Podíamos tener sinceras creencias religiosas que resultaban infructuosas porque nosotros mismos seguíamos tratando de hacer el papel de Dios. Mientras insistiéramos en poner en primer lugar nuestra propia independencia, la verdadera dependencia de un Poder Superior era totalmente impensable. Nos faltaba el ingrediente básico de toda humildad, el deseo de conocer y hacer la voluntad de Dios.Para nosotros, el proceso de alcanzar una nueva perspectiva fue increíblemente doloroso. Sólo tras repetidas humillaciones nos vimos forzados a aprender algo respecto a la humildad. Sólo al llegar al fin de un largo camino, marcado por sucesivas desgracias y humillaciones, y por la arrolladora derrota final de nuestra confianza en nosotros mismos, empezamos a sentir la humildad como algo más que una condición de abyecta desesperación. A cada recién llegado a Alcohólicos Anónimos se le dice, y muy pronto llega a darse cuenta por sí mismo, que esta humilde admisión de impotencia ante el alcohol es su primer paso hacia la liberación de su dominio paralizador.Es así como, por primera vez, vemos la necesidad de tener humildad. Pero esto no es sino un mero comienzo. La mayoría de nosotros tardamos mucho tiempo en librarnos completamente de nuestra aversión a la idea de ser humildes, en lugar tener una visión de la humildad como una conducta hacia la verdadera libertad del espíritu humano, en estar dispuestos a trabajar para conseguir la humildad como una cosa deseable en sí misma. No se puede dar una vuelta de 180 grados en un abrir y cerrar de ojos a toda una vida encaminada a satisfacer nuestros deseos egocéntricos. Al principio, la rebeldía pone trabas a cada paso que intentamos dar.Cuando por fin admitimos sin reserva que somos impotentes ante el alcohol, es muy posible que demos un suspiro de alivio, diciendo, "Gracias a Dios, eso se acabó. Nunca tendré que volver a pasar por eso". Luego, y a menudo para nuestra gran consternación, llegamos a darnos cuenta de que solo hemos atravesado la primera etapa del nuevo camino que andamos. Todavía espoleados por la pura necesidad, con desgana nos enfrentamos con aquellos graves defectos de carácter que originalmente nos convirtieron en bebedores problema, defectos que tenemos que intentar remediar para no volver a caer de nuevo en el alcoholismo. Queremos deshacernos de algunos de estos defectos, pero en algunos casos nos parece una tarea tan imposible que nos acobardamos ante ella. Y nos aferramos con una persistencia apasionada a otros defectos que perturban de igual manera nuestro equilibrio, porque todavía nos complacen mucho. ¿Cómo podemos armarnos de suficiente resolución y buena voluntad como para deshacernos de obsesiones y deseos tan abrumadores?Pero de nuevo nos vemos impulsados a segur, debido a la conclusión inevitable que sacamos de la experiencia de A.A., de que la única alternativa a intentar perseverar con determinación en el programa es la de caer al borde del camino. En esta etapa de nuestro progreso nos vemos fuertemente presionados para hacer lo debido, obligados a elegir entre los sufrimientos de intentarlo y los seguros castigos de no hacerlo. Estos primero pasos en el camino los damos a regañadientes, pero los damos. Es posible que todavía no tengamos la humildad en muy alta estima, como una deseable virtud personal, pero, no obstante, nos damos cuenta de que es una ayuda necesaria para sobrevivir.Pero al haber mirado algunos de estos defectos honradamente y sin pestañear, después de haberlos discutido con otra persona y al haber llegado a estar dispuestos a que nos sean eliminados, nuestras ideas referentes a la humildad empiezan a cobrar un sentido más amplio. En este punto es muy probable que hayamos obtenido una liberación, al menos parcial, de nuestros defectos más devastadores. Disfrutamos de momentos en los que sentimos algo parecido a una auténtica tranquilidad de espíritu. Para aquellos de nosotros que hemos conocido únicamente la agitación, la depresión y la ansiedad - en otras palabras, para todos nosotros - esta recién encontrada tranquilidad es un don de inestimable valor. Algo verdaderamente nuevo se ha hecho parte integrante de nuestras vidas. Si antes la humildad había significado para nosotros la abyecta humillación, ahora empieza a significar el ingrediente nutritivo que nos puede deparar la serenidad.Esta percepción perfeccionada de la humildad desencadena otro cambio revolucionario en nuestra perspectiva. Se nos empiezan a abrir los ojos a los inmensos valores que provienen directamente del doloroso desinflamiento del ego. Hasta este punto, nos hemos dedicado mayormente a huir del dolor y de los problemas. Huíamos de ellos como quien huye de la peste. Jamás queríamos enfrentarnos a la realidad del sufrimiento. Nuestra solución siempre era la de valernos de la botella para escapar. La formación de carácter por medio del sufrimiento, puede que les sirviera a los santos, pero para nosotros no tenía ningún aliciente.Entonces, en A.A., miramos alrededor nuestro y escuchamos. Y por todas partes veíamos los fracasos y los sufrimientos transformados por la humildad en bienes inapreciables. Oíamos contar historia tras historia de cómo la humildad había sacado fuerzas de la debilidad. En todo caso, el sufrimiento había sido el precio de entrada en una nueva vida. Pero este precio de entrada nos había comprado más de lo que esperábamos. Traía consigo cierto grado de humildad, la cual, pronto descubrimos, aliviaba el sufrimiento. Empezamos a temerle menos al sufrimiento y a desear la humildad más que nunca.Durante este proceso de aprender más acerca de la humildad, el resultado más profundo era el cambio de nuestra actitud para con Dios. Y esto era cierto, ya fuéramos creyendo o no. Empezamos a abandonar la idea de que el Poder Superior fuera una especie de sustituto mediocre a quien recurrir únicamente en emergencias. La idea de que seguiríamos llevando nuestras propias vidas, con una ayudita de Dios de vez en cuando, empezaba a desaparecer. Muchos de los que nos habíamos considerado religiosos, nos dimos repentina cuenta de lo limitada que era esta actitud. Al negarnos a colocar a Dios en primer lugar, nos habíamos privado de Su ayuda. Pero ahora las palabras "Por mí mismo nada soy, el Padre hace las obras" empezaban a cobrar un significado muy prometedor.Vimos que no siempre era necesario que fuéramos humillados y doblegados para alcanzar la humildad. El sufrimiento incesante no era la única forma de alcanzarla, nos podía llegar igualmente por estar bien dispuestos a buscarla. Ocurrió un viraje decisivo en nuestras vidas cuando nos pusimos a conseguir la humildad como algo que realmente queríamos, y no como algo que debíamos tener. Marcó el momento en que pudimos empezar a ver todas las implicaciones del Séptimo Paso: "Humildemente Le pedimos que nos liberase de nuestros defectos".Al prepararnos para dar el Séptimo Paso, puede que valga la pena volver a preguntarnos cuáles son nuestros objetivos más profundos. A cada uno de nosotros le gustaría vivir en paz consigo mismo y con sus semejantes. Nos gustaría que se nos diera la seguridad de que la gracia de Dios puede hacer por nosotros aquello que no podemos hacer por nosotros mismos. Hemos observado que los defectos de carácter que se originan en deseos indignos y miopes son los obstáculos que bloquean nuestro camino hacia estos objetivos. Ahora vemos con claridad que hemos impuesto exigencias poco razonables en nosotros mismos, en otras personas, y en Dios.El principal activador de nuestros defectos ha sido el miedo egocéntrico - sobre todo el miedo de que perderíamos algo que ya poseíamos o que no conseguiríamos algo que exigíamos. Por vivir a base de exigencias insatisfechas, nos encontrábamos en un estado de constante perturbación y frustración. Por lo tanto, no nos sería posible alcanzar la paz hasta que no encontráramos la manera de reducir estas exigencias. La diferencia entre una exigencia y una sencilla petición está clara para cualquiera.En el Séptimo Paso efectuamos el cambio de actitud que nos permite, guiados por la humildad, salir de nosotros mismos hacia los demás y hacia Dios. El Séptimo Paso pone todo su énfasis en la humildad. En realidad, nos dice que ahora debemos estar dispuestos a intentar conseguir, por medio de la humildad, la eliminación de nuestros defectos, al igual que hicimos cuando admitimos que éramos impotentes ante el alcohol y llegamos a creer que un Poder superior a nosotros mismos podría devolvernos el sano juicio. Si ese grado de humildad podía hacernos posible encontrar la gracia suficiente para desterrar tan mortal obsesión, entonces cabe esperar los mismos resultados respecto a cualquier problema que podamos tener.<br />OCTAVO PAS0 AA<br />"Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos ofendido y estuvimos dispuestos a reparar el daño que les causamos".El Octavo y el Noveno Paso tienen que ver con las relaciones personales. Primero, le echábamos una mirada a nuestro pasado e intentamos descubrir en donde hicimos algún mal; segundo, hacemos un enérgico esfuerzo para reparar el daño que hemos causado; y tercero, habiendo limpiado así los escombros del pasado, nos ponemos a considerar cómo trabar, con nuestro recién adquirido conocimiento de nosotros mismos, las mejores relaciones posibles con todos los seres humanos que conozcamos.¡Menuda tarea! Tal vez la podemos hacer con creciente destreza, sin jamás acabarla. Aprender a vivir con un máximo de paz, cooperación y compañerismo con todo hombre y mujer, sean quienes sean, es una aventura conmovedora y fascinante. Cada miembro de A.A. se ha dado cuenta de que no puede hacer casi ningún progreso en esta aventura hasta que no se vuelva atrás para repasar, minuciosa y despiadadamente, los desechos humanos que ha dejado en su trayectoria. Hasta cierto grado, ya lo ha hecho al hacer su inventario moral, pero ahora ha llegado el momento de redoblar sus esfuerzos para ver a cuántas personas ha lastimado y de qué manera. El volver a abrir estas heridas emocionales, algunas viejas, otras tal vez olvidadas, y otras más todavía supurando dolorosamente, podrá parecernos al principio una intervención quirúrgica innecesaria e inútil. Pero si se comienza con buena voluntad, las grandes ventajas de hacerlo se manifestarán con tal rapidez que el dolor se irá atenuando conforme se vaya desvaneciendo un obstáculo tras otro.No obstante, estos obstáculos son sin duda realidades. El primero, y uno de los más difíciles de superar, tiene que ver con el perdón. En cuanto empezamos a pensar en una relación corta o retorcida con otra personas, nos ponemos emocionalmente a al defensiva. Para evitar mirar los daños que hemos causado a otra persona, nos enfocamos con resentimiento en el mal que nos ha hecho. Nos resulta aun más fácil hacerlo si, en realidad, esta persona no siempre se ha comportado bien. Triunfantes, nos aferramos a su mala conducta, convirtiéndola en el pretexto ideal para minimizar o ignorar nuestra propia mala conducta.En este preciso instante tenemos que echar el freno. No tiene mucho sentido que seamos nosotros quienes tiremos la primera piedra. Recordemos que los alcohólicos no son los únicos aquejados de emociones enfermas. Además, por lo general, es un hecho innegable que nuestro comportamiento cuando bebíamos ha agravado los defectos de otras personas. Repetidamente hemos agotado la paciencia de nuestros más íntimos amigos, y hemos despertado lo peor en aquellos que nunca nos tenían en muy alta estima. En muchos casos, estamos en realidad tratando con compañeros de sufrimiento, gente cuyos dolores hemos aumentado. Si ahora nos encontramos a punto de pedir el perdón para nosotros mismos, ¿por qué no empezar perdonándolos a todos ellos?Al hacer la lista de las personas a quienes hemos ofendido, la mayoría de nosotros nos tropezamos con otro obstáculo sólido. Sufrimos un tremendo impacto cuando nos dimos cuenta de que nos estábamos preparando para admitir nuestra mala conducta cara a cara ante aquellos a quienes habíamos perjudicado. Ya nos habíamos sentido suficientemente avergonzados cuando en confianza habíamos admitido estas cosas ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano. Pero la idea de ir a visitar o incluso escribir a la gente afecta nos abrumaba, sobre todo al recordar el mal concepto que tenían de nosotros la mayoría de estas personas. También había casos en los que habíamos perjudicado a otras personas que seguían viviendo tan felices sin tener la menor idea del daño que les habíamos causado. ¿Por qué, protestamos, no decir "lo pasado, pasado"? ¿Por qué tenemos que ponernos a pensar en esa gente? Estas eran algunas de las formas en las que el temor conspiraba con el orgullo para impedir que hiciéramos una lista de todas las personas que habíamos perjudicado.Algunos de nosotros nos encontramos con otro obstáculo muy distinto. Nos aferrábamos a la idea de que los únicos perjudicados por nuestra forma de beber éramos nosotros. Nuestras familias no se vieron perjudicadas porque siempre pagamos las cuentas y casi nunca bebíamos en casa. Nuestros compañeros de trabajo no se vieron perjudicados porque solíamos presentarnos a trabajar. Nuestras reputaciones no se vieron perjudicadas, porque estábamos seguros de que muy poca gente se había fijado en nuestros excesos con la bebida. Y los que sí se habían fijado, nos tranquilizaban diciendo que una alegre juerga no era sino el pecadillo de un hombre recto. Por lo tanto, ¿qué daño real habíamos causado? Sin duda, pocos más de lo que podríamos remediar fácilmente algunas disculpas hechas de paso.Esta actitud, por supuesto, es el producto final de un esfuerzo deliberado para olvidar. Es una actitud que solo se puede cambiar por medio de un análisis profundo y sincero de nuestros motivos y nuestras acciones.Aunque en algunos casos no nos es posible hacer ninguna enmienda, y en otros casos es aconsejable aplazarlas, debemos, no obstante, hacer un repaso minucioso y realmente exhaustivo de nuestra vida pasada para ver cómo ha afectado a otras personas. En muchos casos veremos que, aunque el daño causado a otros no ha sido muy serio, el daño emocional que nos hemos hecho a nosotros mismos ha sido enorme. Los conflictos emocionales, muy profundos, y a veces totalmente olvidados, persisten de forma desapercibida en el subconsciente. Estos conflictos, al originarse, puede que hayan retorcido nuestras emociones tan violentamente que, desde entonces, han dejado manchadas nuestras personalidades y han trastornado nuestras vidas.Aunque el propósito de hacer enmiendas a otros es de suma importancia, es igualmente necesario que saquemos del repaso de nuestras relaciones personales la más detallada información posible acerca de nosotros mismos y de nuestras dificultades fundamentales. Ya que las relaciones defectuosas con otros seres humanos casi siempre han sido la causa inmediata de nuestros sufrimientos, incluyendo nuestro alcoholismo, no hay otro campo de investigación que pueda ofrecernos recompensas más gratificadores y valiosas que éste. Una reflexión seria y serena sobre nuestras relaciones personales puede ampliar nuestra capacidad de comprendernos. Podemos ver mucho más allá de nuestros fallos superficiales para descubrir aquellos defectos que eran fundamentales, defectos que, a veces, han sentado la pauta de nuestras vidas. Hemos visto que la minuciosidad tiene sus recompensas - grandes recompensas.La siguiente pregunta que nos podemos hacer es qué queremos decir cuando hablamos de haber causado "daño" a otras personas. ¿Qué tipos de "daños" puede causar una persona a otra? Para definir la palabra "daño" de una manera práctica, podemos decir que es el resultado de un choque de los instintos que le causa a alguien un perjuicio físico, mental, emocional o espiritual. Si asiduamente tenemos mal genio, despertamos la ira en otros. Si mentimos o engañamos, no solo privamos a otros de sus bienes materiales, sino también de su seguridad emocional y de su tranquilidad de espíritu. En realidad, les estamos invitando a que se conviertan en seres desdeñosos y vengativos. Si nos comportamos de forma egoísta en nuestra conducta sexual, es posible que provoquemos los celos, la angustia y un fuerte deseo de devolver con la misma moneda.Estas afrentas tan descartadas no constituyen ni mucho menos una lista completa de los daños que podemos causar. Consideremos algunas de las más sutiles que a veces pueden ser tan dañinas. Supongamos que somos tacaños, irresponsables, insensibles o fríos con nuestras familias. Supongamos que somos irritables, criticones, impacientes y sin ningún sentido de humor. Supongamos que colmamos de atenciones a un miembro de la familia y descuidamos a los demás. ¿Qué sucede cuando intentamos dominar a toda la familia, ya sea con mano de hierro o inundándoles con un sinfín de indicaciones minuciosas acerca de cómo deben vivir sus vidas de hora en hora? ¿Qué sucede cuando nos sumimos en la depresión, rezumando autocompasión por cada poro, e imponemos nuestras aflicciones en todos los que nos rodean? Tal lista de daños causados a otra gente - daños que hacen que la convivencia con nosotros como alcohólicos activos sea difícil y a menudo inaguantable - puede alargarse casi indefinidamente. Cuando llevamos estos rasgos de personalidad al taller, a la oficina o a cualquier otra actividad social, pueden causar daños casi tan grandes como los que hemos causado en casa.Una vez que hemos examinado cuidadosamente toda esta esfera de las relaciones humanas y hemos determinado exactamente cuáles eran los rasgos de nuestra personalidad que perjudicaban o molestaban a otra gente, podemos empezar a registrar nuestra memoria en busca de las personas a quienes hemos ofendido. No nos debe resultar muy difícil identificar a los más allegados y más profundamente perjudicados. Entonces, a medida que repasamos nuestras vidas año tras año hasta donde nuestra memoria nos permita llegar, inevitablemente saldrá una lista larga de personas que, de alguna u otra manera, hayan sido afectadas. Debemos, por supuesto, considerar y sopesar cada caso cuidadosamente. Nuestro objetivo debe limitarse a admitir las cosas que nosotros hemos hecho y, al mismo tiempo, perdonar los agravios, reales o imaginarios, que se nos han hecho. Debemos evitar las críticas extremadas, tanto de nosotros como de los demás. No debemos exagerar nuestros defectos ni los suyos. Un enfoque sereno e imparcial será nuestra meta constante.Si al ir a apuntar un nombre en la lista nuestro lápiz empieza a titubear, podemos cobrar fuerzas y ánimo recordando lo que ha significado para otros la experiencia de A.A. en este Paso. Es el principio del fin de nuestro aislamiento de Dios y de nuestros semejantes.<br />NOVENO PAS0 AA<br />"Reparamos directamente a cuantos nos fue posible el daño causado, excepto cuando el hacerlo implicaba perjuicio para ellos o para otros".Buen juicio: capacidad para escoger el momento oportuno, valor y prudencia - estas son las cualidades que necesitaremos al dar el Noveno Paso.Después de hacer una lista de las personas a quienes hemos perjudicado, haber reflexionado cuidadosamente sobre cada caso, y haber intentado adoptar la actitud adecuada para proceder, veremos que las personas a las que hemos de hacer reparaciones directas se clasifican en diversas categorías. A algunas nos debemos dirigir tan pronto como nos sintamos razonablemente seguros de poder mantener nuestra sobriedad. A otras, no podremos hacer sino enmiendas parciales, ya que una plena revelación les podría hacer a ellos o a otras personas más mal que bien. En otros casos, será aconsejable dejar pasar un tiempo antes de hacer reparaciones, y en otros más, por la misma naturaleza de la situación, nunca nos será posible ponernos en contacto directo con las personas.La mayoría de nosotros empezamos a hacer ciertas enmiendas directas desde el fía que nos unimos a Alcohólicos Anónimos. En el momento en que decimos a nuestras familias que de verdad vamos a intentar practicar el programa, se inicia el proceso. En esta esfera, rara vez hay dudas en cuanto a escoger el momento oportuno o andar con cautela. Queremos entrar por la puerta anunciando a gritos las buenas nuevas. Al regresar de nuestra primera reunión o tal vez después de leer el libro "Alcohólicos Anónimos", normalmente tenemos ganas de sentarnos con algún miembro de la familia dispuestos a admitir los daños que hemos causado por nuestra forma de beber. Casi siempre queremos hacer más: queremos admitir otros defectos que han hecho difícil convivir con nosotros. Esta será una situación nueva, muy diferente de aquellas mañanas de resaca cuando de un momento a otro pasábamos de despreciarnos a nosotros mismos a culpar a la familia (y a todo el mundo) por nuestros problemas. En este primer intento, solo es necesario que admitamos nuestros defectos de una forma general. En esta etapa puede ser poco sensato sacar a relucir ciertos episodios angustiosos. El buen juicio nos sugerirá que andemos a paso mesurado. Aunque estemos completamente dispuestos a confesar lo peor, tenemos que recordar que no podemos comprar nuestra tranquilidad de espíritu a expensas ajenas.Se puede aplicar un enfoque muy parecido en la oficina o en la fábrica. En seguida pensaremos en algunas personas que están bien enteradas de nuestra forma de beber y que se han visto más afectadas. Pero incluso en estos casos, puede que nos convenga ser más discretos de lo que fuimos con nuestra familia. Tal vez debamos esperar algunas semanas o más antes de decir nada. Primero debemos sentirnos bastante seguros de habernos enganchado bien al programa de A.A. Entonces estamos en condiciones de dirigirnos a esta gente, decirle lo que A.A. es y lo que estamos intentando hacer. En este contexto, podemos admitir sin reservas los daños que hemos hecho y pedir disculpas. Podemos pagar o prometer pagar cualesquier deudas, económicas o de otra índole, que tengamos. La bondadosa reacción que tiene la mayoría de la gente ante esta sinceridad humilde muchas veces nos asombrará. Incluso aquellos que nos han criticado más severamente, y con razón, frecuentemente se muestran bastante razonables la primera vez que les abordamos.Es posible que este ambiente de aprobación y alabanza tenga un efecto tan estimulante que nos haga perder el equilibrio produciendo en nosotros un apetito insaciable de más palmadas y elogios. O podemos ir al otro extremo cuando, en raras ocasiones, nos dan una recepción fría o escéptica. Puede que nos sintamos tentados a discutir o insistir obstinadamente, o tal vez caemos en el desánimo y el pesimismo. Pero si nos hemos preparado bien de antemano, estas reacciones nonos desviarán de nuestro firme y equilibrado propósito.Después de esta prueba preliminar de hacer enmiendas, puede que nos sintamos tan aliviados que creamos haber terminado nuestra tarea. Querremos dormirnos en nuestros laureles. Puede que nos sintamos fuertemente tentados a evitar los encuentros más humillantes y aterradores que todavía nos quedan. A menudo fabricaremos excusas persuasivas con el fin de esquivar estas cuestiones. O puede que lo dejemos para mañana, diciéndonos que todavía no ha llegado la hora propicia, aunque en realidad ya hemos pasado por alto muchas buenas oportunidades de remediar una grave injuria. No hablemos de prudencia mientas sigamos valiéndonos de evasivas.En cuanto nos sintamos seguros de nuestra nueva forma de vida y, con nuestro comportamiento y ejemplo, hayamos empezado a convencer a los que nos rodean de que de verdad estamos mejorando, normalmente podemos hablar sin temor y con completa franqueza con aquellos que han sido gravemente afectados, incluso con aquellos que apenas se dan cuenta de lo que les hemos hecho. Las únicas excepciones serán los casos en que nuestra revelación pueda causar auténtico daño. Podemos iniciar estas conversaciones de una manera natural y casual. Pero si no se presenta la oportunidad, en algún momento querremos armarnos de valor, dirigirnos a la persona en cuestión, y poner nuestras cartas boca arriba. No tenemos que sumirnos en remordimientos excesivos ante aquellos a quienes hemos perjudicado, pero a estas alturas las enmiendas deben ser francas y generosas.Solo puede haber una única consideración que frene nuestro deseo de hacer una revelación total del daño que hemos hecho. Esta se presentará en las raras ocasiones en las que el hacerlo supondría causar un grave daño a la persona a quien queremos hacer enmiendas. O - de igual importancia - a otras personas. Por ejemplo, no podemos contar con todo detalle nuestras aventuras amorosas a nuestros confiados cónyuges. E incluso en los casos en que es necesario hablar de tales asuntos, intentemos evitar que terceras personas, sean quienes sean, salgan perjudicadas. No aligeramos nuestra carga cuando inconsideradamente hacemos más pesada la cruz de otros.Pueden surgir muchas preguntas peliagudas en otros aspectos de la vida en los que entre en juego este mismo principio. Por ejemplo, supongamos que nos hemos bebido una buena parte del dinero de nuestra compañía, ya sea que lo hubiéramos "tomando prestado", o hubiéramos inflado excesivamente los gastos de representación. Supongamos que, si no decimos nada, nadie se va a dar cuenta. ¿Confesamos inmediatamente nuestras irregularidades a nuestra compañía ante la certeza de un despido instantáneo y la perspectiva de no poder conseguir otro trabajo? ¿Vamos a ser tan rígidos respecto a las enmiendas que no nos importe lo que le pueda pasar a nuestra familia y a nuestro hogar? O, ¿debemos consultar primero con aquellos que se van a ver gravemente afectados? ¿Exponemos la situación a nuestro padrino o consejero espiritual, pidiendo ardientemente la ayuda y la orientación de Dios - y resolviéndonos a hacer lo debido cuando sepamos con certeza cómo proceder, cueste lo que cueste? Naturalmente, no hay una contestación adecuada para resolver todos estos dilemas. Pero todos ellos requieren que estemos enteramente dispuestos a hacer enmiendas tan pronto y hasta donde nos sea posible, según sean las circunstancias.Sobre todo, debemos intentar estar completamente seguros de que no lo estamos retrasando porque tenemos miedo. Porque el verdadero espíritu del Noveno Paso es la disposición a aceptar todas las consecuencias de nuestras acciones pasadas y, al mismo tiempo, asumir responsabilidades por el bienestar de los demás.<br />DÉCIMO PAS0 AA<br />"Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocábamos lo admitíamos inmediatamente"Según vamos trabajando en los primeros nueve Pasos, nos estamos preparando para la ventura de una nueva vida. Pero al acercarnos al Décimo Paso, empezamos a hacer un uso práctico de nuestra manera de vivir de A.A., día tras día, en cualquier circunstancia. Entonces, nos vemos enfrentados con la prueba decisiva: ¿podemos mantenernos sobrios, mantener nuestro equilibrio emocional, y vivir una vida útil y fructífera, sena cuales sean nuestras circunstancias?Para nosotros lo necesario es hacer un examen constante de nuestros puntos fuertes y débiles, y tener un sincero deseo de aprender y crecer por este medio. Los alcohólicos hemos aprendido esta lección por la dura experiencia. Claro está que, en todas las épocas y en todas partes del mundo, personas más experimentada que nosotros se han sometido a una autocrítica rigurosa. Los sabios siempre han reconocido que nadie puede esperar hacer mucho en la vida, hasta que el auto examen no se convierta en costumbre, hasta que no reconozca y acepte lo que allí encuentra, y hasta que no se ponga, paciente y persistentemente, a corregir sus defectos.Un borracho que tiene una resaca fatal por haber bebido en exceso el día anterior, hoy no puede vivir bien. Pero hay otro tipo de resaca que todos sufrimos ya sea que bebamos o no. Es la resaca emocional, la consecuencia directa de los excesos emocionales negativos de ayer y, a veces, de hoy - ira, miedo, celos, y similares. Si hemos de vivir serenamente hoy y mañana, sin duda tenemos que eliminar estas resacas. Esto no significa que tengamos que hacer un morboso recorrido por nuestro pasado. Nos requiere que admitamos y corrijamos nuestros errores ahora. Nuestro inventario nos hace posible reconciliarnos con nuestro pasado. Al hacer esto, realmente podemos dejarlo atrás. Cuando hemos hecho un minucioso inventario y estamos en paz con nosotros mismos, nos viene la convicción de que podremos afrontar las dificultades futuras conforme se nos vayan presentando.Aunque todos los inventarios se parecen en principio, el factor tiempo es lo que distingue el uno del otro. Existe el inventario "instantáneo", que se puede hacer a cualquier hora del día, cuando vemos que nos estamos liando. Hay otro que hacemos al final del día, cuando repasamos los sucesos de las últimas horas. En éste, hacemos una especie de balance, apuntando en la columna positiva las cosas que hemos hecho bien, y en la negativa los errores que hemos cometido. Hay también ocasiones en las que solos, o en compañía de nuestro padrino o consejero espiritual, hacemos un detallado repaso de nuestros progresos desde la última vez. Muchos A.A. acostumbran a hacer una limpieza general una o dos veces al año. A muchos de nosotros nos gusta retirarnos del mundanal ruido para tranquilizarnos y dedicar uno o dos días a meditar y revisar nuestras vidas.¿No parecen estas costumbres tan aburridas como pesadas? ¿Tenemos los A.A. que dedicar la mayor parte del día a repasar lóbregamente nuestros pecados y descuidos? No lo creo. Se ha dado un énfasis tan marcado al inventario solamente porque muchos de nosotros nunca nos hemos acostumbrado a examinarnos rigurosa e imparcialmente. Una vez adquirido este sano hábito, nos resultará tan interesante y provechoso que el tiempo que dediquemos a hacerlo no nos podrá parecer perdido. Porque estos minutos o, a veces horas, que pasamos haciendo nuestro autoexamen tienen que hacer que las demás horas del día sean más gratas y felices. Y, con el tiempo, nuestros inventarios dejan de ser algo inusitado o extraño, y acaban convirtiéndose en una parte integrante de nuestra vida cotidiana.Antes de entrar en detalles en cuanto al inventario "instantáneo", consideremos las circunstancias en las que un inventario de esta índole puede sernos de utilidad.Considerado desde un punto de vista espiritual, es axiomático que cada vez que nos sentimos trastornados, sea cual sea la causa, hay algo que anda mal en nosotros. Si alguien nos ofende y nos enfadamos, también nosotros andamos mal. Pero, ¿no hay ninguna excepción a esta regla? ¿Y la ira "justificada"? Si alguien nos engaña, ¿no tenemos derecha a enfadarnos? ¿Acaso no podemos sentirnos justificadamente airados con la gente hipócrita? Para nosotros los A.A., éstas son excepciones peligrosas. Hemos llegado a darnos cuenta de que la ira justificada debe dejarse a gente mejor capacitada que nosotros para manejarla.Poca gente ha sufrido más a causa de los resentimientos que nosotros los alcohólicos. Y poco ha importado que fueran o no resentimientos justificados. Un arranque de mal genio nos podría estropear un día entero, y algún rencor cuidadosamente mimado podía convertirnos en seres inútiles. Y tampoco nos hemos mostrado muy diestros en distinguir entre la ira justificada y la no justificada. Según lo veíamos nosotros, nuestra rabia siempre era justificada. La ira, ese lujo ocasional de la gente más equilibrada, podía lanzarnos a borracheras emocionales de duración indefinida. Estas "borracheras secas" a menudo nos llevaban directamente a la botella. Y otros trastornos emocionales - los celos, la envidia, la lástima de nosotros mismos, y el orgullo herido - solían tener los mismos efectos.Un inventario instantáneo, si lo hacemos en medio de una perturbación parecida, puede contribuir mucho a apaciguar nuestras emociones borrascosas. Nuestros inventarios instantáneos se aplican principalmente a las circunstancias que surgen imprevistas en el vivir diario. Es aconsejable, cuando sea posible, posponer la consideración de nuestras dificultades crónicas y más arraigadas, para un tiempo que tenemos específicamente reservado para este fin. El inventario rápido nos sirve para enfrentarnos a los altibajos cotidianos, en particular esas ocasiones en las que otras personas o acontecimientos inesperados nos hacen perder el equilibrio y nos tientan a cometer errores.En todas estas situaciones tenemos que ejercer un dominio de nosotros mismos, hacer un análisis honrado de todo lo que entra en juego, y, cuando la culpa es nuestra, estar dispuestos a admitirlo y, cuando no lo es, igualmente dispuestos a perdonar. No tenemos por qué sentirnos descorazonados si recaemos en los errores de nuestras viejas costumbres. No es fácil practicar esta disciplina. No vamos a aspirar a la perfección, sino al progreso.Nuestro primer objetivo será adquirir dominio de nosotros mismos. Esto tiene la más alta prioridad. Cuando hablamos o actuamos de forma apresurada o precipitada, vemos desvanecerse en ese mismo momento nuestra capacidad de ser justos o tolerantes. El simple hecho de soltarle a alguien una andanada o lanzarle una crítica irreflexiva y obstinada puede desbaratar nuestras relaciones con otra persona durante todo ese día o, tal vez, durante todo el año. No hay nada que nos recompense más que la moderación en lo que decimos y escribimos. Tenemos que evitar las condenas irascibles y las discusiones arrebatadas e imperiosas. Tampoco nos conviene andar malhumoradamente resentidos o silenciosamente desdeñosos. Estas son trampas emocionales, y los cebos son el orgullo y la venganza. Tenemos que evitar estas trampas. Al sentirnos tentados a tragar el anzuelo, debemos acostumbrarnos a hacer una pausa para recapacitar. Porque no podemos pensar ni actuar con buenos resultados hasta que el hábito de ejercer un dominio de nosotros mismos no haya llegado a ser automático. Las situaciones desagradables o imprevistas no son las únicas que exigen el dominio de uno mismo. Tendremos que proceder con la misma cautela cuando empecemos a lograr un cierto grado de importancia o éxito material. Porque a nadie le han encantado más que a nosotros los triunfos personales. Nos hemos bebido el éxito como si fuera un vino que siempre nos alegraría. Si disfrutábamos de una racha de buena suerte, nos entregábamos a la fantasía, soñando con victorias aun más grandes sobre la gente y las circunstancias. Así cegados por una soberbia confianza en nosotros mismos, éramos propensos a dárnoslas de personajes. Por supuesto que la gente, herida o aburrida, nos volvía la espalda.Ahora que somos miembros de A.A. y estamos sobrios y vamos recobrando la estima de nuestros amigos y colegas, nos damos cuenta de que todavía nos es necesario ejercer una vigilancia especial. Para asegurarnos contra un ataque de soberbia, podemos frenarnos recordando que estamos sobrios hoy sólo por la gracia de Dios, y que cualquier éxito que tengamos se debe más a El que a nosotros mismos,Finalmente, empezamos a darnos cuenta de que todos los seres humanos, al igual que nosotros, están hasta algún grado enfermos emocionalmente, así como frecuentemente equivocados y, al reconocer esto, nos aproximamos a la auténtica tolerancia y vemos el verdadero significado del amor genuino para con nuestros semejantes. Conforme progresemos en nuestro camino, nos parecerá cada vez más evidente lo poco sensato que es enfadarnos o sentirnos lastimados por personas que, como nosotros, están sufriendo los dolores de crecimiento.Tardaremos algún tiempo, y quizás mucho tiempo, en notar un cambio tan radical en nuestra perspectiva. Poca gente pude afirmar con toda sinceridad que ama a todo el mundo. La mayoría de nosotros tenemos que confesar que solo hemos amado a unas cuantas personas; que la mayor parte de la gente nos era indiferente, siempre y cuando no nos molestaran a nosotros; y, en cuanto al resto, pues, les hemos tenido aversión o les hemos odiado. Aunque estas actitudes son bastante comunes, los A.A. tenemos que encontrar otra mucho mejor para poder mantener nuestro equilibrio. Si odiamos profundamente, acabamos desequilibrados. La idea de que podamos amar posesivamente a unas cuantas personas, ignorar a la mayoría y seguir temiendo u odiando a cualquier persona, tiene que abandonarse, aunque sea gradualmente.Podemos intentar dejar de imponer exigencias poco razonables en nuestros seres queridos. Podemos mostrar bondad donde nunca la habíamos mostrado. Con aquellos que no nos gustan, podemos empezar a comportarnos con justicia y cortesía, tal vez haciendo un esfuerzo especial para comprenderles y ayudarles.Cada vez que fallemos a cualquiera de estas personas, podemos admitirlo inmediatamente - siempre ante nosotros mismos, y también ante la persona en cuestión, si el hacerlo tendría algún efecto provechoso. En la cortesía, la bondad, la justicia y el amor, se encuentra la clave para establecer una relación armoniosa con casi cualquier persona. Si tenemos alguna duda, podemos hacer una pausa y decirnos, "Que no se haga mi voluntad, sino la Tuya". Y con frecuencia podemos preguntarnos a nosotros mismos, "¿Estoy actuando con los demás como yo quisiera que ellos actuaran conmigo - en este día de hoy?".Cuando llega la noche, tal vez justo antes de acostarnos, muchos de nosotros hacemos un pequeño balance del día. Este es un momento oportuno para recordar que el inventario nonos sirve únicamente para apuntar nuestros errores. Rara vez pasa un día en que no hayamos hecho nada bien. En realidad, las horas del día normalmente están repletas de cosas constructivas. Al repasarlas, veremos reveladas nuestras buenas razones, y buenas obras. Incluso cuando nos hemos esforzado y hemos fracasado, debemos anotarlo como un punto muy importante a nuestro favor. Bajo estas condiciones, el dolor de un fracaso se convierte en un valor positivo. De ese dolor recibimos el estímulo para seguir adelante. Alguien que sabía de lo que hablaba comentó una vez que el dolor era la piedra de toque de todo progreso espiritual. Los A.A. estamos completamente de acuerdo con él, porque sabemos que tuvimos que pasar por los dolores que nos traía la bebida antes de lograr la sobriedad, y tuvimos que sufrir los trastornos emocionales antes de conocer la serenidad.Al repasar la columna negativa de nuestro balance diario, debemos examinar con gran cuidado nuestros motivos en cada acción o pensamiento que nos parece estar equivocado. En la mayoría de los casos, no nos resulta difícil ver y entender nuestros motivos. Cuando nos sentíamos soberbios, airados, celosos, nerviosos o temerosos, simplemente actuábamos conforme con nuestras emociones. En estos casos, solo hace falta reconocer que actuamos o pensamos de manera equivocada, imaginar cuál hubiera sido la manera correcta, y comprometernos, con la ayuda de Dios, a aplicar estas lecciones de hoy al día de mañana y, por supuesto, hacer las enmiendas correspondientes que aun no hayamos hechos.Pero en otros casos únicamente el examen más cuidadoso nos revelará nuestros verdaderos motivos. Habrá casos en que nuestra vieja enemiga, la autojustificación, haya intervenido para defender algo que, en realidad, estaba equivocado. Aquí nos sentimos tentados a convencernos que teníamos buenos motivos y razones cuando de hecho no ha sido así.Hemos "criticado constructivamente" a alguien porque lo merecía y necesitaba, pero nuestro verdadero motivo era el de vencerle en una vana disputa. O, si la persona en cuestión no estaba presente, creíamos que estábamos ayudando a los demás a comprenderle, cuando en realidad nuestro motivo era el de rebajarle para así sentirnos superiores a él. A veces, herimos a nuestros seres queridos porque les hace falta que alguien "les dé una lección", cuando de hecho, queremos castigarles. A veces, sintiéndonos deprimidos, nos quejamos de lo mal que lo estamos pasando, cuando en realidad, queremos que la gente fije en nosotros su atención y que exprese su compasión para con nosotros. Esta extraña peculiaridad de la mente y de las emociones, este perverso deseo de ocultar un motivo malo por debajo de otro bueno, se ven en todos los asuntos humanos de toda índole. Esta clase de hipocresía sutil y solapada puede ser el motivo oculto de la acción o pensamiento más insignificante. Aprender, día tras día, a identificar, reconocer y corregir estos defectos constituye la esencia de la formación del carácter y del buen vivir. Un arrepentimiento sincero por los daños que hemos causado, una gratitud genuina por las bendiciones que hemos recibido, y una buena disposición para intentar hacer las cosas mejor en el futuro serán los bienes duraderos que buscaremos.Después de haber repasado el día así, sin omitir lo que hemos hecho bien, y al haber examinado nuestros corazones sin temor o complacencia, podemos sinceramente dar gracias a Dios por las bendiciones que hemos recibido y dormir con la conciencia tranquila.<br />UNDÉCIMO PAS0 AA<br />"Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con Dios, como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos dejase conocer su voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla".La oración y la meditación son nuestros medios principales de contacto consciente con Dios.Los A.A. somos gente activa que disfrutamos de las satisfacciones de enfrentarnos a las realidades de la vida, normalmente por primera vez, y que vigorosamente tratamos de ayudar al próximo alcohólico que llega. Así que no es de extrañar que a veces tengamos una tendencia a menospreciar la oración y la meditación, considerándolas como cosas que no son realmente necesarias. Creemos, sin duda, que son cosas que nos pueden ayudar a responder a algún problema urgente, pero al principio muchos de nosotros somos propensos a considerar la oración como una especia de misteriosa maniobra de los clérigos, de la cual podemos esperar sacar algún beneficio de segunda mano. O quizás ni siquiera creemos en estas cosas.A algunos de nuestros recién llegados, así como a los agnósticos de antaño que tenazmente siguen considerando al grupo de A.A. como su poder superior, la poderosa eficacia de la oración les puede parecer poco convincente o totalmente inaceptable, a pesar de toda la lógica y la cantidad de experiencia que la atestigua. Aquellos de nosotros que una vez compartíamos estos sentimientos, podemos entender y comprenderlos. Recordamos muy bien ese algo que, desde las profundidades de nuestro ser, seguía rebelándose contra la idea de someternos a cualquier Dios. Además, muchos de nosotros nos valíamos de una lógica muy contundente que "probaba" que no existía ningún Dios. ¿Cómo se explicaban todos los accidentes, enfermedades, crueldades e injusticias del mundo? ¿Cómo se explicaban todas aquellas vidas infelices que eran la consecuencia directa de un nacimiento desgraciado o de las vicisitudes incontrolables de las circunstancias? Estábamos convencidos de que, en un mundo tan caprichoso, la justicia no podía existir y, por lo tanto, tampoco podía existir Dios.A veces recurríamos a otras tácticas. "Vale", nos decíamos, "es probable que la gallina existiera antes que el huevo". Sin duda, el universo tuvo alguna especie de "primera causa", el Dios del Átomo, quizá, oscilando entre el frío y el calor. Pero no había evidencia alguna de la existencia de ningún Dios que conociera a los seres humanos o que se interesara en la humanidad. Sí, nos gustaba A.A. y no vacilábamos en decir que A.A. había obrado milagros. Pero nos resistíamos a probar la meditación y la oración, tan obstinadamente como el científico que se niega a hacer un experimento por temor a que sus resultados refutaran su teoría predilecta. Claro está que acabamos haciendo el experimento y, cuando obtuvimos resultados inesperados, cambiamos de opinión; de hecho, cambiamos de convicción. Así nos vimos firmemente convencidos de la eficacia de la meditación y la oración. Y hemos descubierto que lo mismo puede ocurrirle a cualquiera que lo pruebe. Con mucha razón se ha dicho, "casi los únicos que se burlan de la oración son aquellos que nunca han rezado con suficiente asiduidad".A aquellos de nosotros que nos hemos acostumbrado a valernos asiduamente de la oración, el tratar de desenvolvernos sin rezar nos parecería tan poco sensato como privarnos del aire, de la comida o de la luz del sol. Y por la misma razón. Cuando nos privamos del aire, de la comida, o de la luz del sol, el cuerpo sufre. Y de la misma manera, cuando nos negamos a rezar y a meditar, privamos a nuestras mentes, a nuestras emociones y a nuestras intuiciones de un apoyo vital y necesario. Así como el cuerpo puede fallar en sus funciones por falta de alimento, también puede fallar el alma. Todos tenemos necesidad de la luz de la realidad de Dios, del alimento de su fortaleza y del ambiente de su gracia. Las realidades de la vida de A.A. confirman esta verdad eterna de una manera asombrosa.Existe un encadenamiento directo entre el examen de conciencia, la meditación, y la oración. Cada una de estas prácticas por sí sola puede producir un gran alivio y grandes beneficios. Pero cuando se entrelazan y se interrelacionan de una manera lógica, el resultado es una base firme para toda la vida. Puede que, de vez en cuando, se nos conceda vislumbrar aquella realidad perfecta que es el reino de Dios. Y tendremos el consuelo y el aval de que nuestro destino individual en ese reino quedará asegurado mientras intentemos, por vacilantes que sean nuestros pasos, conocer y hacer la voluntad de nuestro Creador.Como ya hemos visto, nos valemos del autoexamen para iluminar el lado oscuro de nuestra naturaleza con una nueva visión, acción y gracia. Es un paso que dimos hacia el cultivo de esta clase de humildad que nos hace posible recibir la ayuda de Dios. Pero no es más que un solo paso. Vamos a querer ir más lejos.Querremos que crezca y florezca lo bueno que hay en todos nosotros, incluso en los peores de nosotros. Sin duda necesitaremos aire fresco y comida en abundancia. Pero sobre todo querremos la luz del sol; hay poco que pueda crecer en la oscuridad. La meditación es nuestro paso hacia el sol. ¿Cómo, entonces, hemos de meditar?A lo largo de los siglos la experiencia concreta de la meditación y la oración ha sido, por supuesto, inmensa. Las bibliotecas y los templos de mundo constituyen una rica fuente de tesoros por descubrir para todo aquel que busque. Es de esperar que todo A.A. que haya tenido una formación religiosa que valora la meditación vuelva a practicarla con mayor devoción que nunca. Pero, ¿qué vamos a hacer el resto de nosotros, menos afortunados, que ni siquiera sabemos cómo empezar?Bueno, podríamos empezar de la siguiente manera. Busquemos, primero, una buena oración. No tendremos que buscar muy lejos; los grandes hombres y mujeres de todas las religiones nos han legado una maravillosa colección. Vamos a considerar aquí una que se cuenta entre las clásicas.Su autor era un hombre que desde hace ya varios siglos ha sido considerado como un santo. No vamos a dejar que este hecho nos cause ningún prejuicio ningún temor, porque, aunque no era alcohólico, también tuvo que pasar, al igual que nosotros, por unos grandes sufrimientos emocionales. Y al salir de estas dolorosas experiencias, expresó con la siguiente oración lo que entonces podía ver, sentir, y desear:"Dios, hazme un instrumento de tu Paz - que donde haya odio, siembre amor - donde haya injuria, perdón - donde haya discordia, armonía - donde haya error, verdad - donde haya duda, fe - donde haya tristeza, alegría. Dios, concédeme que busque no ser consolado, sino consolar - no ser comprendido, sino comprender - no ser amado, sino amar. Porque olvidándome de mí mismo, me encuentro; perdonando, se me perdona; muriendo en Ti, nazco a la Vida Eterna. Amen".Ya que somos principiantes en la meditación, puede ser conveniente que volvamos a leer esta oración varias veces muy lentamente, saboreando cada palabra e intentando absorber el significado profundo de cada frase e idea. Nos vendrá aun mejor si podemos entregarnos sin resistencia alguna a lo expresado por nuestro amigo. Porque en la meditación, no hay lugar para el debate. Descansamos tranquilamente con los pensamientos de alguien que sabe, a fin de poder experimentar y aprender.Como si estuviéramos tumbados en una playa soleada, serenémonos y respiremos profundamente el ambiente espiritual que, por la gracia de esta oración, nos rodea. Dispongámonos a sentir y a ser fortalecidos y elevados por la gran belleza, amor y poder espiritual expresados por estas magníficas palabras. Dirijamos ahora nuestra mirada al mar y contemplemos su misterio; y levantemos los ojos al lejano horizonte más allá del cual buscaremos todas aquellas maravillar que aún no hemos visto."Venga, hombre", dice alguien. "Vaya tonterías. No es nada práctico".Al vernos acosado por tales pensamientos, nos valdría recordar, con cierto pesar, el enorme valor que solíamos dar a nuestra imaginación cuando intentaba fabricarnos una realidad basada en la botella. Sí nos deleitábamos con esta forma de pensar, ¿verdad? Y aunque ahora nos encontramos sobrios, ¿no es cierto que a menudo intentamos hacer algo parecido? Tal vez nuestro problema no era que utilizáramos nuestra imaginación. Tal vez el problema real era nuestra casi total incapacidad para encaminar nuestra imaginación hacia unos objetivos apropiados. La imaginación constructiva no tiene nada de malo; todo logro seguro y deseable se basa en ella. A fin de cuentas, nadie puede construir una casa hasta que no haya concebido un plan para hacerla. Bueno, la meditación también es así. Nos ayuda a concebir nuestro objetivo espiritual antes de que empecemos a avanzar para conseguirlo. Así que regresemos a aquella soleada playa - o, si prefieres, a las llanuras o las montañas.Cuando, por tales simples medios, hayamos alcanzado un estado de ánimo que nos permite enfocarnos quietamente en la imaginación constructiva, podemos proceder de la siguiente manera:Volvemos a leer nuestra oración y nuevamente intentamos apreciar la esencia de su significado. Nos pondremos a pensar en el hombre que originalmente la rezó. Ante todo, quería convertirse en un "instrumento". Luego, pidió la gracia para llevar el amor, el perdón, la armonía, la verdad, la fe, la esperanza, la luz y la alegría a todos cuantos pudiera.a continuación expresó una aspiración y una esperanza para él mismo. Esperaba que Dios le permitiera también a él encontrar algunos de estos tesoros. Esto lo intentaría hacer "olvidándose de sí mismo". ¿Qué quería decir esto de "olvidarse a sí mismo? Y, ¿cómo se propuso realizarlo?Le parecía mejor consolar que ser consolado; comprender que ser comprendido; perdonar que ser perdonado.Esto podría ser un fragmento de lo que se llama la meditación, tal vez nuestro primer intento de alcanzar cierto estado de ánimo, nuestro primer corto vuelo de reconocimiento, por así decirlo, en el reino del espíritu. Después de hacerlo, nos convendría estudiar detenidamente nuestra situación actual e imaginar lo que podría sucedernos en nuestra vida si pudiéramos acercarnos aun más al ideal que hemos intentado vislumbrar. La meditación es algo que siempre puede perfeccionarse. No tiene límites, ni de altura ni de amplitud. Aunque aprovechamos las enseñanzas y los ejemplos que podamos encontrar, la meditación es, en su esencia, una aventura individual, siempre tiene un solo objetivo: mejorar nuestro contacto consciente con Dios, con su gracia, su sabiduría y su amor. Y tengamos siempre presente que la meditación es, en realidad, de un gran valor práctico. Uno de sus primero frutos es el equilibrio emocional. Valiéndose de la meditación, podemos ampliar y profundizar el conducto entre nosotros y Dios, como cada cual Lo conciba.Consideremos ahora la oración. Orar es levantar el corazón y la mente hacia Dios - y en este sentido la oración incluye la meditación. ¿Cómo hemos de hacerlo? Y, ¿qué relación tiene con la meditación? Según se entiende comúnmente, la oración es una petición a Dios. Al haber abierto nuestro conducto como mejor podamos, intentamos pedir aquellas cosas justas de las que nosotros y los demás tenemos la más urgente necesidad. Y creemos que la gama completa de nuestras necesidades queda bien definida en aquella parte del Undécimo Paso que dice: ". . . que nos dejase conocer su voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla". Una petición así es apropiada a cualquier hora del día.Por la mañana, pensamos en las horas que tendrán. tal vez pensemos en el trabajo que nos espera y las ocasiones que tendremos de ser serviciales o de utilidad, o en algún problema particular que se nos pueda presentar. Es posible que hoy nos veamos nuevamente enfrentados con un grave problema de ayer que no pudimos solucionar. La tentación inmediata será la de pedir soluciones específicas a problemas específicos, así como la capacidad para ayudar a otra gente de acuerdo con nuestro concepto de cómo se debe hacer. En este caso, estamos pidiendo a Dios que obre a nuestra manera. Por lo tanto, debemos considerar cada petición cuidadosamente para poder apreciarla según sus verdaderos méritos. Aun así, al hacer cualquier petición específica, nos convendrá añadir las palabras ". . . si esa es Tu voluntad". Simplemente pedimos a Dios que, a lo largo del día, nos ayude a conocer, lo mejor que podamos, su voluntad para aquel día y que nos conceda la gracia suficiente para cumplirla.A medida que transcurre el día, al vernos enfrentados con algún problema o con una decisión que tomar, será conveniente que hagamos una pausa y renovemos la sencilla petición: "Hágase Tu voluntad, no la mía". Si en estos momentos ocurre que nuestros trastornos emocionales son muy grandes, es mucho más probable que mantengamos nuestro equilibrio si recordamos y volvemos a recitar alguna oración o alguna frase que nos haya atraído especialmente en nuestras lecturas o meditaciones. En los momentos de tensión, el mero hecho de repetirla una y otra vez a menudo nos hará posible desatascar un conducto bloqueado por la ira, el miedo, la frustración o los malentendidos, y volver a acudir a la ayuda más segura de todas - nuestra búsqueda de la voluntad de Dios, y no la nuestra. En estos momentos críticos, si nos recordamos a nosotros mismos que "es mejor consolar que ser consolados, comprender que ser comprendidos, amar que ser amados", estamos conformes con la intención del Undécimo Paso.Es razonable y comprensible que a menudo se haga la pregunta: "¿Por qué no podemos presentarle a Dios un dilema específico e inquietante y, en nuestras oraciones, obtener de El una respuesta segura y definitiva a nuestra petición?".Esto se puede hacer, pero lleva consigo algunos riesgos. Hemos visto a muchos A.A. pedir a Dios, con gran sinceridad y fe, que les dé Su orientación expresa referente a asuntos que abarcan desde una arrolladora crisis doméstica o financiera hasta cómo corregir algún pequeño defecto, como la falta de puntualidad. No obstante, muy a menudo las ideas que parecen venir de Dios no son soluciones en absoluto. Resultan ser autoengaños inconscientes, aunque bien intencionados. El miembro de A.A., y de hecho cualquier persona, que intenta dirigir su vida rígidamente por medio de esta clase de oración, esta exigencia egoísta de que Dios le responda, es un individuo especialmente desconcertante. Cuando se pone en duda o se critica cualquiera de sus acción, inmediatamente las justifica citando su dependencia de la oración para obtener orientación en todo asunto, grande o pequeño. Puede haber descartado la posibilidad de que sus propias fantasías y la tendencia humana a inventar justificaciones hayan distorsionado esa supuesta orientación. Con su mejor intención, tiende a imponer su propia voluntad en toda clase de situaciones y problemas, con la cómoda seguridad de que está actuando bajo la dirección específica de Dios. Bajo tal engaño, puede, por supuesto, provocar un montón de problemas sin tener la menor intención de hacerlo.También caemos en otra tentación parecida. Nos formamos ideas sobre lo que nos parece ser la voluntad de Dios para con otras personas. Nos decimos, "Este debería ser curado de su enfermedad mortal", o "Aquel debería ser aliviado de sus sufrimientos emocionales", y rezamos por estas cosas específicas. Naturalmente, estas oraciones son fundamentalmente actos de buena voluntad, pero a menudo se basan en la suposición de que conocemos la voluntad de Dios para con la persona por la que rezamos. Esto significa que una oración sincera puede que vaya acompañada de cierta cantidad de presunción y vanidad. La experiencia de A.A. indica que especialmente en estos casos debemos rezar para que la voluntad de Dios, sea cual sea, se haga tanto para los demás como para nosotros mismos.En A.A. hemos llegado a reconocer como indudables los resultados positivos y concretos de la oración. Lo sabemos por experiencia. Todo aquel que haya persistido en rezar ha encontrado una fuerza con la que normalmente no podía contar. Ha encontrado una sabiduría más allá de su acostumbrada capacidad. Y ha encontrado, cada vez más, una tranquilidad de espíritu que no le abandona ante las circunstancias más difíciles.Descubrimos que la orientación divina nos llega en la medida en que dejemos de exigirle a Dios que nos la conceda a nuestra demanda y según las condiciones que imponemos. Casi todo miembro experimentado de A.A. te puede contar cómo ha mejorado su vida de forma asombrosa e inesperada a medida que él iba intentando mejorar su contacto consciente con Dios. También te dirá que toda época de aflicción y sufrimiento, cuando la mano de Dios le parecía pesada e incluso injusta, ha resultado ser una ocasión de aprender nuevas lecciones para la vida, de descubrir nuevas fuentes de valor, y que, última e inevitablemente, le llegó la convicción de que, al obrar sus milagros, "los caminos de Dios sí son inescrutables".A todo aquel que se niegue a rezar por que no cree en su eficacia, o porque se siente despojado de la ayuda y la orientación Dios, esta noticias deben serle muy alentadores. Todos nosotros, sin excepción, pasamos por temporadas en las que solo podemos rezar mediante un inmenso esfuerzo de voluntad. Hay momentos en los que ni siquiera esto nos sirve. Nos sobrecoge una rebeldía tan corrosiva que simplemente rehusamos rezar. Cuando nos ocurren estas cosas, no debemos juzgarnos despiadadamente. Debemos simplemente reanudar la oración tan pronto como podamos, haciendo así lo que sabemos que nos va bien.Tal vez una de las recompensas más grandes de la meditación y la oración es la sensación de pertenecer que nos sobreviene. Ya no vivimos en un mundo totalmente hostil. Ya no somos personas perdidas, atemorizadas e irresolutas. En cuanto siquiera vislumbramos la voluntad de dios, en cuanto empezamos a ver que la verdad, la justicia y el amor son las cosas reales y eternas de la vida, ya no nos sentimos tan perplejos y desconcertados por toda la aparente evidencia de lo contrario que nos rodea en nuestros asuntos puramente humanos. Sabemos que Dios nos cuida amorosamente. Sabemos que cuando acudimos a El, todo irá bien con nosotros, aquí y en el más allá.<br />DUODÉCIMO PAS0 AA<br />"Habiendo obtenido un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tratamos de llevar el mensaje a los alcohólicos y de practicar estos principios en todos nuestros asuntos".La alegría de vivir es el tema del Duodécimo Paso de A.A. y su palabra clave es acción. En este Paso salimos de nosotros mismos y nos dirigimos a nuestros compañeros alcohólicos que todavía sufren. Tenemos la experiencia de dar sin esperar ninguna recompensa. Empezamos a practicar todos los Doce Pasos del programa en nuestras vidas diarias, para que nosotros y todos aquellos a nuestro alrededor podamos encontrar la sobriedad emocional. Cuando se aprecian todas las implicaciones del Paso Doce, se ve que, en realidad nos habla de la clase de amor al que no se pude poner precio.Nuestro Paso Doce también nos dice que, como resultado de practicar todos los Pasos, cada uno de nosotros ha experimentado algo que se llama un despertar espiritual. A los nuevos miembros de A.A., este asunto les parece bastante dudoso por no decir increíble. Preguntan "¿Qué quieres decir con esto de un 'despertar espiritual'?".Puede que haya tantas definiciones del despertar espiritual como personas que lo han experimentado. No obstante, es indudable que todos los que sean auténticos tienen algo en común. Y lo que tienen en común no es muy difícil de entender. Para un hombre o mujer que ha experimentado un despertar espiritual, el significado más importante que tiene es que ahora puede hacer, sentir y creer aquello que antes, con sus propios recursos y sin ayuda, no podía hacer. Se le ha concedido un don que le produce un nuevo estado de conciencia y una nueva forma de ser. Se encuentra en un camino que le indica que le llevará a un destino seguro, que la vida no es un callejón sin salida, ni algo que habrá de soportar o dominar. Ha sido realmente transformado, porque se ha aferrado a una fuente de fortaleza de la que antes, de una y otra forma, se había privado. Se da cuenta de que ha adquirido un grado de honradez, tolerancia, generosidad, paz de espíritu y amor que antes le parecía inalcanzable. Lo que ha recibido, se le ha dado gratis; sin embargo, por lo general, se ha preparado, al menos en parte, para recibirlo.En A.A., la forma de prepararse para recibir este don radica en la práctica de los Doce Pasos de nuestro programa. Por lo tanto, vamos a considerar brevemente lo que hemos estado intentando hacer hasta este punto:El Primer paso nos enseñó una paradoja asombrosa: Descubrimos que éramos totalmente incapaces de librarnos de la obsesión alcohólica mientras no admitiéramos que éramos impotentes ante el alcohol. En el Segundo Paso vimos que, ya que no podíamos recuperar por nosotros mismos el sano juicio, algún Poder Superior forzosamente tendría que devolvérnoslo, si habíamos de sobrevivir. Por consiguiente, en el Tercer Paso entregamos nuestras voluntades y nuestras vidas al cuidado de Dios, tal como cada cual Lo concibiera. Los que éramos ateos o agnósticos descubrimos que, provisionalmente, nuestro grupo o A.A. como un todo, nos podía servir de poder superior. Con el Cuarto Paso, comenzamos a intentar identificar en nosotros mismos las cosas que nos habían llevado a la bancarrota física, moral y espiritual. Hicimos, sin miedo, un minucioso inventario moral. Al considerar el Quinto Paso, llegamos a la conclusión de que un inventario, hecho a solas, no sería suficiente.<br />Supimos que tendríamos que abandonar la costumbre mortal de vivir a solas con nuestros conflictos y, con toda sinceridad, confesárselos a Dios y a otro ser humano. Muchos de nosotros nos resistimos a dar el Sexto Paso - por el simple motivo práctico de no querer que se nos eliminasen todos nuestros defectos de carácter porque todavía nos sentíamos encantados con algunos de ellos. No obstante, nos dimos cuenta de que tendríamos que ajustarnos de alguna forma al principio fundamental del Sexto paso. Por consiguiente, decidimos que, aunque todavía teníamos algunos defectos de carácter a los que no queríamos renunciar, no obstante, debíamos dejar de aferrarnos a ellos de una forma obstinada y rebelde. Nos dijimos a nosotros mismos, "Tal vez esto no lo puedo hacer hoy, pero puedo dejar de gritar, '¡No, nunca!'". Luego, en el Séptimo paso, pedimos humildemente a Dios, que eliminase nuestros defectos según Le conviniera y de acuerdo con las condiciones del día en que se lo pedimos.<br />En el Octavo Paso, seguíamos poniendo nuestras casas en orden, porque nos dábamos cuenta de que estábamos en conflicto no solamente con nosotros mismos, sino también con la gente y las circunstancias del mundo en que vivíamos. Teníamos que hacer las paces y, por lo tanto, hicimos una lista de las personas a quienes habíamos causado daño y llegamos a estar dispuestos a hacer enmiendas. Consecuentemente, en el Noveno Paso nos pusimos a hacer las enmiendas directamente a las personas afectadas, excepto cuando el hacerlo pudiera perjudicar a ellos o a otras personas. Llegados al Décimo Paso, ya habíamos sentado las bases para nuestra vida diaria, y nos dimos cuenta clara de que tendríamos que seguir haciendo nuestro inventario personal y que cuando nos equivocáramos, deberíamos admitirlo inmediatamente.<br />En el Undécimo Paso, vimos que, si un Poder Superior nos había devuelto el sano juicio y nos había hecho posible vivir con alguna tranquilidad de espíritu en un mundo gravemente trastornado, valdría la pena conocerle mejor, por el contracto más directo que nos fuera posible. Descubrimos que el uso asiduo de la meditación y la oración nos iba abriendo un más amplio conducto, de tal forma que donde antes discurría un arroyuelo ahora fluía un río que nos llevaba a la orientación y al poder seguros de dios a medida que aumentaba nuestra capacidad para entenderlo.Así que, practicando estos Pasos, acabamos por experimentar un despertar espiritual y la realidad de esta experiencia nos era indudable. Al observar a los que solo habían dado un comienzo y todavía dudaban de sí mismos, el resto de nosotros podíamos ver amanecer la transformación. Basándonos en multitud de experiencias similares, nos era posible predecir que el incrédulo que seguía protestando que no captaba el "aspecto espiritual" y que todavía consideraba a su querido grupo de A.A. como el poder superior, tardaría poco en amar a Dios y en llamarle por su nombre.Contemplemos ahora el resto del Paso Doce. La maravillosa energía que libera y la ávida acción con la que lleva nuestro mensaje al alcohólico que aún surge, y que acaba por convertir los Doce Pasos en acción en todos los asuntos de nuestra vida, es el gran beneficio, la realidad magnífica, de Alcohólicos Anónimos.Incluso el miembro más recién llegado, cuando se esfuerza por ayudar a su hermano alcohólico que anda aun más ciego que él, encuentra recompensas inimaginables. Esta es, de verdad, la dádiva que no exige nada a cambio. El no espera que su compañero de fatigas le pague, ni siquiera que lo ame. Luego, se da cuenta de que, por medio de esta paradoja divina, al dar así, sin esperar nada, ha encontrado su propia recompensa, ya sea que su hermano haya recibido algo o no. Aunque tenga todavía algunos defectos de carácter muy graves, de una y otra manera, sabe que Dios le ha capacitado para dar un gran comienzo, y le llena la sensación de haber llegado al umbral de nuevos misterios, alegría y experiencias con los que nunca jamás había soñado.Casi todo miembro de A.A. te dirá que no hay satisfacción más profunda ni alegría mayor que la entrañada por un trabajo de Paso Doce bien hecho. Ver cómo se abren maravillados los ojos de hombres y mujeres a medida que pasan de la oscuridad a la luz, ver cómo sus vidas se llenan rápidamente de una nueva significación y determinación, ver a familias enteras reunidas, ver cómo el alcohólico rechazado por la sociedad vuelve a integrarse en su comunidad como ciudadano de pleno derecho y, sobre todo, ver a esta gente desesperarse ante la presencia de un Dios amoroso en sus vidas - estas cosas son la esencia de lo que recibimos cuando llevamos el mensaje de A.A. a otro alcohólico.Pero ésta no es la única forma de trabajo de Paso Doce. Asistimos a las reuniones de A.A. y escuchamos, no solamente para recibir algo, sino también para dar el consuelo y el apoyo que nuestra presencia puede significar para otros. Si nos toca a nosotros hablar en una reunión, de nuevo tratamos de llevar el mensaje de A.A. Ya sea que tengamos uno o muchos oyentes, sigue siendo un trabajo de Paso Doce. Incluso para aquellos de nosotros que nos sentimos incapaces de hablar en las reuniones o que nos encontramos en lugares donde no podemos hacer personal e individualmente mucho trabajo de Paso Doce, hay numerosas oportunidades. Podemos ser aquellos que se encargan de hacer las tareas poco espectaculares pero importantes que facilitan hacer un buen trabajo de Paso Doce, tal vez preparando el café y los refrescos que se sirven después de las reuniones; en este ambiente de risas y conversaciones, muchos principiantes escépticos y recelosos se han sentido fortalecidos y reconfortados. Este es trabajo de Paso Doce en el mejor sentido de la palabra. "Libremente hemos recibido, libremente debemos dar…" es la esencia de este aspecto del Paso Doce.Puede que a menudo pasemos por experiencias de Paso Doce en las que temporalmente parece que nos hemos equivocado. En esos momentos es posible que estas experiencias nos parezcan grandes reveses, pero más tarde las veremos como trampolines hacia cosas mejores. Por ejemplo, puede que nos empeñemos en conseguir que una persona determinada logre la sobriedad y, después de haber hecho todo lo posible durante meses, le vemos recaer. Tal vez esto ocurra en una serie de casos, y nos sintamos profundamente descorazonados en cuanto a nuestra capacidad para llevar el mensaje de A.A. O puede que nos encontremos en la situación opuesta, en la que nos sintamos tremendamente eufóricos porque parece que hemos tenido éxito. En este caso, nos vemos tentados a volvernos muy posesivos con estos recién llegados. Tal vez intentemos darles consejos respecto a sus asuntos, consejos que ni estamos capacitados para dar ni debemos ofrecer en absoluto. Entonces nos sentimos dolidos y confusos cuando se rechazan nuestros consejos, o cuando se aceptan y resultan en una confusión aun mayor. A veces, por haber hecho con ardor una gran cantidad de trabajo de Paso Doce, llevamos el mensaje a tantos alcohólicos que ellos depositan en nosotros una gran confianza. Digamos que nos nombran coordinador de grupo. Nuevamente se nos presenta la tentación de ejercer un control exagerado, lo cual a veces tiene como resultado el rechazo y otras consecuencias que nos son difíciles de aceptar.Pero a la larga nos damos cuenta claramente de que estos son únicamente los dolores de crecimiento, y que solo nos traerán beneficios si recurrimos cada vez más a todos los Doce Pasos para encontrar respuestas.Ahora vamos a considerar la cuestión más importante: ¿cómo practicar estos principios en todos nuestros asuntos? ¿Podemos amar en su totalidad esta forma de vivir con el mismo fervor con el que amamos esa pequeña parte que descubrimos al tratar de ayudar a otros alcohólicos a lograr la sobriedad? ¿Podemos llevar a nuestras desordenadas vidas familiares el mismo espíritu de amor y tolerancia que llevamos a nuestro grupo de A.A.? ¿Podemos tener en estas personas, contagiadas y a veces desquiciadas por nuestra enfermedad, la misma confianza y fe que tenemos en nuestros padrinos? ¿Podemos realmente llevar el espíritu de A.A. a nuestro trabajo diario? ¿Podemos cumplir con nuestras recién reconocidas responsabilidades ante el mundo en general? Y, ¿podemos dedicarnos a la religión que hemos escogido con una nueva resolución de devoción? ¿Podemos encontrar una nueva alegría de vivir al tratar de hacer algo respecto a todas estas cosas?.Además, ¿cómo vamos a enfrentarnos con los aparentes fracasos o éxitos? ¿Podemos ahora aceptar y ajustarnos a cualquiera de ellos sin desesperación ni arrogancia? ¿Podemos aceptar la pobreza, la enfermedad, la soledad y la aflicción con valor y serenidad? ¿Podemos contentarnos, sin vacilar, con las satisfacciones más humildes, pero a veces más diarias, cuando nos vemos privados de los logros más brillantes y espectaculares?La respuesta de A.A. a todas estas preguntas acerca de la vida es "Sí, todas estas cosas son posible". Esto lo sabemos porque hemos visto a aquellos que insisten en practicar los Doce Pasos de A.A. convertir la monotonía, el dolor, e incluso la calamidad en algo que les sirve. Y si estas son las realidades de la vida para los muchos alcohólicos que se han recuperado en A.A., pueden llegar a ser las realidades de la vida para muchos más.Claro está que incluso los A.A. más dedicados rara vez alcanzan semejantes logros. Aunque no lleguemos a tomarnos ese primer trago, a menudo nos apartamos del camino. A veces nuestros problemas tienen su origen en la indiferencia. Nos encontramos sobrios y contentos con nuestro trabajo de A.A. Las casas van bien en casa y en la oficina. Naturalmente, nos felicitamos por lo que, más tarde, resulta ser un punto de vista demasiado fácil y superficial. Dejamos temporalmente de desarrollarnos porque nos sentimos convencidos de que, para nosotros, no hay necesidad de practicar todos los Doce Pasos de A.A. Nos va bien con solo practicar unos cuantos. Tal vez nos va bien con solo dos, el Primer Paso y la parte de "llevar el mensaje" del Duodécimo Paso. En la jerga, este estado eufórico se conoce por el nombre de "paso doble"; y puede continuar durante años.Incluso los que tenemos las mejores intenciones podemos caer en la trampa del "paso doble". Tarde o temprano, se nos pasa esta fase de "nube rosada" y la vida empieza a parecernos aburrida y nos sentimos decepcionados. Empezamos a pensar que, en realidad, A.A. no sirve para tanto. Empezamos a sentirnos perplejos y descorazonados.Quizás entonces la vida, como suele suceder, de repente nos da un plato que no podemos tragar, ni mucho menos digerir. A pesar de nuestros esfuerzos, no conseguimos ese ascenso tan deseado. Perdemos un buen empleo. Tal vez hay graves dificultades domésticas o sentimentales, o quizás ese hijo que creíamos que Dios estaba cuidando muere en una guerra.¿Cómo respondemos entonces? ¿Tenemos o podemos conseguir, los alcohólicos de A.A., los recursos necesarios para enfrentarnos a estas calamidades que les llegan a tantas personas? ¿Podemos ahora, con la ayuda de Dios como cada cual Lo conciba, afrontarlas con tanto valor y ecuanimidad como lo hacen a menudo nuestros amigos no-alcohólicos? ¿Podemos transformar estas calamidades en bienes espirituales, en fuentes de crecimiento y consuelo tanto para nosotros como para los que nos rodean? Bueno, lo cierto es que tenemos una probabilidad de hacerlo si pasamos de practicar dos pasos a practicar doce paso, si estamos dispuestos para recibir la gracia de Dios que nos puede fortalecer y sostener ante cualquier catástrofe.Nuestros problemas básicos son los mismos que tiene todo el mundo; pero cuando se hace un esfuerzo sincero para "practicar estos principios en todos nuestros asuntos", los A.A. bien arraigados en el programa parecen tener la capacidad, por la gracia de Dios, para tomar sus problemas con calma, y convertirlos en muestras de fe. Conocemos a miembros de A.A. que, casi sin quejarse y a menudo con buen humor, han padecido enfermedades largas y mortales. Hemos visto a familias, desgarradas por malentendidos, tensiones e infidelidades, volver a reconciliarse gracias a la manera de vivir de A.A.Aunque la mayoría de los A.A. suelen ganarse bien la vida, tenemos algunos miembros que nunca llegan a reestablecerse económicamente, y otros que tropiezan con serios reveses financieros. Por lo general, estas circunstancias se encaran con entereza y fe.Como la mayoría de la gente, hemos descubierto que podemos aguantar los grandes contratiempos según se nos presentan. Pero también, al igual que otros, para nosotros, las pruebas más duras a menudo se encuentran en los problemas cotidianos más pequeños. Nuestra solución está en desarrollarnos espiritualmente cada vez más. Solo por este medio podemos aumentar nuestras posibilidades de vivir una vida verdaderamente feliz y útil. A medida que nos desarrollamos espiritualmente, nos damos cuenta de que nuestras viejas actitudes hacia nuestros instintos tienen que pasar por una transformación drástica. Nuestros deseos de seguridad emocional y riqueza, de poder y prestigio personal, de relaciones sentimentales y de satisfacciones familiares - todos estos deseos tienen que ser templados y reorientados. Hemos llegado a reconocer que la satisfacción de nuestros instintos no puede ser el instinto a todo lo demás, hemos empezado la casa pro el tejado, y nos veremos arrastrados hacia atrás, hacia la desilusión. Pero cuando estamos dispuestos a anteponer a todo el desarrollo espiritual - entonces y sólo entonces, tenemos una verdadera posibilidad de vivir bien.Después de unirnos a A.A., si seguimos desarrollándonos, nuestras actitudes y acciones respecto a la seguridad - tanto la emocional como la económica - empiezan a cambiar profundamente. Nuestras exigencias de seguridad emocional, de salirnos con la nuestra, siempre nos han forjado relaciones poco viables con otra gente. Aunque a veces estábamos completamente inconscientes de la dinámica, siempre teníamos el mismo resultado. O bien habíamos intentado hacer le papel de Dios y dominar a aquellos que nos rodeaban, o bien habíamos insistido en tener una dependencia exagerada de ellos. Cuando la gente, durante una temporada, nos había permitido que les dirigiéramos la vida, como si todavía fueran niños, nos habíamos sentido felices y seguros de nosotros mismos. Pero cuando, por fin, se rebelaban o huían, era amargo el dolor y el desengaño que sufríamos. Les echábamos la culpa a ellos, porque no podíamos ver que nuestras exigencias excesivas habían sido la causa.Cuando, por el contrario, exigíamos que la gente nos protegiera y nos cuidara, como si fuéramos niños, o insistíamos en que el mundo nos debía algo, los resultados eran igualmente desastrosos. A menudo esto causaba que nuestros seres más queridos se alejaran de nosotros o nos abandonaran completamente. Nuestra desilusión era difícil de aguantar. No podíamos imaginarnos que la gente nos tratara de esa manera. No pudimos ver que, a pesar de ser mayores de edad, aun seguíamos comportándonos de una manera infantil, tratando de convertir a todo el mundo - amigos, esposas, maridos, incluso al mismo mundo - en padres protectores.- Nos habíamos negado a aprender la dura lección de que una dependencia excesiva de otra gente no funciona, porque todas las personas son falibles, e incluso las mejores a veces nos decepcionan, especialmente cuando las exigencias que les imponemos son poco razonables.A medida que íbamos haciendo un progreso espiritual, llegamos a ver lo engañados que habíamos estado. Pudimos ver claramente que, si alguna vez íbamos a sentirnos emocionalmente seguros entre personas adultas, tendríamos que adoptar en nuestras vidas una actitud de dar-y-tomar; tendríamos que adquirir un sentimiento de comunidad o hermandad con todos los que nos rodean. Nos dimos cuenta de que tendríamos que dar constantemente de nosotros mismos, sin exigir nada a cambio. Cuando persistíamos en hacer esto, poco a poco empezábamos a notar que atraíamos a la gente como nunca. E incluso si nos decepcionaban, podíamos ser comprensivos y no sentirnos seriamente afectados.Al desarrollarnos aun más, descubrimos que la mejor fuente posible de estabilidad emocional era el mismo Dios. Vimos que la dependencia de Su perfecta justicia, perdón y amor era saludable, y que funcionaría cuando todo lo demás nos fallara. Si realmente dependíamos de Dios, no nos sería posible hacer el papel de Dios con nuestros compañeros, ni sentiríamos el deseo urgente de depender totalmente de la protección y cuidado humanos. Esta eran las nuevas actitudes que acabaron dándonos una fortaleza y una paz internas que ni los fallos de los demás ni cualquier calamidad ajena a nuestra responsabilidad podrían hacer tambalear.Llegamos a darnos cuenta de que esta nueva actitud era algo especialmente necesario para nosotros los alcohólicos. Porque el alcoholismo nos había creado una existencia muy solitaria, aunque hubiéramos estado rodeados de gente que nos quería. Pero cuando lo obstinación había alejado a todo el mundo y nuestro aislamiento llegó a ser total, acabamos haciendo el papel de personajes en cantinas baratas para luego salir solos a la calle a depender de la caridad de los transeúntes. todavía intentábamos encontrar la seguridad emocional dominando a los demás o dependiendo de ellos. E incluso los que, a pesar de no haber caído tan bajo, nos encontrábamos solos en el mundo, seguíamos intentando en vano lograr la seguridad por medio de una forma malsana de dominación o dependencia. Para los que éramos así, Alcohólicos Anónimos tenía un significado muy especial. Mediante A.A. empezamos a aprender a relacionarnos apropiadamente con la gente que nos comprende; ya no tenemos que estar solos.La mayoría de las personas casadas que están en A.A. tienen hogares felices. Hasta un grado sorprendente, A.A. ha compensado los deterioros de la vida familiar ocasionados por años de alcoholismo. Pero al igual que otras sociedades, tenemos problemas sexuales y matrimoniales, y a veces son angustiosamente graves. No obstante, rara vez vemos rupturas o separaciones matrimoniales permanentes en A.A. Nuestro principal problema no está en cómo seguir casados, sino en cómo llevar una vida conyugal más feliz, eliminando los graves trastornos emocionales que a menudo se derivan del alcoholismo.Caso todo ser humano, en algún momento de su vida, experimenta un deseo apremiante de encontrar una pareja del sexo opuesto con quien unirse de la manera más plena posible - espiritual, mental, emocional y físicamente. Este poderoso impulso es la raíz de grandes logros humanos, una energía creativa que tiene una influencia profunda en nuestra vida. Dios nos hizo así. Entonces, nuestra pregunta es la siguiente: ¿Cómo, por ignorancia, obsesión, y obstinación, llegamos a abusar de este don para nuestra propia destrucción? Los A.A. no podemos pretender ofrecer respuestas definitivas a estas preguntas eternas, pero nuestra propia experiencia nos sugiere ciertas respuestas que funcionan para nosotros.A causa del alcoholismo, se pueden producir situaciones anormales que perjudican la convivencia y la unión de un matrimonio. Si el marido es alcohólico, la mujer tiene que convertirse en cabeza y, a menudo, en sostén de la familia. A medida que se van empeorando las circunstancias, el marido se convierte en un niño enfermo e irresponsable al que hay que cuidar y rescatar de un sinfín de líos y apuros. Poco a poco, y normalmente sin que se dé cuenta, la mujer se ve forzada a hacer el papel de madre de un niño travieso. Y si, para empezar, tiene un fuerte instinto maternal, la situación se agrava. Claro está que, bajo estas condiciones, difícilmente puede existir una relación de igual a igual. La mujer, generalmente, sigue haciendo las cosas con su mejor voluntad, pero el alcohólico, mientras tanto, va oscilando entre el amor y el odio a sus atenciones maternales. Así se establece una rutina que más tarde puede ser difícil de romper. No obstante, bajo la influencia de los Doce Pasos de A.A., a menudo se pueden corregir estas situaciones. ** Los Grupos familiares de Al-Anon también utilizan los Pasos en una forma adaptada. Esta comunidad mundial, que no forma parte de A.A., se compone de los cónyuges y otros parientes y amigos de los alcohólicos (miembros de A.A. o activos). La dirección de su sede es: Box 182, Madison Square Station, New York, NY 10010.No obstante, cuando las relaciones han sido grandemente alteradas, puede ser necesario un largo período de pacientes esfuerzos. Después de que el marido se haya unido a A.A., puede que la mujer se vuelva descontenta, e incluso que se siente resentida de que Alcohólicos Anónimos haya logrado hacer aquello que ella no pudo hacer con tantos años de dedicación. Es posible que su marido llegue a estar tan absorto en A.A. y con sus nuevos amigos que se comporte de una manera poco considerada y pase más tiempo fuera de casa que cuando bebía. Al ver lo infeliz que ella está, le recomienda la práctica de los Doce Pasos de A.A. e intenta enseñarle cómo vivir. Naturalmente, ella cree que durante muchos años se las ha arreglado mucho mejor que él para vivir. Cada uno le echa la culpa al otro y se preguntan si volverán a tener algún día un matrimonio feliz. Puede que incluso empiecen a sospechar que nunca lo hubiera sido.Claro está que se pueden haber minado tan profundamente las bases para llevar una vida compatible que sea necesaria una separación. Pero esto ocurre con poca frecuencia. El alcohólico, al darse cuenta de todo lo que su mujer ha tenido que aguantar, y de todo el daño que él ha hecho a ella y a sus hijos, casi siempre asume sus responsabilidades matrimoniales bien dispuestas a reparar lo que pueda aceptar aquello que no pueda corregir. Asiduamente sigue intentando practicar en su hogar todos los Doce Pasos de A.A., a menudo con buenos resultados. Llegado a esta punto empieza, con firmeza, pero cariñosamente, a comportarse como un marido y no como un niño travieso. Y, sobre todo, por fin se convence de que el enredarse en aventuras amorosas no es una forma de vivir para él.En A.A. hay muchos solteros y solteras que desean casarse y que se ven en posibilidades de hacerlo. Algunos se casan con compañeros de A.A. ¿Cómo resultan estos matrimonios? Por lo general, suelen funcionar bastante bien. Los sufrimientos que tenían en común como bebedores y el interés que tienen en común por A.A. y lo espiritual a menudo enriquecen esas uniones. También es cierto que los "flechazos" y los casos de amor a primera vista pueden traer dificultades. Los miembros de la futura pareja deben tener una base firme en A.A. y deben haberse conocido suficiente tiempo como para saber que su compatibilidad espiritual, mental y emocional es una realidad y no una ilusión. Deben tener la mayor seguridad posible de que no exista ningún trastorno emocional profundo, en el uno o en el otro, que más tarde, bajo las presiones de la convivencia, vuelva a aparecer de nuevo para arruinar el matrimonio. Estas consideraciones son igualmente válidas e importantes para los A.A. que se casan "fuera" de la Comunidad. Con una clara comprensión de la realidad, y una actitud adulta y apropiada, se consiguen buenos resultados.¿Y qué podemos decir de los muchos miembros de A.A. que, por diversas razones, no pueden tener una vida familiar? Al comienzo, muchas de estas personas, al ver a su alrededor tanta felicidad doméstica, se sienten muy solas, tristes y aisladas. Si no pueden conocer este tipo de felicidad, ¿puede A.A. ofrecerles satisfacciones de parecido valor y permanencia? Sí -siempre que las busquen con tesón. Estos supuestos solitarios, al verse rodeados de tantos amigos de A.A., nos dicen que ya no se sienten solos. En cooperación con otros - hombres y mujeres - se pueden dedicar a numerosos proyectos constructivos, ideas y personas. Por no tener responsabilidades matrimoniales, pueden participar en actividades que los hombres y mujeres de familia no pueden permitirse. Cada día vemos a tales personas prestar servicios prodigiosos y recibir grandes alegrías a cambio.En lo relacionado con el dinero y las cosas materiales, experimentamos el mismo cambio revolucionario de perspectiva. Con pocas excepciones todos habíamos sido derrochadores. Íbamos despilfarrando el dinero por todas partes con la intención de complacernos y de impresionar a los demás. En nuestros días de bebedores, nos comportábamos como si tuviéramos fondos inagotables; pero entre borrachera y borrachera, a veces íbamos al otro extremo y nos convertíamos en tacaños. Sin darnos cuenta, estábamos acumulando fondos para la próxima borrachera. El dinero era el símbolo del placer y de la presunción. Cuando nuestra forma de beber se empeoró aun más, el dinero no era sino una apremiante necesidad que nos podía comprar el próximo trago y el alivio pasajero del olvido que éste nos traía.Al ingresar en A.A., nuestra actitud cambió bruscamente, y a menudo fuimos a parar al otro extremo. Nos entraba el pánico al contemplar el espectáculo de años de despilfarro. Creíamos que no había tiempo suficiente para restablecer nuestra maltrecha economía. ¿Cómo íbamos a pagar esas tremendas deudas, comprarnos una casa decente, educar a nuestros hijos y ahorrar algún dinero para la vejez? Nuestro objetivo principal ya no era dar la impresión de nadar en dinero; ahora exigíamos la seguridad material. Incluso cuando nuestros negocios se habían restablecido, estos temores espantosos seguían atormentándonos. Esto volvió a convertirnos en avaros y tacaños. Era imprescindible que tuviéramos una total seguridad económica. Nos olvidamos de que la mayoría de los alcohólicos en A.A. tienen un potencial de ingresos mucho más alto que el promedio; nos olvidamos de la inmensa buena voluntad de nuestros hermanos de A.A. que estaban muy deseosos de ayudarnos a conseguir mejores trabajos cuando los mereciéramos; nos olvidamos de la inseguridad económica, real o posible, de todos los seres humanos del mundo. Y, lo peor de todo, nos olvidamos de Dios. En los asuntos de dinero, solo teníamos fe en nosotros mismos e incluso ésta era una fe muy pobre.Todo esto significaba que aún estábamos bastante desequilibrados. Mientras un trabajo nos siguiera pareciendo una mera forma de conseguir dinero y no una oportunidad de servir; mientras la adquisición de dinero para disfrutar de una independencia económica nos pareciera más importante que la justa dependencia de Dios, íbamos a seguir siendo víctimas de temores irracionales. Y estos temores nos harían imposible llevar una vida serena y útil, fueran cuales fueran nuestras circunstancias económicas.Pero con el paso del tiempo, descubrimos que, con la ayuda de los Doce Pasos de A.A., podíamos librarnos de estos temores, sin importar cuáles fueran nuestras perspectivas económicas. Podíamos realizar alegremente tareas humildes sin preocuparnos por el mañana. Si, por suerte, nuestras circunstancias eran buenas, ya no vivíamos temiendo los reveses, porque habíamos llegado a saber que tales dificultades podrían ser transformadas en bienes espirituales. Lo que más nos importaba no era nuestra condición material, sino nuestra condición espiritual. Poco a poco el dinero pasó a ser nuestro dueño a ser nuestro servidor. Llegó a convertirse en un medio para intercambiar amor y servicio con aquellos que nos rodeaban. Cuando, con la ayuda de Dios, aceptamos serenamente nuestra suerte, nos dimos cuenta de que podíamos vivir en paz con nosotros mismos y enseñar a otros que aún sufrían los mismos temores que ellos también podían superarlos. Llegamos a entender que liberarnos del temor era más importante que liberarnos de las inquietudes económicas.Detengámonos aquí un momento a considerar la mejora en nuestra actitud hacia los problemas de la importancia personal, el poder, la ambición y el liderazgo. Estos eran los escollos en los que muchos de nosotros naufragamos en nuestras carreras de bebedores.Casi todo muchacho sueña con llegar a ser presidente del país. Quiere ser el número uno de la nación. Al hacerse mayor y ver la imposibilidad de realizarlo, puede sonreírse con buen humor recordando el sueño de su infancia. En años posteriores, descubre que la verdadera felicidad no se encuentra en intentar ser el número uno, ni ser uno de los primeros en la lucha desgarradora por el dinero, el sexo o el prestigio. Llega a saber que puede estar contento mientras juegue bien las cartas que la vida le ha repartido. Sigue siendo ambicioso, pero no de una manera absurda, porque ahora puede ver y aceptar la realidad de la vida. Esta dispuesto a mantenerse en su justa proporción.Pero no sucede así con los alcohólicos. Cuando A.A. tenía pocos años de existencia, algunos sicólogos y doctores eminentes llevaran a cabo una investigación exhaustiva de un gran número de los llamados bebedores problema. Los médicos no intentaban determinar lo diferentes que éramos unos de otros; trataban de identificar los rasgos de personalidad, si los hubiera, que este grupo de alcohólicos tenía en común. Llegaron a una conclusión que dejaba estupefactos a los miembros de A.A. de aquel entonces. Estos hombres distinguidos tuvieron la osadía de decir que la mayoría de los alcohólicos que habían examinado eran infantiles, hipersensibles emocionalmente y tenían delirios de grandeza.¡Qué resentidos estábamos ante este veredicto! Nos negábamos a creer que nuestros sueños adultos eran a menudo verdaderamente infantiles. Y, al tener en cuenta la mala suerte que nos había tocado en la vida, nos parecía muy natural que fuéramos muy sensibles. En cuanto a nuestros delirios de grandeza, insistíamos en que solo albergábamos una elevada y legítima ambición de ganar la batalla de la vida.No obstante, desde aquel entonces, la mayoría de nosotros hemos llegado a estar de acuerdo con aquellos doctores. Nos hemos parado a mirarnos más detenidamente a nosotros y a aquellos que nos rodean. Hemos visto que los temores e inquietudes irracionales eran los que nos impulsaron a dar importancia primordial en la vida al asunto de ganar la fama, el dinero y lo que para nosotros era el liderazgo. Así que el falso orgullo se convirtió en la otra cada de la ruinosa moneda "Temor". Teníamos que ser el número uno para ocultar nuestro profundo sentimiento de inferioridad. Al tener algún que otro éxito, alardeábamos de mayores hazañas futuras; al sufrir alguna derrota, nos sentíamos amargados. Si teníamos poco éxito mundano, nos deprimíamos y nos acobardábamos. Entonces la gente decía que éramos seres "inferiores". Pero ahora nos vemos como astillas de un mismo palo. En el fondo, habíamos sido exageradamente temerosos. Daba lo mismo que nos hubiéramos sentado a las orillas de la vida, bebiendo hasta sumirnos en el olvido, o que nos hubiéramos lanzado imprudente y obstinadamente a unas aguas agitadas casi sin saber nadar. El resultado fue el mismo . Todos nosotros por poco nos ahogamos en un mar de alcohol.Pero hoy día, para los A.A. que han alcanzado su madurez, estos impulsos deformados han vuelto a cobrar algo parecido a su verdadero objetivo y encauzamiento. Ya no nos esforzamos por dominar o imponernos a los que nos rodean para ganar prestigio. Ya no buscamos fama y honor para se alabados. Si por nuestros dedicados servicios a la familia, los amigos, el trabajo o la comunidad, atraemos el afecto de los demás y se nos escoge para puestos de mayor responsabilidad y confianza, tratamos de estar humildemente agradecidos y de esforzarnos aún más animados por un espíritu de amor y servicio. Nos damos cuenta que el verdadero liderazgo depende del ejemplo que damos de nuestra competencia y no de vanidosos alardes de poder o de gloria.Aun más maravilloso es saber que no es necesario que nos distingamos entre nuestros semejantes para poder llevar una vida útil y profundamente feliz. Pocos de nosotros llegaremos a ser líderes eminentes, las obligaciones honradamente cumplidas, los problemas francamente aceptados o resueltos con la ayuda de Dios, la conciencia de que, en casa o en el mundo exterior, todos somos participantes de un esfuerzo común, la realidad bien entendida de que a los ojos de Dios todo ser humano es importante, la prueba de que el amor libremente dado siempre tiene su plena recompensa, la certeza de que ya no estamos aislados ni solos en las prisiones que nosotros hemos construido, la seguridad de que ya no tenemos que ser como peces fuera del agua, sino que encajamos en el plan de Dios y formamos parte de Su designio - éstas son las satisfacciones legítimas y permanentes del recto vivir que no podrían reemplazar ninguna cantidad de pompa y circunstancia, ni ninguna acumulación de bienes materiales. La verdadera ambición no es lo que creíamos que era. La verdadera ambición es el profundo deseo de vivir útilmente y de andar humildemente bajo la gracia de Dios.Estos cortos ensayos sobre los Doce Pasos de A.A. llegan ahora a su fin. Hemos venido considerando tantos problemas que puede causar la impresión que A.A. no es sino una infinidad de angustiosos dilemas e intentos de solucionarlos. Hasta cierto punto, esto es verdad. Hemos hablado acerca de problemas porque somos gente problemática que hemos encontrado una salida y una solución, y que deseamos compartirlas con todos los que las necesiten. Porque solo al aceptar y solucionar nuestros problemas podemos empezar a estar en paz con nosotros mismos, con el mundo que nos rodea y con El que preside sobre todos nosotros. La comprensión es la clave de las actitudes y los principios correctos, y las acciones correctas son la clave del buen vivir; por eso, la alegría del buen vivir es el tema del Duodécimo Paso de A.A.Que cada uno de nosotros, con cada día que pase de nuestra vida, llegue a sentir más profundamente el significado esencial de la sencilla oración de A.A.:Grupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-33188961295350074182009-02-11T07:06:00.000-08:002009-02-11T07:11:39.844-08:00EXPERIENCIAS :DIOS COMO YO LO ENTIENDO , SI,SOY ALCOHOLICODIOS COMO YO LO ENTIENDO<br />La oración en mis inicios de renuencia y prejuicio, se tornó como causa de tropiezo debido a la confusión con la que me fui desarrollando en el transcurso de mi vida.<br />Nací en un seno familiar donde la educación teológica me indicaba a un Dios castigador, al igual que bondadoso. No obstante, mi propio dios, el de la autosuficiencia, desplazó al Dios de mis padres.<br />La carrera de la prepotencia de mi juventud me indicó que todo acto realizado por mí tenía razón de peso; no obstante, los resultados indicaron lo contrario.<br />Fui internado en el año de1985, sin aceptar mi condición, y volví a beber. Posteriormente, fui abordado por mi padrino durante algún tiempo, ¡ valla que le di trabajo! finalmente llegué al Grupo de AA. Me sugerían que tuviera fe en algo, o en alguien superior a mí, y fue el acabose. Inició mi derrota con resistencia, mucha, diría yo.<br />No obstante, con la guía espiritual, muy a su modo, mis padrinos me indicaron que debería iniciar, tratando de creer en un Poder Superior a mí.<br />Hoy, a través del tiempo, entiendo y siento que orar ante Dios es lo fundamental, como un acto de derrota a mi autosuficiencia y egocentrismo. No importa qué palabras o de qué manera lo haga. Lo importante es la comunicación con Dios, como yo lo entiendo.<br />Él me contesta, da respuesta y me sugiere que me ocupe de alguna manéra de trabajar Su Paso Doce.<br />Finalmente, deseo compartirles mi experiencia espiritual con relación a mi conversión, y concepción de mi Dios hacia mi persona: creo en Dios, tengo fe en Él, no sólo en la bonanza, sino también en la adversidad.<br />Siento la necesidad de recurrir a Él, aún cuando mis actos se manifiestan en el diario vivir. Continúo en busca del sano juicio, no como una perfección, sino como un adelantamiento espiritual.<br /><br /> SI, SOY ALCOHOLICO<br /> <br />Ingresé a AA acabado en todos los sentidos: física, moral, económica y socialmente. En la tribuna decía: “Soy Ricardo y soy alcohólico”, sólo porque los demás miembros así se presentaban, y yo lo hacía por imitación; aun así, estaba dejando de beber. Transcurrieron los primeros días y me sentía muy raro, no sabía qué era, pero me estaba gustando. Ahora puedo decir, que fue la manifestación de Dios como yo lo concibo. Pasaron los primeros meses y continué en el Grupo; me motivé para hacer el aseo del local, lavar las tazas y a llegar puntual al Grupo.<br />El tiempo pasó y seguía en el Grupo. Mi familia empezaba a tenerme confianza, principalmente mi compañera, no así mis hijos mayores, que me veían con recelo. Estaban temerosos, con el sólo hecho de pensar ¿cuándo llegará borracho? Seguí constante en el Grupo, consultaba a los más viejos y todo me iba favoreciendo.<br />En ese tiempo me tocó participar en varios aniversarios de mis compañeros y me sentí motivado para hacer el mío. Y así fue, los compañeros de Grupo dijeron que si celebraba mi aniversario, ellos darían el pastel y se haría una junta de información al público.<br />Sentí una gran alegría de poder decirles a las personas que AA sí funciona. Quería que me vieran, que supieran que había dejado de beber por un año, que era algo maravilloso; sin saber que sólo era manifestación de mi orgullo, tal y como estaba acostumbrado.<br />Llegó el día y todo estaba preparado. Asistieron las personas no alcohólicas y compañeros de otros Grupos. La mesa de coordinación estaba al frente y sobre ella un pastel con las letras: Felicidades Ricardo, también aparecía el logotipo de AA.<br /> Estaba sentado a un lado del Coordinador y me había barnizado muy bien para que me vieran lleno de felicidad. El Coordinador llevó la secuencia de la reunión, hasta que me tocó el turno de compartir cómo me había sentido durante un año sin beber.<br />Mi corazón se hizo chiquito, al fin tendría que decirle a mi esposa y a mis hijos, que por cierto estaban sentados enfrente de mí, lo mucho que los quería y lo mucho que los había dañado. Casi lloré en tribuna, pero me contuve (orgullo); dije muchas cosas más. Enseguida bajé, y todos me aplaudieron, volví a la tranquilidad. El Coordinador preguntó si algún familiar mío quería pasar a decir algo. Vi como mi esposa se puso de pie y caminó hacia mí, puso sus manos en mis hombros y empezó a hablar. Dio gracias a Dios, primeramente, y luego les contó de todo el sufrimiento que pasó a mi lado. Ella sí habló sin egoísmos, ella sí dijo que AA estaba haciendo el milagro conmigo y con mi familia; ella sí lloró de alegría. Contagió a todos los presentes narrando su vida al lado de un alcohólico. Entonces, sí que me puse a llorar amargamente, no me importó si me veían o no. Quería decirle que me perdonara, que no había sido mi intención causarle tanto daño; todos llorábamos. Poco a poco se fue tranquilizando. Enseguida, el Coordinador preguntó si había alguien más que quisiera participar.<br />Mi sorpresa fue que mi hija se levantó de su asiento y dirigiéndose a mí se paró a mi lado. Para eso, mi esposa se quedó a mi lado abrazándome, mi hija hizo lo mismo y empezó a hablar, diciendo: “Papá, a pesar de todo, nosotros te queremos. Hemos sufrido mucho contigo, pero esos días ya quedaron atrás. Ahora, puedo decir que tengo un papá de verdad”. Todo lo que siguió diciendo ya no pude captarlo. El llanto me ahogaba. Las personas estaban estáticas, sumidas en un silencioso llanto y un ambiente de nostalgia, mezclada con alegría reinaba en el lugar, interrumpido sólo por la voz entrecortada de mi hija que seguía hablando y llorando.<br />Compañeros en AA, sólo hasta ese instante sentí un gran alivio interior, hasta que escuche a mi esposa y a mi hija, reflexioné en lo que estaba haciendo en AA. Puedo decirles que ese día y en ese momento, me acepté realmente como alcohólico. Para mí fue mi primera experiencia espiritual, porque sentí la presencia de Dios dentro de mí, sentí que Dios estaba entre nosotros.Grupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-4741274148127730472009-02-11T06:58:00.000-08:002009-02-11T06:59:00.033-08:00NACIMIENTO DE ALCOHOLICOS ANONIMOSEl nacimiento de A.A.<br /> AA. tuvo su comienzo en 1935, en Akron, Ohio, como resultado del encuentro de Bill W., un agente de Bolsa de Nueva York, y el Dr. Bob S., un cirujano de Akron. Ambos habían sido alcohólicos desahuciados.<br /> Antes de conocerse, Bill y el Dr. Bob habían tenido contacto con el Grupo Oxford, una sociedad compuesta en su mayor parte de gente no-alcohólica, que recalcaba la aplicación de valores espirituales universales a la vida diaria. En aquella época, los Grupos Oxford de América estaban dirigidos por el renombrado clérigo episcopaliano el Dr. Samuel Shoemaker. Bajo esta influencia espiritual, y con la ayuda de su viejo amigo, Ebby T., Bill había logrado su sobriedad y había mantenido su recuperación trabajando con otros alcohólicos, a pesar del hecho de que ninguno de sus candidatos se había recuperado. Mientras tanto, el ser miembro del Grupo Oxford de Akron no le había dado al Dr. Bob la suficiente ayuda como para lograr su sobriedad.<br /> Cuando por fin el Dr. Bob y Bill se conocieron, el encuentro produjo en el Dr. Bob un efecto inmediato. Esa vez, se encontraba cara a cara con un compañero alcohólico que había logrado dejar de beber. Bill recalcaba que el alcoholismo era una enfermedad de la mente, de las emociones y del cuerpo. Este importantísimo hecho se lo había comunicado el Dr. William D. Silkworth, del Hospital Towns de Nueva York, institución en la que Bill había ingresado varias veces como paciente. Aunque era médico, el Dr. Bob no sabía que el alcoholismo era una enfermedad. Las ideas contundentes de Bill acabaron convenciendo a Bob y pronto logró su sobriedad y nunca volvió a beber.<br /> Ambos se pusieron a trabajar inmediatamente con los alcohólicos confinados en el Hospital Municipal de Akron. Como consecuencia de sus esfuerzos, un paciente pronto logró su sobriedad. Aunque no se había inventado todavía el nombre Alcohólicos Anónimos, estos tres hombres constituyeron el núcleo del primer grupo de A.A. En el otoño de 1935, el segundo grupo fue tomando forma gradualmente en Nueva York. El tercer grupo se inició en Cleveland en 1939. Se había tardado más de cuatro años en producir 100 alcohólicos sobrios en los tres grupos fundadores.<br /> A principios de 1939, la Comunidad publicó su libro de texto básico, Alcohólicos Anónimos. En este libro, escrito por Bill, se exponían la filosofía y los métodos de A.A., la esencia de los cuales se encontraba en los ahora bien conocidos Doce Pasos de recuperación. El libro también llevaba los historiales de 30 miembros recuperados. De este punto en adelante, A.A. se fue desarrollando rápidamente.<br /> También en 1939, el Cleveland Plain Dealer publicó una serie de artículos acerca de A.A., suplementada por algunos editoriales muy favorecedores. El grupo de Cleveland, compuesto solamente de unos 20 miembros, se vio inundado con incontables súplicas de ayuda. A los alcohólicos que llevaban solamente unas cuantas semanas sobrios se les encargó de trabajar con los nuevos casos. Con esto se dio al movimiento una nueva orientación, y los resultados fueron fantásticos. Pasados unos pocos meses, el número de miembros de Cleveland había ascendido a 500. Por primera vez, había evidencia de que la sobriedad podría producirse en masa.<br /> Entretanto, el Dr. Bob y Bill habían establecido en Nueva York en 1939 una junta de custodios para ocuparse de la administración general de la Comunidad recién nacida. Algunos amigos de John D. Rockefeller, Jr. servían como miembros de este consejo, junto con algunos miembros de A.A. Se dio a la junta el nombre de la Fundación Alcohólica. Sin embargo, todos los intentos de recoger grandes cantidades de dinero fracasaron, porque el Sr. Rockefeller había llegado a la conclusión prudente de que grandes sumas de dinero podrían estropear la naciente sociedad.No obstante, la fundación logró abrir una pequeña oficina en Nueva York para responder a las solicitudes de ayuda e información y para distribuir el libro de A.A.—una empresa, dicho sea de paso, que había sido financiada principalmente por los miembros de A.A.<br /> El libro y la nueva oficina pronto resultaron ser de gran utilidad. En el otoño de 1939, la revista Liberty publicó un artículo acerca de A.A. y, como reacción, llegaron a la oficina unas 800 urgentes solicitudes de ayuda. En 1940, el Sr. Rockefeller celebró una cena para dar publicidad a A.A., a la cual invitó a muchos de sus eminentes amigos neoyorquinos. Este acontecimiento suscitó otra oleada de súplicas. A cada solicitud, se le respondía con una carta personal y un pequeño folleto. Además, se hacía mención del libro Alcohólicos Anónimos, y pronto se empezaron a distribuir numerosos ejemplares del libro. Con la ayuda de cartas enviadas de Nueva York y de miembros de A.A. viajeros provenientes de centros ya establecidos, nacieron muchos grupos. A finales del año, había 2,000 miembros de A.A.<br /> Entonces, en marzo de 1941, apareció en el Saturday Evening Post un excelente artículo acerca de A.A., y la reacción fue tremenda. Para finales de ese año, el número de miembros había ascendido a 6,000 y el número de grupos se había multiplicado proporcionalmente. La Comunidad fue extendiéndose a pasos gigantescos por todas partes de los Estados Unidos y Canadá.<br /> En 1950, había en todas partes del mundo unos 100,000 alcohólicos recuperados. Por muy impresionante que fuera ese desarrollo, la década de 1940 al 1950 fue una época de gran incertidumbre. La cuestión crucial era si todos aquellos alcohólicos volubles podrían vivir y trabajar juntos en sus grupos. ¿Podrían mantenerse unidos y funcionar con eficacia? Esa pregunta quedaba todavía sin respuesta. El mantener correspondencia con miles de grupos referente a sus problemas particulares llegó a ser uno de los principales trabajos de la sede de Nueva York.<br /> No obstante, para el año 1946, ya era posible sacar algunas conclusiones bien razonadas en lo concerniente a las actitudes, costumbres y funciones que se ajustarían mejor a los objetivos de A.A. Estos principios, que habían surgido de las arduas experiencias de los grupos, fueron codificados por Bill en lo que hoy día se conoce por el nombre de las Doce Tradiciones de Alcohólicos Anónimos. Para 1950, el caos de los tiempos anteriores casi había desaparecido. Se había logrado enunciar y poner en práctica con éxito una fórmula segura para la unidad y el funcionamiento de A.A.<br /> Durante esa frenética década, el Dr. Bob dedicaba sus esfuerzos al asunto de la hospitalización de los alcohólicos y a la tarea de inculcarles los principios de A.A. Los alcohólicos llegaban en tropel a Akron para obtener cuidados médicos en el hospital Santo Tomás, una institución administrada por la iglesia católica. El Dr. Bob se integró en el cuerpo médico de este hospital, y él y la extraordinaria Hna. M. Ignacia, también del personal del hospital, facilitaban atención médica e inculcaban el programa de A.A. a unos 5,000 alcohólicos enfermos. Después de la muerte del Dr. Bob en 1950, la Hna. Ignacia siguió trabajando en el Hospital de la Caridad de Cleveland, donde contaba con la ayuda de los grupos locales y donde otros 10,000 alcohólicos enfermos encontraron A.A. por primera vez. Este trabajo era un preclaro ejemplo de disposiciones hospitalarias que permitían que A.A. cooperara venturosamente con la medicina y la religión.<br /> En ese mismo año de 1950, A.A. celebró en Cleveland su primera Convención Internacional. En esa convención el Dr. Bob hizo su último acto de presencia ante la Comunidad y, en su charla de despedida, se enfocó en la necesidad de mantener simple el programa de Alcohólicos Anónimos. Junto con los asistentes, él vio a los delegados adoptar con entusiasmo las Doce Tradiciones de A.A. para el uso permanente de la Comunidad en todas partes del mundo. (Murió el 16 de noviembre de 1950.)<br /> Al año siguiente ocurrió otro acontecimiento muy significativo. Las actividades de la oficina de Nueva York habían sido grandemente ampliadas y en esas fechas incluían las relaciones públicas, consejo a los nuevos grupos, servicios a los hospitales, a las prisiones, a los Solitarios e Internacionalistas, y cooperación con otras agencias en el campo del alcoholismo. La sede también publicó libros y folletos "uniformes" de A.A. y supervisaba la traducción de esta literatura a otros idiomas. Nuestra revista internacional, el A.A. Grapevine, ya tenía una elevada circulación. Estas actividades y otras más habían llegado a ser indispensables para A.A. en su totalidad.<br /> No obstante, estos servicios vitales estaban todavía en manos de una aislada junta de custodios, cuyo único vínculo con la Comunidad había sido Bill y el Dr. Bob. Como los cofundadores habían previsto años atrás, llegó a ser imperativo vincular a los custodios de los servicios mundiales de A.A. (ahora la Junta de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos) con la Comunidad a la cual servían. Por lo tanto se convocó una reunión de delegados de todos los estados y provincias de los EE.UU. y Canadá. Así constituido, este organismo de servicio mundial se reunió por primera vez en 1951. A pesar de cierta aprensión suscitada por la propuesta, la asamblea tuvo un gran éxito. Por primera vez, los custodios, anteriormente aislados, eran directamente responsables ante A.A. en su totalidad. Se había creado la Conferencia de Servicios Generales de A.A. y, por este medio, se había asegurado el funcionamiento global de A.A. para el futuro.<br /> La segunda Convención Internacional tuvo lugar en St. Louis en 1955 con motivo de la conmemoración del 20º aniversario de la Comunidad. Para aquel entonces, la Conferencia de Servicios Generales ya había demostrado su indudable valor. En esa ocasión, en nombre de todos los pioneros de A.A., Bill transfirió a la Conferencia y a sus custodios la futura vigilancia y protección de A.A. En ese momento, la Comunidad tomó posesión de lo suyo; A.A. llegó a su mayoría de edad.<br /> Si no hubiera sido por la ayuda de los amigos de A.A. en sus primeros días, es probable que Alcohólicos Anónimos nunca hubiera existido. Y de no haber contado con la multitud de amigos que, desde entonces, han contribuido con su tiempo y su energía—especialmente nuestros amigos de la medicina, la religión y los medios de comunicación—A.A. nunca podría haber crecido y prosperado. La Comunidad expresa su perenne gratitud por esta amistosa ayuda.<br /> El 24 de enero de 1971, Bill murió de pulmonía en Miami Beach, Florida, donde—hacía siete meses—había pronunciado ante la Convención Internacional del 35º Aniversario lo que resultaron ser sus últimas palabras a sus compañeros de A.A.: "Dios les bendiga a ustedes y a Alcohólicos Anónimos para siempre."<br /> Desde entonces, A.A. ha llegado a ser una comunidad de extensión mundial, lo cual ha demostrado que la manera de vivir de A.A. hoy día puede superar casi todas las barreras de raza, credo e idioma. La Reunión de Servicio Mundial, celebrada por primera vez en 1969, ha venido efectuándose cada dos años desde 1972, alternando su sitio entre Nueva York y una ciudad de ultramar. Los delegados de la R.S.M. se han reunido en Londres, Inglaterra; Helsinki, Finlandia; San Juan del Río, México; Guatemala, Guatemala; Munich, Alemania; Cartagena, Colombia; y Auckland, Nueva Zelanda.<br />Reimprimido de los Servicios de Mundo de AAGrupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-43958968578120517262009-02-11T06:53:00.000-08:002009-02-11T06:54:51.389-08:00SINTOMAS DE LA BORRACHERA SECASíntomas de la Borrachera Seca<br />Segundo síntoma:<br />- Actitud permanente de deshonestidad ante si mismo y los demás.<br />- Maestros de la excusa, y<br />- Campeones del pretexto<br />El gran problema de la mentalidad del alcohólico es que la mentira y la deshonestidad fueron utilizadas tanto tiempo para justificar su conducta adictiva que quedó condicionada a su mente como un mecanismo automático que le cuesta mucho trabajo manejar en la etapa de recuperación.<br />En el proceso de recuperación del alcohólico (y del adicto en general) uno de los elementos que más trabajo le cuesta lograr al que se está rehabilitando es recuperar la confianza de los demás. De hecho, uno de los objetivos claves en la rehabilitación de los adictos es recuperar la confianza de los demás, especialmente de sus seres queridos.<br />Y es que, en general, los alcohólicos y los adictos a otras drogas se vuelven unos mentirosos consumados, profesionales del engaño, la mentira o, en el mejor de los casos, la verdad a medias como un instrumento para obtener la droga, disimular sus efectos o justificar el sistemático abandono de las responsabilidades que generan la adicción al alcohol y a las drogas.<br />La más peligrosa de las herramientas psicológicas del adicto es la lengua. El alcohólico se torna un hablador profesional. Su inseguridad y sus complejos de inferioridad lo llevan a desarrollar fantasías compensatorias sobre su persona y su vida, fantasías que se convierten en mentiras que termina por creer él mismo. Sonia S., una alcohólica recuperada con seis años militando en los grupos de Alcohólicos Anónimos (AA), refería que ella siempre se avergonzaba de su familia, por ser de condición humilde. Cuando conoció a su novio, que era de una posición social y económica más alta, siempre le mintió sobre su familia diciéndole que radicaba en Estados Unidos y que ella vivía con unos parientes. Cada vez que tenía que contestar alguna pregunta que su novio le formulaba acerca de su familia, ella respondía con mentiras, mentiras que tenían que ser respaldadas por otras mentiras, hasta tejer una red de engaños en la que ella misma terminó atrapada, pues cuando decidieron formalizar los arreglos para la boda se descubrió toda la verdad. Tal fue la decepción del novio por la actitud deshonesta de ella que canceló la boda. Esta situación influyó para que Sonia desarrollara su alcoholismo, del que felizmente se ha recuperado, teniendo en la actualidad como principio fundamental de su recuperación decir siempre la verdad, pase lo que pase. Sin embargo, muchos alcohólicos y adictos en recuperación continúan siendo maestros de la excusa y campeones del pretexto; siguen haciendo promesas que no cumplen; presumen lo que no tienen; manipulan a los demás para obtener beneficios; chantajean para controlar a otros; engañan a sus cónyuges; hacen trampa; practican corruptelas; piden prestado y no pagan; venden kilos de 800 gramos; dicen que son solteros siendo casados; no respetan sus compromisos; son convenencieros y acomodaticios; no respetan la ley ni los reglamentos; no son sinceros, dicen una cosa y hacen otra y no logran recuperar la confianza de los demás, sobre todo la de sus seres queridos más cercanos. Estos alcohólicos en recuperación son borrachos secos que no han logrado superar su deshonestidad. A estos borrachos secos les gusta que les digan que mintieron mucho en el pasado, pero odian que les digan que siguen mintiendo a pesar de que ya no beben.<br />Esta incapacidad de superar la deshonestidad no es más que un síntoma de inmadurez. Como dice Ann Landers: "Madurez significa confiabilidad; mantener la propia palabra, superar la crisis. Los inmaduros son maestros de la excusa, son los confusos y desorganizados, sus vidas son una mezcla de promesas rotas, amigos perdidos, negocios sin terminar y buenas intenciones que nunca se convierten en realidad". O como sentencia Patrón Luján: "Ser hombre es tener vergüenza, sentir pena de burlarse de una mujer, de abusar del débil o de mentir al ingenuo".<br />Del engaño al autoengaño<br />Además de la inmadurez, otro mecanismo psicológico que determina la deshonestidad es la negación. El adicto es negador por naturaleza. No acepta su realidad: ni su realidad alcohólica ni su realidad no alcohólica. Esto puede constituir la raíz de su tendencia a la deshonestidad.<br />"El engaño a los demás casi siempre tiene sus raíces en el engaño a nosotros mismos", sentencia el Grapevine de agosto de 1961. El alcohólico es una persona que vive permanentemente auto engañada como consecuencia de la no aceptación de su realidad, y esto lo lleva a desarrollar el mal hábito de engañar a los demás. Pero como se cree sus propias mentiras, en ocasiones se siente víctima de los demás porque no le creen ni le tienen confianza.<br />Otra forma de deshonestidad es la proyección. Proyectarse es ver en otras personas nuestros propios defectos, debilidades y desviaciones. Cuando en el proceso de recuperación del alcoholismo o la drogadicción se piensa más en los defectos de otras personas que en los propios, se está cayendo en un mecanismo de evasión de nuestra propia realidad que no es más que una forma de deshonestidad hacia uno mismo. Bill W. en una de sus cartas (1966) se refiere a esta forma de deshonestidad de la siguiente manera: "Esta es una forma sutil y perversa de la satisfacción de sí mismo que nos permite seguir cómodamente inconscientes de nuestros defectos".<br />Finalmente, el otro mecanismo de defensa psicológico que hace del alcohólico el rey del pretexto es la racionalización. El alcohólico y el adicto a drogas siempre racionalizaron su necesidad compulsiva de alcohol y drogas al tratar de justificar con pretextos el porqué consumían. Una vez que dejan el alcohol o las drogas siguen racionalizando alrededor de su realidad no alcohólica. Racionalizan sus actitudes deshonestas en su hogar o en su trabajo. Siempre encuentran un pretexto para justificar porqué no han cumplido una promesa o no terminaron un proyecto. Ya no beben, ya no consumen drogas, pero siguen fallando, siguen fracasando, siguen saboteándose el éxito, y siempre encuentran un pretexto para salir bien librados y no aceptar su verdadera realidad.<br />Precisamente cómo y cuándo decimos la verdad —o nos quedamos callados— a menudo puede representar la diferencia entre la auténtica integridad y la falta completa de ésta. Complementamos esta idea con lo que se lee en la página 68 del libro grande de los Alcohólicos Anónimos: "Más que la mayoría de las personas, el alcohólico lleva una vida doble, tiene mucho de actor. Ante el mundo exterior representa su papel de actor. Éste es el único que le gusta que vean sus semejantes. Quiere gozar de cierta reputación, pero sabe en lo más íntimo de su ser que no se la merece".<br />¿Honestidad absoluta?<br />Todo lo anterior no quiere decir que la única forma de no padecer de una borrachera seca sea practicar una férrea, absoluta y fundamentalista honestidad. Sólo Dios puede saber lo que es la honestidad absoluta, por lo tanto, cada uno de nosotros tiene que formarse una idea de lo que puede ser este magnífico ideal según su propia capacidad.<br />En otra de sus cartas (1966) Bill W. afirma: "Falibles como somos y que seremos todos en la vida, sería presuntuoso creer que pudiéramos en realidad lograr la honestidad absoluta. Lo mejor que podemos hacer es esforzarnos por mejorar la calidad de nuestra honestidad".<br />Lo anterior constituye una característica de la sobriedad que es el equilibrio. En la superación personal del alcohólico en recuperación hay que evitar los perfeccionismos y los fundamentalismos y la honestidad absoluta es, como se menciona líneas arriba, una cualidad exclusiva de Dios.<br />Algunas preguntas que me ayudará a saber si soy honesto<br />Cada quién en su interior sabe perfectamente si está actuando con integridad en la vida, si es congruente con lo que piensa, lo que dice y lo que hace, y esgrime la verdad como herramienta fundamental de su existencia o si la mentira es una forma de hábito existencial. Sin embargo, la mente del alcohólico es traicionera y lleva, con frecuencia, al autoengaño, por lo que, muchos alcohólicos en recuperación creen que son muy honestos cuando en realidad no lo son tanto.<br />Estas cinco preguntas ayudarán al alcohólico en recuperación a reconocer el grado de honestidad en su comportamiento.<br />1.- ¿Soy honesto conmigo mismo acerca de mis motivaciones?<br />Aquí la respuesta correcta obviamente es Si. Sin embargo, es común que los alcohólicos en recuperación se autoengañan con respecto a la autenticidad de sus motivaciones, por ejemplo: el miembro del grupo de AA que muestra un desusado interés por ayudar a la compañera que acaba de incorporarse, cuando su motivación real es seducirla; o aquel otro que asiste diariamente a sus juntas y se queda varias horas charlando con los compañeros después de la sesión, cuando su verdadera motivación es evadir de los problemas que tiene con su esposa.<br />2.- ¿Trato de buscar pretextos para justificar mis faltas?<br />La respuesta correcta es No. No busco pretextos sino que acepto mis faltas y trato de superarlas. El borracho seco practica a la perfección el libro de oro de los pretextos. Nunca asume la responsabilidad de sus fallas o de sus defectos. Siempre encuentra un culpable a quien responsabilizar: "Llegué tarde porque había mucho tráfico", "No fui a trabajar porque se enfermó mi abuelita", "Reprobé por culpa del profesor", "No tengo dinero por culpa del gobierno", etcétera.<br />3.- ¿Procuro no decir mentiras, ni siquiera pequeñas?<br />Aquí se debe responder Si. Procuro nunca mentir ni siquiera decir mentiras piadosas.<br />La mayoría de los adictos en recuperación siguen diciendo mentiras, sobre todo de las pequeñas, hábito que adquirieron en su etapa de alcoholismo activo. Muchos piensan que no tiene importancia decir mentiras pequeñas o mentiras piadosas; algunos prefieren las medias verdades. No hay que olvidar que las medias verdades son medias mentiras y, por tanto, una forma de deshonestidad.<br />4.- ¿Puedo ser íntegro con los demás manifestándoles quien soy?<br />La respuesta correcta es Si. No me apena decirles a los demás quien soy y qué enfermedad padezco. Muchos alcohólicos, presuntamente en recuperación, siguen negándose a sí mismos porque les apena mucho que los demás se enteren. Niegan su origen, niegan su situación social y económica, niegan su enfermedad, niegan sus debilidades y se convierten en actores que están representando un papel para cuidar su imagen ante los demás, Esto les impide ser auténticos y, en consecuencia, no son sinceros y mienten con frecuencia.<br />5.- ¿Tengo cuidado de no ser hostil o maligno bajo la capa de la honestidad?<br />La respuesta aquí también deberá ser afirmativa. Muchos alcohólicos que llevan mucho tiempo en recuperación y que han adquirido cierto prestigio ante sus compañeros de grupo, caen con frecuencia en la tentación del poder o del prestigio y quieren controlar o manipular a los compañeros menos antiguos. En ocasiones sienten envidia, resentimiento o antipatía y entonces los agreden o satanizan argumentando que lo hacen por su bien. Asimismo, asumen estas actitudes con sus seres queridos, amigos o compañeros de trabajo.<br />Desarrollar el hábito de la sinceridad, la honestidad y la honradez es una de las metas fundamentales para quien aspira a alcanzar la sobriedad. Esto requiere de una gran disciplina, autoobservación y autovigilancia. Ser auténtico, íntegro y congruente con lo que se piensa, lo que se dice y lo que se hace implica desarrollar a satisfacción la virtud de la honestidad.<br />Terminamos con el pensamiento de Confucio:<br />"El hombre honrado es el que subordina su derecho a su deber".<br />Hasta Pronto compañeros.<br />Disciplina.- Conjunto de normas que rigen una actividad o una organización. Actitud de las personas que acatan estas normas..<br />Autoobservación.-<br />Autovigilancia.- Observar a una persona o cosa, atenderla adecuadamente<br />Auténtico.-<br />Íntegro.-<br />Congruente.-<br />Honestidad.-Grupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-83780449145243965722009-02-11T06:40:00.001-08:002009-02-11T06:47:45.176-08:00PUNTO DE VISTA MEDICOEL PUNTO DE VISTA MEDICO<br />Desde el momento en que el Dr. Silkworth dio su primera recomendación de A.A., muchas asociaciones médicas así como multitud de médicos han manifestado su aprobación por la Comunidad. A continuación aparecen algunos extractos de los comentarios de algunos médicos participantes en la reunión anual de la Asociación Médica del Estado de Nueva York, en la que se presentó una ponencia sobre A.A.:<br />El Dr. Foster Kennedy, neurólogo, dice: “La organización de Alcohólicos Anónimos apela a dos de las fuentes más grandes de poder conocidas por el ser humano — la religión y el instinto de asociarse con sus semejantes ... el instinto gregario. Creo que nuestra profesión debe reconocer este magnífico recurso terapéutico. Si no lo hacemos, tendremos que declaramos culpables de esterilidad emocional y de haber perdido esa fe que mueve montañas, sin la cual es poco lo que la medicina puede hacer.”<br />El Dr. G. Kirby Collier, siquiatra, expone: “Tengo la impresión de que Alcohólicos Anónimos es una asociación por y para sí misma y que sus mejores resultados pueden conseguirse bajo su propia dirección, como consecuencia de su filosofía. Cualquier procedimiento terapéutico o filosófico que registre un índice de recuperación del 50% al 60% merece nuestra consideración.”<br />El Dr. Harry M. Tiebout, siquiatra, explica: “Como siquiatra, he meditado mucho sobre la relación entre mi especialidad y A.A. y he llegado a la conclusión de que nuestra función particular puede ser muy a menudo la de preparar el terreno para que el paciente acepte cualquier tipo de tratamiento o ayuda ajena. La función del siquiatra, como la concibo ahora, es acabar con la resistencia interna del paciente, a fin de que lo que tienen dentro de sí florezca, como lo hace bajo la actividad del programa de A.A.”<br />Hablando bajo los auspicios de la Asociación Médica Norteamericana, en una emisión de la NBC en 1946, el Dr. W.W. Bauer dijo: “Los Alcohólicos Anónimos no hacen ningún tipo de cruzada — no se trata de una sociedad que aboga por la abstinencia de las bebidas alcohólicas. Los miembros de A.A. saben que no pueden beber nunca. Ayudan a otras personas con problemas parecidos ... En este ambiente, el alcohólico frecuentemente supera su ensimismamiento. Aprendiendo a depender de un poder superior y al permitir que su trabajo con otros alcohólicos le absorba, se mantiene sobrio día por día. Los días se transforman en semanas, las semanas en meses y años.”<br />El Dr. John F. Stouffer, jefe de Psiquiatría del Hospital General de Philadelphia, aludiendo a su experiencia con A.A. dijo: “Los alcohólicos que atendemos en nuestro hospital son en su mayor parte aquellos que no pueden costearse un tratamiento privado; A.A. es, con mucho, la mejor cosa que les hemos podido ofrecer. Incluso en aquellos que a veces reingresan en el hospital, vemos una transformación profunda de personalidad. Apenas se les puede reconocer.”<br />La Asociación Siquiátrica Norteamericana pidió en 1949 que fuera elaborada una ponencia por uno de los miembros más experimentados de A.A., para ser presentada ante la reunión anual de la Asociación ese mismo año. Más tarde, el discurso fue publicado en el número de noviembre de 1949 de la Revista de Psiquiatría Norteamericana.(El discurso está disponible en forma de folleto al precio nominal a través de la mayoría de los grupos de A.A. o en la O.S.G., Box 459, Grand Central Station, New York, N.Y. 10163, con el título “Tres Charlas a Sociedades Médicas por Bill W.”)Grupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-49823656234428825962009-02-11T06:40:00.000-08:002009-02-11T06:42:09.814-08:00El Apadrinamiento – Un paso vital hacia el servicio y la recuperación<br />Material de servicio de la Oficina de Servicios Generales<br />Los 91 delegados a la Conferencia de Servicios Generales escucharon la pregunta: ¿Cuántos de ustedes llegaron al servicio de A.A. con la ayuda de un padrino? Todos los 91 delegados levantaron la mano.<br />Al H., antiguo custodio de Saskatoon, Saskatchewan, Canadá, tiene vivos recuerdos de ese momento en 1978: “Apadrinamos como hemos sido apadrinados,” dice. “Me llevaron a mi primera reunión de servicios apenas tres meses después de lograr mi sobriedad y he participado activamente desde entonces en el servicio.”<br />Como otros muchos miembros de A.A, ya en el comienzo de su experiencia de A.A., Al asimiló el milagro del trabajo de Paso Doce: el compartir el mensaje de A.A. nos ayuda a mantenernos sobrios. Gracias al apadrinamiento atento, Al descubrió las diversas formas en que esta ayuda individual y personal se podría ampliar en la Comunidad para abarcar una variedad cada vez más grande de trabajos de Paso Doce: desde participar activamente en el grupo base hasta servir en el intergrupo local u oficina central, en comités de instituciones y, finalmente en el “servicio general”. Este término comprende las múltiples actividades que hacen los RSG, los comités de área, los delegados, los custodios y los miembros del personal de la OSG dentro de la estructura de la Conferencia. Afectan a A.A. en su totalidad y son de una importancia crucial para nuestra unidad y supervivencia.<br />Al hace notar que “muchos miembros de A.A.—y no solamente los principiantes—no están suficientemente informados sobre A.A. y cómo funciona.” Cree que “Dios nos sonrió cuando nos condujo a la Comunidad. La mano de A.A. estaba allí para nosotros y, según lo veo yo, si queremos que esté allí para nuestros hijos, tenemos que participar activamente en el servicio y ayudar al principiante a hacer lo mismo. Francamente, no sabría cómo apadrinar a una persona que no participa en el servicio. Admiro mucho al Dr. Bob que dijo que si no adquirimos el espíritu de servicio, perderemos el más preciado regalo que A.A. nos puede ofrecer: la posibilidad de dar nuestra sobriedad a otros y así mantenerla.”<br />Al, que viaja centenares de millas para asistir a reuniones de servicio, se acuerda de visitar un nuevo grupo hace unos pocos años, acompañado de su ahijado. Se había encargado a una recién llegada de 18 años de edad la tarea de cortar los pepinillos en rodajas; al ver a Al, la joven compañera le pidió que le ayudara; el ahijado la llevó aparte y le dijo que estaba hablando con un custodio. Ella replicó impertérrita, “hay que cortar los pepinillos.” Al los cortó.<br />Rita J., delegada de Missouri, dice que no tarda en amadrinar a los principiantes en el servicio. “les doy una introducción a las Tradiciones y los llevo a reuniones de los RSG y de la asamblea del área. Algunos acaban participando en el servicio.” No siempre es fácil,” dice Rita, “pero sigo sin rendirme. No obstante, cuando pedí hace poco que se efectuara una reunión de conciencia de grupo, se presentaron muy pocos de mis ahijados. Yo no podría sobrevivir si no tuviera sentido del humor.” David A., antiguo custodio, de Dallas, Texas, dice que “todos a los que yo he apadrinado han acabado participando en servicio. No es obligatorio, le digo al recién llegado, pero es más que una mera sugerencia. Les digo también que los Doce Pasos son solamente la tercera parte de nuestro legado; también tenemos las Doce Tradiciones y los Doce Conceptos para el Servicio Mundial. Es un programa de 36 puntos.” Además les sugiere que lean el Libro Grande (“te vas a encontrar a ti mismo”) y A.A. llega su mayoría de edad (vas a tener tanto amor para con A.A. que no te irás nunca, querrás quedarte y desarrollarte.”)<br />“Me inició en el servicio un antiguo delegado que quería asistir a la Cena de Bill W. en 1967,” David nos cuenta. “El mismo Bill firmó mi ejemplar de Como lo ve Bill. Conocí a gente que participaba en el servicio y seguía volviendo a hacerlo una y otra vez. Serví como RSG, MCD, delegado, coordinador de área, RGv de área, y de lo que fuera. Y en cada uno de estos puestos serví también como suplente, antes de ser custodio general de los EE.UU. Y ahora participo aun más activamente que al principio. Asisto a las conferencias estatales, organizo reuniones sobre las Tradiciones y los Conceptos y, por supuesto, me esfuerzo por interesar a los recién llegados en el servicio en cada oportunidad que se me presente.<br />Ruth H., antigua custodio, de Hollis, New York, dice: “Cuando asumí la responsabilidad de RSG, mi madrina me dijo: ‘No te conviene hacer esto. Es muy político.’ No obstante, participaba activamente en el Comité de la Conferencia de Nueva York. Los demás oficiales me acogieron calurosamente y me inculcaron el aprecio por el servicio. Hoy hago lo mismo con mus ahijados: me esfuerzo por conseguir que se formen una idea de la totalidad de A.A. Cuando veo a miembros trabajando en los Pasos y las Tradiciones, hago todo lo que puedo para interesarles en el servicio. El servicio es una parte integrante de mi recuperación; sin el servicio, dudo que me pudiera haber mantenido sobria los pasados 28 años.<br />George D., antiguo custodio, de Tiburón, California, comenta: “Cuando llegué a A.A. tuve muchas recaídas. Finalmente, después de lograr dejar de beber, mi padrino y otros veteranos me dijeron que yo era el tipo de borracho que tendría que ser activo para poder mantenerse sobrio. Hice caso de lo que me dijeron y he seguido haciéndolo los últimos 26 años. El servicio forma parte de mí.”<br />Durante los 11 primeros años, dice George, “participaba activamente en todos los aspectos del servicio, con excepción de los servicios generales, porque me parecía que yo no encajaría entre los servidores de ese tipo. Mi amigo más íntimo de A.A. participaba activamente en los servicios generales, pero yo creía que esto no era sino una excentricidad—en todo lo demás era un hombre simpático y cosmopolita. Finalmente, me arrastró con él a algunos eventos y acabé sirviendo como delegado en 1975. Una vez, cuando estaba hablando con Bob H., que en aquel entonces estaba a punto de jubilarse del puesto de gerente de la OSG, puse en duda mis propios motivos para hacer el trabajo de servicio: ¿lo hacía por amor a A.A. o porque quería recibir el reconocimiento y la aprobación? Bob, como respuesta, me citó unas palabras de Bernard Smith, antiguo custodio no alcohólico y presidente de la Junta de Servicios Generales que dijo refiriéndose a Bill W. ‘Nunca en la historia ha hecho tantas grandes cosas un hombre con motivos tan dudosos.’ Con la ayuda de Bob, me di cuenta de que si esperara a ser ‘puro’ antes de hacer nada, tendría que esperar toda la vida.”<br />George es de la opinión de que el trabajo de servicio general puede que no sea para todos. “En vez de presionarles para hacerlo,” sugiere, “creo que debemos guiarlos con nuestro ejemplo. Tenemos que tratarnos, unos a otros, en el servicio con la misma sensibilidad que aportamos a la recuperación.”<br />Dick D., antiguo custodio, de Springfield, Massachusetts, dice: “Mi padrino, ahora fallecido, me interesó en los trabajos de servicio de intergrupo y de área muy poco después de llegar a la Comunidad. Hizo lo mismo con otra persona de Springfield, Margaret C., que también es una antigua custodio. Luego yo apadriné a otros compañeros que más tarde sirvieron como delegados, y ellos a su vez han apadrinado a otros con la misma energía. Tenemos aquí en este área una cadena viva de servicio.” Dick anima a sus ahijados a participar en los trabajos de servicio, pero dice que “gran parte depende del individuo, de los problemas de familia que pueda tener y de otros factores.” Es importante mencionar, dice Dick, que al comienzo “no los envío a las reuniones de servicio; los llevo allí.”<br />Dick cree que los jóvenes que se unen hoy en día a la Comunidad tienen mucha motivación para participar en el trabajo de servicio. “Muchos se han integrado en el programa antes de tocar un fondo muy bajo. Están muy dedicados y lo suficientemente agradecidos como para transmitirlo a otros.”Grupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-34573342309716576432009-02-10T20:56:00.000-08:002009-02-10T21:05:33.058-08:00COLABORACIONES de A.A.Fue en el Teatro de la Opera de San Francisco en 1.951 cuando los Alcohólicos Anónimos recibieron el Premio LASKER (regalo de Albert y Mary Lasker) adjudicado por los 12.000 médicos que conforman la Asociación Norteamericana de Salud Pública, en reconocimiento a su especial y exitoso enfoque del antiguo problema de salud pública y social, EL ALCOHOLISOMO.<br />Desde su fundación hace 16 años, Alcohólicos Anónimos ha traído l a recuperación a más de 120.000 bebedores crónicos que fueron considerados como sin esperanza. Hoy en día esta comunidad mundial de 4000 grupos residentes en 38 países, están rehabilitando 25.000 personas adicionales por año. Al puntualizar que el alcoholismo es una enfermedad, se ha ido eliminando poco a poco el estigma social comúnmente asociado con esta condición.<br />Alcohólicos Anónimos se basa en el principio novedoso de que un alcohólico recuperado puede hacer contacto y tratar a un compañero de problema como ninguna otra persona puede hacerlo. En esta forma, el alcohólico recuperado mantiene su propia sobriedad; el hombre o mujer que trata pronto se convierte en un médico para el próximo paciente, creándose así una reacción en cadena de liberación, siempre creciente, con pacientes unidos por eslabones de sufrimiento común, entendimiento común y acción estimulante para una causa noble.<br />Este no es un movimiento de reforma, ni está operado por profesionales dedicados al problema. Se financia por contribuciones voluntarias de sus propios miembros, todos los cuales permanecen anónimos. No hay cuotas, ni terapeutas pagados, ni trabajadores profesionales a sueldo. Gozan de la buena voluntad y a menudo del apoyo caluroso de muchos grupos médicos y científicos. Logro, que no es común en organizaciones manejadas enteramente por personas no profesionales.<br />Los historiadores señalarán algún día a Alcohólicos Anónimos como una sociedad que hizo mucho más que alcanzar una media considerable de éxito con el alcoholismo y su estigma; ellos reconocerán que Alcohólicos Anónimos ha sido una gran aventura en la búsqueda social que forjó un nuevo instrumento para la acción social; una nueva terapia basada en la comprensión de un problema común, terapia que tiene un vasto potencial para innumerables enfermedades que sufre la humanidad.<br />A.A. llega a la mayoría de edad<br />martínpescador de Ceuta<br />indice<br /><br />Un jugador de béisbol bastante bien conocido logró su sobriedad en A.A. y ya que su regreso al béisbol fue tan espectacular, aparecieron en la prensa muchos reportajes sobre el caso, en los que se atribuía a A.A. el mérito de su recuperación. "Los alcohólicos vinieron en tropel. Estábamos encantados." El mismo Bill W. hizo una gira, dando entrevistas personales en nombre de A.A. "Supongo que, durante dos o tres años, yo era el principal violador del anonimato en A.A." Todo el mundo creía que el anonimato era importante, pero en esos tiempos parecía que si las circunstancias eran favorables se podrían hacer excepciones.<br /><br />Otros miembros siguieron el ejemplo de Bill, abandonando el anonimato "por el bien de A.A." Una mujer, miembro de A.A., usando su nombre completo y diciendo que era miembro de A.A., emprendió una campaña de educación sobre el alcohol. "[E]l proyecto tuvo resultados inmediatos.¼ Iba aumentando la comprensión del público acerca del alcoholismo e iba disminuyendo el estigma que se había puesto al borracho; y empezaron a llegar nuevos miembros a A.A. Con toda seguridad, no podía haber nada de malo en ello.<br /><br />"Pero sí lo había. Por tener estas ventajas a corto plazo, nos estábamos exponiendo a futuros riesgos de proporciones alarmantes y amenazadoras." Un miembro de A.A. empezó a publicar una revista dedicada a la causa de la Prohibición, usando el nombre de A.A. para atacar los males del whisky. Luego, una asociación mercantil de licores propuso que un miembro ocupara un puesto de "educación." Iba a decir a la gente que el alcohol en cantidades excesivas era malo para cualquier persona y que ciertas personas, los alcohólicos, no debían beberlo en absoluto. Nuestro amigo A.A. tendría que romper su anonimato—causando necesariamente al público la impresión de que A.A. estaba a favor de la "educación," al estilo de los comerciantes de licor.<br /><br />Estos acontecimientos y otros parecidos sirvieron para recalcar dramáticamente lo arriesgado que era hacer uso del nombre de A.A. con fines distintos del de llevar el mensaje anónimamente. Cuanto más valioso es el nombre de A.A., tanto más seductora es la tentación. Dentro de pocos años, Bill y otros miembros que habían roto su anonimato se dieron cuenta de que tenían que salirse de la vista del público si A.A. iba a sobrevivir.<br /><br />Los Washingtonianos<br /><br />Unos cien años antes, un movimiento parecido, encaminado a ayudar a los alcohólicos, floreció y luego fracasó, principalmente por no tener principios espirituales unificadores. En abril de 1840, seis amigos, compañeros de copas, se reunieron en la Taberna Chase de Baltimore y allí decidieron unánimemente dejar la bebida. Su naciente grupo, al que se puso el nombre de los Washingtonianos, tenía una sola meta: "la redención de los borrachos. Dentro del plazo de un año, habían reformado a 1,000 borrachos y tenían otros 5,000 miembros y amigos; pasados unos pocos años más, el número de miembros ascendió a varios centenares de miles. Sin embargo, los Washingtonianos no tenían un conjunto de tradiciones que les pudiera mantener unidos y enfocados en su objetivo. Los líderes del movimiento estaban muy a la vista del público y pronto se vieron envueltos en causas políticas y en el movimiento antialcohólico. A finales de 1847, los Washingtonianos casi habían desaparecido.<br /><br />Renunciar al reconocimiento público<br /><br />En los años 50, década en que las Doce Tradiciones fueron adoptadas por la Comunidad, los A.A., gracias a haber aprendido las lecciones de la historia, ya se dieron cuenta del valor de renunciar al poder y al prestigio y de vivir de una manera genuinamente humilde. Desde entonces los miembros—con muy pocas excepciones—se han mantenido apartados de la vista del público y se han negado a aceptar el reconocimiento público por su afiliación con A.A.<br /><br />Durante un período de varios años, Bill W. se veía casi inundado de propuestas para darle reconocimiento público por ser uno de los cofundadores de Alcohólicos Anónimos. (El Dr. Bob S., el otro fundador, murió en 1950.) Bill rechazó varios premios universitarios, se negó a tener su nombre e historia personal publicados en el "Quién es quién en América," dijo que no a la revista Time, la cual hubiera puesto su foto en la portada de un número, y rehusó el premio Lasker (el cual fue otorgado en cambio a la Comunidad de A.A.). En 1954, la Universidad de Yale le ofreció un título honorario de Doctor en Derecho y se negó a aceptarlo. Las razones por haber hecho esto, que todavía tienen resonancia para el nuevo milenio, las explicó en una carta fechada el 2 de febrero de 1954, dirigida al entonces secretario de Yale, Reuben A. Holden:<br /><br />"Si aceptara [tal distinción], los beneficios a corto plazo para Alcohólicos Anónimos y para las legiones de personas que todavía sufren de nuestra enfermedad, serían considerables y de un alcance mundial. No tengo la menor duda de que una muestra de apoyo tan potente aceleraría grandemente la aprobación pública de A.A. en todas partes. Por lo tanto, solamente la más contundente razón podría moverme a privar a Alcohólicos Anónimos de una oportunidad de esta envergadura.<br /><br />"Esta es la razón: La Tradición de Alcohólicos Anónimos—nuestra única forma de gobierno—pide a todo miembro que evite cualquier publicidad u honor personal que pueda vincular su nombre con nuestra Sociedad en la mente del público. La Duodécima Tradición de A.A. dice: ‘El anonimato es la base espiritual de todas nuestras Tradiciones, recordándonos siempre anteponer los principios a las personalidades.’<br /><br />"Debido a que hemos tenido ya mucha experiencia concreta en este principio vital, hoy en día todo miembro juicioso de A.A. es de la opinión de que si, en los años venideros, seguimos practicando este principio de manera absoluta, esto servirá para garantizar nuestra eficacia y nuestra unidad, refrenando fuertemente a todos aquellos para quienes el reconocimiento y los honores públicos no son sino un trampolín hacia la dominación y el poder personal.<br /><br />"Al igual que otros hombres y mujeres, los A.A. miramos con profunda aprensión la tremenda lucha por el poder que se desenvuelve a nuestro alrededor, una lucha de múltiples formas que invade todos los aspectos de la vida, desgarrando nuestra sociedad. Creo que los A.A. tenemos la suerte de darnos cuenta claramente de que tales fuerzas no deben regir nunca entre nosotros, porque serían nuestra perdición.<br /><br />"La Tradición de anonimato personal y de negarnos a aceptar honores ante el público es nuestro escudo protector. No nos atrevemos a enfrentarnos indefensos a la tentación del poder."<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/monteeolo@telefonica.net">monteeolo</a><br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br /><br />Y ESTO QUIEN LO ESCRIBIO?<a name="14"></a><br /><br /><br />¿Quiénes somos nosotros para impedir que alguien ingrese?. Para muchos alcohólicos desesperados A.A. es la corte de su última apelación.<br />¿Cómo podemos cerrar la puerta en la cara de alguien que desea entrar?.<br />No nunca podremos hacer eso. Siempre debemos asumir el riesgo sin importarnos quien sea la persona.<br />Las características del llamado alcohólico típico es un sentimiento egocéntrico narcisista, dominado por sensaciones de omnipotencia, que intenta mantener a toda costa su integridad interior.<br /> martinpescador<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />INDIVIDUALIDAD DESAFIANTE y GRANDIOSIDAD<a name="15"></a><br /><br />Interiormente el alcohólico no acepta ser controlado por el hombre o por un Poder Superior.<br /><br />El alcohólico es y debe ser el dueño de su propio destino <br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">martinpescador</a><br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br /> Cordero- León - Mono - Cerdo<a name="16"></a><br />Desde la antigüedad se han conocido las fases de la intoxicación alcohólica.<br /><br />Ya desde NOE se sabía del vino, he aquí una historia mitológica de origen hebreo:<br /><br />NOE araba un día la tierra y fue tentado por el demonio, el cual le preguntó, que era lo que hacía. NOE le contestó “estoy plantando un viñedo y cuando la fruta esté madura dará uvas que son excelentes, para comer frescas o secas y cuando se las exprime el jugo se vuelve vino que calienta el cuerpo y el espíritu. El diablo le sugirió que fuesen socios en el viñedo y NOE aceptó. El diablo sacrificó un CORDERO, un LEÓN, un MONO y un CERDO, para que la sangre de cada uno fecundase las raíces de las vides”.<br /><br />Esto ha sido interpretado de la siguiente forma:<br /><br />El hombre normalmente es como un cordero, inocente e inofensivo; pero cuando comienza a beber se siente en los primeros momentos como un león, orgulloso y seguro de su fuerza. Conforme va tomando más alcohol comienza a hablar desordenadamente a comportarse como un mono idiota, y si continua aún bebiendo más caerá al suelo y se revolcará en los alimentos y la porquería al igual que un cerdo.<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">martinpescador</a><br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br /><br /> <a name="17"></a><br /> ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS<br />Por Jack Alexander<br />La publicación del artículo “ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS” por Jack Alexander en el Saturday Evenig Post, aparecido en el número fechado el 1 de marzo de 1941, marcó un importante jalón en la historia de la Sociedad.<br />A pesar de que un artículo de alcances nacionales había sido publicado antes, el informe del Post sobre un puñado de hombres y mujeres que habían alcanzado la sobriedad a través de A.A., fue en grado sumo el motivo que estableció firmemente a la sociedad de A.A. en un plano nacional e internacional.<br />Aún hoy, muchos alcohólicos que se vuelven hacia A.A. para la solución de sus problemas, tienen un recuerdo vívido y claro de haber leído el artículo de Jack Alexander.<br />Lo publicado en el Post nos recuerda el crecimiento de A.A. en un periodo de años relativamente breve. En 1941 aproximadamente 2.000 hombres y mujeres estaban viviendo el Programa de A.A. con todo éxito. Hoy el número excede 1.000.000 y casi 48.000 Grupos celebran sus reuniones regularmente, en los Estados Unidos el Canadá y otros 108 países.<br />En 1941 Jack Alexander informó sobre el significado de los servicios y la humildad que distingue al programa de A.A. y los que lo practican. Alcohólicos Anónimos ha crecido tremendamente desde entonces. Pero la misma conciencia de nuestra necesidad de continuar sirviendo a nuestros semejantes alcohólicos, con un espíritu de ayuda y humildad, continúa siendo la piedra fundamental de nuestra Sociedad.<br />Es con ese espíritu que este histórico artículo se reimprima ahora, para todos los miembros, viejos y nuevos, que comparten un interés común en los primeros tiempos de Alcohólicos Anónimos.<br />Se recuerda a los lectores que este artículo fue publicado por primera vez en marzo de 1941, cuando A.A. tenía menos de seis años de existencia. Las referencias acerca de fechas, hechos ocurridos, y número de miembros distribuidos en varios grupos, deben ser leídos teniendo en cuenta esta circunstancia.<br />La Fundación Alcohólica mencionada en este folleto, se llama ahora THE GENERAL SERVICE BOARD OF ALCOHOLICS ANONYMOUS INC.<br />ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS<br />Por Jack Alexander<br />Hace unas semanas tres hombres se encontraban sentados alrededor de la cama de un paciente alcohólico en la sala para psicópatas del Hospital General de Filadelfia. El hombre de la cama, que era totalmente extraño para los otros, tenía la expresión tensa y ligeramente estúpida de los alcoholizados en el proceso de disipación de la “niebla alcohólica” después de una tremenda orgía. Lo único digno de ser tenido en cuenta acerca de los visitantes, excepto por el contraste evidente entre sus bien cuidadas personas y el enfermo, era el hecho de que cada uno de ellos había pasado varias veces por el proceso de disipación de la “niebla alcohólica”. Eran miembros de Alcohólicos Anónimos; un grupo de ex bebedores que se dedicaban a ayudar a otros alcohólicos a quebrar el hábito de la bebida.<br />El hombre de la cama era un mecánico. Sus visitantes habían sido educados en Princeton, Yale y Pennsylvania y eran respectivamente un vendedor, un abogado y un agente de publicidad. Hacía menos de un año que uno de ellos había estado con camisa de fuerza en la misma sala de ese hospital. Otro de sus compañeros había pasado de un sanatorio a otro, haciendo la vida imposible al personal de los más importantes centros del país para el tratamiento del alcoholismo. El tercero había pasado veinte años de su vida sin ser nunca internado, pero perturbando su vida, la de sus familiares y patrones, como también la de algunos parientes bien intencionados que habían tenido la temeridad de intervenir.<br />El ambiente de la sala estaba espeso con el aroma de paraldehído, un desagradable “cocktail” que huele como una mezcla de alcohol y éter, y que los hospitales a veces usan para tranquilizar al bebedor paralizado, y calmar sus nervios destrozados. Los visitantes parecían no darse cuenta de esto, y no importarles tampoco la atmósfera depresiva que es típica de las mejores salas para psicópatas.<br />Estuvieron fumando y hablando con el paciente más o menos por espacio de veinte minutos; luego dejaron sus tarjetas personales y se marcharon. Si el hombre de la cama deseaba volver a ver a alguno de ellos – le dijeron – no tenía más que llamar por teléfono. Hicieron comprender bien claramente al enfermo que si verdaderamente deseaba dejar de beber, estaban dispuestos a dejar su trabajo o levantarse de la cama a cualquier hora de la noche para ir a visitarlo donde quiera que se encontrara. Si el hombre no deseaba llamarlos no volvería a verlos. Los miembros de Alcohólicos Anónimos no persiguen ni “miman” al candidato, y conocen todas las tretas del alcohólico que finge reformarse, y que es un maestro en el arte del engaño.<br />En esto reside gran parte de la fuerza única de este movimiento, que en los últimos seis años ha traído la recuperación de aproximadamente 2.000 hombres y mujeres, un elevado<br />porcentaje de los cuales habían sido desahuciados por los médicos. Los médicos y los clérigos, trabajando separadamente o juntos, siempre han conseguido sacar a flote unos pocos casos. En ocasiones excepcionales algunos bebedores han encontrado por sí solos el camino hacía la sobriedad. Pero las incursiones en el campo del alcoholismo han sido prácticamente nulas, y éste sigue siendo uno de los grandes enigmas de la salud pública, sin solución.<br />Siendo por naturaleza sensible y desconfiado, al alcohólico le agrada que lo dejen solo para tratar de solucionar el misterioso mal que le aqueja, y generalmente no parece importarle la tragedia que mientras tanto carga sobre los hombros de los que lo rodean. Se aferra desesperadamente a la convicción de que, a pesar de que no puede controlarse con la bebida, llegará el día en que podrá beber normalmente. El alcohólico es uno de los ejemplares más raros que existen desde el punto de vista de la medicina, y con mucha frecuencia son personas de inteligencia sumamente aguda.<br />Discuten con profesionales y parientes que tratan de ayudarlos y experimentan una perversa satisfacción en hacerles notar las fallas en los argumentos que emplean al discutir con ellos.<br />No hay excusa – por elaborada que sea – para justificar el beber, que los “técnicos” de Alcohólicos Anónimos no hayan oído mencionar o utilizado ellos mismos. Cuando uno de los candidatos les da una razón para emborracharse, ellos les cuentan una media docena de justificativos que empleaban en sus épocas de bebedores. Esto perturba un poco al candidato y lo pone a la defensiva. No puede menos que observar el aspecto prolijo de sus nuevos amigos, y los acusa de ser “niños bien” que no saben lo que es la lucha con la bebida. Ellos le contestan relatándole sus propias historias. Los whiskies y los coñac dobles antes del desayuno, el vago sentimiento de disconformidad que precede a una “farra”, el despertar de una borrachera sin poder dar razón de sus actos durante varios días, y el temor constante de que posiblemente haya matado a alguien con su automóvil. Le cuentan acerca de las botellas de gin de 8 onzas escondidas detrás de los cuadros y en diferentes lugares desde el sótano hasta el desván, de haber pasado días enteros en cinematógrafos para eludir la tentación de beber, de haber escapado del trabajo durante el día para tomarse algunos tragos rápidos. Relatan cómo perdieron sus empleos y robaron el dinero a sus esposas, cómo llegaron a poner pimienta en el whisky para darle un sabor más fuerte, cómo recurrieron a los sedativos, cómo bebieron alcohol puro tónico para el cabello, y cómo adquirieron la costumbre de estar en la puerta de la taberna del barrio diez minutos antes de que abriera. Describen sus manos temblorosas que no podían llevar un vaso chico a los labios sin volcar el contenido; cómo bebían sus copas en vasos grandes porque éstos pueden ser mantenidos firmes utilizando las dos manos, aún a riesgo de romperse los dientes, de cómo llegaron a atar una servilleta a los vasos y arrastrarlos suavemente con ella para acercarlos a la boca. Contaron, en fin, de que sus manos en ocasiones temblaban de tal forma que parecía que se les desprenderían y volarían al espacio y hablaron también de las horas que permanecieron sentados sobre las manos para evitar esto.<br />Esto y otros secretos del alcoholismo, generalmente sirven para convencer al alcohólico/a que está hablando con hermanos de sangre. Queda automáticamente tendido un puente de confianza, cubriendo el abismo que ha desconcertado a los médicos, los pastores, los sacerdotes y a los desventurados parientes. Tratando estos temas, los “técnicos” van dejando caer poco a poco sobre el enfermo los detalles de un programa para vivir sin alcohol en forma feliz, que les ha dado buenos resultados, y que están seguros que así puede resultar a cualquier otro alcohólico. Reconocen que están fuera de su órbita con aquellos que son psicópatas o que ya están sufriendo el mal físico conocido como “cerebro empapado”. Al mismo tiempo, se preocupan de que estos casos obtengan la atención médica que sea necesaria.<br />Muchos médicos y empleados de sanatorios a través del país (EE.UU.), sugieren ahora a sus pacientes que se dirijan a los Alcohólicos Anónimos. En algunos pueblos la justicia y autoridades policiales cooperan con los Grupos locales. Así mismo, en algunas ciudades las divisiones psicopáticas de hospitales y sanatorios conceden a los miembros de Alcohólicos Anónimos que trabajen en el Paso Doce, los mismos privilegios para visitar enfermos que al personal de dichas instituciones. El Hospital General de Filadelfia es uno de ellos. El Doctor John F. Stouffer, jefe de Psiquiatras, dice: “El alcohólico que llega aquí es generalmente aquel que no puede pagarse un tratamiento, y facilitar el contacto con A.A. es lo mejor que podemos hacer por ellos. Entre los que se incorporan a A.A. hay algunos pocos que a veces vuelven al hospital por haber recaído, pero aún entre éstos puede observarse un cambio de personalidad tan profundo que prácticamente no parecen ser los mismos”.<br />La Revista Médica de Illinois en un artículo de fondo publicado en diciembre último, va aún más lejos que el Dr. Stouffer al decir: “es ciertamente un milagro que una persona que por años ha estado siempre más o menos constantemente bajo la influencia del alcohol y en quien sus amigos han perdido toda confianza, sea capaz de pasarse toda una noche con un “borracho” y que a intervalos regulares, según las indicaciones del médico, dé al enfermo pequeñas dosis de alcohol, sin tomar él mismo ni un solo trago”.<br />Hay situaciones que parecen sacadas de un cuento de “Las mil y una noches”, en que se ven envueltos a veces los trabajadores del Paso Doce de A.A. Frecuentemente tienen que acompañar a una persona, y aún sentarse encima, pues la idea de arrojarse por la ventana les parece atractiva a muchos alcohólicos desesperados. Solamente un alcohólico puede estar horas “arrodillado” sobre el pecho de otro, y saber combinar el grado adecuado de disciplina y comprensión.<br />Durante un viaje que hice recientemente por el Este y Medio Oeste conocí y hablé con muchos A.A., como se llaman a sí mismos, y generalmente comprobé que se trataba de personas calmadas y tolerantes. Hasta parecen ser gentes más “completas” que el término medio de individuos no alcohólicos. Su transformación de personas que luchaban con los agentes de policía, bebedores de “fuego envasado” a veces castigadores de esposas era sorprendente. En uno de los diarios más influyentes de este país (EE.UU.) descubrí que el jefe y subjefe de redacción, como así también uno de los periodistas más conocidos del país eran A.A. y gozaban en forma absoluta de la confianza de sus patrones.<br />En otra ciudad asistí al espectáculo de un juez poniendo en libertad a un hombre acusado de manejar en estado de ebriedad, bajo la responsabilidad de un miembro de A.A., el cual en sus tiempos de bebedor había destrozado varios automóviles y perdido su licencia de conducir por su desordenada conducta. El juez lo conocía bien y se alegraba de poder tener confianza en él.<br />Un brillante ejecutivo de una firma publicitaria me contó que dos años antes había mendigado en las calles y dormido en los portales de las casas y edificios en construcción. Tenía un portal favorito que compartía con otros vagos, y de vez en cuando va por allí a visitarlos, nada más que para asegurarse que no está soñando.<br />En Akrón, como en otros centros industriales, los Grupos incluyen un elevado porcentaje de trabajadores manuales. En el Club Atlético de Cléveland almorcé con cinco abogados, un contador, un ingeniero, un agente de seguros, tres vendedores profesionales, un agente de compras, un barman, un gerente de una cadena de tiendas, un gerente de una tienda individual y un representante de fábricas. Eran miembros de un Comité Central que coordinaba el trabajo de nueve grupos de la Ciudad. Cléveland, con más de 450 miembros, es el mayor de los centros de A.A. Le siguen en importancia Chicago, Akrón, Filadelfia, Los Ángeles, Washington y Nueva York. En total hay Grupos en aproximadamente 50 ciudades y pueblos. (N. de T. Recordar que esto era en marzo de 1941).<br />Al comentar sobre sus actividades, los A.A. hablan de su trabajo como de un “seguro” para ellos mismos. La experiencia de los Grupos demuestra, dice, que una vez que un alcohólico pierde el entusiasmo por trabajar en A.A., generalmente vuelve a beber.<br />Nos aseguran que no existen exalcohólicos. Si uno es alcohólico, es decir, una persona que no puede beber normalmente, sigue siendo alcohólico hasta su muerte, exactamente como un diabético sigue siendo siempre diabético. Lo más que puede esperar es lograr que su enfermedad quede “detenida” y el ayudar a otros es su insulina. Esta es la opinión de A.A., la cual generalmente es apoyada por opiniones médicas. Casi todos los A.A., con pocas excepciones, dicen que han perdido por completo el deseo de beber alcohol. La mayoría sirven licores en sus hogares a los amigos que los visitan, o acompañan a éstos a los bares cuando los amigos van a tomar copas. Los A.A. se limitan a bebidas sin alcohol o café.<br />Uno de ellos, un gerente de ventas, hace las veces de barman en las fiesta anual de su Compañía, en Atlantic City, y se pasa la noche acostando a los que se embriagan. Sólo unos pocos de los que se recuperan dejan de perder el temor de que una copa tomada sin pensar puede perderlos de nuevo. Un A.A., empleado en una tienda del Este no ha tomado un trago en tres años y medio, pero dice que aún tiene que apresurar el paso al enfrentar los bares para poder vencer el viejo impulso; sin embargo, este caso es una excepción. La única consecuencia de sus días de bebedores que perturba a veces a los A.A. son pesadillas que se repiten constantemente. En el sueño se ve a si mismo nuevamente ebrio y tratando desesperadamente de ocultar a todos su estado, pero aún este síntoma desaparece completamente al poco tiempo en la mayoría de los casos.<br />Aunque parezca sorprendente, el término medio de los que trabajan entre los A.A. – que anteriormente fueron despedidos de empleos a causa de la bebida – alcanza al 90%.<br />Los trabajadores de Alcohólicos Anónimos aseguran que su programa es efectivo en un 100% de los casos para aquellos que realmente desean dejar de beber, pero no resulta para los que solamente “desean llegar a tener el sincero deseo”, o que quieren dejar de beber por temor a perder sus familias o sus empleos. El deseo efectivo debe estar basado en un inteligente interés propio, el candidato debe desear alejarse de la bebida por su propio bien, para evitar la cárcel, las indignidades o la muerte prematura. Debe estar harto de la terrible soledad social que envuelve al bebedor sin control, y debe desear poner orden en su vida desorganizada.<br />Como es imposible descalificar a los que están sobre la frontera que separa al hombre completamente normal del psicópata, el porcentaje de recuperaciones está por debajo del 100%. De acuerdo con los cálculos de A.A., el 50% de los alcohólicos que ingresan en la Sociedad se recuperan casi inmediatamente; un 25% después de haber sufrido una o varias recaídas, y el resto permanece dudoso. Este término medio de éxitos es excepcionalmente elevado. No existen estadísticas sobre resultados de curas médicas o religiosas, pero se calcula que son más que el 2% o el 3% efectivas, en el caso de alcoholismo avanzado.<br />A pesar de que es demasiado pronto para afirmar que Alcohólicos Anónimos es la solución definitiva del problema del alcoholismo, su corta trayectoria de éxitos (menos de seis años) es impresionante, y está recibiendo un apoyo que hace esperar que sigan los éxitos. John D. Rockefeller (Jr.) ayudó a cubrir los gastos de iniciación del movimiento y se preocupó muy seriamente para interesar en el mismo a otros hombres prominentes.<br />El regalo de Rockefeller fue pequeño, accediendo al deseo de los organizadores de la Asociación que deseaban mantener a la misma en una base voluntaria y no pagada.<br />No hay en A.A. organizadores a sueldo, ni cuotas, ni jefes, ni control central. Lógicamente los gastos de alquiler en locales grandes son cubiertos por colectas en las reuniones. En los pueblos pequeños donde los grupos se reúnen en casas particulares no se hacen colectas. Una pequeña oficina en Nueva York actúa como centro de información, no teniendo chapa en la puerta, y recibiendo la correspondencia en forma anónima por intermedio de la casilla de correos 459 Grand Central Annex. El único ingreso, que es dinero recibido por la venta del libro descriptivo de la Sociedad, es manejado por la Fundación Alcohólica (hoy Junta de Servicios Generales), un cuerpo compuesto por tres alcohólicos y cuatro no alcohólicos. (N. del T. Hoy en día los Servicios de A.A. son sostenidos por las contribuciones de los Grupos y miembros y por la venta de la literatura. La Junta de Servicios está compuesta por 21 Custodios, siete de ellos no alcohólicos).<br />En Chicago 25 médicos trabajan en cooperación con A.A., contribuyendo con sus servicios y enviando a sus pacientes al grupo que ahora cuenta con aproximadamente 200 personas. La misma cooperación existe en Cléveland, y en menor grado en otros centros. Un médico, el Dr. W. D. Silkworth, de Nueva York, dio al movimiento el primer apoyo. Sin embargo, muchos médicos permanecen escépticos. El Dr. Foster Kennedy, un eminente neurólogo de Nueva York, probablemente tuvo esto en cuenta cuando dijo en una reunión hace un año: “El fin que persigue los que están empeñados en este esfuerzo contra el alcoholismo es muy elevado, su éxito ha sido considerable, y creo que todos los médicos de buena voluntad debieran ayudar”.<br />La ayuda activa de dos médicos de buena voluntad, los doctores A. Wiese Hammer y C. Dudley Saul, ha contribuido enormemente a hacer la célula de Filadelfia, una de las más efectivas de los Grupos nuevos. El movimiento se inició allí en 1940 por casualidad, cuando un hombre de negocios, miembro de A.A. fue trasladado de Nueva York a Filadelfia. Temeroso de recaer por falta de “contactos”, el A.A. entabló amistad con tres “moscardones de bar” y empezó a trabajar con ellos. Logró sacarlos a flote y el cuarteto siguió trabajando con otros casos. Para el 15 de diciembre último, 99 alcohólicos se habían unido a este Grupo. De estos, 86 están totalmente abstemios, 39 de ellos llevan de 1 a 3 meses, 17 de 3 a 6 meses, y 25 de 6 a 10 meses. Cinco más se unieron al Grupo después de haber pertenecido a A.A. en otras ciudades, y han estado sin beber de uno a tres años.<br />En el otro extremo de la escala del tiempo, Akrón, cuna de la Asociación, tiene el récord por abstención constante. De acuerdo con una reciente estadística, los miembros se han estado manteniendo sobrios en A.A. por cinco años y medio, uno por cinco años, tres por cuatro años y medio, uno por el mismo periodo con una recaída, tres por tres años y medio, siete por tres años, tres por tres años con una recaída cada uno, uno por dos años y medio y trece por dos años. Con anterioridad a A.A. casi todos los akronianos y los de Filadelfia, no habían podido mantenerse sobrios por más de unas pocas semanas.<br />En el Medio Oeste el trabajo se ha realizado casi exclusivamente entre personas que no habían llegado aún a la etapa de necesitar hospitalización. El Grupo de Nueva York, que tenía muchos en esas condiciones, se especializó también en casos de personas internadas, y ha obtenido resultados sorprendentes. En el verano de 1939 el Grupo comenzó a trabajar con alcohólicos internados en el Rockand State Hospital, en Orangeburg, un enorme sanatorio mental que recibe a los alcohólicos considerados sin esperanza, rezago de los centros populosos. Con el apoyo del Dr. R.E. Blaisdell, el superintendente médico, se inició un núcleo dentro del sanatorio y se efectuaron reuniones en el salón de actos. Los A.A. de Nueva York fueron a Orangeburd para dar charlas, y los domingos por la tarde los pacientes eran llevados en autobuses de propiedad del estado de Nueva York a un club A.A. que el Grupo de maniatan alquila en el West Side.<br />En Julio último, once meses más tarde, las estadísticas en el hospital demostraron que de cincuenta y cuatro pacientes que fueron dados de alta por intermedio de Alcohólicos Anónimos, diecisiete no han tenido ninguna recaída y catorce sólo una. Del resto, nueve han vuelto a la bebida en sus comunidades locales, doce han vuelto al hospital y dos han desaparecido sin dejar rastro.<br />El Dr. Blaisdell ha escrito favorablemente acerca del trabajo de A.A. al departamento de Higiene mental del Estado de Nueva York, y ponderó este trabajo oficialmente en su último informe anual.<br />Se obtuvieron aún mejores resultados en dos Instituciones Públicas de Nueva Jersey, Greystone Park Overbrook que atraen a pacientes de mejor situación económica y social de Rockland, debido a su proximidad a prósperos pueblos suburbanos. De siete pacientes dados de alta de Greystone Park en dos años, cinco se han abstenido de beber por periodos de 1 a 2 años, de acuerdo con estadísticas de A.A. De diez dados de alta de Overbrook, ocho se han abstenido por más o menos el mismo período de tiempo. Los otros han tenido de una a varias recaídas.<br />Por qué algunas personas se convierten en alcohólicos es algo sobre lo cual los entendidos no están de acuerdo. Pocos son los que opinan que hay alcohólicos de “nacimiento”. Una persona puede nacer, dicen, con una predisposición hereditaria al alcoholismo. Como hay personas que nacen vulnerables a la tuberculosis. El resto parece depender del medio ambiente y experiencias, aunque hay una teoría que dice que algunas personas son alérgicas al alcohol, como otras son alérgicas a otras cosas. Solamente un detalle se ha encontrado que es común a todos los alcohólicos. Falta de madurez emocional. En relación a este hecho se ha observado que un número muy elevado de alcohólicos se han iniciado en la vida como hijos únicos, como el hijo menor, como el único varón en una familia de mujeres, o como la única mujer en una familia de varones. Muchos tienen antecedentes de precocidad infantil, y de lo que se llama “niños mimados”.<br />Frecuentemente la situación se complica por una atmósfera inestable en el hogar, en el cual uno de los padres es innecesariamente cruel y el otro demasiado indulgente. Cualquier combinación de estos factores, más un divorcio o dos, tienden a producir criaturas neuróticas que están mal equipadas emocionalmente para <br />afrontar las realidades ordinarias de la vida adulta.<br />Al buscar escapes unos se sumergen en sus negocios trabajando de doce a quince horas diarias, en deportes o alguna actividad artística. Otros encuentran lo que consideran una agradable escapatoria en la botella. Les ayuda a tener confianza en sí mismos y temporalmente borrar cualquier sentimiento de inferioridad social que puedan tener. Se empieza bebiendo poco, luego se pasa a ser fuerte bebedor. Los amigos y familiares se alejan y los patrones se disgustan. El bebedor arde en resentimientos y se llena de lástima de sí mismo. Se repite razonamientos infantiles para justificar por qué bebe; ha estado trabajando demasiado fuerte y merece poder tranquilizar sus nervios con un trago; le duele la garganta debido a una vieja operación y un trago le calma; le duele la cabeza, su esposa no lo comprende, sus nervios están irritados, todo el mundo está en contra de él, así por el estilo. Inconscientemente se convierte en un inventor de excusas para justificar su propio comportamiento. Mientras bebe se dice a sí mismo y a todos aquellos que intentan intervenir, que puede beber moderadamente en cuanto quiera hacerlo. Para demostrar su fuerza de voluntad, se pasa semanas sin tomar una gota.<br />Incluso se permite acudir a su bar favorito todos los días a una determinada hora, y se exhibe tomando leche o alguna bebida no alcohólica, sin comprender que está simplemente actuando como un niño. Con una confianza falsa comienza con la rutina de una cerveza por día, y eso es una vez más el principio del fin. La cerveza diaria lleva inevitablemente a más cerveza, y luego a licores fuertes, los que a su vez conducen a una “farra” de primera categoría. Curiosamente el motivo que sirve para la explosión puede ser un negocio afortunado o una racha de mala suerte. Un alcohólico no puede soportar ni la prosperidad ni la adversidad.<br />La víctima está intrigada al salir de la “niebla alcohólica”. Sin que él se de cuenta, el hábito se ha convertido gradualmente en obsesión. Después de un tiempo ya no necesita excusas para justificar el primer trago fatal. Todo lo que sabe es que se siente inundado de inconformidad, o de júbilo, y antes de comprender lo que pasa está delante del mostrador de un bar, con un vaso vacío de whisky ante él y una sensación estimulante en la garganta.<br />Por un peculiar juego de ideas, ha logrado tender una densa cortina sobre el recuerdo del intenso dolor y remordimientos causados por “farras” anteriores. Después de muchas experiencias de esta naturaleza, el alcohólico comienza a comprender que no se entiende a sí mismo y se pregunta si su fuerza de voluntad, fuerte en otras cosas, no está indefensa en lo que se refiere al alcohol. Puede ser que continúe tratando de vencer su obsesión y que termine en un sanatorio. Puede ser que dé la lucha por perdida y trate de suicidarse. O puede ser también que busque ayuda exterior.<br />Si se dirige a Alcohólicos Anónimos, se le invita a admitir que el alcohol lo ha derrotado, y que su vida es ingobernable. Habiendo llegado a este estado de humildad intelectual, se le da una buena dosis de religión, en el sentido más amplio de la palabra. Se le pide que crea en un Poder Superior a sí mismo, o que por o menos considere el asunto sin prejuicios, mientras trata de practicar el resto del Programa. Cualquier concepto del Poder Superior es aceptable. Un escéptico o agnóstico puede elegir su Ser Interior, el milagro del crecimiento, un árbol, la maravilla del hombre ante el Universo físico, la estructura del átomo o simplemente matemáticas infinitas. Cualquiera que sea la fórmula que utilice, se le enseña al neófito que debe tener confianza en ella y en sí mismo, y pedir a su Poder Superior que le de fuerzas.<br />Luego hace un inventario moral en privado, con la ayuda de otra persona que puede ser su “padrino” de A.A., un sacerdote, un pastor, un psiquiatra o cualquier otro que se le ocurra. Puede ponerse de pie en una reunión y contar sus experiencias si esto le produce alivio, pero no se le exige que lo haga. Devuelve lo que puede haber robado mientras estuvo ebrio, y se arregla para pagar viejas cuentas y levantar cheques sin fondos. Efectúa reparaciones ante las personas que ha ofendido, y en general limpia su pasado de la mejor manera posible. En algunas ocasiones, sus padrinos hasta pueden prestarles dinero para ayudarlo en su primera etapa. Esta catarsis se considera importante, debido a la compulsión que un sentimiento de culpa ejerce sobre la obsesión alcohólica.<br />Como no hay nada que tienda más a empujar a un alcohólico hacía la botella que los resentimientos personales, el recién llegado hace también una lista de sus rencores, y resuelve no dejarse perturbar por ellos. En este punto ya está listo para empezar a trabajar con otros alcohólicos activos. Por el proceso de extroversión que este trabajo implica, está en condiciones de pensar menos es sus propias dificultades. Cuantos más bebedores pueda hacer ingresar en Alcohólicos Anónimos, mayor será su responsabilidad para el Grupo. No puede embriagarse sin perjudicar a la gente que le ha demostrado que son sus mejores amigos. Está comenzando a crecer emocionalmente y dejando de buscar en qué apoyarse. Si pertenece a una iglesia ortodoxa, generalmente, pero no siempre, vuelve a la práctica regular de su religión.<br />Simultáneamente con la rehabilitación del alcohólico, tiene lugar el proceso de ajustar a la familia al nuevo método de vida. La esposa (esposo) de una persona alcohólica, y también los hijos, frecuentemente se vuelven neuróticos por haber estado expuestos a excesos de bebida por un período de muchos años. La reeducación de la familia es una parte esencial del programa posterior que se emplea.<br />Alcohólicos Anónimos, que es una síntesis de viejas ideas más bien que un nuevo descubrimiento, debe su existencia a la colaboración de un hombre de negocios de Nueva York y a un cirujano d Akrón. Ambos, alcohólicos, se conocieron por primera vez hace poco menos de seis años. En treinta y cinco años de beber periódicamente, el Dr. Amstrong – para dar al médico un nombre ficticio – había perdido a casi toda su clientela. Amstrong había probado todos los medios para dejar de beber, incluso el Grupo Oxford, y no había mejorado. En el Día de la Madre de 1935, llegó a su casa tambaleándose en típico estilo de ebrio, llevando una costosa planta en una maceta, que depositó en la falda de su esposa. Luego se dirigió a su dormitorio y prácticamente perdió el conocimiento.<br />En ese momento, paseándose nerviosamente por el “hall” de un Hotel de Akrón, se encontraba un corredor de Bolsa de Nueva York, a quien arbitrariamente llamaremos Griffith. El señor Griffith estaba en un apuro. En una tentativa para obtener el control de una Compañía y rehacer su situación financiera había llegado a Akron y entablado una lucha para ser nombrado apoderado de la Compañía, habiendo sido derrotado. Su cuenta del hotel estaba sin pagar y estaba casi sin dinero. Griffith tenía ganas de tomarse un trago.<br />Durante su carrera en Wall Street, Griffith hizo buenos negocios y había prosperado, pero a través de sus desarreglos alcohólicos perdió la mayoría de sus posibilidades. Cinco meses antes de venir a Akron, había dejado de beber con la ayuda del Grupo Oxford de Nueva York. Fascinado por el problema del alcoholismo volvió muchas veces como visitante a un hospital de Central Park West donde fue como paciente para desintoxicarse, y hablaba con los internados. No consiguió que nadie dejara de beber, pero descubrió que el trabajar con otros alcohólicos le permitía luchar victoriosamente contra su compulsión por la bebida.<br />Como era forastero en Akron, Griffith no conocía a ningún alcohólico al que pudiera visitar. Una guía de iglesias colgada en la pared del hall del hotel le dio la idea. Llamó por teléfono a uno de los clérigos anotados en la guía, y por intermedio del mismo se puso en contacto con un miembro del Grupo Oxford local. Esta persona, que era amiga del Dr. Amstrong, pudo presentar al médico y al corredor de bolsa en una cena. De esta manera, el Dr. Amstrong se convirtió en el primer discípulo real de Griffith.<br />Era un discípulo muy tembloroso al principio. Después de varias semanas de abstinencia viajó al Este, a una Convención médica y cuando regresó estaba nuevamente bebiendo, Griffith, que se había quedado en Akron para arreglar ciertos asuntos legales resultantes de la batalla por el poder, consiguió hacerlo volver a la sobriedad. Esto fue el 10 de Junio de 1935. Los tragos que el médico tomó de una botella que Griffith le brindó ese día, fueron los últimos que bebió.<br />El pleito de Griffith se prolongó, reteniéndolo en Akron seis meses. Trasladó su equipaje a la casa de Amstrong, y juntos comenzaron a luchar para ayudar a otros alcohólicos. Antes de que Griffith regresara a Nueva York, se habían obtenido dos nuevos candidatos en Akron. Mientras tanto, Griffith y el Dr. Amstrong se habían retirado del Grupo Oxford, pues consideraron que su evangelismo agresivo y algunos de sus otros métodos eran una traba para trabajar con alcohólicos. Pusieron su técnica en una base de “lo toma o lo deja”, y no se apartaron de ella.<br />El progreso fue lento. Después que Griffith volvió al Este, el Dr. Amstrong y su esposa, ella graduada en Wellesley, convirtieron su casa en un refugio gratuito para alcohólicos, y en un laboratorio experimental para el estudio del comportamiento del invitado.<br />Uno de los huéspedes, el cual sin saberlo sus anfitriones padecía de manía depresiva, aparte de ser un alcohólico, perdió el control una noche con un cuchillo de cocina, pero fue controlado antes de que pudiera herir a nadie. Después de un año y medio, un total de 10 personas habían respondido al programa y se estaban manteniendo abstemias. Lo que había quedado de los ahorros de la familia fue invertido en este trabajo. La nueva sobriedad del médico trajo como resultado que recuperara a gran número de su clientela, pero no lo suficiente como para compensar el gasto extra. Los Amstrong, sin embargo, siguieron adelante con dinero prestado. Griffith que también tenía una esposa espartana, convirtió su casa de Brooklyn en un duplicado de la de Akron. La Sra. Griffith que pertenece a una vieja familia de Brooklyn, se empleó en una tienda, y en las horas libres hacía de enfermera de ebrios. Los Griffith también pidieron prestado, y él consiguió ganar algún dinero con las firmas de corredores de cambio. Para la primavera de 1939 los Amstrong y los Griffith habían logrado llevar la sobriedad a aproximadamente 100 alcohólicos.<br />En un libro que publicaron en esa época los bebedores recuperados describieron el Programa de recuperación y relataron sus historias. El título del libro era “ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS”, y fue adoptado como nombre para el movimiento, que hasta entonces no tenía ninguno. Cuando el libro entró en circulación, el movimiento se extendió rápidamente.<br />Actualmente el Dr. Amstrong todavía está luchando para recuperar su clientela. Su vida es dura y llena de sacrificios. Está cargado de deudas debido a sus contribuciones al movimiento y el tiempo gratuito que dedica a los alcohólicos. Siendo el hombre-eje del grupo, le es imposible rechazar los pedidos de ayuda que inundan su consultorio.<br />Griffith está aún más hundido en el pantano. Durante los últimos dos años él y su esposa no han tenido un hogar, en el verdadero sentido de la palabra. En una manera que recuerda a los antiguos cristianos, se han mudado de un lugar a otro, encontrando refugio en los hogares de sus colegas de A.A., y muchas veces incluso vistiendo ropas prestadas.<br />Habiendo empezado, algo ambos, los iniciadores del movimiento, desean dedicar ahora un poco más de su tiempo a recuperarse económicamente.<br />Piensan que en la forma en que el movimiento trabaja está virtualmente asegurado el éxito y la multiplicación del mismo. Como no existen “jefes” ni un dogma formal para practicar, no tienen el temor de que Alcohólicos Anónimos pueda degenerar en culto.<br />La manera espontánea en que se inician nuevos grupos está documentada por cartas en los archivos de la Oficina de Nueva York. Muchas personas escriben diciendo que lograron dejar de beber tan pronto como leyeron el libro, e hicieron de sus hogares lugares de reunión para pequeños núcleos locales. Incluso un Grupo bastante numeroso en Little Rock se inició de esa manera. Un ingeniero civil de Akron y su esposa, llenos de gratitud por su cura cuatro años antes, han estado dando alojamiento a alcohólicos en su hogar, sin cargo alguno, con el resultado de que treinta y cinco de ellos se han recuperado treinta y uno.<br />Veinte peregrinos de Cléveland conocieron a A.A. en Akron y volvieron a su ciudad para empezar un Grupo propio. Desde Cléveland por varios medios, el movimiento se ha extendido a Chicago, Detroit, St. Louis, Los Ángeles Indianápolis, Atlanta, San Francisco, Evansville y otras ciudades. Un periodista alcohólico de Cléveland, operado de un pulmón, se dirigió a Houston por razones de salud. Consiguió un empleo en diario de Houston y con una serie de artículos que escribió para ese diario, inició un Grupo de A.A. que tiene hoy 35 miembros. Un A.A. de Houston se mudó a Miami, y ahora trabaja para ayudar a algunos de los más eminentes ebrios de la colonia invernal. Un viajante de Cléveland es responsable de haber iniciado varios núcleos en diferentes partes del país. Menos de la mitad de los miembros de A.A., tuvieron oportunidad de conocer a Griffith y al Dr. Amstrong.<br />Para uno de afuera, que se queda completamente desorientado como lo estamos la mayoría de nosotros debido a las rarezas de nuestros amigos los bebedores, el resultado es sorprendente. Esto es especialmente cierto en los casos más virulentos, algunos de los cuales resumimos en este folleto, bajo nombres que no son los propios.<br />Sarah Martín era un producto de la era de F. Scott Fitzgerald. Nacida de padres pudientes en una ciudad del Oeste, fue a colegios del Este y terminó sus estudios en Francia. Después de su debut en sociedad contrajo enlace. Sarah pasaba sus noches bebiendo y bailando hasta la madrugada, y era conocida como una chica que tenía gran capacidad para beber. Su marido tenía un estomago débil, y disgustada por esto se divorció de él sin pérdida de tiempo. Después que la fortuna de su padre se esfumó en 1929, Sarah obtuvo un empleo en Nueva York, y se mantuvo a sí misma. En 1932, buscando aventuras, se fue a vivir a parís, e inició un negocio por su cuenta, que tuvo éxito. Continuaba bebiendo mucho y permanecía ebria más tiempo que de costumbre. Después de una “farra” en 193, le informaron que había intentado arrojarse por una ventana. En otro momento de ebriedad llegó a arrojarse, o se cayó desde una ventana de un primer piso, aterrizando en la acera con toda la cara. A consecuencia de esto estuvo internada seis meses, para reparaciones de huesos fracturados, arreglos dentales y cirugía plástica.<br />En 1936 Sarah Martín decidió que si cambiaba de ambiente y regresaba a EE.UU. podría beber normalmente. Esta fe infantil en cambios geográficos es una ilusión clásica de los alcohólicos, y muchos la experimentaron alguna vez. Estuvo ebria durante todo el viaje de regreso en vapor. Nueva York la asustó, y bebió para ahogar su miedo. Se quedó sin dinero y pidió prestado a amigos. Cuando finalmente los amigos se alejaron de ella. Empezó a frecuentar los bares de la Tercera avenida, mendigando copas de extraños. Hasta ese momento habiéndose diagnosticado a sí misma su mal como un derrumbamiento nervioso, y sólo después de haber estado internado en varios sanatorios, llegó a comprender, a través de lecturas, que era una alcohólica.<br />Siguiendo el consejo de un médico de un sanatorio, se puso en contacto con un Grupo de Alcohólicos Anónimos. Hoy tiene un excelente nuevo puesto y pasa muchas de sus noches acompañando a mujeres histéricas para evitar que se arrojen por la ventana. Ya cerca de los 40 años es una atractiva mujer, llena de serenidad. Los cirujanos de parís hicieron un magnifico trabajo con ella.<br />Watkins es un empleado en la sección embarques de una fábrica. Lastimado en un accidente con el ascensor, en 1927, fue jubilado por la Compañía, que estaba agradecida que no hubiese iniciado demanda por daños y perjuicios. No teniendo nada que hacer durante una larga convalecencia, Watkins haraganeaba en los “speak-easies” (N. del T. bares clandestinos que surgieron en los (EE.UU. durante la ley seca). Habiendo sido antes un bebedor moderado, empezó a embriagarse y en algunos casos sus borracheras duraban varios meses.<br />Sus muebles se esfumaron para pagar deudas y su esposa lo abandonó llevándose a sus tres hijos. En once años Watkins fue arrestado doce veces y sirvió ocho sentencias por ebriedad. Una vez, durante un ataque de delirium tremens, hizo circular el rumor entre sus compañeros de prisión de que las autoridades de la misma estaban envenenando la comida, a fin de reducir el número de presos y ahorrar en los gastos, consiguiendo con eso armar un tremendo escándalo en el comedor de la prisión. En otro ataque de delirium tremens, durante el cual creía que el hombre que tenía la celda encima de la suya estaba derramando plomo hirviente sobre él, Watkins se cortó las venas y el cuello con una hoja de afeitar. Mientras se recuperaba en un hospital fuera de la prisión, con 86 puntadas, juró no volver a beber. Sin embargo, antes de que le sacaran la última venda ya estaba nuevamente ebrio. Hace dos años que un excompañero de copas le hizo ingresar en Alcohólicos Anónimos, y no ha tomado un trago desde entonces. Su esposa e hijos han regresado y su casa tiene nuevos muebles. Watkins ha vuelto a trabajar y ya pagó la mayor parte de sus deudas, y tiene ahora el propósito de comprar un automóvil nuevo.<br />A la edad de 22 años Tracy, hijo precoz de padres ricos, era Gerente de Créditos de una firma inversora y bancaria, cuyo nombre se convirtió en un símbolo de los años locos por el dinero que fueron los de la década de 1920. Después de la ruina de esta firma cuando el desastre de la Bolsa, se dedicó a la propaganda y llegó a ocupar un puesto que le producía 23.000 dólares al año. El día que nació su hijo, Tracy fue despedido de su empleo. En vez de ir a Boston para cerrar un importante contrato de publicidad, apareció en Chicago, perdiendo por este motivo el contrato. Siempre bebiendo enormemente, Tracy se abandonó por completo y llegó a ser un vago. Bebió de todo, incluso tónico para el cabello, y pidió limosna a los agentes de la policía que son siempre buenos candidatos para algunas pocas monedas. En una noche de helada, Tracy vendió sus zapatos para poder beber, usando en vez un par de zapatos de goma para lluvia que había encontrado en una puerta, a los que rellenó de papel de diario para combatir el frío. Comenzó a internarse en sanatorios, más por librarse del frío que por otra razón, y en una de esas instituciones un médico lo interesó por el Programa de A.A. Como parte del Programa, Tracy, que era católico, hizo una confesión general y volvió a su iglesia, que hacía mucho había abandonado. Tuvo algunas recaídas alcohólicas, pero después de una en febrero de 1939, Tracy no ha vuelto a beber. Se ha dedicado nuevamente al negocio de publicidad y ascendiendo hasta un puesto que le produce 18.000 dólares al año.<br />Víctor Hugo se hubiera deleitado con Brewster. Este hombre fue peón de aserradero, vaquero, y aviador de la guerra. Durante el periodo de post-guerra comenzó a llevar una botella encima, y pronto hacía frecuentes visitas a los sanatorios. En uno de ellos, después de haber oído hablar de curas por shocks, sobornó con cigarrillos al empleado negro encargado de la morgue, para que le permitiera entrar todas las tardes a meditar sobre un cadáver. El plan resultó bien hasta que un día se encontró frente a un muerto, que debido a la contorsión facial, tenía en su rostro lo que parecía una sonrisa.<br />Brewster se unió a A.A. en diciembre de 1938, y después de lograr la abstinencia encontró un empleo como vendedor, en el cual tenía mucho que caminar. Mientras tanto se le habían formado cataratas en ambos ojos. Una de éstas le fue operada permitiéndole ver de lejos con la ayuda de un lente d fuerte aumento. Usaba el otro ojo para ver de cerca, manteniéndolo dilatado con gotas especiales a fin de evitar el ser atropellado por los vehículos en la calle. Luego se le declaró un hinchazón en una pierna. Con todos estos inconvenientes Brewster siguió caminando por las calles durante seis meses, hasta poder ponerse al día y pagar sus deudas. Hoy a la edad de 50 años y aún dificultado por sus defectos físicos, continúa visitando a sus clientes y ganando aproximadamente 400 dólares al mes.<br />Para los Brewster, los Martín, los Watkins, los Tracy y otros alcohólicos reformados, hay ahora agradable compañía donde quiera que se encuentren. En las grandes ciudades los A.A. se encuentran unos a otros diariamente, para comer es sus restaurantes favoritos. Los grupos de Cléveland dan grandes fiestas por Año Nuevo y otras festividades, donde se consumen galones de café y bebidas sin alcohol. Chicago tiene casa abierta los viernes, sábados y domingos, alternando los barrios norte, oeste y sur; de modo que ningún A.A. tenga necesidad de beber durante el fin de semana por falta de compañía. Algunos juegan a los naipes y al brigde, contribuyendo los ganadores al fondo común para gastos de comestibles, etc.<br />Los otros escuchan la radio, bailan, comen o simplemente conversan. A todos los alcohólicos, ebrios y sobrios les gusta conversar. Son la gente más sociable del mundo, lo que puede servir para explicar una de las razones que quizá los llevó originariamente a ser alcohólicos.<br />Monteeolo<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />BEEFICIOS DE ASISTIR A LAS REUNIONES<a name="18"></a><br />En la mayoría de los grupos de Alcohólicos Anónimos cuelga de sus paredes un cartel con la siguiente leyenda<br />" Si faltas a tus reuniones no preguntes por qué recaes "<br /><br />Asistir con regularidad a las reuniones de Alcoholicos Anónimos reporta ciertos beneficios que alejan la primera copa.<br /><br />Los beneficios de asistir a las<a name="reuniones"> reuniones</a> de "A.A."<br />El programa de A.A está compuesto por varias herramientas importantes que se nos han regalado para ayudarnos a combatir la terrible enfermedad del alcoholismo, todas estas herramientas nos ayudan de distinta manera a este propósito, depende de cada persona hacer uso de ellas o no.Una de estas herramientas es EL GRUPO.Un grupo de A.A es una reunión de dos ó más alcohólicos en recuperación que se encuentran a una hora determinada y en un lugar fijo, con el propósito de recuperarse de la enfermedad del alcoholismo.Todos los grupos de A.A están ligados por los principios de los 12 pasos y las 12 tradiciones.Cada grupo tiene un propósito fundamental:"llevar el mensaje al adicto que todavía sufre". (quinta tradición)Existen muchas maneras de hacer las cosas, y así como cada uno de nosotros tenemos una personalidad propia, también el grupo desarrollará su propia identidad, su modo de hacer las cosas y su habilidad especial de llevar el mensaje. Y así debe de ser, puesto que A.A estimula la unidad, no la uniformidad.Si un alcohólico quiere ser miembro de A.A, lo único que necesita es el deseo de dejar de beber, tal como asegura nuestra tercera tradición.La decisión de pertenecer a un grupo determinado es un asunto enteramente individual.El grupo es el arma más poderosa para llevar el mensaje de esperanza y la promesa de liberarnos del alcoholismo activo.Todos los alcohólicos son capaces de dejar el alcohol, de perder el deseo de volver a beber, y de descubrir una forma de vida nueva y mejor.<br />En las reuniones oímos a otros alcohólicos compartir sus experiencias, su valor y su esperanza de mantenerse sobrio para ayudar a otros a hacer lo mismoEl valor terapéutico de un alcohólico que ayuda a otro no tiene igual.La experiencia nos ha demostrado que cuando asistimos regularmente a las reuniones, comienzan a desaparecer las sensaciones que antes nos perseguían y son reemplazadas por otras, tales como la esperanza, la alegría, y la gratitud por la nueva forma de vivir que hemos descubierto a través de A.A.Y lo más importante de todo es que aquellos que siguen asistiendo a nuestras reuniones se mantienen sobrios.Otra ventaja que tiene un A.A de asistir a los grupos es que en las reuniones existe una especia de tendencia hacia la recuperación.Así como la bebida es el objetivo de una reunión social, la sobriedad es la meta común que se busca en una reunión de A.A.Aquí, más que en cualquier otra parte, usted se encuentra rodeado de personas que comprenden la bebida, que aprecian su sobriedad, y que pueden decirle muchas maneras de incrementarla. Además, usted podrá ver muchos ejemplos de alcohólicos exitosamente recuperados, felices, y abstemios. Esto no es lo que se encuentra en las cantinas.La elección de un grupo habitual y la colaboración con este es parte importante de la recuperación. Es un grupo en el que te sientes cómodo y al que asistes regularmente.Allí nos sentimos como en casa, conocemos a los demás miembros y ellos nos conocen a nosotros, a medida que vamos madurando juntos, crecen los lazos que nos unen.Tenemos un compromiso con nuestro grupo habitual, y si alguna vez por alguna razón dejamos de asistir, nos echarán de menos.A medida que los miembros van madurando, madura el grupo, aprendemos a practicar los principios espirituales de A.A en todos los aspectos de nuestra vida, aprendemos también a dividir y a compartir las responsabilidades para el crecimiento y el bienestar del grupo.Los miembros deberían de estar concientes de los problemas y dificultades a los que se pueda enfrentar su grupo habitual y estar dispuestos a ayudar. Es allí donde votas formando parte de la conciencia del grupo, colaboras en el servicio y con tus séptimas.Es importante que todos aportemos algo, con un espíritu de colaboración y unidad, para el bien nuestro, del grupo, y de A.A en su totalidad.Otro de los beneficios de la asistencia a los grupos lo recibimos a través del servicio."El servicio recupera", dicen los compañeros de más años.Cualquier miembro por muy nuevo que sea puede beneficiarse del servicio.Al principio puede empezar colaborando con la limpieza o sirviendo el café, luego puede hacer otro tipo de servicios como llevar la mesa o ser miembro de la junta de servicio del grupo, recordando siempre la segunda tradición que dice que "para el propósito de nuestro grupo, solo hay una autoridad fundamental: un Dios bondadoso tal como pueda manifestarse en nuestra conciencia de grupo. Nuestros líderes no son más que servidores de confianza; no gobiernan.<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/PAKITOGOMEZ@telefonica.net">pakiyo</a><br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />King School<a name="19"></a>Memorial Parkway en Aqueduct (Akron )<br />El primer grupo de alcohólicos recuperados que se llego a convertir en un grupo de AA se reunió en la casa de T. Henry y Clarece Williams hasta 1939, trasladándose mas tarde a la casa del Dr. Bob por unos pocos meses y entonces se trasladó a King School.<br /> Aunque no el primero en usar el nombre " Alcohólicos Anónimos " es a ese grupo al cual Bill W. se refiere cuando hablaba de "grupo nº 1"<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">martinpescador</a><br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />NUEVA YORK / Notimex<a name="20"></a><br />7/JUNIO/2007Chris Albrecht, máximo responsable de la cadena HBO, propiedad de Time Warner, presentó su dimisión tres días después de que fuera detenido en Las Vegas por pegarle a su compañera, tras haber recaído en el alcoholismo.<br />Albrecht decidió renunciar como presidente y director ejecutivo de HBO a petición expresa de Time Warner, preocupada porque este escándalo dañe la imagen de la popular cadena, responsable de series como “Los Sopranos” o “Sexo en la ciudad”.<br />La noticia, dada a conocer el miércoles por la noche, se produjo horas después de que el propio Albrecht anunció que había decidido pedir una excedencia de un año para tratar lo que llamó una “debilidad”.<br />En un correo electrónico enviado por él mismo el martes a los trabajadores de HBO, reconoció que el incidente del domingo fue una “llamada de atención sobre una debilidad que pensaba que había superado hacía ya largo tiempo”.<br />“He sido un miembro sobrio de Alcohólicos Anónimos durante 13 años. Hace dos años decidí que podía volver a beber”, dijo.<br /><br /> PAKIYO de CEUTA<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br /><br />Hacer servicios gratifica.<a name="21"></a><br /><br /> Alcohólicos Anónimos me dió una vida nueva, una vida buena, me enseñó a quererme, me ayudó a conservar mi familia y un sin fin de bondades que recibí gratuitamente.<br /> Hoy trato de devolver en parte, en una milésima parte, lo mucho que se me dió.<br /> Comencé haciendo café a mis compañeros y luego seguí brindando servicios, ayudando al enfermo que aún sufre, pues me hace sentir mil veces recompensada, el bienestar espiritual es indescriptible, pero tan hermoso ...<br /> El sevicio me hace bien, me ayuda a crecer como ser humano y, alegra mi corazón.<br /> <br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />Los Refranes y Mi Programa<a name="22"></a><br />“TODO TIEMPO PASADO FUE MEJOR”<br /><br />En muchas ocasiones, al escribir de algún refrán en particular, lo identifico con algo del Programa que para mí ofrece comparación. Hay otras ocasiones, y ésta es una de ellas, en que el refrán que escojo para co­mentar me parece ser contrario a mi realidad.<br />El refrán de hoy dice: "Todo tiempo pasado fue mejor." ¿Acaso puedo con­siderar esto una verdad en el día de hoy? No y -mil veces no. -Para mí fue una verdad absoluta en una ocasión, mucho antes de llegar al programa de AA, en que todas las cosas pasadas me parecían mejor que el infierno en vida en que vivía. Al comparar mi niñez y sus recuerdos gratos, su ausencia de res­ponsabilidad; su época de logros esco­lares y deportivos; su convivir en relativa calma; su acercamiento a Dios como me había sido enseñado y mu­chas otras cosas apreciadas, con mi adolescencia, me parecían mejor. Es que ya en mi adolescencia, junto con la pérdida de mi inocencia también empecé a sufrir de problemas que sur­gen de la desobediencia; de la necesi­dad de conseguir dinero para sufragar gastos tales como los del fumar y beber y recibir los consabidos castigos; los de empezar a usar la mentira como medio de subsistencia; en fin, de empezar a conocer una vida, que por no tener otra forma de llamarla, la llamaré PRE-alcohólica. En esos momentos, al com­parar la adolescencia con la niñez, el refrán parecía tener sentido; también lo tenía cuando comparaba la adoles­cencia con lo que se llegó a convertir mi vida al caer víctima, en mi juven­tud, de la enfermedad más denigrante que puede sufrir ser alguno, el alcoho­lismo. Cuando en lugar de vivir para beber, bebía para vivir; cuando ya no me era posible reconocer la mentira de la verdad por encontrarse entremezcla­das; cuando mis seres queridos se habí­an convertido en estorbos que atentaban contra lo que yo más quería, beber. Cuando la vida había perdido toda razón de ser y se contemplaba la muerte auto infligida, como una forma, la única, de escapar de la infelicidad, el autoaborrecimiento y la podredumbre vivida.<br />El refrán, sin embargo, pierde vera­cidad y se convierte en mentira al comparar todas esas épocas de tiempos pa­sados con el de hoy.<br />No cambiaría el peor día de mí hoy por el mejor día de mi ayer. ¿Cómo po­dría? No hay comparación posible en­tre mi vida actual y cualquier período pasado. En muchas cosas he regresado a mi niñez. Mi responsabilidad es aho­ra compartida con Dios; tengo logros a granel, especialmente espirituales; vivo en completa paz conmigo mismo y he aprendido, con la ayuda de ustedes, a tener más acercamiento a Dios. "¿Todo tiempo pasado fue mejor?" Ni lo pien­ses, amigo.<br />Chago R., Lomas Verdes, Puerto Rico<br /><br />Artículo de “La Viña” de mayo-junio de 2000.<br />Publicado en Proyecto Mail el 14 de junio de 2007.<br />Aportado por Leo Carrasco<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />SOS. a los A.As. De Habla Hispana de Todo el Mundo<a name="23"></a><br /><br />¿Sabe que alguien está esperando ansiosamente una carta de usted para que, a través de las experiencias compartidas, su sobriedad sea más feliz y duradera? ¿Sabe que existen A.As. ?Que se mantienen sobrios a pesar de que, por razones de distan­cia, tiempo o salud no pueden acudir a un grupo de A.A.? ¿Sabe que existe una Reunión de A.A. que se realiza a través de correspondencia y en la que participan A.As. Solitarios e Internacionales de habla hispana de todo el mundo? ¿Sabe que usted puede participar en ella? Si le interesan estas preguntas, seguramente tendrá deseos de saber más detalles al respecto.<br />En primer lugar le diremos que Solitarios son los miembros de A.A. que viven en lugares donde no hay cerca un grupo de A.A. También son Solitarios (de habla hispana) los que viven en ciudades donde no existen grupos de habla hispana.<br />Internacionalistas, son los A.As. marinos, que por sus ocu­paciones, su asistencia a las reuniones de A.A. se limita a las veces que están en puerto o de vacaciones en sus hogares. Por lo general son marinos mercantes o personas que pertenecen a la Armada. Los Contactos Portuarios son miembros que están dispuestos a ayudar a los Internacionalistas para que hagan contacto con el programa cuando llegan a un puerto.<br />Existen miembros de la Comunidad que por diversos moti­vos de salud están imposibilitados para asistir a reuniones regulares. A falta de mejor nombre, a ellos se les denomina RIS (Iniciales de la "Reunión de Internacionalistas y Solitarios").<br />En la actualidad la lista ha crecido hasta 70. Sin embargo, ¿qué representa este número si lo comparamos con la gran cantidad de alcohólicos solitarios que están extendiendo la mano en busca de ayuda desde un lugar remoto, en un barco navegando en las inmensidades del océano, o en la postración de una cama en el hogar? Esta soledad significa un SOS. para que la mano de A.A., representada por cada uno de nosotros, les escriba cartas que para ellos serán la esperanza y fortaleza para conservarse sobrios. Recordemos nuestra Quinta Tradi­ción: si no compartimos nuestra recuperación nunca lograre­mos sentirnos bien.<br />También podemos transmitir la noticia a través del mundo hispano de A.A., para que todos sepan que existe este servicio para el Solitario que lo necesita. Cualquiera que se interese puede escribir a: Oficina de Servicios Generales, Apartado Postal No. 2970, C.P. 06000 México, D.F.<br />Por ellos, los Solitarios, no debemos limitar nuestro mensaje a la palabra hablada; ellos necesitan tanto nuestras cartas como nosotros las reuniones. Comuníquenos su dirección y haga suya la promesa del Primer Paso: encontrar una vida feliz y útil para compartirla con otros.<br /><br />Artículo publicado en el Box 4-5-9 de mayo-junio de 1985.<br />Publicado en Proyecto Mail el 15 de junio de 2007.<br />Aportado por Leo Carrasco<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />El Problema de la Soledad<a name="24"></a><br /><br />Muchos médicos especialistas denominan el alcoholismo como la enfermedad solitaria.<br />"El paciente alcohólico, aunque tenga a su alrededor mucha gente que lo quiera, se siente infinitamente solo."<br />Esta soledad es el resultado de una desintegración total de su persona, en lo que concierne a su parte física, men­tal y espiritual. Fundamentalmente en lo espiritual, ya que el alcohólico ha perdido la capacidad (primero) para controlar el licor y (segundo) para con­trolar su vida. Es impotente ante el al­cohol e impotente para manejar su vida.<br />Dice el Libro Grande que "por nues­tras retorcidas relaciones con la fami­lia, con los amigos y con los demás, fue por lo que más sufrimos nosotros los al­cohólicos." Ese no saber relacionarnos adecuadamente con otros nos llevó a un aislamiento físico espantoso. Ese creernos siempre los mejores, los pri­meros, los únicos, ese no poder encon­trar personas a nuestro nivel, nos colocaron en una situación de total aislamiento. Por eso nosotros los alcohó­licos en algún momento asumimos condiciones de asociales y en otras de antisociales.<br />Asociales, por cuanto nos agradaba de pronto beber solos dando rienda suelta a la imaginación y a la fantasía, delirando en sueños de prestigio, de po­der y de grandeza. Antisociales, porque en la mayoría de las ocasiones en que nos emborrachamos, nos pusimos in­soportables, molestos y hasta agresivos, evitándonos la gente por las predecibles circunstancias conflictivas que generá­bamos.<br />Las raíces más grandes de nuestro al­coholismo son el ego, el miedo y la ira que conllevan a una situación de aisla­miento y soledad aterradoras. A través de nuestro comportamiento anormal con el licor nos fuimos aislando poco a poco de Dios, de la familia, de los ami­gos, de la sociedad y hasta de nosotros mismos. Para muchos el fondo alcohólico fue ese desesperante y agonizante vacío existencial, ese terrible y profundo túnel cada vez más oscuro en donde nos introducimos con la copa en la mano y en donde no se veía ninguna luz de sa­lida al final.. . De allí, ese temor a vi­vir y ese temor a morir que nos agobió por mucho tiempo. Ese no poder en­contrar una justificación a nuestra exis­tencia tan vacía que había que tratar de ahogar en el líquido enervante.<br />Sólo por la Gracia de Dios llegamos a un grupo de AA y allí nos encontra­mos con otros similares que ya tenían resuelto su problema. Allí se identifica­ban tranquilamente como alcohólicos - lo que tanto trabajo nos había cos­tado reconocer - y hasta se reían de las travesuras y desmanes cometidos bajo los efectos del alcohol. Esto nos de­volvió el alma al cuerpo. Descubrimos que no estábamos solos, que había otros con los mismos problemas y estaban dispuestos a ayudarnos sin reclamar ninguna recompensa. Aquí empezamos a sentirnos miembros de AA, a sentir que pertenecíamos a "algo."<br />Pero el sentido de aislamiento y de soledad empezó a desaparecer en for­ma cuando buscamos y encontramos un Poder Superior a nosotros, a un Dios bondadoso y generoso, a un Ami­go que estaba siempre dispuesto a acompañarnos en nuestra larga y fati­gosa jornada de salir de la oscuridad hacia la luz. Y pocos pasos tan cruciales para perder esa desagradable sensación de aislamiento y soledad como el Paso Cinco. Muchos de los AA que fueron agnósticos o ateos cuentan que fue du­rante el trabajo del Paso Cinco cuando empezaron a sentir realmente la pre­sencia de Dios en sus vidas.<br />Dice el mismo Paso: "La experiencia de AA nos ha enseñado que no pode­mos vivir solos con nuestros apremian­tes problemas y defectos de carácter que los causan o los agravan. .. Tenemos que hablar con alguien acerca de ellos. Sin embargo, es tan intensa nuestra re­sistencia a hacerlo que al principio mu­chos AA tratamos de eludir el Paso Cinco. Buscamos una manera más fá­cil de hacerlo, que usualmente consta de una admisión general poco dolorosa de que cuando bebíamos éramos sim­plemente unos malos actores. Enton­ces, para llenarnos de razón, añadimos dramáticas descripciones de aquella parte de nuestra conducta de bebedo­res que nuestros amigos probablemen­te ya conocen muy bien.<br />"Pero no decimos nada de las cosas que realmente nos molestan y perjudi­can. Nos decimos a nosotros mismos que hay ciertos recuerdos humillantes y penosos que no debemos compartir con los demás. Los guardaremos en se­creto para que ninguna persona los co­nozca. Esperamos que se vayan a la tumba con nosotros.<br />"Sin embargo, la experiencia de AA tiene algún significado. Este proceder no sólo es insensato sino peligroso. Po­cas actitudes nos han causado mayores problemas que el resistirnos a practicar el Paso Cinco. Algunas personas son incapaces de permanecer sobrias; otras seguirán recayendo periódicamente hasta cuando logren realmente organi­zar de nuevo sus vidas. Aún los anti­guos miembros de AA que han estado sobrios durante años pagan frecuente­mente tarifas muy caras por tratar de evitar este paso.<br />Y para destacar la importancia de este Paso en la eliminación de la sole­dad, consideremos detenidamente cómo finaliza el mismo: "Esta sensación de unidad con Dios y con el hombre, este renacer y surgir del aislamiento a través de un compartir abierto y honra-do de nuestra terrible carga de culpabi­lidad, nos conduce a un lugar de descanso en el cual nos podemos pre­parar para los siguientes pasos hacia una sobriedad completa y llena de significado."<br />Los Pasos Ocho y Nueve también ayudan bastante en la eliminación del aislamiento y la soledad. Ellos tienen que ver con nuestras relaciones perso­nales y nos impulsan a considerar y a trabajar las Doce Tradiciones, que son el más breve y práctico tratado de rela­ciones humanas que podamos tener. Ellas nos enseñan a vivir y a trabajar con otros; a respetar la manera de pen­sar y actuar de los demás; a desarrollar tolerancia, cortesía y hasta buenos modales. Las Doce Tradiciones nos sacan del singular y nos ubican en el plano de lo plural, de lo colectivo, de lo gru­pal. No vivimos solos: formamos parte de un gran todo y debemos aprender a vivir en armonía con la naturaleza, con los animales y con los demás seres hu­manos.<br />Si estamos practicando (y no teori­zando) los Pasos de AA, ya no tenemos por qué sentirnos solos. Ya tenemos un Padre generoso que siempre nos acom­paña y nos acompañará en la medida en que lo busquemos. Tenemos ahora unos principios maravillosos para me­jorar todo nuestro sistema de vida (fí­sico, mental y espiritual) y formamos parte de una inmensa comunidad de hombres y mujeres dispuestos a ayudarnos a salir adelante. No somos cul­pables de la soledad del alcoholismo, pero sí somos responsables de buscar la integridad recuperativa de nuestra en­fermedad a través del Programa de Al­cohólicos Anónimos.<br />Oscar M., Medellín, Colombia<br /><br />Artículo de “La Viña” de mayo y junio de 2000.<br />Publicado en Proyecto-Mail el 14 de junio de 2007.<br />Aportado por Leo Carrasco<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />ALGO DE HISTORIA<a name="25"></a><br /><br />Las raíces del concepto enferme­dad se remontan por lo menos hasta la antigua Roma, a Séneca, quien distinguía un hombre borracho de aquel otro que no tiene control sobre su embriaguez habi­tual, y a Ulpiano, el primero en sugerir que una acos­tumbrada borrachera podía ser una enfermedad.<br /><br />En la historia del alcohol, su uso y abuso, es tan vieja co­mo la existencia del hombre. Alcohol, recipiente de alegría y tristeza. Alcohol, el consuelo, la seducción, la destrucción. Los más antiguos récords conocidos sobre el consumo de al­cohol datan desde los mesopotámicos: tabletas de arcilla con una antigüedad de 4000 años antes de Cristo informan sobre la cantidad de bebedores en la población y registran las rece­tas para el uso del alcohol como disolvente en medicina. El Código de ammurabi de Babilonia, del 1700 antes de Cris­to, incluye restricciones sobre la venta y consumo de alcohol. Igualmente, existen viejos datos que consignan que los bo­rrachos bajo el emperador Chung K'iang, en China, eran eje­cutados.<br />Las clases aristocráticas en la antigua Persia bebían enormes cantidades; en respuesta a ello, la naciente cultura islámica adoptaba una total y permanente abstención hacia el alcohol, en una lucha sin cuartel contra los extendidos pro­blemas de salud. Las sectas budistas en la India, desde la quinta centuria antes de Cristo hasta nuestros días también prohibían todo consumo de alcohol.<br /><br />Euripides, con Esquilo y Sófocles, una gran triada de escritores trágicos griegos, fue la primera persona en litera­tura en describir la obnubilación por borrachera. En su obra Las Bacantes, la madre de Penteo, rey de Tebas, cortó a su hijo en pedazos durante un frenesí alcohólico pensando que era un león.<br />Luego, triunfalmente, llevó la cabeza a Cadmo, su padre, antes que la horrible realidad surgiera frente a ella. Los movimientos en favor de la temperancia datan desde la antigüedad y están descritos en los registros de Chi­na y de las dinastías de Egipto, entre otras culturas. El único y más importante documento que tiene gravitación sobre la temperancia es la Biblia. La Enciclopedia del alcoholismo señala que la Biblia contiene más de ciento cincuenta refe­rencias al alcohol. Este puntilloso trabajo de investigación, editado por Robert O'Brien y el doctor Morris Chafetz, un médico que fue el director fundador del Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo en 1970, ofrece algunas opiniones sobre el porqué el alcoholismo no ha sido hasta recientemente- un serio problema entre los judíos.<br />El autor enfoca el Viejo Testamento como una de las razones­ "Aunque el alcohol está profundamente enraizado en la cul­tura judía y desempeñaba un importante papel en las cele­braciones religiosas, el pueblo hebreo ha disfrutado de una relativa libertad con referencia al alcoholismo que, en parte, debe atribuirse a las muchas advertencias sobre los excesos contenidas en el Viejo Testamento." El Libro de los Prover­bios es señalado por sus críticas: "El vino es engañador; el be­ber con exceso encoleriza, y cualquiera sea burlado de tal modo, no es sabio."<br /> martinpescador<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />Vigilancia.<a name="26"></a> Hemos visto esta verdad demostrada una y otra vez,"una vez alcohólico, alcohólico para siempre".Comenzando a beber despues de un período de sobriedad, al poco tiempo estamos tan mal como siempre.Si estamos haciendo planes para dejar de beber, no debe haber reserva de ninguna clase, ni ninguna idea oculta de que algún día seremos inmunes al alcohol. ALCOHOLICOS ANONIMOS, P. 31.hoy soy alcohólico. Mañana no será diferente.Mi alcoholismo vive dentro de mí ahora y por siempre.Nunca debo olvidar lo que soy. Con toda seguridad, el alcohol me matará si no reconozco y no tengo presente diariamente mi enfermedad. No estoy jugando un juego en el cual una pérdida es solo un contratiempo.Estoy tratando con mi enfermedad para la cual no hay curación.solamente la aceptación y la vigilancia diarias.<br />aportado por Jaime Fernandez<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />60 minutos<a name="27"></a><br />Un día alguien me sugirió que hiciera un ejercicio; consistía en mirarse un mismo por dentro durante no mas y nada menos que 60 minutos y autoanalizar las dudas, miedos, iras etc., ...al principio me sonó raro ;yo que llevo el programa ;yo que ya di ese 3 paso ,yo......y yo...;resultado que no hice lo sugerido .Un día en un sala de Hospital donde las horas se pasan eternas me acorde y estuve una hora mirándome por dentro, miedos ,orgullos... me di cuenta que como la analítica que te sale con asteriscos creo que en mi tenia asteriscos en casi todas las cosas que sugerían el programa ,claro esta empecé ha limar, Primero mi a autoengaño ,segundo mi ego , después mi humildad ,mis miedos ,mis razonamientos de enfermo alcohólico ,mis sentimientos con los demás, en fin como el paciente que busca la pastilla y no la de la perfección ,si la de la razón me di cuenta que poco a poco me fui curando un poquito mas por dentro...Desde ese día aun sigo haciendo ese ejercicio; veras o en la siesta o antes de dormir, pienso 60 minutos solo en mis actos no en los de los demás claro esta, y yo que como granadino mi despertar no fue de muy buena leche y menos en las siestas oye; que cada día me levanto mejor, mas tranquilo, mas en paz con mi ser superior.<br />aportado por Javier<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br /><a name="28"></a>LOS DOCE CONCEPTOS<br />(Forma Corta)<br /><br /><br />Los Doce Pasos de A.A. son principios para la recuperación personal.<br />Las Doce Tradiciones aseguran la unidad de la Comunidad.<br />Los Doce Conceptos para el Servicio Mundial<br /><br />Escritos por el co-fundador Bill W. ofrecen un grupo de principios relacionados para ayudar a asegurar que los varios elementos de la estructura de A.A. sean sensibles a las necesidades de quienes sirven y responsables ante ellos.<br /><br />La “forma corta” de los Conceptos, que aparece a continuación, fue preparada por la Conferencia de Servicios Generales de 1974.<br /><br />I.- La responsabilidad final y la autoridad fundamental de los servicios mundiales de A.A. deben siempre residir en la conciencia colectiva de toda nuestra Comunidad.<br /><br />II.- La Conferencia de Servicios Generales se ha convertido, en casi todos los aspectos, en la voz activa y la conciencia efectiva de toda nuestra Comunidad en sus asuntos mundiales.<br /><br />III.- Para asegurar su dirección eficaz, debemos dotar a cada elemento de A.A. la Conferencia, la Junta de Servicios Generales, y sus distintas corporaciones de servicio, personal directivo, comités y ejecutivos — de un Derecho de Decisión tradicional.<br /><br />IV.- Nosotros debemos mantener, a todos los niveles de responsabilidad, un “Derecho de Participación” tradicional, ocupándonos de que a cada clasificación o grupo de nuestros servidores mundiales les sea permitida una representación con voto, en proporción razonable a la responsabilidad que cada uno tenga que desempeñar.<br /><br />V.- En toda nuestra estructura de servicio mundial, un “Derecho de Apelación” tradicional debe prevalecer, asegurándonos así que se escuche la opinión de la minoría, y que las peticiones de rectificación de los agravios personales sean consideradas cuidadosamente.<br /><br />VI.- La Conferencia reconoce también que la principal iniciativa y la responsabilidad activa en la mayoría de estos asuntos, deben ser ejercidas en primer lugar por los miembros custodios de la Conferencia, cuando ellos actúan como la Junta de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos.<br /><br />VII.- La Carta Constitutiva y los Estatutos son instrumentos legales, y los custodios están, por consiguiente, totalmente autorizados para administrar y dirigir todos los asuntos de servicios. La Carta de la Conferencia en sí misma no es un instrumento legal; se apoya en la fuerza de la tradición y en las finanzas de A.A. para su eficacia.<br /><br />VIII.- Los Custodios son los principales planificadores y administradores de los grandes asuntos de política y finanzas globales. Con respecto a nuestros servicios constantemente activos e incorporados separadamente, los Custodios, como síndicos fiscales, ejercen una función de supervisión administrativa, por medio de su facultad de elegir a todos los directores de estas entidades.<br /><br />IX.- Buenos directores de servicio en todos los niveles son indispensables para nuestro funcionamiento y seguridad en el futuro. La dirección básica del servicio mundial que una vez ejercieron los fundadores de Alcohólicos Anónimos, tiene necesariamente que ser asumida por los Custodios.<br /><br />X.- A cada responsabilidad de servicio, le debe corresponder una autoridad de servicio equivalente, y el alcance de tal autoridad debe estar siempre bien definido.<br /><br />XI.- Los Custodios deben siempre contar con los mejores comités permanentes y con directores de las corporaciones de servicio, ejecutivos, personal de oficina y consejeros bien capacitados. La composición, cualidades, procedimientos de iniciación y derechos y obligaciones serán siempre asuntos de verdadero interés.<br /><br />XII.- La Conferencia cumplirá con el espíritu de las Tradiciones de A.A., teniendo especial cuidado de que la Conferencia nunca se convierta en sede de peligrosa riqueza o poder; que fondos suficientes para su funcionamiento, más una reserva adecuada, sean su prudente principio financiero, que ninguno de los miembros de la Conferencia sea nunca colocado en una posición de autoridad desmedida sobre ninguno de los otros, que se llegue a todas las decisiones importantes por discusión, votación y, siempre que sea posible, por unanimidad substancial; que ninguna actuación de la Conferencia sea punitiva a personas, o una incitación a controversia pública, que la Conferencia nunca deba realizar ninguna acción de gobierno autoritaria, y que como la Sociedad de Alcohólicos Anónimos, a la cual sirve, la Conferencia en sí misma siempre permanezca democrática en pensamiento y en acción.<br />Albahari<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br /><br />Carl Jung<a name="29"></a><br />La influencia de Jung sobre AA<br /><br />Jung también abrió el camino para el desarrollo de Alcohólicos Anónimos. El cofundador Bill Wilson escribió lo siguiente en una carta a Jung en 1961:<br /><br />Esta carta de inmenso agradecimiento ha estado pendiente durante mucho tiempo. ... Aunque seguramente habrá oído acerca de nosotros [AA], dudo que usted sea consciente de que una cierta conversación que tuvo una vez con uno de sus pacientes, un tal señor Roland H., en la década de los treinta, tuvo un papel crucial en la constitución de nuestra agrupación.<br /><br />Wilson prosiguió la carta recordando a Jung de lo que le había «contado abiertamente [a Roland H.] su situación desesperada», que estaba más allá de la ayuda que le pudiera ofrecer la medicina o la psiquiatría. Wilson escribió: «Esta declaración sincera y humilde de su parte fue indudablemente la primera piedra fundamental sobre la que nuestra agrupación ha sido entonces edificada.» Cuando Roland H. preguntó a Jung si había alguna esperanza para él, Jung «le dijo que podría haberla, siempre que pudiera pasar por una experiencia espiritual o religiosa: en resumen, una conversión genuina.» Wilson proseguía en su carta: «Usted le recomendó que se situase en una atmósfera religiosa y que tuviera esperanza.» Por lo que respecta a Jung, no había necesidad de doctrina ni contenido de fe, sino sólo una experiencia.<br />Albahari<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br /><br />Para mi papa<a name="30"></a> Te quiero decir, que fuiste y vas a seguir siendo un buen padre.Tienes algunos errores como todos pero, andas muy bien claro nadie es perfecto.Te contare un defecto que haz tenido en tu vida: la bebida alcohólica.¿Sabes por que? Quizás no lo sabes pero, te lo digo igual, el alcoholte hizo perder el cariño de mama, de toda tu familia, el mío...Antes cuando bebías, esto es verdad, sentía vergüenza de salir contigo sin embargo, ahora estoy orgulloso y me gusta hacerlo.¡Papa! Me gustaría salir contigo al campo y abrazarnos de felicidad,pero lo mas importante, es que estemos bien y siempre unidos en las buenasy en las malas, te quiero desear "un feliz día del padre" te queremos muchomama, mi hermano y yo. Tu hijo.<br />Jaime Fernandez<br /><br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />ALCOHOLISMO: ENFERMEDAD ESPIRITUAL<a name="31"></a><br /> Hilario Rivas Marín - Julio A. es miembro veterano de Alcohólicos Anónimos (A.A.), afirma con respecto a la enfermedad del alcoholismo que es esencialmente espiritual, se enferma el Alma cuando el pensamiento es cautivado por agentes extraños que la obsesionan e imponen su imperio en la manera pensar i actuar del sujeto bajo el dominio del alucinador. La Organización Mundial de la Salud (O.M.S), declaró incurable dicha enfermedad, por los métodos médicos conocidos. Julio considera que la declaración de incurabilidad es la admisión de impotencia ante el alcoholismo es de la humanidad i no exclusiva del enfermo alcohólico. En este sentido si la enfermedad es de naturaleza espiritual, el tratamiento para la recuperación es evidentemente espiritual. El hombre es más que un conjunto de masa impulsada por moléculas en movimiento, está compuesto por un elemento no tangible conscientemente actuante o psíquico, término comprendido con la mayor amplitud posible. Ese elemento vital se enferma i los síntomas de esos trastornos de salud mental o espiritual se reflejan en las leves o graves perturbaciones emocionales, cuya base es el egocentrismo o el Yo el centro del todo mi universo. Esa actitud nos aísla de nuestra propia realidad de tiempo i espacio, así se vive con desesperación el presente, con temor el futuro i con resentimientos el pasado, ese estado de cosas le llama la “vieja vida”, llena de amargura, malestares, rencores, fracasos, desengaños, tristezas, desesperanzas i demás emociones cargadas de negación de los valores que les destruimos. El miembro veterano confiesa, que esa situación lo ubicaba en la típica personalidad bipolar, era el hombre alegre i más importante del mundo, pronto pasaba a ser el más desgraciado del universo. Euforia i depresión eran los constantes cambios de estado de ánimo. Julio A., miró fijamente la atenta audiencia guardó un ligero silencio, luego afirmó, ese estado de descomposición espiritual me impulsó inconscientemente a buscar alivio, yo lo encontré en el alcohol, al comienzo era agradable la recompensa recibida, era un usuario social, pero sin darme cuenta mis exigencias fueron en aumento i mi salud emocional empeoró al extremo que no me soportaba, me repugnaba verme en el espejo, me sabía un asco moral. Así consideré que la salida era el suicidio. Pensando en la solución del que se siente desamparado, llegó el mensaje de A.A., comprendía que era mi última esperanza, así sin más opción acepté la invitación. Llegué ese domingo en la tarde a la reunión, me atendieron con gran amor, sentían alegría porque había llegado un hermano del dolor, me hicieron sentir importante ante la vida, eso me dio fortaleza para iniciar ese camino de espina i de abrojos, al final nos espera un lecho de nardos i rosas; la sobriedad verdadera. Ese mismo día me declaré miembro de la Comunidad A.A., comenzó mi vida con el Plan de las 24 horas de Hoy no Bebo, luego comprendí la naturaleza de la enfermedad i puse mi voluntad i vida en manos de Dios, con la profunda convicción que sólo ‘El podía devolverme el sano juicio. Aprendí hacer contacto consciente con Dios Real mediante la combinación de la Oración i Meditación diariamente. Así entré por la Gracia de Dios a la dimensión de la Nueva Vida o de la Sobriedad permanente, la paz reina en todos mis actos, pues enterré los resentimientos del pasado, la desesperación del presente y el miedo del futuro. Vivo la paz que da la fe en Dios vivo que se engendra en el alma que se dispone a entregarse totalmente a ‘El. Testimonio esto con mi vida que por más de 20 años no me tomo un sorbo de licor, sólo por la Gracia de Dios, puedo decir con los brazos i voz en alto Hoy Soy Feliz, ¡quiero con toda mi alma que Tú también lo seas!. *Venezolano.<br /> Aportación de Pakiyo<br /><br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />UN HOMBRE NUEVO<a name="33"></a><br />Traté de ayudar a este hombre. Fue una experiencia humillante, nadie disfruta el ser un fracaso total; deja el orgullo hecho una ruina. Nada parecía funcionar bien. Lo llevaba a las reuniones y se sentaba en medio de una nube, y sabía que sólo su cuerpo estaba presente. Iba a su hogar, y él, o estaba borracho o se escapaba por la puerta trasera. Su familia estaba comenzando a entrar en un período de verdaderas penurias; podía sentir su desesperación.<br />Entonces vino el episodio del hospital, en la última de su larga cadena de hospitalizaciones. Entro en delírium tremen y convulsiones tan violentas, que tuvo que ser amarrado a la cama. Ya en estado de coma tuvo que ser alimentado por vía intravenosa. Cada día que lo visitaba se veía peor, aunque esto parecía imposible. Por seis días permaneció inconsciente, sin efectuar ningún movimiento, excepto los temblores periódicos.<br />El séptimo día lo visité otra vez. Al entrar en su cuarto me di cuenta de que le habían quitado las ligaduras que lo ataban a la cama y también los tubos de alimentación. Me sentí entusiasmado. ¡El iba a lograrlo! El doctor y la enfermera cortaron de raíz mis esperanzas. Se iba muriendo rápidamente.<br />Después de que hice los arreglos para traer a su esposa, se me ocurrió que siendo él un católico había ciertos ritos de su religión que deberían ser cumplidos. Era un hospital católico, por lo que me dirigí al vestíbulo y localicé a una hermana religiosa (la madre superiora, como después me enteré). Ella avisó a su sacerdote, y junto con otra hermana me acompañaron al cuarto.<br />Mientras que el sacerdote entraba solo al cuarto, nosotros tres decidimos sentarnos en el banco del corredor. Sin previo acuerdo los tres inclinamos nuestras cabezas y comenzamos a rezar - la madre superiora, la hermana y yo, y un presbiteriano ordenado diácono.<br />No tengo forma de saber que tanto tiempo estuvimos ahí. Sé que el sacerdote ya se había ido a atender sus demás deberes. Lo que nos regresó al presente inmediato fue un ruido que oímos en el cuarto. Cuando nos asomamos, ¡el paciente estaba sentado en la cama!.<br />"Muy bien, Dios mío", dijo, "ya no quiero ser un jugador de la línea de retaguardia, un quarterbeck, por más tiempo. Dime qué quieres Tú que haga, y yo lo hará".<br />Los doctores dijeron después que en sus condiciones físicas le era imposible moverse, y menos aún sentarse. Y antes de éstas, no había proferido una sola palabra desde que ingresó al hospital. Su siguiente expresión fue: "Tengo hambre".<br />Pero el verdadero milagro fue lo que le sucedió durante los diez años siguientes. Empezó a ayudar a la gente. Y quiero decir esto ¡ayudar!. Ninguna llamada era demasiado difícil, demasiado inconveniente, demasiado "desesperado". Fundó el Grupo de A.A. en su pueblo, y se siente aturdido si usted menciona esto a otros o comenta la cantidad de trabajo de A.A. que él está haciendo.<br />El ya no es el mismo hombre con el que estuve intentando hacer el Paso Doce. Fracasé en todos mis esfuerzos para ayudar al hombre que yo conocía. Y entonces ese alguien creó un hombre nuevo.<br />Bernardsville, New Jersey<br />Llegamos a Creer<br />Aportación de Pakiyo de Ceuta<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />1ª PARTE<a name="34"></a><br />Curiosidades y rarezas de Bill Wilson co-fundador de AA<br />1) Conversaciones con fantasmas y supersticiones: Uno de los capítulos más extraños de la biografía oficial de Bill Wilson, co-fundador de Alcohólicos Anónimos, titulada "Transmítelo" (AAWS, original en inglés "Pass it on" de 1984, edición en español sin fecha), son sus conversaciones con fantasmas y su creencia en fenómenos "paranormales" (capítulo 16). En <a href="http://aa-24horas.webcindario.com/literatura/transmitelo/cap16.html" target="_blank">este enlace</a> se puede leer el capítulo citado. En el capítulo 16 (pags. 271 – 284) se describen, sin mayor procesamiento crítico, las conversaciones de Bill Wilson con fantasmas en Natucket en el año 1947, doce años después de no beber, es decir, no se trata de una alucinación producida por el síndrome de abstinencia del alcohol. Los fantasmas hablaban con Wilson y decían ser balleneros muertos que vivieron cien años atrás. Además, narra el mismo capítulo la práctica de sesiones espiritistas -en los años 40- con la tabla guija donde "diversos arcángeles con nombre extraños, amigos difuntos (…), unos malignos y perjudiciales de todas las descripciones, hablando de vicios que estaban muy lejos de mi comprensión, incluso como anteriores alcohólicos. Entonces, las entidades aparentemente virtuosas intervendrían con mensajes de consuelo, información, consejo y, algunas veces, sólo puras insensateces" (Transmítelo, pag. 274). Algunas de estas supuestas entidades le hablaban a Bill Wilson en latín (Transmítelo, pag. 275). Me pregunto ¿Bill Wilson estaba loco? ¿era un enfermo mental con alucinaciones? Según el DSM IV Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (American Psychiatric Association) diversos trastornos graves, como la esquizofrenia, incluyen alucinaciones dentro de sus síntomas. Sin embargo, existe un <a href="http://personal.telefonica.terra.es/web/psico/dsmiv/dsmiv5.html" target="_blank">trastorno psicótico leve caracterizado por uno o más de los siguientes síntomas</a> "1. Ideas delirantes, 2. Alucinaciones, 3. Lenguaje desorganizado (p. ej., disperso o incoherente), 4. Comportamiento catatónico o gravemente desorganizado." También la Clasificación Internacional de Enfermedades No. 10 (CIE 10) de la Organización Mundial de la Salud incluye <a href="http://www.psicoactiva.com/cie10/cie10_14.htm" target="_blank">"Otros trastornos psicóticos agudos y transitorios"</a> que describe como "trastornos psicóticos agudos no clasificables en los apartados precedentes (tales como cuadros psicóticos agudos en los cuales aparecen claras alucinaciones o ideas delirantes, pero que persisten por muy poco tiempo)." Debe recordarse además que Bill Wilson padecía de recurrentes períodos de depresión y que posiblemente era maniaco - depresivo. El trastorno bipolar puede tener como parte de sus manifestaciones <a href="http://www.drromeu.net/trastorno_bipolar.htm" target="_blank">"síntomas psicóticos (delirios y alucinaciones)"</a>. También el Trastorno Esquizoafectivo "...incluye elementos tanto de psicosis como del trastorno del estado de ánimo. Los síntomas psicóticos significan una pérdida de contacto con la realidad y pueden involucrar alucinaciones (escuchar voces o ver cosas que no están presentes) y delirios (creencias fijas y falsas). Entre los síntomas del trastorno del estado de ánimo se incluyen un estado de ánimo muy alto o muy bajo con problemas del sueño, cambios en la energía y en el apetito, concentración dispersa y un desempeño diario generalmente bajo. La enfermedad esquizoafectiva se caracteriza por una correlación cercana entre estas dos series de síntomas." (<a href="http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000930.htm" target="_blank">MedlinePlus Enciclopedia</a>). Lo más extraño es que en la biografía del principal ideólogo y fundador de AA, se reproducen esas "experiencias" no como síntoma de un trastorno emocional, sino como parte de la espiritualidad de Bill Wilson. ACTUALIZACION AL 31 DE JULIO: Lo importante es que esas alucinaciones tenían un significado psíquico para él y que no afectaron su sobriedad. Además, es loable que un hombre afectado por diversos trastornos emocionales o de personalidad no beba. 2) La otra mujer En el sitio Web <a href="http://www.orange-papers.org/" target="_blank">Orange Papers</a> se reseñan y comentan varias biografías independientes de Bill Wilson donde se toca un tema polémico, las queridas o amantes de dicho señor. En el artículo titulado <a href="http://www.orange-papers.org/orange-otherwomen.html#Carolyn_See" target="_blank">The Other Women</a> se contrasta este comportamiento con varias citas de corte moralista de la literatura de AA, escrita por Wilson, lo cual es presentado como una terrible incongruencia. A mi me parece que no se debe juzgar el aporte de un hombre por una pretensión de total coherencia y menos con los parámetros de una moral religiosa conservadora. Recuerdo haber leído en un escrito de Bertrand Russell que era preferible, desde el punto de vista de una moral moderna y secular, que un hombre tuviera una querida a que fuera donde las putas. Sin embargo, no deja de ser un asunto contradictorio, pues Bill Wilson escribió en el libro Doce Pasos y Doce Tradiciones (pág. 116, paso 12) que el miembro de AA "sigue intentando practicar en su hogar todos los Doce Pasos de A.A., a menudo con buenos resultados. Llegado a este punto empieza, con firmeza, pero cariñosamente, a comportarse como un marido y no como un niño travieso. Y, sobre todo, por fin se convence de que el enredarse en aventuras amorosas no es una forma de vivir para él". Según alguna biografía del personaje, su amante principal fue una mujer 22 años más joven que él y según el artículo citado: "Bill and Helen seem to have met at an A.A. meeting. Soon after, Bill got Helen a job at the AA Grapevine. Most everyone in the office knew that Helen was hired because she was Bill's girlfriend. But unlike most of the women whom Bill hired, Helen proved to be competent and capable, and worked her way up, over a period of years, to become the magazine's editor. Bill and Helen became frequent companions whenever he was in New York, and Helen sometimes accompanied him to A.A.-related events. Whenever Bill came to New York, he would stay overnight in a hotel, and Helen stayed with him."<br /> http://free12step.blogspot.com/<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />2ª PARTE<a name="35"></a><br />Curiosidades y rarezas de Bill Wilson<br />Siguiendo con el tema del post anterior me parece importante señalar aspectos adicionales sobre la personalidad de Bill Wilson, co-fundador junto con Robert Smith (conocido como Dr. Bob) de Alcohólicos Anónimos en 1935. Primero, las alucinaciones que sufría y que él pensaba eran una manifestación de espiritualidad, uno de los componentes del programa de AA. Sobre las alucinaciones, en la autobiografía oficial de Bill Wilson (Transmítelo, publicada por AAWS, <a href="http://www.amazon.com/exec/obidos/ASIN/0916856127/qid=1113240168/sr=2-2/ref=pd_bbs_b_2_2/104-5933381-6811947" target="_blank">original en inglés "Pass it on"</a> de 1984, edición en español sin fecha) se describen algunos aspectos adicionales. Se señala lo siguiente en el capítulo 16 de dicho libro:<br />"A causa de que Bill fue una persona muy sensitiva en este mundo, no es sorprendente que se creyera capaz de captar energía de otro. Creyó que él mismo tenía más capacidad psíquica; para él los asuntos espiritistas no eran un mero juego de salón. No está aclarado cuándo empezó a interesarse en los fenómenos extrasensoriales; el campo fue algo en lo que el Dr. Bob y Anne Smith estaban profundamente involucrados. Sin que se sepa si Bill llegó a interesarse mediante ellos, hay referencias a sesiones espiritistas y otros sucesos psíquicos, que Bill escribió a Lois durante ese primer verano de Akron con los Smith, en 1935" (pag. 271 edición impresa). Tan tempranamente como en 1941, Bill y Lois estuvieron llevando a cabo "sesiones de aparecidos" regulares en Bedford Hills. Uno de los cuartos de la planta baja lo llamaron el "cuarto de los aparecidos" (…) Bill reposaría en el diván de una sala, semiensimismado, pero no en trance, y "recibía" mensajes, algunas veces palabra por palabra, otras letra por letra. Anne B., vecina y asistente regular al círculo de "apariciones", escribiría el material en un block. Lois describe una de las más dramáticas de estas sesiones: "Bill estaba recostado en el diván; 'captaba' estas cosas y lo hacía todas las semanas. Cada vez, cierta gente 'vendría'; algunas veces eran nuevos y traían alguna historia. Había grandes frases y llegaban palabra por palabra; esta vez, en lugar de palabra por palabra, fue letra por letra y Anne las escribía letra por letra." (pags. 274-275).<br />La religión, al menos dentro del cristianismo, desaprueba este tipo de prácticas de supuestas comunicaciones con espíritus de fallecidos. Cualquier <a href="http://www.google.com/search?hl=es&q=espiritismo+biblia&btnG=B%C3%BAsqueda+en+Google&lr=" target="_blank">búsqueda con Google utilizando los términos "espiritismo Biblia"</a> nos lleva a diversos sitios religiosos que proscriben estas prácticas. En el contexto de la psiquiatría y la psicología manifestaciones como las de Bill Wilson, tirado en un sofá escuchando "voces" de los muertos, son vistas como alucinaciones, relacionadas con distintos trastornos psíquicos. Y esto nos permitirá referirnos al segundo aspecto, las recurrentes depresiones de Bill Wilson, precisamente en un momento de mucha actividad personal como fue el desarrollo de Alcohólicos Anónimos y la formación de sus estructuras de servicios. En la autobiografía citada (Transmítelo, capítulo 18, pags. 287-298) se mencionan algunas características de estas depresiones, alternadas con períodos de mucha actividad, que parecen apuntar a un trastorno bipolar:<br />"Hay muchas y varias narraciones de las recurrentes depresiones de Bill (…) Las depresiones de Bill duraron 11 años tormentosos, hasta 1955, cuando finalmente fue liberado de ellas. Sin embargo, durante estos años no fueron constantes y no siempre fueron de la misma intensidad. Los dos primeros años, 1944-1946, aparentemente fueron los peores. Recordándolos, Marty M. dijo: "Fue terrible; había largos períodos en los que no podía levantarse de la cama, sólo permanecía ahí y Lois se ocupaba de que comiera." (p. 288). "Otra gente que conoció a Bill tuvo sus propias especulaciones respecta lo que causaban sus depresiones. El Dr. Earl M., un A.A. psiquiatra y amigo íntimo, manifestó: "Sentí que él no tenía a nadie con quien hablar acerca de sus ideas espirituales no conformistas. Cuando yo lo escuchaba, se transformaba y se volvía vibrante, y resplandecían sus ojos. Yo tenía la sensación de que lo que Bill necesitaba era alguien con quien pudiera realmente validar lo que decía." (pag. 296). "Es probable que no sea una coincidencia que los años de las depresiones de Bill - 1944-1955 - fueron también los años en que hizo el trabajo para A.A. más agotador e intenso. Después de la Segunda Guerra Mundial, se embarcó en la enorme empresa de establecer para A.A. una estructura de servicio; fue tarea de diez años." (pag. 298).<br />Lo anterior nos permite relacionar con el primer aspecto, las alucinaciones, pues el trastorno bipolar en su fase maniaca puede estar asociado con síntomas psicóticos, según puede leerse <a href="http://www.biopsicologia.net/fichas/page_8465.html" target="_blank">en este enlace</a>. Además, si Bill Wilson no hubiera padecido de un desorden bipolar, existe una depresión grave con características psicóticas en la cual se presentan "pensamientos delirantes y/o alucinaciones" según <a href="http://www.kernanhospital.com/esp_ency/article/000933.htm" target="_blank">este artículo informativo</a>. Las citas* del libro "Doce Pasos y Doce Tradiciones" que parecen evidenciar un trastorno bipolar en Bill Wilson son las siguientes:<br />"…alcohólico típico, extremadamente egocéntrico" (1er paso, pag. 22). "…nos enfrentamos con otro tipo de problema: el hombre o la mujer intelectualmente autosuficiente (…). Nos valíamos de nuestra educación para inflamos de orgullo como globos, aunque hacíamos lo posible para ocultar esta actitud ante los demás. En nuestro fuero interno, creíamos que podíamos flotar por encima del resto de la humanidad debido únicamente a nuestra capacidad cerebral" (2º paso, pag. 27). "Estamos convencidos de que nuestra inteligencia, respaldada por nuestra fuerza de voluntad, puede controlar debidamente nuestra vida interior y asegurar nuestro éxito en el mundo en que vivimos" (3er paso, pag. 35). "Hemos bebido por pura vanagloria —para poder disfrutar mejor nuestros descabellados sueños de pompa y poder" (4º paso, pag. 41). "Si por temperamento tendemos al lado depresivo, es probable que nos veamos inundados de un sentimiento de culpabilidad y de odio hacia nosotros mismos. Nos sumimos en este pantano sucio, del que a menudo sacamos un placer perverso y doloroso. Al entregarnos mórbidamente a esta actividad melancólica, puede que nos hundamos en la desesperación hasta tal punto que sólo el olvido nos parece la única solución posible. " (4º paso, pag. 42).<br /> http://free12step.blogspot.com/<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />La WEB de los servicios mundiales de A.A.<a name="36"></a><br /><br />El rediseñado Web site de A.A. de la Oficina de Servicios Generales hizo su debut el 1 de enero de 2006, nueve años después de la primera aparición en el Internet del Web site de A.A. Ese sitio original fue muy rudimentario, un reflejo de la tecnología de esos días. "Fue un simple instrumento de información publica, con respuestas a preguntas básicas sobre A.A. y unos cuantos folletos," dice Daniel Brown (no-alcohólico), gerente del Web/DTP, el responsable del último rediseño.<br />Esta es la cuarta revisión hecha por Daniel que empezó a trabajar de plena dedicación en la OSG en 1995 y en 2003 hizo la tercera revisión del Web site. Daniel también está encargado de las operaciones de desktop publishing realizando tareas de composición tipográfica, maquetación y definición de formatos de página de nuestros boletines, folletos y otros materiales, y también sirve como fotógrafo. Como parte de los trabajos de preimpresión, Daniel prepara los discos que se envían a los impresores, y se asegura de que las imágenes, los tipos, los colores, etc. son correctos. Pero, especialmente durante el pasado año, cada vez tiene que dedicar más tiempo a los trabajos relacionados con el Website.<br />Las visitas a aa.org han aumentado, junto con el Internet. En 1999, se recibieron 730,000 visitas, 400,000 más que el año anterior. Ahora se reciben más de un cuarto de millón de visitas al mes.<br />Según Greg M., gerente general de la OSG, "el Internet está revolucionando la forma en que opera la OSG. En unos pocos años, la cantidad de e-mails que llegan ha aumentado hasta representar más del 80% de las comunicaciones dirigidas a estas oficinas."<br />Ya que los miembros del personal contestan principalmente por correo electrónico — en lugar de correo postal o teléfono — los costos han disminuido, dice Greg. "El Internet nos hace más accesibles y más eficaces. Seguiremos ampliando el sitio, aunque cualquier cosa que pongamos tiene que responder a una necesidad de A.A. establecida. El objetivo es hacer que el valioso mensaje de A.A. esté más fácilmente disponible — esa es la idea."<br />La junta de A.A. World Services tiene la responsabilidad global del Web site por medio de su Comité de Servicios y los comentarios de los miembros de A.A. que visitan el sitio son la fuente principal de ideas para los posibles cambios. Dice Daniel, "nos dicen lo que le gustaría ver en el sitio o los problemas que tienen para encontrar cosas. Estamos continuamente añadiendo materiales; siempre está creciendo," lo cual hace que la organización lógica del sitio y los instrumentos de navegación sean de crítica importancia. Se puede añadir información según las necesidades de los diversos despachos de la OSG, tales como Cooperación con la Comunidad Profesional o información pública.<br />Para demostrar cómo el Web site se ha convertido en la forma favorita en que los miembros de A.A. y otros interesados se ponen en contacto con la OSG, el 70% de los asistentes a la Convención Internacional de A.A. celebrada en Toronto el pasado verano se registraron en línea. Y de las más de dos mil solicitudes de información que llegaron al despacho de Cooperación con la Comunidad Profesional en un año reciente, 1,334 lo hicieron por el Web site.<br />En general, el sitio contiene una vasta cantidad de materiales, incluyendo números actuales y antiguos de Box 4-5-9 y Acerca de A.A., información para los medios de comunicación, respuestas a quienes se preguntan si tal vez tienen un problema con la bebida, una historia de A.A., e información sobre cómo encontrar reuniones de A.A. en muchas partes del país. También se encuentra en el sitio el Libro Grande. La información y materiales aparecen en el sitio en español, inglés y francés y cada idioma tiene ahora su propia portada. "El objetivo principal del rediseño ha sido el de facilitar el uso. Queremos presentar el contenido de una manera que les sea más fácil a los visitantes encontrar lo que buscan," dice Daniel y añade, "anteriormente era como si alguna información muy importante estuviera enterrada en el sitio y muy difícil de acceder."<br />El viejo Web site tenía tres portales — "Acerca de A.A.", "Servicios a los miembros" y "Archivos Históricos" — el nuevo tiene seis, entre ellos uno que ofrece información sobre cómo encontrar una reunión de A.A. "Tenemos un programa instalado que nos indica las áreas o páginas más visitadas, y cómo la gente utiliza el sitio. Esta información nos ayudó a la hora de tomar decisiones referentes al nuevo diseño y nos ayudará a hacer cambios en el futuro."<br />La tecnología es el factor decisivo en lo referente al contenido que se pone en el sitio y en cómo el usuario lo navega. El viejo sitio estaba compuesto efectivamente por una serie de páginas de HTML vinculadas unas con otras. El nuevo está guiado por los datos y tiene un lenguaje de programación que responde mejor a las solicitudes de los visitantes. "Hemos hecho mucho progreso con el Website," dice Daniel. "Me admiro de que empezáramos sólo con textos y dibujos y ahora tenemos ASP en vídeo y un sistema de animación Flash. La gente puede inscribirse en línea para los Foros Regionales. El sitio es más interactivo y eficiente. Y se seguirá ampliando."<br /><br /> Aportación de Pakiyo de Ceuta<br /><br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />ACCION<a name="37"></a><br />EL ORGANO INFORMATIVO<br />DE LA O.S.G.<br /><br />200 mts. Sur y 25 al Oeste de la Toyota, Paseo Colón – Teléfono: 222-5224 * Fax: 221-2770 – Apdo. 5553-1000 San José<br /><br />VOLUMEN I – Nº 4 NOVIEMBRE-DICIEMBRE – AÑO MCMXCVIII – ISSN 1409-2506<br /><br />ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE<br />Los Riesgos del Apadrinamiento<br />Por Antonio T.<br /><br />“Su deseo vehemente de alcohol era el equivalente, a un bajo nivel, de la sed espiritual de nuestro ser para la integridad, expresada en lenguaje medieval: la unión con Dios. Puede ser conducido a dicha meta por un acto de gracia o por conducto del contacto personal y honesto con amigos o a través de una educación superior de la mente, más allá del mero racionalismo.<br /><br />Carl Jung<br />(Carta a Bill W. Enero 30, l961)<br /><br />Meditando sobre esta carta, descubro que en ella esta explicada la sed que me acoso toda mi vida como una búsqueda de integridad una necesidad de unirme armoniosamente y formando un todo:<br />con el cielo y la tierra, las plantas, las bestias y los hombres, mis hermanos. Unirme, ser parte, no estar solo, esa era mi sed.<br />Después me señala un camino: el contacto personal y honesto con amigos. Y mis amigos, los únicos que desearían tolerarme y unirse a mi, son aquellos como yo, con la misma sed y soledad y la misma ansia de integración, los A.A. con los que por fin me identifico. Ellos, o algunos de entre ellos, van a ser quienes me guíen evitando que me pierda en el mero racionalismo" y obtenga una "educación superfluo de la mente", esto es, hacia las metas más altas, las de la vida espiritual, "en lenguaje medieval: la unión con Dios".<br />Esa tarea y responsabilidad le tocara como individuo, al A.A., y como comuni­dad, al grupo y a la estructura de servi­cios. Esta actividad de amor en acción es lo que entiendo por apadrinamiento en A.A.<br />En la correspondencia de Bill W. y el Dr. Jung, queda muy claro que ellos no conciben otro camino. Nuestros Tres Legados para la recuperación nacen de la búsqueda de nuestros fundadores y son aprendidos en el despiadado crisol de la prueba y el error; despiadado porque las fichas del juego son vidas humanas, vidas de hermanos alcohólicos que hemos aprendido a amar: en el doloroso vomito de sus historias desde la tribuna y en el murmullo secreto de sus confesiones in­timas.<br />Al padrino le toca conducir a su her­mano enfermo al conocimiento y practica diaria de estos "Tres Legados".<br />Y es un camino lleno de riesgos por­que el padrino (nunca lo debe olvidar) es también otro enfermo, cuyo bastón y es­cudo no es mas que "la buena voluntad" de entregarse firme, estoica y honestamente decidido a nuestros principios es­pirituales; pero solo podrá hacerlo a su capacidad y necesitará también él mismo del apadrinamiento continuo para no convertirse en un padrino ciego guiando a un ahijado ciego hacia la desgracia de los dos.<br />En nuestro Noveno Concepto para el Servicio Mundial indica Bill los riesgos que enfrenta el padrino": "Los riesgos son tan grandes como pudieran serlo. Dependen de él una vida humana y generalmente la felicidad de toda una familia. Lo que el padrino diga o haga, lo bien que calcule y haga su exposición, lo bien que maneje la crítica que se suscite, y lo bien que dirija a su candidato por medio de su ejemplo espiritual, pueden ser las cualidades de liderato que lo decidan todo; son la diferencia entre la vida y la muerte".<br />El ahijado esta en riesgo, debemos estar muy conscientes de ello, el alcohó­lico que se aleja de nosotros yéndose tras el engaño de la primera "inocente copa" se desintegra, va a la fuga, a la locura, se pierde el hombre, renace la bestia... luego el dolor, el dolor infinito, la soledad, el aislamiento en la cárcel o en la clínica mental y después esa muerte que avergüenza a parientes y amigos y cuyos ver­daderos motivos sólo se susurran claván­dose en los corazones íntima y secreta­mente.<br />Mi primer padrino<br />"Déjese guiar a un grupo" me dijo una voz amiga por el teléfono y seguí al que sería mi padrino, no a la primera vez, ¡no! rechace varías veces su llamado. pero por fin su paciencia v perseverancia ven­cieron mi desconfianza y hostilidad.<br />Hacia días que el y sus mejores ami­gos en A.A. me estaban esperando. Les había pedido ayuda para trabajar conmigo. Esto me lo contaron riendo meses después, esa primera noche todos se fin­gieron espontáneos.<br />Había preparado cuidadosamente mi primera junta, investigó mis antece­dentes, mi esposa y pudo así escoger los temas y oradores mas afines a mi caso.<br />Luego de la junta me llevó al café y allí principio a despejar mis primeras dudas.<br />A cada junta que yo regresaba, esta­ba allí, cálido, entusiasta, felicitando mi constancia, invitándome a regresar al día siguiente.<br />Luego en el café me presentaba a los demás compañeros propiciando que se hicieran mis amigos.<br />Y luego supe que él no era así, lle­vaba meses de no asistir al grupo, y mu­cho más de no desvelarse en el café, lo hizo por mí. Gracias Víctor.<br />Yo era frío y reservado y él rompió mí concha haciéndose mi amigo. La pri­mera noche me regaló el Libo Grande y 44 Preguntas y respuestas y luego Hom­bres en fuga y luego toda clase de Lite­ratura alusiva al alcoholismo.<br />Hizo que su esposa invitara a la mía a Al-Anón y hasta el día de hoy es uno de mis mejores amigos. En su casa siempre hay un lugar en la mesa para mi, va no estoy solo. Gracias Víctor.<br /><br />El apadrinamiento del Grupo<br />Tuve la suerte de caer en un grupo muy viejo de 16 años de fundado en aquel tiempo.<br />Cuenta con un pequeño salón anexo donde se recibe al miembro de nuevo ingreso. Es bueno, porque se encierran con uno, solo aquellos que ese día se sienten dispuestos para el "paso del mensaje", los demás siguen su sesión programada.<br />El saloncito es confortable, intimo, me hizo sentir hasta donde era posible en tan duro momento, cómodo y confiado.<br />La membresía es agradable, se ven limpios y alegres. Su ofrecimiento de café fue cordial. Perdí el miedo y pude escucharlos. De verdad que me hicieron sentir importante.<br />En el café cercano al grupo se reúnen a la "terapia de café, como la llamamos y allí se va estrechando el puente de comprensión que se tiende de alcohólico a alcohólico, sin sentirse uno presionado.<br />Me invitaron a reuniones v fiestas fuera del grupo mostrándome con su ejemplo que se podía vivir alegremente sin necesidad de emborracharse.<br />Apenas a un mes de haber llegado, me hicieron sentir de casa invitándome a coordinar la junta de "Año Nuevo" y me instruyeron en cómo hacerlo y estuvieron atentos para enmendar con buen humor mis tropiezos.<br />Al cumplir un año me regalaron un pastel, el primero en treinta años. Gra­cias, compañeros por despertarme a esta nueva vida con las "mañanitas del Rey David"<br />Hubo también muchos errores (errores para mí. claro). La sobreprotec­ción que me dio el grupo al principio, solo duro unos días, después me dejaron solo y abandonado a mí suerte, ya habían llegado otros que ahora eran los más impor­tantes. En el café me sentía fuera de lugar, indeseado y entonces recorría las solitarias calles y me metía a los grupos que trabajan toda la noche y al salir de allí al amanecer, cansado y regañado, me sentía peor aun.<br />Nadie me explicó el programa, no había juntas de estudio y muchos miem­bros se regodeaban diciendo que "sólo practicaban la primera parte del primer paso: su derrota ante el alcohol". Para ellos, quizás era cliente ¡no para mí!<br />Llegaron las elecciones de Mesa de Servicio de Grupo y el secretario saliente se acercó a mí para decirme al oído por quien votara. Yo no sabía ni de que se trataba, nunca hubo una junta en que explicaran en qué consistían los servicios y los servidores. Estalle en cólera, rechacé la manipulación y desde la tribuna armé la bronca y ésta duró meses, se formaron bandos y se llegó al punto, de que ya no querían dejarme celebrar mi primer aniversario. Se olvidaron de mi enfermedad y mí poco tiempo en el programa y me hostigaron hasta llegar a la calumnia para obligarme a abandonar el grupo. Yo me quede, apelando a los principios (me lo sugirieron los viejos estadistas, que tam­bién los había) finalmente los "dueños" se fueron a fundar otro grupo y volvió la paz al nuestro.<br />Durante ese tiempo fui, muy a mi pesar y hoy me arrepiento: "maestro de tolerancia". Que mis compañeros me perdonen.<br />Conocí otro grupo, pequeño, de mesa redonda y con la pretensión de ser "de avance" (hoy sé que todos lo son). Allí si se trabaja duro con el programa, el miem­bro más joven en A.A. tenía cinco años. Cada día debía uno llegar y explicar cómo estaba aplicando el programa a su vida diaria. Aquí o estudiaba y trabajaba o sa­lía regañado sintiéndome culpable y tor­pe. Siendo el más nuevo en el grupo me tocaron, alternadamente y a veces el mis­mo tiempo, todos los servicios del grupo. Me hicieron crecer durante un buen tiempo, luego llegaron más nuevos, los funda­dores se fueron, uno a uno, y nos dejaron solos a un compañero de dos años y a mí para trabajar con seis compañeros nue­vos en el grupo que asistían muy irregu­larmente, y otros que sólo iban a conocer nuestro grupo. Me toco la tarea de apadri­nar y cometí toda clase de errores.<br />Errores de Apadrinamiento<br />1. En las primeras 2 semanas en A.A. corrí afiebradamente a decirles a todos mis compañeros, amigos y conocidos que vinieran a conocer mi grupo y dejaran de beber.<br />2. Casi obligué a algunos compa­ñeros, con toda clase de presiones men­tales y emocionales a que intentaran practicar su 4" y 5" pasos, algunos se alejaron airados de mí y del grupo. De dos de ellos sé que están bebiendo y uno, aquél con el que puse más empeño, habla<br />muy mal de mí.<br />3. Le di dinero y ayudé a que se escapara de un hotel, una pareja de ami­gos que sólo tenían dos juntas. él siguió bebiendo todavía un año, ella no ha podido dejar de beber.<br />4. Molesté mucho a los que no leían nuestra literatura.<br />5. En mi ansia por hacer quedarse a alguno, los he llevado a visitar otros gru­pos de distintos estilos desde los llama­dos "fuera de serie" hasta los "popís" o "elitistas" sin ningún resultado.<br />6. Me he resentido cuando un ahijado no siguió mis sugerencias y pesar aún cuando ha vuelto a beber.<br />7. Me he sentido celoso de que pi­dan sugerencias a otro y no a mí.<br />8. He dado sugerencias que no me pedían y claro he recibido ataques y enojos y luego tengo que arrepentirme.<br />9. Me he vuelto chocante al grupo queriéndolo apadrinar desde la tribuna.<br />Intenté formar un "grupo de apadrina­miento" y los compañeros rechazaron mi idea y yo me retiré resentido algunos me­ses, hasta que volví por necesidad y a su­gerencia de mi padrino.<br />10. Con mis sugerencias he empu­jado al servicio a compañeros que aun no estaban preparados. Al no poder cumplir, se ha retirado frustrados y resentidos.<br />Estos son algunos de los errores cometidos, aquellos de los que me he podido dar cuenta, seguro que los peores están escondidos en mí subconsciente esperando un nuevo cuarto paso.<br />Aciertos de Apadrinamiento<br />Esos me los ha ido enseñando mi padrino Carlos, guiándome con su ejem­plo y paciencia hacia la recuperación y el servicio:<br />1. Al contarle que quería practicar mi quinto paso con él, se mostró dispues­to a entregarme todo su día domingo, en el lugar que yo dispusiera.<br />2. Me contó parte de su historial, para animarme a contar el mío.<br />3. Fue muy paciente en el principio, después ha sabido conducirme a que cada vez trate de ser más honesto en mi actuar, sentir y pensar.<br />4. Me ha acompañado en mis ani­versarios, infundiéndome fortaleza.<br />5. Ha sabido distanciarse de milo suficiente para que no dependa de él, ne­gándose a veces y presentándome otros compañeros para que también me apadri­nen.<br />6. No asume una actitud paternal y desde las alturas sino que siempre baja a mí nivel, de amigo a amigo, de enfermo a enfermo. A veces hasta sugerencias me pide.<br />7. Me cuenta sus errores y las solu­ciones que encontró.<br />8. En público discretamente disimula ser mi padrino y a veces es él el que cariñosa mente y jugando me llama "pa­drino".<br /><br />Y si no vas a A.A.<br />¡Verás lo que te pasa!<br /><br />9. Siempre habla de su padrino con mucho respeto y usa las experiencias de él para apoyar sus sugerencias.<br />10. Me enseña a irme aceptando sin dolor v a ir buscando, cada vez más, la guía de la literatura aprobada.<br />11. Me advierte de cuando me desvió de las tradiciones, ayudándome a comprenderlas e invitándome a vivirlas.<br />12. Su ejemplo de servicio a A.A. y su vida siguiendo nuestros principios, me estimulan y me dan un ejemplo a seguir.<br />13. Varias veces me ha sugerido la lectura del folleto del apadrinamiento, cuando yo trato de exigir más de él por mi tendencia a la dependencia.<br />14. En los momentos de fracaso y oscuridad, ha estado siempre dispuesto a ayudarme con su mano generosa y sus honradas sugerencias que, algunas veces, sólo son indicaciones para que lea yo algún párrafo de nuestra literatura aproba­da, donde encuentro la luz que busco.<br />Conclusión<br />Considero, aciertos de "los padri­nos" aquellas sugerencias y actitudes, que aún produciéndome rechazo y hostilidad, me conducen hacia aquello que sea lo me­jor que yo pueda alcanzar, dentro de mis particulares limitaciones.<br />Y considero el principal error: el egoísmo; la incapacidad de dar, de darse<br />amorosamente y sin esperar recompensa. Enfermedad que padece al alcohólico que no hace suyos, a través de la vivencia diaria. "Nuestros Tres Legados de A.A."<br /> Aportado por Rosa Zahorski<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br /><br /><a name="38"></a>OPINIÓN<br />En Alcohólicos Anónimos se con­sidera que el asunto primordial ante un alcohólico es saber por qué, cómo, cuándo o cuánto una persona bebe, y cómo esto afecta a la familia, los amigos y el tra­bajo.<br />Por eso antes que nada, el al­cohólico ha de admitir que la be­bida está arruinando su vida, es decir, no sólo su salud, como lo hace el cigarrillo, sino mucho más: su vida, la calidad de ella. El negará esto hasta el final, hasta que desesperadamente busque ayuda. Esa es la razón por la que el alcoholismo es a menudo llamado "la enfermedad de la negación". Negar significa mentirse a uno mismo y a los demás:<br />Una vez que reconozca esto, la consecuencia natural será conectarse con uno mismo, reen­contrarse, recuperar la propia estima. Después seguramente se podrá relacionar libremente con el otro. Pero, en toda esta etapa de recuperación, el amor de la familia y su apoyo serán crucia­les para la salud.<br /> Albahari<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />LEYENDA<a name="39"></a><br /><br />Cuenta una leyenda, que se encontraba un día un alcohólico desesperado cuando se le apareció el demonio y le dijo:<br />- Si verdaderamente quieres dejar de beber, sí ese es tu deseo tienes que hacer una de las cuatro cosas que te voy a proponer:<br />- A lo cual el alcohólico desesperado aceptó.<br />- Entonces el demonio le dijo:<br />Tienes que hacer lo siguiente:<br />a)O beberte una botella de vino<br />b)O violar a una mujer casada<br />c)O matar a un ser humano<br />d)O robar<br />El alcohólico consideró las cuatro proposiciones y vio que dentro de las menos malas estaba la de tomarse una botella de vino, y así se lo hizo saber al demonio.<br />El alcohólico se marchó a un bar y pidió una botella de vino, cuando se estaba bebiendo la botella vio que la mujer del cantinero estaba de muy buen ver así que aprovechando que no estaba el cantinero fue y violó a la mujer, estando violándola llegó el cantinero y el alcohólico tuvo que matarlo, en su huida el alcohólico vio que la caja de la cantina estaba abierta y en su huida cogió todo el dinero y se marchó corriendo.<br />Esta es la leyenda de un alcohólico<br /> Albahari<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />Las reuniones abiertas y cerradas: Hay una diferencia<a name="40"></a><br /><br />¿Cuál es la diferencia entre las reuniones abiertas y cerra­das? ¿De qué se habla en cada una? ¿Hay excepciones que amplían los limites? ¿Puede un drogadicto asistir a las reuniones cerradas de A.A.? ¿Quién hace las reglas? Y, ¿sabe el recién llegado qué diferencia hay entre una y otra?<br />Como dice la Cuarta Tradición, "Cada grupo de A.A. debe ser autónomo excepto en asuntos que afecten a otros grupos o a A.A. considerado como un todo." Así que, como se puede suponer, las reuniones que celebran nuestros mi­llares de grupos tienen cada una su carácter distintivo. No obstante, por lo general, la mayoría de las reuniones - desde las reuniones de -principiantes hasta las de Pasos y de orador-se clasifican en dos categorías, abiertas y cerra­das, como quedan definidas en el folleto "El Grupo de A.A." (pág. 16).<br />Cualquier persona interesada en el programa de A.A. de recuperación del alcoholismo puede asistir a las reuniones abiertas. Las reuniones cerradas son únicamente para los miembros de A.A., o para quienes tengan un problema con la bebida y tengan "el deseo de dejar de beber." Ya sean abiertas o cerradas, las reuniones de los grupos de A.A. son realizadas por miembros de A.A. En las reuniones abier­tas, se puede invitar a los no-A.A a hablar, según determi­ne la conciencia de grupo.<br />A lo largo de los años, han surgido varios malentendidos respecto a lo apropiado de hablar de ciertos temas en las reuniones abiertas. Se consideraba este asunto de tanta importancia que los miembros de la Conferencia de Servi­cios Generales de 1987 seguían discutiendo sobre el tema hasta muy entrada la noche y luego emitieron una declara­ción, disponible gratis a petición de los grupos interesa­dos: "Esta es una reunión abierta de Alcohólicos Anóni­mos. Estamos encantados de que ustedes estén aquí, especialmente los principiantes. Conforme con nuestra unicidad de propósito y nuestra Tercera Tradición, que dice que 'el único requisito para ser miembro de A.A. es querer dejar de beber,' pedimos a todos los participantes que limi­ten sus comentarios a sus problemas con el alcohol."<br />Tradicionalmente, las reuniones abiertas son para cual­quiera que desee asistir. No obstante, la experiencia nos indica que no se debe dejar al azar la elección de los temas de discusión; por el contrario, se sugiere que las reuniones abiertas se realicen según un formato y procedimiento cui­dadosamente preparados con objeto de que la discusión se centre en problemas relacionados con el alcohol. Irónica­mente, parece ser más importante recalcar el propósito pri­mordial de A.A. en la reuniones abiertas que en las cerra­das. Hay que recordar a algunos participantes que están en una reunión abierta de Alcohólicos Anónimos, no en una reunión genérica de un grupo de Doce Pasos.<br />¿Qué pasa si un profesional u otra persona que no es miembro de A.A. se identifica como tal a si mismo en una reunión cerrada de A.A? Hay dos soluciones que han dado resultado: 1) Algunos grupos inmediatamente consultan a la conciencia de grupo y declaran que la reunión es "abier­ta" para que el visitante se pueda quedar y observar una reunión de A.A. (Un miembro comentó que "es probable que el principiante alcohólico no tenga ni idea de que es una reunión abierta o cerrada y, a menos que haya disputa, no se verá perjudicado si se cambia el formato.") 2. Otros grupos, con deseos de proteger el anonimato de los A.A. presentes, llevan aparte al visitante y le recomiendan otras reuniones abiertas de A.A. en la vecindad, o piden a un voluntario que lo lleve a tomar un café y explicarle perso­nalmente cómo funciona el programa.<br />Otra cuestión espinosa: ¿Se permite asistir a las reunio­nes cerradas de A.A. a la gente con otros problemas distintos del alcoholismo, en particular el abuso de las drogas? La Conferencia de 1997 aprobó una definición revisada de la declaración de la Unicidad de Propósito de A.A. que ofre­ce una posible solución: "El alcoholismo y la drogadic­ción se suelen calificar de 'abuso de sustancias químicas' o 'dependencia de sustancias químicas.' Por consiguiente, a veces se introduce a A.A. tanto a los no-alcohólicos como a los alcohólicos y se les recomienda que asistan a las re­uniones de A.A. Cualquier persona puede asistir a las re­uniones abiertas de A.A. Pero únicamente los que tienen un problema con la bebida pueden asistir a las reuniones cerradas o hacerse miembros de A.A. Las personas que tienen otros problemas aparte del alcoholismo se pueden hacer miembros de A.A. solamente si tienen un problema con la bebida."<br />Los A.A. de todas partes del mundo han escrito a la Ofi­cina de Servicios Generales, pidiendo información sobre diversos aspectos de las reuniones abiertas y cerradas y compartiendo sus propias experiencias y opiniones. A con­tinuación aparecen algunos ejemplos, en forma de pregun­tas y respuestas:<br /><br />P ¿Que te parecen los A.A. que hablan en las reuniones sobre su experiencia con las drogas así como con el alcohol?<br />R. Cada vez más gente que llega a A.A. hoy día tiene adicción al alcohol y a las drogas, así que no es de extrañar que hablen en las reuniones sobre su drogadicción. La gente puede hablar francamente en las reuniones cerradas de A.A. y mencionar su drogadicción, pero lo importante es no per­der de vista el hecho de que es una reunión de A.A. Y en nuestras reuniones, al igual que en nuestra literatura, gene­ralmente tratamos de enfocamos en el vinculo que tene­mos en común-nuestro alcoholismo-y no en nuestras diferencias.<br /><br />P ¿Es necesario identificarte como alcohólico en las re­uniones para poder compartir?<br />R. Cuando llegué a A.A. hace muchos años, no había normas rígidas respecto a la forma de presentarse a uno mismo. Me parece que hoy en día si no dices quién eres y lo que eres, alguien te pregunta a gritos, '¿Quién eres tú?' Y para decir verdad, creo que el hecho de que una persona está allí, en la reunión, indica claramente que tiene deseo de dejar de beber. ¿Por qué no dejar que los principiantes sean quienes son, por qué tenemos que forzar a la gente a decir la misma cosa? Siempre me ha parecido que simple­mente estar allí era suficiente. Nunca he oído que haya una norma que diga que tienes que identificarte como alcohó­lico para poder compartir.... No obstante, le corresponde a la conciencia de grupo tomar esta decisión.<br /><br />P ¿Se debe permitir que los niños asistan a las reunio­nes cerradas?<br />R. Muchas personas traen a niños pequeños a las reunio­nes porque si no, no podrían asistir-o bien no se pueden costear -una persona que los cuide o no pueden encontrar una. La decisión le corresponde al grupo. Se suele decidir cada caso según se presente; a veces el grupo crea ciertas directrices a seguir.<br /><br />P Se me enseñó en A.A. (hace 27 años) que todas las reuniones de Pasos y Tradiciones deben ser cerradas. ¿Es cierto?<br />R. -La experiencia compartida de A.A. demuestra que la mayoría de los grupos decide tener sus reuniones de Pasos y Tradiciones cerradas. No obstante, cada grupo es autónomo.<br /><br />P ¿Se permite compartir en las reuniones a las perso­nas que no son miembros de A.A.?<br />R. Sí. Desde los comienzos de A.A.,los grupos han con­tado con las asistencia de gente no-A.A. como participan­tes y oradores en sus reuniones abiertas. De hecho, Bill W. pedía a menudo a los médicos, clérigos, etc. no-A.A. que compartieran en las reuniones. Naturalmente, la decisión de hacerlo le corresponde a la conciencia de grupo. Lo her­moso de la 'autonomía' es que no hay reglas que puedan limitar al grupo su capacidad de llevar el mensaje. Incluso si no estamos de acuerdo con lo que hacen otros grupos, estos tienen el derecho de guiarse por su conciencia de grupo... Al leer la literatura de A.A. encontramos muchas co­sas que parecen ser contradictorias y poco consecuentes;<br />BOX 4-5-9<br /> Aportado por Rosa Zahorski<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS “UNA LUZ EN EL CAMINO”<a name="41"></a><br />Necesitan saber que existe…<br />Nadie sabe situar con certeza el momento en la historia del hombre en que encontró por primera vez la manera de elaborar alcohol en cualquiera de sus formas. Las leyendas que incursionan en los orígenes de la humanidad nos hablan de individuos que, al embriagarse, ocasionaban las burlas de quienes observaban la alteración de su conducta. Desde la más remota antigüedad, la gente intuía la diferencia, entre quienes podían controlar su manera de beber y los que no.<br /><br />La literatura de Alcohólicos Anónimos describe esta diferencia así:<br /><br />Para la mayoría de la gente normal, beber significa jovialidad, grata compañía y una imaginación vivida; quiere decir liberación de los cuidados, del fastidio y las preocupaciones. Es alegre convivencia con los amigos y sentimiento de que la vida es buena. Pero no así, para nosotros, en esos días de beber excesivo… Cuando menos nos toleraba la gente, más nos retirábamos de la sociedad, de la vida misma. Al convertirnos en vasallos del Rey Alcohol, en habitantes de su insano dominio… luego venía el olvido, y el terrible despertar, para enfrentarse a los espantosos CUATRO JINETES: TERROR – FASTIDIO – FRUSTRACIÓN Y DESESPERACIÓN. Los bebedores desgraciados que lean estos párrafos comprenderán.<br /><br />No es difícil imaginar que a cualquier alcohólic@, se le pondría los pelos de punta, si se pusiese a leer las referencias que hay sobre el modo en que algunos pueblos antiguos trataban a los alcohólicos. En unas partes eran apedreados o apaleados, en otras castigados de distintas maneras. Se dice que en la Europa Medieval eran atormentados y hasta quemados vivos aquellos que oían y tenían alucinaciones aduciendo que habían hecho pactos con el demonio; no es difícil imaginar que entre ellos había alcohólicos que por su enfermedad tenían esa clase de delirios. En nuestros tiempos la gente huye de ciertos alcohólicos, de la misma manera que hace siglos se huía de los leprosos.<br /><br />Sin duda alguna, los alcohólicos actuales tenemos un motivo más para estar agradecidos con Nuestro Poder Superior, por habernos concedido la Gracia de vivir en la época presente, en la que se empieza a comprender que el alcohólico no es un ser vicioso, malvado, o que haya hecho pactos de ninguna especie, a no ser por el que ya se haya hecho con su majestad el alcohol.<br /><br />Después de largos siglos de oscuridad en los que nadie supo descifrar el enigma del alcoholismo, Alcohólicos Anónimos llegó con una luz en el camino de la humanidad alcohólica. Para todo aquel Alcohólico Anónimo que vivió el infierno del alcoholismo y que haya logrado salir de él, comprenderá que Alcohólicos Anónimos es la diferencia entre la oscuridad y la luz en sus vidas.<br /><br /><br /><br />Nadie ha podido ilustrar tan dramáticamente la diferencia entre la oscuridad y la luz como lo hizo PLATÓN en una de sus parábolas.<br /><br /><br />Describió intrincadas y profundas cavernas donde unos seres humanos nacían, crecían y morían dentro de la más completa oscuridad. En cierta ocasión uno de ellos se extravió por entre los pasajes subterráneos y después de deambular por mucho tiempo, llegó hasta la superficie de la tierra y ahí descubrió algo que para él era completamente nuevo: LA LUZ. En un principio, los rayos del sol ofuscaban sus ojos, pero como en realidad su vista había sido específicamente creada para la luz, después de cierto tiempo se acostumbró a ella. Durante varios días, estuvo maravillado al contemplar los portentos de la creación, pero después cayó en la reflexión de que no podía ser tan egoísta como para no compartir con sus hermanos aquel asombroso hallazgo. De regreso a las cavernas, narró los prodigios que Dios ha hecho para que el ser humano los pueda ver a través de la luz. Su mensaje rescató a todos de la oscuridad.<br /><br /><br />Lo anterior es muy bello, pero es producto de la imaginación, porque una cosa es imaginarlo y otra es vivirlo. Muchos de nosotros hemos sido protagonistas del terrible drama en que los CUATRO JINETES enumerados por Bill W.: EL TERROR – LA FRUSTRACIÓN – EL FASTIDIO Y LA DESESPERACIÓN, se habían apoderado de nuestras vidas, manteniéndolas en la más completa oscuridad. La mayoría de nosotros nos dimos cuenta de que cuanto más progresaba el alcoholismo, más oscuro se volvía el camino. Es terriblemente doloroso buscar a ciegas la solución al problema alcohólico. También es triste darse cuenta que la oscuridad que nos invade estaba llenando de sombras la vida de los seres más queridos que permanecían a nuestro alrededor.<br /><br />Cuando parecía que no había ninguna esperanza, de pronto llegó A.A. para iluminar el camino. Todos y cada uno de nosotros tenemos una historia que contar respecto a como el Programa de A.A. cambió nuestras vidas. Bill W. lo describe así: “…Súbitamente el cuarto se iluminó con una gran luz blanca. Sentí que estaba en una montaña y que el viento, compuesto no de aire sino de espíritu, estaba soplando. Y entonces inesperadamente, supe que era un hombre libre…”. El libro Llegamos a creer de la literatura de A.A., está compuesto de 76 experiencias espirituales, donde otros tantos alcohólicos nos describen cómo iluminó A.A. el camino de sus vidas. El axioma “Poco a poco se va lejos”, nos ayuda a comprender que muchos de nosotros recibimos la luz de forma pausada, y no necesariamente de la misma forma, tan intensa y repentina, como lo experimentó Bill W.<br /><br />Ahora bien, ¿qué hay de aquellos que permanecen en la oscuridad del alcoholismo?. Ellos están en las mismas condiciones en las que estaban los del ejemplo de las cavernas y llevaban muchos años en la oscuridad. Ellos necesitan saber que existe un lugar donde pueden encontrar la luz que necesitan para iluminar su existencia. Nosotros los que estamos en A.A. tenemos que llevar la luz de A.A. a donde quiera que ellos se encuentren, ya sea que estén en un hospital, una prisión o en el mundo libre. No nos debe amedrentar la distancia y debemos llevar la luz de nuestro mensaje, tanto a la gran ciudad como a la pequeña, tenemos que llegar al lugar más remoto, ya sea en la serranía, el desierto o el mar.<br /><br />Necesitamos crear sistemas para llevar el mensaje de A.A. a los alcohólicos invidentes, sordomudos a todos aquellos a quienes no le hemos dedicado nuestro mejor esfuerzo. Existe algo que nos hace posible trasponer cualquier barrera que se interponga en nuestro afán de extender la mano portadora del mensaje de A.A. y ese algo es EL SERVICIO.<br /><br />En A.A. las cosas suceden como dice un letrero que existe en uno de los grupos de A.A. “Las almas son como las velas, se encienden las unas a las otras”. Si tenemos el don por la gracia de nuestro Poder Superior de transmitir el mensaje de A.A. desgraciadamente también tenemos, como seres humanos que somos, un lado negativo que puede originar borrascas internas más peligrosas que las que causa el alcohol y esas son el resentimiento, el prestigio, el poder, el afán de sobresalir de los demás y todos esos defectos de carácter que afectan la UNIDAD.<br /><br />El alcohol no puede apagar todas las luces juntas, pero si puede apagar una por una aquellas luces que se salgan del conjunto.<br /><br />Si todos y cada uno de nosotros deseamos que el lema “A.A. una luz en el camino” siga siendo una hermosa realidad para los que formamos parte de la Asociación y los que están por llegar, debemos llevar a la práctica el mensaje de A.A. y que Bill W. escribiera en 1970 y que parece ser lo estuviera diciendo en estos momentos:<br /><br />Debemos hacer esto para el futuro de A.A.: colocar en primer lugar nuestro bienestar común para mantener nuestra Asociación Unida, porque de la Unidad de A.A. depende nuestras vidas y las vidas de todos los que vendrán.<br /><br />Albahari<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />¿Cómo responde A.A. a las rupturas de anonimato?<a name="42"></a><br /><br />Una famosa estrella de cine habla con entusiasmo en TV sobre "la nueva vida que he encontrado en A.A”. Un político local a quien le pillan con las manos en los cofres municipales dice en el periódico metropolitano que "el al­cohol y las drogas casi acabaron conmigo, pero ahora voy a las reuniones de A.A”. O un escritor extravagante da los detalles de su "curación en A.A." y dice que publica esta historia para "ayudar a otros como yo." Seis meses más tarde, aparece en la prensa la historia de su "recaída".<br /><br />¿Qué hace la Comunidad con respecto a estas rupturas de anonimato y otros centenares de ellas que ocurren anual­mente? Como se puede leer en la correspondencia que en­vían a la Oficina de Servicios Generales, los miembros de A.A. han expresado su constante inquietud acerca de tales rupturas de la Tradición de Anonimato, a la que el co-fun­dador Bill W. llamaba "la clave de nuestra supervivencia espiritual".<br /><br />Todos los años, el Comité de Información Pública de los custodios envía una carta a las emisoras nacionales de ra­dio y TV, agencias de noticias y periódicos diarios y semanarios. Se envía esta carta a publicaciones en español, fran­cés e inglés, y también a las publicaciones destinadas a las minorías. En muchas áreas, los comités locales de I.P reimprimen el mensaje y lo envían también a los medios de comunicación locales.<br /><br />Con el título de "Anonimato," la carta dice que: "El ano­nimato es la base espiritual de nuestra Comunidad y ofrece a nuestros miembros la seguridad de que su recuperación será un asunto confidencial. A menudo, el alcohólico acti­vo evita cualquier fuente de ayuda que pudiera revelar su identidad.<br />"Les rogamos que nos sigan ayudando," la carta dice, "presentando a los miembros de A.A. sólo por su nombre de pila y sin utilizar fotos en las que se pueda reconocer al miembro."<br />El memorandum concluye con las palabras: "En todas partes del mundo, los reportajes favorables de los medios de comunicación han sido una de las formas principales de atraer a los alcohólicos a nuestra Comunidad. Ustedes han contribuido a hacer esto posible, y por esta razón les esta­mos muy agradecidos".<br /><br />Cuando ocurre una ruptura de anonimato específica, los miembros de A.A. suelen pedir que la G.S.O. escriba una carta a la publicación o a la emisora implicada. Pero ya hace tiempo que el consenso de la Junta de Servicios Ge­nerales de A.A. y la Conferencia de Servicios Generales de A.A. es que la responsabilidad de proteger nuestras Tradi­ciones a nivel público recae en los miembros individuales de AA.<br /><br />El despacho de I.P envía una carta al delegado del área en que vive el miembro de A.A. que ha roto su anonimato. Por ejemplo, en el caso de una ruptura en la prensa, el delegado recibe una copia del artículo en cuestión, junto con la sugerencia de que él o ella envíe una carta a la per­sona con un amable recordatorio de nuestra Tradición de Anonimato. La G.S.O. escribe la carta sólo si el delegado así lo solicita.<br /><br />En esta era de periodismo sensacionalista, los comités de I.P. han logrado mantener a A.A. apartada de las contro­versias públicas. Debido a que A.A. ha devuelto sus vidas a muchos alcohólicos que sufren, algunos miembros po­nen en duda nuestra adhesión al anonimato. Además, debi­do a que la prensa o los medios de comunicación electróni­cos se pueden utilizar para alcanzar y educar a mucha gente directamente y con gran impacto, se preguntan si tal vez nuestra Tradición de Anonimato nos pone fuera de contac­to con la realidad y así nos impide conectar con el alcohó­lico que sufre.<br />Sin embargo, muchos otros, que aceptan la sabiduría de nuestras Tradiciones, indican que en A.A. lo primero es la recuperación personal; y que, para cada miembro de A.A., la Tradición de Anonimato está concebida para mantener nuestros egos desinflados, darnos una forma de atenuar nuestro impulso por lograr el poder y el prestigio - en po­cas palabras, para mantenernos sobrios. Dicen además que, a pesar de nuestro anonimato - o tal vez debido a ello - más de dos millones de alcohólicos han podido encontrar la Comunidad, y muchos más que vendrán.<br />Albahari<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />ESTE GOZO COMPAÑERO A.A.<a name="43"></a><br />Aportado por Rosa Zahorsky<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />Las heridas sanan<a name="44"></a><br />El tiempo tiene una forma maravillosa de borrar los malos sentimientos y dejarnos con los Buenos. Nuestros recuerdos son selectivos, y afortunadamente, los Buenos parecen tener más poder para permanecer. Cualquier cosa que haya sido real y significativa para nosotros tiende a permanecer – el resto gradualmente se desvanece. Podemos ayudar a este proceso de la memoria dejando gradualmente ir a los pensamientos y sentimientos que molestan nuestra serenidad.<br />Podrías imaginarte a ti mismo haciendo un paquete con tus decepciones, tu hostilidad, algunos sentimientos lastimosos o cualquier cosa que esté deteniendo tu espíritu. Envuelve el paquete muy bien y flétalo a un Poder Superior. Despáchalo por aire,<br />El negarnos a instalarnos en nuestras heridas les permite sanar más rápido. En nuestro programa no hay lugar para la auto conmiseración. La gratitud por toda la Buena fortuna que surge en nuestro camino nos mantiene saludables.<br />Recordar que los que lastima hoy pasará con el tiempo. Puedo apurar su partida negándome a sentir auto conmiseración.<br />Aportado por Rosa Zahorsky<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br /><a name="45"></a>TRASMITELO."*********** "...NUNCA OLVIDARE LA PRIMERA VEZ QUE ME ENCONTRE CON BILL WILSON.YO LLEVABA SIN BEBER UN PAR DE MESES Y ESTABA TAN ENTUSIASMADO,TAN EMOCIONADO DE CONOCER PERSONALMENTE AL COFUNDADOR, QUE LE LANCE UN TORRENTE DE PALABRAS, EXPRESANDOLE LO DE MI SOBRIEDADY LO QUE SIGNIFICABA PARA MI, ASI CON MI IMPERECEDERA GRATITUDPORQUE HABIA INICIADO A.A.CUANDO TERMINE DE HABLAR, EL TOMO MI MANO EN LA SUYA Y SIMPLEMENTEDIJO: "TRASMITELO."***********<br />Aportado por Jaime Fernandez<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />Oración de San Francisco de Asís<a name="46"></a><br /><br />Dios hazme instrumento de tu paz<br />Dentro del grupo y en el diario vivir.<br />Para aquellos de nosotros que hasta ahora solo hemos conocido la excitación depresión ansiedad (en otras palabras todos nosotros) esta luz recién encontrada resulta un don inapreciable.<br /> Reflexión 211.<br /><br />Donde haya odio: siembre amor<br />Dentro del grupo y en el diario vivir.<br />Cuando alguien llega odiando al prójimo o a sí mismo nosotros sugerimos: «Si deseas vivir feliz debes liberarte del odio».<br />Este oculta la luz de la razón v la verdad. No hacer el inventario al prójimo: haz el tuyo da comprensión y comunícate con amor.<br /><br />Donde haya injuria: perdón<br />Dentro del grupo y en el diario vivir vemos que los que así actúan solo son personas más enfermas que el resto de nosotros.<br />Ellos nos llevan a cultivar el perdón, paciencia, tolerancia v humildad.<br />Como lo Ve Bill - Pag. 28.<br /><br />Donde haya discordia: armonía<br />En el grupo y en el diario vivir.<br />Haremos todos los sacrificios personales necesarios para asegurar la armonía y unidad de A.A. Reflexiones Pág. 217.<br /><br />Donde haya error: verdad<br />En el grupo y en el diario vivir.<br />Sigamos nuestra búsqueda del autoengaño ya sea grande o pequeño.<br />Nosotros entendemos como la verdad nos libera. Lo Mejor de Bill Pag. 37<br /><br />Donde haya duda: Fe<br />En el grupo y en el diario vivir.<br />La frase «Dios tal como lo entendemos» - es quizás la expresión más importante que podemos hallar en todo nuestro vocabulario de A.A.<br />Dentro de la extensión de estas cinco significativas palabras puede estar incluida cualquier clase y grado de Fe.<br />Junto con la positiva seguridad de que cada uno de nosotros puede escoger la propia.<br />Lo Mejor de Bill Pág. 3<br /> <br />Donde haya desesperación: esperanza<br />Dentro del grupo y en el diario vivir.<br />Una vez que hemos metido la llave de la buena voluntad en la cerradura y tenemos la puerta entreabierta nos damos cuenta que siempre podemos abrirla un poco más. Tercer Paso Pág. 33<br /><br />Donde haya tinieblas: luz<br />Dentro del grupo y en el diario vivir.<br />Para todos estos incrédulos ha llegado el gran descubrimiento que tan pronto como ellos pudieron moldear su dependencia principal de un Poder Superior aún de sus propios grupo de A. A. quitaron el obstáculo que les impedía ver el amplio camino que había ante su vista. Lo Mejor de Bíll Pág. 4<br /><br />Donde haya tristeza: alegría<br />Dentro del grupo y en el diario vivir.<br />No ha habido una satisfacción más honda ni una alegría más grande que las proporcionadas por un Paso Doce bien hecho. Como lo ve Bill Nº 25.<br /><br />Dios, que no busque yo tanto ser consolado como consolar<br />En el grupo y en el diario vivir.<br />El miembro más recién llegado. Cuando se esfuerza por ayudar a su hermano alcohólico que anda más ciego que el encuentra recompensas inimaginables.<br />Esta es la verdad, la dadiva que no exige nada a cambio. 12 Paso Pág. 107.<br /><br />Ser comprendido, como comprender<br />En el grupo y en el diario vivir.<br />La comprensión es la clave de los principios y actitudes genuinas y la acción correcta. Es la clave de la debida manera de vivir. Décimo segundo Paso.<br />Ser amado, como amar<br />En el grupo y en el diario vivir.<br />En la cortesía, la bondad, la justicia y el amor, se encuentra la clave para establecer una relación armoniosa con cualquier persona. Décimo Paso Pág. 91.<br />Perdonando se me perdona<br />En el grupo y en el diario vivir.<br />Si estamos por pedir perdón para nosotros mismos. ¿Por qué no empezamos perdonando a todos y al morir despertamos a la vida eterna?<br /> Octavo Paso Pág. 76<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />CONECTADOS EXPIRITUALMENTE<a name="47"></a><br />Tenemos días en que experimentamos las pequeñas coincidencias en la vida – se rompe nuestro auto y nos encontramos con un viejo amigo en la estación de servicio; estamos pensando en alguien más y ella llama simplemente porque se acordó de nosotros; nos hacemos una pregunta y la respuesta aparece en el costado de un colectivo o sale de la boca de un extraño en la parada del colectivo. Estos eventos portentosos generalmente nos dejan al menos un poco asombrados.<br />Cuantos más portentos tenemos en nuestras vidas, más conectados estamos espiritualmente. Nos convertimos, atentos, concientes y distintos. Estamos obteniendo respuestas a nuestras preguntas y encontrando a la gente que necesitamos en los momentos justos. No lo podríamos haber planeado mejor. No lo podríamos haber planeado nosotros.<br />Los portentos son una señal de que estamos dejando que el universo organice los eventos que llevan a preguntas respondidas y sueños cumplidos. La vida se vuelve un proceso de descifrado de un misterio<br />Hoy reconoceré los portentos en los eventos del día.<br />Aportado por Rosa Zahorsky<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />Practicando la serenidad<a name="48"></a>A menudo nos exigimos a apurarnos cuando no hay una buena razón para ello. En tales momentos, lo que realmente hacemos es crear una ansiedad y tensión innecesarias.El eslogan "Hacelo fácil" es nuestra respuesta a dichos llamados por apurarse. El eslogan sugiere simplemente que nos movamos al ritmos de la vida y que "vayamos con la corriente."No es el apurarse pero el esfuerzo sostenido lo que trae logros. Hemos tenido demasiado apuro e impaciencia - lo que realmente necesitamos es un esfuerzo confiado y persistente en la dirección correcta. Deberiamos recordarnos esto especialmente cuando vemos gente ansiosa e impaciente acelerando en el tráfico solo para ser forzados a frenar en el semáforo, arriesgando sus vidas y límites para ahorrar unos pocos segundos. Un paso bien sostenido es lo que necesitamos y ganaremos el juego.Estaré activo hoy, pero no hiperactivo. -buscaré ritmo y eficiencia en todo lo que haga<br />Aportado por Rosa Zahorsky<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />Doce ideas que funcionan - 50 años de vivir las Tradiciones<a name="49"></a><br /><br />La adopción de las Doce Tradiciones de A.A. en la Conven­ción Internacional celebrada en Cleveland en 1950 fue la culminación de 15 años de pruebas y tanteos, durante los cuales los grupos y los miembros iban buscando guías que les indicaran el camino seguro hacia un futuro incierto. A diferencia de los Doce Pasos, que fueron forjados a partir de principios espirituales antiguos y universales, las Tradi­ciones surgieron de la experiencia, y se adaptan de forma única y precisa a las necesidades de los borrachos sobrios. Concebidas en medio de temores, ansia de poder y con­troversia, son milagrosamente una fuerza unificadora ex­traordinariamente efectiva. Cincuenta años después de su adopción estas doce asombrosas ideas, aunque a menudo mal entendidas y poco apreciadas, siguen sirviéndonos como las seguras bases de la vida actual de A.A. y su salud futura.<br />Cómo éramos: Los miembros de los años 30 y 40 eran un pequeño grupo de borrachos recién y entusiasmadamente sobrios. Estaban rebosantes de ardor para llevar el mensaje transformador de vidas que habían encontrado y al mismo tiempo llenos de temor de que, alguna forma, se les escapara de las manos.<br />La pequeña Sede de Nueva York (ahora la Oficina de Servicios Generales) hacía todo lo posible para contestar las numerosas cartas generadas por los artículos en la revista Liberty y en el Saturday Evening Post. “Este repentino crecimiento," escribió Bill W en A.A. llega a su mayoría de edad, "fue el preludio de un período de terrible incertidumbre. Empezó la prueba más seria de la unidad de A.A. Estábamos funcionando solo por medio de con­tactos pasajeros, viajeros que iban de un sitio a otro, cartas de la oficina, un folleto y un libro. ¿Sería posible, con esta base tan tenue, formar grupos que pudieran trabajar jun­tos Y mantenerse unidos? Simplemente no lo sabíamos.... Habíamos tenido un anticipo amenazador de los proble­mas de los grupos que estaban surgiendo por todas partes; disputas sobre el liderazgo, el dinero, requisitos para ser miembros, clubs, abuso del nombre de A.A., los por­dioseros e incluso los amoríos. A medida que los alcohóli­cos de la cosecha del Saturday Evening Post se esforzaban por establecerse en centenares de grupos nuevos, los es­pectros de la desunión y el colapso iban cobrando propor­ciones atemorizantes."<br />Con el tiempo, de una multitud de pruebas casi desas­trosas, surgieron unos principios basados en la experien­cia práctica que en conjunto salvaron al nuevo movimien­to de sus defectos de carácter particulares y colectivos. Por ejemplo, en 1940 se hizo evidente la necesidad de ser automantenidos, cuando la organización Rockefeller celebró una cena para A.A. a la que fueron invitados varios neoyorquinos prominentes y adinerados. Los A.A., con espe­ranzas de recoger grandes donativos y establecer una ca­dena de hospitales y centros de rehabilitación, escucharon con gran desilusión a Nelson Rockefeller anunciar que “la fuerza de A.A. radica en el hecho de que un miembro lleva la buena nueva a otro, sin pensar en ninguna ganan­cia económica o recompensa. Por lo tanto, creemos que Alcohólicos Anónimos debe ser automantenido en lo que se refiere al dinero. Sólo necesita nuestra buena voluntad." Gracias a nuestro buen amigo no alcohólico, la Séptima Tradición (junto con la Sexta, no afiliación a empresas aje­nas) tuvo un buen comienzo.<br />La idea de tener un solo requisito para ser miembro, querer dejar de beber; tuvo sus raíces en el temor de que “una persona no apropiada" pudiera hacer daño irreparable a A.A. En una ocasión, la oficina de Nueva York pidió a los grupos que le enviaran los requisitos que tenían para ser miembro y Bill nos dice: “Si todos los reglamentos hu­bieran estado en vigor en todas partes, le habría sido prácticamente imposible a cualquier alcohólico hacerse miem­bro de Alcohólicos Anónimos."<br />Nuestra “base espiritual", el anonimato, tal vez era la más difícil de lograr; porque era fácil "justificar" las rup­turas de anonimato. Algunos de los miembros pioneros (incluyendo a Bill W) anunciación públicamente que eran miembros de A.A. y durante un tiempo esto parecía ser una buena idea. "Iba aumentando la comprensión del pú­blico acerca del alcoholismo e iba disminuyendo el estig­ma que se había puesto al borracho; y empezaron a llegar nuevos miembros a A.A.," dijo Bill en un articulo publicado en el número de enero de 1955 del Grapevine. "Con toda seguridad, no podía haber nada de malo en ello.<br />"Pero sí lo había. Por tener estas ventajas a corto plazo, nos estábamos exponiendo a futuros riesgos de proporciones alarmantes y amenazadoras.<br />"Los viejos archivos de la Sede de A.A. contienen doce­nas de experiencias de rupturas de anonimato parecidas. La mayoría de ellas nos enseñan las mismas lecciones. Nos enseñan que nosotros los alcohólicos somos los racionali­zadores más grandes del mundo; que, fortalecidos por el pretexto de hacer buenas cosas para A.A., con romper nuestro anonimato, podemos reanudar nuestra vieja bús­queda desastrosa del poder y del prestigio personales, del honor público y del dinero: los mismo impulsos implacables que antes, al ser frustrados, nos hicieron beber."<br />Lo que sucedió: En una carta fechada el 14 de abril de 1958, Bill escribió a un miembro de A.A. de nombre de Dewey: "...la idea de las Tradiciones surgió y fue crecien­do. En los primeros días, la oficina se vio inundada con los problemas de los grupos, millones de problemas. Nuestro personal escaso tenía que contestar a tantas cartas que nos vimos forzados a codificar las respuestas. La idea original, creo, era enviar una carta circular con una nota personal adjunta. Así que en 1945... redacté un borrador que se reducía a la antigua 'forma larga' de las Doce Tradiciones. Según las iba revisando, podía ver que podrían tener im­plicaciones, de hecho grandes implicaciones. en toda nues­tra Sociedad. Así que en ese mismo momento les puse el nombre de Tradiciones para acelerar este efecto.<br />“Aunque muchos contribuían a la formulación de las Tradiciones, creo que yo era quien las escribí. Más tarde, Earl T., de Chicago, sugirió que la forma larga se redujera a un tamaño parecido al de los Doce Pasos, El y yo trabaja­mos juntos dos o tres días en este proyecto en Bedford Hills. Me parecía que el texto era demasiado breve y más tarde lo alargué hasta convertirlo en lo que tene­mos ahora."<br />Bill se esforzaba por convencer a la Comunidad de acep­tar las Tradiciones. Con el fin de comunicar sus ideas a los grupos que estaban muy esparcidos por el país, redactó y publicó en el número de abril de 1948 del Grapevine "Los Doce Puntos para asegurar nuestro futuro," y, en artículos posteriores publicados durante los años 40, Bill explicó sus ideas. Hablaba acerca de las Tradiciones a todo aquel que le escuchara y a unos cuantos que no querían escucharle. Searcy W, de Texas, se acuerda de una visita que Bill hizo a Lubbock en 1948 para reunirse con algunos A.A. que estaban experimentando problemas en su grupo. "Bill sacó del bolsillo de la chaqueta algunas notas escritas a mano y me dijo, 'quiero que leas estas notas y que me des tu opi­nión al respecto: Las leí cuidadosamente y le miré y le dije, 'Bueno, Bill, no necesitamos esto aquí. Todos nos tene­mos mucho cariño. ¡Ay cuanto nos queremos." Pero éstas eran las Doce Tradiciones lo que salvó a Alcohólicos Anónimos pero yo no lo sabia en aquel entonces."<br />En A.A. llega a su mayoría de edad, Bill se burlaba de sí mismo, diciéndonos que cuando los miembros le escri­bían para invitarle a hablar solían decir cosas como: "Cuén­tanos dónde solías esconder tus botellas y todo lo de tu grande y luminosa experiencia espiritual. Pero por amor de Dios no nos hables más acerca de esas malditas Tradiciones.<br />No obstante, Bill preservó. 'Al comienzo, casi nadie aprobaba las Tradiciones," dijo en la mencionada carta a Dewey en 1958. "Pero con el paso de tiempo, llegaron a ser de gran valor para resolver los problemas de los gru­pos. En 1950, cuando celebramos la Convención Interna­cional de Cleveland, la aceptación era tan general que pe­dimos a la Convención, una muestra muy representativa de la Comunidad, que las aprobara, y lo hizo."<br />Cómo somos ahora: En varios aspectos, los miembros de A.A. no han cambiado mucho desde la década de los cuarenta. Muchos de nosotros todavía no queremos hablar de las Tradiciones y es bien sabido que se puede lograr la evacuación total y rápida de cualquier salón de grupo al anunciar que se va a efectuar una reunión de Tradiciones. Ya sea que nos demos cuenta o no, introducimos las Tradiciones a los principiantes mucho antes que los Pasos. Tales conceptos como impotencia, un poder su­perior, el inventario moral y hacer reparaciones pueden aterrorizar a un borracho tembloroso en sus primeros días. Pero en la primera reunión les estrechamos la mano y les decimos, "si quieren dejar de beber; son bienvenidos, sin importa" quiénes sean o lo que hayan hecho" (el único requisito para ser miembro es querer dejar de beber). Les damos nuestros números de teléfono y ejemplares de nuestra literatura y les contamos nuestras experiencias de lo que nos ayudaba más al comienzo (nuestro objetivo primordial es llevar el mensaje). Tranquilizamos a los borra­chos asustados asegurándoles que nunca revelaremos sus secretos ni el hecho de que son miembros de A.A. (anonimato). Les ofrecemos un refugio, donde lo único que im­porta es la sobriedad y no se ponen condiciones (no tener opiniones acerca de asuntos ajenos, el automantenimiento, no afiliarnos a empresas ajenas).<br />En el año 2000, A.A. es una Comunidad mundial, bien conocida y respetada, con más de dos millones de miem­bros en 150 países, y es modelo de otras muchas comuni­dades parecidas. Y nuestra salud y nuestra prosperidad son consecuencias de vivir conforme con las 'tradicio­nes. En el número de enero de 1955 del Grapevine, Bill lo resumió elocuentemente: "Con nuestras Doce Tradi­ciones, nos hemos opuesto a casi toda tendencia del mundo exterior,<br />"Hemos renunciado a un gobierno personal, al profe­sionalismo y al derecho de decidir quiénes pueden ser nuestros miembros. Hemos renunciado al bienhechoris­mo, a la reforma y al paternalismo. Nos negamos a aceptar contribuciones caritativas, prefiriendo pagarlo todo nosotros. Estamos dispuestos a cooperar con casi todo el mundo, pero no casamos nuestra Comunidad con nadie. Nos mantenemos alejados de las polémicas públicas y rehusamos luchar entre nosotros mismos por aquellas cosas que desgarran la sociedad: la religión, la política y la refor­ma. Tenemos un solo objetivo: el de llevar el mensaje de A.A. al alcohólico enfermo que lo desee.<br />“Adoptamos estas actitudes no porque pretendemos te­ner una virtud o sabiduría especiales; hacemos estas cosas porque la dura experiencia nos ha convencido de que te­nemos que hacerlas - si A.A. va a sobrevivir en el afligido mundo moderno. Renunciamos a nuestros derechos y hacemos sacrificios también porque lo debemos y, mejor aun, lo queremos hacer. A.A. es un poder superior a todos nosotros; tiene que sobrevivir o, si no, inconta­bles miles de nuestros compañeros de fatigas induda­blemente morirán."<br />Box 459 – Vol. 33 N° 4 – Agosto Setiembre 2000<br />Aportado por Rosa Zahorsky<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />ALCOHOL Y SOCIEDAD<a name="50"></a><br />Estimado/a orientador/a,<br /><br />Nos dirigimos a usted para presentarle la oferta educativa de la Fundación Alcohol y Sociedad, entidad sin ánimo de lucro cuyo objetivo principal es luchar contra el consumo de alcohol en colectivos de riesgo, especialmente conductores y menores de edad. Dentro de este ámbito, menores de edad, queremos proponerle de cara al próximo curso académico 2006-2007, una gran oferta educativa, dirigida a los alumnos, personal docente de los centros escolares y a las familias del alumnado.<br /><br />Los objetivos principales consisten en reducir el número de adolescentes que beben alcohol, retrasar la edad de inicio en el consumo y reducir la cantidad que consumen aquellos adolescentes que ya beben. Asimismo, también se trata de ofrecer información científica y veraz a todos los colectivos implicados, además de aportar herramientas suficientes para facilitar la toma de decisiones.<br /><br />La familia, la escuela y los amigos configuran el espacio cotidiano en el que se interrelacionan los adolescentes, jugando cada uno de los agentes una función propia, no delegable ni sustituible. Por ello la oferta educativa que le ofrecemos trabaja en estos tres ámbitos de actuación, mediante los distintos programas:<br />:<br /><br />Dirigido a alumnos de entre 12 y 18 años (Enseñanza Secundaria, Bachillerato y Módulos<br /><br />Profesionales), .<br /><br />Para ello nos planteamos como objetivos, reducir el número de adolescentes que consumen alcohol, retrasar la edad de inicio en el consumo y reducir el consumo de aquellos adolescentes que ya beben.<br /><br />Se trata de un programa gratuito y voluntario, que lleva en marcha obteniendo excelentes resultados, desde el curso académico 2001-2002 y que cuenta con el respaldo y apoyo de la Universidad de Barcelona, a través de la Fundación Bosch i Gimpera, dando su aprobación en la creación de las técnicas y materiales empleados.<br /><br />El Programa Pedagógico Adolescencia y Alcohol consiste en dos sesiones impartidas por monitores de nuestra organización debidamente preparados y formados, aplicadas de una manera teórica y práctica, resultando ameno para los alumnos/as. En ellas se tratan los siguientes temas:<br /><br />Oferta educativa<br />Programa<br />Pedagógico<br />Adolescencia y<br />Alcohol<br />Programa<br />Pedagógico Las<br />Caras del Alcohol<br />Charla y Escuela de padres<br /><br />· Aspectos técnicos del alcohol (abstinencia, tolerancia, intoxicación, etc.).<br /><br />· Resolución de dudas y toma de decisiones relacionados con la adolescencia y el consumo de bebidas con contenido alcohólico.<br /><br />Para aquellos alumnos que han recibido este programa en cursos escolares previos, el será impartido, por uno de nuestros monitores, en una sola sesión en la que se repasarán los aspectos más importantes que se trataron en cursos anteriores.<br /><br />Para el desarrollo de este programa contamos con un importante material educativo de soporte (Guía para el alumnado, Guía para el profesorado y Guía para las familias), del que puede encontrar una muestra en nuestra página<br /><br />web: www.alcoholysociedad.org<br />:<br /><br />Dirigido a alumnos de entre 12 a 16 años (1º y 2º ciclo de la ESO), tiene por objetivos convertirse en un punto de referencia de formación e información para alumnado, familias y profesorado, así como retrasar la edad de inicio, reducir el número de menores consumidores y reducir el abuso en su ingesta entre los que beben.<br /><br />El programa está especialmente recomendado para aquellos alumnos/as que durante pasados cursos escolares recibieron nuestro Programa Pedagógico ‘Adolescencia y Alcohol’.<br /><br />Se estructura bajo una herramienta única y novedosa, la Web<br /><br />www.lascarasdelalcohol.com.es<br /><br />Creada a nivel europeo, para luego ser adaptada a cada país, en la primavera del 2005 por iniciativa de la organización European Forum for Responsable Drinking en colaboración con The European Association of Communications Agencies y con el apoyo de la Asociación Europea de Profesores (EACA) y Oficina Organizativa de Sindicatos de Estudiantes de Centros Escolares Europeos (OBESSU) y la Confederación de Organizaciones de Familias de la Unión Europea (COFACE)<br /><br />La web es un importante recurso dirigido al profesorado, padres/madres y alumnos/as con contenidos específicos referidos a cada público objetivo. Así, dentro de cada área se incluye ejercicios teórico-prácticos, información y juegos destinados a mejorar el conocimiento sobre el alcohol y sus riesgos, así como, para el desarrollo de habilidades que permitan a los alumnos afrontar de forma adecuada situaciones de posibles consumos.<br /><br />Esta web aplicada por el propio profesorado del centro a través de la realización de los ejercicios y actividades, se convierte en. Para ello, un monitor de la fundación ofrecerá una charla informativa en el centro para todos aquellos profesores que decidan aplicar este programa en sus aulas. Durante esta charla se presentará la web, se explicará su funcionamiento y su aplicación, por medio de los ejercicios que contiene.<br /><br />A partir de este momento, el profesor se encargará de realizar las actividades en su aula, siendo él/ella quién establezca los plazos en los que realizar con el alumnado los ejercicios que podrá encontrar en la web. La realización de algunos de los ejercicios, así como la aplicación correcta del programa, requerirá que los alumnos tengan acceso a navegar por Internet durante al menos media hora.<br /><br />Como apoyo durante el desarrollo del programa, la fundación ofrecerá un guión para el profesorado, así como el contacto con un monitor de referencia y un correo electrónico para consultas.<br /><br />Al finalizar del programa, el profesorado entregará a la fundación un breve cuestionario resumiendo su valoración del programa, lo que nos permitirá realizar un seguimiento de la intervención.<br /><br />Para información adicional pueden visitar directamente la web de referencia. Para acceder a la sección de profesores se deberá introducir una clave: .<br /><br />La Charla consiste en una sesión única, impartida por un monitor de nuestra fundación y la Escuela consiste en tres sesiones. De este modo, pretendemos ofrecer a los padres y madres herramientas para el abordaje de situaciones cotidianas relacionadas con la educación de sus hijos/as, así como una información rigurosa sobre el alcohol y la adolescencia, facilitando la comunicación en las familias. Las sesiones están estructuradas de un modo teórico-práctico, serán impartidas por monitores de la Fundación Alcohol y Sociedad debidamente preparados y formados abordando los siguientes temas:<br />- La adolescencia: ¿Cómo son los adolescentes?, ¿Cuándo y por qué empiezan a<br />beber?, ¿Por qué, qué, cuánto y cómo beben?<br /><br />- Familia y Adolescencia<br />- Notas breves sobre el alcohol<br />- Dudas y preguntas<br /><br />Le proponemos de este modo una gran oferta educativa, donde cada una de las actividades puede realizarse independientemente de la otra, según sean las necesidades de su centro. En función de todos los agentes implicados, el centro será quien decida qué actividades realizar, el número de alumnos, profesores, cursos y grupos que recibirá cada programa.<br /><br /><br /><br /><br /><br />LA VIVIENDA DE LOS WILSON<br />En la primavera de 1941, los Wilson se trasladaron a su casa. Después de 23 años de matrimonio, Lois y Bill finalmente tenían una casa de su propiedad. Los Wilson vivieron en la casa el resto de sus vidas. Bill estuvo casi 30 años hasta que falleció en enero de 1.971 a la edad de 75. Lois vivió 17 años más<br />martínpescador de Ceuta<br /><br /><br />indice<br /><br /><br /><br /><br />EL SINDROME ALCOHÓLICO FETAL<br /><br />Las investigaciones llevadas a cabo en los años 70, sobre los efectos del alcohol en las embarazadas, han llegado a la identificación de la presencia del llamado “SINDROME ALCOHÓLICO FETAL”. Como resultado de un fuerte consumo de alcohol durante el embarazo, este Síndrome afecta entre 1/300 1/2000 niños. Se caracteriza por el retraso en el crecimiento, tanto antes como después del nacimiento, anomalías neurológicas, retraso mental y un largo etc. La responsabilidad que adquiere una mujer embarazada al consumir alcohol se ve incrementada cuando la condición alcohólica de la mujer es muy avanzada.<br />Aunque existen indicios de que los padres alcohólicos desempeñan algún tipo de papel en estas anomalías fetales, no está muy claro y se encuentra en fase de estudio el efecto alcohol en el esperma o en la transmisión genética, pero se cree que los hijos de padres alcohólicos tienen mayor riesgo de desarrollar anomalías.<br />Están en fase de estudios que la ingestión excesiva de alcohol durante la lactancia incide en las reacciones del cerebro del bebé y en consecuencia pueden emborracharle. Aunque los médicos no consideran que una ingestión moderada sea dañina para la lactancia.<br />El Dc. Roger J. Williams de Texas, mantiene que entre los caracteres hereditarios del ser humano se encuentra el alcoholismo.<br /><br />martínpescador de Ceuta<br />indice<br /><br /><br /><br /><br />ALCOHOL VERDE<br /><br /><br />El charamila “alcohol verde” es un alcohol de quemar rebajado, es bebido por los alcohólicos ya desahuciados y a los que se les suele llamar charamileros.<br /><br />Los escritores guatemaltecos les han llamado “el infierno verde”, los que llegan a este mundo del “infierno verde” casi seguro que no salen con vida, son desahuciados.<br /><br />Son seres despreciados por todo el mundo, se les insulta y se les apedrea, se les niega el agua. Sus familias se niegan a admitir que son parientes, no se les recibe en los hospitales. Sus figuras desgreñadas, sucias, barbudos y peludos con ojos sanguinolentos, piel escamosa ceniza brillante, pies y tobillos hinchados; pasos inseguros y vacilantes.<br /><br />La vida de este infierno alcohólico en la que ha caído el enfermo alcohólico no es más que la autodestrucción humana llevada a los límites. Hasta aquí que yo sepa los únicos que han podido rescatar a los “charamileros” son los Alcohólicos Anónimos, en un 50% de los casos.<br />indice<br /><br />DC. Jellinek<br /><br />martínpescador de Ceuta<br /><br />"TÓMELO CON CALMA"<br /><br />¿Ha terminado usted en este instante de leer el capítulo precedente, y rápidamente se dispone a leer este capítulo? ¿Por qué? Tal vez pueda ser que usted necesite poner en práctica el refrán "Tómelo con calma".<br />Como alcohólicos, generalmente tenderíamos a apurar nuestras copas más rápidamente que las otras personas. Y muy raras veces nos sentíamos dispuestos a dejar que quedaran unas pocas gotas en el vaso de cóctel, o un pequeño residuo en la botella.<br />Muchos de nosotros nos hemos divertido por nuestra aparente inhabilidad, que se nos presenta aun después de muchos años de sobriedad, para dejar a medio terminar una taza de café o un vaso de soda. Frecuentemente nos vemos tragando hasta la última gota de una bebida no alcohólica, como si . . .<br />tal vez la mayor parte de nuestros lectores ya hayan entendido el punto: No es siempre fácil para nosotros dejar a un lado sin terminar el capítulo, o el libro que estamos leyendo. Parece que hay casi una compulsión para seguir hasta el final, en vez de tomar solamente una página o un capítulo o dos por día y el resto para otra oportunidad. No es que esta tendencia sea del todo mala. Para recuperarnos de una obsesión destructiva tal como la de beber, es muy sensato reemplazarla con una obsesión benigna, tal como la compulsión de buscar más o más conocimiento y ayuda para el problema alcohólico.<br />De manera que continúe leyendo, si lo prefiere. Es mucho más saludable que empezar a beber.<br />Pero cuando usted llegue al final de este capítulo, tal vez desee ensayar algo nuevo. Ponga a un lado este libro y revise su día. Vea cuántas veces usted hubiera podido retardar un poco el paso o tomar las cosas con un poco más de facilidad si se hubiera detenido a pensar en ello.<br />El refrán "Tómelo con calma" es una de las formas en que nosotros los A.A. nos recordamos uno a otro que muchos tenemos las tendencias a exagerar, de apurar las cosas, impacientes con cualquier cosa que trate de detenernos. Para nosotros es muy difícil descansar y tomarle sabor a la vida.<br />Cuando uno de nosotros se encuentra afanado para hacer algo o conseguir algo rápidamente, un amigo puede reconvenirlo gentilmente diciéndole. "Tómelo con calma". Luego se presenta un rayo de molestia contra el consejero. Y eso puede indicar que el consejo ha atinado en el blanco, ¿no es verdad?<br />Sí, sabemos que la impaciencia no está limitada en la actualidad a los alcohólicos. A medida que se acelera el proceso del cambio en nuestra civilización, más y más gente se siente presionada por el tiempo y empujada para afanarse y llegar a tiempo . . . ¿A qué? ¿Y con quién?<br />Esa presión no empuja a los bebedores dentro del alcoholismo, como cualquiera puede verificarlo. Solamente un pequeño porcentaje de bebedores desarrolla nuestro problema. Pero aquellos de nosotros que llegamos al alcoholismo vemos que compartimos la necesidad de aprender a descansar, adquirir un ritmo saludable, gozar de las pequeñas ganancias y aun de los placeres simples que encontramos en el camino, o sea, aprender a gozar de la jornada, en vez de correr afanosamente hacia nuestro destino. El horizonte siempre está en el mismo sitio. En ocasiones, vale la pena quedarnos quietos para observarlo, únicamente por darnos el placer de un paisaje apacible.<br />Algunos de nosotros encontramos repetidamente, también, que abarcamos más de lo que podemos apretar, habiéndonos cargo de muchos más compromisos que los que cualquier persona puede manejar.<br />Probablemente, podríamos aprender mucho acerca de esto de algunos pacientes cardíacos recuperados. Muchos de ellos se las arreglan para estar activos vigorosa y productivamente en una forma apacible que evita las prisas, las presiones innecesarias, y la esclavitud permanente del reloj.<br />Algunos de nosotros elaboramos rutinas para ayudarnos a mantener nuestras metas dentro de límites realistas y dentro del alcance de la posibilidad. Podemos hacer una lista de cosas que nos gustaría hacer hoy, y luego descartar deliberadamente la mitad o más de ella. Al día siguiente, otra lista.<br />O intencionalmente programamos algunas cosas con mucha anticipación, y nos enseñamos a dejarlas a un lado, en forma deliberada, hasta que se presente la ocasión.<br />Otros de nosotros vemos que las listas y los programas estrictos pueden volverse tiranos, obligándonos a concluir cada ítem, sin importarnos el tiempo y el esfuerzo. Por consiguiente eliminamos las listas durante algún tiempo. Sin tener la obligación que nos impone su dictadura, podemos aprender a movernos a un paso espontáneo y pausado.<br />Para muchos de nosotros, el sentarnos calmadamente durante 15 ó 20 minutos antes de empezar las actividades de cada día, nos ayuda a establecer un marco mental descansado y ordenado. Algunos de nosotros usamos métodos específicos de oración o meditación que hemos encontrado y que sirven particularmente bien para este propósito. Y aun durante un día muy atafagado, nos las arreglamos para sentarnos sin que nos disturben, con los ojos cerrados, para hacer una pausa de cinco minutos, y luego volver refrescados al trabajo.<br />Para algunos de nosotros, es más fácil aprender a mantener un paso calmado si tenemos la ayuda de otra persona. Es probable que seamos incapaces de generar nuestra propia paz, pero a veces podemos obligarnos a sentarnos calmadamente a escuchar a un amigo que haya alcanzado algún grado de serenidad. El dedicar nuestra atención completa a una persona distinta nos ayuda a restaurar nuestro equilibrio y nos da una nueva perspectiva sobre nuestras propias vidas, de manera tal que podamos ver que no tenemos la obligación de mantenernos a las carreras.<br />Para algunas personas son sumamente benéficas las sesiones más formales e institucionalizadas en que se busca la paz en compañía de otros (tales como los servicios religiosos, los retiros espirituales, y congregaciones similares).<br />O simplemente podemos decidir levantarnos más temprano de lo que acostumbramos, para poder hacer nuestras cosas con más tiempo y más calma. Con un poco de meditación, podemos llegar a elaborar nuestros horarios personales para que sean menos congestionados, más flexibles, y por consiguiente menos ofuscados y apretados.<br />Cuando nos encontramos sumamente tensos o casi histéricos, podemos preguntarnos ocasionalmente, "¿Es que soy realmente tan indispensable?" o "¿Es esta prisa realmente necesaria?". Con gran alivio vemos frecuentemente que la respuesta más honesta es ¡NO! Todos estos trucos sirven realmente a la larga, no solo para ayudarnos a sobreponer nuestro problema alcohólico y las secuelas que contiene, sino que también nos capacitan para volvernos más productivos, porque conservamos y canalizamos nuestra energía en una forma más racional. Acomodamos las prioridades en una forma más sensata. Aprendemos que muchas acciones que en algunas oportunidades considerábamos vitales pueden eliminarse si son reexaminadas cuidadosamente. El preguntarnos "¿Qué tan importante es esto?" es frecuentemente un buen ejercicio.<br />Naturalmente, "Tómelo con calma" no nos proporciona una licencia para la pereza o para llegar tarde a los compromisos. Existen cosas que no deben posponerse hasta mañana. Una de ellas es el dejar de beber. Pero hay muchas otras cosas que si se posponen durante estas 24 horas, cuando las afrontemos estaremos mucho mejor equipados para manejarlas.<br />En cierta ocasión, una alcohólica sumamente enferma y agitada llamó a la oficina de A.A. y dijo que necesitaba ayuda ¡instantáneamente! Se le preguntó si podía esperar 20 ó 30 minutos hasta cuando alguien pudiera llegar a donde ella se encontraba. "¡NO!" respondió. "Mi médico me dijo que yo necesitaba ayuda inmediatamente, y no existe un momento que perder".<br />Y luego continuó, "¡Y esto me lo dijo anteayer!".<br />Nuestro corazón se conduele inmediatamente con alguien que se encuentre en esa penosa situación. Todos sabemos muy bien como se siente esa persona. La ayuda llegó en el término de una hora, y ahora ella cuenta la historia como un ejemplo de la forma como solía ser. Es casi increíble, cuando la vemos ahora reposada pero enérgica, calmada pero alerta.<br />Si a usted le parece deseable una fuerte coraza interior de paz, paciencia y tranquilidad, es posible obtenerla.<br />Recuérdese a sí mismo de vez en cuando que tal vez la velocidad igual para este día es "Tomarlo con calma". Y este cambio puede empezar en este instante, ¿verdad?<br /><br />Artículo del libro “Viviendo Sobrio”<br />leotributo de Argentina<br />indice<br /><br /><br />El origen de los doce pasos de Alcohólicos Anónimos<br /><br />By Bill W.<br />July 1953 A.A. Grapevine<br />Los AA están siempre preguntando "¿de donde vienen los doce pasos?”En el último análisis quizás nadie lo sepa. Algunos eventos que guiaron a la formulación de los pasos están todavía para mi tan claros como si hubieran ocurrido ayer.<br />Para la gente involucrada, los principales canales de inspiración para nuestros pasos fueron tres: 1.-los grupos Oxford 2.- el Dr.William D. Silkworth del hospital local, y 3.- el afamado psicólogo William James, llamado por algunos el padre de la psicología moderna. La historia de como estas influencias se juntaron y como condujeron a la escritura de los doce pasos es excitante y se ve extremadamente increíble.<br />1.- Influencia:<br />Muchos de nosotros recordaremos los grupos Oxford como un movimiento evangélico moderno que floreció en 1920 y primeros años de 1930, fundado por el que fuera anteriormente ministro luterano Frank Buchman.<br />Los grupos Oxford (GO) de aquel tiempo ponían mucho énfasis en el trabajo personal de un miembro con el otro. Los doce pasos de AA tienen sus orígenes en esa práctica de vida. La columna vertebral de los GO eran, absoluta honestidad, absoluta pureza, generosidad y amor absoluto. Ellos también practicaban un tipo de confesión que llamaban " compartir"; a realizar reparaciones por el daño hecho le llamaban "restitución"; creían profundamente en su " tiempo parado" la meditación que practicaban tanto individualmente como colectivamente, en los cuales la guía de Dios estaba impregnada por cada detalle de la vida, ya fuera grande o minúsculo.<br />Las ideas básicas no eran nuevas; podían ser encontradas en cualquier lado. Pero lo verdaderamente valioso para nosotros los primeros alcohólicos que contactábamos con los GO era que ellos ponían mucho énfasis particularmente en estos principios. Y afortunadamente para nosotros era el hecho de que los grupos llevaban los dolores de cada persona a no interferir con los puntos de vista personales sobre religión. Su sociedad, como mas tarde la nuestra, vio la necesidad de ser estrictamente "no confesional"<br />En el verano de 1.934, mi muy apreciado y alcohólico amigo, y compañero de colegio " Ebbie" había contactado con estas buenas gentes, y había conseguido súbitamente la sobriedad. Siendo un alcohólico, y de los muy obstinados, él no habría sido nunca capaz de " comprar " los puntos de vista, ideas y actitudes de los Grupos Oxford. Sin embargo le movía su sincero agradecimiento por le hecho de que había abandonado su obsesión por la bebida.<br />Cuando llegó a Nueva York a finales de 1.934, Ebbie pensó en mí. En un desapacible día de noviembre llamó a mi casa. Pronto me estaba viendo a través de nuestra mesa de cocina en el 182 de clinton street, brooklyn, New York.Como recuerdo esa conversación, él constantemente usaba frases como estas :• "encontré que no podía manejar mi vida por mi mismo" ;" tengo que ser honesto conmigo mismo y con alguna otra persona " ; " tengo que restituir el daño que he hecho"; " tengo que rezar a Dios pidiéndole guía y fortaleza, incluso aunque no estuviera seguro que hubiera un Dios "; " y después de haber tratado seriamente de hacer estas cosas encontré que mi ansia de alcohol desapareció "Entonces una y otra vez Ebbie decía algo como esto " Bill, no hay nada como ir en el vagón del agua. No luches con el deseo de beber, tú eres liberado de él. Yo nunca había tenido eses sentimiento anteriormente"<br />Ese era el resumen de lo que Ebbie extrajo de sus amigos de los grupos Oxford y me transmitió ese día. Mientras estas simples ideas no eran nuevas, ellas me alcanzaron como toneladas de ladrillos. Hoy entendemos porque fue así....un alcohólico hablando a otro como nadie puede hacerlo.<br />2.- Influencia:<br /><br />Dos o tres semanas mas tarde, el 11 de diciembre para ser exactos, yo me tambaleaba entrando al hospital local Carles B. en Central Park, New york City. Había estado allí tres veces, por lo tanto ya conocía y amaba al doctor al cargo, el Dr.Silkworth. Fue él, el que pronto iba a contribuir con una gran idea, sin la cual AA nunca hubiera tenido éxito. Durante años él había estado proclamando que el alcoholismo era una enfermedad, una obsesión de la mente unida a una alergia física del cuerpo.<br />Ahora comprendí lo que esto significaba para mí. También entendí qué clase de combinación fatal podrían tener estos dos ogros gemelos.. Por supuesto una vez espere estar entre la pequeña cantidad de victimas que ahora y siempre escapan a su destino.Pero esta esperanza ahora se había ido. Estaba a punto de tocar el fondo. Ese veredicto de la ciencia-la obsesión que me condenaba a beber y la alergia que me condenaba a morir-estaban a punto de hacer el truco. Allí fue donde la ciencia médica, personificada en este benigno pequeño doctor, empezó a ajustar todo. Puesta en las manos de un alcohólico hablando al más próximo, esta verdad de doble filo podría destrozar el resistente ego de un alcohólico y permitirle que descansara por la gracia de Dios.<br />En mi caso evidentemente fue el Dr.Silkworth el que me lo trajo mientras que mi amigo Ebbie me trajo los principios espirituales y la gracia que me produjo un repentino despertar espiritual en el hospital tres días más tarde (dic.14, 1.934) Inmediatamente supe que era un hombre libre, y con esta sorprendente experiencia vino un sentimiento de maravillosa certidumbre de que un gran número de alcohólicos pueden un día disfrutar del regalo sin precio que nos ha sido concedido.<br />3.- Influencia:<br />En este momento una tercera oleada de influencia se introdujo en mi vida a través de las paginas del libro de William James " variedades de experiencias religiosas " Alguien me lo había traído al hospital. Siguiendo mi repentina experiencia espiritual, el Dr.Silkworth se había esforzado en que no había alucinado. Pero William James hizo incluso más. No sólo, él decía, las experiencias espirituales podían sanar a las personas, podrían transformar a hombres y mujeres para que ellos pudieran hacer, sentir, y creer lo que hasta el momento parecía imposible para ellos. Importaba poco si los despertares eran repentinos o graduales, su variedad podía ser infinita. Pero el mayor desenlace de ese libro fue este: en la mayoría de los casos descritos, los que fueron transformados fueron personas sin esperanza. En alguna área de sus vidas habían tenido una absoluta derrota. Bueno eso me venía bien, en la completa derrota, con ninguna esperanza o Fe de ninguna clase, yo había llamado a un poder superior. Había llevado a cabo el primer paso del programa de AA de hoy en día -" admitimos que no teníamos poder sobre el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables-", Yo había también hecho el paso tres, " tomamos la decisión de poner nuestros deseos y vidas en manos de Dios tal y como lo entendíamos" Esto fue lo que me convirtió en libre. Era tan simple, y tan misterioso, como eso.<br />Estos hechos eran tan excitantes que instantáneamente me uní a los Oxford Groups, pero para su consternación yo insistí en dedicarme exclusivamente a los borrachos, lo cual inquieto a los GO de dos maneras. Primeramente, ellos querían ayudar a salvar al mundo entero. En segundo lugar, su suerte con los borrachos había sido escasa. Justo cuando me uní ellos habían estado trabajando con un grupo de alcohólicos, lo cuales se habían mostrado muy decepcionados. Uno de ellos, se rumoreaba, había tirado su zapato a una valiosa ventana de la iglesia episcopal cerca del callejón donde los GO tenían su cuartel general. Ninguno de ellos tomo en consideración mi repetida declaración de que llevar la sobriedad a todos los borrachos del mundo. Acertadamente decían que mi engreimiento era demasiado grande.<br />Algo perdido<br />Después de seis meses de violento esfuerzo y sin resultados con alcohólicos que encontré en una misión cercana al hospital local, empezó a parecer que los miembros de los GO estaban en lo cierto. Nadie había alcanzado la sobriedad. En Brooklyn siempre teníamos una casa llena de alcohólicos viviendo con nosotros, algunas veces hasta cinco. Mi valiente mujer Lois, una vez llegó del trabajo y se encontró a tres de ellos como una cuba. Aunque eventos como estos me ralentizaron de alguna manera, la persistente convicción de que un tipo de sobriedad podría ser lograda nunca me abandonó, Había en cambio un punto brillante. Mi padrino, Ebbie, con su nueva sobriedad encontrada.<br />¿Cual era el motivo de todos estos fiascos? Si Ebbie y yo habíamos encontrado la sobriedad, por qué el resto no la podrían encontrar también? Algunos de los que habíamos estado trabajando con ellos ciertamente querían estar bien. Especulábamos día y noche por que motivo nada bueno les había ocurrido. Quizás no podían soportar los pasos espirituales de los GO que son cuatro, honestidad, pureza, generosidad y amor. De hecho algunos de los alcohólicos declararon que ese era el problema. Se quejaban también sobre otro tipo de coerción- algo que los Grupos Oxford llamaban • la guía de otros •, un " equipo", compuesto por grupos de no alcohólicos que se sentaban con un alcohólico y después de un cierto tiempo darían precisas instrucciones de como el alcohólico debería manejar su propia vida. Tan agradecidos como estábamos a nuestros amigos de los Grupos Oxford, esto era a veces duro de tomar. Eso estaba relacionado con el resbalón que seguía.<br />Pero esa no era toda la razón por la que fallaba. Después de meses vi que el problema estaba principalmente en mí. Había llegado a ser muy agresivo y engreído. Habla mucho sobre mi repentina experiencia espiritual, aunque fuera algo muy especial. Había estado jugando al doble papel de profesor y predicador. En mis exhortaciones olvidé todo sobre el lado médico de nuestra enfermedad. No estábamos usando lo que el Dr.Silworth tan providencialmente nos había dicho.<br /><br />Finalmente, un día el Dr.Silkworth me puso los pies en la tierra. Me dijo " Bill, por qué no dejas de hablar tanto respecto tesa brillante experiencia tuya, suena demasiado a loco. Aunque estoy convencido que nada mejor que principios morales le vendrá bien a los alcohólicos, creo que tienes que poner la carreta antes que el caballo. El asunto es que el alcohólico no tragara con todas esas exhortaciones morales hasta que no se convenzan por ellos mismos que lo deben hacer. Si yo fuera tu les hablaría primero en términos médicos. Mientras que nunca nada bueno ha sido para mí decirles que fatal es el mal que tienen, puede ser diferente la historia si eres tú el que le lleva esas malas noticias, un alcohólico sin esperanza anteriormente. Porque esta identificación natural que tu tienes con los alcohólicos, tu puedes llegar donde yo no puedo. Háblales primero de la enfermedad, y díselo crudamente. Esto puede ablandarles hasta el punto de que acepten esos principios que en verdad le vendrán bien a ellos"<br />Entonces vino Akron<br />Poco después de esta conversación, me encontré en Akron, Ohio, en una aventura de negocios que pronto fracasó. Solo en la ciudad me aterraba de muerte la idea de volver a emborracharme. Yo no era mas un profesor o un predicador, era un alcohólico que necesitaba a otro alcohólico tanto como posiblemente el me necesitaba a mi. Guiado por esa urgencia, pronto me encontré cara a cara con el Dr.Bob. Era evidente que el Dr.Bob conocía mas de asuntos espirituales que lo que yo sabía. El también había estado en contacto con los grupos Oxford en Akron. Pero por algún motivo el simplemente no pudo encontrar la sobriedad. Siguiendo el consejo del Dr.Silkworth hablé sobre la enfermedad. Le dije como era el alcoholismo y lo fatal que podría llegar a ser. Aparentemente esto le llegó al Dr.bob. El 10 de junio de 1.935 él consiguió la sobriedad, y ya nunca más volvió a beber. Cuando, en 1.939, aparece por primera vez la historia del Dr.bob en el libro Alcohólicos Anónimos, él puso un párrafo del mismo en itálicas. Hablando de mi, dice " de más importancia fue el hecho de que el era el primer ser humano con el que había hablado en toda mi vida, que sabía que estaba hablando sobre lo que es el alcoholismo desde la experiencia real"<br />El vínculo perdido<br /><br />El Dr.Silkworth nos ha ofrecido ciertamente el vínculo perdido sin el cual la cadena que ahora se ha convertido en nuestros doce pasos jamás se hubiera completado. Entonces, y allí, se encendió la chispa que llegaría a convertirse en Alcohólicos Anónimos.<br />Durante los tres años siguientes a la recuperación del Dr.Bob el crecimiento en nuestros grupos de Akron, Nueva York y Cleveland evolucionó el llamado programa boca a boca de nuestros tiempos pioneros. En la medida que comenzábamos a formar una sociedad separada de los Grupos Oxford, empezamos a declarar nuestros principios, que eran así:<br />1.- Admitíamos que éramos impotentes ante el alcohol<br /><br />2.-Fuimos honestos con nosotros mismos<br />3.-Fuimos honestos con otra persona, en confidencia<br /><br />4.-Hicimos reparaciones por el daño hecho a otros<br /><br />5.-Trabajábamos con otros alcohólicos sin demandar dinero o prestigio<br /><br />6.-Rezábamos para que Dios nos ayudara a hacer estas cosas lo mejor que pudiéramos.<br /><br />Aunque estos principios eran llevados a cabo al capricho o gusto de cada uno de nosotros, y aunque en Akron y cleveland todavía estaban atrapados por los principios absolutos de los Grupos Oxford de honestidad, pureza, falta de egoísmo y amor, esta era la esencia de nuestro mensaje a los alcohólicos recién llegados en 1.939, cuando nuestros actuales doce pasos fueron puestos en papel.<br /><br />Recuerdo muy bien la tarde en que se redactaron los Doce Pasos. Yo estaba tumbado en la cama, sintiéndome bastante descorazonado y sufriendo uno de mis imaginarios ataques de úlcera. Se habían esbozado cuatro capítulos del libro Alcohólicos Anónimos y se habían leído en las reuniones de Akron y de Nueva York. Nos dimos cuenta muy pronto de que todo el mundo quería ser autor. Las riñas acerca de lo que debería ser el contenido de nuestro libro eran tremendas. Por ejemplo, algunos querían un libro puramente psicológico, que atrajera a los alcohólicos sin asustarles. Más tarde podríamos hablarles del "asunto de Dios." Unos cuantos, encabezados por nuestro estupendo amigo sureño, Fitz M., querían un libro más bien religioso, con una buena dosis del dogma que habíamos ido recogiendo por las iglesias y las misiones que habían tratado de ayudarnos. Cuanto más estruendosos eran esto argumentos, más me sentía en el punto medio. Parecía que yo no iba a ser el autor. Iba a ser un mero árbitro que decidiría cuál seria el contenido del libro. No obstante, esto no quería decir que no hubiera un gran entusiasmo por la empresa. Cada uno de nosotros se sentía tremendamente entusiasmado por la posibilidad de llevar nuestro mensaje a todos los incontables alcohólicos que aun no nos conocían.<br /><br />Al haber llegado al Quinto Capítulo, nos parecía que ya había llegado la hora oportuna de enunciar lo que era en realidad nuestro programa. Recuerdo haber repasado en mi mente las frases del programa de palabra que eran en aquel entonces de uso corriente. Al tenerlas apuntadas, vi que correspondían a los seis principios anteriormente enumerados. Entonces, me sobrevino la idea de que nuestro programa debería ser enunciado de una forma más clara y exacta. Habría que tener una serie de principios bien precisos para nuestros lectores lejanos. Dada la capacidad del alcohólico para justificarse, el texto tendría que estar a toda prueba. No podíamos ofrecerle ninguna escapatoria al lector. Además, un enunciado más comprensivo y detallado nos ayudaría cuando redactáramos los siguientes capítulos, en los que tendríamos que exponer exactamente cómo se debería practicar el programa de recuperación.<br /><br />Al fin me puse a escribir sobre un bloc barato de papel amarillo. Dividí nuestro programa de palabra en partes más pequeñas y, al mismo tiempo, fui ampliando considerablemente su alcance. Aunque me sentía muy poco inspirado, para mi gran sorpresa, tardé poco tiempo - tal vez una media hora - en establecer ciertos principios, los cuales, al contarlos, resultaron ser doce. Y, por alguna razón inexplicable, había puesto la idea de Dios en el Segundo Paso, casi al principio. Además, me había referido a Dios muy a menudo en los demás Pasos. Incluso sugería en uno de los Pasos que el recién llegado se pusiera de rodillas.<br /><br />Cuando presenté este documento en nuestra reunión de Nueva York, las protestas fueron muchas y muy ruidosas. A nuestros amigos agnósticos no les gustaba en absoluto la idea de arrodillarse. Otros decían se hablaba demasiado de Dios. Y, ¿por qué debería haber Doce Pasos, si antes teníamos cinco o seis? Mantengámoslo sencillo, dijeron.<br /><br />Pasamos varios días y noches metidos en estas acaloradas discusiones. Pero tuvieron muy buenas consecuencias para Alcohólicos Anónimos. Nuestro contingente de agnósticos, encabezado por Hank P. y Jim B., acabaron convenciéndonos de la necesidad de hacerlo más fácil para las personas como ellos, empleando tales términos como "un Poder Superior" y "Dios como nosotros Lo concebimos." Esas expresiones, como bien sabemos hoy día, han resultado ser salvavidas para muchos alcohólicos. Nos han hecho posible a miles de nosotros dar un comienzo que no hubiéramos podido dar si hubiéramos dejado los Pasos como los escribí originalmente. Afortunadamente para nosotros, no se hizo ningún otro cambio en el borrador original y el número de Pasos seguía siendo doce. Poco sospechábamos en aquel entonces que nuestros Doce Pasos tendrían muy pronto la aprobación de los clérigos de todas las religiones e incluso de nuestros amigos más recientes, los siquiatras.<br /><br />Este pequeño fragmento de la historia debe convencer incluso al más escéptico de que nadie inventó Alcohólicos Anónimos.<br /><br />Simplemente brotó y creció - por la Gracia de Dios.<br /><br />martínpescador<br />indice<br /><br /><br /><br /><br />indice<br /><br /><br /><br /><br /><br />HORMIGAS<br /><br />El ganado de algún tipo de hormigas, llamados AFÍDIDOS, son como vacas que se encuentran al cuidado de las hormigas vaqueras, dentro de la sociedad hormiguil.<br />Estas afídidas son ordeñadas y sacadas a pastar. El ordeño se efectúa sobando suavemente al ganado con las antenas de las hormigas vaqueras.<br />Cuando la secreción del afidido o cóccido fluye y cae en gotas sobre el suelo, este liquido fermenta y se convierte el bebida alcohólica.<br />Las hormigas vaqueras que lo beben se emborrachan.<br />Estas hormigas ebrias son arrojadas de la comunidad debido a su conducta irresponsable y se les considera indignas de vivir en la perfecta sociedad comunal de las hormigas.<br /><br />indice<br /><br /><br /><br />EL ANONIMATO<br /><br />El Anonimato: Manteniendo vivas las lecciones de la historia:<br /><br />La Undécima Tradición: Nuestra política de relaciones públicas se basa más bien en la atracción que en la promoción; necesitamos mantener siempre nuestro anonimato personal ante la prensa, la radio y el cine.<br /><br />La Duodécima Tradición: El anonimato es la base espiritual de todas nuestras Tradiciones, recordándonos siempre anteponer los principios a las personalidades.<br /><br />En su "último mensaje" a la Comunidad en octubre de 1970, Bill W., cofundador de A.A., afirmó la continua importancia del anonimato. "Si me preguntaran cuál de estas bendiciones era, según mi opinión, la más responsable de nuestro desarrollo como Comunidad y la más vital para nuestra continuidad, yo diría: el ‘Concepto de Anonimato’... A.A. tiene que cambiar y seguirá cambiando a medida que pasen los años. No podemos, ni debiéramos retrasar el reloj. Sin embargo, yo creo firmemente que el principio del anonimato tiene que seguir siendo nuestra salvaguardia primordial y permanente. Mientras aceptemos nuestra sobriedad en nuestro espíritu tradicional de anonimato, continuaremos recibiendo la Gracia de Dios."<br /><br />Cuando Bill dijo estas palabras, A.A. tenía 35 años—años que habían sido de gran significación histórica para toda persona interesada en el problema del alcoholismo. Gracias en gran parte al crecimiento y al éxito de A.A., el público tenía cada vez más conocimientos de esta enfermedad; había una variedad de recursos profesionales disponibles para el alcohólico enfermo; y miles de borrachos estaban logrando su sobriedad—muchos de ellos antes de que sus vidas hubieran sido destruidas por el alcoholismo.<br /><br />Casi 30 años más tarde, el mensaje de A.A. ha sido llevado a 150 países, y hay unos dos millones de miembros en todo el mundo. Las organizaciones que en su estructura han seguido el modelo de A.A., han hecho que las palabras "recuperación" y "trabajo de Paso Doce" formen parte del vocabulario cotidiano. A.A. es reconocido por algunos como uno de los movimientos sociales más importantes del siglo XX. Hay voces — dentro y fuera de A.A. — que dicen con insistencia que, con tantos magníficos logros y éxitos a la vista del público, la Comunidad ya no tiene necesidad del anonimato.<br /><br />¿Por qué, entonces, se adhiere A.A tan firmemente a esta tradición? Porque, en términos pragmáticos, esta tradición sirve a A.A. hoy tan eficazmente como lo ha hecho durante los últimos 60 años.<br /><br />El anonimato protege al recién llegado<br /><br />A nivel práctico, el anonimato protege al recién llegado. En una sociedad en la que se consideraba el alcoholismo un tema moral y se despreciaba al borracho de poca voluntad, los miembros pioneros se aferraban al anonimato como si fuera su salvavidas. Aunque hoy el alcoholismo es reconocido como enfermedad y ha desaparecido en gran parte el estigma social, los sentimientos de miedo, vergüenza y culpabilidad que tiene el alcohólico son tan fuertes como siempre. Puede que el anonimato que A.A. ofrece al alcohólico enfermo y tembloroso sea la única cosa que le permita sentir la suficiente seguridad para llamar por teléfono o ir a una reunión de A.A. y así dar los primeros pasos tambaleantes hacia la recuperación. Sin el anonimato, muchos que necesitan A.A. nunca encontrarían sus puertas.<br /><br />El individuo es quien decide el grado de anonimato que quiere tener con su familia, sus amigos, sus empleadores e incluso con sus compañeros de A.A.<br /><br /><br />"Doce puntos para asegurar nuestro futuro"<br /><br />Las Doce Tradiciones fueron publicadas por primera vez en abril de 1946, cuando Bill W. presentó a la Comunidad "Los doce puntos para asegurar nuestro futuro" (que se conocen ahora como la forma larga de las Tradiciones). "Nadie inventó Alcohólicos Anónimos," escribió Bill. "Brotó y evolucionó. Su desarrollo, logrado por un método de pruebas y tanteos, nos ha producido una rica experiencia. Poco a poco, hemos venido adoptando las lecciones de esta experiencia, primero como normas y luego como Tradición."<br /><br />El punto once expuso la política de relaciones públicas de A.A.: "Nuestras relaciones con el mundo exterior deben caracterizarse por la modestia y el anonimato. Opinamos que A.A. debe evitar la propaganda sensacionalista. Nuestras relaciones públicas deben guiarse por el principio de atracción y no por la promoción. No tenemos necesidad de alabarnos a nosotros mismos. Nos parece mejor dejar que nuestros amigos nos recomienden."<br /><br />El anonimato al principio desconcertó y luego impresionó a la prensa. Bill escribió en 1946 que "casi todo periodista que hace un reportaje acerca de A.A. empieza quejándose de lo difícil que es escribir un artículo sin nombres. No obstante, al darse cuenta de que se trata de un grupo de gente a quienes no les importa en absoluto ninguna ventaja personal, pronto se ve dispuesto a dejar pasar esta inconveniencia.¼ Por lo tanto, el artículo que escribe es amistoso, y nunca un mero trabajo rutinario. Escribe con entusiasmo, porque el reportero se siente entusiasmado." (Grapevine, 3/46)<br /><br />En el punto doce, Bill explicó la esencia de lo que significa el anonimato: "Finalmente, nosotros los Alcohólicos Anónimos creemos que el principio de anonimato tiene una inmensa significación espiritual. Nos recuerda que debemos anteponer los principios a las personalidades; que debemos practicar una modestia verdaderamente humilde. Todo esto a fin de que las bendiciones que conocemos nunca nos estropeen; que vivamos siempre en contemplación agradecida de El que preside sobre todos nosotros."<br /><br />Las Lecciones de la Experiencia<br /><br />La humildad nunca ha sido fácil para los alcohólicos. Los miembros fundadores de A.A., sin guías tradicionales que seguir, aprendieron por un proceso muy doloroso de pruebas y tanteos que el éxito podría ser el peligro más grande para su sobriedad y para la Comunidad todavía en ciernes. Los miembros que volvieron a sus acostumbradas exigencias de poder y atención volvieron a emborracharse, empañando así la reputación de la Comunidad. Y a largo plazo, incluso cuando los miembros con sólida sobriedad trataron de obtener el reconocimiento del público "para el bien de A.A.," Alcohólicos Anónimos pagó un precio muy caro.<br /><br />En la revista Grapevine de enero de 1955, Bill W. describió los resultados devastadores de la búsqueda desastrosa del poder y del prestigio personales, del honor público y del dinero: los mismos impulsos implacables que antes, al ser frustrados, nos hicieron beber; las mismas fuerzas que hoy en día desgarran el mundo..... Poco a poco, empezamos a entender que la unidad, la eficacia e incluso la supervivencia de A.A. siempre dependería de nuestra continua voluntad de sacrificar nuestros deseos y ambiciones personales por la seguridad y bienestar comunes. Así como el sacrificio significaba la supervivencia para el individuo, también significaba la supervivencia y la unidad para el grupo, y para A.A. en su totalidad." Bill, como buen narrador, nos relató unos ejemplos increíbles de cómo el bienestar a corto plazo puede ser desastroso a largo plazo.<br /><br />En el caso de que desee poner en marcha nuestra oferta educativa en su centro escolar, adjunto encontrará la , que deberá remitir debidamente cumplimentada por fax, correo electrónico o correo postal a:<br /><br />Fundación Alcohol y Sociedad<br />C/ Villalar, 4, 1º izquierda.<br />28001, Madrid<br />Tfno. 91 781 36 66<br />Fax 91 561 89 55<br />coordinacion@alcoholysociedad.org<br /><br />A partir de la recepción de dicha ficha, un monitor de la Fundación se pondrá en contacto con su centro escolar para explicar con más detalle el funcionamiento de los programas, solventar las dudas que puedan surgir, así como para concretar las fechas en las que desea que las intervenciones tengan lugar.<br /><br />Por último, recordar que todos los programas son de carácter voluntario y totalmente gratuito, con lo cual, no supondrá gasto alguno para el centro escolar.<br /><br />Si tiene cualquier duda, por favor, póngase en contacto con nosotros.<br />Agradeciendo de antemano su atención, le saluda atentamente,<br /><br />Director General<br />Fundación Alcohol y Sociedad<br />Aportado por Albahari<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />¡La actitud lo es todo!<a name="51"></a><br />Hoy será lo que hagamos. Sin importar el clima, los trabajos por hacer, las personalidades que se crucen en nuestro camino, nos sentiremos felices y en paz si esa es nuestra elección.<br />Agonizar sobre las circunstancias que no son de nuestro gusto o debatirnos por fallar en controlar a otra gente, amigos o enemigos, nos ha robado la alegría que es siempre nuestra para experimentar. La depresión, el enojo, el miedo, la frustración ensombrecieron nuestros pasos porque no tomamos el control de la única cosa que siempre ha estado bajo nuestro control absoluto – la actitud.<br />Es tan fácil culpar a otros por cada imperfección en nuestra vida. Pero a medida de que nos vamos acostumbrando a la idea de asumir plena responsabilidad por como pensamos y sentimos, nos fortaleceremos. Nunca más nuestro sentimiento por nosotros mismos disminuirá. Y como se cree que dijo Abraham Lincoln, seremos exactamente tan felices como decidamos serlo.¡Nadie puede meterse con mi actitud excepto yo!<br />Aportado por Rosa Zahorski<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />Mitologia griega<a name="52"></a><br />Deucalión y Pirra, engendraron a Oresteo rey de los locrios, bajo cuyo reinado una perra parió un trozo de madera que este plantó y de él brotó una cepa. Así nació el vino.<br /> Aportado por Albahari<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />El anonimato en línea<a name="53"></a><br />El compartir individual y personalmente es tan antiguo y sanador como la misma Comunidad. Pero en el ciberespacio, no se puede dar por sentada la privacidad. Teniendo en cuenta que la comunicación fluye de un alcohólico a otro por medios que son de tecnología punta, abiertos y que van evolucionando con una impresionante rapidez, la protección del anonimato es un motivo de alta preocupación para la cada vez mayor cantidad de miembros que van conectándose por el Internet. A continuación aparecen algunas de las preguntas que se hacen más frecuentemente a la Oficina de Servicios Generales, junto con respuestas que representan la experiencia colectiva de los A.A. de todas partes de los Estados Unidos y Canadá.<br />P. Estoy a punto de poner mi perfil en Myspace. ¿Cómo hago esto y al mismo tiempo respeto la Tradición de anonimato?<br />R. Ten en cuenta que MySpace, u otro sitio parecido, es un Website público. Si no te identificas como miembro de A.A., no hay conflicto. Pero si te identificas como tal y utilizas tu nombre completo o una foto tuya, esto sería una violación del espíritu de la Undécima Tradición que en su forma larga dice: "no se deben publicar, filmar o difundir nuestros nombres o fotografías identificándonos como miembros de A.A." Los sitios del Internet a los que el público puede acceder, tales como Websites en los que aparecen texto, gráficos y materiales de audio y vídeo, se deben clasificar en la misma categoría.<br />P. Recientemente hablé en un evento de A.A. y un amigo me ha dicho que desde entonces ha oído la charla en el Internet. Según recuerdo nadie me pidió permiso para publicarla. ¿Se permite esto?<br />R. Si no quieres que se publique tu historia de A.A. por ese medio, puedes ponerte en contacto con el Website y pedirles que la quiten del sitio. Debido a los rápidos progresos de la tecnología, esto ocurre cada vez más a menudo. No obstante, muchos miembros han seguido con buenos resultados la siguiente sugerencia para oradores en los eventos de A.A. que aparece en las Guías de A.A. para Conferencias, Convenciones y Encuentros:<br />"La experiencia indica que es mejor decir a los oradores que no utilicen nombres completos y no identifiquen a terceros por sus nombres completos en sus charlas. El poder de nuestra Tradición de Anonimato es reforzado por los oradores que no utilizan sus apellidos y por las compañías grabadoras en cuyas etiquetas y catálogos no se identifica a los oradores por sus apellidos, títulos, puestos de servicio o descripciones."<br />Los miembros informan de que las charlas grabadas se publican cada vez más por el Internet. Por ello, se recomienda a los miembros que van a hablar en eventos de A.A. que lo piensen dos veces antes de utilizar sus nombres completos.<br />P. ¿Cómo puedo explicar concisamente nuestra Undécima Tradición a un conocido de Web site que no sabe nada del asunto?<br />R. Muchos miembros han recurrido a la explicación que aparece en el artículo de servicio de la OSG titulado "Preguntas que se hacen frecuentemente acerca de los Web sites de A.A." (Nº 7): "Observamos todos los principios y Tradiciones de A.A. en nuestros web sites. Ya que el anonimato es la ‘base espiritual de todas nuestras Tradiciones,’ ponemos en práctica el anonimato en todo momento en todos los web sites de A.A. Un web site de A.A. es un medio de comunicación público que tiene capacidad de alcanzar a la audiencia más diversa y numerosa posible y por lo tanto, es necesario valernos de la misma protección que utilizamos ante la prensa, la radio y el cine."<br />P. El coordinador de mi comité de servicio ha pedido que se publiquen las actas de nuestras reuniones en el Web site del área para que toda persona interesada pueda accederlas. Me preocupo por la posible violación de anonimato. ¿Se pueden crear problemas así?<br />R. Aunque para alcanzar a los alcohólicos, a los profesionales del campo del alcoholismo y al público en general es una gran ventaja tener fácil acceso a información sobre la Comunidad, dada la naturaleza pública de los Web sites el hacerlo es un asunto que exige una detenida consideración.<br />Se pueden poner al fácil acceso de mucha gente las actas de las reuniones, los informes y materiales informativos, pero es importante tener presente que estos documentos van a aparecer en un medio público. Sería necesario repasar y revisar todo documento para estar seguro de que no se incluyen los nombres completos de los miembros de A.A. También la conciencia del grupo debe considerar cuidadosamente el contenido de los documentos. Por ejemplo, puede llegar a la decisión de no publicar en el sitio los asuntos considerados en las reuniones cerradas de negocios o en las sesiones de compartimiento.<br />Oficina de Servicios Generales de EEUU y el Canadá<br />Noviembre 2.007<br /><br />Aportado por Rosa Zahorski<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />Cómo hacer una reunión de estudio del Libro Azul<a name="54"></a><br /><br />El "Libro Azul", también conocido como “el texto básico” o, más comúnmente, como el “Libro Grande”, es el libro Alcohólicos Anónimos, que recopila la experiencia de los primeros alcohólicos que encontraron una solución al problema del alcoholismo a través de nuestro programa, y que fuera publicado por primera vez en 1939. Actualmente se está preparando la tercera edición de Alcohólicos Anónimos en español.<br />Éstas son las sugerencias de un compañero que escribió a La Viña compartiendo su experiencia en la realización de estos seminarios o reuniones de estudio.<br />Lo primero que vamos a necesitar es un puñado de compañeros bien dispuestos a estudiar y aprender y que cada uno de ellos traiga su propio Libro Azul cuando nos reunamos. Vamos a necesitar nuestro lugar de reunión habitual a una hora de reunión habitual (valga la redundancia) para que los que llegan por primera vez o los que vienen de vez en cuando también puedan recibir este mensaje de aceptación y recuperación.<br />Lo ideal sería coordinar con el comité de literatura para que éste tenga una buena cantidad de Libros Azules para la venta y que además empuje la venta a través de rifas e incluso crédito (esto se suele reservar a los miembros más conocidos). De todos modos, cada grupo se maneja como más le conviene.<br />Vamos a necesitar a un coordinador responsable, de ésos que no fallan a sus reuniones, para que abra la reunión y comunique a los presentes que el formato de esta reunión fue aprobado en una reunión de trabajo por decisión de la mayoría y seguidamente explicará cómo es el orden de la reunión de estudio.<br />El formato de la reunión propiamente dicho puede variar de acuerdo al tamaño del grupo, asistencia, etc. Pero convengamos en que podemos elegir entre estas tres opciones:<br />1. Que el coordinador lea en voz alta mientras los demás leen en silencio y marcan con lápiz o tinta en sus libros las partes del texto con las que se identifican. El coordinador interrumpe la lectura cuando lo desea y cuenta su experiencia al respecto. Al terminar (no se debe tomar más de un par de minutos) anima a cualquier miembro que tenga un libro a que comparta brevemente también. Así en todas las reuniones, hasta terminar el libro.<br />2. Se puede hacer que cada persona que tenga un libro a la mano lea un párrafo y cuente su experiencia al respecto, mientras los demás escuchan. Si alguien quiere agregar o comentar algo puede pedirle la palabra al coordinador, que será quien lleve el orden de la reunión y otorgará la palabra o no según su criterio.<br />3. Si se consigue el Libro Azul en cassettes o en CD se ajusta el sonido a un volumen que todos puedan escuchar y entender mientras van leyendo en silencio. El coordinador detiene la grabación cuando lo crea conveniente y otorga la palabra a las personas que deseen compartir (brevemente). El mismo coordinador puede ser el que comparta su experiencia sobre el párrafo que se acaba de escuchar. En mi opinión, este método no reemplaza a la lectura directa, ya que lo más importante de este estudio es que el alcohólico marque, subraye y escriba en los márgenes de su propio Libro Azul para destacar más su identificación con la enfermedad.<br />Cualquiera de estos métodos sirve, pero debe ser el grupo en reunión de trabajo y con una conciencia bien informada el que decida cómo instrumentar el seminario.<br />Qué se obtiene de un seminario del libro azul<br />Según yo lo veo, los miembros que lleguen a estas reuniones con mente abierta y oído receptivo, obtendrán:<br />1. Admisión/Aceptación.<br />2. Recuperación.<br />3. Conocimiento de las relaciones interpersonales en la nueva manera de vivir.<br />4. Mantenimiento del programa en sobriedad. Los tres primeros capítulos están consagrados a mostrar la enfermedad al desnudo. Admisión y aceptación son los frutos obtenidos después de un análisis de lo que se ha estudiado.<br />Los capítulos 4, 5, 6 y en cierto modo el 7 son de recuperación. En el 8, 9 y 10 vamos a saber de las nuevas formas de relacionarnos en sobriedad con los que nos rodean.<br />Finalmente, parte del capítulo 7 y los últimos capítulos nos darán nociones de cómo mantenernos sobrios concurriendo a los grupos y trabajando con los demás.<br />Cuando los miembros asisten a estas reuniones semanalmente, los grupos de AA se benefician.<br />Cómo hacer que el seminario sea un éxito<br />Primeramente dejemos sentado que estamos buscando calidad de recuperación y no cantidad de recuperación. Hay que aclarar esto para que no nos desanimemos si, al llegar a la mitad del proceso, nos encontramos con que solamente somos cuatro los que conservamos el entusiasmo en seguir adelante. Por ello, empecemos por atraer a los AA que atraen AA para que seamos más los que estemos firmes durante todo el ciclo de estudio. Una vez nos dio resultado invitar a compañeros de otros grupos para que vinieran a leer y a compartir su experiencia, fortaleza y esperanza. Éstos, por lo general, venían acompañados de otros compañeros de sus grupos que se interesaron por el seminario más adelante. No necesariamente tenían muchos años en AA pero sí mucha buena voluntad para realizar el proyecto. De esta manera practicamos la primera tradición y evitamos ponernos nosotros (los organizadores del seminario) en el papel de los "espiritualoides" del grupo ante los ojos de los resentidos de siempre. Los resultados fueron óptimos.<br />Otras sugerencias útiles<br />• Algo que vale la pena destacar: no hacer fotocopias del capítulo que se va a leer ese día. Es mentira que un AA no tenga plata para un Libro Azul. El sacar fotocopias a la larga nos perjudica a todos, especialmente al grupo.<br />• Es conveniente que sea un comité el que se encargue de la reunión de estudio y no una persona sola. Siempre pueden pasar cosas y, si alguien falta un día, es bueno que haya suplentes del coordinador y de la persona encargada de los libros.<br />• Los coordinadores tendrán que tener bien claro que el objetivo de este encuentro no es compartir sino estudiar, por eso es que se dará más preponderancia a las "identificaciones" surgidas de las lecturas que a los relatos anecdóticos que nos desvíen hacia la distracción.<br />• En estas reuniones debemos privilegiar a los miembros que traen sus libros y estudian de ellos antes que aquéllos que vienen de vez en cuando y que no están muy convencidos de esta actividad.<br />• Por último recomendamos, basados en nuestra propia experiencia, que el grupo tenga a disposición de sus miembros las siguientes cosas, para colocar sobre la mesa:<br />1. Comida y bebida (siempre son bienvenidas, sin importar la hora ni el tipo de comida).<br />2. Lápices, bolígrafos y fibras (marcadores, plumones, resaltadores) para subrayar y marcar párrafos identificatorios.<br />3. Libros Azules de todos los tamaños (preferiblemente tenerlos a la venta).<br />Daniel Z., Florida<br /><br />Revista “La Viña”<br />Noviembre/Diciembre 2007<br />Vol. 12 - N° 3<br />Aportado por Rosa Zahorski<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />Actitudes y limitaciones<a name="55"></a><br /><br />"Mis mayores limitaciones," decía un miembro, "están en mi mente. Hasta que vine a este grupo, ni siquiera estaba conciente de que muchas de las circunstancias negativas en mi vida eran el resultado directo de mis actitudes desordenadas"Me provoqué a mí mismo un montón de penurias innecesarias pensando que era mi responsabilidad manejar y dirigir las vidas de otras personas. Creía que estaba exclusivamente en mis manos hacer a los demás felices. Entonces continuamente ponía las necesidades de los demas en primer lugar hasta que no supe quien era o que necesitaba para mi propia felicidad y comodidad. Es cansador y enfermizo tratar de adivinar en todo momento lo que todo el mundo piensa. No sólo eso, no me da a mi ni a nadie más crédito para poder pensar, sentir o actuar por uno mismo."Hoy no manejaré ni dirigiré la vida de otros, ni esperaré que cualquier otro ser humano llene mi vacío interior. Tengo la dignidad, los recursos, y la responsabilidad para llenar mi propia vida así como los demas tienen la suya. Encontraré mis propias fuentes de comodidad, diversión y paz sin importar lo que los otros hagan con sus vidas y con sus elecciones libres.<br />Aportado por Rosa Zahorski<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />Amigos<a name="56"></a><br />Cada amigo representa un mundo en nosotros, un mundo que posiblemente no había nacido hasta que ellos llegaron. --Anais Nin<br />Estamos rodeados de Hombres y mujeres que son necesarios para nuestro desarrollo. Esa es una revelación inquietante quizás ¡No queremos a todo el mundo en nuestras vidas! ¿Cómo podemos necesitarlos? Pero es así. Nuestro Poder Superior claramente entiende nuestras necesidades y guía a nuestras vidas a aquella gente que nos ayudará a crecer y cambiar y contribuir. Suena misterioso al principio, pero cuando nos acostumbramos a la idea, nos aliviamos. Cada persona nos enseñará algo que necesitamos saber sobre la vida y sobre nosotros mismos.<br />Nuestro carácter individual esta creciendo, cambiando, madurando. Nuestra comprensión de otros y nuestras experiencias se profundizan con cada evento que se desarrolla. El mundo está siempre cambiando. Por designo, no por coincidencia, haremos amistad con aquellas personas que nos necesitan, del mismo modo que nosotros las necesitamos.<br />Estoy donde necesito estar. Mis amigos y compañeros me necesitan y yo los necesito a ellos. Nos estamos moviendo y creciendo juntos<br />Aportado por Rosa Zahorski<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />APADRINAMIENTO EN EL SERVICIO<a name="57"></a><br /><br />Creemos que las actuaciones convenientes para un buen apadrinamiento en el servicio serian, entre otras. las que relatamos a continuación.<br /><br />* Llevar a compañeros que tengan espíritu de servicio a reuniones de Comités. Asambleas. Foros. etc. hacerles ver de forma práctica el Tercer Legado.<br /><br />* Posibilidad de actuar con responsabilidad hacia el ahijado, encauzando al mismo hacía compañeros con más experiencia en el servicio.<br /><br />* Comentar muy a menudo, sobre todo por parte de los veteranos, el fortalecimiento para nuestra recuperación que nos proporciona el Tercer Legado.<br /><br />* Tratar de comprender, asumir y poner en práctica Las Doce Tradiciones v Los Doce Conceptos del Servicio Mundial dentro y fuera de A.A.<br /><br />* Anteponer los principios de A.A. a nuestros propios principios o intereses.<br /><br />* No hacer de los ahijados recaderos en el Servicio de nosotros mismos, inculcándoles nuestros problemas, dificultándoles el ejercer su propia libertad y responsabilidad personal para tomar decisiones.<br /><br />* Tener claro que en cada servicio existe su correspondiente nivel de responsabilidad y derecho de decisión.<br /><br />* El espíritu de servicio se va creando por necesidad de la propia recuperación y a través de la experiencia de otros compañeros en el servicio.<br /><br />* Debemos crear la necesidad del servicio a los que se inician en el mismo, tratando de inculcarles la idea de conjugar los Tres Legados para una buena recuperación.<br /><br />* No utilizar el apadrinamiento en el servicio corno excusa para ocultar las diversas frustraciones personales, en la vida familiar, laboral, etc.<br /><br />* Si asumimos el servicio con Espíritu de rotación, daremos lo que recibimos dejando tras de nosotros estructura. Actuar en el servicio de forma positiva y a legre haciéndolo<br />sencillo y atractivo.<br /><br />* Y por último, hacer que el futuro servidor logre una sobriedad un poco contrastada cara a las implicaciones de la puesta en práctica del Tercer Legado. No utilizar al padrino en el servicio para cosas ajenas al mismo y que éste no permita que se le utilice.<br />Aportado por Rosa Zahorski<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />LOS DOCE CONCEPTOS<a name="58"></a><br />(Forma Corta)<br /><br />Los Doce Pasos de A.A. son principios para la recuperación personal. Las Doce Tradiciones aseguran la unidad de la Comunidad. Los Doce Conceptos para el Servicio Mundial, escritos por el co-fundador Bill W. ofrecen un grupo de principios relacionados para ayudar a asegurar que los varios elementos de la estructura de A.A. sean sensibles a las necesidades de quienes sirven y responsables ante ellos.<br />La “forma corta” de los Conceptos, que aparece a continuación, fue preparada por la Conferencia de Servicios Generales de 1974.<br />I. La responsabilidad final y la autoridad fundamental de los servicios mundiales de A.A. deben siempre residir en la conciencia colectiva de toda nuestra Comunidad.<br />II. La Conferencia de Servicios Generales se ha convertido, en casi todos los aspectos, en la voz activa y la conciencia efectiva de toda nuestra Comunidad en sus asuntos mundiales.<br />III. Para asegurar su dirección eficaz, debemos dotar a cada elemento de A.A. — la Conferencia, la Junta de Servicios Generales, y sus distintas corporaciones de servicio, personal directivo, comités y ejecutivos — de un Derecho de Decisión tradicional.<br />IV. Nosotros debemos mantener, a todos los niveles de responsabilidad, un “Derecho de Participación” tradicional, ocupándonos de que a cada clasificación o grupo de nuestros servidores mundiales les sea permitida una representación con voto, en proporción razonable a la responsabilidad que cada uno tenga que desempeñar.<br />V. En toda nuestra estructura de servicio mundial, un “Derecho de Apelación” tradicional debe prevalecer, asegurándonos así que se escuche la opinión de la minoría, y que las peticiones de rectificación de los agravios personales sean consideradas cuidadosamente.<br />VI. La Conferencia reconoce también que la principal iniciativa y la responsabilidad activa en la mayoría de estos asuntos, deben ser ejercidas en primer lugar por los miembros custodios de la Conferencia, cuando ellos actúan como la Junta de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos.<br />VII. La Carta Constitutiva y los Estatutos son instrumentos legales, y los custodios están, por consiguiente, totalmente autorizados para administrar y dirigir todos los asuntos de servicios. La Carta de la Conferencia en sí misma no es un instrumento legal; se apoya en la fuerza de la tradición y en las finanzas de A.A. para su eficacia.<br />VIII. Los Custodios son los principales planificadores y administradores de los grandes asuntos de política y finanzas globales. Con respecto a nuestros servicios constantemente activos e incorporados separadamente, los Custodios, como síndicos fiscales, ejercen una función de supervisión administrativa, por medio de su facultad de elegir a todos los directores de estas entidades.<br />IX. Buenos directores de servicio en todos los niveles son indispensables para nuestro funcionamiento y seguridad en el futuro. La dirección básica del servicio mundial que una vez ejercieron los fundadores de Alcohólicos Anónimos, tiene necesariamente que ser asumida por los Custodios.<br />X. A cada responsabilidad de servicio, le debe corresponder una autoridad de servicio equivalente, y el alcance de tal autoridad debe estar siempre bien definido.<br />XI. Los Custodios deben siempre contar con los mejores comités permanentes y con directores de las corporaciones de servicio, ejecutivos, personal de oficina y consejeros bien capacitados. La composición, cualidades, procedimientos de iniciación y derechos y obligaciones serán siempre asuntos de verdadero interés.<br />XII. La Conferencia cumplirá con el espíritu de las Tradiciones de A.A., teniendo especial cuidado de que la Conferencia nunca se convierta en sede de peligrosa riqueza o poder; que fondos suficientes para su funcionamiento, más una reserva adecuada, sean su prudente principio financiero, que ninguno de los miembros de la Conferencia sea nunca colocado en una posición de autoridad desmedida sobre ninguno de los otros, que se llegue a todas las decisiones importantes por discusión, votación y, siempre que sea posible, por unanimidad substancial; que ninguna actuación de la Conferencia sea punitiva a personas, o una incitación a controversia pública, que la Conferencia nunca deba realizar ninguna acción de gobierno autoritaria, y que como la Sociedad de Alcohólicos Anónimos, a la cual sirve, la Conferencia en sí misma siempre permanezca democrática en pensamiento y en acción.<br />Albahari<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />¿Cual es la definición de humildad?<a name="59"></a><br /> “La humildad absoluta,” decía el cofundador de AA, Bill W., “consistiría en un estado de absoluta liberación de mi mismo, liberación de todos los reclamos que mis defectos de carácter hoy me hacen duramente. La humildad perfecta sería completa disposición en todo momento y lugar, para encontrar y para hacer la voluntad de Dios.” ¿Estoy peleando por la humildad?<br />Hoy pido<br />Que Dios amplíe mi interpretación de la humildad más allá de subordinación servil o del temor irreverente ante la grandeza de otros. Que la humildad también pueda significar libertad para mí mismo, una libertad que solo puede venir volviendo mi ser hacia la voluntad de Dios. Que pueda sentir la omnipotencia de Dios, que es humillante y vivificadora a la vez- Que este dispuesto a hacer la voluntad de Dios.<br />Hoy recordaré<br />La humildad es libertad.<br />Aportado por Rosa Zahorski<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br /> <br />El Servicio AA.:<a name="60"></a><br />De las Tazas de Café<br />Hasta la Conferencia<br /><br />De los Tres Legados que nos transmitieron los funda­dores de A.A., el Tercer - el Servicio, quizás, el peor comprendido. Muchos A.As. rechazan las palabras "es­tructura de servicio," hacen notar que todo el mundo sabe que A.A. no está estructurado. Otros simplemente descartan la idea, manteniendo que no tiene nada que ver con la recuperación individual.<br />Pero, ¿qué es el servicio? No hay una respuesta corta y buena. Un no A.A. que asistía a la cena de apertura de la Conferencia de Servicios Generales en 1982 observó que cada taza de café entre los A.As. acaba por llegar a la Conferencia. Era como si estuviera repitiendo las pala­bras del co-fundador Bill W., quien dijo, en una plática en St. Louis en 1955, que los servicios incluían desde la preparación de una taza de café hasta las acciones nacionales e internacionales.<br />Jim O., delegado de Área de California del Sur, tiene ideas muy firmes sobre este asunto. Escribió: 'Cuando se presenta el asunto del servicio A.A., a veces se oye decir a un miembro: 'A mí no me importa esto. No es más que una cuestión de negocios y de política. Lo único que necesito yo es mi propia recuperación en mi propio grupo.’<br />"Lo de que no se da cuenta este miembro es que el ser­vicio A.A. lo ha ayudado a él no sólo desde cuando llamó a A.A. por primera vez, sino lo había apoyado por muchos años antes. ¿Cómo sabía que existía un A.A. que podía llamar? O, ¿cómo supo de A.A. su esposa, su médico o su pastor para poder decirle que existía? Por­que un comité de información pública, una parte básica del trabajo de servicio, se esfuerza, desde hace muchos años, por explicarle a la gente lo que es A.A. y como se puede ponerse en contacto con A.A.<br />"¿Cómo llegó el número de A.A. en la guía de telé­fonos? ¿Por qué había un A.A. compasivo que le respon­dió cuando llamó para pedir ayuda? Porque el servicio A.A. lo había arreglado todo. Si está en una prisión o una institución, no puede salir para alcanzar la sobriedad por medio de nuestro programa; entonces, el servicio A.A. le lleva el programa a él.<br />"En su primera reunión, recibió literatura de A.A. ¿Cómo se escribió, imprimió, distribuyó esta literatura para que estuviera lista para él cuando la necesitara? Fue el servicio A.A., por medio de los comités de literatura, que se aseguró de que estuviera lista.<br />"El miembro que desprecia el servicio porque piensa que no tiene nada que ver con su propia recuperación no comprende lo esencial. Hoy, él está sobrio porque el ser-vicio lo hizo posible. El servicio es nuestro Duodécimo Paso, el cual nos permite alcanzar a miles de alcohólicos que sufren y que nunca alcanzaríamos si actuáramos como individuales."<br />El servicio empieza en el grupo local v se manifiesta de muchas maneras preparando el café, vaciando los ceniceros, sirviendo de funcionario de grupo. En la mayoría de los grupos, el servicio se dirige hacia afuera por medio del R.S.G. (representante de servicios generales), su vínculo con la estructura de servicio EE.UU./Canadá. Al elegir a un R.S.G., el grupo obtiene una voz en el A.A. mundial.<br />En una hoja volante, mandada antes de la Conferencia de 1982, Jeanie H. solicitó la participación de los A.As. en una reunión interdistrital para discutir de asuntos in­cluidos en la agenda de la Conferencia. Hizo observar que, en realidad, las entidades de servicio de A.A. per­tenecen a los grupos A.A. Preguntó: “¿Es su grupo un propietario absentista? Los socios comanditarios no tienen ni voz ni voto. Para ser un 'dueño' activo con todos sus derechos, su grupo no tiene que hacer más que elegir a un R.S.G. interesado y activo, que comunicará los des­eos de ustedes. Cuando su delegado/a vaya a la Conferen­cia en Nueva York, ¿sabrá lo que piensa su grupo? ¿O lo que piensa usted?"<br />Un M.C.D. (miembro de comité de distrito) de On­tario del Oeste, R. M. D., al cumplir su mandato, destacó la relación entre el servicio y la recuperación personal:<br />"El egoísmo y el egocentrismo - ese problema básico puede impedirnos anteponer los principios de A.A. a nuestras propias personas. Si el servicio no ha fortalecido su sobriedad, quizás su verdadero motivo todavía sea un poco egoísta. Nuestro objetivo primordial es de man­tenernos sobrios y de ayudar a otros a alcanzar la so­briedad. No tenemos mejor oportunidad para hacer esto que por el servicio."<br /><br /><br />BOX 4-5-9 - Volumen 15 N° 5<br />Agosto – Setiembre 1982<br /><br />Aportado por Rosa Zahorski<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br /> ES MEJOR QUE HOY VIVAS LO MEJOR QUE PUEDAS<a name="61"></a><br />Es mejor que hoy vivas lo mejor que puedas y actúes lo mejor que puedas y pienses lo mejor que puedas: ya que hoy es la preparación segura para mañana y todos los demás mañanas que siguen.<br /> --Harriet MartineauLa palabra "sanidad" se deriva del Latín sanitas, que significa "salud." En nuestro grupo, yo pienso en salud como la integridad de mente, cuerpo y espíritu.Una forma de lograr la salud es viviendo un día a la vez. Para hacer esto con éxito, necesitamos darnos cuenta de que no podemos deshacer ni un solo acto que hayamos realizado o desdecir ninguna palabra hiriente ya hablada en el pasado. No importa cuanto nos arrepintamos o resintamos las penosas experiencias de ayer, no hay nada que podamos hacer para cambiar lo que pasó. El pasado esta para siempre más allá de nuestro control.<br />Lo mismo es verdad con respecto al futuro. No importa cuanto nos podamos preocupar por él, muy pocos de nosotros podemos predecir lo que mañana traerá. Solo podemos prepararnos par un futuro lleno de esperanza viviendo con plenitud y confianza hoy.<br />HOY es todo lo que tengo. Permíteme sacarle todos sus frutos.<br /><br />Aportado por Rosa Zahorski<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br /><a name="62"></a>LA ORACIÓN DE LA SERENIDAD: ‘TANTA SUBSTANCIA DE A.A. EN TAN POCAS PALABRAS’<br />Para los A.A. de todas partes, la querida Oración de la Serenidad es un mantra para toda ocasión imaginable: una brisa refrescante en una cara enrojecida por la ira, una corta canción de gratitud por buenas noticias, una guía consoladora ante las malas noticias—la seguridad reconfortante de que el mundo se va desenvolviendo como debe ser.<br />David R., de Oakland, California, dice: “Cuando en un día de calor achicharrante me encuentro en la autopista 101 congestionada por millas con multitud de camiones debido a un accidente, me pongo a recitar la Oración de la Serenidad para protegerme contra la furia de la carretera; y tiene el efecto deseado.”<br /> Karen M., de Richmond, Virginia, dice que “cuando tengo que hacer algo que amenaza con destrozarme los nervios, como por ejemplo pedirle a mi jefe un aumento de sueldo o pedir disculpas por no haber hecho bien algún cometido, recito la Oración de la Serenidad varias veces y me tranquiliza como por arte de magia.”<br /> John D., de Chicago, dice que la oración “me ayuda tanto en los buenos tiempos como en los malos. Siempre me viene a los labios de forma natural cuando las cosas van muy mal, pero trato de acordarme de decirla para dar gracias a Dios cuando las cosas salen bien, como en mi aniversario de A.A. o en la rara ocasión de pasar un fin de semana de vacaciones con mi esposa.”<br />Bill W., cofundador de A.A., dijo: “Nunca habíamos visto tanta sustancia de A.A. en tan pocas palabras.” En Alcohólicos Anónimos llega a su mayoría de edad Bill cuenta que a principios de 1942 , Ruth Hock, no-alcohólica, la primera secretaria nacional de A.A., enseñó a él y a otros que se encontraban en la abarrotada pequeña oficina de Nueva York un obituario que apareció en el Herald Tribune de Nueva York que terminaba con estas palabras:<br />Dios concédenos la serenidad para aceptar<br />las cosas que no podemos cambiar<br />el valor para cambiar las cosas que podemos<br />y la sabiduría para reconocer la diferencia.<br />Alguien sugirió que se imprimieran las cuatro líneas en una tarjeta pequeña, tamaño billetera, para incluirla en la correspondencia que se enviara de la oficina, y así la oración de la Serenidad empezó a hacerse una parte integrante de la vida de A.A.<br /> Desde aquel entonces, ha sido traducida a los muchos idiomas que hablan los A.A. de todo el mundo y se reza en voz alta en las reuniones y silenciosamente en sus corazones. Por más de medio siglo la oración ha venido entretejiéndose tan íntimamente en la filosofía de A.A. que les resulta difícil a los miembros recordar que no se originó en la experiencia de A.A.<br />No obstante, a pesar de años de investigaciones por parte de historiadores y numerosas conjeturas por parte de aficionados, el origen exacto de la Oración de la Serenidad sigue siendo un misterio.<br />Lo que parece indiscutible es la reclamación de ser el autor hecha por el teólogo Dr. Reinhold Niebuhr, que en una entrevista dijo que había escrito la oración como nota final de un sermón acerca de cristianismo práctico. Pero incluso el Dr. Niebuhr admitió cierta duda al agregar “por supuesto puede que haya estado muchos años, incluso siglos, apareciendo aquí y allá, pero no lo creo. Creo sinceramente que yo mismo la escribí.”<br /> Con su permiso, durante la Segunda Guerra Mundial la oración se imprimió en tarjetas para ser distribuida por la USO a los soldados. Para aquel entonces ya había sido reimpreso por el Consejo Nacional de Iglesias así como por Alcohólicos Anónimos.<br />Al sugerir que la oración podría haber estado apareciendo aquí y allá durante siglos, parece que el Dr. Niebuhr estaba en lo cierto. “Nadie puede decir con seguridad quién fue el primero en escribir la Oración de la Serenidad,” dijo Bill W.: “Algunos dicen que vino de los antiguos griegos; otros creen que salió de la pluma de algún poeta inglés anónimo; y otros afirman que fue escrita por un oficial de marina americano...” Otros han atribuido su origen a antiguos textos sánscritos y a los distinguidos filósofos Aristóteles, San Agustín, Santo Tomás de Aquino y Espinosa. Un compañero de A.A. encontró entre “Los seis errores del ser humano” escrito por el escritor romano Cicerón, lo siguiente: “la tendencia a preocuparse por cosas que no pueden ser cambiadas o corregidas.”<br />De hecho, nadie ha encontrado el texto de la oración entre los escritos de estas supuestas fuentes originales. Lo que probablemente son muy antiguos, como la cita anterior de Cicerón, son los temas de aceptación, valor para cambiar lo que puede cambiarse, y la disposición para desprenderse de lo que está fuera de nuestra capacidad para cambiar. Con toda certeza, la búsqueda del origen de la oración ha sido como pelar una cebolla, y a veces es necesario volver a empezar desde el principio.<br />Por ejemplo, en julio de 1964, el Grapevine recibió un recorte de un artículo publicado en el Herald Tribune de París en el que el corresponsal informó de haber visto en Koblenz, Alemania, una placa grabada con las siguientes palabras: “Dios concédeme el desprendimiento para aceptar las cosas que no puedo alterar; el valor para alterar las cosas que puedo alterar; y la sabiduría para distinguir una cosa de la otra.”<br />Por fin aquí parecía haber una prueba concreta, con cita, autor, fecha, del origen de la Oración de la Serenidad. Pero, no. Quince años más tarde, en 1979, Peter T., de Berlín, dijo a Beth K., miembro del personal de OSG en aquel entonces, que en su primera forma la oración tuvo su origen en el filósofo romano Boecio, (480-524), autor de Los consuelos de la filosofía.<br />Hay aun otras reclamaciones y sin duda continuarán los descubrimientos en años venideros. Mientras tanto, una idea compartida por muchos es que la Oración de la Serenidad, sea cual sea su origen, antiguo o moderno, parece haber surgido de una percepción<br />humana fundamental y de una sabiduría nacida del sufrimiento. Aparte del Padrenuestro y la Oración de San Francisco de Asís, no hay otras palabras o conceptos, a la vez prácticos y espirituales, que tantos miembros de Alcohólicos Anónimos han llevado grabados en sus mentes y sus corazones en su viaje de sobriedad hacia una nueva forma de vivir.<br />Bill W. se refirió a este fenómeno hace años. Al agradecer a un amigo A.A. por la placa en la que estaba escrita la oración, dijo: “En la creación de A.A., la Oración de la Serenidad ha sido un bloque de construcción muy valioso, realmente una piedra angular.”<br />Y hablando de piedras angulares, misterios y coincidencias, un tramo de la calle 120 de Manhattan, que bordea el edificio donde se aloja la OSG, entre las calles Riverside y Broadway, se conoce por el nombre de Reinhold Niebuhr Place.<br />Box 459<br />Volumen 36 - N° 6<br />Edición Navide<br />NOTA: se cree que en tiempos del Rey Arturo, Los Caballeros de la Tabla Redonda cuando se reunian en consejo antes de comenzar solían rezar una oración muy similar a la Oración de la Serenidad, esta afirmación se encuentra en la actualidad siendo investigada por el equipo de feliz24horas.<br />Aportado por Rosa Zahorski<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br /> Una opinión médica, sobre alcoholismo...<a name="63"></a><br /><br /> La diferencia entre beber y emborracharse depende de la cantidad de alcohol que se ingiere. La cantidad que se necesita para intoxicarse variará de persona a persona y de un momento a otro, pero cualquiera que beba lo suficiente se emborrachará.<br /> Entre el bebedor y el alcohólico existe otra clase de diferencia. No puede medirse en cantidades de alcohol ni ser definida en breve. Depende de factores intangibles, de la personalidad, de la oportunidad y, en cierta medida, de la suerte. Pero los pasos desde la bebida social hasta la excesiva pueden ser demarcados y cuando la bebida excesiva produce ciertos daños, el bebedor se ha transformado en alcohólico. Hasta el momento de embarcarse en este viaje, los alcohólicos no eran a simple vista, diferentes a sus semejantes, aunque para un observador experto podrían haber existido indicaciones de propensión.<br /> Vivimos en una sociedad donde es costumbre beber. A través del alcohol ofrecemos hospitalidad y mostramos nuestra sociabilidad.<br /> Aunque frunzamos el entrecejo ante los borrachos, sospechamos de los abstemios. Son estos últimos los que nos resultan anormales.<br />Con un vaso en la mano, disfrutamos de compañía de viejos amigos y hacemos nuevos, proclamamos nuestras lealtades, discutimos problemas, negociamos y cerramos tratos. Se aceptan intoxicaciones mínimas reiteradas por parte de personalidades, militares, políticos, hombres de negocios y educadores. Creemos que esta forma de bebida abierta y moderada es, por lo general, inofensiva y favorable para las buenas relaciones humanas.<br /> Somos tolerantes con la persona que toma una copa o aun una copa de más. También los alcohólicos alguna vez bebieron con esa moderación. ¿Qué los hizo cruzar la línea del alcoholismo? ¿Estaban las causas actuando inexorablemente en su interior o en las circunstancias del entorno y de la vida? Se deben considerar los<br />factores físicos, sociales y psicológicos. ¿A dónde conduce este camino? ¿Tiene retorno, la enfermedad del alcoholismo?<br /> Entendemos que si, es difícil, arduo, por momentos doloroso,<br />pero debe ser recorrido, la recompensa es nada más, pero nada menos que la vida y en muchas oportunidades, una muy buena.<br /> Por todo esto, muchos profesionales de la salud, vemos y apoyamos la labor de grupos de autoayuda, como Alcohólicos Anónimos, que alivianan el tránsito por el sendero de la recuperación de esta cruel enfermedad.<br /><br />Aportado por Leo Carrasco<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />ACEPTACION.<a name="64"></a> PRACTICARE LA ACEPTACION, HOY ACEPTARE A LAS PERSONAS, LAS SITUACIONES, LAS CIRCUNSTANCIAS Y SUCESOS TAL COMO SE PRESENTEN.SABRE QUE ESTE MOMENTO ES COMO DEBE SER, PORQUE TODO EL UNIVERSO ES COMO DEBE SER, NO LUCHARE CONTRA TODO EL UNIVERSO PONIENDOME EN CONTRA DEL MOMENTO PRESENTE, MI ACEPTACION ES TOTAL Y COMPLETA, ACEPTO LAS COSAS COMO SON EN ESTE MOMENTO, NO COMO ME GUSTARIA QUE FUERAN.<br />Aportado por Rosa Zahorski<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />ACEPTACION 2<a name="65"></a>La palabra clave es aceptación"Dios, concédenos la serenidad para aceptar las cosas que no podemos cambiar, valor para cambiar las cosas que puedo, y sabiduría para reconocer la diferencia".Hola grupo como están ? Espero que bien. El alcoholismo es un drama en tres actos en el que toman parte por lo menos cuatro personajes: el bebedor y su familia, los, amigos, los compañeros de trabajo y hasta los consejeros, quienes pueden contribuir a mantener girando el Carrusel. El alcoholismo rara vez aparece en una persona sin que afecte a otras; es extraño que continúe aislado de los demás.Yo bebía mucho y me emborracha, y los demás reaccionaban contra la borrachera y sus consecuencias.. yo respondía a esta reacción y volvía a beber. Esto establece un Carrusel de culpa y negación, semejante a un espiral hacia abajo, lo cual caracteriza al alcoholismo. En el primer paso admití que no pude vencer al alcohol, acepte además la dependencia de un Poder Superior.Mi primer problema es aceptar las circunstancias actuales, como son, a mi mismo, tal como soy, y a la gente tal como es. sin la cual no puedo ni empezar a tener tranquilidad. Este es un ejercicio de aceptación que debo aprender a practicar cada día, cada 24hs. Cuando pueda realizar este trabajo que me es, imposible a veces, en cuanto pueda aceptar plenamente estos hechos, aunque me requiera un gran esfuerzo y paciencia, estaré mejor. Tengo que abandonar mi autosuficiencia. Para lograrlo necesito desarrollar buena voluntad para aceptar estas nuevas verdades de mi vida.Pero también me tengo que dar cuenta de que no soy impotente ante otras cosas. No soy impotente ante mis actitudes. No soy impotente al negativismo. No soy impotente para mi recuperación. Tengo el poder de ejercer una influencia positiva sobre mí mismo, sobre mis seres queridos y sobre mis compañeros. Bill dice:“No huimos ni luchamos, pero sí aceptamos. Y entonces comenzamos a ser libres de la compulsión por el alcohol.”La aceptación y la práctica de los Doce Pasos hacen que nuestra vida valga la pena.Que su P.S. le bendiga siempre.<br />Aportado por Leo Carrasco<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />EL GRUPO BASE: EL ELEMENTO BÁSICO DE A.A.<a name="66"></a><br /><br />“A lo largo de los años, la esencia misma de la fuerza de A.A. ha residido en el grupo base, el cual, para muchos miembros, es como la prolongación de su familia,” según las palabras del folleto “El grupo de A.A…. donde todo empieza.”<br /> El grupo base es el lugar en donde los nuevos miembros pueden más fácilmente conocer a los compañeros de una manera genuina, y donde los veteranos pueden conocer a los nuevos. Escuchar a otros hablar francamente de sus temores y contar historias una vez vergonzosas de sus vidas de bebedores es una experiencia liberadora para el cauteloso o cohibido principiante.<br />“El pertenecer a un grupo base te hace posible sentirte más cómodo,” dice Chris S. “Tienes la sensación de que tus compañeros te conocen y te aceptan.”<br />Claro que todas las reuniones a las que asiste un alcohólico contribuyen de forma importante a su recuperación, ya sea en su grupo base o en otro. Pero los que llegan a A.A. tienen muchas cosas en común, incluyendo frecuentemente una sensación de nunca “haber sido parte” de nada. En el grupo base el principiante llega a saber orientarse en el nuevo mundo de la sobriedad. Después de pasar tanto tiempo al margen, el alcohólico recién sobrio aprende a hacer las primeras incursiones en la vida plena.<br />Es muy probable que en el grupo base el miembro haga los trabajos de servicio y experimente la deseada sensación de pertenecer, junto con el sentimiento de responsabilidad, que se origina milagrosamente en tareas simples como colocar las sillas o hacer el café.<br />El grupo base afianza al miembro de A.A. en el programa y tal vez la clave esté en comprometerse a participar en el servicio. “Asistes a una reunión a la que en otras circunstancias no irías, simplemente porque no quieres que el grupo se sienta decepcionado contigo.”<br />Si sigues asistiendo a un grupo, los miembros acabarán dándose cuenta. Si dejas de asistir a las reuniones, es probable que sea alguien de tu grupo base quien te eche de menos. Para aquellos que tienen la mala suerte de recaer, el grupo base es lugar lógico a donde regresar. “Estamos allí para recibir al principiante o a la persona que vuelve,” dice Dorothy.<br />Para quienes llevan mucho tiempo sobrios, el grupo base puede ser igual de importante. Mientras los principiantes salen a tomar café después de las reuniones, etc., puede ser que la persona con mucho tiempo de sobriedad ya no participe tanto. Para esa persona, el grupo base se convierte en lo que le mantiene arraigado a la Comunidad de A.A., un lugar al que saben que irán por lo menos una vez a la semana.<br />La asistencia de los veteranos a la misma reunión, semana tras semana, año tras año, le da sustancia al grupo, y su presencia puede ser inspiradora de formas inesperadas. Según una historia, un alcohólico que se quedaba muchos años en la periferia de A.A. sin lograr la sobriedad observó que había un veterano que siempre se encontraba sentado en el mismo rincón de la sala. Ese alcohólico finalmente logró la sobriedad y siempre atribuye el mérito a ese veterano. Dice que un día al ir a hacer una de sus infrecuentes visitas a la reunión local de A.A., sin saber todavía si iba entrar cuando llegara allí, acabó decidiendo que, según sus palabras “si ese abuelito todavía está allí en ese mismo asiento, voy a entrar.” Desde esa reunión, se ha mantenido sobrio.<br />El grupo base activo también contribuye a la salud de A.A. en su totalidad. Es el elemento básico de la Comunidad. Produce los representantes de servicios generales y fija el rumbo de A.A. como un todo. El grupo base vincula al miembro de A.A. con la Comunidad.<br />Una cuestión que se plantea en cuanto a los grupos base es la del desarrollo de los designados para hombres, mujeres, jóvenes, gays, etc.<br /> En la 40ª Conferencia de Servicios Generales en 1990, una mesa de trabajo se enfocó en estos tipos de grupos. Entre las ventajas, según los participantes en la mesa de trabajo, se encuentra que estos grupos ofrecen una entrada a A.A. al alcohólico que “de no tener esta opción, no asistiría a las reuniones.” De esta forma, pueden servir como puente hacia la corriente principal de A.A. Una desventaja es que “estas reuniones pueden fomentar un sentido de ser diferente, de aislamiento y de segregación.”<br />Lo más importante, según se observó en la mesa, es que, conforme con la Cuarta Tradición, los grupos de A.A. son autónomos y tienen derecho a llevar sus asuntos como mejor les convenga “excepto en asuntos que puedan afectar a otros grupos o a A.A. considerado como un todo.”<br />En A.A. aprendemos lo básico de una nueva vida. El grupo base puede ser una parte importante de esto. Como dice en el prefacio de El grupo base: el latido del corazón de A.A., publicado por el A.A. Grapevine, “Es el lugar donde [los alcohólicos en recuperación] empiezan a adoptar los principios orientadores de Alcohólicos Anónimos como realidades que dan resultados en sus vidas sobrias.”<br />Box 459<br />Volumen 37 N° l<br />Febrero Marzo 2004<br />Aportado por Leo Carrasco<br /><a href="http://www.feliz24horas.com/colabora.html#ini">indice</a><br />El Segundo Paso<a name="67"></a><br /> LLEGAMOS A CREER QUE UN PODER SUPERIOR A<br /> NOSOTROS MISMOS PODRIA DEVOLVERNOS<br />EL SANO JUICIO<br /><br />Si el Primer Paso es una medida de nuestra desesperación, el Segundo es una medida de nuestra esperanza. El Primer Paso es una admisión y aceptación de nuestra derrota total, y absoluta. Con todos nuestros esfuerzos, no podemos alcanzar la sobriedad; con nuestras mejores intenciones y con mucha determinación todavía encontramos que nuestras vidas caen sobre nuestras cabezas. Por supuesto somos impotentes ante el alcohol y nuestras vidas se han vuelto ingobernables.<br />Pero si somos impotentes ante el alcohol, ¿Entonces quién o qué puede ayudarnos a alcanzar la sobriedad? Y si no podemos gobernar nuestras vidas, ¿Quién nos guiará y nos ayudará a recobrar nuestro sano juicio?<br />En respuesta, el Segundo Paso dice: Un Poder Superior a nosotros mismos podría devolvernos el sano juicio.<br />Con esta sola declaración, el Segundo Paso pone todo el fundamento espiritual de A.A.: Si vamos a recuperarnos de la enfermedad física, mental y espiritual, llamada alcoholismo, debemos creer y depender de un poder por encima de nosotros mismos.<br />No es tan fácil de hacer para muchos de nosotros, y lleva tiempo. Afortunadamente y no en vano, el paso es cuidadoso al utilizar <<llegamos>>. Algunos de nosotros llegamos al convencimiento casi instantáneamente; a otros les lleva semanas, meses y hasta años. No hay un tiempo fijo y tampoco hay razones para sentirse culpable por no ser capaz de aceptar el Segundo Paso de una manera inmediata, en toda su profundidad. Sin embargo, si no trabajamos con aceptación este Paso, si lo ignoramos y lo escondemos debajo de la alfombra deseando pasar de el, estamos arrancando el corazón del Programa de A.A.<br />Así es como llegamos al convencimiento, con ganas o sin ellas, ¿Pero creer en qué?<br />En tres cosas: La existencia de un Poder de fuera, y más grande que nosotros; la verdad de nuestra demencia; y que un Poder Superior puede y es capaz de devolvernos el sano juicio.<br />Por muchas razones, que algún día alguien puede explicar mejor que yo, muchos o la mayoría de los alcohólicos parecen tener problemas con la palabra <<demencia>>, aunque la historia de un alcohólico, las partes que podemos recordar, son bastante prueba de que en estos momentos estamos en un nivel diferente al normal. Para muchos esta palabra significa hombres con batas blancas o pacientes siguiendo mariposas en un manicomio, o una docena de otros comportamientos sicóticos.<br />Pero una palabra es solamente una palabra y <<demencia>> puede significar cualquier comportamiento que generalmente no se ajusta a lo normal.<br />Nuestro comportamiento obsesivo-compulsivo en relación con el alcohol no puede ser llamado normal. Tampoco las cosas que hacíamos mientras bebíamos. Ni tampoco nuestros patrones de comportamiento, procesos mentales, o sencillamente los problemas que se nos presentan cuando hemos dejado de beber.<br />La opinión de personas sobre la palabra <<demencia>> con respeto a nosotros es de que estábamos sin sano juicio mientras bebíamos, antes de empezar a beber o cuando ya estábamos borrachos. De cualquier modo, estas opiniones carecen de importancia a la luz de la realidad, ya que si nos faltaba el sano juicio mientras bebíamos, las ganas que en ocasiones nos invaden de regresar a aquel tipo de vida no se pueden calificar más que de locura, y si existe algún problema que apoye ese deseo, este problema debe ser eliminado.<br />Pero la solución aportada por esta oración no es tan fácil de aceptar como parece. Para ser más cruda, una mente enferma de verdad no puede repararse a sí misma; de hecho no puede ver lo que está mal.<br />La mente humana tiene una capacidad asombrosa de protegerse a sí misma de influencias de fuera. Aunque la parte consciente de la mente tiene un deseo de encontrar el problema y arreglarlo, la parte subconsciente bloqueará cualquier esfuerzo poniendo una variedad de motivos, información y direcciones, todos equivocados. Si el problema es bastante grande, la mente consciente no se dará cuenta de que existe un problema, y la parte que sí está enterada es impotente de hacer algo para arreglarlo.<br />La aceptación de que somos impotentes para hacer frente a nuestros problemas solos, es una parte importante del Primero y Segundo Paso. El Segundo Paso dice muy claramente que un Poder Superior podría devolvernos el sano juicio. Cuando aceptamos nuestra irracionalidad, y de que somos incapaces de hacer frente solos, entonces viene la búsqueda para la aceptación de un Poder, una fuerza, una influencia que viene de fuera de nosotros. El Paso se refiere a un Poder Superior más poderoso que nosotros. Es obvio, si somos incapaces de resolver nuestros problemas solos, el Poder debe de ser más grande que nosotros mismos, si va a traer algo que vale la pena. Sin embargo, los bebés tienen que arrastrarse antes de comenzar a andar, y andar antes de que puedan correr. Es difícil empezar a buscar fuerza de nosotros mismos, cualquier tipo de fuerza o poder, incluso a un Poder Superior. De hecho, es muy difícil para algunos aceptar la idea de que hay algo fuera de nosotros.<br />Esta última declaración merece alguna explicación. Una mente racional, pensativa, consciente no tiene problemas con la idea de que cada persona, cosa o fuerza tiene una existencia separada y distinta. Podemos decir (y creer) <<yo>>.<br />Sin embargo, la mente subconsciente o consciente, a menudo rechaza esta idea. Dice, <<yo>>. ¿Externo? Apenas. Una de las más poderosas herramientas de A.A. es el proceso con el cual un alcohólico se identifica con otro. En primer lugar, esta identificación consiste meramente en reconocer que hay otra gente que existe independiente de nuestras mentes. Entonces el proceso va más lejos: Identifica a otro alcohólico como un ser humano similar. Pero la identificación básica es con otro ser humano como una identidad separada.<br />Una vez esta apertura está despejada, el resto del proceso es relativamente fácil. Una vez estamos enterados de que hay otras personas y cosas - y fuerzas - fuera de nosotros, solamente es un asunto de buscar este Poder que haga algo bueno en nosotros. Evidentemente, en cualquier experiencia espiritual, el Poder está reconocido como la fuerza básica que maneja el Universo.<br />Tratar de aceptar un Poder Superior tal vez parezca complicado, ¿Pero hay algo que valga la pena decir? Los que han tenido una experiencia espiritual ya lo saben, mientras para los que no la han tenido todavía, un desborde de palabras no sería suficiente para que comprendieran su significado verdadero.<br />La búsqueda de un Poder Superior y la naturaleza de este Poder, cuando se ha encontrado, son asuntos personales. Muchos de nosotros no tenemos dificultades en aceptar un Dios como Poder Superior; muchos otros se siente tímidos ante la palabra <<dios>>, pero no tienen problemas de aceptar la presencia de algún tipo de fuerza universal; todavía muchos miran nuestro grupo de A.A. o todo A.A. como un Poder Superior.<br />En todo caso, aunque no hayamos adquirido una creencia externa, más poderosa que nosotros, y que sea capaz de ayudarnos a volver a nuestro sano juicio, esto implica que esta fuerza externa poderosa es una fuerza positiva, una fuerza que es capaz de poner sentido en el caos de la realidad, y traer orden al caos de nuestras vidas. El nivel final de aceptación total del Segundo Paso es llegar al convencimiento de que este Poder Superior, un poder bueno y ordenado, verdaderamente nos ayudará. Ya hemos aceptado la idea de que este Poder puede hacer el trabajo. Ahora debemos estar convencidos, convencidos completamente, de que este Poder lo hará.<br />Una vez más, las palabras no son el método adecuado para expresar creencia. Algunos que han sometido sus errores a la piedad de un tribunal, es una manera de hablar, saben que el Poder Superior hará exactamente lo que dice el Segundo Paso. Pero +este no es una ayuda para aquellos que no lo han hecho. Lo que sí puede ayudar es una descripción de la lucha de un miembro con el Segundo Paso.<br />Llegué a A.A. como agnóstico, o más bien, no creía en nada, pero quería creer. Aunque no podía empezar a aceptar el concepto de Dios, por supuesto me gustaba la serenidad y la paz de la mente que veía en los que creían.<br />Cuando mi tiempo en A.A. pasaba, el deseo crecía. También aumentó diariamente, el dolor, dolor puro sin consuelo, no dolor físico, pero había unas ganas dentro de mi mente y de mi corazón por algo más alto, y más importante, más allá de mí.<br />Mi grupo y el programa de A.A. me ayudaban, y como sea que el tiempo pasaba, yo empezaba a percibir algún tipo de orden donde solamente había confusión, algún sentido de dirección donde había solamente un laberinto de callejones sin salida.<br />Entonces un día todas las piezas cayeron en sus lugares. Todas las barreras que me habían tenido ciego, que me impedían ver la naturaleza verdadera de las cosas, habían desaparecido. Por primera vez en mi vida, llegué a palpar la presencia penetrante de un Poder incomprensible y vasto.<br />En ese momento también, me enteré de que yo solamente soy una cosa muy insignificante dentro del Universo, pero vitalmente importante. Infinitamente pequeña porque soy un alma pequeña en un planeta alrededor de un sol en una galaxia de billones innumerables, pero importante vitalmente porque el Universo entero inmenso hubiera sido muy ligeramente diferente sin mí, como hubiera sido sin cualquiera de nosotros.<br />La visión, si puedo llamarla así estaba por un momento tambaleando, pero solamente por un momento. Este convencimiento de mi visión me sostenía y todavía me sostiene, si soy una parte de un entero, aunque soy una parte diminuta, pertenezco aquí.<br />Y si pertenezco aquí, todo lo que tengo que hacer es encontrar exactamente lo que pretendo ser y hacer. Para mí como alcohólico, parte de la respuesta es obvia. El Universo tiene la capacidad, de hacer las reglas, elimina al malo y al enfermo, y como un alcohólico es una persona enferma, el Universo, o la sociedad, lo eliminará. Por lo tanto, beber para mí es negar mi Poder Superior.<br />Pero esto es solamente una parte del problema, aunque tal vez la más importante. Personalmente concibo el Universo como un lugar muy ordenado; para conseguir una existencia serena y alegra, todo lo que es necesario es estar introducido en este orden y ajustarse dentro. Esto es más fácil de decirlo que de hacerse, por supuesto. Así es en A.A., después del Segundo Paso hay diez más proyectados para ayudarnos a conseguir eso.<br />Pero una vez que hemos aceptado, como hecho indiscutible, nuestra impotencia ante el alcohol, y una vez que hemos llegado al convencimiento de que un Poder Superior podría darnos lo que necesitamos, hemos saltado dos pasos gigantes hacia adelante en el camino de nuestra recuperación.<br />AA. GRAPEVINE – FEBRERO 1970Grupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-16370177697759745212009-02-10T20:54:00.000-08:002009-02-12T08:36:33.743-08:00DIAPOSITIVAS DEl CONDUCTOR DESIGNADO<div style="TEXT-ALIGN: left; WIDTH: 425px" id="__ss_1015195"><a style="MARGIN: 12px 0px 3px; DISPLAY: block; FONT: 14px Helvetica, Arial, Sans-serif; TEXT-DECORATION: underline" title="Conductor Designado" href="http://www.slideshare.net/grupolibertad/conductordesignado-1015195?type=powerpoint">Conductor Designado</a><object style="MARGIN: 0px" width="425" height="355"><param name="movie" value="http://static.slideshare.net/swf/ssplayer2.swf?doc=conductordesignado-1234327973130588-2&stripped_title=conductordesignado-1015195"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowScriptAccess" value="always"><embed src="http://static.slideshare.net/swf/ssplayer2.swf?doc=conductordesignado-1234327973130588-2&stripped_title=conductordesignado-1015195" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="425" height="355"></embed></object><div style="FONT-FAMILY: tahoma, arial; HEIGHT: 26px; FONT-SIZE: 11px; PADDING-TOP: 2px">View more <a style="TEXT-DECORATION: underline" href="http://www.slideshare.net/">presentations</a> from <a style="TEXT-DECORATION: underline" href="http://www.slideshare.net/grupolibertad">grupolibertad</a>.</div></div>Grupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-17765171762873653472009-02-10T20:48:00.000-08:002009-02-12T08:37:07.640-08:00DIAPOSITIVAS DE SU MAJESTAD EL REY<div style="TEXT-ALIGN: left; WIDTH: 425px" id="__ss_1015186"><a style="MARGIN: 12px 0px 3px; DISPLAY: block; FONT: 14px Helvetica, Arial, Sans-serif; TEXT-DECORATION: underline" title="Su Majestad El Rey" href="http://www.slideshare.net/grupolibertad/su-majestad-el-rey?type=presentation">Su Majestad El Rey</a><object style="MARGIN: 0px" width="425" height="355"><param name="movie" value="http://static.slideshare.net/swf/ssplayer2.swf?doc=sumajestadelrey-1234327687522208-1&stripped_title=su-majestad-el-rey"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowScriptAccess" value="always"><embed src="http://static.slideshare.net/swf/ssplayer2.swf?doc=sumajestadelrey-1234327687522208-1&stripped_title=su-majestad-el-rey" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="425" height="355"></embed></object><div style="FONT-FAMILY: tahoma, arial; HEIGHT: 26px; FONT-SIZE: 11px; PADDING-TOP: 2px">View more <a style="TEXT-DECORATION: underline" href="http://www.slideshare.net/">presentations</a> from <a style="TEXT-DECORATION: underline" href="http://www.slideshare.net/grupolibertad">grupolibertad</a>.</div></div>Grupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-30327518230774467382009-02-10T20:31:00.000-08:002009-02-10T20:43:15.143-08:00DIAPOSITIVAS DE BILL Y BOBFOTOS DE BILL Y BOB<br /><br /><div style="width:425px;text-align:left" id="__ss_1015176"><a style="font:14px Helvetica,Arial,Sans-serif;display:block;margin:12px 0 3px 0;text-decoration:underline;" href="http://www.slideshare.net/grupolibertad/comohan?type=presentation" title="FOTOS DE BILL Y BOB">FOTOS DE BILL Y BOB</a><object style="margin:0px" width="425" height="355"><param name="movie" value="http://static.slideshare.net/swf/ssplayer2.swf?doc=comohan-1234327151343044-1&stripped_title=comohan" /><param name="allowFullScreen" value="true"/><param name="allowScriptAccess" value="always"/><embed src="http://static.slideshare.net/swf/ssplayer2.swf?doc=comohan-1234327151343044-1&stripped_title=comohan" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="425" height="355"></embed></object><div style="font-size:11px;font-family:tahoma,arial;height:26px;padding-top:2px;">View more <a style="text-decoration:underline;" href="http://www.slideshare.net/">presentations</a> from <a style="text-decoration:underline;" href="http://www.slideshare.net/grupolibertad">grupolibertad</a>.</div></div>Grupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-16369991376058225212009-02-10T20:24:00.000-08:002009-02-12T08:38:58.800-08:00ALCOHOL + GASOLINA = DESGRACIA<div style="TEXT-ALIGN: left; WIDTH: 425px" id="__ss_1015152"><a style="MARGIN: 12px 0px 3px; DISPLAY: block; FONT: 14px Helvetica, Arial, Sans-serif; TEXT-DECORATION: underline" title="Alcohol" href="http://www.slideshare.net/grupolibertad/alcohol-1015152?type=presentation">Alcohol</a><object style="MARGIN: 0px" width="425" height="355"><param name="movie" value="http://static.slideshare.net/swf/ssplayer2.swf?doc=alcohol-1234326273414649-1&stripped_title=alcohol-1015152"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowScriptAccess" value="always"><embed src="http://static.slideshare.net/swf/ssplayer2.swf?doc=alcohol-1234326273414649-1&stripped_title=alcohol-1015152" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="425" height="355"></embed></object><div style="FONT-FAMILY: tahoma, arial; HEIGHT: 26px; FONT-SIZE: 11px; PADDING-TOP: 2px">View more <a style="TEXT-DECORATION: underline" href="http://www.slideshare.net/">presentations</a> from <a style="TEXT-DECORATION: underline" href="http://www.slideshare.net/grupolibertad">grupolibertad</a>.</div></div>Grupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-86198685248250683652009-02-10T20:19:00.001-08:002009-02-12T08:39:37.757-08:00DIAPOSITIVAS DE UN LOCO AMOR (EL ALCOHOL)<div style="TEXT-ALIGN: left; WIDTH: 425px" id="__ss_1015137"><a style="MARGIN: 12px 0px 3px; DISPLAY: block; FONT: 14px Helvetica, Arial, Sans-serif; TEXT-DECORATION: underline" title="Un Loco Amor" href="http://www.slideshare.net/grupolibertad/un-loco-amor-1015137?type=powerpoint">Un Loco Amor</a><object style="MARGIN: 0px" width="425" height="355"><param name="movie" value="http://static.slideshare.net/swf/ssplayer2.swf?doc=unlocoamor-1234325712489505-3&stripped_title=un-loco-amor-1015137"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowScriptAccess" value="always"><embed src="http://static.slideshare.net/swf/ssplayer2.swf?doc=unlocoamor-1234325712489505-3&stripped_title=un-loco-amor-1015137" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="425" height="355"></embed></object><div style="FONT-FAMILY: tahoma, arial; HEIGHT: 26px; FONT-SIZE: 11px; PADDING-TOP: 2px">View more <a style="TEXT-DECORATION: underline" href="http://www.slideshare.net/">presentations</a> from <a style="TEXT-DECORATION: underline" href="http://www.slideshare.net/grupolibertad">grupolibertad</a>.</div></div>Grupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2418816034882067335.post-65861428284366584952009-02-10T19:53:00.000-08:002009-02-12T08:40:24.593-08:00DIAPOSITIVAS DE ALCOHOLISMO PROBLEMA Y SOLUCIONAQUI LA PRESENTACION DE DIAPOSITIVAS SOBRE EL ALCOHOLISMO<br /><br /><div style="TEXT-ALIGN: left; WIDTH: 425px" id="__ss_1015124"><a style="MARGIN: 12px 0px 3px; DISPLAY: block; FONT: 14px Helvetica, Arial, Sans-serif; TEXT-DECORATION: underline" title="InformacióN PúBlica " href="http://www.slideshare.net/grupolibertad/informacin-pblica-revisado?type=presentation">InformacióN PúBlica </a><object style="MARGIN: 0px" width="425" height="355"><param name="movie" value="http://static.slideshare.net/swf/ssplayer2.swf?doc=informacin-pblica-revisado-1234324801518976-3&stripped_title=informacin-pblica-revisado"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowScriptAccess" value="always"><embed src="http://static.slideshare.net/swf/ssplayer2.swf?doc=informacin-pblica-revisado-1234324801518976-3&stripped_title=informacin-pblica-revisado" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="425" height="355"></embed></object><div style="FONT-FAMILY: tahoma, arial; HEIGHT: 26px; FONT-SIZE: 11px; PADDING-TOP: 2px">View more <a style="TEXT-DECORATION: underline" href="http://www.slideshare.net/">presentations</a> from <a style="TEXT-DECORATION: underline" href="http://www.slideshare.net/grupolibertad">grupolibertad</a>.</div></div>Grupo Libertadhttp://www.blogger.com/profile/15113099361176928338noreply@blogger.com1